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esperanza

Lun 9 Oct 2017

Segundo paso, paso adelante

Por: Mons. Ismael Rueda Sierra - Aún está contenida en el corazón, la mente y la retina la Visita Apostólica del Papa Francisco a Colombia. Días de maravillosa experiencia espiritual y evangelizadora, presidida por el Sucesor de Pedro y dirigida a la conciencia personal y colectiva de un pueblo en camino, en búsqueda de paz y reconciliación. Bien lo anunció así el pontífice en el mensaje previo que hiciera de su viaje a Colombia: “Iré como peregrino de esperanza y de paz, para celebrar con ustedes la fe en nuestro Señor y también para aprender de vuestra caridad y vuestra constancia en busca de la paz y la armonía”. Nos queda ahora, habiendo sido invitados a dar el primer paso, seguir adelante con el impulso espiritual que hemos recibido para dar un segundo paso que ha de ser, un paso adelante y otros sucesivos, diríamos interminables, para construir, inspirados en el evangelio, sostenidos por el amor de Dios y comprometidos en la agenda de todos los días con todas las personas, la paz por el perdón y la reconciliación. Son muchos los signos, expresiones, actitudes y sabias palabras las que hemos recibido. Unas han calado más profundamente, como su cercanía y espontaneidad en el encuentro con las personas, su carisma de empatía espiritual para con todos y aquellas palabras en varias ocasiones repetidas y que han hecho tanto eco como “no se dejen robar la alegría ni la esperanza“, que resonaran con especial énfasis en el mundo juvenil. Pero si quisiéramos resumir o condensar el fondo de sus mensajes, diríamos que todos aquellos aluden principalmente a la necesaria construcción de una “cultura del encuentro” para asegurar una verdadera cultura de paz. En efecto, propiciar el encuentro es lo contrario a construir muros de división y separación que dañan las fundamentales relaciones que dignifican la vida humana y por tanto también la cultura de los pueblos, a saber: el encuentro y la relación con Dios, como el primero y que da sentido a todo; el encuentro con las demás personas, sin distinciones, como miembros de la misma familia y por tanto, como hermanos; el encuentro consigo mismo, que se hace mucho más claro, evidente y que confirma la conciencia de su propia dignidad e identidad como persona, con fundamento en los dos encuentros anteriores y finalmente, con insistencia especial del Santo Padre, el encuentro con la naturaleza o la creación para su manejo responsable y solidario en bien del desarrollo humano integral. El Santo Padre, por el conocimiento que ha tenido de la misma situación de Colombia, nos hace tomar conciencia de todos los “desencuentros” que han dañado precisamente la armonía y la convivencia entre todos nosotros colombianos y que por tanto, conseguir la paz requiere retomar por la reconciliación y el perdón, entre otros recursos, que exigen en primer lugar, restablecer la comunión con Dios, el acercamiento a pesar de tantas heridas del camino, con los diferentes actores que han intervenido de diversos modos en la vida del país, con el propósito de dar el primer paso para salir de un círculo vicioso de estancamiento y repetición generado por violencias y divisiones. Asimismo frente a las situaciones de degradación y desconocimiento del valor de cada uno, de pérdida del respeto a la vida humana, a su dignidad, que afecta la autoestima y alta conciencia de sí mismo, invita al perdón como medio para recuperar la verdadera identidad. Y finalmente, advertir tantos desencuentros con la naturaleza rica en bio- diversidad, cargada de posibilidades como en ninguna otra parte del mundo, tal como lo es la riqueza de nuestros mares, ríos selvas y montañas, para que su cuidado y adecuada utilización, especialmente al servicio de los pobres, ayude a definir también en términos de equidad y justa administración de esos bienes para todos, la casa común de la familia y hogar al que pertenecemos y en el que tenemos que convivir y aceptarnos como verdaderos hermanos. Tarea grande que estamos invitados a asumir. Gracias Santo Padre por dar con nosotros este primer paso. + Ismael Rueda Sierra Arzobispo de Bucaramanga

Sáb 1 Abr 2017

"Una nación sin parlamento es como un cuerpo sin alma": Iglesia de Venezuela

La Presidencia de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), señaló este viernes 31 de marzo que “no se puede permanecer pasivos, acobardados ni desesperanzados” ante la decisión del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de eliminar la Asamblea Nacional y suplantarla “por una representación de los poderes judicial y ejecutivo”. La noche del miércoles 29 el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) emitió la sentencia 156 con la que anuncia que asumirá todas las funciones de la Asamblea Nacional, formada mayormente por parlamentarios de la oposición desde que esta ganó las elecciones legislativas de diciembre de 2015. La Corte, que es controlada por el gobierno, dio este fallo un día después de emitir la sentencia 155, que eliminó la inmunidad parlamentaria y otorgó facultades especiales al Presidente Nicolás Maduro para tomar medidas civiles, económicas, militares, penales, administrativas, políticas, jurídicas y sociales, así como revisar leyes y otras normas. “Estamos muy cerca de la Semana Santa. Para los católicos la conmemoración de los atropellos contra Nuestro Señor Jesucristo es un urgente llamado a tomar conciencia y a actuar de manera pacífica pero contundente ante la arremetida del poder”, afirmaron los obispos en su comunicado publicado este 31 de marzo. “No se puede permanecer pasivos, acobardados ni desesperanzados. Tenemos que defender nuestros derechos y los derechos de los demás. Es hora de preguntarse muy seria y responsablemente si no son válidas y oportunas, por ejemplo, la desobediencia civil, las manifestaciones pacíficas, los justos reclamos a los poderes públicos nacionales y/o internacionales y las protestas cívicas”, añadieron. La Presidencia de la CEV señaló que las decisiones del TSJ son “moralmente inaceptables y, por tanto, reprobables”, agravan la crisis y “pueden generar en Venezuela una escalada de violencia”. “La eliminación de la Asamblea Nacional, suplantándola por una representación de los poderes judicial y ejecutivo, es un desconocimiento absoluto de que la soberanía reside en el pueblo”, indicaron. “Una nación sin parlamento es como un cuerpo sin alma. Está muerto y desaparece toda posibilidad de opinión divergente o contraria a quienes están en el poder. Se abre la puerta a la arbitrariedad, la corrupción y la persecución, un despeñadero hacia la dictadura”, advirtieron. Los obispos señalaron que “existe una distorsión en el ejercicio del poder en Venezuela. Pareciera que todo gira en torno a lo político, entendido como conquista del poder, olvidando que las necesidades reales de la gente reclaman otra visión del poder”. “La incapacidad para dar solución a la escasez y carestía de los alimentos y medicinas, la creciente violencia, la incitación al odio y el desconocimiento de las normas elementales para una convivencia en paz, son, entre otras, las causas que nos tienen sumidos en un marasmo que entorpece el entendimiento y el progreso”, recordaron. “Desconocer la existencia del otro y sus derechos es, sencillamente, destruir toda posibilidad de convivencia democrática y plural”, indicó la Presidencia de la CEV y señaló que ante ello es “necesario generar gestos valientes e iniciativas innovadoras que motiven a esperar contra toda esperanza”. “Frente al mal nadie puede permanecer como simple espectador”, afirmó. Los obispos invocaron la intercesión de Cristo y la Virgen María para que en “esta hora menguada”, Venezuela encuentre “en la sensatez y prudencia (…) los caminos para superar tan grave y riesgosa crisis”. “Como católicos, debemos vivir los actos religiosos de la Semana Santa, conmemoración de la pasión y resurrección de Cristo, las celebraciones litúrgicas y los actos piadosos, con un contenido social que nos ayude a mantener la esperanza, la alegría y la solidaridad, en medio de las naturales diferencias, propias de los seres humanos”, expresaron. El fallo del TSJ ha sido calificado por la oposición como un golpe de estado y varios países de América Latina expresaron su preocupación por la profundización de la crisis política. El Secretario General de la OEA, Luis Almagro, dijo que es "autogolpe de Estado perpetrado por el régimen venezolano contra la Asamblea Nacional". (Clik para descargar comunicado) Fuente: Agencia católica ACIPRENSA

Jue 22 Dic 2016

En Navidad dejémonos impregnar por la atmósfera de esperanza

El Nuncio Apostólico en Colombia, Monseñor Ettore Balestrero, invitó a los colombianos para que nos dejemos contagiar de la atmósfera que nos ofrece la Navidad. El diplomático explicó que la Navidad es un tiempo en el que se vive un ambiente de realismo mágico y que nos permite acercarnos de manera particular a Dios. “Acerquémonos al pesebre, a nuestra parroquia y reconciliémonos con Dios y con nuestros hermanos”, afirmó. También animó para que miremos con ojos de fe al niños Jesús porque Él es el camino la verdad y la vida. Finalmente destacó la Navidad como un fiesta de esperanza que transforma nuestras vidas, nuestras familias y nuestras relaciones. “Para todos nuestros problemas hay una solución y esas solución se llama Jesús”, aseguró.

Jue 29 Sep 2016

Papa invita a “comunicar esperanza y confianza en nuestro tiempo”

“No temas, porque yo estoy contigo. Comunicar esperanza y confianza en nuestro tiempo”. Este es el tema elegido por el papa Francisco para la próxima Jornada Mundial de la Comunicación Sociales, que se celebra el 24 de enero de 2017. Así lo ha anunciado la sala de prensa de la Santa Sede, junto con un comunicado de la Secretaría para la Comunicación, en el que se explica que “anestesiar la conciencia” o “dejarse llevar por la desesperación” son dos posibles enfermedades “a las que puede llevar el sistema de comunicación actual”. Por eso, se precisa que el tema de la próxima Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales es una invitación “a contar la historia del mundo y las historias de los hombres y de las mujeres”, según la lógica de la “buena noticia” que recuerda que “Dios nunca renuncia a ser Padre, en cualquier situación y con cada ser humano”. De ahí, lanzan la invitación de aprender a “comunicar confianza y esperanza para la historia”. Por otro lado, indican que es posible que la conciencia se cauterice, como recuerda el Papa Francisco en la Laudato si’, debido al hecho de que a menudo los profesionales, los líderes de opinión y los medios de comunicación, “desarrollando su actividad en zonas urbanas distantes de los lugares de la pobreza y de las necesidades”, “vivan una distancia física que, a menudo, desemboca en la ignorancia de la complejidad de los dramas de los hombres y de las mujeres”. En esta misma línea, se recuerda en cambio que se ayuda a la desesperación “cuando la comunicación se enfatiza y se vuelve espectáculo”, hasta convertirse a veces “en una estrategia de construcción verdadera y propia de acechanzas y peligros inminentes”. Pero en medio de este estruendo se oye un susurro: “No temas, porque yo estoy contigo”. Desde la Secretaría de las Comunicaciones Sociales, recuerdan que en su Hijo, “Dios se ha hecho solidario con cada situación humana y ha revelado que no estamos solos, porque tenemos un Padre que no se olvida de sus hijos”. Porque quien vive unido a Cristo –precisan– descubre que incluso la oscuridad y la muerte se convierten, para todo el que lo quiera, en lugar de comunión con la Luz y la Vida. Finalmente, en cualquier acontecimiento invitan a los comunicadores: “Intenta descubrir lo que sucede entre Dios y la humanidad, para reconocer como Dios mismo, a través del escenario dramático de este mundo, esté escribiendo la historia de la salvación”. Los cristianos –concluye el comunicado– tenemos una “buena noticia” que contar porque contemplamos confiados el horizonte del Reino. Fuente: Agencia ZENIT

Dom 27 Mar 2016

El Papa pide no caer en la terrible trampa de ser cristianos sin esperanza

El papa Francisco presidió la vigilia pascual en la basílica de San Pedro, donde pidió no caer en la terrible trampa de ser cristianos sin esperanza e instó a difundirla en un mundo sediento de esta virtud teologal. "Si no es así seremos un organismo internacional con un gran número de seguidores y buenas normas, pero incapaz de apagar la sed de esperanza que tiene el mundo", subrayó. El pontífice puso como ejemplo al apóstol Pedro que tras la muerte de Cristo no se dejó "ni dominar por sus dudas; no se dejó hundir por los remordimientos, el miedo y las continuas habladurías que no llevan a nada". "Sin ceder a la tristeza o a la oscuridad, se abrió a la voz de la esperanza: dejó que la luz de Dios entrara en su corazón sin apagarla", agregó. Francisco animó a los católicos a abrir "nuestros sepulcros sellados, para que Jesús entre y lo llene de vida" y deshacerse "del rencor y las losas del pasado, las rocas pesadas, de las debilidades y de las caídas" y consideró que la primera piedra a remover debe ser "el ser cristianos sin esperanza, que viven como si el Señor no hubiera resucitado y nuestros problemas fueran el centro de la vida". "La esperanza cristiana no es simple optimismo, y ni siquiera una actitud psicológica o una hermosa invitación a tener ánimo, sino salir de sí mismo y entregarse a Dios", añadió. Tras la bendición del fuego y el encendido del cirio pascual, el Papa grabó una cruz, las letras del alfabeto griego alfa y omega y el año 2016. Luego siguió la procesión hacia el altar mayor, encabezada por el diácono que portaba el cirio y seguido por el pontífice. Una vez en el altar mayor, el diácono proclamó el llamado "Exultet" y se hizo el anuncio de la Pascua, tras lo cual la basílica se iluminó. El Papa bautizó luego y dio la comunión a doce personas adultas, entre ellas ocho mujeres y cuatro hombres y procedían seis de Albania, dos de Corea y los otros de India, China, Camerún e Italia. Saludos de Pascua del Santo Padre Queridos hermanos y hermanas, deseo renovar mis deseos de Buena Pascua a todos ustedes, venidos a Roma desde diversos países, como también a cuantos se han conectado a través de la televisión, la radio y otros medios de comunicación. Que pueda resonar en vuestros corazones, en vuestras familias y comunidades el anuncio de la Resurrección, acompañado de la calurosa luz de la presencia de Jesús vivo: presencia que ilumina, reconforta, perdona, sosiega… Cristo ha vencido el mal en la raíz: es la Puerta de la salvación, abierta de par en par para que cada uno pueda encontrar misericordia. Les agradezco su presencia y su alegría en este día de fiesta. Un agradecimiento particular por el don de las flores, que también este año provienen de los Países Bajos. Lleven a todos la alegría de Cristo Resucitado. Y por favor, no olviden rezar por mí. ¡Buen almuerzo pascual y hasta pronto!