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venezuela

Mié 13 Jun 2018

Iglesia comparte alimentos y kits de aseo con refugiados y migrantes

En el marco de la celebración del Día del Refugiado, que se conmemora el 20 de junio en todo el mundo, la Iglesia Católica en Colombia, del 17 al 24 de junio, compartirá en Bogotá con 300 migrantes, en su mayoría venezolanos, tres mesas (almuerzos) y entregará kits de aseo. Esta acción es animada por la red Clamor Colombia y hace parte de la Campaña mundial de Migración y Refugio "Compartiendo el viaje" (share journey), liderada por el Papa Francisco. El 19 de junio en el Centro de Escucha "EscuchArte" de la Comunidad de las Hermanas Adoratrices, ubicado en el barrio Patio Bonito, se compartirán alimentos con un grupo de 15 mujeres migrantes. Este grupo hace parte de territorios de alto impacto, que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad, migración, economías precarias; expuestas a violencias de género, discriminación, explotación sexual, entre otras. El 20 de junio en el Centro de Atención al Migrante de la Arquidiócesis de Bogotá, las hermanas Escalabrinianas realizarán una Eucaristía y posteriormente un almuerzo con 80 migrantes venezolanos y desplazados colombianos. El 21 de junio, la Arquidiócesis de Bogotá ofrecerá un almuerzo fraterno y actividades culturales a 150 hermanos migrantes venezolanos en el comedor de la parroquia La Capuchina del Barrio San Victorino. Por su parte, el Consejo Episcopado Latinoamericano (CELAM), Cáritas Colombiana, el Servicio Jesuita a Refugiados Latinoamérica y el Caribe, la Conferencia Latinoamérica de Religiosos y Religiosas (CLAR), y los padres Benedictinos entregarán kits de aseo a los participantes de estas jornadas de solidaridad. Que hace la Red CLAMOR La Red Clamor fue creada en 2017, articula el trabajo pastoral que realizan diversas organizaciones de la Iglesia Católica en América Latina y el Caribe para, desde la misión evangelizadora de una iglesia en salida, se pueda acoger, proteger, promover e integrar a los migrantes, refugiados, desplazados y víctimas de tráfico y trata de personas. La Red CLAMOR Colombia está conformada por la Arquidiócesis de Bogotá, las Religiosas Adoratrices, el Servicio Jesuita a Refugiados Colombia, el Servicio Jesuita a Refugiados Latinoamérica y el Caribe, el Consejo Episcopal Latinoamericano - CELAM, las hermanas Escalabrinianas, Juanistas y Vicentinas, la Fundación de Atención al Migrante, la Corporación Scalabriniana, la Pastoral de los Trabajadores y el Secretariado Nacional de Pastoral Social. Puentes de solidaridad en Colombia Esta serie de acciones responden al Proyecto Puentes de Solidaridad- Plan Pastoral Integrado para la Asistencia de Migrantes Venezolanos en América del Sur en respuesta al llamado del Papa Francisco para recibir, proteger, promover e integrar a migrantes y refugiados. De esta manera, ocho Conferencias Episcopales en América del Sur han unido sus fuerzas para encontrar soluciones a la migración masiva de venezolanos que huyen de su país para salvar sus vidas y buscar refugio y vida digna en el extranjero. En Colombia el proyecto está apoyando a migrantes vulnerables en asistencia y acompañamiento psicosocial y espiritual, también contempla acciones de incidencia a partir de la campaña “Compartiendo el Viaje” y el fortalecimiento de redes eclesiales para la respuesta solidaria con la red Clamor Colombia y la red Tamar (red de vida religiosa que trabaja prevención y lucha contra la trata de seres humano). También se desarrollan acciones de encuentro para la reflexión y acción de la crisis humanitaria de los migrantes vulnerables procedentes de Venezuela. Fuente: Pastoral Social

Jue 17 Mayo 2018

Red Clamor anima a construir puentes y reconocer aporte de emigrantes

"El tema de la migración ha sido siempre muy especial para la Iglesia y ahora, con mayor fuerza por la situación que sufren los hermanos venezolanos. En el marco de la Red Clamor estamos integrando todo esto dentro de un gran plan motivados a la protección, acogida, solidaridad con todos los hermanos que se movilizan por distintas situaciones, especialmente con los más vulnerables”, así lo manifestó Mons. José Luis Azuaje, Presidente de Caritas América Latina y el Caribe, durante la Asamblea Anual de la Red CLAMOR realizada del 7 al 11 de mayo en Santiago de Chile. En este encuentro se revisaron los grandes temas que enfrentan la migración mundial y el trabajo que estamos llamados a realizar siguiendo el llamado del Papa Francisco de acoger, proteger, promover e integrar a los hermanos emigrantes. Monseñor Azualje llamó la atención a ponerse en los zapatos del otro y puntualizó que para la Iglesia nadie es ilegal y los derechos de todos deben ser respetados dignamente. Sobre el trabajo realizado en el evento, el P. Leonir Chiarello, Director Ejecutivo de la red Scalabriniana, señaló que "hoy la migración se ha convertido en uno de los temas centrales de la agenda global, por motivos humanitarios, económicos y políticos, por primera vez después de la Segunda Guerra Mundial superamos los 70 millones de personas que se desplazaron de su país de origen y frente a esa crisis humanitaria tenemos reacciones distintas, países que se cierran viendo esa llegada como una amenaza, pero también hay otros, que trabajan por reconstruir su dignidad. El migrante viene a enriquecer nuestro país, a sumar elementos que nos hacen crecer como sociedad. Lo que buscamos desde la Iglesia es que los países reconozcan a los migrantes como un aporte a su desarrollo". Un llamado a construir puentes “Mientras unos hablan de muros al sentir que los emigrantes son una amenaza, otros como la Red Clamor vemos en cada migrante una persona un potencial, un ser humano que puede aportar y por tanto, llamamos a construir puentes”, señala Elvy Monzant, secretario Ejecutivo de la Red Clamor. Como Red Clamor, expresa Monzant “exigimos el cumplimiento de sus derechos, alimentación, salud, trabajo, vivienda digna, independientemente de dónde haya nacido y del color de su piel. Soñamos con que todos puedan tener una vida plena y en abundancia. Trabajamos para construir una sociedad justa, solidaria y fraterna”. Al término del Encuentro Latinoamericano y caribeño sobre migración, refugio y trata, los participantes de la Red Clamor acordaron trabajar a la brevedad un mapeo con todos los servicios que la Iglesia está prestando en la Región, concretar una aplicación móvil para todos los emigrantes que entregue información básica sobre las leyes y servicios a los que pueden acceder a su arribo a los distintos países, mejorar la articulación de redes a nivel nacional, continuar con el proceso de incidencia en los Pactos Globales, sumándose a los esfuerzos de Caritas Internacional, del SELACC, entre otros y contribuir con espacios formativos a las personas que trabajan en la temática de la migración. Los participantes evento, tuvieron la oportunidad de participar en las XX Jornadas Migratorias de INCAMI, en la cual se conversó sobre los Pactos Globales, políticas públicas, las modificaciones a la ley de migración que se requiere en Chile, entre otros. La despedida de este fructífero encuentro se cerró con una "Comida compartida", siguiendo el llamado que hace Caritas Internacional a sumarse a la Semana de Acción Global, en el mes de junio, en el marco de la campaña sobre migración y refugio "Compartiendo el viaje", en la cual la invitación es a compartir la mesa con nuestros hermanos migrantes, reconocerlos, integrarlos y acogerlos. El encuentro, se llevó a cabo en Casa Francisco Javier y contó con la participación de más de cien personas entre miembros de la Red Clamor, Obispos, directores de Caritas y representantes de las diferentes diócesis de Chile. Que hace la Red CLAMOR La Red creada en 2017, articula el trabajo pastoral que realizan diversas organizaciones de la Iglesia Católica en América Latina y el Caribe para, desde la misión evangelizadora de una iglesia en salida, se puedan acoger, proteger, promover e integrar los migrantes, refugiados, desplazados y victimas de tráfico y trata de personas. Fuente: Caritas América Latina y el Caribe

Vie 13 Abr 2018

Cúcuta, sede de la Copa de la Fe 2018

Con el lema “La fraternidad no tiene fronteras”, la Diócesis de Cúcuta realizará, del 1 al 5 de octubre, la quinta versión de Copa de la Fe. Este campeonato de fútbol, que congrega centenares de sacerdotes de distintas Jurisdicciones Eclesiásticas de Colombia y de otros países, nació en 2013 en el contexto del 'Año de la Fe' promulgado por el Papa Benedicto XVI, y se ha convertido en un signo visible de la pastoral sacerdotal y de la evangelización a través del deporte. La jornada, liderada por la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), ha tenido como sede a Bogotá, Cali y ahora Cúcuta. La elección de esta ciudad, explicó monseñor Óscar Urbina, presidente de la CEC, responde al deseo de los obispos colombianos de manifestar cercanía fraterna y ayuda a la población colombo – venezolana presente en la frontera debido a la crisis social, política y económica que vive el hermano país. En este sentido se espera, además de brindar un espacio de encuentro fraterno, sano esparcimiento y fomento de valores humano – cristianos, motivar acciones a favor de los hermanos migrantes y visibilizar la compleja situación que se registra en la zona. Por su parte, monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, obispo de Cúcuta, manifestó que esta diócesis recibe con gran alegría “el voto de confianza al encomendarnos la realización de la Copa de la Fe 2018, que se constituye en signo de caridad de una Iglesia sin fronteras”. “La caridad de Cristo nos urge”, insistió. Los equipos diocesanos de sacerdotes, interesados en participar en este torneo, pueden inscribirse a través de los sitios web de: Conferencia Episcopal de Colombia (www.cec.org.co), Diócesis de Cúcuta (www.diocesisdecucuta.com) o en el portal web del evento (www.copadelafe.cec.org.co), donde se encuentra información detallada de la jornada. La fecha límite de inscripción es hasta el 15 de julio.

Mar 3 Abr 2018

Cáritas Colombiana “acompaña” a migrantes venezolanos

Son 900 mil venezolanos los que han llegado a Colombia en los últimos 20 años, según un estudio del Laboratorio Internacional de Migraciones (LIM). Cabe señalar que el flujo migratorio creció luego de que estallara la crisis económica, social y política que vive hasta la fecha Venezuela. Cáritas Colombiana, hasta la situación, realiza diversas acciones para “acompañar” a los migrantes y mejorar su estadía en el país sudamericano. La crisis humanitaria generada por el creciente flujo migratorio ha movilizado a la Iglesia Católica, quien en octubre de 2017 hizo un llamado de emergencia, a través de la Red de Cáritas, para responder a la situación tanto de venezolanos, como de colombianos, a quienes se les retornó de manera forzada desde el 2015. Fue a partir del llamado de emergencia que se pudo brindar apoyo a las jurisdicciones eclesiales de la Diócesis de Riohacha, Diócesis de Cúcuta, Vicariato Apostólico de Puerto Carreño, Arquidiócesis de Bogotá y Arquidiócesis de Barranquilla, en rubros como el de seguridad alimentaria, donde se entregó 330 mil raciones de alimentos, el refugio se brindó a 3 mil 564 persona, apoyaron con transporte de la frontera a otras ciudades a 820 personas, entregaron 5 mil kits de higiene y asesoraron a 700 personas en rutas de atención. En el caso de la Diócesis de Puerto Carreño, zona fronteriza con Venezuela, ha atendido a 2 mil 328 migrantes venezolanos, quienes recibieron atención médica, alimentación y refugio. Gracias a la colaboración de la Fundación Fundatakumi, el apoyo del Obispo del Vicariato Apostólico de Puerto Carreño, Mons. Francisco Ceballos, y los voluntarios pudieron a dar atención a los migrantes. También se les apoyó con orientación jurídica, información de las rutas de atención de salud y documentación. “Nos hemos centrado en los puntos de frontera, ya que hay más de 280 pasos informales de Venezuela hacia Colombia. Trabajamos en Cúcuta, Riohacha, Puerto Carreño y Arauca, allí se atiende por la migración pendular, en donde las personas buscan alimentos y medicamentos, pero no tienen interés de quedarse en Colombia, pero también hay personas que se adentran hacia el territorio nacional”, señaló Mons. Héctor Fabio Henao, director del Secretariado Nacional de Pastoral Social. Cabe señalar que la acción de la Iglesia Colombiana también forma parte del marco de la Campaña Mundial Compartiendo el viaje (Share Journey), de Caritas Internationalis, la cual busca visibilizar la crisis migratoria en el mundo, y así encontrar soluciones entre Gobiernos, instituciones, organizaciones y sociedad civil a dicha situación. Fuente: Oficina de comunicaciones de Pastoral Social - Caritas Colombia

Vie 23 Mar 2018

Nota internacional destaca apoyo de la iglesia a migrantes venezolanos

Compartimos nota de prensa en inglés (y su traducción en español) realizada por Chatolic News Service y publicada en el portal web The Chatolic Register, sobre el apoyo de la Iglesia en Colombia a los migrantes venezolanos. Los voceros para este informe periodístico fueron monseñor Víctor Ochoa Cadavid, obispo de Cúcuta, y monseñor Héctor Fabio Henao Gaviria, director del Secretariado Nacional de Pastoral Social – Cáritas. Lee el artículo original: Colombian bishops seek more solidarity with Venezuelan refugees Los obispos colombianos buscan más solidaridad con los refugiados venezolanos Por Chatolic News Service BOGOTÁ, Colombia - Los obispos en Colombia están haciendo un llamado a los funcionarios, las parroquias y la comunidad internacional para que aumenten los esfuerzos para ayudar a los inmigrantes venezolanos, que están dejando su país al ritmo de al menos 50,000 personas por mes. El llamado a la acción se produce cuando la violencia, la escasez de alimentos y la hiperinflación obligan a miles de venezolanos a huir hacia Colombia y otros países de América del Sur. En Colombia, que ha acogido a la mayoría de los migrantes, el número de venezolanos se duplicó en un año, de 300.000 a 600.000, según estimaciones del gobierno. Esto ha causado un gran daño a los hospitales, las escuelas y los gobiernos municipales, que luchan por atender a la población que ingresa. "Muchas personas que vienen buscan medicinas y alimentos", dijo el obispo Víctor Ochoa Cadavid, de Cúcuta, la ciudad más grande en la frontera de Colombia con Venezuela. "Estas personas están sufriendo mucho y estamos tratando de hacer lo que podamos para proporcionar algo de caridad". En Colombia, la Iglesia ha proporcionado despensas de alimentos, refugios y medicinas a los migrantes venezolanos; Caritas, la agencia de ayuda caritativa de la Iglesia, incluso ayudó a algunos de ellos con boletos de autobús hacia sus destinos previstos. Muchos venezolanos que ingresan a Colombia llegan al país con poco o nada de efectivo, ya que los salarios caen en picado en su nación económicamente devastada. El obispo Ochoa dijo que su diócesis ya ha servido más de 350.000 almuerzos a migrantes venezolanos vulnerables en ocho despensas de alimentos apoyadas por la Iglesia en la ciudad. En febrero, la conferencia de obispos colombianos dijo que, todos los días, la Iglesia está ayudando a unas 9.000 familias venezolanas con comida, refugio y apoyo psicológico. "Algunos vienen a buscar comida o medicamentos y luego regresan a Venezuela", dijo el obispo Ochoa a CNS. "Otros incluso cruzan la frontera con sus mascotas ... con la intención de establecerse aquí". En respuesta a la gran ola de migrantes, que a veces ingresan ilegalmente al país, Colombia ha endurecido los controles fronterizos y ha enviado 3.000 soldados y policías adicionales para patrullar su frontera de 1.400 millas con Venezuela. Al mismo tiempo, el gobierno colombiano ha ofrecido permisos de residencia temporales a los venezolanos que ya se encuentran en el país, para ayudarlos a trabajar legalmente y para detener la potencial explotación de empleadores inescrupulosos que abusan de los inmigrantes indocumentados. La conferencia de obispos se ha abstenido de tomar cualquier posición sobre la política de inmigración del país, dijo monseñor Héctor Fabio Henao, director de Caritas Colombia. "Pero estamos haciendo un llamamiento para que el pueblo venezolano sea tratado con dignidad". Henao le dijo a CNS. "Creemos que el problema debe abordarse centrándose en su dignidad y sus derechos". Monseñor Henao dijo que la conferencia de obispos ha designado su campaña cuaresmal anual para ayudar a los inmigrantes venezolanos. El año pasado, la campaña de Cuaresma de los obispos recaudó 300 millones de pesos para las víctimas de las inundaciones. Monseñor Henao reconoció que a medida que crece el número de venezolanos en Colombia, también crece el temor entre algunos sectores de la sociedad de que los nuevos inmigrantes les quiten empleos a los locales o realicen actividades delictivas. El fiscal general de Colombia publicó recientemente un informe que dice que 1.869 venezolanos fueron arrestados por la policía en los últimos 12 meses por delitos como robo, tráfico de drogas, contrabando y portar armas ilegalmente. Pero los obispos colombianos han señalado que solo un pequeño porcentaje de inmigrantes está cometiendo crímenes. Monseñor Henao dijo que la Iglesia colombiana está instando a sus seguidores a dar la bienvenida a los recién llegados y darse cuenta de que también traen consigo habilidades y experiencias que contribuirán al desarrollo del país. "La conferencia episcopal está unida en expresar su solidaridad hacia los venezolanos", dijo. "No hay voces en la Iglesia que pidan restringir su entrada a nuestro país".

Mar 20 Mar 2018

"El diálogo es fundamental, su base es la verdad"

Así lo aseguró Monseñor José Luis Azuaje Ayala Presidente de la Conferencia Episcopal de Venezuela y Presidente de Cáritas América Latina y El Caribe, quien durante una rueda de prensa en Bogotá fue interrogado sobre el proceso de paz colombiano. Mencionó “que con la paz todo se puede y con la violencia no queda sino el dolor y el sufrimiento”. Afirmó conocer la situación conflictiva que ha vivido Colombia “hemos recibido desde hace bastantes años hermanos nuestros colombianos. Cerca de la frontera con Colombia tenemos más de 100 mil colombianos que también narran su sufrimiento”. Así mismo, dijo que el diálogo es fundamental y que su base parte de la verdad. También manifestó la necesidad de asumir al otro como motivo para “sentarnos en una mesa común, el poner elementos que ayuden a solucionar un problema”. Concluyó diciendo que el punto focal está en el tema de la dignidad humana y el respeto por el bien común. “Esto es muestra que una sociedad avanza. Y lo que más animamos es a que se lleguen a acuerdos y se cumplan”. Monseñor Azuaje Ayala participó en Bogotá del 13 al 16 de marzo en la reunión anual del Consejo Episcopal Latinoamericano CELAM, donde asistieron los presidentes y secretarios generales de 22 Conferencias Episcopales de América Latina. Fuente. Oficina de Comunicaciones Pastoral Social - Caritas colombiana

Vie 16 Mar 2018

Iglesia colombiana continúa acompañando al migrante venezolano

En el marco del acompañamiento solidario que viene brindando la Iglesia colombiana a la población venezolana migrante, Cáritas Internacionalis, el Secretariado Nacional de Pastoral Social (SNPS) y la Arquidiócesis de Barranquilla, realizaron una jornada de entrega de 130 paquetes alimentarios a familias focalizadas en el municipio de Manatí. El 85% de las familias beneficiadas tenían como cabeza de hogar a mujeres gestantes o lactantes; estos núcleos familiares están compuestos de 4 a 6 integrantes, en su mayoría menores de edad. Esta acción se suma a la atención brindada por la Iglesia Católica en Barranquilla, que a la fecha registra el acompañamiento a 3.015 personas, que corresponden a unas 991 familias venezolanas de los municipios de Manatí, Campo de la Cruz, Ponedera, Candelaria y Barranquilla con paquetes alimentarios, jornadas médicas y acceso a medicamentos a comunidades. Las acciones implementadas por el proyecto de atención a la crisis humanitaria migrante Colombia - Venezuela, suple necesidades urgentes de la población en estado de emergencia por la migración. Para la Iglesia es urgente no solo garantizar la atención de las mujeres gestantes, sino también los mínimos de atención de sus bebes recién nacidos. Por otra parte, se indica que es necesario no solo dar acceso a educación de los niños y niñas, sino también que se les permita ser promovidos de curso a final del año escolar. Una experiencia de este trabajo es la que adelanta el padre Álvaro Berdejo, párroco de Virgen María de Regla (Soledad, Barranquilla), que ha permitido abrir un comedor para brindar almuerzo a más de 120 migrantes venezolanos. Alrededor de $800.000 diarios son invertidos para dar de comer a los hermanos connacionales; una cifra elevada para una comunidad con escasez, sin embargo, desde el 21 de diciembre hasta la fecha no ha faltado un plato de comida. “Es una comunidad con gente muy pobre y necesitada, es la primera parroquia que ha logrado mantener un trabajo permanente de apoyo espiritual y material a los venezolanos” aseguró el padre Berdejo. “La comida que recibimos acá viene siendo alrededor de $5.000 que nosotros nos ahorramos para poder enviar a nuestras familias. Cuando llegué vendía aguacate, pero ya no hay cosecha, estoy vendiendo dulces de casa en casa, compro una bolsita que cuesta $4.000, pero eso no tiene valor, son las personas las que le dan valor al producto”, comentó Luis González, quien hace 8 meses migró a Colombia. (CONOZCA ESTA HISTORIA COMPLETA)

Mar 20 Feb 2018

El voto de todos es importante y necesario

Por: Mons. Víctor Manuel Ochoa Cadavid - En nuestro País, tenemos una tradición de respeto y de participación democrática que pese a sus grandes limitaciones nos permite contribuir en las decisiones referidas al gobierno y a la elección de los gobernantes. Toda democracia debe fomentar la participación para fortalecer, defender, informar escuchar a todos los ciudadanos. Esta es la doctrina social de la Iglesia, que nos quiere enseñar acerca de nuestro empeño en la sociedad como católicos (Compendio de la Doctrina social de la Iglesia, n. 190b). En poco menos de un mes estaremos llamados a dar nuestro voto, para la elección de los órganos legislativos, los cuales han estado en muchos cuestionamientos en los últimos tiempos. Como católicos, no podemos permanecer distantes y pasivos de frente a unas importantes decisiones, en la que está marcado y proyectado el futuro de Colombia, nuestra Patria. Nuestro voto tiene que ser un voto responsable, que tome cada una de las propuestas de quienes se postulan para entrar a definir todo el ordenamiento legislativo de Colombia. También comenzará la definición de quienes aspiran a la Presidencia de la República. El Presidente, ocupa una carga pública en la cual tiene que trabajar por los altos intereses de todos los colombianos, velar por su seguridad, por su trabajo, por los medios y recursos necesarios para la educación y la salud. Las modernas ideas políticas pretenden que los gobernantes tomen seriamente las necesidades y realidades sociales de cada uno de los miembros del Estado. La participación de todos debe medir propuestas, indicaciones, elementos con los cuales pretende servirse a Colombia y los intereses de cada uno de los asociados. La Conferencia Episcopal de Colombia ha publicado un Mensaje en el que nos “invita a involucrarnos en el proceso electoral”, derrotando la indiferencia y comprometiéndonos. Comprendiendo que el voto es “un derecho inalienable y un deber fundamental”. Como católicos tenemos que revisar también los temas que se refieren al respeto de la vida humana, de los valores fundamentales del hombre a los cuales no puede renunciarse, la educación en valores y contenidos superiores para los hijos, la defensa de la Institución familiar (entendiendo la familia como una comunidad de vida sacramental entre un hombre y una mujer). Este discernimiento tiene que estar llamado a identificar precisamente esos valores morales necesarios a consolidar la vida social (Compendio…, n. 568). Es una invitación a elegir los valores fundamentales. La Conferencia Episcopal de Colombia nos invita a un “voto responsable” donde podamos elegir y examinar a cada uno de los candidatos para buscar soluciones a fondo a nuestra Patria, Colombia. En esta campaña hemos podido observar cómo se presentan situaciones y hechos que se han apartado de principios éticos y de respeto, donde se pretende, en muchas situaciones, descalificar al adversario y, con muchos medios, obtener el beneplácito de los ciudadanos. Hemos tenido también en algunos momentos la posibilidad de reflexionar sobre la Paz y su futuro, la forma de llegar a ella serenamente y el diálogo que debe prevalecer siempre, como horizonte para alcanzar la PAZ; las propuestas para educación, salud, infraestructura, políticas agrarias. En el respeto de la decisión que cada uno debe tomar en el respeto de su conciencia y de sus propias reflexiones, es necesario que tengamos en cuenta la situación de nuestra región, el Nororiente de Colombia, la frontera, que vive una profunda crisis social reflejo de cuanto sucede en Venezuela. Uno de los fenómenos más preocupantes que ha salido a la luz y se ha fortalecido, a lo largo de las últimas elecciones, es el tema de la abstención, muchos, muchos han preferido no participar en la elección con su voto. Otros lo han hecho en blanco, como lo establece la Constitución, como vía democrática. Es necesario participar responsablemente, sin que el voto sea comprado o vendido descaradamente. El Compendio de la Doctrina social de la Iglesia dice: “La participación en la vida comunitaria no es solamente una de las mayores aspiraciones del ciudadano, llamado a ejercer libre y responsablemente el propio papel cívico con y para los demás, sino también uno de los pilares de todos los ordenamientos democráticos” (Pacem in Terris) (n. 190). El voto de cada uno de los ciudadanos es necesario, importante, legítimo. Pidamos a Dios que ilumine un voto responsable de cada uno de nosotros, que con la ayuda de Dios podamos escoger un gobernante que solidifique nuestra patria, fortalezca y ayude la vida de los más pobres, defienda la vida, acompañe a los pobres y campesinos en sus legítimas aspiraciones. Que con suficiente tiempo reflexionemos y participemos en la democracia que se nos ofrece. ¡Alabado sea Jesucristo! + Victor Manuel Ochoa Cadavid Obispo de Cúcuta