Pasar al contenido principal

Lectio Dominical

Sáb 8 Abr 2023

Ha resucitado y va por delante de ustedes a Galilea

VIGILIA PASCUAL EN LA NOCHE SANTA Abril 8 de 2023 Lecturas del Antiguo Testamento: 1ª lectura: Génesis 1,1 - 2,2 (forma larga) o Génesis 1,1. 26-31a (forma breve) Salmo 104(103), 1-2a.5-6.10 y 12.13-14ab.24 y 35c. cf. 30) o Salmo 33(32),4-5.6-7.12-13.20 y 22 (R. 5a). 2ª lectura: Génesis 22,1-18 (forma larga) o Gn 22, 1-2.9a.10-13.15-18 (forma breve) Salmo 16(15), 5y8.9-10.11 (R. 1). 3ª lectura: Éxodo 14,15 - 15,1 (nunca se puede omitir) Salmo Éxodo 15,1-2ab.2cd.3-4. 5-6.17-18 (R. 1a). 4ª lectura: Isaías 54,5-14 Salmo 30(29),3-4.5-6.12ac-13 (R. 2a). 5ª lectura: Isaías 55,1-11 Salmo Isaías 12,2-3.4bcd.5-6 (R. 3). 6ª lectura: Baruc 3,9-15.32 - 4,4 Salmo 19(18),8. 9.10.11 (R. Juan 6,68c). 7ª lectura: Ezequiel 36,16-17a.18-28 Salmo 42(41),3. 5bcd; 43(42),3.4 o, cuando se celebra el Bautismo, Salmo 51(50), 12-13.14-15.18-19 (R. 12a) o Salmo Isaías 12,2-3.4bcd.5-6 (R. 3). Lecturas del Nuevo Testamento: Romanos 6,3-11 Aleluya solemne con el Salmo 118 (117),1-2.15cy16ay17.22-23 Evangelio: Mateo 28,1-10 I. Orientaciones para la Predicación Introducción La Vigilia Pascual en la noche santa propone para la liturgia de la Palabra un recuento de las mayores maravillas de Dios obradas a lo largo de la Historia de Salvación y coronadas con el día de gozo en el que fue obrada la Resurrección de Nuestro Salvador Jesucristo, así los momentos y temas cruciales de la Escritura son puestos en relación con el Misterio Pascual. Respecto de las siete Lecturas del Antiguo Testamento es importante advertir que son «textos representativos que proclaman partes esenciales de la teología del Antiguo Testamento, desde la creación al sacrificio de Abrahán, hasta la lectura más importante [entre aquellas], el Éxodo. Las cuatro lecturas siguientes anuncian los temas cruciales de los profetas» (Directorio Homilético 48) y las dos lecturas del Nuevo Testamento dan «el anuncio de la Resurrección junto a la lectura apostólica sobre el bautismo cristiano como sacramento de la Resurrección de Cristo» (OLM 99). Así, pueden servir como inspiraciones para la homilía algunos temas como «la Resurrección de Cristo y nuestra resurrección […] la Pascua, el Día del Señor […y] los Sacramentos de la Iniciación cristiana» (Directorio Homilético, Apéndice I, Ciclo A). Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? La proclamación de selecciones preciadas del Antiguo Testamento prepara el anuncio de la Resurrección del Cristo de entre los muertos: inicia con el relato de la Creación en el Génesis en el que Dios ve que todo lo que había hecho era muy bueno (Primera lectura: Gen 1,1.26-31a) acompañado de una doble opción de un canto (Sal 103 o Sal 32) que expresa la admiración del orante (Primera lectura: Gen 1,1.26-31a) hacia la obra del Creador, ya junto a la súplica para que renueve su misma obra (Sal 103) ya junto a la confesión de fe en la grandeza de su Palabra que tiene eficacia creadora y que es expresión de su misericordia que llena la tierra (Sal 32). Continúa la lectura del sacrificio del Patriarca Abrahán (Segunda lectura: Gen 22,1-18) quien movido por el temor de Dios acepta la prueba de entregarle a su hijo único Isaac en holocausto, cuyo sacrificio no llega a efectuarse por la voluntad divina que reconoce su obediencia, en cambio es ofrecido un carnero, una víctima que toma su lugar, a la escucha de esto el pueblo responde invocando la protección de Dios, que no abandona a sus fieles a la corrupción de la muerte (Sal 15). Luego se llega al núcleo de las lecturas veterotestamentarias con el relato del Éxodo principal del pueblo de Israel (Tercera lectura: Éx 14,15—15,1a), que auxiliado por Dios libertador entró en medio del mar en lo seco obteniendo la libertad y dejando atrás la esclavitud egipcia, la respuesta ante esta narración es un canto a la gloriosa victoria del Señor que extiende sus beneficios por los siglos para sus fieles, desde la antigüedad hasta los días presentes (Éx 15,1b ss.). En adelante tenemos un gran anuncio profético (desde la Cuarta hasta la Séptima lectura) en diversos pasajes: el inicial revela la obra libertadora del Señor como una muestra concreta de su amor eterno hacia Israel a quien cambió su destino (Cuarta lectura: Is 54,5-14), pues del luto lo pasó a la danza, y esa gratitud se expresa ensalzando la santidad de su Nombre (Sal 29); el siguiente (Quinta lectura: Is 55,1-11) manifiesta el proyecto reconciliador del Señor para su pueblo que se le ha distanciado, este plan es una alianza perpetua en la que la palabra que sale de Él cumplirá su deseo de atraer a sus fieles para que tengan vida, semejante a lo que sucede con la lluvia o la nieve que sale del cielo para empapar la tierra y promoverla para hacerla germinar; el que continúa (Sexta lectura: Bar 3,91-5. 32—4,4) es un llamado al pueblo del Señor a no entregarse a las costumbres paganas porque a la dignidad de elegidos corresponde el guardar los mandamientos de Quien elige (Dios), seguir su ley es caminar al resplandor de la luz, a todo esto la comunidad responde salmodiando al Señor que Él tiene palabras de vida eterna (Sal 18); el pasaje conclusivo de entre las profecías (Séptima lectura: Ez 36,16-17a. 18-28) anuncia un bautismo con agua pura que trasformará definitivamente los corazones de piedra de la casa de Israel con una fuerza espiritual nueva, ante ese oráculo la asamblea canta su sed de una purificación tal (Sal 41) proveniente de las fuentes de la salvación (Is 12) que purifican del pecado (Sal 50). Corona la liturgia de la Palabra el anuncio de la Resurrección anticipado por la lectura del Apóstol y el salmo de acción de gracias; la lectura (Epístola: Rom 6,3-11) declara a Cristo, vencedor de la muerte, quien «una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere más», mientras el salmo (Sal 117) comprende al Resucitado como la profetizada piedra descartada que ahora es piedra angular. Finalmente, la asamblea orante recibe el anuncio del evangelista (Evangelio: Mt 28,1-10): «Jesús el crucificado. No está aquí: ¡Ha resucitado!, como había dicho». Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? La misma Iglesia nos ayuda a comprender algunos sentidos de la Palabra que, si bien se fundan sobre la literalidad, avanzan por la amplitud de matices espirituales que de esta se derivan (cf. Catecismo de la Iglesia Católica, nn. 116-117). Una manera óptima para comprender qué dicen estos textos escriturísticos a la Iglesia orante (sobre todo los textos veterotestamentarios a la luz de Cristo) es revisar las «Oraciones para después de las lecturas» bíblicas de la liturgia de la Palabra en la Vigilia pascual en la Noche santa, porque «un riquísimo recurso para comprender el vínculo entre los temas del Antiguo Testamento y su cumplimiento en el Misterio Pascual de Cristo lo ofrecen las oraciones que siguen a cada lectura» (Directorio Homilético 50). De esta forma: la Pascua es una obra aún más admirable que la creación del mundo; la descendencia prometida a Abraham sigue abundando con los hijos adoptivos de Dios ganados por la Pascua del Cristo; la maravilla del Éxodo en que el Señor que salvó a un pueblo se obra más ampliamente con todas las naciones en el paso por las aguas del Bautismo; Dios no solo prometió que las aguas de Noé no volverían a destruir la tierra, sino que además aumenta los hijos de la promesa (por el Bautismo) para ser Dios de toda la tierra; la salvación ofrecida por el Señor es gratuita y la correspondencia a Él proviene de su mismo auxilio y no de las propias fuerzas humanas; Dios, quien no desamparó al pueblo de la Primera Alianza que había abandonado la fuente de la sabiduría, protege al pueblo de la Alianza perpetua a los purificados por la fuente bautismal; la promesa de un lavacro de agua pura que transforma el corazón se realiza en Jesucristo en quien se renueva lo viejo y recupera su integridad. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? La Iglesia, educada por la abundancia de la Palabra de Dios en esta noche luminosa, tiene el deseo de que lleguemos a compartir el triunfo sobre la muerte que ha tenido nuestro Salvador, es decir la escucha atenta y la comunión con el mensaje fundamental en que se basa nuestra fe sobre la Resurrección de Jesucristo está asociado también con un paso de la muerte a la vida en nosotros. En nuestra sociedad, no solo en el ámbito nacional, estamos rodeados de anuncios y de realidades de muerte que oscurecen nuestra esperanza, por ello es importante abrir los ojos al resplandor de Cristo muerto y resucitado que irradia su obra sobre las tinieblas que nos rodean para dispersarlas. A propósito de este momento de acercamiento a la Palabra en que nos ocupa la contemplación y la oración, un objetivo expreso de esta Noche gloriosa es orar de manera vigilante: «En esta santísima noche, en la que nuestro Señor Jesucristo pasó de la muerte a la vida, la Iglesia invita a sus hijos, dispersos por toda la faz de la tierra, a reunirse para vigilar y orar» (monición inicial de la Vigilia pascual). _______________________ Recomendaciones prácticas: Se dicen las Completas del domingo (después de las II Vísperas). Hoy solamente rezan las Completas los que no participan en la Vigilia pascual. II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Exultantes de gozo llegamos al culmen del «Triduo del crucificado, sepultado y resucitado» en cuya celebración «se hace presente y se realiza el misterio de la Pascua, es decir el tránsito del Señor de este mundo al Padre». Participaremos de la abundancia de bienes que brotan esta liturgia, llenos de la visión de la Luz, de la escucha de la Palabra, de la gracia del Bautismo y del alimento de la Eucaristía. (*Carta circular para la preparación de las fiestas pascuales) Monición introductoria presidencial La monición que corresponde al Presidente, se encuentra en el MR, p. 194. Monición a la Liturgia de la Palabra La monición, que corresponde al Presidente, se encuentra en el MR, p. 204. Monición a la Liturgia Bautismal La monición, que corresponde al Presidente, se encuentra en el MR pp. 209 ó 214 (según haya o no bautizados en la celebración). Monición a la Renovación de los compromisos bautismales La monición, que corresponde al Presidente, se encuentra en el MR, p.215. Oración Universal o de los Fieles Presidente: En la alegría de esta noche santa, presentemos nuestras plegarias al Padre por medio de su Hijo que ha vencido a la muerte, y digamos: R. Jesús Resucitado, ruega por nosotros Por la Iglesia, por todos los cristianos. Que demos siempre testimonio de la vida nueva de Jesús resucitado y camínenos sin miedo para anunciarlo a todas las gentes. Oremos: Por los que recibieron el bautismo en esta noche de Pascua. Que el Señor los bendiga y les aumente constantemente la fe, la esperanza y el amor. Oremos: Por todas las naciones de la tierra. Que llegue a todas la paz y el bienestar que Dios quiere para todos sus hijos. Oremos: Por las personas de buena voluntad que trabajan al servicio de los demás. Que el Espíritu de Dios sea para ellas fuerza y guía en su caminar. Oremos: Por nosotros, los que hoy nos hemos reunido convocados por el Señor alrededor de su mesa. Que vivamos siempre muy unidos a él, muy llenos de su amor. Oremos: Oración conclusiva Escucha, Padre, bondadoso las plegarias que te dirigimos con fe , en esta celebración de la resurrección de Hijo. Quien vive y reina, por los siglos de los siglos. R. Amén.

Vie 7 Abr 2023

Pasión de nuestro Señor Jesucristo

VIERNES SANTO EN LA PASIÓN DEL SEÑOR Abril 7 de 2023 Primera Lectura:Isaías 52,13 - 53,12 Salmo: 31(30),2 y 6.12-13.15-16.17y25 (R. 6a) Segunda Lectura: Hebreros 4,14-16; 5,7-9 / Evangelio: Juan 18, 1-19,42 I. Orientaciones para la Predicación Introducción En la liturgia de la Palabra se lee el cuarto cántico del Siervo de Yahveh; el salmo 31 con la invocación de Jesús en la cruz «Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu»; el pasaje a los hebreos que proclama el sentido sacerdotal de la vida de Jesús, y en la pasión según el evangelio de Juan, la muerte de Jesús es una progresiva exaltación del Señor, Cordero sacrificado en la Pascua y de su costado abierto nace la Iglesia. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? Isaías 52,13 --- 53,12: El servidor fiel de Yahveh La vida del servidor fiel de Yahveh es escueta, según la profecía: nacimiento y crecimiento (v.2), sufrimiento y pasión (7) condena y muerte (8), sepultura (9) y glorificación (10-11a). Quienes narran los hechos son transformados y dan cuenta de este cambio. Dios confirma el anuncio testimonial con su oráculo; anula el juicio humano y declara inocente a su siervo; este sufrimiento del inocente servirá para la conversión de los demás. El triunfo del siervo es la realización del plan del Señor (v. 10). Hebreos 4,14-16; 5,7-9: Dios lo proclamó sacerdote en la línea de Melquisedec Los versos finales del texto le otorgan el mejor sentido a la celebración de la Pasión de Jesús, conforman una profesión de fe, procedente de una tradición antigua. Jesús durante su vida le pidió a su Padre ser salvado de la muerte y de hecho fue escuchado; según Rm 6, 10 Jesús fue salvado de la muerte del pecado. Así, Jesús experimentó como el primero la salvación; nadie salva, sin antes ser salvado. Y Jesús fue salvado, fue fiel a su Padre, llegó hasta el final (Teleios, en griego) en su proyecto de vida; Jesús es salvador porque fue fiel hasta la muerte y muerte en cruz. Juan 18,1---19,42: Jesús se entrega por los seres humanos El relato está estructurado como una progresiva entronización: Jesús es rey, pero coronado con espinas (19,2); Pilato lo presenta al pueblo revestido con los atavíos reales: “Aquí tenéis al hombre” (19,5). También como una burla Pilato le cede el trono: “Mandó que sacaran fuera a Jesús y lo sentó en tribunal” (19,13; traducción, Biblia de América). Jesús es Rey de las naciones (19,19). La inscripción sobre la Cruz aparece en las tres lenguas: el latín –lengua de la política; el griego –lengua de la cultura- y el hebreo –lengua de la religión judía-. Jesús es entronizado en la Cruz y admirado en su realeza: la contemplación de su costado atravesado por la lanza (19,31-37); luego, el Rey es colocado en su tálamo real con una unción reservada para él (19,39-42). La muerte de Jesús es la “hora de la Gloria”, la revelación de Dios: “Todo está cumplido” (19,30; 19,24.28). Dios está entre nosotros, pero sobre todo en función de nosotros. En Jesús crucificado se revela el rostro de Dios y el rostro del ser humano, aquí la última hora citada, el mediodía (Jn 19,14), es la de la mayor irradiación de luz. El relato comienza en un huerto, lugar donde Jesús formaba a sus discípulos cuando estaba en Jerusalén (19,1-2), y termina en un jardín, donde salen a la luz los discípulos ocultos, José de Arimatea y Nicodemo (19,38-39), se acentúa de este modo la “vida”, en conexión con el “amor”; amanece una nueva creación. Entre la muerte y la sepultura de Jesús, se abre una nueva escena de oración, por parte del discípulo a quien Jesús amaba, con signos reveladores: la cita de Zacarías 12,10 (“Mirarán al que traspasaron”: Jn 19,37), Zacarías habló de un dolor de Dios, quien se sentía herido por la muerte de un Rey-Pastor; esta muerte es como un desgarro en el corazón de Dios, y de esa ruptura brota la reconciliación entre Dios y su pueblo. El don de las lágrimas revela el paso de un corazón de piedra a uno de carne por la conversión. Jesús muere con un grito triunfal (“¡Todo está cumplido!”, 19,30). Aflora en el último instante de la Pasión, el suspiro final de Jesús como la donación de su Espíritu (19,30; según el texto griego, Jesús no “expira” sino “entrega su Espíritu”), así el cuerpo herido de Jesús muerto y resucitado se convierte en el Templo de la Nueva Alianza, de Él brota el río de la vida: el Espíritu Santo (7,37-39). La cruz de Jesús muestra más allá de la muerte de un ser humano, la revelación del amor de Dios en el mundo, ésta es su ofrenda de vida para las personas, es un soplo del Espíritu. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? La muerte es un gran misterio, preocupación del ser humano a través de la historia. Se han negado muchas verdades, pero, una siempre permanece: la muerte. Ni siquiera los ateos e indiferentes niegan el final de su existencia con la muerte. Para el pagano, en tiempos de Jesús, la muerte era toda una tragedia; no tenían ideas claras sobre el más allá, y aunque admitían una existencia después de la tumba, dicha existencia estaba rodeada de oscuridad y enigmas. Además, no todos admitían una vida después de la muerte pues implicaba la desaparición total, el fin de las esperanzas, la frustración de los anhelos. Jesús no era un vencido, sino un triunfador; no lo aprisionó la muerte, se liberó de su abrazo mortal; la ignominia se transformó en gloria; el fin del calvario se trocó en el comienzo de una nueva etapa en la historia de la salvación. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? Al morir Jesús dio un nuevo sentido a la muerte, a la vida, al dolor. La pregunta desesperada de los seres humanos sobre la muerte encontró una respuesta. El cambio de la humanidad debe manifestarse en nuestra existencia, Jesús no aceptó su muerte con la resignación de quien se somete a un destino ineludible, sino como quien acepta una misión de Dios. La muerte de Jesús condena la injusticia de los crímenes y asesinatos, nos pide actuar contra la explotación de los oprimidos, nos pide mejorar su situación; nos invita a acercarnos al desvalido. ¡Comencemos ahora nuestra lectura orante de este significativo relato! _______________________ Recomendaciones prácticas: •La Palabra de Dios se ha de introducir con brevísimo comentario. Es una bellísima síntesis del Misterio de la Pasión del Señor y de su muerte gloriosa. No deben omitirse las lecturas. La lectura de la Pasión (según San Juan) es el centro de la liturgia de la Palabra de este día. •Hoy es el día en que la oración Universal tiene un carácter especial, es muy distinta a la forma cotidiana. Es la ocasión en la que, como dice el Misal, los fieles al responder ejercen su oficio sacerdotal, al implorar por la humanidad entera. •Respecto a las formas de la presentación de la Cruz escójase con tiempo la que va a usarse y ensáyese incluso, para que sea realizada de modo digno, solemne y sobrio. •Como es un día de silencio y de oración, los cantos deben apropiarse de este espíritu. Hoy no se acompaña el canto con ningún instrumento, ni guitarras, ni órgano, el canto llano es el más indicado. •Se puede hacer la oración sobre el pueblo, propia para este día, MR, p. 188 •La celebración central de este día es la Muerte del Señor. Según una laudable tradición de la Iglesia, los que deseen celebrar de una manera más prolongada y festiva la oración del Viernes Santo, pueden hacerlo celebrando el Oficio de Lectura hasta concluir las dos lecturas, se añaden los cánticos y el evangelio; igualmente, puede hacerse una homilía sobre el evangelio. Se dice la oración y se concluye con la Hora como en el Ordinario. •Para este Viernes Santo, Pasión del Señor, ver Liturgia de las Horas II, Apéndice I, Cánticos y evangelios para la celebración de las vigilias, pág. 2059 ss. •Hoy se hace la colecta para los Santos Lugares, la cual sería necesario ambientar y hacer con afecto. La difícil situación de la Iglesia en Tierra Santa, clama en caridad nuestra solidaridad. •Evangelizar la piedad popular: Donde hay la costumbre popular de hacer la dramatización del descendimiento de Jesús, debe hacerse en forma digna, acompañado por cánticos a Cristo Salvador o a la Madre Dolorosa. •Vía Crucis: Para evitar confusiones se podría emplear la forma tradicional, hacerse con sencillez y agilidad, incluir en cada estación una motivación para la oración; las estaciones pueden alternasen con los cantos tradicionales de las mismas y con algunos cantos sencillos; las Imágenes Sagradas pueden disponerse de modo que ilustren adecuadamente este ejercicio. •Las Siete Palabras: Han de valorarse por el carácter pedagógico y evangelizador que puede imprimirse a este ejercicio piadoso, deben encomendarse a personas bien preparadas, don un mismo tema y revisión de lo que se ha de decir. •La Procesión del Santo Sepulcro: Hágase, donde se tiene, con piedad, solemnidad y con una catequesis oportuna, que sea ocasión de oración. II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición Inicial Esta tarde estamos reunidos para celebrar la muerte victoriosa de Cristo en la cruz. Contemplemos y meditemos al Cordero sacrificado por nuestra liberación.La celebración de hoy no es la Eucaristía, la Iglesia no celebra la Misa en este día. La liturgia de hoy tiene cuatro partes: lectura de la Palabra de Dios, oración de los fieles, la adoración de la Cruz y la distribución de la Sagrada Eucaristía reservada anoche.Comencemos hoy nuestra celebración en silencio. Después nos arrodillaremos orando ante Jesús desde lo más profundo de nuestro corazón. Monición a la postración La postración es el gesto más completo de humildad que una persona puede hacer ante Dios, rico en misericordia. En este día lo hace el ministro que preside la celebración. Nosotros lo acompañamos colocándonos de rodillas. Monición a la Liturgia de la Palabra Dispongámonos a escuchar las lecturas de hoy. La profecía de Isaías, el salmo, el texto de la carta a los Hebreos, y sobre todo la Pasión según san Juan, nos ayudarán a introducirnos en el misterio que hoy celebramos. Escuchemos, más todavía, contemplemos, con atención y con el corazón bien dispuesto, la Palabra de Dios. Monición a la Oración Universal La Cruz de Cristo, como proclama la liturgia de hoy, ha traído la alegría y la salvación al mundo entero. Los cristianos, que hemos conocido esa alegría, no podemos guardar para nosotros ese tesoro de la salvación de Dios. Por eso, como respuesta a esta Palabra que hoy hemos escuchado, vamos a hacer la oración de los fieles, que es siempre oración universal, pidiendo por todos, para que a todos alcance la luz de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo. Lo haremos de forma solemne: un lector proclamará la intención, por la que todos oramos en un momento de silencio, y luego el sacerdote recoge la oración de todos en una oración que todos elevamos al Padre diciendo “Amén”. Oración universal, MR p.173 ss. Monición a la Adoración de la Santa Cruz La cruz del Señor es el símbolo de nuestra salvación. Nuestra fe en el Crucificado es el fundamento de nuestra esperanza. Al acercarnos procesionalmente a la cruz, reconozcamos a Jesús como nuestro único Salvador y Redentor, y adorémoslo. Monición a la sagrada comunión Ahora se trae el Pan que fue consagrado en la celebración de ayer y con Él comulgaremos. Al comulgar expresemos y vivamos la unión con Aquel que se entregó por nosotros en la Cruz. Monición final Después de haber sido testigos del amor del Padre por nosotros, al entregarnos a su propio Hijo, con la gracia del Espíritu Santo y en compañía de la Bienaventurada Virgen María, prolonguemos en el silencio de hoy y de mañana la contemplación del Misterio de la Pasión, y preparémonos al gozo de la Resurrección.

Lun 3 Abr 2023

Los amó hasta el extremo

JUEVES SANTO (Misa vespertina de la Cena del Señor) Abril 6 de 2023 Primera Lectura:Éxodo 12,1-8.11-14 Salmo: 116(115),12-13.15 y 16bc.17-18 Segunda Lectura: 1Corintios 11,23-26 Evangelio: Juan 13,1-15 I. Orientaciones para la Predicación Introducción Las prescripciones sobre la comida pascual (1ª. lectura) fueron seguidas por Jesús en la última cena con los suyos, él cambió el contenido de las bendiciones judías sobre el pan y el vino, y las refirió a su cuerpo y sangre (2ª Lectura) y lo confiesa el salmo. Y en el Evangelio, Jesús completa el sentido de la pascua como el mayor servicio al Padre y a las personas. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? Éxodo 12,1-8.11-14: Pascua: el paso de la esclavitud a la libertad La Pascua es una fiesta de liberación cuyos orígenes se remontan a usos anteriores a la pascua judía. Los pastores antes de emprender su viaje, en busca de pastos para sus rebaños, en la noche de luna llena, más cercana al equinoccio de primavera, sacrificaban un cordero o un cabrito menor de un año, macho, sin defecto; para no perder su energía vital, al comerlo evitaban romperle los huesos. Y por estar en una región desértica, sin agua, el animal no era cocido, sino asado al fuego. Con su sangre rociaban las entradas de sus tiendas para evitar los espíritus malignos portadores de desgracias y enfermedades. Y al partir antes de la salida del sol, comían de prisa, calzadas las sandalias y el bastón en la mano listos para caminar. 1Corintios 11,23-26: Para ser pan partido y vida desgastada para los demás He aquí el testimonio más antiguo de la celebración eucarística de los cristianos. Pablo habla de una nueva pascua, con el anuncio de la liberación bajo el signo de la sangre, ahora transformado en pan y vino. Es el rito de la alianza judía y de la reconciliación, con paralelos para superar la pascua judía con la pascua de Jesús: La noche de la salida de Egipto/la noche de la pasión; el cordero del éxodo/el cordero pascual; memorial de las pruebas del desierto/memorial del sacrificio de Jesús. Juan 13,1-15: El servicio signo distintivo de Jesús y sus seguidores En el relato el verbo “lavar” asoma siete veces con un sentido de totalidad. Lavar los pies era una acción para un esclavo -no hebreo- con el patrón, la mujer con su esposo, los nietos con sus abuelos, los hijos con el padre (1Sam 25,41) y se usaba antes de la cena y no “mientras cenaban”, como en este caso (Jn 13,2). Entre los judíos, los alumnos lavaban los pies de su rabí, de su maestro. Con Jesús sucede lo contrario. Jesús destruye la idea que las personas están al servicio de Dios como si fueran esclavos o criados. El Dios Padre de Jesús no obra como un rey con sirvientes, sino como un servidor de los seres humanos. Cuando Jesús quiere lavar los pies de Simón Pedro (v6), el discípulo resiste el gesto y reitera su rechazo (v8). Simón capta el significado profundo del gesto. El discípulo debe hacer lo mismo de Jesús y Simón Pedro no está dispuesto a ello. La reacción de Pedro no es un signo de humildad, al contrario, rechaza obrar como su maestro en la comunidad. Pedro insiste en su resistencia: “Señor, no solo los pies, sino también las manos y la cabeza” (v9). Pedro juega la última carta, intenta desviar el gesto de Jesús hacia el rito judío de purificación, en el cual eran esenciales las abluciones de la cabeza y las manos. Pero, Jesús corrige a Pedro. Hace puro, no un rito de purificación al estilo judío, sino asumir este servicio, lavar los pies, servir a los demás, hacer el bien, evitar el mal. “Después de lavar los pies de los discípulos, Jesús tomó el manto, volvió a la mesa y les dijo: ¿Comprenden lo que he hecho?” (v12). Es esencial en el relato la comparación de esta frase (v12) con el v4. Jesús se levantó de la mesa y ahora regresa; se quitó el manto y ahora lo retoma; se ciñó a la cintura una toalla -como un delantal- pero ahora, en el v12, no desata su delantal. La toalla ceñida se transforma en el signo distintivo de la acción de Jesús y de la presencia de Dios Padre al servicio de todos. Jesús nunca se quitó el delantal impronta de su incesante servicio a la entera humanidad. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? La Pascua judía, unida a la liberación de Egipto, se actualiza en la liturgia, es decir “sucede” cuando ellos son los protagonistas y el pasado está vivo; viene para celebrarlo hoy y proyecta a los creyentes al futuro. La mención de la sangre nos introduce en un núcleo de la biblia hebrea y por ella se opera la continuidad entre la Pascua judía y la Pascua cristiana. Pascua es la gran fiesta de la liberación de la servidumbre y de la muerte, donde la sangre del cordero significa también la entrega de la vida; más aún, Egipto en la biblia es la tierra de la opresión y la injusticia; la salida de Egipto es liberación de la esclavitud y de la maldad. Cuando el Jueves Santo asumimos la tradición de la Iglesia, la importancia de celebrar como comunidad la fiesta de la Eucaristía, el mandato al amor oblativo y la institución del Sacerdocio, cada uno de los creyentes se compromete a construir con sus acciones los espacios necesarios para crecer en la solidaridad, en la capacidad de servicio, de tolerancia y respeto de sus hermanos. La propuesta pascual de Jesús no está muerta, sigue viva en las decisiones de los creyentes de hoy. Una Iglesia pobre, servidora de la humanidad, estará siempre cerca de quienes aspiran a una liberación completa para los caminantes del éxodo cotidiano. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? El servicio desinteresado y ejemplar de Jesús elimina los estratos en su comunidad porque cada uno es libre; todos señores por ser servidores, y el amor produce libertad. Los discípulos tienen igual misión: crear una comunidad de iguales y libres. Jesús destruye la pretensión de poder, la grandeza y erigirse como superior a los demás. ¿Esta semana santa suscita en mí una acción a favor del servicio y el compromiso con mi comunidad y con la sociedad? ¿Cuál es mi decisión? _______________________ Recomendaciones prácticas: Los sacerdotes que han celebrado para el bien del pueblo o han concelebrado en la Misa Crismal, pueden concelebrar en la Misa Vespertina. «Invítese a los fieles a una adoración prolongada del Santísimo Sacramento en la reserva solemne. En esta ocasión es oportuno leer una parte del evangelio de San Juan (cap. 13 al 17).» (Circular sobre las Fiestas Pascuales, n. 56). II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Con la celebración del Jueves Santo comienza el gran Triduo Pascual: tres días en los cuales celebramos la pasión, la muerte y la resurrección de Jesús. El Jueves Santo, en la Cena del Señor, nos unimos a Jesús quien celebra con los suyos tres significativos regalos de fe: en primer lugar, la institución de la Eucaristía, el sacramento del Cuerpo y la Sangre de Cristo. En segundo lugar, Jesús nos entrega su testamento, el mandamiento del amor. Y, por último, la institución del sacerdocio para servir a la comunidad, con el testimonio, la palabra, el ministerio y los sacramentos. Dispongámonos para vivir esta celebración como memorial de la última Cena y el lavatorio de los pies, celebrados por Jesús antes de su pasión y muerte por nuestra salvación. Monición a la Liturgia de la Palabra La Palabra de Dios viene a iluminar con poder nuestra historia personal de vida: “éramos esclavos del faraón de Egipto y el Señor Dios nuestro nos hizo salir de allí con mano fuerte y brazo extendido”. El jueves por la tarde, Jesús nos ha iniciado a la integridad del Misterio Pascual y así continúa haciéndolo a lo largo del tiempo, en la actualización eucarística. Entre la mesa del aquel jueves santo y nuestra mesa eucarística hay una conexión directa. Ya en el cenáculo se celebra el misterio pascual en su integridad, en la misa está presente el Cristo que venció la muerte y se anticipa el banquete eucarístico o “festín mesiánico” de la Parusía (Is 25,6-9). Escuchemos con atención. Monición al Lavatorio de los pies El lavatorio de los pies, quiere ser un símbolo del servicio sacerdotal. Jesús lo hizo con sus discípulos el día de la Ultima Cena. Él, al lavar los pies a los suyos, se hace su servidor y les da a ellos categoría de señores, elimina todo rango, pues en su comunidad cada uno ha de ser libre, son todos señores que sirven al hermano. El sacerdote, haciendo las veces de Cristo, realiza el signo del servicio y del amor que hemos de prestarnos los unos a los otros, como una consigna para nuestra comunidad. Monición a la preparación de los dones Las ofrendas de hoy adquieren un significado profundo: el testimonio cristiano de la caridad nace del ejemplo de Cristo que se entregó totalmente por todos. Lo que somos y lo que tenemos se haga siempre ofrenda agradable al Padre, por el Hijo en el Espíritu. Monición a la procesión del Santísimo Sacramento La Iglesia quiere velar con Jesús en la hora decisiva de su existencia. Por eso en este momento iniciamos la procesión con Jesús Eucaristía al altar de la reserva para nuestra adoración. El Señor nos pide velar y orar para no caer en la tentación. Hoy, es un día de mucha oración agradeciendo los dones recibidos de la Eucaristía, el sacerdocio y el mandamiento del amor, y pedirle al Señor que se entrega por nosotros, que nos regale la paz y la reconciliación, bendiga nuestras vidas, familias y proyectos y nos conceda la perseverancia en nuestras buenas intenciones y radicalidad en nuestra fidelidad a Él y a su Palabra. Oración Universal o de los Fieles Presidente: En este día santo en que Jesús se entrega en el sacramento del amor, dirijamos al Padre nuestras súplicas confiadas: R. Señor, ayúdanos a servir a los demás. Por el Papa, los Obispos y los sacerdotes: para que vivan su sacerdocio como servicio incansable, especialmente con los más pobres y marginados. Por todos los gobernantes: para que, en Jesús, que lava los pies a los apóstoles, sepan reconocer los grandes signos de servicio y entrega que se deben multiplicar en todas las acciones en favor del bien común. Por los que favorecen las guerras, violencias y divisiones: para que este memorial de la santa Cena haga resonar en sus corazones la ardiente llamada a vivir en comunión, como auténticos hermanos que se congregan en el sacramento de la unidad. Por las vocaciones: que en este jueves sacerdotal sean muchos los jóvenes que se motiven a servir al Señor en el sacerdocio, la vida religiosa o misionera y anuncien con amor el Evangelio. Por todos nosotros que participamos en la Eucaristía: para que trabajemos por vivir en comunidad los mismos sentimientos de Cristo y seamos testigos creíbles del amor de Dios y de la entrega de Cristo. Oración conclusiva Dios Padre, que entregas a tu Hijo por amor, mira con bondad estas súplicas que te presentamos. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén.

Mié 29 Mar 2023

Bendito el que viene en nombre del Señor

DOMINGO DE RAMOS EN LA PASIÓN DEL SEÑOR Abril 2 de 2023 Primera Lectura: Isaías 50, 4-7 Salmo: 22(21),8-9.17-18a.19-20. 23-24 (R. 2a) Segunda Lectura: Filipenses 2, 6-11 Evangelio: Mateo 26, 14 - 27,66 I. Orientaciones para la Predicación Introducción En el domingo de ramos la Iglesia recuerda la entrada de Cristo, el Señor, en Jerusalén para consumar el misterio pascual. Hoy se lee el relato de la Pasión, con el fin de que la Cruz de Cristo domine toda la semana, desde el domingo de ramos hasta el domingo de la resurrección. Dentro de todas las escenas que expone la liturgia de la palabra, el relato de la pasión y muerte de Jesús que presenta Mateo, para inaugurar esta semana mayor, destaca tres escenas en particular: • Primera, que la última cena de Jesús fue una cena pascual. Lo que estaba mandado a los israelitas de recordar el significado de aquella comida, Jesús lo explica desde el sentido de la nueva cena pascual, que consiste en el carácter sacrificial, de cómo la sangre de Cristo es derramada para la remisión de los pecados. • Segunda, la escena del monte de los olivos. Resalta la humanidad de Jesús, él siente miedo al vislumbrar que la muerte se avecina, experimenta la traición de sus amigos y la lejanía del Padre. • Tercera, el Sanedrín legaliza la muerte del inocente, pero Jesús argumenta que su mesianismo no es político, sino que es el Mesías sufriente, manso y humilde. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? De los episodios más sonados en el relato de la pasión son la traición de Judas y las negaciones de Pedro. A pocos días de celebrar la pascua cristiana, el evangelio nos sitúa en el momento inaugural de dicho acontecimiento. Judas toma contacto con la parte contraria y comienza a vislumbrarse de modo definitivo la muerte de Jesús; el traidor pacta el precio que se pagaba por un esclavo. (Ex 21,32). Judas movido por la codicia se aparta del resto de los discípulos para sacar ventaja económica entregando al Señor. Así pues, los tres anuncios de la pasión (Mt 16,21-23; 17,22-23 y 20,17-19) más las palabras de Jesús al terminar el discurso de las parábolas; "sabéis que dentro de dos días se celebra la Pascua y el Hijo del hombre va a ser entregado para ser crucificado" (26,2), tienen un valor profético ya que la muerte pronto llegará. Por su parte Pedro lo negó por tres ocasiones consecutivas, lo seguía de lejos y llegó hasta el punto de afirmar “que yo a ese hombre ni lo conozco”. Al final ambos se arrepintieron. El arrepentimiento de Judas se convirtió en degeneración y se transformó en autodestrucción, puesto que decidió ahorcarse (Mt 27,3-5), Pedro, por su parte, tras su caída se arrepintió y encontró perdón y gracia, debido a que lloró amargamente su pecado. (Mt 26,75). Con todo, a Judas lo podemos mirar, además de personaje histórico, como a un personaje que desempeña un papel corporativo, en el cual los discípulos de Jesús, de aquel entonces y los de todos los tiempos pueden proyectar su propia vida. La codicia y el deseo de sacar ventajas siempre han sido temas vigentes que pueden llevar a entregar a Jesús, bajo distintas modalidades. Entre ellas: cambiarlo por dinero, por el deseo de estar del lado del más fuerte; o negociarlo por cualquier otra seducción en razón de que él no ofrece las satisfacciones pasajeras que el mundo si brinda. En consecuencia, la pretensión de encontrar la felicidad en realidades distintas a las que Jesús propone, no fue un asunto ajeno para los Doce, ni tampoco lo ha sido para los discípulos de todas las épocas. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? En los compañeros de Judas existió la posibilidad de adelantarse al plan del traidor; esto lo confirma las palabras de Jesús orientadas a los Discípulos: "Os aseguro que uno de vosotros me va a entregar". Ellos muy entristecidos dudaban si sería alguno distinto a Judas el que lo iba a traicionar, por eso preguntaban uno tras otro: "¿Soy yo acaso Señor?" Evidentemente contemplaron adelantarse al proyecto de Judas. ¿Qué los haría dudar? Quizá vacilaron en el seguimiento que reclama fidelidad por siempre, pues las expectativas que ellos tenían eran diferentes a las que Jesús les proponía, también es posible que el riesgo que corrían por estar de parte de Jesús los convertía en objetivo de las autoridades judías y romanas. Pero más allá de todo, ¿Cuál sería la razón por la que resistieron a la tentación en este caso? Con precisión no lo sabemos, sin embargo, el evangelio pone de relieve, cómo al comienzo solo uno se apartó del grupo y pactó la entrega de Jesús; mientras el resto permanecía congregado y unido a Jesús, pese a las amenazas que asumían al estar del lado de él. Hay que poner de relieve cómo los compañeros de Judas siempre se refirieron a Jesús con el título de Señor (Kirios), mientras que Judas fue el único en dirigirse a él como maestro (didaskale). Hay mucha diferencia entre Señor y maestro. Mientras Jesús sea el Señor de nuestra vida resistiremos mejor a las tentaciones de traicionarlo o negarlo, pero si es un maestro más, como cualquier otro líder de la historia, la celebración de estos días santos serán solo manifestaciones externas y sin efectos en el interior del corazón. Más allá de juzgar la conducta de Judas, ahora se trata, más bien, de revisar nuestra respuesta discipular. A Jesús le pedimos en este domingo de ramos, que nos otorgue la gracia de conocernos más a fondo y que al detectar nuestras motivaciones, elijamos borrar todo comportamiento que se asemeje al de Judas traidor y al de Pedro que lo negó, que, pese a que las tentaciones nos lleven al límite de nuestras fuerzas, aun así, tengamos el valor suficiente para estar del lado de Jesús y no de la parte contraria de él. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? ¡Oh Dios! En esta semana mayor, haz que reproduzcamos la acritud de aquella gente que tendía sus mantos por el camino para el paso de Jesús por las calles de Jerusalén, que nosotros tendamos el manto de la generosidad, de la entrega y del desprendimiento de nuestras seguridades. Haz que nuestras certezas las encontremos en ti y en tu Hijo Jesucristo, danos la gracia de demostrar nuestro mejor signo de confianza y fidelidad, siguiendo los pasos de Jesús hasta el final y tomando la propia cruz cada día. Como las posibilidades de perversión humana son muchas, te imploramos fuerza de voluntad para evitar traicionar la confianza que nos brindas y para apartarnos de todo gesto de negación a tu nombre. Para alcanzar tan nobles ideales, suplicamos la gracia de vivir estos días santos con intensidad, aprovechando todos los medios espirituales que encontremos en el transcurso de estos días santos. _______________________ Recomendaciones prácticas: • Tener presente que hay tres formas de conmemorar la entrada del Señor a Jerusalén. (MR p. 129 ss.). Convocar para esta procesión de manera especial a los niños y jóvenes. • Al concluir la procesión y llegar al altar se omiten los ritos iniciales y se prosigue con la oración colecta. • Para la lectura de la Pasión no se llevan cirios ni incienso, se omite el saludo y la signación del libro; la ausencia de estos signos manifiesta la austeridad de estos días. Al proclamar la muerte de Cristo se debe hacer una pausa para guardar silencio y ponerse de rodillas durante unos instantes. • Para la lectura de la Pasión se sugiere que se proclame entre tres lectores, y reservar la parte propia de Cristo para que la lea el sacerdote. • Tener en cuenta que tiene prefacio propio: “La Pasión del Señor”, Misal, p. 138. • Se puede emplear como oración de bendición sobre el pueblo, la propia para este domingo, MR pág. 139. • Evangelizar la piedad popular: conviene instruir a los fieles en que lo más importante en este día es la celebración de la Misa y, en ella, la lectura de la Pasión del Señor. Es importante realizar la bendición y procesión con su carácter litúrgico y darle el aspecto de una “Puerta de la Semana Mayor. La cual incluye los actos litúrgicos y los de la piedad popular. II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Como Iglesia peregrina, hemos caminado durante la cuaresma para llegar a la conmemoración de la pasión, muerte y resurrección del Señor. Al participar en esta celebración disponemos nuestro ser para recorrer el mismo camino de Jesús que triunfante entra en Jerusalén y sube hacia el calvario para consumar su obra de salvación, verdadero sacrificio que se renueva en la eucaristía. Monición a la Liturgia de la Palabra La Palabra de Dios nos invita a contemplar a Cristo como el siervo doliente que en la pasión es condenado injustamente para otorgarnos la salvación. San Pablo nos recuerda que Cristo siendo Hijo de Dios al sufrir la humillación, fue exaltado a la derecha de Dios Padre. Que al escuchar la pasión de Cristo permanezcamos en actitud de silencio para contemplar la obra salvífica de Dios que entregó a su Hijo para nuestra redención. Oración Universal o de los Fieles Presidente: al Padre que en la pasión nos ha entregado a su Hijo para la salvación, elevemos nuestras suplicas unidos a la oración de toda la Iglesia. Digamos juntos: R. Por la pasión de tu Hijo, escúchanos Padre. 1. Oremos por el Papa Francisco, para que viviendo la pasión de Cristo nos ayude a entrar en el camino de la purificación a través de la cruz del Señor. 2. Oremos por los gobernantes de las naciones, para que en todo busquen la justicia y el bien entre los pueblos. 3. Oremos por los que sufren, los pobres, los encarcelados y los abandonados, para que la cruz de Cristo sea la fuerza que los conforte durante la prueba. 4. Oremos por lo que se preparan para recibir el bautismo en la vigilia Pascual, para que la gracia de Dios les otorgue la vida nueva del Espíritu. 5. Oremos por todos los que celebramos estos días santos, para que vivamos con espíritu de fe los misterios de la pasión, muerte y resurrección de Cristo. Oración Conclusiva Dios Padre bueno, escucha las suplicas de tu Iglesia en oración para que al seguir el camino de la cruz de tu Hijo nos dispongamos para ser partícipes de su gloriosa resurrección. Por Cristo, Nuestro Señor. R. Amén.

Jue 23 Mar 2023

Yo soy la resurrección y la vida

QUINTO DOMINGO DE CUARESMA Marzo 26 de 2023 Primera Lectura: Ezequiel 37, 12-14 Salmo: 130(129), 1-2.3-4.5-6ab.6c-8 Segunda Lectura: Romanos 8, 8-11 Evangelio: Juan 11, 1-45 I. Orientaciones para la Predicación Introducción Este quinto domingo de cuaresma, nos enfatiza la bondad y misericordia de Dios que mantiene su apuesta por la humanidad hasta los momentos más insospechados de la existencia humana; en ese sentido podemos meditar en tres apreciaciones que se entrelazan: -Dios espera contra toda desesperanza que los hombres nos acojamos a la salvación que Él nos brinda; -Dios en su misericordia ha puesto múltiples instrumentos de apoyo al hombre para que se convierta y recupere su vida plena, a lo largo de toda su existencia humana; -En los últimos tiempos nos ha dejado en la obra redentora, liberadora y salvadora de su hijo Jesucristo, en su evangelio de verdad, justicia y amor-solidaridad la posibilidad, para todo ser humano de lograr, aún en el momento de la más profunda degradación espiritual y humana, renacer, si es capaz de reconocer su condición de pecado y acoger la gracia del bautismo con la fuerza del Espíritu Santo para resucitar con Cristo. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? El profeta Ezequiel, nos recuerda que Dios nos creó como él, seres comunitarios, por eso el pecado original tiene implicaciones en toda la humanidad y los pueblos se afectan por el pecado de cada uno de sus miembros, la comunidad está enferma por el pecado, y el pueblo de Israel, en el momento en que Dios suscita el profetismo de Ezequiel, estaba muerto por un pecado compartido, y aunque el verso previo, versículo 11, expresa la desesperanza de este pueblo, “el fin ha llegado para nosotros”, Yahvé les ofrece la esperanza de la resurrección por la acción de su Espíritu vivificador. El Salmo 130, por su parte nos muestra que el ser humano que, en medio de su degradación por el pecado, tiene la sensatez y humildad de reconocer su condición de caído, pero se acoge a la bondad misericordiosa de Dios, y asume con voluntad, tomar el camino de conversión con la gracia del Espíritu, puede recuperar su vida, no solo la redención sino la salvación plena. Esta alusión del salmo 130 es confirmada por el apóstol Pablo en la carta a los romanos quien, bajo la forma binaria: Espíritu, es decir la aceptación de la verdad de Dios, de su proyecto de vida que nos transmite el espíritu, versus la carne, es decir la acogida al contraproyecto de Dios que implica negarnos al Espíritu de Dios a su propuesta de vida en la verdad, la justicia y el amor, nos muestra que toda persona , a pesar de ceder a la tentación de la carne, en concreto, a la mentira, la injusticia y el egoísmo, por muy sumido que se encuentre, si se acoge a la misericordia de Dios y decide volver al espíritu que siempre está latente en su conciencia y voluntad, podrá resucitar con cristo, la clave está en ceder ente el Espíritu vivificador. Finalmente, el Evangelio de Juan nos muestra uno delos tres milagros o señales de reanimación que Jesús realizo, Jesús devuelve a la vida temporal a su amigo Lázaro, a pesar de que llevaba 4 días muerto, es significativo que en el relato, la gente comentaba que Jesús hubiese podido hacer algo para evitar que Lázaro muriera y consideraban que había llegado tarde, ante la muerte ya Jesús no podría hacer algo, pero Jesús pide a María y Martha hacer un reconocimiento de fe o confianza en su palabra, “ si crees vas a ver la gloría de Dios. Su gloría radica en que, él como ungido, escogido y enviado de Dios padre, puede restaurar la vida, y si puede restaurar la vida plena en el Espíritu Santo, con mayor razón puede restaurar la vida temporal. A pesar de los días que habían transcurrido tras la muerte de Lázaro, Jesús, en comunión con el Padre devuelve a la vida temporal a Lazaro. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? En los evangelios, Jesús aparece restaurando la vida temporal, es decir reviviendo a tres persona muertas, pero en distintos tiempos de haber acaecido su muerte: A la Hija de Jairo la revive a pocos minutos de su muerte (Mt 9,23-26), acababa de morir; al hijo de la viuda de Naín, lo revive en la calle, camino al cementerio; lo llevaban a sepultar, habría pasado algo más de un día (Lc7,11-15); con Lázaro, ya habían pasado cuatro días desde su muerte, por tanto no había motivo de esperanza para una manifestación especial de Jesús respecto a su amigo Lázaro. Pero esa muerte natural, es reflejo de la muerte espiritual de los hombres y Jesús quiere dejar un mensaje claro al revivir a un amigo que ya parecía no tener ninguna esperanza de reanimación, como parece no tener esperanza de resurrección quien ha cometido tal nivel de pecado o de pecados que ha prácticamente liquidado su espíritu; ya no tendría esperanza de redención. Pero Jesús muestra que él viene a hacer realidad lo anunciado y prefigurado por el profeta Ezequiel, en el sentido de que, por muy grave y profundo que sea el pecado que pudiera tener al hombre muerto en vida y llevarlo a considerar que ya no tiene arreglo, si quiere, si con humildad reconoce que se ha degradado hasta la muerte de su espíritu, pero toma la decisión de acoger el amor que Dios le ofrece, puede si quiere, renacer y recuperar su vida plena. Un renacer que implica conversión, reparación y resiliencia, haciendo realidad una nueva afirmación: la conversión de lo pésimo es lo óptimo, y ello solo lo puede el hombre si se deja llevar por el Espíritu de Dios recibido en el bautismo, como antípoda de la expresión que refleja el daño que hace el demonio al hombre que acoge el mal: “la corrupción de lo óptimo es lo pésimo”. El llamado que nos hace Jesús hoy es a no perder la esperanza de que seremos capaces de luchar contra el pecado y recuperar no solo la salud sino la vida espiritual plena, si reconocemos que, sólo siguiendo a Jesús, podremos reencausar nuestra vida por los senderos de la restauración de nuestra dignidad humana y de la dignidad de a quienes hemos negado con nuestros pecados. Podremos como lázaro, así llevemos varios días muertos, resurgir con cristo y vencer al príncipe de la muerte. Pero no olvidemos que en muchas parábolas Jesús nos advierte que sólo tenemos este tiempo terrenal para la conversión y acogernos a la misericordia del Padre Eterno. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? La palabra de Dios prescrita para la liturgia de este domingo, tiene mucha relación con la advertencia que nos ha hecho el Señor Jesús: Todo pecado podrá ser perdonado, menos uno, el pecado contra el Espíritu Santo, es decir el negarnos a aceptar la gracia del Espíritu Santo que recibimos en el bautismo, porque esa negación nos impide reconocer que necesitamos del perdón de Dios, que necesitamos convertirnos de los pecados que van matando nuestro espíritu, negarnos o blasfemar al espíritu Santo es negarnos a recibir la gracia redentora de Cristo compartida a través de la acción del mismo Espíritu Santo. Por eso, hoy, en el marco de esta eucaristía, supliquemos al Señor Jesús, que nos mueva a la humildad y apertura al Espíritu Santo, para acoger su gracia y actuar, movidos por la fortaleza de Fe, que transmite ese mismo Espíritu, para vivir a la manera de Jesús y ver la gloria de Dios. Fe, creer, es hacer, pidamos a Jesús que nos mueva a acoger el espíritu que nos ha compartido junto con el Padre, para que podamos retornar a la vida plena, como retornaron los huesos secos presentados por Ezequiel, como retorno Lázaro; en una palabra, aceptar dócilmente las orientaciones del Espíritu Santo que nos fue dado en el bautismo, para hacer, obrar o vivir en la fe de tal modo que podamos “ver la gloría de Dios”. _______________________ Recomendaciones prácticas: • En este domingo se celebra el tercer escrutinio de preparación para el Bautismo de los catecúmenos que serán admitidos, en la Vigilia Pascual, a los sacramentos de Iniciación Cristiana, usando las oraciones e intercesiones propias, como se encuentran en las pp. 804-805 del Misal Romano. • Visitar a nuestros enfermos y motivarlos a reconciliarse con quienes pudieran tener alguna discordia pendiente; aprovechar en lo que queda de la cuaresma para hacer, con docilidad al Espíritu Santo una revisión plena y honesta de vida, establecer los cambios o conversiones que debemos dar, y no dejar morir nuestro espíritu, sino configurarlo con Cristo resucitado. II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa La misa constituye un punto de llegada celebrativa, llegamos ante el altar de la palabra y el pan, para poner ante Dios y la comunidad, nuestros esfuerzos de la semana que pasó, por hacer las cosas a la manera de Dios y también constituye un punto de relanzamiento porque, apoyados en las gracias que recibamos hoy en esta celebración, podremos meditar y discernir con sentido cuaresmal, cuáles son los nuevos compromisos y vías que nos permitirán crecer y superar los riesgos y vacíos que aún nos pueden tener distanciados en el camino hacia la identificación plena con Dios, en Cristo y su comunidad Iglesia. Participemos con ánimo y esperanza. Monición a la Liturgia de la Palabra La palabra de Dos, hoy, nos recuerda que nuestra vida temporal constituye el tiempo y el espacio en el cual construimos nuestra historia como historia de salvación o de condenación. Con Cristo y el Espíritu Santo podemos recorrer y hacer de nuestra historia un caminar por la vida eterna, en la medida que la vivimos en sintonía con la voluntad de Dios, de amarnos unos a otros, y que sólo tenemos esta vida para corregir y retomar nuestro caminar histórico con Cristo y la Comunidad hacia la gloría de Dios; escuchemos con atención. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Dirijamos nuestras suplicas al Padre que siempre atiende a sus hijos y digámosle con fe y esperanza: R. Padre misericordioso, escúchanos. 1. Por la Iglesia universal, que peregrina en la historia, para que en cada uno sus miembros, desde el santo Padre Francisco, los obispos, ministros ordenados, religiosas, religiosos y laicos podamos motivar a todas las personas con quienes interactuamos en el camino de la evangelización, a acoger el plan de vida que Dios nos ofrece marcado por el amor como respeto, servicio y solidaridad hacia los demás y asuman con sinceridad los propósitos de conversión que sus conciencias les determinen. 2. Por quienes, desde los distintos órganos de poder, conducen y gobiernan las naciones, especialmente a nuestro país, para que aprovechen este tiempo cuaresmal como oportunidad para evaluar su desempeño de servicio al bien común y sirviéndose de la gracia del Espíritu, logren discernir los ajustes que les permitan crecer en su capacidad de servicio al progreso y la convivencia de los ciudadanos a los que sirven. 3. Por todos los bautizados en nombre de la trinidad, para que, acogiendo la gracia bautismal, no nos consideremos totalmente convertidos, sino que dóciles al Espíritu santo mantengamos una humilde y sincera actitud de revisión permanente de vida, para asumir los compromisos de conversión que nos permitan morir al pecado y resucitar con Cristo Jesús. 4. Por cada uno de los que habitamos este país, para que desde nuestras convicciones religiosas y o éticas humanistas, procuremos actuar en coherencia con esos valores que decimos acoger desde dichas convicciones, de modo que vivamos con mayor satisfacción y paz interior y aportemos al mejor vivir de nuestros conciudadanos. 5. Por las personas que sufren todo tipo de negación de su dignidad humana y negación de sus derechos, para que, manteniéndose firmes en su fe, no caigan en la desesperanza y no permitan que quienes atentan contra sus cuerpos también maten su espíritu y a nosotros muévenos, al compromiso solidario con estas personas que sufren. Oración conclusiva Todas estas intenciones te las presentamos, padre bueno, por intercesión de tu hijo Jesucristo que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. R. Amén.  

Jue 16 Mar 2023

Él fue, se lavó, y volvió con vista

CUARTO DOMINGO DE CUARESMA «Laetare» Marzo 19 de 2023 Primera Lectura: 1 Samuel 16,1b.6-7. 10-13a Salmo: 23(22),1-3a.3b-4.5.6 (R. cf. 2a) Segunda Lectura: Efesios 5,8-14 Evangelio: Juan 9,1-41 I. Orientaciones para la Predicación Introducción Desde el encuentro personal con la Palabra de Dios, los textos para este domingo nos ofrecen reflexionar sobre: • Dios ve el corazón, el hombre las apariencias. • El buen Pastor. • Jesucristo, luz del mundo que vence las tinieblas del pecado. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? Este cuarto domingo de cuaresma, Laetare (gozo y alegría por la cercanía de la Pascua), en que se lee el capítulo noveno del Evangelista según san Juan, nuestro Señor Jesucristo se manifiesta como la luz del mundo que vence las tinieblas del pecado y de la muerte. El evangelista San Juan muestra a Jesucristo como la Luz, mediante una pieza magistral de la narrativa propia del ciego de nacimiento. Este Evangelio, introduce al lector en una narrativa fascinante, que esconde una enseñanza profunda sobre la identidad de Jesucristo que se devela progresivamente. En esta narración el evangelista ilustra dos formas pedagógicas de la narrativa: el contraste y la espiral. El contraste, ya que constantemente está contraponiendo la Luz con las tinieblas, la Gracia con el pecado, la Resurrección con la muerte; y la espiral, que es la forma progresiva de ir develándose el Señor, y de irse descubriendo a quienes tienen un encuentro personal con Él. Por tanto, en este contraste el evangelista muestra, mediante la narración, que Jesucristo es la Luz que vence el pecado y la muerte-tinieblas, manifestadas en un hecho real de la ceguera física. Los judíos daban una explicación heredada de la tradición para quienes nacieran con un defecto físico, asociándolos a un malestar espiritual, producto de un pecado; así, la ceguera, era consecuencia del pecado heredado de sus padres o ancestros. Jesucristo corrige esta interpretación mostrando que las deformaciones congénitas o las enfermedades, no corresponden estrictamente a una consecuencia de una vida moral pecaminosa; y se vale de la debilidad, usándola como oportunidad para generar una nueva interpretación, una nueva creación, una oportunidad de mostrar la obra perfectísima de Dios en la creación, mediante la Redención de Jesucristo, Dios hecho hombre. En esta misma línea, se manifiesta Jesucristo, quien vence las tinieblas, por medio de la Luz, con una nueva creación. Él hace nuevas todas las cosas, Él vino al mundo a renovar y a redimir. El hecho simbólico de usar barro y soplar, agua y enviar a lavarse, purificar, indica el sentido de una nueva creación. En el relato de la creación que se encuentra en las primeras páginas del Génesis, Dios crea al hombre Adán, con este gesto simbólico del barro e insufla aliento de vida. Jesucristo, Dios hecho hombre, que obra sobre la creación, la restaura, la perfecciona y le da un nuevo sentido, un nuevo horizonte de vida. En este mismo sentido se mueve la segunda lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Efesios, puesto que el apóstol contrasta la luz con las tinieblas, usando la figura de la noche y la oscuridad, con la figura del día con la luz. Jesucristo, es la Luz que no tiene ocaso, que vence las tinieblas del pecado y de la muerte, mediante la resurrección y la vida definitiva. Será en la noche de la Pascua, dónde se develará el misterio escondido, en el que Jesucristo, Luz del mundo, mediante el Cirio Pascual encendido del Pregón Pascual, vence toda oscuridad, tiniebla, pecado y, sobre todo, vence la muerte con su Resurrección. Otro aspecto que muestra el Evangelio, es que la ceguera no es simplemente física, sino que hay una ceguera espiritual, que impide ver la obra de Dios, que obstaculiza la fe, mediante el increencia; por ello, el evangelista san Juan también va a indicar este contraste entre los ciegos que no ven, aunque vean físicamente, pero que, en realidad, están ciegos, porque no creen en la obra de Dios, que vence las tinieblas del mundo. La otra forma pedagógica que usa el Evangelista San Juan es la narrativa de la espiral. En el capítulo nueve, se va mostrando de una manera progresiva, en un crescendo, la forma cómo se va realizando un itinerario de fe de una persona que no conoce al Señor, porque era ciego, hasta el punto de ser interrogado sobre él y su identidad, y desde dentro va emergiendo la forma como va creciendo el conocimiento del Señor desde lo físico hasta lo espiritual. Al principio, el ciego de nacimiento ignoraba la identidad de quién era Jesús, y poco a poco va pasando por pruebas de interrogatorios, que empuja a la persona a buscar, saber dar respuesta a quienes le preguntan; y así, paulatinamente, indicar que se trata de un profeta, da cuenta con sus palabras, que es el Señor, y finalmente, capaz de manifestar que es discípulo, de confesar que cree en el Señor y postrarse ante Él, asumiendo las consecuencias de ser expulsado de la sinagoga. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? Las lecturas de este domingo invitan, tanto personal como comunitariamente, a revisar cuáles son aquellas tinieblas, oscuridades, pecados que impiden ver la Luz de Cristo, manifestada en cada uno de nosotros desde el Bautismo. Los textos sagrados invitan a hacer un recorrido progresivo de nuestra historia de fe. Identificar los momentos, en que, de manera ciega, ignorábamos, desconocíamos, o no veíamos las obras de Dios en nuestra vida. Instantes de la vida de desolación, oscuridad y hasta crisis y pérdida de la fe. La Palabra de Dios, invita, sin ambages, a no quedarse en las tinieblas, a identificar esos instantes de oscuridad, en donde la luz, puede vencer las tinieblas, en dónde Jesucristo está rompiendo los moldes de nuestros egoísmos y pecados y está ungiendo nuestro barro, haciendo nuevas creaturas e invitando a que renovemos nuestra fe, nuestra esperanza y nuestro amor. El Evangelio nos invita a que busquemos en la Iglesia la piscina probática, dónde lavarnos; la fuente bautismal, donde como manantial de agua viva nos brinda la oportunidad de verlo, sentirlo, experimentarlo en nuestra vida; pero también, de confesar su nombre, sin miedo a que seamos rechazados. El mundo de hoy se debate entre las tinieblas y la luz. Los cristianos de hoy serán, con su testimonio de vida, quienes puedan mostrar al mundo la vida nueva que Jesucristo realiza en la comunidad, mediante la alegría del Evangelio, la fe de poder creer en Él, y la esperanza de poder brindar al mundo desahuciado, razones para seguir esperando mediante la vivencia fraterna del amor. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? Pedimos al Señor que podamos ser discípulos misioneros al encuentro de Jesucristo vivo y resucitado, mediante el compromiso misionero de ser instrumentos de salvación, catequistas, lectores, ministros de la Eucaristía, evangelizadores, laicos comprometidos en la misión de la Iglesia, para llevar al mundo sumido en las tinieblas, la luz de Jesucristo. Que podamos iluminar las tinieblas, ayudar a la humanidad a quitarse las escamas que le impiden ver al Señor; que podamos confesar nuestra fe, sin miedos al qué dirán, que podamos llevar a otros hermanos a la fe, que ayudemos encontrar la luz de Jesucristo a muchas personas que carecen de sentido en sus vidas, porque no han encontrado la forma que Jesucristo les ilumine sus tinieblas. Le pedimos al Señor que seamos instrumentos de luz mediante las buenas obras de misericordia. _______________________ Recomendaciones prácticas: • Hoy se permite el sonido de los instrumentos musicales y el altar se puede adornar con flores. • En este domingo se celebra el segundo escrutinio de preparación para el Bautismo de los catecúmenos que serán admitidos, en la Vigilia Pascual, a los sacramentos de Iniciación Cristiana, usando las oraciones e intercesiones propias, como se encuentran en las pp. 803-804 del Misal Romano. II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Queridos hermanos y hermanas bienvenidos a esta Eucaristía donde Jesucristo, Luz del mundo, ilumina nuestras vidas con su Palabra y alimenta nuestra alma con su cuerpo y sangre, restaurándonos y haciendo de nosotros nuevas creaturas para la misión y el envío. Vivamos con fe y alegría este encuentro con el Señor. Monición a la Liturgia de la Palabra Como oyentes atentos de la Palabra, acojamos con gozo el mensaje del Señor que abre los ojos de nuestra fe, limpia la ceguera de nuestras tinieblas y nos invita a ser reflejos de su Luz. Escuchemos con atención la Palabra del Señor. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Al Señor de la gran misericordia dirijamos ahora nuestras intenciones en bien de cuantos hoy se acogen a su bondad. A cada una de las plegarias unámonos diciendo: R. Ilumínanos, Señor con la Gracia de Tu Espíritu. 1. Te pedimos Dios Padre, que renueves a la Iglesia con el soplo de tu Espíritu y la purifiques con las aguas del bautismo; para que podamos ser instrumentos de tu luz ante el mundo. 2. Te pedimos Dios padre, por los gobernantes de las naciones, para que, abriendo sus ojos a las necesidades de los pobres, enfermos y desplazados, puedan atender y ayudar al progreso de sus pueblos. 3. Te pedimos Dios Padre, por nuestra comunidad parroquial para que, fortaleciendo su fe, alentando su esperanza y enciendo su amor, atienda las penurias de los más necesitados. 4. Te pedimos Dios Padre, por los enfermos, que se encuentran en las clínicas y hospitales, los que se encuentran solos y abandonados, para que muevas hacia ellos el corazón de sus familiares y demás hermanos. 5. Te pedimos Dios Padre, por cada uno de nosotros que participamos en esta Eucaristía, para que abras nuestros ojos, renueves nuestras vidas, y con tu Luz podamos iluminar nuestras tinieblas del pecado y del egoísmo. Oración conclusiva Atiende benigno, Señor estas súplicas que te presentamos, Por mediación de Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén.  

Jue 9 Mar 2023

Un surtidor de agua que salta hasta la vida eterna

TERCER DOMINGO DE CUARESMA Marzo 12 de 2023 Primera Lectura: Éxodo 17,3-7 Salmo: 95(94),1-2.6-7ab.7c-9 Segunda Lectura: Romanos 5,1-2.5-8 Evangelio: Juan 4, 5-42 I. Orientaciones para la Predicación Introducción El Tercer domingo de cuaresma en la tradición catecumenal está vinculado al primer escrutinio de quienes van a ser bautizados en la Pascua y resplandece un tema muy bautismal para guiar la celebración: El agua se hace protagonista en la historia de la salvación. - El agua brotando de la roca es un signo del don y una respuesta a las necesidades de la peregrinación (primera lectura) - La ausencia de agua debe ser motivo de búsqueda y crecimiento, no un motivo de rebeldía y murmuración (salmo responsorial) - Agua y amor de Dios se reclaman para ser siempre derramados en la vida de quienes se abren a la acción de Dios. - Jesús es el agua viva que sacia y da sentido a la existencia (Evangelio). 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? La peregrinación de un pueblo en camino de libertad, narrada en la primera lectura se vuelve la experiencia prototípica del inconforme que suele ver enorme los límites y muy pequeños los dones y bondades de Dios. El camino de la murmuración no resuelve nada con Dios, es el acto de confianza lo que produce resultados y la fe se vuelve acción que sacia la sed. El salmo 95 (94) es una clara respuesta a la primera lectura y un memorial continuo de que tentar a Dios y dudar no es el camino sino entrar por la voluntad del Señor. El camino de la conversación debe luchar contra el endurecimiento del corazón y en cuaresma este camino debe tomar formas concretas en un itinerario de acciones transformadoras. La segunda lectura presenta a la comunidad de Roma una realidad humana que puede ser de oscuridad pero que en el misterio pascual de Cristo se transforma y se vuelve una efusión de la gracia. Como el agua, el amor se derrama y da vida. El tercer domingo de la Cuaresma en el ciclo A, nos presenta la figura de Jesucristo como el Agua viva. Y nos pone en tónica de redescubrimiento del Bautismo. Hemos recorrido 2 domingos en los cuales hemos descubierto que los humanos tenemos la tentación a la puerta pero que igualmente el poder de Dios puede transfigurarnos y llevarnos a la experiencia de lo divino y a la certeza de la resurrección. Ahora, el camino cuaresmal nos dice que, sólo bebiendo de la fuente, que es Cristo, podemos vencer la duda y la tentación. El texto de la samaritana sigue siendo un texto catecumenal que se presenta en el movimiento del conocer de la mujer y en la auto - revelación de Jesús que finalmente se manifiesta como el agua viva, el agua corre y hace que en creyente brote esa misma agua. El movimiento del texto de este domingo empieza en el conocer y termina en el creer, pero esto pasa por la experiencia de Jesús: «Ya no creemos por lo que tú dices; nosotros mismos lo hemos oído y sabemos que él es de verdad el Salvador del mundo». En este tercer domingo, nuestra experiencia recorre la suerte de Israel y clamamos nuevamente al Señor diciendo “Danos agua que beber” (primera lectura) pero lo hacemos recordando que nuestra fe no puede titubear en el camino (salmo) debido a que “el amor ha sido derramado en nosotros por el Espíritu que se nos ha dado” (segunda lectura) y así el culmen de todo es Cristo como agua viva (Evangelio). 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? En una sociedad como la nuestra, con muchas ilusiones no alcanzadas y sueños no realizados, hay siempre la tentación de detener la marcha y hasta dudar de las promesas de Dios. La Palabra de Dios dice: “en el peligro grité al Señor y él me escuchó”, por eso hay que recordar siempre que el proceso de la fe no excluye las dificultades, sino que las interpreta y les da un sentido. En Cristo la humanidad haya una respuesta y un sentido. Proclamar que Jesús es el agua viva nos lleva a pensar que no podemos dejar de lado el agua viva que no se apaga y nos convierte en torrentes para los demás, por buscar riachuelos y pequeños estanques que nos prometen mucho y nos dejan sin esperanzas cumplidas. En Cuaresma la tentación no tiene la última palabra, es necesario dejarnos transfigurar para apagar definitivamente la sed. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? El prefacio de la Samaritana es motivo de oración y nos relata que la sed produce un efecto fundamental en la persona “encender en ella el fuego del amor divino”. Es necesario un compromiso misionero que surge del encuentro con Jesús, es necesario salir a invitar para que otros vengan a ver y a escuchar. La sed debe ser saciada en el conocer: Conocer y ser conocidos por el Señor. Para contemplar, puede servir repetir siempre la frase del evangelio que define lo que ocurre en la vida del bautizado: “Un surtidor de agua que salta hasta la vida eterna” _________________________ Recomendaciones prácticas: • En este domingo se celebra el primer escrutinio de preparación para el bautismo de los catecúmenos que serán admitidos, en la Vigilia pascual a los sacramentos de la iniciación cristiana, usando las oraciones e intercesiones propias, como se encuentra en las pp. 801-803 del Misal Romano. • Se debe recordar que la eucología de este domingo en el ciclo A tiene un prefacio propio. II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa La eucaristía de este domingo nos evoca un lugar, el pozo de Sicar y nos lleva al encuentro con el Señor, que sacia nuestra sed y nos reconforta en el camino. Dejemos que la acción del Resucitado sea una realidad en la vida de nuestra comunidad y oremos por los catecúmenos que recibirán el bautismo en la noche santa de la Pascua, para que juntos podamos descubrir que no hay otra fuente de vida distinta al Señor. Monición a la Liturgia de la Palabra El itinerario cuaresmal nos regala ahora una Palabra que refresca y da vida. El agua se presenta como un símbolo de la vida de Dios en una comunidad y la garantía de un Dios fiel a sus promesas. Escuchemos con fe. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Como el sol abrasador que trajo la sed, hoy presentamos nuestras ansiedades y esperanzas al Señor que siempre nos atiende. R. Sacia nuestra sed, Señor. 1. Para que El Papa Francisco y los ministros de la Iglesia sepan acompañar las esperanzas de la humanidad y ayuden a descubrir la púnica posibilidad de saciar la sed, que es Cristo, el Señor. Roguemos al Señor. 2. Para que en las naciones reine siempre la justicia y la paz y se busquen condiciones dignas para los hombres que tienen ansia de plenitud. Roguemos al Señor. 3. Para que, en medio del dolor y sufrimiento, el Señor apague la sed de quienes se ven agobiados y desesperanzados. Roguemos al Señor. 4. Para que el camino sinodal posibilite a toda la búsqueda de los intereses comunes y beneficie la humanidad, haciendo de la Iglesia un hospital de campaña que sea sensible a la sed que agobia a hombres y mujeres de las diferentes culturas, razas y credos. Roguemos al Señor. 5. Para que quienes celebramos esta liturgia veamos colmadas nuestras esperanzas y seamos fortalecidos en la fe que hace brotar agua de las peñas. Roguemos al Señor. Oración conclusiva Tú que eres nuestro Dios y Señor, recibe las oraciones que te presentamos y apaga la sed de nuestra peregrinación bajo la cruz de tu Hijo Jesucristo, que vive y reina por los siglos de los siglos. R. Amén.  

Vie 3 Mar 2023

Su rostro resplandecía como el sol

SEGUNDO DOMINGO DE CUARESMA Marzo 5 de 2023 Primera Lectura: Génesis 12, 1-4a Salmo: 33(32), 4-5.18-19. 20 y 22 Segunda Lectura: 2Timoteo 1, 8b-10 Evangelio: Mateo 17, 1-9. I. Orientaciones para la Predicación Introducción El camino cuaresmal en el ciclo A está marcado por un claro itinerario catecumenal que lleva a conectar la vida de la comunidad con la experiencia diaria, siempre tocada por la tentación (primera semana) pero llamada siempre a una transformación (segunda semana). De esta manera que el proceso catecumenal y la renovación bautismal para la que se prepara la comunidad cristiana y que se llevará a cabo en la Pascua parten un llamado concreto del Señor en dimensiones muy marcadas:  Toda llamada implica salir de sí mismo y de las propias seguridades para asumir un proyecto en el que el Señor traza el horizonte y la obediencia del llamado va concretando (primera lectura)  Toda esperanza se basa en la confianza de que Dios siempre cumple su palabra (Salmo responsorial)  La llamada del Señor es un camino de iluminación, como ocurre en el camino bautismal (segunda lectura)  Quien se deja llevar por el Señor y responde positivamente a su llamada, sabe que día a día su vida se transfigura y sigue un camino que le conduce a la experiencia gloriosa de la resurrección (Evangelio) 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? El Texto del libro del Génesis enmarca la experiencia del llamado de Abraham en un continuo proceso de peregrinación, de salida y de búsqueda. La experiencia del llamado lleva a desposeerse y a ser motivo de bendición para los demás, de tal manera que la bendición es el resultado de la obediencia. El Salmo 33(32) canta la misericordia y fidelidad de Dios frente a quien sabe esperar. Toda esperanza se ancla en la certeza de que Dios cumple sus promesas y que su Palabra siempre se cumple. El texto de 2 Timoteo es una ayuda en el camino de este domingo porque configura la llamada con el misterio de la cruz. El hombre de Dios toma parte en el misterio pascual de Cristo y se configura de tal manera que su existencia se vuelve un resplandor del Evangelio, de la buena noticia de salvación. El centro de la liturgia de la Palabra lo ocupa en este domingo el texto de Mateo sobre la transfiguración del Señor. Mateo siguiendo el esquema del evangelista Marcos (9,2-10) presenta una reflexión sobre la misión de Jesús a partir de una experiencia judía de la revelación de Dios en el monte Sinaí y ahora muestra que esa revelación es Jesús mismo a quien se debe escuchar. Toda la narración habla de manifestación divina: un monte alto, rostro como el sol, vestidos blanquísimos, Moisés y Elías, nube, voz. En el segundo domingo de Cuaresma la liturgia de la Palabra nos recuerda que tenemos una vocación que trae bendición (primera lectura) y ello exige poder ver, contemplar y esperar (salmo responsorial) que Dios llama e ilumina (segunda lectura) y transforma radicalmente la existencia (Evangelio). El bautismo fue llamado en la antigüedad cristiana el sacramento de iluminación. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? En el camino cuaresmal, el ascenso a la montaña santa de la Pascua está marcado por unas estaciones de abastecimiento muy concretas, que son las liturgias dominicales. De manera concreta, caminar significa hacer experiencia de salida y en cuaresma esa salida implica donación y entrega de sí. El camino sinodal reclama una comunidad dispuesta a ponerse en camino, una comunidad que se renueva y resplandece por la respuesta a la llamada del Señor. No todos caminan hoy bajo la cruz de Cristo, pero sí todos pueden ver el resplandor de quienes hemos decidido hacer experiencia de Cruz. Haremos camino siendo discípulos del Mesías crucificado, viviendo nuestro bautismo como iluminación y haciendo que todos puedan ver la gloria del Señor 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? El prefacio de la misa de este día, nos insiste en que “por la pasión, se llega a la gloria de la resurrección” y eso nos lleva a dar gracias a Dios permanentemente al poder ver el resplandor de su rostro. Este misterio se refleja a la comunidad en una vida donada, en una cuaresma hecha camino y experiencia de peregrinación. Ver el resplandor del rostro me compromete con el pobre y el necesitado: Ayuno, oración y limosna tienen que ser verdaderamente pilares de vida cuaresmal y no solamente ideas bonitas de una predicación. Este domingo debe comprometer a la comunidad a dejar ver el resplandor del rostro de Dios a otros: caridad, fraternidad y diálogo. Una manera concreta de contemplar puede ser repetir siempre en la semana la frase que resuena del Evangelio: “Su rostro resplandecía como el sol” y hacer experiencia de vida esta frase. _______________________ Recomendaciones prácticas: • En este domingo II de cuaresma hay un llamado desde la oración colecta a ESCUCHAR la voz del Señor para poder contemplar. Una insistencia concreta de este día debe ser la escucha y atención a la Palabra proclamada. • Una propuesta pastoral en el camino sinodal puede hacer que haya experiencia de visita, de peregrinación, de salida de las comunidades a las periferias existenciales: el mundo del otro, del pobre, del marginado, del anciano, del que está en soledad, etc. II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Hoy, el Señor nos ha llamado a salir de nuestras seguridades y nos ha traído a esta celebración, como experiencia de subida al monte. Este segundo domingo de Cuaresma nos convoca junto al altar para ver resplandecer el rostro del Señor, pero gustando la grandeza de su amor en el memorial de su pasión, celebrado en la Eucaristía. Participemos con gozo de esta experiencia. Monición a la Liturgia de la Palabra Llamados a escuchar, hoy nos disponemos como comunidad a un camino de salida y de subida, a una configuración con Cristo crucificado. Dejemos que la Palabra hoy vaya haciendo su obra y nos prepare para renovar nuestra fe en la noche santa de la Pascua. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Subamos al Monte con el Señor y entreguemos nuestra plegaria para que podamos ser transfigurados y configurados como verdaderos discípulos. R. Haz brillar tu rostro sobre nosotros, Señor. 1. Que tu luz ilumine al Papa Francisco, a los obispos y ministros de la Iglesia para que siempre y en todo lugar sean signo de tu misericordia. Roguemos al Señor. 2. Que seamos una gran nación, bendecida en nuestros líderes y gobernantes, para que vivamos en la libertad y en la fidelidad de la fe. Roguemos al Señor. 3. Que tomemos parte en los padecimientos por el Evangelio y así seamos cercanos al pobre, al desvalido, al que vive en soledad y tristeza. Roguemos al Señor. 4. Que nosotros esperemos siempre en Señor y así fortalezcamos nuestros esfuerzos por hacer del camino sinodal una práctica permanente en la vida de la Iglesia. Roguemos al Señor. 5. Que podamos repetir siempre: “Qué bueno es que estemos aquí” y así seamos una asamblea contemplativa y comprometida con la transformación del mundo. Roguemos al Señor. Oración conclusiva Haz, Señor, que nunca temamos y podamos contemplar tu acción en el mundo para que a la luz de tu cruz podamos siempre responder con generosidad y capacidad a tu llamado. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. R. Amén.