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La Voz del pastor

Vie 30 Sep 2016

Confiados y fieles al Señor

[icon class='fa fa-youtube fa-2x' link='']Ir a lista de reproducción[/icon] El Evangelio de este domingo nos muestra dos dimensiones de la fe: la fidelidad y la confianza. Así lo explica el cardenal Rubén Salazar Gómez en su habitual reflexión de los domingos. La Confianza es saber que Dios es misericordioso y que nuestra vida puede estar apoyada en Él. "Tenemos que tener infinita confianza en el Señor", explica el purpurado. La segunda dimensión hace referencia a la fidelidad y tiene que ver con el encargo que nos hace el Señor para ser sus discípulos y misioneros y siervos de su obra. A través de la fidelidad y la confianza nos adherimos al Señor y hacemos su obra sin esperar recompensa. Tweets by cardenalruben

Jue 22 Sep 2016

Seamos justos y escuchemos a Dios

[icon class='fa fa-youtube fa-2x' link='']Ir a lista de reproducción[/icon] El eje central del Evangelio de este domingo es la justicia, así lo manifestó el cardenal Rubén Salazar Gómez en su habitual reflexión. El purpurado recordó que si queremos alcanzar la vida eterna entonces hay que ser justos en esta vida, para ello es fundamental escuchar la Palabra de Dios. "Todos los días Dios está presente en nosotros, debemos ser capaces de escuchar y seguirle", manifestó. El cardenal explicó que aquel que es capaz de escuchar a Dios no se aprovecha de los demás, no comete injusticia, no recurre a la violencia, fomenta la fraternidad y se hace capaz de construir la paz. "En Colombia estamos viviendo un momento de construir un nuevo país (por ello) tenemos que se capaces de descubrir la justicia fundada en el amor, la fraternidad y la solidaridad", concluyó. Tweets by cardenalruben

Mié 14 Sep 2016

Somos administradores, no dueños de los bienes del Señor

[icon class='fa fa-youtube fa-2x' link='']Ir a lista de reproducción[/icon] Ser administradores, no apegarnos a las cosas materiales y ser generosos, son las tres lecciones que el Evangelio de este domingo no enseña. Así lo manifestó el cardenal Rubén Salazar Gómez, arzobispo de Bogotá, en su habitual reflexión de los domingos. El purpurado recordó que debemos ser fieles para hacer rendir al máximo todo lo que el Señor nos ha regalado. "Somos administradores de los bienes del Señor, no somos dueños", aseguró. También dijo que los bienes que el Señor nos ha confiado debemos poner al servicio de los demás sin apegarnos al dinero. Finalmente llamó a la generosidad para que ofrezcamos de forma generosa nuestros dones, sin esperar nada a cambio. "Necesitamos que el Señor nos de un corazón generoso capaz de servir, capaz de crear comunidad, capaz de crear fraternidad y capaz de ser artesanos del perdón, la reconciliación y la paz", concluyó. Tweets by cardenalruben

Mié 7 Sep 2016

"Volvamos al Señor y descubramos su misericordia"

[icon class='fa fa-youtube fa-2x' link='']Ir a lista de reproducción[/icon] Este es el llamado que nos hace el Evangelio de este domingo que nos recuerda el profundo amor y misericordia que tiene Dios por cada uno de nosotros. Así lo manifiesta el cardenal Rubén Salazar Gómez en su habitual reflexión. El purpurado recordó que en diferentes momentos de nuestra vida somos como la oveja perdida, la moneda perdida y el hijo pródigo. Este extravío - explica - es el resultado del desconocimiento que tenemos de Dios. "No siempre estamos bien con Dios porque generalmente no lo conocemos bien". En este contexto, el arzobispo de Bogotá y presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) aseguró que en nuestra vida la presencia de Dios es vivificantes y planificante que permite que nuestra existencia sea feliz. Cardenal Salazar Gómez explicó que el Año de la Misericordia tiene el objetivo de que conozcamos la imagen correcta de Dios, que no es otra que la de un padre amoroso, misericordioso, que perdona, acoge y que nos abraza. Finalmente recordó que en el sacramento de la penitencia el Señor ha unido su misericordia para que volvamos a él. Tweets by cardenalruben

Mié 31 Ago 2016

Renunciar y tomar nuestra cruz

[icon class='fa fa-youtube fa-2x' link='']Ir a lista de reproducción[/icon] El Señor pone hoy varias cosas muy importantes, muy claras, muy tajantes para nuestra consideración. Lo primero es que si uno quiere seguirlo a él pues indudablemente hay unas condiciones para poder seguirlo, no es simplemente yo sigo al Señor y basta. No, el Señor pone condiciones. Una condición gravísima y que a nosotros no nos gusta nada es que tenemos que renunciar a nosotros mismos. Esto parece un poco absurdo y al mismo tiempo parece una estupidez: ¿Cómo voy a renunciar a mi mismo para seguir al Señor Jesús? Pero la realidad es esta: El ser humano ha sido creado para amar y por lo tanto cuando el ser humano se encierra en sí mismo, cuando cae en el egoísmo y piensa solamente en su interés, en aquello que le gusta y busca solamente aquello que le aprovecha entonces no es feliz, es decir se siente ansioso, deseoso de más, pretendiendo más, el corazón como que nunca está satisfecho. En cambio cuando es capaz de pensar en los demás, de salir de sí mismo para pensar en los demás en esa misma medida el corazón humano se hace más tranquilo porque está verdaderamente sintiendo la alegría inmensa de poder amar, de servir, de encontrarse con los demás y de vivir con los demás en fraternidad. Esto es fundamental para el seguimiento del Señor. Renunciarse a sí mismo significa entonces que no estemos enconchados en nosotros mismos, que no estemos totalmente metidos dentro de nosotros casi en un autismo. Hay que mirar en el mundo en el que vivimos, hay que sobre todo mirar, contemplar al Señor presente en el mundo, presente en la vida, escuchar su Palabra, hacer que su palabra se haga vida todos los días de nuestra existencia y de esa manera vamos a poder seguirlo y vamos a poder redimensionar todas las cosas que nos rodean. Allí en el texto escuchamos algo que suena muy duro, dice que: odia a su padre y a su madre; ese es un texto indudablemente mal traducido, porque no se trata de odiar en el sentido que nosotros le damos a la Palabra, sino que significa posponer, es decir que lo más importante es el Señor, seguirlo, amarlo. Amándolo a él vamos a ser capaces de amar todas las otras realidades: amar al papá, a la mamá, a los hermanos, a los amigos, a los hijos; a todas las personas con las cuales convivimos. Vamos a ser capaces de amarlo verdaderamente, con un amor que debe ser reflejo del amor fundamental que se le tiene a Dios, nuestro Padre. Entonces se trata de que nuestra vida tenga como ese sentido fundamental de seguimiento del Señor, de amor al Señor y por lo tanto hacer de que todas las cosas, todas las relaciones, todo lo que constituye nuestra existencia se vaya centrando en ese amor y que se convierta en fuente que vivifique, que ilumine, que de sentido a todas las otras relaciones. Esto es fundamentalmente importante. El Señor nos dice que debemos tomar nuestra cruz, es una frase que tampoco nos gusta mucho porque quisiéramos vivir de una manera tranquila, cómoda, serena y sin mayor problema. El Papa Francisco ha dicho una frase que a mi me encanta: Si estamos aquí es para algo; esa es la cruz, es decir tiene sentido nuestra existencia, hay una misión y una tarea que cumplir en la vida y esa tarea es indudablemente la de construir un mundo mejor a partir de una vivencia profunda del amor. Que bueno que entonces nosotros siguiendo las dos parábolas que el Señor coloca enseguida seamos capaces de organizar bien nuestra existencia, de hacer posible que nuestra vida no sea una vida como a la topa tolondra, improvisando todos los días, reaccionando simplemente a lo que pasa, sino que entonces seamos capaces de organizarla con las dos metas fundamentales del amor que descubre nuestra misión: amor y misión - misión y amor. Misión en el mundo: aquí estamos para algo y el Señor quiere que nosotros aquí estemos para que primero tengamos la capacidad de recibir el amor infinito que el nos da y al recibir ese amor infinito que seamos capaces de amar de verdad y ser felices porque el ser humano cuando es amado es feliz. Que bueno que nosotros todos los días profundicemos y ahondemos en esa capacidad de recibir el amor de Dios para poder darlo. Así entonces estamos cumpliendo la tarea de papá, mamá, de esposo, de esposa, de hijo, de amigo, profesional, campesino. Todas las tareas, todos los oficios , todos los trabajos, todo lo que significa nuestra existencia se llenará de sentido porque está impregnada por la realidad del amor. Pidamos al señor que entendamos esto que no es fácil, porque a primera vista, cuando oímos esto como que nos repugna, lo rechazamos, como que no quisiéramos que el Señor haya pronunciado esas palabras y sin embargo si nosotros las entendiéramos bien, si tratáramos de llevarlas a la práctica todos los días, entonces vamos a descubrir que así somos verdaderamente felices. La bendición de Dios todo poderoso. Padre, hijo y Espíritu Santo descienda sobre ustedes y permanezca para siempre, Amén. Tweets by cardenalruben

Vie 26 Ago 2016

Vivamos en gratuidad, sin esperar recompensa

[icon class='fa fa-youtube fa-2x' link='']Ir a lista de reproducción[/icon] En el trozo del Evangelio que escuchamos en este domingo se nos presenta una parábola muy hermosa que tiene dos grandes enseñanzas: la primera es la que no tenemos que considerarnos mejores ni superiores a los demás. Esto es la verdadera humildad. ¿Qué es ser humilde? Humilde es aquel que reconoce que todo lo que tiene lo ha recibido de Dios, que por lo tanto debe estar al servicio de los demás y que por eso no se coloca en una actitud de orgullo, de desprecio; sintiéndose superior y considerando a los demás poca cosa, sino todo lo contrario: es una persona que está abierta a las riquezas espirituales, a las riquezas humanas que tienen otras personas y por lo tanto es capaz de poner al servicio de los demás todo lo que tiene. Nosotros vivimos en un mundo en el que todos buscan ser el primero, buscan ser más que el otro y eso lleva a rivalidades, contiendas, peleas, injusticias y a explotaciones de las personas. Que bueno que nosotros recobráramos el sentido de que nuestras existencia es fundamentalmente resida de Dios y que debemos poner fundamentalmente al servicio de los demás: ayudando al pobre, al necesitado y al que sufre; es decir haciendo posible que en este mundo todos tengamos todo lo que necesitamos para vivir plenamente. El segundo aspecto es interesante también, porque en el mundo que vivimos nosotros siempre buscamos provecho; es una sociedad que busca siempre la ganancia y el interés, que piensa en el dinero y cómo ganar cada vez más dinero y cómo lograr que el dinero que tenemos rinda mucho más. El Señor nos dice: Vale la pena en pensar ser absolutamente gratuitos en nuestro modo de ser, no esperar recompensa. Sabemos que nuestra verdadera recompensa está en el servir, en el servicio mismo y no en el que se nos retribuya, se nos pague, no en el que se nos reconozca; sino que verdaderamente en el solo hecho de poder servir ya tiene que ser una inmensa recompensa para nosotros, porque cuando somos capaces de servir entonces nuestro corazón se llena de alegría y satisfacción. Las dos cosas están profundamente unidas. Si uno es humilde y reconoce que lo que tiene no es una propiedad privada de la cual yo puedo disponer a mi manera, sino que estoy siempre consciente de que todo lo que tengo lo he recibido del Señor, de su amor misericordioso y lo pongo al servicio de los demás entonces nunca voy a estar buscando la recompensa, nunca voy a estar buscando que se me retribuya, que se pague, que se me reconozca el poco o mucho servicio que pueda hacer. Vivir una vida así en gratuidad absoluta sería maravillosa porque eso nos lleva a ser agradecidos con Dios, reconocer que todo lo que tenemos lo hemos recibido de Él. Entonces debemos agradecerle todos los días las maravillas de que nosotros disfrutamos y al mismo tiempo, precisamente por lo que el Señor nos ha dado todo, entonces ser generosos con los demás, no dar para recibir, sino dar y dar sin esperar nada. De esa manera se ensancha nuestro corazón, se hace cada vez más capaz de amar y esto cambiaría y transformaría el mundo porque las relaciones entre las personas no serían unas relaciones interesadas, ya no serían las relaciones de quien tiene más, quien es superior al otro; sino serían relaciones de fraternidad en las cuales todos ponen todo lo que tienen al servicio de los demás sin esperar ninguna recompensa y de esa manera entonces todos crecemos, todos nos enriquecemos, todos caminamos juntos, todos vamos llegando juntos a la Casa de Dios, nuestro Padre. Pidamos al Señor un corazón humilde y generoso. La bendición de Dios Todo poderoso. Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre uno de Ustedes y permanezca para siempre. Amén. Tweets by cardenalruben

Vie 19 Ago 2016

Salvarse es alcanzar la vida eterna

[icon class='fa fa-youtube fa-2x' link='']Ir a lista de reproducción[/icon] Tweets por el @cardenalruben. !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+"://platform.twitter.com/widgets.js";fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document,"script","twitter-wjs");

Vie 12 Ago 2016

Seamos el alma del mundo

[icon class='fa fa-youtube fa-2x' link='']Ir a lista de reproducción[/icon] Tweets por el @cardenalruben. !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+"://platform.twitter.com/widgets.js";fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document,"script","twitter-wjs");