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Cuaresma

Lun 8 Feb 2016

"Conviértete y cree en el Evangelio"

La Palabra de Dios nos invita al cambio de vida, a la reconciliación con Dios y con los hermanos. Escuchemos con mucha atención. Lecturas [icon class='fa fa-play' link='']Primera lectura: Joel 2,12-18[/icon] [icon class='fa fa-play' link='']Salmo de respuesta: 51(50),3-4.5-6a.12-13.14+17 (R. cf. 3a)[/icon] [icon class='fa fa-play' link='']Segunda lectura: 2Corintios 5,20 - 6,2[/icon] [icon class='fa fa-play' link='']Evangelio: Mateo 6,1-6.16-18[/icon] [icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link='']CONTEXTO BÍBLICO[/icon] El miércoles de ceniza a todos nos trae al recuerdo la conversión y la penitencia, pero creo que la liturgia no subraya tanto este aspecto, cuanto la interiorización de los actos de penitencia y de conversión. Así en la primera lectura Dios nos dice mediante el profeta Joel: "Rasguen su corazón, no sus vestiduras". En el evangelio Jesucristo, al enseñar sobre las tres prácticas de piedad del judaísmo: ayuno, oración y limosna, en las tres insiste: "No hagan el bien para que los vean los hombres, y así los recompensen". San Pablo exhorta a los corintios a que se dejen reconciliar con Dios para sentir su fuerza salvadora, y a que no dejen pasar el tiempo favorable, el día de la salvación (segunda lectura). Y finalmente en el salmo 51 (50) llamado el "Miserere", se da una arraigada convicción del perdón divino que "borra", "lava", "limpia" al pecador y llega incluso a transformarlo en una nueva criatura de espíritu, lengua, labios, corazón transfigurados. "Aunque nuestros pecados fueran negros como la noche -afirmaba santa Faustina Kowalska-, la misericordia divina es más fuerte que nuestra miseria. Sólo hace falta una cosa: que el pecador abra al menos un poco la puerta de su corazón... el resto lo hará Dios... Todo comienza en tu misericordia y en tu misericordia termina". [icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link='']CONTEXTO SITUACIONAL[/icon] Las tres lecturas de hoy expresan con claridad el programa de conversión que Dios quiere de nosotros en la Cuaresma: conviértanse y crean en el Evangelio; conviértanse a mí de todo corazón; misericordia, Señor, porque hemos pecado; déjense reconciliar con Dios; Dios es compasivo y misericordioso... Cada uno de nosotros, y la comunidad, y la sociedad entera, necesita oír esta llamada urgente al cambio pascual, porque todos somos débiles y pecadores, y porque sin darnos cuenta vamos siendo vencidos por la dejadez y los criterios de este mundo, que no son precisamente los de Cristo. Puntualicemos la triple dirección de esta conversión que apunta el evangelio: a) la apertura a los demás: con la obra clásica cuaresmal de la limosna, que es ante todo caridad, comprensión, amabilidad, perdón, aunque también limosna a los más necesitados de cerca o de lejos, b) la apertura a Dios, que es escucha de la Palabra, oración personal y familiar, participación más activa y frecuente en la Eucaristía y el sacramento de la Reconciliación, c) y el ayuno, que es autocontrol, búsqueda de un equilibrio en nuestra escala de valores, renuncia a cosas superfluas, sobre todo si su fruto redunda en ayuda a los más necesitados. Las tres direcciones, que son como el resumen de la vida y la enseñanza de Cristo, nos ayudan a reorientar nuestra vida en clave pascual. [icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link='']CONTEXTO CELEBRATIVO[/icon] Hoy el signo identificador del inicio de la Cuaresma es la ceniza. En la imposición tenemos dos fórmulas, igualmente tradicionales: "Conviértase y crea el Evangelio", o "Acuérdate de que eres polvo y al polvo volverás". El sentido de la conversión penitencia y el de la caducidad son igualmente "predicables" al hombre de hoy. Solemos utilizar normalmente la primera, aunque la segunda también es actual: en esta vida breve, hay que ir consumiendo el hombre viejo para alcanzar el fuego y la luz del hombre nuevo, resucitado, en la Pascua. La bendición e imposición de la ceniza ha de hacerse con dignidad, mostrando el sentido de un rito que abre la Cuaresma, tiempo favorable y día de salvación (cf. 2. Iectura), de un rito que responde a una actitud interior filial ante el Padre, que no tiene nada que ver con una obsesión o tristeza o con una práctica rutinaria y puramente exterior (evangelio). Por eso la ceniza no ha de imponerse sin unas palabras (homilía) que clarifiquen y ayuden a discernir, nunca fuera de una celebración. Hay que tener presente que este rito sustituye el acto penitencial del principio de la misa. Se podrá optar hoy por celebrar la eucaristía o simplemente por ofrecer una celebración de la Palabra de Dios con el rito de la ceniza; depende de las circunstancias y de la sensibilidad de los fieles. En la eucaristía hay que subrayar que "este sacrificio que inaugura la Cuaresma" (ofrendas), es preparación para la celebración de la Pasión del Señor. [icon class='fa fa-play' link='']Recomendaciones prácticas[/icon] Resaltar la frase: “conviértanse a mí de todo corazón”. Insistir en las palabras: conversión, penitencia, misericordia, ayuno, oración y limosna. Subrayar que se inicia el camino hacia la Pascua. No olvidar que es día de ayuno, abstinencia y obras de caridad. Tener en cuenta que la ceniza se debe hacer de ramas de árboles o de los ramos bendecidos el año anterior, y que se impone sobre la frente o sobre la cabeza, directamente con los dedos (no con sellos de corcho o de otro material). Se debe corregir o evitar cualquier cosa que lleve a la práctica supersticiosa de la imposición de la ceniza. No olvidar que la ceniza se impone dentro de la Misa o en una Liturgia de la Palabra. En la Misa de hoy se omite el acto penitencial, porque luego se tendrá la imposición de la ceniza. La bendición e imposición de la ceniza tiene lugar después de la homilía y antes de la Oración Universal o de los Fieles, como lo indican las rúbricas de los libros litúrgicos (cf. Misal Romano, pp. 71-74; Ceremonial de los Obispos, nn 253-259). Tener presente que se inicia la Campaña de Comunicación Cristiana de Bienes. Recordar que: El tiempo de Cuaresma abarca desde el Miércoles de Ceniza hasta la Misa de la Cena del Señor, el Jueves Santo, exclusive. Cada día de Cuaresma tiene Misa propia completa. Se inicia el uso del Tomo II de la Liturgia de las Horas. Durante la Cuaresma y hasta la Vigilia Pascual, exclusive, no se dice ni el gloria ni el Aleluya (se exceptúan solemnidades y fiestas). En el tiempo de Cuaresma no se debe adornar con flores el altar, y se permiten los instrumentos musicales sólo para sostener el canto, como corresponde al carácter penitencial de este Tiempo (se exceptúan de esta norma el domingo IV de Cuaresma - Laetare – y las solemnidades y fiestas. Año Jubilar: Envío de los Misioneros de la Misericordia en la Basílica de San Pedro. Que la cuaresma sea vivida con mayor intensidad, como momento fuerte para celebrar y experimentar la misericordia de Dios, por ello es oportuno motivar, preparar y ofrecer: Las celebraciones penitenciales, las confesiones indivi-duales, el viacrucis.

Jue 4 Feb 2016

Descarga insumos para Cuaresma

La celebración de la palabra de Dios con la imposición de la Santa Ceniza y las Homilías y Predicaciones para la Semana Santa, son los dos insumos que el departamento de Liturgia de la Conferencia Episcopal, gracias al aporte del padre Diego Uribe, de la Comisión Nacional de Liturgia, pone a disposición de todos los fieles. Estos materiales están en sintonía con el Año de la Misericordia que la Iglesia está viviendo.Puede descargarlos aquí. [icon class='fa fa-download' link='']CELEBRACIÓN DE LA PALABRA DE DIOS CON IMPOSICIÓN DE LA SANTA CENIZA[/icon] [icon class='fa fa-download' link='']HOMILÍAS Y PREDICACIONES[/icon]