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episcopado

Vie 13 Mayo 2022

Voz del Pastor | 15 de mayo de 2022

Reflexión de monseñor Luis José Rueda Aparicio, Arzobispo de Bogotá y primado de Colombia Lectura del Santo Evangelio segúnSan Juan 13,31-33a. 34-35

Mar 3 Mayo 2022

Papa Francisco designa administrador apostólico de Santa Fe de Antioquia

La Nunciatura Apostólica informó este martes 03 de mayo, que el Papa Francisco nombró como administrador apostólico para la “sede vacante” de Santa Fe de Antioquia a monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, obispo de la Diócesis de la Santa Rosa de Osos. Su nombramiento se dio luego que el Papa Francisco aceptara la renuncia al gobierno pastoral de monseñor Orlando Antonio Corrales García, como arzobispo residencial de esta Jurisdicción Eclesiástica, tras haber cumplido 75 años, la edad límite para ocupar este cargo, de acuerdo a lo establecido por el Derecho Canónico. Biografía Mons. ELKIN FERNANDO ÁLVAREZ BOTERO Monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero nació en el municipio de El Retiro (Diócesis de Sonsón - Rionegro, Antioquia), el 21 de Noviembre de 1968, en la familia de Guillermo y Teresa. Tiene dos hermanos y una hermana. Después de haber frecuentado la escuela primaria y parte de la secundaria en el municipio de origen, en 1983 ingresó en el Seminario Menor Diocesano Nuestra Señora de Marinilla, donde concluyó los estudios de bachillerato y cursó la filosofía (1987-1988). En el Seminario Nacional Cristo Sacerdote de La Ceja estudió la teología (1998-1991). Luego, cursó estudios de Teología Bíblica en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, obteniendo la Licencia (1992-1994). Fue ordenado sacerdote el 1° de Julio de 1993 en Roma, en la capilla del Colegio Internacional María Mater Ecclesiae, por imposición de manos de Mons. Flavio Calle Zapata, entonces obispo de Sonsón - Rionegro. Ha desempeñado los siguientes oficios pastorales: * Diácono vicario parroquial de la Catedral de Sonsón (1992); * Formador y profesor del Seminario Nacional de Cristo Sacerdote de La Ceja (1994-2000); * Delegado episcopal para la Animación Bíblica de la Pastoral de la diócesis de Sonsón - Rionegro (1996-2003); * Miembro del Consejo Presbiteral y del Colegio de Consultores de la diócesis de Sonsón - Rionegro (1999-2003); * Rector y ecónomo del Seminario Nacional de Cristo Sacerdote de La Ceja (2000-2003 ); * Colaborador local de la Nunciatura Apostólica en Bogotá (2003-2010); * Director de los Departamentos de Ministerios Ordenados y de Vida Consagrada de la Conferencia Episcopal de Colombia (20 l 0-2012). * El 28 de mayo de 2012, Su Santidad Benedicto XVI lo nombró Obispo Auxiliar de Medellín y fue ordenado Obispo el 4 de Agosto de 2012.* El 7 de julio de 2016 fue elegido por la Asamblea Plenaria del Episcopado como Secretario General (2016-2019). El 22 de octubre de 2020 fue nombrado por el Papa Francisco como obispo de la Diócesis de Santa Rosa de Osos, tomando posesión de su cargo el 16 de diciembre de 2020. El 02 de mayo de 2022, fue nombrado por el Papa Francisco, como administrador apostólico de Santa Fe de Antioquia.

Jue 28 Abr 2022

Subsidio: Iglesia anima “Día Nacional por la Reconciliación”

Con motivo de la visita apostólica del Papa Francisco a Colombia y del Gran Encuentro de Oración por la Reconciliación Nacional, en septiembre de 2017, los obispos de Colombia acordaron instituir el Día Nacional por la Reconciliación, el tres de mayo, Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, Según lo ha expresado el episcopado, este será un espacio "para que, a través de la oración, la reflexión y el encuentro, los colombianos propiciemos experiencias de amor y misericordia de Dios Padre que nos reconcilia con Él mismo, con los hermanos, con la naturaleza y con nosotros mismos y, así́, nos convirtamos en protagonistas más creíbles de procesos de construcción de paz". Para animar esta celebración el Departamento de Liturgia, del Secretariado Permanente del Episcopado (SPEC), ha elaborado un subsidio que facilitará la vivencia de este momento especial durantela eucaristía o en grupos pastorales. Este año el subsidio se articula en cuatro partes: la primera, guía para la celebración de la Santa Misa; la segunda, la oración de los fieles; la tercera, una oración por la paz de Colombia; la última, esquema para el ejercicio de los mil Jesús. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar SUBSIDIO[/icon] “Día Nacional por la Reconciliación” En la asamblea plenaria extraordinaria de noviembre de 2017, cuando se reunieron los obispos para profundizar y aplicar el Magisterio del Papa Francisco con ocasión de la visita que hizo el Pontífice a Colombia, se aprobó por unanimidad el “Día Nacional por la Reconciliación”, para que se desarrollara el 3 de mayo de cada año en la celebración de la fiesta de la “Exaltación de la Santa Cruz”. Valga este día para recordar el gran “Encuentro de Oración por la Reconciliación Nacional” que tuvo lugar en Villavicencio, el 8 de septiembre de 2017. Allí, el Santo Padre exclamó en su discurso: “Colombia, abre tu corazón de pueblo de Dios, déjate reconciliar. No le temas a la verdad ni a la justicia. Queridos colombianos, no tengan miedo a pedir y a ofrecer el perdón. No se resistan a la reconciliación para acercarse, reencontrarse como hermanos y superar las enemistades. Es hora de sanar heridas, de tender puentes, de limar diferencias. Es la hora para desactivar los odios, y renunciar a las venganzas, y abrirse a la convivencia basada en la justicia, en la verdad y en la creación de una verdadera cultura del encuentro fraterno. Que podamos habitar en armonía y fraternidad, como desea el Señor”. Claves para vivir la jornada de la Reconciliación Desde aquel primer Día de la Reconciliación, en 2018, se mantienen vigentes las cuatro claves propuestas por la Conferencia Episcopal de Colombia para vivir de forma activa esta jornada. Ellas son: 1. Tenemos necesidad de reconciliación; 2. No nos cansemos de orar por la reconciliación; 3. Hagamos un compromiso serio de reconciliación; 4. Cultivemos, cuidemos y promovamos los valores que nos disponen a vivir la reconciliación.

Mar 12 Abr 2022

Los amó hasta el extremo

JUEVES SANTO MISA VESPERTINA DE LA CENA DEL SEÑOR Abril 14 de 2022 Primera lectura: Éxodo 12, 1-8.11-14 Salmo: 116(115), 12-13.15 y 16bc.17-18 Segunda lectura: 1Corintios 11, 23-26 Evangelio: Juan 13, 1-15 I. Orientaciones para la Predicación Introducción La última parte del evangelio de Juan se abre con una introducción solemne: “Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado su hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo”. El evangelista Juan nos ayuda a recorrer atentamente el último día de Jesús con sus discípulos. Así nos hace comprender que efectivamente ha llegado la “hora” tan esperada por Jesús, la “hora” ardientemente deseada, cuidadosamente preparada, frecuentemente anunciada (ver 12,27- 28). Es la “hora” en que manifiesta su amor infinito entregándose a quien lo traiciona, en el don supremo de su libertad. Dos aspectos se ponen de relieve: 1. Esta es la hora en que Jesús regresa a la casa del Padre: “había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre”. Él conoce el camino y la meta. 2. Esta es la hora en la que Jesús da la máxima prueba de su amor: “los amó hasta el extremo”. Juan señala que el amor de Jesús viene de Dios y es, por lo tanto, un amor gratuito y total. La cruz de Jesús será la manifestación de este amor divino, afecto supremo que ama hasta las últimas consecuencias, hasta el extremo de sus fuerzas. El marco es el de la Pascua hebrea: “Antes de la fiesta de la Pascua”. En ella el pueblo de Israel celebra con gratitud los beneficios de Dios, quien lo liberó de la esclavitud y lo hizo su pueblo. Jesús lleva a su cumplimiento esta liberación, arrancando al hombre de la esclavitud del pecado y de la muerte y dándole la comunión plena con Dios. El gesto simbólico del lavatorio de los pies muestra la significación de la entrega de su vida y el valor ejemplar que ésta tiene para todo discípulo . 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? Los evangelios sinópticos dedican algunos, pocos, versículos a la narración de la última cena, en cambio el evangelista Juan dedica 5 capítulos de su evangelio a este acontecimiento. Sería importante leerlos en su conjunto. Allí encontramos un largo discurso que Jesús hace a sus discípulos. La Biblia, por lo general, recoge los discursos finales de los grandes personajes y les da el sabor de un testamento pues es la recomendación final de cómo debe ser el comportamiento en la vida, con la promesa de una bendición (cf. Testamento de Jacob, Gn 49). Pues lo mismo sucede en el evangelio de Juan, los discursos de Jesús, ubicados en la Última Cena, tienen el objetivo de ser el testamento que Jesús deja a sus discípulos. Nosotros sabemos ¡cuánto son sagradas las últimas palabras de una persona que nos ha amado y que se marcha! Este testamento no se abre con un discurso sino con un gesto de Jesús que conservó únicamente el evangelista Juan y el cual, seguramente, dejó desconcertados a los discípulos: el lavatorio de los pies. Este hecho se introduce con unas palabras muy solemnes que, ante todo, hablan de la hora de Jesús al pasar de este mundo al Padre, además menciona cómo la vida de Jesús se resume en un verbo: amar, y un amor sin condiciones, hasta el extremo que es el don de la vida misma, más allá de esto no se puede ir. Incluso esta escena pone al Maestro de rodillas ante quien no lo ha aceptado como sucedió con Judas. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? Cuando leemos este texto de Juan y cómo describe cada gesto de Jesús, nos pareciera que es una narración en cámara lenta con el propósito de que se nos escape ningún detalle de este momento particular y único de Jesús, pero sobre todo para que sea un signo que quede por siempre en el corazón de los fieles seguidores del Maestro. La solemnidad con que se cuenta esta escena nos llevaría a esperar que inmediatamente Juan narrara la institución de la Eucaristía, en cambio no, es el único evangelista que no lo hace, incluso habiendo hablado de la Eucaristía en el capítulo 6 de su evangelio, sino dice que cuando estaban cenando Jesús se levantó, se quitó el manto y se ciñó una toalla, echó agua en una vasija y se puso a lavarle los pies a los discípulos. “Se quitó el manto” es una expresión que poco se ha meditado pero que es un gesto importante. Pero en el lenguaje bíblico no solo se quitó el manto, sino también la túnica, es decir, quedó vestido como un esclavo de la época y esto aún causa mayor admiración, pues nosotros pensamos, todavía hoy, en un Dios al que debemos servir y no un Dios que nos sirve, como hace Jesús. Estamos frente a un Dios que se hace esclavo del hombre y no es fácil dejarnos convertir por esta imagen de Dios, menos en una sociedad donde prevalece el “yo”. Haríamos bien en quedarnos en silencio contemplando esta imagen de Dios que ha convulsionado la mentalidad de los discípulos durante la Última Cena y preguntarnos ¿en qué momento dejamos de contemplar a un Dios que se hace servicio, para ponernos en el centro de atención y ser servidos por los demás? “Pedro dice: Señor, ¿tú lavarme los pies a mí?”. Pedro se da cuenta que con ese gesto Jesús está cambiando el orden de las cosas tal y como los discípulos las pensaban. ¿Cuál es el orden lógico y normal? Que el maestro sea servido por sus discípulos. Y Pedro no acepta este gesto porque ya está entendiendo que Jesús reproduce el rostro del Padre del cielo y es imposible pensar en un Dios que se inclina para servir a las personas. Ciertos gestos de pastores humildes y sencillos, no son aceptados fácilmente por el mismo clero y los fieles, porque en su lógica humana todavía pretenden ser servidos. Aún hoy existe quien, como Pedro, se rebela ante un Dios que quiere inclinarse para servir a la humanidad, no lo acepta, simplemente porque no se siente cómodo al ser confrontado con la propuesta de Jesús: ustedes deben lavarse los pies unos a otros. No logramos quitarnos el manto que da prestigio y reconocimiento. Además, muchas expresiones antiguas y nuevas de espiritualidad enfatizan en que es la persona que debe servir a Dios con una moral a rajatabla y le es escandaloso pensar en un Dios que, al contrario, sirve al hombre. El inclinarse de Jesús para lavar los pies de sus discípulos es el último escalón del servicio necesario para la salvación del hombre. Jesús necesitaba bajar hasta este punto de su encarnación para rescatar totalmente a la humanidad del pecado. “Ustedes también deben lavarse los pies unos a otros”. Jesús se pone de nuevo el manto, pero no se quita la toalla que es el símbolo del servicio, lo que significa que el gesto realizado por Jesús no es solamente algo del momento para después volver a ser el Dios que necesita ser servido. No es una fachada que utiliza para mostrarse espontáneo y cercano en algún momento. No, ese gesto es la presentación auténtica de la identidad de Dios que quiere servir siempre a la humanidad. Eso nunca cambiará pues esa es la naturaleza de Dios: servir. La verdadera dignidad del cristiano es reproducir esta imagen del Padre del cielo que brilla en la persona de Jesús. Aquí también puede Jesús decirnos, después de celebrar la Eucaristía: “hagan esto en memoria mía”. “Dichosos ustedes si lo cumplen”. Dichoso es aquel que ha logrado hacer de su vida un servicio, que ha encontrado un sentido a su existencia desde la enseñanza de Jesús. A estos el Señor les felicitará porque han manifestado a sus hermanos el amor de Cristo, no para ganarse méritos sino para llegar al paraíso. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? Señor Jesús, que tu amor sin condiciones sea el modelo más claro para mi vida. Que amar y servir sean el propósito de mi existencia y si, por algún motivo, no logró entender la lógica de tu amor, que tu Espíritu Santo me guie en mi camino de conversión. Señor Jesús que, según tu ejemplo, mi lema sea “en todo amar y servir” como lo expresaba San Ignacio de Loyola a ejemplo de aquel Jesús que sirvió por amor a la humanidad. Señor Jesús, que siempre endose el vestido del servicio, sin fachadas ni maquillajes momentáneos, y que allí encuentre el sentido de mi vida. _____________________ Recomendaciones prácticas: • Los sacerdotes que han celebrado para el bien del pueblo o han concelebrado en la Misa Crismal, pueden concelebrar en la Misa Vespertina. • «Invítese a los fieles a una adoración prolongada del Santísimo Sacramento en la reserva solemne. En esta ocasión es oportuno leer una parte del evangelio de San Juan (cap. 13 al 17).» (Circular sobre las Fiestas Pascuales, n. 56). II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Comienza esta tarde, con la Misa vespertina de la Cena del Señor, la celebración del Misterio Pascual de Cristo muerto, sepultado y resucitado, que es la base fundamental de nuestra fe. Al caer de la tarde, reunidos como los apóstoles en torno al Maestro, celebramos la santa Eucaristía, memorial viviente de nuestra redención y Pascua sacramental del Hijo de Dios inmolado por la salvación del mundo. En este jueves santo la Iglesia hace memoria y celebra la institución de la Eucaristía, la institución del sacerdocio y la institución del servicio fraterno y recíproco a través del gesto que hace Jesús al lavar los pies a sus discípulos. Monición a la Liturgia de la Palabra La cena del pueblo de Israel, narrada en el libro del Éxodo, antes de su Pascua de liberación, la releemos en la narración de la nueva Cena pascual que san Pablo, en la primera carta a los Corintios, nos transmite, así como la ha recibido del Señor. Antes de partir el pan, el evangelista Juan, en aquella hora del paso de este mundo al Padre, confía a la Iglesia aquel evento desconcertante de Cristo que lava los pies a sus discípulos. Monición al lavatorio de los pies La liturgia invita ahora al celebrante a revivir el gesto del lavatorio de los pies, hecho por Jesús a sus discípulos. Este rito quiere recordarnos que, para ser, en verdad, discípulos del Señor, que ha dado su vida por la humanidad, es necesario ir por el camino del servicio, sin condiciones y hasta el final. Las personas que han aceptado la invitación de dejarse lavar los pies representan los distintos ámbitos de nuestra comunidad parroquial. Esto significa que cada persona en nuestra comunidad puede ser ayudado y servido, pero lo importante es aceptar la invitación que nos hace el Señor de cambiar nuestra mentalidad y nuestra vida. Monición a la preparación de los dones Confirmados por la caridad de Cristo, llevamos al altar nuestros corazones y los signos de nuestra comunión con Dios y con los hermanos, pidiendo a Dios Padre que el amor hecho sacrificio de Cristo obtenga de nosotros plena adhesión. Monición a la Procesión del Santísimo Sacramento La Eucaristía ahora es llevada al monumento preparado esmeradamente por la comunidad para la Adoración del Santísimo Sacramento. Allí estamos invitados a vivir un momento de oración y contemplación de un Dios que se entrega por nosotros y se convierte en alimento de vida eterna en la Sagrada Comunión. El don recibido en la Eucaristía es muy grande. No podemos salir del templo a toda prisa, hoy no es un día como cualquier otro. Dejemos que nuestros asuntos, los afanes, los compromisos y tantas otras ocupaciones esperen y cedan el puesto a la adoración de Jesús Eucaristía. Dejemos que el corazón exprese una alabanza, una acción de gracias, suplique el perdón y confié a Jesús todas sus intenciones y necesidades. La Iglesia permanecerá abierta hasta media noche y tendremos la hora santa a las 9 de la noche. Son tantos momentos que nos ayudarán a vivir en el amor de Jesús estos días. Adoremos al Señor Jesús, vivo y presente realmente en la Eucaristía. Oración Universal o de los Fieles Presidente: En la hora en que Jesús nos entrega con el pan y el vino el sacramento del amor, presentémosle al Padre, nuestras súplicas diciendo: R. Cristo, pan de vida, escúchanos. 1. Por el papa Francisco, los obispos, sacerdotes y diáconos, para que, a imagen de Cristo, buen Pastor, sean testigos del servicio desinteresado, especialmente a los más pobres y necesitados. 2. Por nuestros gobernantes, para que, iluminados por los valores y principios cristianos sepan administrar con justicia y honestidad, los bienes que se les han confiado para bien del pueblo colombiano. 3. Por las personas más necesitadas de nuestro pueblo, para que encuentren en el corazón generoso de los cristianos alivio a sus sufrimientos. 4. Por nuestro país, para que, reine la paz, la concordia, la reconciliación y la justicia en medio de todos los hombres. Convierte el corazón de los violentos y no permitas que impere la injusticia y los atentados contra la vida humana. 5. Por el corazón de los jóvenes de nuestro pueblo, para que sepan responder con generosidad al llamado que Cristo les hace a entregar su vida al servicio de los demás en el sacerdocio o en la vida consagrada. Oración conclusiva Dios Padre nuestro, mira con bondad nuestros corazones hambrientos de tu misericordia y concédenos cuanto te hemos pedido, si es conforme a tu voluntad, Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén.

Mar 22 Mar 2022

Episcopado invita a vivir la “Jornada Nacional por la Vida”

Este 25 de marzo, Solemnidad de la Encarnación del Señor, la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) invita a celebrar la “Jornada Nacional por la Vida” bajo el lema: “Sembremos vida para cosechar vida”. Sus organizadores piden a todos los colombianos asumir el compromiso por la defensa de la vida en el día a día, ofreciendo una ayuda eficaz a los que atraviesan situaciones de vulnerabilidad. La jornada, que viene siendo impulsada por el Departamento de Promoción y Defensa de la Vida, del Secretariado Permanente del Episcopado, iniciará a las 6:00 a.m. con el rezo del Santo Rosario, seguido de la eucaristía, presidida por monseñor Francisco Ceballos Escobar, obispo de Riohacha y quien preside la Comisión Episcopal de Vida. los obispos de Colombia recuerdan que, en el contexto del Año de la Familia, convocado por el Papa Francisco, la Iglesia quiere poner su mirada en la Sagrada Familia para “aprender a ser custodios y defensores de la vida”, por lo que invitan a todos los católicos a participar activamente de esta jornada. Cartilla: “Fecundar Vida” Con el ánimo de ayudar a vivir este momento celebrativo de la vida, sus organizadores ponen a disposición una cartilla, que contiene la campaña: “Fecundar Vida, Porque Todos Somos Hijos”, la misma, busca "promover – a través de los fieles laicos- una cultura de promoción y defensa de la vida humana". [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar cartilla FECUNDAR VIDA[/icon] Agenda Será una jornada cargada de actos celebrativos, litúrgicos, formativos, testimoniales y que concluirá con el Viacrucis por la Vida, donde 14 jurisdicciones eclesiásticas del país, serán las encargadas de animar cada estación. Cómo unirse a la jornada El canal Cristovisión transmitirá este viernes 25 de marzo, a partir de las 6 de la mañana, hasta el cierre de la jornada que está previsto para las 8:00 p.m. Además, podrá seguirse por la fan page de la CEC @Episcopadocol

Mar 15 Feb 2022

Fallece hermano del arzobispo de Tunja

Hoy los obispos de Colombia reunidos en la CXII Asamblea Plenaria del Episcopado, expresan su cercanía a monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos, arzobispo de Tunja, por el sensible fallecimiento de su hermano el señor Luis Alberto Villa Vahos. "El episcopado se une en oración para dar gracias a Dios por la vida del señor Luis Alberto, pidiendo al Señor lo reciba en su Reino. Manifiesta su compañía y solidaridad con la familia de monseñor Gabriel Ángel Villa".

Lun 14 Feb 2022

Presidente del episcopado instala CXII Asamblea Plenaria

En la mañana de hoy, monseñor Luis José Rueda Aparicio, presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, fue el encargado de hacer la instalación de la asamblea plenaria de obispos, que llega a su versión ciento doce y que en esta ocasión tiene por título: "El caminar juntos de la Iglesia en Colombia". El prelado inició su discurso recordando que la Iglesia universal se encuentra caminando en el contexto de un Sínodo, convocado por el Papa Francisco: “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión” y explicó que en este momento el trabajo se encuentra en una fase diocesana que se prolongará hasta el 15 de agosto de 2022. “Dispongámonos con fe y disciplina a la escucha del Espíritu Santo” En el contexto del Sínodo que invita a caminar juntos, monseñor Rueda animó a los obispos a vivir este momento como un aliento renovador y esperanzador para la Iglesia y los invitó para que durante estos días de cesión se facilite el diálogo, la escucha y el discernimiento, partiendo la reflexión a partir de dos preguntas que son las que marcarán la ruta de la plenaria: ¿Cómo se realiza hoy, ese “caminar juntos”? ¿Qué pasos el Espíritu nos invita a dar para crecer como Iglesia sinodal? “Si nos ejercitamos en la espiritualidad de la escucha, los frutos del discernimiento serán más claros: el camino será con cruz, pero con valentía y tomaremos los senderos de conversión que renovarán nuestra vida. Si nos escuchamos entre nosotros, nos conoceremos en torno a la fracción del pan y nos ayudaremos a sobrellevar las cargas pastorales (…) La espiritualidad sinodal nos enseña a los obispos ser Pueblo, a reconocer nuestras raíces, a vivir la cercanía, a correr el riesgo de caminar con el Pueblo de Dios”. La ternura, fuerza humanizadora y evangelizadora El prelado continúo su intervención, explicando el significado de la palabra ternura, haciendo mención que, esta se debe manifestar en la misión del episcopado a través de los servicios y experiencias evangelizadoras que realiza, y, se debe materializar cuando se entra en contacto con la realidad concreta de las personas y de las comunidades. “La espiritualidad sinodal nos permite y exige cultivar la ternura de Dios y consentir que ella impregne nuestras relaciones eclesiales y sociales. La ternura propicia la experiencia de caminar juntos. (…) La ternura tiene fuerza humanizadora y por consiguiente posee fuerza evangelizadora”. Desafíos en el ser y el hacer de la Iglesia Explicó que, el Sínodo propone y exige una renovación en el ser y el hacer de la Iglesia, donde “se ofrezca al pueblo de Dios signos de esperanza e instrumentos eficaces que lleven a la renovación de la humanidad y se haga presente el Reino de Dios”, por tanto, agregó monseñor Rueda: “Formulemos, entonces, algunos desafíos que afloran en el presente y requieren nuestra respuesta”. Al respecto de cambios, el prelado profundizó sobre cuatro desafíos, que según recalcó, ayudarán a profundizar en el caminar de la Iglesia. Son ellos: Los desafíos en la identidad de la Iglesia, el desafío humanitario, el desafío social y el desafío ecológico. Desafíos en la identidad de la Iglesia El también arzobispo de Bogotá, recalcó, que es necesario hacer una renovación misionera al interior de la Conferencia Episcopal, que permita acercar y conocer más la realidad de lo que está pasando en las diferentes regiones del país. Frente a esto, dijo que ve con esperanza el escenario de las provincias eclesiásticas. “Allí se fortalece la comunión misionera de los obispos y, a su vez, concede vitalidad a la colegialidad de la Conferencia Episcopal”. Observó que, “una Conferencia Episcopal Colombiana en salida, fortalecerá las asambleas eclesiales a nivel provincial, para que desde allí se enriquezca la lectura de los signos de los tiempos y las propuestas de Iglesia en el anuncio del Evangelio, en la comunión y en el servicio al desarrollo humano integral”. En otro aspecto, advirtió que la Iglesia debe asumir y reconocer su condición pecadora, frente a la realidad de los abusos de poder, conciencia y sexuales, asumiendo sus consecuencias “apoyar los procesos preventivos y reconocer que nuestra condición pecadora nos exige coherencia para iniciar itinerarios de conversión personal, comunitaria y pastoral”. El desafío humanitario Al enunciar las extensas dolencias que aquejan al pueblo colombiano, entre ellas, el aumento de suicidios, la fragilidad del servicio de salud, la presencia devastadora de la pandemia, la llegada de migrantes al país, el consumo de estupefacientes, el confinamiento por violencia, el reclutamiento de menores, los secuestros, la legislación sobre el aborto y la eutanasia, la violación de los derechos humanos, entre otras, dijo “a nosotros, los obispos en servicio, a todo el Pueblo de Dios, nos desafía la dolorosa realidad humanitaria que constatamos en las zonas rurales y urbanas (…) Todas estas son voces con dolor que nos exigen anunciar y vivir el Evangelio de Cristo, porque de allí brota una ética basada en la opción fundamental por la buena nueva de la vida”. El desafío social “El ambiente social y cultural, la economía, la política, las comunicaciones nos desafían en nuestra misión como testigos de esperanza, porque pone muy cerca de cada uno de nosotros, en nuestras parroquias y en nuestras propias casas, temas fundamentales que no podemos ignorar: el valor del trabajo humano y la realidad del desempleo, la soledad y el abandono de las familias que habitan las zonas rurales, la vergonzosa realidad del hambre y la pauperización de grandes sectores urbanos, la devastadora penetración del narcotráfico y la multiplicidad de formas de microtráfico, la polarización política y social, el odio y nuevas formas de agresividad social, las búsquedas de los jóvenes y sus posibilidades de estudio o trabajos disminuidas, el rechazo a la corrupción y la búsqueda de nuevos estilos de sociedad con métodos que aún no muestran claridad ni solidez”. Frente a este contexto sombrío que expuso el prelado y que clama la voz solidaria de la Iglesia, monseñor Rueda planteó a los obispos hacerse la siguiente pregunta ¿Cuál es el servicio que el Señor nos pide en este contexto social? El desafío ecológico Advirtió que, si bien en las últimas décadas ha crecido la conciencia ecológica dentro de los miembros de la Iglesia y en la humanidad entera, aún falta más por profundizar y articular. Señaló que está surgiendo una cultura del cuidado por la casa común, una cultura de la ecología integral. También mencionó apartes de la encíclica del Papa Francisco: 'Laudato Si', donde advierte que “El desafío urgente de proteger nuestra casa común incluye la preocupación de unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral, pues sabemos que las cosas pueden cambiar… Los jóvenes nos reclaman un cambio. Ellos se preguntan cómo es posible que se pretenda construir un futuro mejor sin pensar en la crisis del ambiente y en los sufrimientos de los excluidos”. Su intervención concluyó leyendo un fragmento de la oración del papa Francisco a la Virgen María, en Evangelii Gaudium. DESCARGAR ALOCUCIÓN INAGURAL [icon class='fa fa-download fa-2x'] AQUÍ[/icon]

Vie 4 Feb 2022

Voz del Pastor | 06 de febrero de 2022

Lucas 5,1-11 Reflexión de monseñor Luis José Rueda Aparicio, Arzobispo de Bogotá y primado de Colombia Lectura del Santo Evangelio según San Lucas 5,1-11