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Lectio Dominical

Vie 13 Dic 2024

Regocíjate y disfruta con todo tu ser

TERCER DOMINGO DE ADVIENTO "Gaudete"Diciembre 15 de 2024Primera lectura: Sofonías 3,14-18aSalmo: Isaías 12,2-3.4bcd.5-6 (R. cf. 6)Segunda lectura: Filipenses 4,4-7Evangelio: Lucas 3,10-18I.Orientaciones para la PredicaciónIntroducciónLa alegría es la característica de este tercer domingo de adviento: se acerca el Esperado de las naciones, el Salvador. Para el profeta Sofonías es la llegada del Día del Señor, Día de ira para quienes han hecho el mal, pero de regocijo para quienes han practicado la justicia y el bien. En el Evangelio Juan el Bautista da precisas indicaciones para un actuar según la voluntad de Dios; así, la venida del Hijo de Dios será de liberación. San pablo, en su carta a los Efesios, invita a vivir con mesura, esperando gozosos la segunda venida del Salvador que traerá la liberación plena para quienes han permanecido firmes y valientes en su vida cristiana.1.Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura?Dios viene, su venida es inminente, está muy próxima, a las puertas. Solamente puede invadirnos un sentimiento de profunda alegría. Si se vive en la verdad o si por fragilidad se ha caído, pero se vuelve arrepentido al Señor, entonces solamente se podrán tener sentimientos de gozo; Él está de parte de quien hace el bien y practica la justicia o de quien con un corazón arrepentido vuelve al Señor con la intención y la decisión de seguirlo por el camino de la rectitud.El Precursor da indicaciones muy concretas para prepararnos a la inminente venida del Salvador: la justicia y la caridad. Aquí tenemos el programa de Jesús y como san Juan el Bautista lo concretiza a quienes le preguntan qué tienen que hacer y a los publicanos que le piden orientaciones precisas para vivir la conversión, al igual que a los militares que le interrogan sobre lo mismo, de la misma manera hoy el Señor nos quiere aterrizar en lo profundo de nuestro corazón la manera de vivir concretamente la conversión en estos días previos a la navidad, a fin de preparar nuestro corazón para que Jesús se encarne en nosotros, para que haya navidad en nuestras vidas.Con esta actitud de conversión concreta como preparación a las próximas festividades de navidad, avancemos en estos días con ánimo gozoso y llenos de esperanza, orando por la humanidad entera para que vuelva al buen Dios que en su Hijo nos busca afanosamente, pues solamente quiere nuestro bien y nuestro mayor bien. Si no aceptamos su invitación a vivir con Él en una existencia animada por la justicia, la rectitud y el bien, entonces estaremos solos en este mundo y Dios, que respeta profundamente nuestra libertad, no podrá salvarnos y liberarnos del mal que terminará por destruirnos para esta vida y para toda la eternidad.2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y qué me sugiere para decirle a la comunidad?Cada día que nos levantamos constatamos la misma situación: un mundo con muchas expresiones de mentira, odio y muerte. El desánimo nos podría invadir, pero al escuchar la Palabra de Dios, nace y renace la esperanza: hay un Dios, el único Dios, Todopoderoso, que por nosotros quiso venirse a este mundo, para compartir, para hacerse partícipe de todas nuestras situaciones y vencer, por medio de su humildad y pobreza, por medio de su sufrimiento y muerte, el pecado, causa de todos estos males y, de este modo, mediante su resurrección, inaugurar un mundo nuevo, transfigurado. Hay esperanza y una esperanza que no defrauda.Luchemos contra el pecado, causa de todo mal; así podremos prepararnos con un corazón limpio para las próximas fiestas de la natividad y, de esta manera, el Niño de Belén nacerá en nuestro corazón y nos traerá paz e inmenso gozo. Pero esta lucha contra el mal radical, contra el pecado, debe concretizarse; cada uno debe examinar su corazón, ponerlo frente a Dios, la Verdad en persona, y descubrir o dejar que Dios le descubra aquellas realidades de mentira y de falsedad que hay en su vida. Si nos hacemos propósitos muy concretos de cambio y conversión, entonces sí que el Niño de Belén nos llenará de su gracia y bondad.El mundo necesita del Niño de Belén; sin el oxígeno de su humildad, ternura y sonrisa, la tierra se asfixia por la soberbia y la prepotencia que sin compasión explota a los más débiles, se asfixia por la dureza de los corazones que solamente buscan su bien personal de manera egoísta y avara, se asfixia por la frialdad de quienes son insensibles a toda miseria del prójimo. Nosotros podemos ser la expresión visible de la bondad y el amor de quien nace en un establo cada vez que somos sensibles a las necesidades de los más vulnerables y, sobre todo, cada vez que vivimos la caridad manifestada en expresiones de comprensión, servicialidad y mansedumbre con quienes vivimos a diario.3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo?Señor, concédenos un corazón lleno de esperanza frente a tanto mal que vemos a nuestro alrededor y, también, en nosotros mismos. Que nuestros ojos nunca dejen de contemplarte a Ti, nuestro único Salvador, y con tu ayuda contribuyamos a la creación de un mundo nuevo, donde reine el amor, la justicia y la paz y, de esta manera, poco a poco sea posible la construcción de la civilización del amor que tanto predicó y anhelo el Papa san Pablo VI.Oh Niño de Belén, llénanos de tu ternura y humidad; te hiciste pequeño por nosotros. Que luchemos por seguir sus huellas para que, vaciados de toda soberbia, prepotencia, orgullo y vanidad, podamos abrirnos a tu inmenso amor y, de este modo, lleguemos a ser un reflejo vivo de tu misericordia y compasión que fue capaz de llegar al despojo supremo de la cruz por el bien de la humanidad entera.Buen Dios, concédenos la gracia de una conversión concreta, pues solamente así podremos hacerte espacio en nuestro corazón, experimentar tu amor misericordioso y trabajar en la construcción de un mundo nuevo, particularmente en nuestra familia, donde de manera muy especial se aprenden los valores de un amor gratuito e incondicional. Entonces así habrá navidad en nuestro corazón, en nuestra familia y en otros que se dejen impregnar de nuestro testimonio.Recomendaciones prácticas y litúrgicas a tener presente en el respectivo domingo•Explicar el significado del III domingo de adviento Gaudete: esta palabra latina traduce textualmente gózate, alégrate; también, regocíjate, y se inspira en la antífona de entrada, tomada de la carta del Apóstol san Pablo a los Filipenses, que a su vez se lee como texto de la segunda lectura de la Misa en este ciclo C. Es que ya llevamos dos semanas de preparación a las fiestas de navidad y con este domingo iniciamos la tercera: el Dios hecho hombre se acerca para salvarnos del mal y concedernos su amor humilde y sencillo, único capaz de transformar este mundo semidestruido por el mal.II.Moniciones y Oración Universal o de los FielesMonición introductoria de la Misa Iniciemos esta santa Misa con un corazón dispuesto a la conversión para hacer espacio a quien se acerca y está próximo a llegar, para que bien dispuestos podamos recibirlo con ánimo alegre y confiado. Celebremos con fe y llenos de esperanza.Monición a la Liturgia de la PalabraDios en persona se acerca y está próximo a poner su morada entre nosotros; Él nos habló por medio de los profetas y, también, a través de su Precursor, Juan el Bautista. Dejémonos interpelar y cuestionar por su Palabra, pues solamente así podremos dar frutos de conversión que nos prepare convenientemente a las fiestas ya cercanas de su nacimiento.Oración Universal o de los Fieles Presidente: Buen Dios, te presentamos todas nuestras súplicas y necesidades, confiados en tu amor misericordioso que no perdonó ni a su propio Hijo, enviado al mundo para nuestra redención.R/ Te rogamos, escúchanos.1.Te pedimos por tu Santa Iglesia: asístela en todas sus dificultades y concédele la gracia de reflejar cada día más, en sus miembros, el amor entrañable de tu Hijo por la humanidad. Oremos.2.Te pedimos por todos los gobernantes: para que su corazón se haga sensible a las necesidades del bien común y trabajen por un mundo justo y en paz. Oremos.3.Por quienes sufren: para que encuentren en el Dios hecho hombre la fuerza necesaria para asumir su enfermedad como medio de purificación y santificación. Oremos.4.Por todos nosotros y por nuestras familias: para que la celebración próxima del nacimiento del Salvador nos traiga gracias abundantes de conversión hacia una vida justa y caritativa. Oremos.Oración conclusivaEscucha, Padre, estas súplicas que te hemos dirigido con confianza filial, apoyados en la mediación eterna de tu Hijo que se encarnó por nuestra salvación, Jesucristo, que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.R. Amén.

Vie 6 Dic 2024

Hágase en mí según tu palabra

LA INMACULADA CONCEPCIÓNDE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍADiciembre 08 de 2024Primera lectura: Génesis 3,9-15.20Salmo: 98(97),1.2-3ab.3cd-4 (R. Lc 1,49)Segunda lectura: Efesios 1,3-6.11-12Evangelio: Lucas 1,26-38I.Orientaciones para la PredicaciónIntroducción•Dios le pregunta a Adán: ¿Dónde estás? También nos la dirige hoy a cada uno de nosotros: ¿estamos, como María, junto a su Hijo, incluso en el momento supremo de la cruz, o estamos escondidos en los temores y remordimientos, fruto de nuestros pecados?•Frente a la pregunta de Dios a Adán: ¿Es que has comido del árbol del que te prohibí comer? Y a Eva: ¿Qué es lo que has hecho?, ambos responden de manera evasiva, sin reconocer el propio pecado, justificándose: La mujer que me diste como compañera me ofreció del fruto y comí”, “la serpiente me engañó y comí.•En el Salmo respondemos: Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas. El cántico nuevo por excelencia lo recita la Virgen María en su encuentro con santa Isabel y lo puede cantar cada persona que como la Madre del Señor está pronta en todo momento a seguir de manera humilde y amorosa el designio sapientísimo y bondadosísimo del buen Dos que solamente quiere lo mejor para nosotros.•Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo […] Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo… Y ante la respuesta del ángel a la objeción de María, ella responde: Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra: es la respuesta de la Virgen María al anuncio del Ángel y el resumen de toda su vida; es la respuesta a los designios inefables del Creador, que viene en auxilio de su criatura extraviada, pidiendo la colaboración de una mujer virgen y llena de gracia.1.Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura?A través de los textos bíblicos que se nos presentan para esta solemnidad, la Iglesia quiere centrar nuestra atención en el Hijo de Dios, por quien fuimos creados y destinados a ser santos e irreprochables ante su presencia (segunda lectura de la Carta de San Pablo a los Efesios) y que por nuestra salvación bajó del cielo. Ahora bien, este plan de redención contó con la cooperación principalísima de la Madre del Verbo encarnado, preparada por el Creador desde toda la eternidad para que no fuera tocada por el pecado o sus consecuencias; cooperación llena de humildad obediente y amorosa.Dios nos creó para la felicidad; este es el mensaje que se nos transmite en el libro del Génesis, cuando se nos narra que la primera pareja fue puesta en el Paraíso; Dios soñó con una vida hermosa y bella para todos nosotros; pero por instigación del Maligno, todo este plan quedó truncado, entró el pecado y la muerte, el sufrimiento y la enfermedad; este paraíso se convirtió en un lugar de espinas y abrojos. Esto es lo que se nos narra en la primera lectura del libro del Génesis que hemos escuchado.El Hijo de Dios no soportó la gloria junto a su Padre y vino a compartir nuestra historia difícil y fatigosa, para levantarnos y llevarnos nuevamente a su Padre, para gozar con Él de su bienaventuranza. La Virgen María es la primera salvada, pues en previsión de los méritos de la pasión y muerte de su Hijo, fue preservada del pecado original y se mantuvo siempre fiel a esta gracia, de manera que nunca la tocó el mal; de esta manera, fue la única criatura siempre pura y nunca mancillada. Esta verdad está expresada en las palabras del Ángel: llena de gracia. El pueblo de Dios, con su instinto de fe sobrenatural siempre ha confesado esta verdad, que fue definida como dogma de fe, es decir, como verdad divinamente revelada, por el papa Pío IX, ya canonizada, el 8 de diciembre de 1854.2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y qué me sugiere para decirle a la comunidad?El centro de esta solemnidad, como de toda la liturgia, es Cristo, Aquél que por nuestra salvación bajó del cielo, Aquél por quien hemos sido enriquecidos con toda clase de bendiciones espirituales, Aquel en quien están escondidos todos los tesoros, Aquel por quien tenemos libre acceso al Padre y se nos comunica todo el amor de su Padre, que en su misericordia entrañable nos busca afanosamente y solamente desea el mayor bien y felicidad para toda la humanidad y para cada uno de nosotros. María santísima es el modelo de respuesta pronta y plena, humilde y obediente, confiada y libre a tan excelso amor. Y por esta respuesta Dios pudo hacer grandes maravillas en ella, comenzado por su inmaculada concepción, solemnidad que hoy celebramos.Inmaculada concepción significa que ha sido librada del pecado original, es decir, de la privación de gracia con la que todo ser humano, descendiente de Adán, viene a este mundo y que por el bautismo es liberado, pues en este sacramento se recibe la gracia que es el inicio de la presencia de Jesús, Hijo del Padre y lleno de su Espíritu en el corazón del bautizado. María siempre fue llena de gracia, desde su misma concepción, es decir, siempre estuvo habitada plenamente por Dios uno y trino en su alma.María nos enseña con su misma vida y su Magnificat a confiar plenamente en Dios y a no prestarle atención al Enemigo que, como a nuestros primeros padres, también a nosotros nos quiere sembrar la sospecha, insinuándonos que los mandamientos divinos son pesados y que la vida sería hermosa y bella si nos dejamos llevar por nuestros instintos y pasiones de manera egoísta y desenfrenada. Cada vez que hallamos cedido a los halagos del Tentador astuto y mentiroso, habremos experimentado la misma desilusión de Adán y Eva: estaban desnudos, es decir, despojados de toda la gracia y de la bondad que Dios les había regalado. Así es el Enemigo: quiere robarnos lo más bello y grande: la amistad y los bienes que el buen Dios nos regala; más aún: no descansa hasta no vernos destruidos y arruinados por completo.3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo?Señor, concédenos una viva conciencia del misterio de Cristo, una inteligencia profunda que nos permita comprender cada vez más sus tesoros extraordinarios y que nos arraigue en la convicción del mal que siempre trae consigo el pecado; de esta manera, cuando el Tentador se insinúe, teniendo esta viva conciencia, esta inteligencia profunda y esta convicción bien arraigada, entonces comprenderemos inmediatamente que el pecado siempre destruye y mata, siempre nos hace mal y nos desfigura, siempre nos arruina y vacía de los dones de Dios y, como consecuencia, lo rechazaremos con valentía y determinación como Jesús, según se nos presenta frente al Tentador astuto en el desierto.Señor, concédenos un amor encendido hacia Ti, que se manifieste en una fuerza impetuosa para rechazar todo lo malo y en una constante elección valiente y decidida de todo lo que esté conforme a tu plan salvífico y amoroso; de esta manera, el buen Dios nos podrá transformar de manera progresiva para que en nuestro rostro y en nuestras obras resplandezcan los signos de esa humanidad nueva, que llegará a su plenitud en la Jerusalén celeste, una vez resucitados y renovados totalmente, para siempre vivir en alabanza de Aquel que tiene el poder de restaurar este mundo semidestruida por el pecado. Entonces, con María y todos los santos podremos cantar el Magnificat perenne.Señor, concédenos la gracia de ser fieles a la misión que nos has encomendado, como María, quien nunca desfalleció en su total apertura y en su obediencia humilde y amorosa a tus designios. Todos hemos sido creados, hemos recibido la existencia como un don y, a su vez, para convertirla en don para los demás: como niños siendo obedientes, pacientes, estudiosos; como adolescentes y jóvenes, asumiendo esta etapa decisiva de la vida para prepararse muy bien en conocimiento y en virtud para la misión que Dios le encomiende; como Padre o Madre de familia, para que pueda ser un reflejo del amor misericordioso de Dios que va hasta el extremo de darnos a su Hijo para nuestra salvación.Recomendaciones prácticas•El Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, derogando el n. 5 de las Normas Universales sobre el Año Litúrgico y sobre el Calendario, concede pro hoc vice que el 8 de diciembre de 2024, en todas las diócesis de Colombia, se adopten los textos litúrgicos de la Solemnidad de la Inmaculada Concepción, aun coincidiendo con el II Domingo de Adviento (Prot. N. 66/24, 15 de febrero de 2024).•Después del saludo, podría encenderse la segunda luz de la corona de Adviento, recitando la respectiva oración.II.Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa La Eucaristía es el encuentro con Jesús, Hijo del Padre y lleno del Espíritu Santo, quien por nosotros se encarnó en el seno de la siempre pura e inmaculada Virgen María; celebremos con fe, conscientes del gran Misterio que se ofrece a nuestra mente y corazón.Monición a la Liturgia de la PalabraCon toda seguridad, como hija del pueblo de la Alianza, María escuchaba con un corazón atento la Palabra que se leía y explicaba todos los sábados en la sinagoga de su pueblo y con ánimo bien dispuesto ponía en práctica cuanto había llegado a sus oídos y había reflexionado en su interior. Con estos mismos sentimientos escuchemos a su Hijo que nos habla en las lecturas que van a ser proclamadas.Oración Universal o de los Fieles Presidente: En este día tan especial, con María y como María, reconocemos tus obras admirables y confiados en tu corazón siempre bueno y bondadoso te encomendamos nuestras súplicas por mediación de Aquella que te agradó tanto por su obediencia humilde y amorosa.R. R/ Por intercesión de la Inmaculada Virgen María, escúchanos Señor1.Por la santa Iglesia, para que en sus miembros resplandezca cada vez más la santidad que brilló en su Madre y modelo, la Santísima Virgen María, y así pueda ser luz para todos los pueblos. Oremos.2.Por la paz del mundo, especialmente en aquellos lugares en donde se vive el conflicto armado, para que cesen los enfrentamientos y se comprenda que solamente el camino del diálogo y del entendimiento puede conducir a una vida hermosa y bella, de la que Nazaret es el ejemplo más luminoso y esplendente. Oremos.3.Por las familias, para que cada uno de sus miembros comprenda que, solamente siendo obedientes a los designios de Dios como María, podrá lograrse esa unidad y esa atmósfera de paz y amor que anhela todo corazón humano. Oremos.4.Por nosotros, para que, fortalecidos con tu gracia, luchemos por resistir a toda tentación y como María nos mantengamos siempre unidos a Ti, buen Dios, siguiendo humildemente tu Palabra. Oremos.Oración conclusivaRecibe, Padre santo, estas súplicas que te hemos dirigido con fe y confianza, sabiendo que nunca defraudas a quien recurre a ti con espíritu filial. Todo esto te lo pedimos por mediación de tu Hijo, Jesucristo nuestro Señor.R. Amén.

Vie 29 Nov 2024

Estad despiertos en todo tiempo

PRIMER DOMINGO DE ADVIENTODiciembre 01 de 2024Primera lectura: Jeremías 33,14-16Salmo: 25(24),4-5ab.8-9.10y14 (R. cf. 130[129],5)Segunda lectura: 1Tesalonicenses 3,12 - 4,2Evangelio: Lucas 21,25-28.34-36I.Orientaciones para la PredicaciónIntroducciónLa Palabra de Dios de este domingo nos presenta:En medio de tantas incertidumbres que nos presenta nuestra época, se levanta la voz de Dios que anuncia el cumplimiento de todas sus promesas, especialmente, de estar siempre con nosotros.La virtud de la esperanza debe ser siempre una bandera de vida en nuestro camino de fe, pues el Señor siempre nos levanta para seguir amando y sirviendo.La presencia de Dios en cada persona, en la Palabra, en la Liturgia y en la caridad, son los espacios donde hoy el Señor regresa a nuestras vidas para darnos la liberación integral del poder de pecado y darnos la fuerza en la santificación.1.Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura?La Palabra de Dios, en el profeta Jeremías, proclama la fuerza vital de la esperanza para el pueblo; es una determinación clara para aprender a vivir siempre en y de la confianza ilimitada en el poder de Dios, presente en todos los acontecimientos de la vida. Cuánto bien nos hace proclamar desde esta Palabra la esperanza como estilo de vida en medio de tantos y crueles anuncios proféticos de desventura.También, en el trasfondo de la Palabra aparece la confianza (salmo responsorial), como expresión que define nuestra relación don Dios mismo. La confianza es el comportamiento propio de quien se siente hijo del Padre Celestial y experimenta que en Él está todo, en Él se cumple siempre su promesa; que Él provee infaliblemente.De otro lado, cuando la segunda lectura anuncia que el amor debe ser como la medida propia de quien espera en el Señor, viviendo la comunión con los hermanos. No es posible vivir la relación plena con el Señor, aun proyectándonos hacia la eternidad, si no somos conscientes de nuestro deber de ser excelentes prójimos con nuestros hermanos.En el Evangelio, se percibe una clave de vida: vigilancia sin tregua. Cuando nos tomamos en serio la vida, ésta empieza a dar frutos y éstos son para el crecimiento integral de la comunidad, para el bien de la Iglesia del Señor. La vigilancia de la cual habla el Evangelio indica el permanente cuidado que hemos de tener en nuestro modo de vida; un descuido puede ser fatal, pues son muchos los distractores del mundo que aparecen para desviarnos del camino y robarse la semilla de la Palabra sembrada en nosotros gracias a la predicación del Evangelio del Señor. Jesús es claro para darnos a conocer lo peligroso que es estar dormidos sobre los laureles; esa distracción nos puede costar la integridad de la vida interior, nos puede llevar a renunciar a lo esencial de la vida de fe que es la santidad, nos puede ocultar el bien y deslumbrarnos con la falsedad de las “mieles del pecado”. No podemos distraernos en trivialidades que sólo causan profunda tristeza al alma… esto es el engaño terrible del pecado que se nos ofrece como una “sabrosa posibilidad”, pero que se vuelve amargo sabor en lo profundo del corazón. Dios nos libre de descuidarnos en el camino de la fe y de la búsqueda sincera de la alta meta de la vida bautismal: la santidad cristiana.2.Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad?Empezamos el tiempo santo del Adviento y con éste nos adentramos a pensar muy seriamente en nuestra vida y en lo que en ella debemos hacer.Jesús nos indica claramente que, si nos descuidamos, podemos pasarnos el tiempo haciendo muchas cosas y distraídos en lo que no es fundamental y, nos puede llegar el momento de la muerte y encontrarnos con las manos vacías de las obras que se esperan de un cristiano.El Evangelio es muy claro al decirnos que es urgente estar vigilantes y despiertos, sabiendo que es preciso que todos orientemos nuestra vida hacia Aquél que es la meta última de nuestro camino: Dios mismo.El tiempo de Adviento ha de ser una oportunidad para preguntarnos por la manera cómo hemos vivido la vida y cómo ha sido nuestra respuesta, desde la fe, a esta época compleja que nos ofrece nuevas posibilidades para evangelizar y anunciar la salvación del Señor a muchos que han perdido la ilusión de vivir.Desde ya debemos presentarnos al Señor, suplicándole con ferviente oración que Adviento y Navidad sean tiempos propicios para renovar nuestro amor al Él a la Iglesia. 3.Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo?La fuerza de la Palabra de Dios hecha oración nos pone en vigilancia para pensar en nuestra misión de fe, de ser signos de esperanza, especialmente de están más cerca de nosotros y sufren; que la fuerza de la oración nos mantenga a todos unidos en la confianza total en el poder infinito de Dios, proclamando con alegría que confiar en Él nunca nos defraudará. Es un momento privilegiado para descubrir cuán profunda es nuestra fe, cuán grande nuestra solidaridad y cuán seria nuestra responsabilidad. No es tiempo para descalificar, criticar, lanzar insultos o improperios… es tiempo de madurar.El Adviento es tiempo para estar más con el Señor y comprender que el camino de la iglesia en estas nuevas épocas, es un tiempo de testimonio cierto y creíble de la fe que anunciamos.Es tiempo para darnos cuenta que debemos tomarnos en serio la responsabilidad de ser los protagonistas de una vida que profundiza raíces en lo fundamental y comprender que, seguramente, muchas veces nos hemos olvidado de Dios o, sencillamente, le hemos dicho que “se quede allí afuera donde no nos incomode”, pues “queremos hacer vida sin Él”. No olvidemos que lo fundamental es invisible… lo demás… pasa. De allí, que nos recuerde la Escritura: “mantente en pie delante del Invisible como si lo vieras” (Cf. Hb 11,27)._______________________Recomendaciones prácticas:•Para preparar una buena homilía, los sacerdotes, además de la Lectio Divina en un contexto de oración, pueden leer los numerales 93-96 de la Introducción del Leccionario de la Misa.•Bendecir la Corona de Adviento antecedida de una catequesis sobre su sentido litúrgico. Para esto, recurra al Bendicional, nn, 1235-1242.•3 de diciembre. Jornada de la Pontificia Unión Misional.II. Moniciones y Oración Universal o de los FielesMonición introductoria de la MisaA tí, Señor levanto mi alma (Sal. 24, 1). Con esta aclamación introduce la Iglesia un nuevo ciclo litúrgico del misterio de Cristo, un tiempo que celebra su espera y manifestación, recordando su venida en medio de nosotros. El tiempo de adviento posee dos características: es el tiempo de preparación para la Navidad, solemnidad que conmemora la primera venida de Dios entre los hombres, y, a su vez, nos lleva a reflexionar sobre la segunda venida de Cristo, como juez y Señor de la Historia.Preparemos nuestros corazones y pongámonos en camino hacia Cristo que viene para liberarnos del pecado y de la muerte. Con gozo celebremos esta Eucaristía.Monición a la Liturgia de la PalabraLa Palabra de Dios siempre es viva y eficaz; la escuchamos en actitud discipular, dejándonos tocar por su fuerza que transforma y nos renueva. Participemos en su proclamación y meditemos en el mensaje que el Señor nos anuncia hoy.Oración Universal o de los FielesPresidente: Hermanos, dirijamos con confianza al Padre de Nuestro Señor Jesucristo, Sumo Pastor de la Iglesia, nuestra oración y súplica, diciendo:R. Señor, escúchanos1.Por una Iglesia que celebra, para que nuestro camino juntos en los próximos meses se base en la escucha conjunta de la Palabra de Dios y en la celebración de la Eucaristía en la comunión del Pueblo de Dios. Oremos.2.Por el Santo Padre Francisco, los obispos, los Sacerdotes y ministros de la Iglesia, para que la presencia del Espíritu Santo los renueve constantemente para ser signo de Jesucristo Salvador en las comunidades a ellos encomendadas. Oremos.3.Por todos los cristianos, para que, convencidos del triunfo de Cristo, puedan ser portadores del Evangelio de la vida a todos los hombres. Oremos.4.Por todos los que empezamos vivir esta experiencia de fe en el tiempo santo del Adviento, para que, vayamos adquiriendo la mente de Cristo y seamos dignos discípulos de Jesucristo. Oremos.5.Por la Pontificia Unión Misional, para que cada día sea más grande la eficacia misionera de la Iglesia y logre superar las dificultades que se presentan en la predicación del Mensaje de Salvación. Oremos.Oración conclusivaPadre de eterna misericordia,comparecemos ante tu trono de bondad,para presentarte nuestras necesidades.Danos las gracias que necesitamos para cumplir con nuestro deber.Por Jesucristo, nuestro Señor.R. Amén. 

Vie 22 Nov 2024

Todo el que es de la verdad, escucha mi voz

NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO,REY DEL UNIVERSONoviembre 24 de 2024Primera lectura: Dn 7,13-14Salmo: 93(92),1ab.1c-2.5 (R. cf. Dn 7,14)Segunda lectura: Ap 1, 5-8Evangelio: Jn 18, 33b-37I.Orientaciones para la PredicaciónIntroducción●Jesucristo es Rey del universo, Rey de reyes y Señor de señores; por Él fueron creadas todas las cosas, Él es el principio y fin de todo lo que existe; por Él subsiste todo (cf. Col 1, 17). Un Rey que lo sustenta todo con su sabiduría y amor, que se pone al servicio de la humanidad y mediante su sacrificio la redime del pecado y la sustenta con su misma vida.●En Jesús el Reino de Dios ha entrado en este mundo. La Iglesia, como dice la Lumen Gentium del concilio Vaticano II, es el inicio y el germen del Reino en este mundo (n. 5), que hace a todos sus discípulos reyes y sacerdotes.●Su Reino se hace presente en este mundo cada vez que alguien le permite entrar y guiar su vida y cada vez que un grupo de creyentes vive en la fe y la caridad que nacen de Aquel que murió en la cruz.1.Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura?Jesucristo, Rey del universo, que inaugura un Reino nuevo y eterno, fue profetizado en la visión del Hijo de hombre que venía en las nubes del cielo y a quien se le dio poder real y dominio y a quien todos los pueblos, naciones y lenguas lo respetarán, según nos dice el libro de Daniel. Su Reinado encarna el reinado de Dios en esta tierra, tal como hace eco el salmo a la profecía antes referida: “El Señor reina, vestido de majestad”.En la segunda lectura del libro del Apocalipsis se nos invita a rendir gloria y honor a Aquel que es el Príncipe de los reyes de la tierra, el Rey de reyes, quien por su sangre derramada nos ha convertido en reyes y sacerdotes. Además, se nos dan unas características muy concretas de nuestro Señor, soberano del mundo: es el testigo fiel, el primogénito de entre los muertos, el Príncipe de los reyes de la tierra, quien nos ama y nos ha liberado de nuestros pecados por su sangre, nos ha hecho reyes y sacerdotes de Dios, su Padre; es el Alfa y la Omega, el que es, el que era y el que viene, el Todopoderoso. Podríamos sintetizar todas estas caracterizaciones diciendo que Él lo es todo: Verdad, Amor y Vida que apunta hacia una plenitud absoluta y total, en una relación que responderá a los anhelos más profundos del corazón humano.En el evangelio se nos especifica la naturaleza del Reino de Jesucristo: no es de este mundo, es decir, no es caduco y no mira a la sola transformación terrenal; es una realidad mucho más honda y profunda: es un Rey que da vida y vida en abundancia, que reconstruye el corazón desde dentro y en profundidad, para que de este modo toda persona pueda obrar el bien también en el ámbito temporal y terreno y, de este modo, contribuya al establecimiento del Reino futuro, que no tendrá fin.2.Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y qué me sugiere para decirle a la comunidad?Jesucristo es Rey, Creador junto con el Padre y el Espíritu Santo de todo cuanto existe, que con su sabiduría y amor lo sostiene todo. Sin Él nada existe, pues en el principio Dios lo creó todo por su Palabra. Hemos sido hechos a su imagen y semejanza. Sin Él no podríamos existir un momento. Por Él existimos y subsistimos. Más aún, Él nos ha traído vida y vida en abundancia mediante su sacrificio en la cruz. De su costado abierto hemos recibido la sangre que borra nuestros pecados y nos comunica luz y fuerza diariamente.Jesucristo es Rey y ejerce su reinado por medio del servicio hasta la muerte y muerte de cruz por nosotros y por nuestra salvación. Su Reino es muy distinto al modo como los poderosos de este mundo ejercen su autoridad. Como discípulos suyos estamos llamados a convertirnos para dejar la lógica terrenal y asimilar el nuevo estilo que Jesús nos ha dejado con su vida y su muerte; Él, como Rey de reyes, ocupó el último lugar, tanto en su nacimiento como en su muerte. No se arrogó ningún privilegio; más aún, toda su vida fue un vivir para la gloria de su Padre y para la salvación del género humano.Hemos sido salvados en comunidad. El concepto Reino siempre hace referencia a un conjunto de personas, a un espacio con cierta amplitud sobre el que se ejerce el reinado. Así mismo, el Reino de Jesucristo busca llegar a toda la humanidad, acoger a cada persona que viene a este mundo, derramar sobre todo viviente el bálsamo de su amor que ilumina y comunica vida. La Iglesia es la comunión de todos aquellos que se han adherido a su Reino, es la comunión de todos ellos entre sí y con el mismo Jesús, su Rey. En la medida en que vivamos la comunión real y existencial entre nosotros, entonces daremos testimonio de que Él es el verdadero Rey que debía venir; como dice nuestro Señor en el Evangelio de san Juan: “Que todos sean uno, como tú, Padre, estás en mí y yo en ti; que también ellos sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste” (17, 21).3.Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo?Jesucristo, Rey del universo, ayúdanos a comprender que sin ti nuestra vida no puede existir, pues eres el fundamento por quien subsiste todo. Sin tu Sabiduría y amor que nos regalas en la vida de cada día a través de muchas mediaciones y muy particularmente mediante la vida sacramental, nuestra existencia caminaría en la oscuridad y el sinsentido, en la vaciedad y la soledad más absoluta.Jesucristo, Rey del universo, concédenos la gracia de convertirnos al nuevo espíritu de tu reinado: el servicio y la entrega hasta el olvido de nosotros mismos, solamente buscando la gloria del Padre y la salvación del mundo. Ayúdanos a comprometernos en una vida de servicio abnegado y desinteresado, de manera que podamos ser un reflejo vivo del amor del Rey pobre y humilde, que nunca buscó su gloria ni quiso aparentar grandeza humana alguna.Jesucristo, Rey del universo, haz que tu Iglesia camine hacia la unidad como tú mismo lo pediste antes de tu pasión; solamente así podremos ser evangelizadores audaces e intrépidos en el hoy de nuestra historia, pues reflejaremos esa comunión de vida y de amor que tú vives con el Padre y el Espíritu; y solamente así podremos ser un signo creíble en medio de un mundo dividido por las discordias y enemistades, pero que en su corazón siempre anhela una existencia plena en el amor y la comunión._______________________Recomendaciones prácticas:●1º de diciembre. Inicia el tiempo de Adviento, ciclo C.II.Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Jesucristo, a quien hoy celebramos como Rey del universo, es el principio y el fin de la historia, es el centro del mundo, por Él hemos sido creados y redimidos; solamente en Él tenemos vida y vida en abundancia; Él se hace presente en la Eucaristía; que esta celebración sea un encuentro vivo con el único que nos pueda comunicar plenitud de vida y felicidad.Monición a la liturgia de la Palabra Jesucristo, Rey del universo, mediante su palabra nos guía y orienta en medio de las vicisitudes de este mundo; acojamos su luz para que podamos caminar por sendas de justicia y verdad.Oración Universal o de los Fieles Presidente: Presentemos a Dios Padre, por mediación de su Hijo, Rey del universo, todas nuestras súplicas y necesidades.R/. Por mediación de tu Hijo, Rey del universo, atiende nuestra súplica.1.Te pedimos por tu santa Iglesia extendida por todo el universo, inicio y germen de tu Reino en esta tierra: que viva en la unidad, a imagen de la Trinidad. Oremos.2.Por quienes gobiernan las naciones, para que en su tarea imiten a Jesucristo que vino no a ser servido sino a servir y a dar su vida en rescate por muchos. Oremos.3.Por quienes no tienen techo donde vivir ni alimento para sus cuerpos, para que encuentren personas con buen corazón, que sean un vivo reflejo de Cristo que ejerció su autoridad en la entrega hasta la muerte y muerte de cruz. Oremos.4.Por todas las familias cristianas, para que en ellas reine la unidad y la paz y se conviertan en un estímulo para acoger a Cristo, nuestro Dios y Señor. Oremos.5.Por todos nosotros que participamos en esta celebración eucarística para que asimilemos el espíritu de tu Hijo que ocupó el último lugar en su nacimiento y en su muerte en cruz por amor y para nuestro bien. Oremos.Oración conclusivaDueño y Señor del universo,que has querido que nosotrostus hijos llegáramos al finalde este año litúrgico;al celebrar hoy a tu Hijo,Rey de todo lo creado,te pedimos que aceptesnuestra oración y sintamosel efecto de tu poderentre nosotros.Por Cristo nuestro Señor.R/. Amén.

Vie 15 Nov 2024

El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán

TRIGÉSIMO TERCER DOMINGODEL TIEMPO ORDINARIONoviembre 17 de 2024Primera lectura: Dn 12,1-3Salmo: 16(15),5 y 8.9-10.11 (R.1)Segunda lectura: Hb 10,11-14.18Evangelio: Mc 13, 24-32I.Orientaciones para la PredicaciónIntroducción●Todo pasa, solamente Dios permanece.●La historia camina hacia su consumación final en la Jerusalén celestial. Nuestro destino final será un mundo nuevo y una humanidad nueva.●Este mundo semidestruido es renovado continuamente por el Misterio Pascual de Cristo.1.Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura?Dios soñó con una humanidad llena de felicidad en la comunión con Él y con los demás. El pecado cambió el mundo como paraíso y lo convirtió en un lugar de sufrimiento y muerte, pero Dios no nos abandonó, salió a nuestro encuentro y en Jesús la humanidad y la divinidad quedaron unidas para siempre. Desde la resurrección del Señor ha iniciado una nueva creación que se va renovando por el amor misericordioso de Dios, comunicado continuamente mediante la predicación de la Palabra y los sacramentos y que se proyecta hacia su consumación final en la resurrección del último día, cuando surja un mundo nuevo.Esta plenitud de los tiempos fue anunciada en la lectura de la profecía de Daniel que hoy escuchamos con la figura del Hijo de hombre que viene sobre las nubes, de lo alto, y en el Evangelio de Marcos, en donde, a su vez, se nos proyecta la mirada hacia la consumación con la resurrección de los muertos y el mundo nuevo y transfigurado que surgirá al final de los tiempos.Mediante su Misterio Pascual, nuestro Señor ha renovado la creación y lo continúa haciendo a través de su permanente presencia y acción en los corazones de todos los hombres y, particularmente, de los creyentes. Así, la creación se va renovando de día en día, hasta que pueda ser presentada como una novia toda ella resplandeciente ante su esposo, nuestro Señor Jesucristo (cf. Ap 21, 9-13).2.Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y qué me sugiere para decirle a la comunidad?Las lecturas del día de hoy nos transmiten un mensaje de esperanza, en medio de ideas e imágenes que pueden infundir temor y angustia. En la profecía de Daniel se nos habla de días difíciles, pero inmediatamente añade: “Entonces se salvará tu pueblo”, y en el evangelio se nos refieren fenómenos cósmicos terribles, pero a continuación anota: “Entonces verán venir al Hijo del Hombre sobre las nubes con gran poder y majestad; enviará a los ángeles para reunir a sus elegidos de los cuatro vientos del extremo de la tierra al extremo del cielo”. De esta manera, aunque son descripciones catastróficas y desconcertantes, esconden un mensaje lleno de profunda esperanza: habrá justicia y el bien triunfará, quienes hayan permanecido haciendo la voluntad de Dios, quienes hayan sido sabios, es decir, hayan vivido de cara a Dios y según su voluntad, entonces “brillarán como el fulgor del firmamento, y los que enseñaron a muchos la justicia, como las estrellas, por toda la eternidad”.No será igual el final de quienes hayan obrado el bien o el mal; los destinos de unos y otros serán muy distintos: de los primeros, la vida; de los segundos, la muerte eterna y la destrucción. Sin embargo, ya desde esta vida cosechamos lo que sembramos: quien se esfuerza por practicar el bien, vive en la paz de su conciencia que vale más que todas las diversiones y el bienestar de quien pueda tener muchas comodidades, pero en su corazón se encuentra lacerado por una conciencia que siempre le estará recordando el mal cometido y por las consecuencias que trae consigo el mismo mal obrado.Todo pasará, solamente Dios permanece. Como nos dice Jesús en el evangelio: “El cielo y la tierra pasarán, mis palabras no pasarán”. Y su palabra principal es el amor a Dios y al prójimo, siguiendo su ejemplo. Si todos los días nos empeñamos por elegir el bien y procuramos obrarlo con la mayor generosidad y por amor a Dios, entonces estaremos construyendo con Dios y en Dios; y todo lo así edificado permanecerá para siempre, nos introducirá cada vez más en el corazón de Dios y la muerte no será más que el momento en el cual quedaremos para siempre en el corazón de Dios, para disfrutar por siempre de su bondad y su amor tierno y misericordioso.3.Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo?Señor, ayúdanos a comprender que todo esfuerzo, inspirados por tu amor y el bien del prójimo, contribuye a la construcción de una existencia cada vez más plena, que nos conducirá a una vida gozosa, llena de esperanza y que llegará a su plenitud una vez partamos de este mundo.Señor, enséñanos a comprender que todo esfuerzo encaminado solamente a nuestro bienestar material y a una vida confortable sin tenerte en cuenta a ti, nos conducirá a una existencia fracasada y destruida ya desde este mundo. Que aprendamos a tener una mirada sabia, que en medio de todas las realidades pasajeras de este mundo sepamos buscar un fundamento firme en el único que lo puede ofrecer, tú, Señor y Dios, que es el mismo hoy, ayer y siempre.Señor, fortalécenos para comprometernos en la transformación de este mundo; infúndenos tu gracia poderosa a fin de empeñarnos decididamente en este camino, comenzando por nosotros mismos y por nuestro hogar, por aquellos con quienes convivimos a diario, teniendo para con ellos actitudes de humildad, comprensión, compasión, bondad y misericordia. Entonces, ese mundo nuevo prometido irá despuntando en nuestros hogares y comunidades._______________________Recomendaciones prácticas:●Jornada Mundial de los Pobres.●Explicar un poco el año litúrgico y su sentido; su inicio con Adviento y su finalización con la Solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo.●Exponer algunas líneas generales del género apocalíptico en la Biblia, lo cual podría ayudar a entender mejor la primera y la tercera lectura del día de hoy: propio de tiempos difíciles, se caracteriza por usar un lenguaje y unos símbolos misteriosos con el fin de transmitir un mensaje de esperanza.●Se sugiere al predicador la lectura del numeral 39, párrafo 2, de la Constitución pastoral Gaudium et spes del concilio Vaticano II, que podría dar luces para la predicación acerca de la importancia del compromiso temporal del creyente con miras a preparar el Reino futuro.II.Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la MisaEn la Eucaristía entra el mundo nuevo que es una persona, Jesucristo, nuestro Señor, a este mundo caduco y envejecido por el pecado y el mal; entra para renovarnos desde dentro y, de este modo, comenzar ese mundo nuevo que se consumará al final de los tiempos. Vivamos con fe y devoción este encuentro renovador y transformante con Aquel que es la resurrección y la vida.Monición a la liturgia de la PalabraNos encontramos próximos a terminar el año litúrgico y la liturgia de la Palabra nos invita a considerar la caducidad de todo lo terreno y a poner la mirada en lo que permanecerá eternamente. Escuchemos con atención.Oración Universal o de los Fieles Presidente: Elevemos nuestras súplicas a Dios nuestro Padre, por medio de su Hijo muy amado y con la fuerza del Espíritu Santo.R/. Padre de bondad, escucha nuestras súplicas.1.Por la Iglesia universal, para que la protejas y la asistas en medio de la inestabilidad de las cosas de este mundo. Oremos.2.Por quienes gobiernan las naciones, para que comprendan la importancia de trabajar por el bien común, pues así ofrecen una ayuda muy importante para la consecución de los bienes futuros. Oremos.3.Por quienes sufren, para que unan sus padecimientos a los de Cristo en la cruz y, de este modo, contribuyan a la instauración de tu Reino en este mundo. Oremos.4.Por quienes viven en la pobreza material para que el Señor suscite en los corazones de todos los hombres la generosidad y el deseo de compartir sus bienes con quienes más lo necesitan. Oremos.5.Por todos nosotros, que participamos en esta Eucaristía, para que comprendamos la necesidad de buscar, ante todo, tu Reino de justicia y de paz en medio de la caducidad de los bienes de este mundo. Oremos.Oración conclusivaRecibe, Padre Santo,estas súplicas que con fey confianza te hemos dirigidopor mediación de tu Hijo Jesucristo,nuestro Señor, a quien debemosbuscar en todo momento,pues es el único que vive yreina por los siglos de los siglos.R/. Amén.

Vie 8 Nov 2024

Ésta, en cambio, ha echado de lo que necesitaba todo cuanto poseía, todo lo que tenía para vivir.

TRIGÉSIMO SEGUNDO DOMINGODEL TIEMPO ORDINARIONoviembre 10 de 2024Primera lectura: 1R 17,10-16Salmo: 146(145),7.8-9a.9bc-10 (R. 1)Segunda lectura: Hb 9, 24-28Evangelio: Mc 12, 38-44 (forma larga) o Mc 12, 41-44 (forma breve)I.Orientaciones para la PredicaciónIntroducciónEl modelo de exclusión de las sociedades judías -del Antiguo Testamento- representadas en el ejemplo de personas como la viuda, visitada por el profeta Elías, es un ejemplo de la confianza en la providencia que viene de parte de Dios. De la misma forma como se ve, en el Primer libro de los Reyes, la providencia divina, en el evangelio se presenta el ejemplo de una viuda como la representación de la generosidad y confianza plena en Dios. Por esta razón la liturgia de la Palabra de Dios está cargada del ejemplo de dos mujeres que sembraran en la comunidad apostólica un ejemplo concreto de como Dios no desampara a ninguno de sus servidores ni menos la vida de aquellos que son generosos con sus bienes y dan, con su servicio, gestos de generosidad. 1.Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura?La visita inesperada de Elías a una viuda en Sarepta es una descripción de la pobreza en la que una mujer en condición de viudes vivía. La escasez de bienes, para alimentarse, por parte de la viuda, mostraba un panorama desolador, a punto de pensar en la perdida de la esperanza y desoladora muerte de ella y, su bien más preciado, su hijo. De modo que en la generosidad de la viuda y en obediencia al profeta queda reflejada la Providencia de parte de Dios.En la Carta a los Hebreos, el autor sagrado, resalta cómo Cristo se ha ofrecido una sola vez para quitar los pecados de todos. Cristo es la ofrenda más excelsa de Dios por la salvación de la humanidad, de modo que, en el plan de la redención por parte de Dios, se ve representado en una comunidad que acoge a Dios como su salvador. Pero, en esta perícopa queda de fondo el mensaje de la parusía como esa segunda venida de Cristo que llena de esperanza a los creyentes.El evangelio de este domingo presenta dos partes, en la primera Jesús reprocha la falta de coherencia de los letrados y maestros de la Ley, y en la segunda parte le Jesús quiere enseñar a los discípulos la generosidad de los pobres, en la persona de una viuda, quien en un acto de donación se pone por encima de la hipocresía y corrupción de los ricos y hacendados de la época. De manera que, en el texto del Evangelio de Marcos, y la primera lectura del Primer libro de los Reyes, la coincidencia de dos viudas, como ejemplo de confianza en Dios, es un reflejo de cómo Dios se manifiesta en los más frágiles, débiles, vulnerables y despreciados de la sociedad.2.Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y qué me sugiere para decirle a la comunidad?Las comunidades cercanas al Evangelio de Marcos tienen como característica la practicidad de la enseñanza evangélica, de modo que presentan a un Jesús enseñando con ejemplos prácticos y de autoridad. Por tal razón, tres enseñanzas para llevar a la práctica desde el evangelio de este domingo se pueden resumir en las siguientes. La primera está relacionada con la incoherencia de tener una vida religiosa desde las apariencias, la segunda está vinculada con la solidaridad desde los vulnerables, la tercera con ofrecer la vida sin condiciones.Jesús en un acto de docencia, es decir de conducir y orientar a sus discípulos, les hace una exhortación: “Guárdense de los escribas, que gustan pasear con amplio ropaje, ser saludados en las plazas, ocupar los primeros asientos en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes; y que devoran la hacienda de las viudas so capa de largas oraciones”; de allí que les indique que se deben cuidar de practicar su religión con apariencias en lugar de hacerlo con el corazón. En esto el texto sagrado nos ilustra sobre la manera en que Dios elige a sus servidores no por las apariencias sino por aquello que hay en sus corazones y que los llevaba a vivir con autenticidad y respeto su experiencia de Dios. Uno de los casos más emblemáticos está en la elección de David, quién no era el más aguerrido, de los hijos de Jesé, para la guerra sino el pastor que reflejaba con su mirada aquello que albergaba en su alma; o el mismo caso de Elías que está presente en la liturgia de hoy, un profeta que no es elegido por su apariencia sino, por su compromiso con los marginados de su entorno y, que tuvo que afrontar crisis personales por vivir de manera auténtica su relación con Dios de la forma más transparente.En la segunda enseñanza del evangelio de este domingo está la práctica de la solidaridad desde la perspectiva de los más vulnerables de la sociedad. Para nadie era ajeno saber, en el contexto del Nuevo Testamento, que la situación de discriminación de la viuda radicaba en una concepción patriarcal basada en la no dependencia de su marido que vivía una viuda. De allí que una viuda era juzgada como marginada de la sociedad al haber perdido la custodia de su marido, de modo que eran mujeres que se consideraban pobres y rechazadas; pero en la enseñanza de este domingo, la solidaridad de esta mujer es signo de admiración y respeto, pues, Jesús la pone como referente de solidaridad, en contra la falsa bondad de los ricos que dan desde lo que les sobra más no desde lo que hay en sus corazones. De nuevo la conexión, con la enseñanza anterior, entre la apariencia y lo interior de los corazones vuelve a formar parte de los aprendizajes dados por el maestro. En una tercera enseñanza aparece la ofrenda de la viuda sin condiciones. Casi en una prefiguración de lo que Jesús hará por la humanidad y que resalta de manera excepcional el texto de la Carta a los Hebreos, de la liturgia dominical, presentando la manera en que Cristo se entrega una vez para siempre en su sacrificio de la cruz. Jesús cierra la perícopa de hoy acotando que la viuda “en su pobreza, ha dado todo lo que tenía para vivir”. De modo que la garantía de lo material no supera a lo espiritual, pues la viuda tiene su confianza puesta en la Providencia divina, la misma que ha acompañado a la viuda de Sarepta en la primera lectura de este domingo.3.Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo?Dos mujeres, viudas, son las protagonistas de la enseñanza de la Palabra en este domingo. Sus actitudes nos remontan a la importancia que tiene aprender sobre los valores propios del Evangelio, en este caso: evitar las apariencias como una manera de vivir la experiencia religiosa, la solidaridad como un gesto de donación total y el dar lo mejor que tenemos para desde allí depositar la confianza más grande en la Providencia divina. De allí que, todos estamos llamados a vivir de manera solidaría y generosa nuestra experiencia de Dios por medio de actos de caridad que reflejen la entrega bondadosa al Señor en el servicio.Aquí se recogen las enseñanzas del papa Francisco en su exhortación apostólica Gaudete et exsultate: “Las riquezas no te aseguran nada. Es más: cuando el corazón se siente rico, está tan satisfecho de sí mismo que no tiene espacio para la Palabra de Dios, para amar a los hermanos ni para gozar de las cosas más grandes de la vida. Así se priva de los mayores bienes. Por eso Jesús llama felices a los pobres de espíritu, que tienen el corazón pobre, donde puede entrar el Señor con su constante novedad” (GE 68).Y continua Francisco en su enseñanza: “Esta pobreza de espíritu está muy relacionada con aquella ‘santa indiferencia’ que proponía san Ignacio de Loyola, en la cual alcanzamos una hermosa libertad interior: ‘Es menester hacernos indiferentes a todas las cosas criadas, en todo lo que es concedido a la libertad de nuestro libre albedrío, y no le está prohibido; en tal manera, que no queramos de nuestra parte más salud que enfermedad, riqueza que pobreza, honor que deshonor, vida larga que corta, y por consiguiente en todo lo demás’” (GE 69).Nuestro encuentro con Cristo pasa por la fascinación de su mirada atenta a los pequeños gestos que hacen grande la realización del reinado de Dios. Así como Jesús invita a mirar, en el evangelio, a sus discípulos a contemplar el gesto de la viuda en la urna de las ofrendas, así Él nos invita a descubrir su acción en los gestos de aquellos que nos presiden en la caridad, los más humildes y pobres de espíritu, porque en ellos se manifiesta la Providencia divina de manera excelsa. El papa Francisco nos exhorta, en su mensaje de la Jornada Mundial de los Pobres del 2023, “a compartir con las personas en situación de exclusión la mesa de nuestras casas, al tiempo que agradece la constante atención y dedicación que prestan diariamente muchos ‘vecinos de casa’ que no son ‘superhombres’, sino personas capaces de escuchar, dialogar y aconsejar”.II.Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa La celebración de la Eucaristía es un momento para poner la mirada en los pequeños detalles, tal y como Jesús lo hizo con sus discípulos, invitándolos a ver la viuda que llega hasta las alcancías del templo para entregar todo aquello que poseía. Participemos de esta Eucaristía dominical con un espíritu de recogimiento contemplando a Dios en su Palabra y Eucaristía. Abramos la mente y el corazón para que vivamos con amor esta celebración en comunidad. Monición a la liturgia de la PalabraEl profeta Elías emprende una misión de parte de Dios en la que la Providencia divina se va a manifestar en una casa en la que la esperanza se veía perdida por parte de una viuda. Mientras que en la Carta de los Hebreos contemplaremos la gran noticia de la redención de nuestras faltas por parte de la entrega de Cristo en la cruz por nuestros pecados. Dejemos que el Evangelio nos ayude a entender que seguir a Jesús implica llevar y vivir la fe con coherencia y en una actitud permanente de solidaridad; escuchemos el mensaje de la Palabra con el corazón dispuesto a llevarla a la vida. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Señor Jesucristo que te has quedado en la fracción del pan, siendo el alimento por excelencia, te alabamos, te bendecimos y te damos gracias y a una voz aclamamos diciendo. R/. Haznos coherentes con tu amor Señor.1.Por el Papa, para que su ejemplo y testimonio de amor, renueve en la Iglesia la vocación a la solidaridad y la entrega por los más necesitados. Oremos.2.Por los gobernantes del mundo para que no ahorren esfuerzos en trabajar por políticas que promuevan el cuidado de la casa común y la defensa de todas las formas de dialogo social que promueven la paz. Oremos. 3.Por las necesidades de las comunidades que no tienen la posibilidad de celebrar la Eucaristía para que el Señor siga promoviendo vocaciones al servicio de la Palabra y la Eucaristía en el mundo entero. Oremos. 4.Por todos aquellos que sufren las consecuencias de las inclemencias del clima, especialmente por los campesinos para que sigan trabajando la tierra como el don más preciado. Oremos.5.Por esta asamblea que participa en el banquete eucarístico, para que un día junto con los santos pueda contemplar el rostro del Señor en el Reino Celestial. Oremos.Oración conclusivaAcoge, Padre de bondad,las suplicas que te dirigimoscon fe y confianza en ti,por Jesucristo, nuestro Señor.R/. Amén.

Vie 1 Nov 2024

Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas.

TRIGÉSIMO PRIMER DOMINGODEL TIEMPO ORDINARIONoviembre 3 de 2024Primera lectura: Dt 6, 2-6Salmo: 18(17), 2-3a. 3bc-4. 47 y 51ab (R. Dt 6,4)Segunda lectura: Hb 7, 23-28Evangelio: Mc 12, 28b-34I.Orientaciones para la PredicaciónIntroducciónLa centralidad en el mandato del amor, para los cristianos, se convierte en una manera de ser y de relacionarse con Dios, con su prójimo y hoy en día con su entorno, como lo promueve la Laudato Si´. El mensaje de la Palabra de Dios en esta liturgia le recordará, a la comunidad, la importancia de afianzar el amor de Dios en la vida cotidiana. De allí que sea fundamental recordar el principio de la escucha que el pueblo de Israel hacía de los mandatos de Dios, pues, esta evocación tendrá efecto en las enseñanzas que Jesús le dará a quienes escuchan y siguen su mensaje de salvación.1.Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura?Para el pueblo judío el mandato de la escucha (Shemá) es una forma de responder a la misericordia con que Dios ha guiado al pueblo de generación en generación. Por esta razón, los mandamientos son una respuesta efectiva a la relación que el pueblo tiene con Dios, pero, esto no basta, de allí que una consecuencia lógica de escuchar al Señor es responder con amor a esa interlocución; en esto se centra el mensaje del libro del Deuteronomio que pretende ser una carta de navegación para atender los mandamientos y llevarlos a la práctica; y de esta forma, no dejar las enseñanzas solo en la memoria como una respuesta estática del pueblo que, amando a Dios, respeta los mandamientos, y en estos preserva, custodia y cuida la vida y existencia humana. Guardar en la mente, llevar al corazón y, practicar en la vida el mandato del amor es imperativo categórico de la vida de un creyente en el Dios de la vida.Como es reiterativo en la Carta a los Hebreos el tema del sacerdocio de Cristo es un motivo fundamental de este libro. En la lectura que se realiza en este domingo se enfatiza en la permanencia que tiene el sumo sacerdocio del Señor este es “santo, inocente sin mancha, apartado de los pecadores, ensalzado sobre el cielo” (Hb 7, 26). Este texto es una importante demostración de la vigencia que tiene el sacerdocio de Cristo porque es eterno, no tiene fin, y por ello una vez para siempre el Señor se entregó como víctima, Él se ha entregado a la manera en que en el contexto veterotestamentario los corderos eran sacrificados como holocausto para la contrición de los pecados.En el mismo ámbito temático, de la primera lectura, el tema del cumplimiento del mandamiento del amor se convierte en una manera de ser y hacer para los testigos del mensaje salvífico del Reino de Dios predicado por Jesús. Sin embargo, en el relato del Evangelio de Marcos hay una interlocución que llama la atención, Jesús entabla un diálogo con un letrado que se acerca a Él para probarlo sobre la validez de la Ley referida al mandamiento del amor. Sin embargo, la respuesta de Jesús es un desafío a la manera de poner en marcha, en actos concretos, el mandamiento más apremiante para un seguidor del Señor, el mandato del amor. 2.Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y qué me sugiere para decirle a la comunidad?Por muchas generaciones se ha enseñado, predicado, difundido, transmitido y animado en las tradiciones religiosas judeo-cristianas sobre la importancia que tiene el mandamiento del amor. La vivencia del amor se presenta como una manera de manifestar la presencia de Dios en la vida; de allí que la experiencia del amor según el evangelio tiene cuatro dimensiones: amar con “el corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas”. Estas dimensiones tienen que ver con las relaciones humanas; pues, el amor que surge desde el corazón es un amor que tiene conexión con los sentimientos y emociones; aquel que ama desde el corazón se conecta con las carencias humanas, tal y como Jesús lo hizo escuchando las necesidades de quienes lo aclamaban como el mesías y el salvador.Amar con toda el alma es una conexión que el ser humano desde el interior de su fe y en lo más profundo de su espiritualidad tiene para darse sin límites. El amor del alma traspasa las fronteras de lo material y se conecta con lo más profundo del ser; los místicos y santos llegan a tener una conexión con su ser interior que los llevaba a reflejar lo más puro de su ser en las obras de caridad y amor que tenían por quienes formaban parte de sus comunidades, en especial, los más vulnerables y relegados. El amor del alma es el amor más profundo, interior e insondable que vence las fronteras de lo material, para darse incondicionalmente al estilo de Jesús en la cruz, el Hijo de Dios que se da sin condiciones.Por parte del amor que emana desde la mente, se verá representado en esa conexión entre los pensamientos y la inteligencia para escrutar qué es el amor verdadero. Quienes por muchos años han buscado las definiciones racionales sobre aquello qué es el amor, han podido concluir que las razones para hablar de este sentimiento surgen de las conexiones entre las emociones y las razones para llevar a término el acto de amar. Por tal razón, el llamado de amar al prójimo propio de las enseñanzas de Jesús se refleja en actos concretos, partiendo del reconocimiento de la presencia amorosa de Dios mismo en el otro, de allí radicarán las razones más profundas del respeto hacia el prójimo y el respeto de su dignidad de hijo de Dios.Pero, como si no bastara un amor con las tres dimensiones anteriores, la enseñanza más legendaria del amor para el judío y que llega hasta la doctrina cristiana, denota un amor a Dios con todas las fuerzas. Esta dimensión del amor está directamente relacionada con las obras, puesto que quien conoce y reconoce el amor de Dios, tiene en sus obras una evidente manera de dejar que Dios obre en sí. Las fuerzas para amar estarán bíblicamente reflejadas en las obras de las manos y en los pies de quienes dócilmente se dejan llevar por el espíritu de Dios en una profunda convicción de aquello que es el Señor en su amor infinito.3.Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo?La liturgia de este domingo está centrada en una de las formas más completas de reconocer que Dios se hace presente en la vida por medio del amor. La invitación a la comunidad en las lecturas de este domingo tiene una consecuencia lógica y es que, amar a Dios implica necesariamente el amor al prójimo de una manera correlativa a las cuatro dimensiones señaladas en el texto del evangelio: el corazón, el alma, la mente y todas las fuerzas. Por esta razón, aquel que sigue al Señor está invitado a vivir de manera concreta, por medio de sus obras de amor, al prójimo.El papa Francisco en una celebración en la que canonizaba una decena de beatos en 2022, enseñaba que: “En el origen de nuestro ser cristianos no están las doctrinas y las obras, sino el asombro de descubrirnos amados, antes de cualquier respuesta que nosotros podamos dar. Mientras el mundo quiere frecuentemente convencernos de que solo valemos si producimos resultados, el Evangelio nos recuerda la verdad de la vida: somos amados. Y este es nuestro valor, somos amados. A veces, insistiendo demasiado sobre nuestro esfuerzo por realizar obras buenas, hemos erigido un ideal de santidad basado excesivamente en nosotros mismos, en el heroísmo personal, en la capacidad de renuncia, en sacrificarse para conquistar un premio. Ser discípulos de Jesús es caminar por la vía de la santidad y, ante todo, dejarse transfigurar por la fuerza del amor de Dios. No olvidemos la primacía de Dios sobre el yo, del Espíritu sobre la carne, de la gracia sobre las obras”.Las palabras del papa Francisco se convierten en una manera de invitar a la comunidad a vivir del amor. Solo en una actitud amorosa se podrán vencer las estructuras que en la sociedad hoy incitan a crear una cultura de la indiferencia, la exclusión y el descarte, tal y como lo enseña el mismo Papa en su encíclica Fratelli tutti, “nadie en la sociedad puede quedar a la vera del camino”, refiriéndose a la llamada que los cristianos tenemos de vivir en una permanente actitud de acogida, inclusión y en una permanente apertura al encuentro y reconocimiento de la dignidad de los otros como parte de nuestra propia dignidad.II.Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Sentir la acogida por parte de la comunidad, es una manera de vernos abrazados en el amor de Dios. En esta celebración dominical estamos invitados a vivir en una permanente actitud de agradecimiento, y, reconocimiento del amor de Dios en nuestra vida; la celebración de la Eucaristía se convierte en un signo de la forma en que Dios se queda presente vivo en medio de nosotros y, nos invita a reconocer su presencia a través del amor al prójimo. Bienvenidos a esta Eucaristía en la que celebramos la acción de gracias del amor de Dios presente en nuestra vida, en nuestras familias y, en nuestra comunidad. Monición a la liturgia de la Palabra La Palabra del Señor en este domingo está cargada de ejemplos propios de la forma en como Dios se manifiesta amoroso con su pueblo. Dejemos que las palabras y el diálogo de Jesús con el maestro de la Ley, toquen nuestro corazón, nuestra mente, nuestra alma y, nuestras fuerzas, para vivir el amor al prójimo de manera real y concreta atendiendo las necesidades de los más vulnerables, rechazados y discriminados de nuestra comunidad. Que la fuerza del evangelio que escucharemos a continuación reavive nuestra capacidad de amar al prójimo al estilo de Jesús mostrando la incondicionalidad de la entrega y el amor oblativo.Oración Universal o de los Fieles Presidente: Elevemos nuestras plegarias al Señor como una manera de reconocer su amor en nuestras vidas diciendoR/. Dios de amor gracias por tu presencia en nuestras vidas.1.Por el Papa y todos los hombres y mujeres consagrados al servicio de la Iglesia para que su ejemplo y testimonio sean una forma de vivir el amor oblativo que proviene de Dios. Oremos.2.Por los que están llamados a dirigir los destinos de los pueblos para que, en una actitud que reconocimiento de la dignidad de todos los seres humanos, practiquen la justicia y el amor como maneras de gobernar a sus naciones. Oremos.3.Por nuestra comunidad reunida en este domingo como un signo del amor a Dios, para que cada día sepamos reconocer el amor de Dios y lo reflejemos en nuestras acciones y obras en servicio de los más necesitados del amor de Dios. Oremos.4.Por quienes están hospitalizados en un centro de salud para que nuestro amor sea signo de comunión y amor en medio de sus necesidades. Oremos.5.Por nuestro párroco, por sus inmediatos colaboradores en la pastoral y por todos aquellos que con su espíritu de servicio llevan a los demás el gozo y la paz del Señor. Oremos.Oración conclusivaGracias, Dios de amor,por escuchar las plegariasque te dirigimos humildementepor el amor a tu Hijo Jesucristo, nuestro Señor.R/. Amén

Vie 25 Oct 2024

¡Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí!

TRIGÉSIMO DOMINGODEL TIEMPO ORDINARIOOctubre 27 de 2024Primera lectura: Jr 31, 7-9Salmo: 126(125),1-2ab.2cd-3.4-5.6Segunda lectura: Hb 5,1-6Evangelio: Mc 10, 46-52I.Orientaciones para la PredicaciónIntroducciónLa mesa de la Palabra de este domingo insiste en:−La necesidad de la humildad para reconocer el paso de Dios por nuestra vida ¿Qué nos llena de alegría, cuando el Señor nos hace retornar a la tierra prometida de nuestra felicidad, cuando nos saca del destierro y nos vuelve a la esperanza de tiempos mejores? −Tenemos un mediador, que es Sumo y Eterno Sacerdote, Cristo. Él se constituye en fuente inspiradora de santidad.−El Señor Jesús es el Mesías esperado, los ciegos ven, los cojos andan. Bartimeo se hace testigo de la presencia mesiánica de Cristo, que ya próximo a entrar a Jerusalén, no se oculta más, pues Él sabe que debe subir a Jerusalén para salvarnos a todos. 1.Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura?La Palabra de Dios de este domingo centra toda su atención en el bellísimo relato de la curación del ciego de Jericó. Jesús va camino a Jerusalén y a su paso se presentan una serie de encuentros que impactan por el profundo mensaje mesiánico que ellos contienen. La escena de la curación del ciego Bartimeo es uno de los momentos más elocuentes de la presencia del mesías entre nosotros y la Palabra de este día nos ayuda a entenderlo.El profeta Jeremías vivió en tiempos de calamidades para el pueblo de la alianza, consecuencia de sus pecados; luego de años de destierro, los que regresan a la tierra de la promesa, no son soldados victoriosos, sino hombres perdonados. Dios interviene en la historia y su paso se vuelve causa de alegría. El capítulo 31 es una página cargada de esperanza, la nueva generación que regresa del destierro, está llamada a reconocer el paso de Dios que ha mirado a Israel con misericordia y les ha concedido regresar a la tierra dada como promesa a sus antepasados: “El Señor ha salvado a su pueblo” “Los traeré del país del norte” “seré un Padre para Israel”. Los redimidos, al caminar, transforman el desierto en un oasis de felicidad, y se vuelven en testimonio del resto perdonado, ellos se constituyen en la esperanza de Israel, puesto que en la multitud que retorna habrá ciegos y cojos, pero el Señor los guiará “por un camino llano en que no tropezarán”.El Salmo 125 canta la acción de gracias del pueblo de Israel al saberse salvado del destierro “la boca se nos llenaba de risas y la lengua de cantares, porque el Señor ha estado grande con nosotros”. El optimismo del salmista es contagioso “cuando el Señor cambio la suerte de Sion” “al ir, iban llorando; al volver, vuelven cantando”.El autor de la Carta a los Hebreos en el capítulo 5, exalta la superioridad del sacerdocio de Cristo, en comparación con el sacerdocio del Antiguo Testamento que se ejercía en el Templo de Jerusalén, tenían como función “representar a los hombres en el culto a Dios y ofrecer dones y sacrificios”, el sacerdote de la Antigua Alianza esta “envuelto en debilidades” “tiene que ofrecer sacrificios por sus propios pecados”. Nadie podía asumir el título de sacerdote por cuenta propia, este título se recibía por hacer parte de la tribu de Leví, familia sacerdotal. El sacerdocio de Cristo es recibido no de manos humanas, sino de la voluntad del Padre del cielo, “Tú eres sacerdote eterno” y el autor sagrado, compara su sacerdocio con el sacerdocio de Melquisedec.Marcos en el capítulo 10 narra la milagrosa curación del ciego Bartimeo, escena que se desarrolla en las afueras de Jericó, camino hacia Jerusalén. este relato esta enriquecido con muchos detalles que el evangelista coloca para enfatizar el acontecimiento mesiánico: el ciego, sentado a la orilla del camino grita un título mesiánico “Hijo de David”, en esta escena en particular Jesús no le reprende, ni le manda guardar el secreto; Jesús va camino a Jerusalén a cumplir la voluntad del Padre, la pasión, muerte y su gloriosa resurrección serán el sello final de su vocación mesiánica. El ciego grita cada vez más fuerte y Jesús lo manda llamar, animan al ciego para que se acerque a él. El diálogo es directo, sincero y breve: “¿Qué quieres que haga por ti?” “Maestro que pueda ver” Jesús le devuelve la vista “anda, tu fe te ha curado”. La fe siempre es exigida por el Señor para que Él pueda actuar. El ciego “lo seguía por el camino”. Bartimeo se hace seguidor de Cristo y su testimonio evidencia el cumplimiento de las promesas del Antiguo Testamento, los ciegos ven. Jesús es el mesías esperado. 2.Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y qué me sugiere para decirle a la comunidad?La Palabra de Dios de este domingo nos recuerda uno de los momentos más emotivos del pueblo del Antiguo Testamento, el regreso del destierro del pueblo de Israel. Una de las lecciones más duras que han podido recibir de parte de Dios, pero a la vez uno de los momentos más alegres de su historia, puesto que, con humildad y esperanza, con la lección aprendida, regresan a la tierra de la promesa. El retorno es de hombres perdonados, entre ellos regresan “ciegos y cojos”, como signo de la gran misericordia de Dios, que luego será manifestada en las acciones que el mismo Dios entre nosotros, realizará en la persona de nuestro Señor Jesucristo, como cumplimiento de las promesas hechas desde antiguo.Jesús devuelve la vista a Bartimeo, quien lo llama “Hijo de David”, título mesiánico, reconociendo que el Mesías ya está entre nosotros y ha venido a abrir los ojos al ciego, signo que se repite en varias ocasiones en los evangelios, y que se constituye en la evidencia del Mesías entre nosotros. La ceguera de Bartimeo hoy representa la ceguera de tantos que se hacen incapaces de ver la presencia del Señor en el mundo, quedándose en las tinieblas del error, del pecado, de la falta de caridad, a lo orilla del camino; pero también, es la imagen del que es capaz de un salto, ponerse en las manos de Dios, confiar en Él, y superar la miseria humana de no poder ver, para ver con mayor fe y seguridad en Jesús, ponernos en actitud de seguimiento con un corazón agradecido por la presencia amorosa y sanadora del salvador entre nosotros.La petición de Bartimeo, se constituye en una plegaria, confiada, directa a Dios, que sabe escuchar nuestros gritos y las súplicas de nuestro corazón, “Maestro que pueda ver”, si esta plegaria sale hoy de nuestro corazón, acompañada de nuestra fe y de la seguridad que el Señor Jesús puede curar nuestras cegueras, sin duda alguna Él actuará, “anda, tu fe te curado”. Quienes hemos probado en nuestra vida la misericordia de Dios, sabemos de la tristeza, y de la amargura que produce el pecado, la ceguera; pero también, sabemos de la alegría y de la esperanza de lo que significa experimentar la misericordia de Dios, que restituye en la vida de los creyentes la vista, el gozo de volver a la tierra de las promesas, de sentirnos cercanos a Jesús, hasta el punto de poder seguirlo, como lo hizo Bartimeo; esto produce sentimientos de gratitud, de alabanza, como los del salmista que canta, “el Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres”.3.Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo?Comparto algunas ideas que nos lleven a vivir lo que hoy descubrimos en la Palabra de Dios, como consecuencia de la meditación y comprensión de este mensaje lleno de luz, esperanza y alegría para nuestros corazones.En primer lugar, la Palabra de Dios de este domingo nos interpela, haciendo confrontar nuestras actitudes con las de algunos personajes del Evangelio, por ejemplo, la actitud del ciego Bartimeo, que pleno de fe es capaz de ponerse en movimiento para ir al encuentro del que puede curarlo de su ceguera, superando todo obstáculo y a gritos de súplica, recibir de Dios lo que pedía, una actitud ejemplar en medio de las limitaciones personales. Otra situación es las de las personas que rodean al ciego, que quieren callarlo y le impiden ir al encuentro de Jesús, esta actitud de los que teniéndolo todo, viendo a Jesús, se aferran a sus seguridades y le impiden a los demás, con intención o sin ella, acercarse a Jesús para recibir de Él su gracia y misericordia. Hoy vale la pena respondernos la pregunta ¿somos cómo aquellos personajes que se molestan por los gritos de otros?, ¿nos incomodamos cada vez que vemos a alguien pidiendo a “gritos” ayuda?, ¿somos capaces de acercarnos con humildad a las personas para conducirlos a la presencia del Señor?El profeta Jeremías tuvo la misión de denunciar el mal y el pecado del pueblo de Israel, igualmente la consecuencia de las infidelidades del pueblo de la alianza, pero también, tuvo la dicha de anunciar el final del castigo, del destierro, y recordar con alegría la esperanza del retorno a la tierra de la promesa, esa tierra que desde antiguo fue heredada por el pueblo elegido. Entre los que retornan vienen “ciegos y cojos” que serán los primeros en reconocer la presencia del mesías entre nosotros, con la debida consecuencia, los ciegos ven, los sordos oyen, los muertos resucitan como lo expresa el profeta Isaías. Sin duda alguna, el Señor se hace presente en la historia de ayer y también en la historia de hoy con signos de misericordia, Él se hace presente en la historia de cada uno de nosotros, para quitarnos las cegueras, y las cojeras, nos levanta para ponernos al servicio de los demás, habla a nuestro oído y a nuestro corazón para hacernos ver mejor, para no perder la sensibilidad ante las necesidades humanas. Para poner a muchos en actitud de seguimiento. Jesús es el Sumo y Eterno Sacerdote, es decir: “mediador” entre Dios y los hombres, según el rito del Melquisedec, rey de Salem y sacerdote de Dios, que ofreció pan y vino a Abrahán. Esta figura sacerdotal, es inspiradora, puesto que el sacerdote “tiende puentes” y el Señor Jesús tiende un puente tan definitivo, con el que nos devuelve la “comunión” con el Padre, que habíamos perdido por el pecado original; el Señor Jesús ofrece un sacrificio de entrega, dando la vida, cancelando así la deuda que teníamos, reconciliando al hombre con Dios, dando nueva vida a todo hombre, haciéndonos partícipes de su sacerdocio y uniendo nuestras vidas más estrechamente a la vida de Dios. Esto lo celebramos a través de los sacramentos de la Iglesia, especialmente de la Eucaristía, pues en ella se ofrece pan y vino, se conmemora la entrega de Cristo en la cruz, y se celebra la gloriosa resurrección de Jesús, acontecimiento definitivo que redime al hombre y lo plenifica. Cada vez que participamos de la Eucaristía dominical, Jesús “tiende puentes”, nos comunica con el Padre del cielo, nos lleva a la comunión._______________________Recomendaciones prácticas:●2 de noviembre: Conmemoración de los fieles Difuntos.II.Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Nos hemos reunido este domingo trigésimo del tiempo Ordinario, para dejarnos iluminar y trasformar por el mensaje de la Palabra y participar gozosos del cuerpo y de la sangre del Señor.En este domingo el Señor nos deja un mensaje lleno de esperanza y alegría por su presencia salvadora, Él abre nuestros ojos para que veamos con claridad cuál es nuestra misión en este mundo. Coloquemos ante el altar nuestras plegarias, y con fe participemos en esta Eucaristía. Monición a la liturgia de la Palabra La Palabra de Dios de este domingo nos habla, cómo el pueblo de Israel y el ciego Bartimeo, viven una experiencia de salvación, simbolizada en la curación de la ceguera. Dejémonos interpelar por este mensaje de salvación y escuchando atentamente cada lectura, colmemos nuestros corazones de alegría y esperanza. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Oremos ahora al Señor, nuestro Dios, para que la luz de Cristo aleje de nuestro mundo las tinieblas del pecado y de la muerte. A cada intención nos unimos diciendo:R/. Señor, ten compasión de nosotros.1.Por la Santa Iglesia de Dios, para que ilumine a los hombres de toda la tierra con la luz que resplandece en el rostro de Cristo. Oremos.2.Por los pueblos que viven la ceguera de la guerra, del odio y del rencor, para que encuentren la paz y la alegría del perdón. Oremos.3.Por quienes, como Bartimeo, caminan por la vida a oscuras, sin fe, sin luz, ni esperanza, para que hallen en Cristo el Salvador que anhelan sus corazones. Oremos.4.Por los niños y los jóvenes, para que lleven una vida iluminada y se mantengan alejados de toda tiniebla. Oremos.5.Por todos aquellos familiares, benefactores y amigos que, habiendo cumplido su misión en este mundo, descansan en la paz del Señor. Oremos.Oración conclusivaEscucha, Padre de Bondad,estas súplicas que salen de nuestroscorazones conmovidos por lo que vemosa nuestro alrededor y concédenoslo que más necesitamos yno nos atrevemos a pedirte.Por Jesucristo, nuestro Señor.R/. Amén.