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conferencia episcopal de colombia

Mié 13 Mar 2024

Ya viene Ikuméni 2024: una oportunidad de formación ecuménica e interreligiosa para los jóvenes cristianos de Colombia

Hasta el próximo 31 de marzo estarán abiertas las inscripciones para que jóvenes colombianos de diferentes denominaciones o tradiciones cristianas hagan parte de la cuarta edición del Laboratorio de Buenas Prácticas Ecuménicas e Interreligiosas conocido como Ikuméni. Se trata de un programa que busca formar liderazgos participativos y comunitarios, en torno a la promoción del desarrollo y la ecología integral; construcción de paz; respuesta a los asuntos humanitarios y resiliencia comunitaria.El espacio pedagógico que, en esta oportunidad, se desarrollará del 16 de mayo al 15 de septiembre (16 semanas) a través de encuentros sincrónicos y un encuentro presencial, cuenta con el apoyo de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), a través del Departamento para la Promoción de la Unidad y del Diálogo. Además, la participación será certificada por el Centro Bíblico Teológico Pastoral para América Latina y el Caribe del CELAM y la Corporación Universitaria Reformada.En Ikuméni, mediante diferentes módulos y estaciones temáticas, jóvenes cristianos con edades entre los 18 y los 35 años, de diferentes países de América Latina y el Caribe, podrán interactuar entre sí para intercambiar experiencias, establecer lazos de fraternidad y conocer nuevas dinámicas de cooperación inter- eclesiástica e interreligiosa. De acuerdo con el programa, recibirán formación de tipo experiencial, espiritual y comunitaria, con un énfasis especial en herramientas de liderazgo. Metodología que les permitirá diseñar propuestas sobre buenas prácticas que pueden aplicar en sus comunidades de origen.“Lo que me llevo de mi experiencia en Ikuméni, es aprender a tener una escucha profunda, atreverse a apagar mis juicios internos, las ideas preconcebidas, donde dejé de lado todo lo que he ido aprendiendo para de verdad conectar con lo que está compartiendo mi compañero; y el resultado es a veces impresionante, porque yo he llegado con una idea de solución pero cuando me atrevo de verdad a escuchar al otro se replantean las ideas e inclusive pueden salir nuevas ideas. Ha sido súper enriquecedor compartir con mis compañeros de todo centroamérica y latinoamérica", así lo expresa Lucero Jaque, joven católica de Lima, Perú.Datos clave sobre Ikuméni 2024:- Periodo de inscripciones: del 22 de diciembre al 31 de marzo 2024.- Entrevistas y admisiones: del 1 de abril al 3 de mayo 2024.- Itinerario formativo: del 16 de mayo al 15 de septiembre 2024.- Modalidad: Encuentros sincrónicos: jueves a las 17:30 PM México; 18:30 PM (Colombia); 20:30 PM (Argentina) por Zoom. Encuentro presencial: del 13 al 15 de septiembre de 2024.Para conocer más detalles, haga clic aquí.Para inscribirse, haga clic aquí.

Mar 12 Mar 2024

Sacerdotes de la Diócesis de Líbano-Honda recibieron formación sobre prevención de abusos y violencias

Entre el 4 y el 6 de marzo, cerca de 40 sacerdotes de la Diócesis de Líbano-Honda participaron de una nueva jornada de formación. En el espacio se abordaron dos temas que son prioridad para la misión de la Iglesia en Colombia: cultura del cuidado y comunicación.En la dimensión de comunicaciones, los espacios pedagógicos estuvieron a cargo del padre Martín Sepúlveda Mora y de Lida Losada Castro, director y coordinadora de comunicaciones de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), respectivamente. Para abordar temas asociados a la prevención de abusos y violencias, se contó con el apoyo de la doctora Ilva Myriam Hoyos, presidenta del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado de la CEC. Sobre la comunicación, el padre Sepúlveda enfatizó en la esencia de esta en la evangelización. Para ello, presentó a los sacerdotes las orientaciones y mensajes centrales que se han dado desde el magisterio de la Iglesia. Por su parte, Lida Losada socializó la importancia de la comunicación institucional y compartió herramientas que le permitan a los sacerdotes potenciar su misión digital, aprovechando el uso de diferentes plataformas como redes sociales y aplicaciones móviles.Por otro lado, la doctora Hoyos presentó a los miembros del clero diocesano un panorama de la situación que ha vivido la Iglesia a nivel universal y local con el tema de los abusos. Además, socializó las líneas guía y las líneas operativas para la cultura del cuidado, dos documentos emitidos por los obispos de Colombia para dar una respuesta más efectiva y unificada a estas situaciones, así como para prevenirlas. La reunión fue liderada por monseñor José Luis Henao Cadavid, obispo de esa jurisdicción eclesiástica ubicada en el departamento del Tolima. El prelado pidió a los presbíteros asumir las orientaciones recibidas en todos los niveles de su actividad pastoral, lo que permitirá fortalecer un trabajo específico que desde 2008 vienen adelantando como Iglesia particular en este sentido.“Que todos nos dispongamos en el respeto y en la ayuda siempre del servicio a buscar medios, caminos, modos de hacer, que es la dignidad de la persona humana siempre sea respetada y que, desde la Iglesia, con mayor razón, sepamos estar atentos a este esfuerzo que se hace por estar superando todas estas situaciones que afectan realmente a la Iglesia”, expresó el monseñor Henao.El padre Esteban Mazo, sacerdote participante ha destacado que la Iglesia está cada vez más consiente que la prioridad debe ser contar con pastores que cuiden al Pueblo Santo de Dios. Razón por la cual refirió que este espacio de reflexión y formación les aporta significativamente. También afirmó que, ante estas situaciones que generan tantas heridas, es fundamental que los sacerdotes vivan un profundo examen de conciencia sobre su ser y acción ministerial, teniendo como base la coherencia. Además, recordó que la centralidad debe estar en las víctimas y personas que han sufrido por esta causa.“Estas situaciones han herido y lacerado profundamente la unidad y el corazón de la Iglesia, pues se han producido por factores que aún hoy continúan acompañando nuestro camino eclesial: la lucha en contra del clericalismo, el pensar que los sacerdotes, quizá, seamos los intocables; quizá la falta de espiritualidad que se concentra detrás de la elección de un ministerio; la formación humana como un elemento transversal de la formación de los futuros sacerdotes, pero que camina sobre todo hacia los campos de la madurez afectiva y personal; la valoración de la familia como eje catalizador de todo nuestro ministerio. Yo creo que con estos y otros, son abundantes los retos que hoy la Iglesia nos solicita que podamos llevar a cabo para poder mejorar en este aspecto que es fundamental y, sobre todo, no vale la pena dejarlo por fuera: la atención a aquellos que han sido heridos por tantas circunstancias de humanidad dentro de la Iglesia, las víctimas que siempre tienen que ser escuchadas”, precisó el sacerdote.Los presbíteros también reconocieron que transversalizar sus entornos y procesos desde el cuidado representa una prioridad que deben liderar. Eso sí, integrando a todos los miembros de las 31 parroquias que tiene esta diócesis, principalmente a nivel rural, para que en realidad se trate de todo un sistema que cuide a las personas. Así lo explica el padre Andrés Soto:“Las parroquias ciertamente tienen un contacto con todas las personas, con los niños, con los jóvenes, con los adultos y todo lo que hemos visto durante estos días, todo lo que se nos ha hablado al respecto, es una motivación importante para que nosotros, en nuestras parroquias, aprendamos a llevar de la mejor manera el cuidado que debemos tener (…) También sabemos que el mismo Papa, con este tema de la sinodalidad, nos ha invitado, que estamos todos en camino y que sabemos que ese camino guiado por el Espíritu Santo, nosotros como sacerdotes, como catequistas, como los laicos, todos en ese camino, debemos preservar y cuidar nuestra integridad física, nuestra integridad moral y nuestra integridad ante el Señor”.Vea a continuación el informe audiovisual:

Mar 12 Mar 2024

Obispos de Cauca y Nariño piden desescalar el conflicto y brindar atención humanitaria urgente a sus comunidades

A través de un comunicado conjunto, la presidencia de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) y los obispos de los departamentos de Cauca y Nariño hacen un llamado urgente a los actores armados y a las autoridades para que se desescale el conflicto que tanto daño está causando en estas regiones del sur del país. Asimismo, piden facilitar la atención humanitaria para sus comunidades.“El terror que causa el fuego de las armas, la muerte y daño en la integridad física y emocional, el desarraigo de la tierra, los desplazamientos y confinamientos, las minas antipersonales, la ruptura del tejido comunitario, las afectaciones a los ecosistemas, son hechos que lamentamos. Exhortamos a que se terminen, para no lastimar en el corazón de los pueblos el frágil pero esperanzador brote de una vida en paz”, enfatizan los prelados en su mensaje.En el mensaje, que busca hacer eco de las voces atemorizadas de las comunidades que pastorean, los obispos de las diócesis de Ipiales, Tumaco y Pasto; de los vicariatos apostólicos de Guapi y Tierradentro; así como el arzobispo de Popayán y vicepresidente de la CEC, monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, afirman que los esfuerzos que actualmente se están haciendo por buscar la paz, deben verse reflejados en tranquilidad, seguridad y justicia para los territorios. El cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, junto a su secretario general y obispo auxiliar de Bogotá, monseñor Luis Manuel Alí Herrera, respaldan esta petición.“Nuestro Dios, hoy vuelve a repetir: «Bien vista tengo la aflicción de mi pueblo…, ya conozco sus sufrimientos» (Ex 3, 7). Así nos exhorta, como a Moisés, a disponer nuestras capacidades y esfuerzos en la construcción de la paz; que estas semillas germinen y encuentren condiciones que favorezcan su implantación y crecimiento; que sus frutos en el presente y hacia el futuro aseguren a todos, la posibilidad del desarrollo humano integral”, afirman en el comunicado.

Lun 11 Mar 2024

Sinodalidad, misión digital y cultura del cuidado: prioridades para la Pastoral Juvenil de Colombia

Entre el 4 y el 6 de marzo se desarrolló la versión número 38 del Encuentro Nacional de Delegados Diocesanos de Pastoral Juvenil. Tres temas protagonizaron los momentos de reflexión, aprendizaje y trabajo desarrollados en este espacio: el Sínodo de la Sinodalidad, la evangelización digital y la prevención de abusos y violencias.La reunión fue convocada en Bogotá por la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), a través de su Departamento de Estado Laical, dirigido por la hermana Arelis Gaviria Montoya. En ella participaron cerca de ochenta personas provenientes de diferentes regiones del país; sacerdotes, religiosas, religiosos y laicos encargados de animar y fortalecer la participación de los jóvenes en la Iglesia Católica colombiana.Monseñor Orlando Olave Villanoba, obispo de la Diócesis de Tumaco y miembro de la Comisión Episcopal de Estado Laical, lideró la reunión. El prelado resaltó que, de esta manera, la pastoral juvenil también asume la manera de ser Iglesia sinodal, desde una decidida actitud de escucha, a la que ha llamado el papa Francisco. Además, la relevancia de lo que significa este encuentro como primer paso conjunto en el camino de preparación de los jóvenes colombianos al Jubileo del 2025, tema que también fue abordado en el espacio.Durante los ejercicios de análisis, los participantes tomaron como base el capítulo 17 del informe de síntesis de la primera parte de la asamblea sinodal, titulado: “Misioneros en el ambiente digital”.A propósito de la misión digital, el obispo también afirmó que es una necesidad fortalecerla, pues representa una oportunidad importante para llevar el mensaje del Evangelio a más jóvenes. Eso sí, dejando claro que se trata de una tarea a asumir con responsabilidad:“Este tema de lo digital en la evangelización es un elemento esencial y lo que queremos es conocer este mundo, no ser simplemente comunicadores de un mensaje vacío, sino comunicadores de un mensaje que lleve esperanza, que lleve vida, que lleve alegría a nuestros jóvenes, no alegrías pasajeras, sino esa alegría que nace de un encuentro con Jesús".La orientación sobre temas asociados a la prevención de abusos con especial énfasis en el trabajo de esta pastoral, estuvo a cargo de la Oficina para la Cultura del Cuidado de la CEC. La psicóloga Diana Marcela Suárez Cristancho, miembro del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado y coordinadora de la Oficina del Buen Trato de la Arquidiócesis de Bogotá, abordó riesgos, protocolos de prevención y líneas guía en este sentido.Al respecto, el padre John Edison Saldarriaga, delegado de la Diócesis de La Dorada-Guaduas resaltó: “Nos han hablado sobre esos ambientes seguros en los cuales nuestros jóvenes y también nosotros. nos debemos mover, para tener unos encuentros pastorales y unos encuentros con esos jóvenes más seguros y por supuesto, más eficaces”.Por su parte, el padre Gabriel Peña Arciniegas, afirmó que lo aprendido en el encuentro les ayuda a enfrentar el reto, cada vez mayor, que significa llegar a los jóvenes, conociendo las realidades que viven y tocando sus corazones:“Ante la realidad y ante una cultura de la muerte, hoy nuestros jóvenes se ven expuestos a muchas situaciones difíciles que los oprimen, que los excluyen. Nosotros, como Pastoral Juvenil de Colombia, tenemos el reto de llegar a ellos. Hacer una pastoral desde los jóvenes y para los jóvenes, acompañándolos en su proceso de fe”.El encuentro permitió también la socialización de experiencias y desafíos a nivel regional, así como la proyección de nuevas acciones de fortalecimiento a nivel nacional, especialmente, especialmente en el camino de preparación al Jubileo del 2025. Además de destacar la importancia de insistir y formar a los delegados diocesanos para que sean cuidadores de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes en cada Iglesia particular, al cierre del encuentro, la hermana Arelis Gaviria remarcó tres compromisos que asumirán ahora como pastoral juvenil:“El primero: la oración como preparación para el gran Jubileo que vamos a tener en el año 2025. El segundo compromiso grande es perder el miedo a las redes y hacer de ellas un uso adecuado donde podamos llevar el amor y la misericordia de Cristo. El tercero será seguir fortaleciendo nuestros equipos nacionales de Pastoral Juvenil: equipo nacional, equipo de asesores, equipo de formación, equipo de comunicación”.La religiosa también aprovechó para destacar la esencia central de esta pastoral en la Iglesia colombiana:“Porque somos una familia que, en el trabajo sinodal con nuestros jóvenes, busca tener claridad sobre los conceptos sobre el amor de Cristo, para que sigamos siendo una Iglesia que camina y peregrina en Colombia con la alegría de los jóvenes, porque ellos son el ahora de Dios, son tierra sagrada”.Conozca otros detalles del evento a través del siguiente informe audiovisual:

Vie 8 Mar 2024

El que obra la verdad se acerca a la luz

CUARTO DOMINGO DE CUARESMA«Laetare»Marzo 10 de 2024Primera Lectura: 2Cro 36,14-16.19-23Salmo: 137(136), 1-2.3.4-5.6 (R. 6a)Segunda Lectura: Ef 2,4-10Evangelio: Jn 3,14-21I.Orientaciones para la PredicaciónIntroducción•Hemos meditado en los primeros domingos de cuaresma en la Alianza que Dios hizo con la humanidad. Noé, Abrahán y Moisés han sido los protagonistas de esta historia de predilección y salvación. La lección de esta historia es que Dios se manifiesta siempre fiel y atento a la historia del Pueblo que se escogió, lo podemos evidenciar en los relatos del éxodo, el camino por el desierto y la entrada a la tierra prometida.•Por otro lado, está el pueblo de Israel, duros de cabeza y de corazón, incapaces de aceptar la voluntad de Dios, de responder con fidelidad a su predilección y de someterse con fe al pacto realizado en el Sinaí sin idolatrías. Este pueblo a quebrantado el primer mandamiento y con esta falta de rectitud los demás preceptos de la ley.•Estamos en camino hacia la pascua, nos hemos venido preparando para celebrar el acontecimiento redentor de la pasión, muerte y resurrección del Señor, en la mitad de este camino cuaresmal el Señor nos exhorta en su Palabra a confrontar nuestra falta de buen juicio y testarudez, tan parecida en ocasiones a la de los israelitas en el desierto. El Señor nos llama a una auténtica y verdadera conversión.1.Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura?La historia del destierro del pueblo de Israel, marcada por el sufrimiento y el deseo de regresar a la heredad prometida, se convierte para el autor de Crónicas en la oportunidad para indicar al pueblo de la Alianza, que lo vivido en Babilonia no es otra cosa más que la consecuencia de su pecado de idolatría e infidelidad. Todo el pueblo, hasta sus autoridades “multiplicaron sus infidelidades, según las costumbres abominables de los gentiles”. Dios siempre se manifestó paciente y compasivo, “tenía compasión de su pueblo”, les envió profetas para que les advirtieran y señalaran el camino de la fidelidad, pero no les hicieron caso, se hicieron testarudos a la hora de entender y vivir según las exigencias de la Alianza. El destierro a Babilonia, la destrucción del Templo de Jerusalén, la restricción del culto, fue la lección que Dios dio a su pueblo por la infidelidad a la Alianza. Pero sabemos que Dios nunca deja sin oportunidad a los que Él se escogió, una vez el pueblo deseó con mayor intensidad regresar a la tierra prometida, suscitó en Ciro, Rey de Persia, la decisión de permitir a los que quisieran, volver a su tierra. El autor del salmo 136 señala con sabiduría, cómo es de fácil que el hombre abandone el camino del bien, y cuando esto pasa Dios permite que sobre ese hombre venga la angustia y la soledad, esto fue lo que pasó con Israel, ahora desterrado en tierra extranjera, allí echan de menos los cantos de Sión y piden a Dios que termine con sus enemigos los Asirios. Pero Israel sabe suspirar por Jerusalén y no se olvida de ella: “Si me olvido de ti, Jerusalén, que se me paralice la mano derecha. Que se me pegue la lengua al paladar si no me acuerdo de ti”.San Pablo en el capítulo dos de la carta a los Efesios manifiesta que, ante las situaciones de esclavitud y muerte espiritual a la que se somete el hombre, presenta a “Dios, rico en misericordia”, quien no es indiferente ante la miseria humana, el amor de Dios supera nuestro pecado, propicia nuestra salvación, “por el gran amor con que nos amó”, estando nosotros muertos al pecado, nos ha hecho vivir con Cristo”. Pablo pretende que tomemos conciencia de estos dos estados, el de la muerte y el de la vida, para que apreciemos en su justo valor la bondad de Dios, que ahora espera de nosotros fe y buenas obras: “somos, pues, obra suya. Dios nos ha creado en Cristo Jesús, para que nos dediquemos a las buenas obras”. Leemos hoy en el Evangelio de Juan, en el capítulo tres, la segunda parte del diálogo de Jesús con Nicodemo, que es una intervención del Señor, llena de expresiones profundamente teológicas. Después de haber indicado la manera de cómo debemos nacer de nuevo “por el agua y el Espíritu”, Jesús refiere la imagen de la serpiente elevada en el desierto, que quienes la miraban producía la curación, “así tiene que ser levantado el Hijo del Hombre, para que todo el que cree en Él tenga vida eterna”. La elevación de Jesús en la cruz revela su origen divino y al propio tiempo su carácter de Hijo del hombre, exaltado, elevado en la cruz, salvará al hombre de la muerte y le comunicará la vida imperecedera. 2.Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad?El libro de las crónicas hace una descripción de la historia de Israel que puede ser imagen de nuestra historia personal y comunitaria. Dios nos ha elegido, nos ha llamado a la vida, nos invita en estos nuevos tiempos a “caminar juntos”, nos ha señalado el camino de la salvación, sellado definitivamente con su pasión, muerte y resurrección, a pesar de todos estos acontecimientos en los que Dios se ha manifestado grande y misericordioso, la humanidad se sumerge en la indiferencia ante lo sagrado, infidelidad a los criterios del evangelio y marcadas idolatrías que surgen del relativismo en muchos campos de la vida e ideologías carentes de una sana y correcta concepción de lo que es y significa la persona humana.Pareciera que en muchos ambientes en los que el hombre de hoy desarrolla su existencia, algunos han “preferido las tinieblas a la luz” porque no terminamos de admitir la presencia de Dios entre nosotros, ni el valor de la entrega amorosa de su Hijo en la Cruz para nuestra salvación. Así como Israel fue tentado en el Antiguo Testamento al dejarse contaminar por las malas costumbres e idolatrías de los pueblos de aquel entonces, también nosotros estamos sometidos al atractivo que el mundo de hoy quiere ejercer sobre nosotros, abiertamente distantes del Evangelio de Cristo, despreciando la fe, la vida, destruyendo la casa común en la que vivimos.Cuaresma es un tiempo para que revisemos nuestra relación con Dios, con nuestros hermanos, con nosotros mismos y el mundo en el que vivimos. Cristo es la luz en nuestro camino, él se sometió a la cruz, para que, puesto por encima de nosotros, viéndolo creyéramos y fuésemos salvados. Qué bueno que hoy nos dejemos confrontar por este gran acontecimiento salvador de la cruz del Señor, no dejemos de soñar en las promesas de la salvación, añoremos volver el corazón y la mente a la promesa de vida eterna, con fe, entrega a Dios y seguimiento a Cristo. Aprovechemos este tiempo de gracia para reconciliarnos, para que llenos de alegría seamos fieles a la Alianza sellada con la cruz de Cristo y añoremos como el pueblo de Israel volver el corazón a las promesas de la salvación.3.Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo?Las prácticas de la cuaresma, buscan despertar en nuestro corazón la sensibilidad de las cosas de Dios, de lo sagrado; estas herramientas espirituales afinan el intelecto y fortalecen el corazón, para reconocer con mayor seguridad el paso de Dios por nuestras vidas, paso amoroso y siempre misericordioso a pesar de nuestros pecados.Dios no nos abandona en nuestro camino por el desierto y aunque, en medio de nuestras libres decisiones podemos actuar infielmente y busquemos remplazar su presencia con otras realidades temporales y caducas, Él siempre está ahí, para volvernos al camino, para darnos vida y la nueva oportunidad de volver a la heredad de sus promesas.Vamos a conmemorar la pasión, muerte y resurrección del Señor, en esta nueva actualización Jesús será puesto nuevamente en alto, para que creamos y creyendo alcancemos la salvación, esto implica que conscientemente dispongamos bien el corazón y así como lo explica el apóstol Pablo, nosotros muertos al pecado, nos dediquemos a las buenas obras.El sacramento de la reconciliación será para nosotros la oportunidad de volver a la comunión con Dios, al servicio generoso y libre en la edificación de la Iglesia del Señor Jesús, con la vida reconciliada por el amor misericordioso de Dios, despertaremos en el propio corazón y por nuestro testimonio, en el corazón de los hermanos, el deseo de salir de tierra extranjera, la del destierro, tierra llena de lágrimas, tristezas y desánimos y volver así, a la tierra de la promesa, tierra de alegría, paz y resurrección._______________________Recomendaciones prácticas:•Hoy se permite el sonido de los instrumentos musicales y el altar se puede adornar con flores. •En este domingo se celebra el segundo escrutinio de preparación para el Bautismo de los catecúmenos que serán admitidos, en la Vigilia Pascual, a los sacramentos de Iniciación Cristiana, usando las oraciones e intercesiones propias, como se encuentran en las pp. 803-804 del Misal Romano.II.Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Queridos hermanos, nos hemos reunido para escuchar la Palabra de Dios este cuarto domingo de cuaresma y participar de la fracción del pan, en esta Eucaristía el Señor nos invita a seguir el camino de conversión iniciado el miércoles de ceniza, puesto que Dios quiere salvarnos, porque nos ama, por ese amor envió a su Hijo al mundo no para condenar sino para salvar. Con esta fe en la voluntad salvífica del Señor, participemos con alegría de esta celebración.Monición a la Liturgia de la Palabra Por amor Dios perdona al pueblo a pesar de su infidelidad y le permite regresar del exilio, tanto y tan grande es su amor, que entregó a la muerte a su Hijo para que creyendo en Él tengamos vida eterna; con esta esperanza, escuchemos con atención.Oración Universal o de los Fieles Presidente: Oremos al Señor, que no desea la muerte del pecador, sino que se convierta y viva, y pidámosle que tenga misericordia de su pueblo; a cada intención nos unimos cantando:R. Te rogamos óyenos 1.Para que Dios fortalezca la voluntad de los que se preparan a recibir en estos días cuaresmales el sacramento de la penitencia y les conceda un verdadero arrepentimiento de sus culpas, roguemos al Señor.2.Para que el Señor abra la inteligencia y el corazón de los incrédulos, de manera que lleguen al conocimiento de la verdad y en la fe encuentren aquel descanso que sin saberlo desean, roguemos al Señor.3.Para que Dios conceda su ayuda a los que se sienten tentados y a todos aquellos que con su sufrimiento participan de la cruz de Cristo, roguemos al Señor.4.Para que todos nosotros perseveremos en el esfuerzo cuaresmal, lleguemos purificados a las fiestas de Pascua que se acercan, roguemos al Señor.5.Para que cada uno de nosotros, fijando los ojos en Cristo, luz del mundo, dediquemos nuestras vidas a las buenas obras que Él determinó practicásemos, roguemos al Señor.Oración conclusivaDios bueno y fiel, que, en tu Hijo elevado sobre la cruz,nos curas de las heridas del Maligno,escucha nuestras oraciones y concédenos que,renovados en el espíritu,podamos corresponder a los dones de tu amor.Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Vie 8 Mar 2024

La Voz del Pastor | 10 de marzo de 2024

Reflexión del señor Cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia:Lectura del Santo Evangelio según San Juan 3, 14-21

Jue 7 Mar 2024

Cuaresma: un camino de fe en comunidad

Por Mons. Ricardo Tobón Restrepo - La Cuaresma, si por una gracia especial de Dios la vivimos en serio, es un verdadero camino hacia la Pascua. Es decir, asumimos el éxodo en que estamos y aprendiendo a interpretar y a aprovechar los dones y las pruebas en medio de las que avanza nuestra existencia, vamos haciendo resurrección en cada uno de nosotros y en las personas que nos rodean. Para esclarecer las sombras, afrontar las luchas y no perder la esperanza, es necesario peregrinar en comunidad a la luz de la fe. Tal vez, entonces, la primera pregunta es si hoy tiene sentido creer.Partamos de la realidad. Junto a tantos signos de bondad y junto a un desarrollo impensable de la ciencia que cada día abre nuevos horizontes, crece igualmente una especie de desierto espiritual. Se tiene la sensación de que, a pesar de tantos logros, a veces el mundo no se dirige hacia la construcción de una sociedad más justa y fraterna. El hombre no aparece más libre y humano, continúan tantas formas de explotación y de violencia, quedan preguntas fundamentales sin responder, constatamos que, además del pan, necesitamos también sentido, fundamentos seguros, amor y esperanza.En este contexto, se requiere una renovada educación para la fe, que lleve a un conocimiento de la verdad y de los acontecimientos de la salvación, pero que brote sobre todo de un encuentro con Dios. Realmente, la fe verdadera se produce en un contacto profundamente personal con Dios, que nos pone frente a Él en absoluta inmediatez de modo que podamos hablarle, amarlo, entrar en comunión con Él, permitirle que nos toque en lo más íntimo de nosotros mismos. La fe es confiarse a un Tú, que es Dios, el cual nos da una certeza diversa, pero no menos sólida de la que viene de los cálculos exactos de la ciencia.La fe no es un mero asentimiento intelectual a unas verdades particulares sobre Dios; es un acto con el que nos confiamos libremente a un Dios que es Padre y que nos ama, es adhesión a un Tú que nos da confianza y esperanza. Este amor tiene su máxima revelación en la cruz de Cristo. Con la muerte y resurrección de su Hijo, Dios desciende hasta el fondo de nuestra humanidad para levantarla hasta Él. Así la fe hace ver cómo el amor de Dios es capaz de transformar toda forma de mal en salvación y cómo en Cristo se ha revelado la realidad profunda de la persona, el camino a la libertad y la posibilidad del amor.La fe viene por la escucha, dice San Pablo; es necesario escuchar a Dios que, a partir de una historia que Él mismo ha creado, nos interpela. Para que podamos creer tenemos necesidad de testigos que han encontrado a Dios y nos lo hacen accesible. De ahí la importancia de la comunidad. Pero la comunidad de fe no se crea por sí sola. La Iglesia ha sido creada por Dios y viene continuamente formada por Él. Esto encuentra su expresión en los sacramentos, especialmente en el Bautismo, en el que venimos acogidos por una comunidad, que no se ha originado por sí misma y que se proyecta más allá de sí misma.Esta realidad profundamente personal que es la fe está en relación inseparable con la comunidad. La fe es un don comunicado a través de otro don que es la comunidad. En efecto, es parte de la esencia de la fe el hecho de quedar introducidos en el nosotros de los hijos de Dios, en la comunidad peregrina de los hermanos y hermanas. El encuentro con Dios significa que, al mismo tiempo, somos sacados de nuestra soledad y acogidos en la comunidad viva de la Iglesia. Ella es mediadora de nuestro encuentro con Dios, que llega al corazón de cada uno de un modo completamente personal.La Cuaresma es entonces una oportunidad imperdible para consolidar nuestra fe y al mismo tiempo construir la comunidad cristiana. Nuestra sociedad requiere cristianos que se comprometan con Dios y su proyecto de salvación, que estén vitalmente incorporados a Cristo por la acción de su Espíritu, que sean la Iglesia que testimonia al mundo la experiencia de la vida nueva que surge del bautismo. Tengamos presente que esto se logra por la acción de Dios mediante la catequesis bien conducida, la liturgia celebrada con unción, la práctica de la oración humilde y el ejercicio de la caridad con todos los hermanos. Esta es la tarea pastoral de las parroquias en este tiempo de Cuaresma.+ Ricardo Tobón Restrepo Arzobispo de Medellín

Mar 5 Mar 2024

Pobreza teológica, desconocimiento de la norma y ambigüedad: desafíos hallados durante encuentro regional de liturgia Antioquia - Chocó

Estos son los desafíos que evidenció el nuevo Encuentro Regional de Liturgia de las diez jurisdicciones eclesiásticas ubicadas en los departamentos de Antioquia y Chocó, realizado del 26 al 29 de febrero en el municipio de Necoclí.Durante el espacio, en el que participaron cuarenta y cinco miembros de las comisiones diocesanas de liturgia y catequesis, se desarrollaron actividades de reflexión en torno al “Culto eucarístico fuera de la Misa”. Esto, en el marco de la preparación al 53º Congreso Eucarístico Internacional, que tendrá lugar en Quito, del 8 al 15 de septiembre de este año.En el encuentro estuvo presente el Arzobispo Metropolitano de Santa Fe de Antioquia, monseñor Hugo Alberto Torres Marín. Además, contó con el acompañamiento del Departamento de Liturgia del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (SPEC), a través de su director, el padre Jairo de Jesús Ramírez.En la reunión, sacerdotes y laicos comprometidos con la pastoral litúrgica, pudieron revisar el status quaestionis del “Culto Eucarístico fuera de la Misa” en sus diócesis. En este sentido, se destacó el fervor eucarístico de miles de fieles del pueblo de Dios peregrino en la subregión del Urabá. Además, se evidenció la “pobreza teológica del clero y los laicos, el desconocimiento de la norma y la ambigüedad pastoral”, así se dio a conocer desde el departamento.El encuentro concluyó con el compromiso de hacer de la adoración eucarística fuera de la Misa, una cita especial para las comunidades religiosas y parroquiales en este año del Congreso Eucarístico de Quito.También instaron a los fieles de esta región a postrarse "largos ratos" ante Jesús presente en la Eucaristía, reparando con fe y amor "los descuidos, los olvidos e incluso los ultrajes que nuestro Salvador padece en tantas partes del mundo". Finalmente, los invitaron a contemplar a Jesús personal y comunitaria en la adoración, con la ayuda de reflexiones y plegarias centradas siempre en la Palabra de Dios y en la experiencia de tantos místicos antiguos y recientes.