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beatificación

Sáb 29 Oct 2022

Madre María Berenice Duque Hencker fue beatificada

Este sábado 29 de octubre a las 10 de la mañana, en la Catedral Metropolitana de la Inmaculada Concepción de María de Medellín, ante la presencia del cardenal Marcello Semeraro, Prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, como representante del Papa Francisco, se celebró la ceremonia de beatificación de la Venerable Sierva de Dios, María Berenice Duque Hencker, fundadora, entre otras, de la comunidad de las Hermanitas de La Anunciación. Tras el saludo y petición de beatificación pronunciada por monseñor Ricardo Tobón Restrepo, Arzobispo de Medellín y una breve lectura de la biografía de la nueva beata, el cardenal Semeraro, en representación del Papa Francisco, procedió a la lectura de la fórmula de beatificación en latín. Luego, mientras una procesión de religiosas de la Congregación de las Hermanitas de la Anunciación, fundada por la Madre Berenice, acompañada por sacerdotes y laicos portadores de la reliquia de la nueva beata hasta el Altar, se develó la imagen de la beata que fue aplaudida por la multitud de fieles congregados en la catedral. “Un edificio de santidad construido sobre la humildad”, así definió a la madre María Berenice Duque, el cardenal Marcello Semeraro, al inicio de su homilía. Igualmente resaltó dos virtudes de la religiosa colombiana que según el jerarca la llevó a la beatificación: la humidad y la caridad. En su homilía, el cardenal Marcello Semeraro afirmó que durante la proclamación de la Palabra del Señor se había escuchado la declaración de la Virgen María “He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra” que representa “la conclusión de su diálogo con el Ángel, que le trajo un feliz mensaje. Feliz, ciertamente, porque señala el comienzo de nuestra salvación”. “Así consideramos ese anuncio y así lo proclamamos al actualizar nuestra fe: ‘El Hijo eterno de Dios se ha encarnado en el seno de la Virgen María y se ha hecho hombre’”. “Pero – preguntó el purpurado – ¿la Santísima Virgen lo entendió inmediata e indudablemente así?”, puesto que según el relato evangélico, al oír las palabras del Ángel, ella se había turbado, mientras Gabriel, para consolarla, le dijo: “No temas”. María es modelo de fe para todos nosotros “Hay, por tanto, un diálogo en el que María pregunta: ‘¿Cómo?’. La Santísima Virgen, de este modo, es para nosotros un modelo de fe no sólo en la aceptación de la voluntad de Dios, sino también en el deseo de profundizar en la comprensión de la palabra divina”. El Prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, prosiguió explicando que el evangelio nos dice que María “meditaba y conservaba la palabra del Señor, y también que la puso en práctica, para luego poder decírselo a los sirvientes en el banquete de Caná: ‘Hagan lo que él les diga’”. Y comentando cuanto afirma san J. H. Newman, explicó que “María es nuestro modelo de fe tanto en la aceptación como en el estudio de la Verdad divina”. Y agregó que “María siempre seguirá siendo así: humilde”. A la vez que glosó un párrafo del Ángelus del 24 de diciembre de 2017 del Papa Francisco: “La respuesta de María es una frase breve que no habla de gloria, no habla de privilegio, sino solo de disponibilidad y de servicio: ‘He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra’. También el contenido es diferente. María no se exalta frente a la perspectiva de convertirse incluso en la madre del Mesías, sino que permanece modesta y expresa la propia adhesión al proyecto del Señor”. “María no presume. Es humilde, modesta. Se queda como siempre. Este contraste es significativo. Nos hace entender que María es verdaderamente humilde y no trata de exponerse. Reconoce ser pequeña delante de Dios, y está contenta de ser así”. El purpurado subrayó “este aspecto porque una de las características de la vida de nuestra nueva Beata era precisamente la humildad. Este fue, de hecho, el juicio reiterado de los Consultores teólogos durante el proceso de beatificación y canonización”. “En esto, la Madre María Berenice, hoy beatificada, siempre tuvo como modelo a la Virgen María de la Anunciación, a quien dedicó la primera de las tres fundaciones religiosas: las Hermanas de la Anunciación. Ella misma vivía su vida cotidiana en la esencialidad, considerándose un ‘gusanito’, ‘basura’, ‘nada’”. Otro punto que destacó el cardenal y que es “la frase final del relato evangélico: ‘Y el ángel se retiró’”.“Dios confía a María una enorme misión, ¡pero no le deja el ‘libro de instrucciones’! Una vez obtenido el asentimiento, el Ángel vuela al cielo; María, en cambio, se queda en la tierra... Se queda sola con el misterio de su maternidad. ¿Qué hacer? ¿A quién decírselo? ¿Cómo decirlo?”. Dios siempre nos deja libres “Sí – continúo el cardenal Marcello Semeraro en su homilía – decimos que debemos vivir de la fe... el cómo, sin embargo, se deja a nuestra creatividad. Dios, de hecho, siempre nos deja libres”. “Entendemos, pues, que vivir de la fe no significa tener una receta para los problemas, sino buscar una respuesta personal, a menudo laboriosa y dolorosa a la vez, considerando los estilos de Dios y captando las interpelaciones de la historia”. Cada santo nos muestra una cara diferente de María “Esto, en definitiva – añadió – es la santidad y es la razón por la que cada santo nos muestra una cara diferente de ella”.“El cómo responder a Dios cada día, nuestra Beata tuvo que buscarlo día tras día, superando muchas pruebas. Contrastes e incomprensiones tuvo muchos”. Tras destacar los aspectos con los que la nueva beata quiso imitar a María, el cardenal afirmó que “la caridad era, en efecto, la otra característica de su existencia terrenal”. “Los pobres estaban en el centro de su existencia y también, para que los pobres fueran ‘evangelizados’, fundó una familia religiosa. Tenía, en particular, amor por los niños más pobres, a los que consideraba los favoritos del Señor”. También “iba entre ellos – dijo al concluir – convencida de que les pertenecía el Reino de los Cielos, el cual comienza aquí abajo a través de las pequeñas cosas”. “Así fue para María y así será siempre, hasta el final de los tiempos: ‘Ha mirado la humildad de su esclava; grandes cosas ha hecho el Todopoderoso por mí’, dice ella. Que así sea también para nosotros”. FUENTE: Vatican NEWS Descargar homilía del Cardenal Marcello Semeraro. AQUÍ O

Mié 26 Oct 2022

Dios nos quiere santos

Por: Mons. Ricardo Tobón Restrepo - Tenemos la gracia de prepararnos para la próxima solemnidad de Todos los Santos, que pone ante nosotros la llamada a la santidad mediante el ejemplo de los que han sido signos de la presencia de Dios, con la próxima Beatificación, en la Catedral de Medellín, de la Sierva de Dios María Berenice Duque, tan vinculada a nuestra vida eclesial y pastoral. Además, en este mes, hemos celebrado la memoria de Santa Laura Montoya y del Beato Jesús Emilio Jaramillo, dos grandes modelos de la nueva vida en Cristo, con los que, igualmente, tenemos profundos lazos de amor y de comunión. De esta manera, se nos está recordando de un modo fuerte y cercano lo que ha destacado con autoridad el Concilio Vaticano II: “Todos los fieles cristianos, de cualquier condición y estado, fortalecidos con tantos y tan poderosos medios de salvación, son llamados por el Señor, cada uno por su camino, a la perfección de aquella santidad con la que es perfecto el mismo Padre” (LG,11). Dios no quiere que sus hijos seamos mediocres, que malogremos la existencia, que nos conformemos con pasar frívolamente por la vida sin gozar la elección a ser “irreprochables ante él por el amor” (Ef 1,4). El Papa Francisco ha querido hacer resonar este llamado, encarnándolo en el contexto actual y dirigiéndolo de modo personal a cada uno de nosotros: “Deja que la gracia de tu Bautismo fructifique en un camino de santidad. Deja que todo esté abierto a Dios y para ello opta por él, elige a Dios una y otra vez. No te desalientes, porque tienes la fuerza del Espíritu Santo para que sea posible… En la Iglesia santa y compuesta de pecadores, encontrarás todo lo que necesitas para crecer en santidad. El Señor la ha llenado de dones con la Palabra, los sacramentos, la vida de las comunidades, el testimonio de sus santos y una múltiple belleza que procede de su amor” (G.E. 15). Cuando San Juan Pablo II nos introdujo en este segundo milenio de la era cristiana, invitándonos a mirar hacia adelante y a “remar mar adentro”, nos señaló, extraña y audazmente, la santidad como la primera prioridad pastoral. Y explicó que poner la programación pastoral bajo el signo de la santidad significa vivir la convicción de que, si el Bautismo es una verdadera entrada en la santidad de Dios por medio de la inserción en Cristo y la inhabitación de su Espíritu, es un contrasentido una vida mediocre y una religiosidad superficial. La vida entera de la comunidad eclesial, decía, debe ir en la dirección de este “alto grado” de la vida ordinaria (cf NMI, 31). Quisiera que todos entendiéramos que son múltiples los motivos que hoy nos urgen a comprometernos seriamente en un camino de santidad. Ante todo, la experiencia del amor de Dios, que constatamos en las numerosas gracias que hemos recibido, nos pide no darle largas a una verdadera relación filial con él. Luego, la necesidad de llegar a nuestros hermanos con una evangelización auténtica y con una acción pastoral efectiva reclama que vivamos a fondo el Evangelio, porque no podríamos dar lo que no tenemos. No vale la pena ser una campana que resuena, pero finalmente, por falta del testimonio que exige la evangelización, no lograr nada. En la medida en que se santifica, cada cristiano se vuelve realmente fecundo para el mundo. El momento de cambio y transformación que vive nuestra sociedad y que tiene a tantas personas en la incertidumbre, en la angustia y aun en graves dificultades, nos está pidiendo ser luz, ser sal, ser levadura. Esto resulta imposible si no permitimos que el Espíritu Santo nos configure con Cristo para tener la autenticidad, el entusiasmo, la libertad apostólica, la esperanza y el amor que requiere hoy anunciar el proyecto de Dios. Sin un empeño cotidiano y perseverante por ser santos, no tendremos los recursos para enfrentar el combate contra el mal y contra el maligno que debemos librar cada día, ni lograremos estar despiertos y con las lámparas encendidas para acompañar pastoralmente a nuestros hermanos, en medio de los grandes desafíos del momento actual. Dispongámonos a vivir la Beatificación de la Madre Berenice como un llamado personal y comunitario de Dios a la santidad. Escuchemos que a través del Papa Francisco nos dice: “No tengas miedo de la santidad. No te quitará fuerzas, vida o alegría. Todo lo contrario, porque llegarás a ser lo que el Padre pensó cuando te creó y serás fiel a tu propio ser. Depender de él nos libera de las esclavitudes y nos lleva a reconocer nuestra propia dignidad… No tengas miedo de apuntar más alto, de dejarte amar y liberar por Dios. No tengas miedo de dejarte guiar por el Espíritu Santo. La santidad no te hace menos humano, porque es el encuentro de tu debilidad con la fuerza de la gracia” (GE, 32-34). + Ricardo Tobón Restrepo Arzobispo de Medellín

Sáb 3 Sep 2022

Este domingo 04 de septiembre será beatificado Juan Pablo I

Este domingo, 4 de septiembre, 3:30 a.m. hora de Colombia (10:30 am hora de Roma), el Papa Francisco presidirá en la Plaza de San Pedro, la ceremonia de beatificación de uno de sus predecesores, Juan Pablo I, quien pasó a la historia como el Papa de los 33 días de pontificado, o más conocido como el "Papa de la sonrisa". Con ello se convertirá en el quinto pontífice del siglo XX que llega a los altares, después de Pío X, Juan XXIII, Pablo VI y Juan Pablo II. El Papa Juan Pablo I fue declarado Siervo de Dios por su sucesor, Juan Pablo II, el 23 de noviembre de 2003, el primer paso en el camino a la santidad. El Papa Francisco confirmó sus virtudes heroicas el 8 de noviembre de 2017 y le proclamó Venerable. Su nombre de pila, Albino Luciani nació el 17 de octubre de 1912, en Forno di Canale, hoy Canale d’Agordo, Italia. Hijo de un fabricante de vidrio, quedó huérfano de madre a los diez años de edad; el padre, Giovanni Luciani, contrajo segundas nupcias con una mujer muy devota que sería determinante en la vocación religiosa del niño. El milagro aprobado por el jerarca de la Iglesia católica, paso necesario para la beatificación, se dio el 13 de octubre de 2021, con la curación extraordinaria de una niña argentina de once años que padecía una forma grave de encefalopatía, ella según dice el Vaticano, estaba agonizando, pero que gracias a las oraciones al pontífice italiano se curó milagrosamente un 23 de julio de 2011. Conozca más detalles de la beatificación del Papa Juan Pablo I AQUÍ

Vie 23 Jul 2021

Avanza proceso de beatificación del Siervo de Dios Rafael García Herreros

Con alegría, la Comunidad de los Padres Eudistas recibió el anuncio hecho por la Congregación para la Causa de los Santos, donde se reconoce la validez jurídica de la fase diocesana, para la causa de beatificación del siervo de Dios Rafael García Herreros Unda. El padre Camilo Bernal, Provincial de esta Comunidad, indicó que la notificación fue hecha mediante un decreto firmado por el cardenal Marcello Semeraro y el arzobispo Fabio Fabene, prefecto y secretario de la Congregación de este Dicasterio. “El Minuto de Dios conserva la memoria de lo que realizó y enseñó el padre Rafael García Herreros y agradece al Señor el proceso para que, un día, el Siervo de Dios sea oficialmente propuesto por la Iglesia, a los creyentes y a las personas de buena voluntad, como modelo de santidad”. Pasos a seguir en la causa El religioso explicó que, luego de este paso la postuladora de la Causa del Siervo de Dios, Rafael García Herreros, doctora Silvia Correale, solicitará a dicha Congregación el nombramiento del relator, dando lugar al inicio de la redacción de la “positio”, documento que será preparado conjuntamente por la postuladora y los sacerdotes Eudistas, Congregación a la cual perteneció el religioso Rafael García Herreros. Igualmente, indicó que se debe promover la dimensión pastoral de la Causa: “que el pueblo de Dios conozca la vida y obra del Siervo de Dios Rafael García Herreros y suplique, por su intercesión, que Dios conceda la gracia de un milagro que apoye su beatificación”. El proceso que busca declarar santo a García Herreros comenzó en 2013, cuando se dio apertura a la llamada “fase diocesana” de la causa, la cual terminó en 2018. Ahora el proceso está en la “fase romana”, que se desarrolla desde la Santa Sede. Agradecimientos por los avances de la Causa El Superior Provincial, expresó su agradecimiento por el apoyo permanente recibido por parte de los obispos de Colombia, de manera particular a monseñor Francisco Antonio Nieto, obispo de Engativá; al Superior General de los Eudistas, padre Jean Michel Amouriaux; al Embajador de Colombia ante la Santa Sede, doctor Jorge Mario Eastman Robledo; a la doctora Silvia Correale, doctora en derecho canónico; y al padre Iván Díaz, eudista, quienes han estado al frente del proceso de postulación de esta causa. Quién fue el padre García Herreros Fue un sacerdote Eudista perteneciente a la Congregación de Jesús y María. Reconocido por ser el fundador del Minuto de Dios, organización de la que estuvo al frente desde 1955; durante 37 años hizo presencia en el espacio televisivo del mismo nombre. También impulsó diferentes obras sociales como la construcción de un barrio popular en Cali, el barrio El Minuto de Dios, en el noroccidente de Bogotá o el llamado Banquete del Millón, el cual se realiza anualmente desde 1961.

Mié 13 Feb 2019

Papa Francisco hizo "venerable " a una religiosa colombiana

El Papa Francisco autorizó hoy la publicación del decreto que reconoce las "Virtudes heroicas" de la religiosa colombiana y sierva de Dios, María Berenice Duque, de las Hermanitas de la Anunciación, y la hizo "venerable". El anuncio se hizo durante la audiencia que concedió al prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, Angelo Beciu. Monseñor Elkin Álvarez Botero, obispo auxiliar de Medellín y secretario general de la Conferencia Episcopal, afirmó que el pasar de Sierva de Dios a Venerable a la hermana María Berenice Duque Hencker, se está reconociendo la heroicidad de sus virtudes, es decir que llevó una vida con verdadera entrega a Dios y a los demás. El prelado resaltó el hecho, que una vez más una mujer colombiana sea elevada para los altares, “indica que son los frutos de la fe cultivados por tantos años, es importante que podamos rescatar el ejemplo de tantas mujeres y hombres no solo religiosas, religiosos, sacerdotes, sino también laicos que han dado testimonio de su vida en Cristo, esto nos tiene que animar a todos al camino de la Santidad”, expresó. Por su parte, la religiosa Efigenia Trujillo López, superiora general de la Congregación de las hermanas de la Presentación, aseguró que la comunidad recibió con gran alegría esta noticia entregada hoy desde el Vaticano. “Nos sentimos muy felices por la noticia, la recibimos con gran alegría y mucha gratitud en el Señor, pensando que la Santidad es posible para todos y que Madre Berenice se muestra como ese modelo a mirar (…) A nosotras que somos sus hijas y a las comunidades fundadas por ella nos queda el gran compromiso de seguir construyendo nuestro proyecto de santificación”, agregó. Quién es la hermana María Berenice Duque Hencker Conocida también con el nombre de Ana Julia. Nació en Salamina - Caldas, el 14 de agosto de 1898, hija de Antonio José Duque Botero y Ana Verenice Hencker Rister. A los 19 años inició su vida religiosa con las hermanas de la Presentación, donde permaneció por 33 años; el 14 de mayo de 1943 fundó la Congregación de las Hermanitas de la Anunciación. Murió en Medellín - Antioquia el 25 de julio de 1993. Su vida se caracterizó por un intenso amor al Corazón Eucarístico de Jesús y María en el Misterio de la Anunciación. Promovió su servicio a la Iglesia en la Evangelización y la promoción social de niños y jóvenes, a partir de la familia, sin distinción de razas, ni condición social. Su obra se ha materializado a través de guarderías, preescolares, escuelas, colegios, misiones, movimientos laicales en pequeñas ciudades, barrios marginales y sectores rurales.

Vie 8 Sep 2017

La reconciliación es abrir puertas a quienes han vivido el conflicto

El Papa Francisco invitó a los colombianos a decir sí a la verdad, la bondad y la reconciliación. Así lo manifestó durante la Eucaristía celebrada este viernes en el parque CATAMA en Villavicencio ante más de 500 mil personas. Inspirado en el Evangelio, el obispo de Roma señaló que Colombia es un pueblo con una genealogía de amor y bondad, pero también de desencuentros y muerte. En este panorama preguntó ¿cuáles serán los caminos para que en el país entren los caminos de la luz y la reconciliación? El Sumo Pontífice aseguró que la única vía para superar los desencuentros entre los colombianos, al igual que Jesús lo hizo, es abrazar y asumir la historia completa del país. DESCARGA LA HOMILÍA El Papa recordó que la reconciliación no es una palabra abstracta y advirtió que si fuese así solo traería esterilidad. “La reconciliación es abrir la puerta a cada una de las personas que han vivido el conflicto. Cuando las víctimas vencen la venganza se convierten en los protagonistas más creíbles en la construcción de la paz”, señaló el Papa. El Papa animó a todos los colombianos a dar el primer paso hacia la reconciliación. “Basta una persona buena para que haya esperanza. Cada uno de nosotros puede ser esa persona. Esto no significa desconocer los conflictos. No es legitimar las injusticias. El recurso a la reconciliación no puede servir para acomodar a situaciones de injusticia, es un encuentro entre hermanos para superar el egoísmo y la seudo justicia, es fruto de sentimientos nobles, para instaurar el respeto por cada individuo”, afirmó el Santo Padre. Finalmente, el Papa exhortó para que la reconciliación se concrete y consolide con el aporte de todos los colombianos. “Todo esfuerzo de paz, sin un compromiso serio de reconciliación será un fracaso”, advirtió.

Mar 5 Sep 2017

Familia orfebre dona cáliz para ceremonia de beatificación

Como signo de profunda fe y gratitud al orfebre por excelencia, Jesucristo, y en expresión de comunión con la Iglesia Católica, Miguel Ángel Rodríguez Sarmiento y María Eugenia Sierra Ochoa, esposos y representantes de ‘Orfebrería Rodríguez’, han donado un cáliz para que haga parte de los vasos sagrados que serán utilizados en la solemne Eucaristía que presidirá el Papa Francisco, en la ciudad de Villavicencio, Meta. En esta ceremonia serán beatificados los mártires, Jesús Emilio Jaramillo Monsalve, Obispo de Arauca, asesinado el 2 de octubre de 1989 y el sacerdote de la Arquidiócesis de Ibagué, reverendo padre Pedro María Ramírez Ramos, asesinado en Armero, Tolima, el 10 de abril de 1948. El cáliz, elaborado en plata, presenta una marcada influencia de obras de orfebrería religiosa de finales del siglo XIX. Su composición está seccionada en copa revestida en filigrana, nudo central con una corona de espinas grabada en forma de alambrada que representa la Pasión de Cristo, el sufrimiento de una región que es capaz de unir sus dolores y heridas a los de Cristo Jesús, mártir por excelencia; de esa alambrada salen cuatro palomas, que en su número, indican los cuatro puntos cardinales, la totalidad del país, que después del dolor y en el discernimiento evangélico, se hace artesano de la paz que nos da Jesucristo, el Príncipe de la Paz (Fil 2,14). La altura del cáliz es de 25.7 cms y su peso es de 1.152 gramos. En la base se encuentran tres piedras rojas, que simbolizan la sangre derramada por los mártires de Arauca y Armero. Adornan la base el escudo del Papa Francisco, en quien reconocemos el principio y fundamento de la unidad de la Iglesia. Esta pieza, única y conmemorativa de la visita del Papa Francisco, combina diferentes técnicas de orfebrería: el repujado a mano, cincelado, esmaltado al fuego, engastado, filigranado, modelado y acolillados a mano. Terminada la Eucaristía de beatificación, por voluntad de los donantes, el cáliz será entregado a la Diócesis de Arauca. Descargar acta de donación

Jue 24 Ago 2017

Trasladan reliquias del padre Pedro María Ramírez Ramos

En una procesión presidida por el arzobispo de Ibagué, Monseñor Flavio Calle Zapata, cientos de feligreses, siguieron desde el cementerio central hasta el templo de San Sebastián de La Plata, Huila, el camino de traslado de las reliquias del “Mártir de Armero”, Pedro María Ramírez Ramos. La procesión del cofre que contiene las reliquias del padre Pedro María Ramírez Ramos pasó por el parque principal del municipio a las 9:30 de la mañana, donde se realizó la catequesis sobre la causa de Beatificación. Finalmente se llevó a cabo la ceremonia de entronización de las reliquias en el templo. El cuerpo del padre Pedro María Ramírez estaba en el cementerio en un mausoleo de la familia Ramírez Ramos desde el 7 de mayo de 1948, es de recordar que el martirio del padre Pedro María fue el 10 de abril de 1948. Su cuerpo pasó por Armero, Ibagué, El Espinal, Neiva, Rivera, Garzón y los municipios de El Pital, El Agrado, hasta llegar finalmente a La Plata, departamento del Huila. Al respecto el Padre Jorge Bustamante, director de doctrina y animación bíblica de la Conferencia Episcopal de Colombia, explicó de forma heroica el momento de la muerte de este mártir en su biografía: “El sábado 10 de abril de 1948, hacia las 4:40 p.m. en la esquina de la plaza de Armero germinaba la palma victoriosa del Martirio; el suelo se tiñó de rojo con la sangre del mártir, que en su grito agónico como últimas palabras, y no habiendo pronunciado ninguna maldición, dijo: ‘¡Padre, perdónalos!, ¡Todo por Cristo!’ ¨” Descargar editorial De esta manera la comunidad de la zona se viene preparando para la Beatificación del padre Pedro María Ramírez Ramos, en ceremonia que será presidida por el Papa Francisco el próximo 8 de septiembre en Villavicencio y donde también se beatificará al obispo de Arauca, monseñor Jesús Emilio Jaramillo. Reliquias es el nombre que se da a los restos sagrados de un difunto en proceso de Canonización. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar biografía[/icon] Fotos y audio: Cortesía of. comunicaciones diócesis de Garzón Homilía: Monseñor Flavio Calle Zapata, arzobispo de Ibagué Catequesis: Mons. Fabio Duque Jaramillo, obispo de Garzón