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conferencia episcopal

Vie 26 Nov 2021

Testimonio de fe y esperanza que comparte la religiosa Gloria Cecilia

En un tono bajo y sereno la religiosa Gloria Cecilia Narváez Argoty, sostuvo un breve diálogo con el Departamento de Comunicaciones de la Conferencia Episcopal de Colombia, donde devela algunos de los momentos y las dificultades que pasó durante los cuatro años y ocho meses de su cautiverio. Expresa, que, siempre mantuvo viva la esperanza y vivió cada momento con mucha fe, paciencia y humildad, tomada de la mano de Dios y María Santísima. Además, narra cómo siguiendo el carisma de San Francisco de Asís, tuvo todo el tiempo del mundo para contemplar cada detalle del paisaje que le tocó vivir en el desierto. Agradeció por el agua, difícil y precioso líquido de conseguir en estos territorios, avistó el paso de los pájaros que cruzaban de una manera libre por el cielo e incluso bendijo los insultos y el maltrato que cada día recibía por parte de sus captores. A pesar de todo lo vivido durante su cautiverio, la religiosa extiende una invitación para que toda persona se arriesgue a vivir de manera generosa una aventura misionera de servició hacia los demás e incluso dice ella, “de estar dispuestos a entregar la vida sin fronteras por los más necesitados”. Finalmente, al pedirle que ofreciera una palabra de aliento a aquellas personas que sufren el flagelo del secuestro, la hermana Gloria Cecilia los invita a afianzar su fe en Dios y confiar en Él, orar mucho y no perder la esperanza, “solo así -asegura la religiosa- podremos lograr la libertad”. Recordemos que la retención de la religiosa de 59 años, oriunda del departamento de Nariño y miembro de las Hermanas Franciscanas de María Inmaculada, se produjo un siete de febrero del 2017, estando ella en desarrollo de su servicio pastoral en la aldea de Karangasso, cerca de Koutiala, unos 400 kilómetros al este de Bamako (República de Malí – África Occidental). Con el propósito de poder compartir con nuestros lectores cada detalle que la religiosa Gloria Cecilia nos narró sobre su retención, presentamos la transcripción completa de la entrevista, que sin lugar a dudas nos llenará de lágrimas, pero también, nos permitirá agradecer a Dios por la vida de esta religiosa y la de tantas religiosas y religiosos que a lo largo del planeta entregan su vida de una manera generosa por los más necesitados. Lea el testimonio completo de la religiosa Pregunta: ¿Cómo vivió su experiencia de Dios durante estos cuatro años y ocho meses de cautiverio en el desierto? Gloria Cecilia. En medio de muchos grupos armados Al Qaeda y Talibanes. Viví con mucha confianza en Dios, con mucha oración desde lo que yo podía contemplar en el desierto, el salir del sol, alababa a Dios, en todo momento agradecí a Dios, como decía San Francisco de Asís: ‘si te azotan considéralo como una gracia’. Yo me decía: ‘acepta este momento como Dios te lo presenta y no quieras pedirle como tú quieres que sea’. Entonces, siempre puse esta prueba que Dios me permitió vivir, este cautiverio con mucha fe en Dios, con mucha paciencia, edificada con mi madre fundadora, la madre Caridad que decía ‘Alabar o callar, dejar que Dios nos defienda’. Dios no se deja ganar en generosidad, agarrarse fuertemente de Dios y de la Virgen Santísima y eso fue lo que yo viví. Yo sabía que nuestra Fundadora intercedió por mí, qué tantas hermanas que pasaron ya en nuestra congregación, que fueron los cimientos y los pilares de nuestra congregación, intercedieron por mí, que mi madre, mi familia, las hermanas de la Congregación y la Iglesia entera oraban por mí. Entonces lo viví con mucha fe, con mucha paciencia, con mucha humildad y pues fui creciendo, mi fe se afianzaba cada vez más, lo viví con serenidad, en ningún momento me desesperaba, claro como es natural uno tiene cierto miedo, pero yo lo viví confiada siempre en mi Dios. P. En nombre de la Vida Consagrada de Colombia, de la Conferencia Episcopal, de manera muy especial de la familia Franciscana le damos la bienvenida. ¿Cuéntenos cómo se fortalece el carisma Franciscano en esta experiencia, cuando San Francisco de Asís nos enseña a contemplar y a alabar a Dios en todas sus creaturas? GC: Yo viví esta contemplación de la creación como San Francisco lo proclamaba, ‘es mi hermana toda la creación’, el salir del sol para mí en el desierto era algo hermoso, contemplar ese color fuerte del sol radiante, ver cómo los camellos subían por esas montañas de arena, seguro caminaron muchos kilómetros, iban a buscar agua a un pozo, porque en el desierto hay que caminar muchos kilómetros para conseguir el agua. Yo alababa y bendecía a Dios por el agua que podía tener, dos litros de agua, yo decía: ‘en un desierto con un calor tan fuerte, como es de valiosa esta agua, como es de preciosa’, como Francisco de Asís lo decía y por ello le daba gracias a Dios; y si de pronto veía algún pajarito, yo contemplaba también ese momento, como Dios en ese pajarito que tenía su libertad iba y venía, podía también alabar y bendecir a Dios; incluso en los insultos y en el maltrato que estos grupos me hacían yo también lo alababa, yo decía, es una oportunidad que Dios me da para revisar mi vida de fidelidad frente a Él, para también purificarme yo y para bendecirlo por esta oportunidad que me da, por la paciencia, por la humildad, yo lo alabo y lo bendigo en todo momento; y si me tiraban un poco de leche o me tiraban lo que fuera, también lo alababa y lo bendecía. Yo sabía que la religión de ellos era el islam, yo me mantenía en mi fe y con la esperanza viva, porque mi familia es muy católica, en mi pueblo y en Nariño mismo somos muy creyentes y desde pequeña mi mamá nos afianzó en la fe y me decía mi mamá: Gloria ‘si uno es fósforo, usted no sea candela’, como mantenerme en esa paz y ser instrumento de paz. Yo pedía por las personas que me tenían secuestrada, dentro de esta espiritualidad Franciscana que es de mucha paz, yo proclamaba la oración de la Paz o a veces yo componía mis propias alabanzas a Dios con lo que yo podía admirar y bendecir, entonces yo creo que esta espiritualidad se afianzó más en el desierto. Y de por sí, vivir esa fraternidad universal dentro de la misión en la que estábamos, con la gente no había diferencia de religión, yo decía ‘aquí estoy frente a grupos extremistas’, es diferente de haber vivido nuestra misión allá en la vereda, allá era la fraternidad lo que nos unía, el podernos ayudar, el poder compartir con la gente y acá es diferente pero en medio de esa diferencia yo respeto mucho y bendigo a Dios. P. Valoramos mucho su testimonio de vida misionera. Qué consejo daría usted a tantos católicos, bautizados que quieren ir a prestar un servicio de misión en Colombia o en otra parte del mundo, a través de la misión Ad Gentes. GC: Les invitaría a ser generosos, estar dispuestos a entregar su vida sin fronteras, no encerrarnos. Nosotros sabemos que aquí en Colombia hay mucha necesidad; yo he tenido la oportunidad de estar en el Putumayo, en el Caquetá, en la bota Caucana, también en Bocas de Satinga y por Tumaco, yo veía mucha necesidad, pero también la presencia de Franciscanos, de otras comunidades y de misioneras (os) que están en estos territorios de misión. Por eso, es importante estar atentos a este llamado de la Iglesia, que nos hace el Papa Francisco, estar allá en la periferia, estar en los lugares donde nos necesitan, no por lo que somos, ni lo por lo que vamos a dar, sino por el testimonio. Yo me acuerdo ahora que salí del cautiverio un padre malinés me escribió y me dijo ‘hermana Gloria nosotros le agradecemos mucho por su testimonio de vida porque en este tiempo que usted estuvo cautiva la fe en Mali se ha afianzado, nos hemos unido más los católicos y ahora somos más fuertes’ y agregaba: ‘hermana, no es tanto dar, ni hacer cosas, sino testimoniar nuestra fe y estar ahí con la gente, nosotros nos hemos edificado y si todos los misioneros o bautizados tuviéramos esa fe tan grande, entonces pudiéramos vivir como hermanos y vivir en medio de la diferencia’ y todo eso me edificó también. Igualmente me edificó las palabras de monseñor Zerbo, el cardenal de Bamako en Mali, quien me dijo: ‘hermana Gloria cada día yo reservaba la comunión, decía, por la hermana Gloria’ y eso me llenó como de una alegría y decía además el cardenal que oraba en medio de tanta dificultad y tanto sufrimiento que se vive en Mali, y pues él estaba compartiendo conmigo, uniéndose espiritualmente, frente a esto, entonces, yo haría un llamado a todos para que nos entreguemos radicalmente y entreguemos nuestra vida en servicio de los demás. P. En Colombia hay muchos secuestrados, ¿Cuál sería su mensaje para ellos a partir de su experiencia particular? GC: Yo les pediría que tengan una confianza muy firme en la fe. Yo viví esta experiencia con uno de mis primos de la familia que estuvo siete años secuestrado, pero él decía ‘el Santo Rosario, Gloria, la sagrada Biblia cada vez yo tenía la oportunidad de reflexionar en la palabra de Dios’, que yo no la tenía allá por la religión, entonces de afianzarse mucho, creer mucho en Dios confiar en Él, agarrarse fuertemente de Dios y nunca perder la esperanza, Dios está con nosotros y si confiamos en Él podemos lograr nuestra libertad.

Jue 25 Nov 2021

Iglesia anima a seguir construyendo un proyecto de Nación basado en el bien común

En vísperas del inicio del tiempo litúrgico de Adviento, con el que la Iglesia se prepara espiritualmente para la celebración de la Navidad, los obispos envían un mensaje al pueblo colombiano en el que recuerdan algunos aspectos que han marcado la vida de los ciudadanos durante este año y hacen recomendaciones frente a lo que se avecina para el país, en materia de política y democrática. En su misiva enumeran los tiempos de luces y sombras que los colombianos han tenido que enfrentar como: pandemia, reaparición de formas de violencia armada, marchas, protesta social, reactivación económica, gestos concretos de solidaridad, retorno a los trabajos y a las aulas, entre otros. “Estas situaciones, -agregan- dolorosas y esperanzadoras a la vez, nos han concedido vestirnos con el sayal del luto y los atavíos de fiesta”. Un diálogo social permanente, franco y persistente Afirman, que, mientras se prende la primera vela de la corona de Adviento, el pueblo de Dios se ve iluminado “por el misterio de la Encarnación del Hijo de Dios, que nos anima a despojarnos de los atuendos de aflicción y a vestirnos de galas festivas con la convicción de que, por la práctica de una buena política, la del servicio desinteresado y del diálogo social permanente, brotarán los frutos de paz y de justicia que necesitamos todos y cada uno de los colombianos”. Este diálogo agregan, debe ser franco y persistente, “fundado en la consciencia de que somos, como colombianos, un solo pueblo, en y desde nuestras diversidades, con una riqueza y un patrimonio natural y cultural”. Los obispos recuerdan lo ya manifestado por el Papa Francisco en la Encíclica Fratelli Tutti, 199: “Un país crece cuando sus diversas riquezas culturales dialogan de manera constructiva: la cultura popular, la universitaria, la juvenil, la artística, la tecnológica, la cultura económica, la cultura de la familia y la de los medios de comunicación”. Un debate político que permita construir democracia Al referirse a los próximos comicios electorales que se avecinan para el año entrante, los prelados animan a los colombianos a asumir los desafíos de “un debate político que permita construir democracia al reconocer que tenemos una responsabilidad social de unos para con otros”. Finalmente, al desear un bendecido camino de Adviento, piden la intercesión de la Virgen María para que ella, ayude al pueblo colombiano a seguir construyendo un “proyecto de Nación basado en el bien común”. La misiva, es firmada por Mons. Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal; Mons. Omar Alberto Sánchez Cubillos, OP, arzobispo de Popayán y vicepresidente de la Conferencia Episcopal; y Mons. Luis Manuel Alí Herrera, obispo auxiliar de Bogotá y secretario general del episcopado. DESCARGAR MENSAJE DE ADVIENTO [icon class='fa fa-download fa-2x'] AQUÍ[/icon]

Jue 25 Nov 2021

Día internacional de la no violencia contra la mujer

El 25 de noviembre es el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la mujer, una fecha que busca generar sensibilización y denuncia sobre las acciones violentas contra las mujeres en todo el mundo. El origen de esta conmemoración se remonta a 1960 cuando las hermanas Mirabal, tres activistas políticas que se opusieron a la dictadura de Rafael Trujillo en República Dominicana, fueron cruelmente asesinadas el 25 de noviembre de ese año por orden del gobernante dominicano. Sin embrago, fue hasta 1981 que se formalizó esta fecha, cuando militantes y activistas en favor de los derechos de las mujeres lanzaron sus manifestaciones ante la violencia de género. Según Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), la violencia de género nace de normas perjudiciales, abuso de poder y desigualdad de género. Se trata de un problema de salud y protección que pone en riesgo la vida. Se estima que una de cada tres mujeres sufre de violencia física o sexual en el trascurso de su vida. A su vez, ACNUR afirma que la violencia de género puede ser de tipo sexual, físico, psicológico y económico, y puede darse tanto en espacios públicos como privados. Las amenazas, la coerción y la manipulación son también formas de violencia de género. Este tipo de victimización contra las mujeres puede darse de diversas formas: violencia de pareja, matrimonio infantil, mutilación genital femenina, entre otras. Las cifras que se tienen sobre este tipo de violencias son parciales, ya que, muchas mujeres no denuncian por temor a la estigmatización y demás variables que afectan su integridad física, mental y emocional. Algunas de las cifras aproximadas, las ha publicado en sus últimos reportes la Organización Mundial de la Salud (OMS) y ONU Mujeres, instituciones que señalaron que las mujeres de los países de renta baja y baja-media padecen la violencia de género de manera desproporcionada. Al mismo tiempo, la OMS estima que el 37% de las mujeres de los países más pobres han sido objeto de este tipo de violencia por parte de una pareja en algún momento de su vida. Como Iglesia Católica y puntualmente, desde el Secretariado Nacional de Pastoral Social- Cáritas Colombiana (SNPS-CC), nos sumamos a la conmemoración de esta importante fecha para denunciar la violencia que se ejerce sobre las mujeres en todo el mundo y para reclamar políticas públicas para su erradicación y prevención. Por medio de nuestra campaña: "Las Mujeres Siempre Podemos", queremos poner de manifiesto el poder que las mujeres tienen dentro de la construcción de sociedad. Queremos compartir mensajes como: “las mujeres siempre podemos reconocer nuestro valor”, “Las mujeres siempre podemos hacer valer nuestros derechos” y “Las mujeres siempre podemos ser libres”. Con esta campaña buscamos responder a la reflexión compartida por el Papa Francisco en febrero de este año, “las distintas formas de malos tratos que sufren muchas mujeres son una cobardía y una degradación para toda la humanidad. Recemos por las mujeres que son víctimas de la violencia, para que sean protegidas por la sociedad y para que su sufrimiento sea considerado y sea escuchado por todos”. Cine foro -película: Biabu Chupea Como parte de la campaña, Las Mujeres siempre Podemos queremos desde el SNPS-CC extender la invitación al cine foro que realizaremos este jueves 25 de noviembre a las 7:00 p.m. en la Cinemateca Distrital como aporte a la conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la mujer. Proyectaremos la película Biabu Chupea, dirigida por Priscila Padilla que muestra el camino recorrido por mujeres de la comunidad indígena Embera-Chamí hacia la reafirmación de su espiritualidad, la conexión cuerpo-tierra y de sus propios cuestionamientos sobre el placer. Posterior a la proyección, realizaremos un espacio de conversación con la directora y demás mujeres representativas de la Iglesia y del SNPS-CC. Para confirmar la participación al cine foro por favor haga clic [icon class='fa fa-download fa-2x'] AQUÍ[/icon]. Fuentes bibliográficas: –Naciones Unidas. Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer 25 de noviembre. https://www.un.org/es/observances/ending-violence-against-women-day/background -ACNUR. Violencia de género. https://www.acnur.org/violencia-sexual-y-de-genero.html – UN News. Una de cada tres mujeres en el mundo sufre violencia física o sexual desde que es muy joven. https://news.un.org/es/story/2021/03/1489292 Descargue aquí el material de la compaña para redes [icon class='fa fa-download fa-2x'] AQUÍ[/icon]

Vie 19 Nov 2021

Tú lo dices: soy rey

NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, REY DEL UNIVERSO Noviembre 21 de 2021 Primera lectura: Dn 7,13-14 Salmo: Sal 93(92),1ab.1c-2.5 (R. cf. Dn 7,14) Segunda lectura: Ap 1,5-8 Evangelio: Jn 18,33b-37 I. Orientaciones para la Predicación Introducción La Palabra de Dios de este domingo nos presenta: • El reino de Dios no tiene fin y se manifiesta en el tiempo a través del servicio generoso de la Iglesia y de personas de buena voluntad. • El Reino de Dios es llamado para vivir su admirable majestad que se entiende como su misericordia infinita que santifica al hombre. • Quien ama sirve y quien sirve se dona hasta el límite del sacrificio; el servicio entendido como diaconía es expresión concreta del amor que se ejerce en la donación de la vida integral para los demás. • Los discípulos de Cristo están llamados a vivir en la verdad que viene a ser la expresión de una vida íntegra, sin divisiones interiores ni esclavitudes; servir libera de la esclavitud servil del pecado. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? La Palabra de Dios, en el profeta Daniel, nos indica que es vital, en la experiencia de fe, crecer en la contemplación del misterio de Dios; aprender seriamente que, para poder servir en la misión evangelizadora, primero se debe orar y estar en permanente comunicación con el Señor; admirarnos de su majestad y de su grandeza y majestad, pero, a la vez, en su cercanía a cada uno de nosotros. Él es soberano de todo, pero, también se goza siendo cercano a sus hijos. También, en el trasfondo de la Palabra aparece la santidad (salmo responsorial), como expresión que define a Dios mismo. Si entendemos la santidad como el fruto de la presencia del Espíritu Santo, se subraya la grandeza que ha hecho en nosotros el Bautismo y la Confirmación que nos ha sellado como hijos de Dios para ser “el suave olor de Cristo” (2 Cor 2,15) y esto es lo que indica la crismación en el Bautismo y en la Confirmación, para ser presencia del Señor: es marcar con el sello del Espíritu la persona, indicar que todo, aún su propia carne, son para Dios y para la santidad. De otro lado, cuando la segunda lectura proclama que Cristo es el Alfa y Omega, nos anuncia la trascendencia de la vida creada por Dios y manifestada en la persona; la temporalidad terminada no indica culminación definitiva de la existencia del ser humano. En Cristo se vive para siempre y esto brota de la vida bautismal. Es bueno pensar que la ausencia física no es desaparición; la sepultura no es cancelación de la memoria; la lápida sólo encierra el signo del cumplimiento de aquel signo evangélico de que la semilla germina al caer en tierra; se sepulta para que haya vida…paradoja extraña y doliente, pero, ciertamente reconfortante. Aparece la expresión “el Rey de los judíos”; contrastan el reinado temporal y el reino eterno; lo primero, nos sugiere la libertad frente a los bienes temporales; lo segundo, que “siendo de la tierra”, tenemos espíritu que nos lanza hacia la eternidad; Dios nos “diseñó” con amor eterno para que, desde la temporalidad, nos lacemos hacia la vida plena y eterna. Recordemos siempre: nuestra visibilidad corporal pasa, pero, la persona vive eternamente. ¡Qué alegría saber que en nuestro interior existe la eternidad en semilla! 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? La Palabra de Dios en esta solemnidad nos recuerda que el Reino de Dios es servicio y servicio alegre. La lógica de este mundo nos empuja a triunfar, como sea… y el triunfo para la mayoría se mide por las conquistas económicas y los logros humanos, justos y nobles, pero, casi nunca nos detenemos a mediar que la realización plena del ser humano está en el amar a Dios y servirlo generosamente en los demás. Recordemos que nada quedará de nuestra vida en la vida de los demás, si sólo nos preocupamos por conseguir, acumular, “ser y vivir para sí mismo”. Un canto así nos lo recuerda: “amar es entregarse, olvidándose de sí, buscando lo que a otro pueda ser feliz”. La dicha del cristiano está en arraigar su vida en Señor, nutrir su fe en la comunidad eclesial y proyectar todo esto en la vida del servicio. Un buen discípulo no se cansa de servir; creámosle al Señor y pensemos seriamente que la lógica de este mundo nos vuelve seres egoístas, posesivos, acumuladores e indiferentes ante la situación de los demás. La Palabra nos interpela para que no nos dejemos contagiar del virus de la ambición que tiene muchos síntomas, tales como consumismo, indolencia, indiferencia, intolerancia, etc. El reinado de Cristo es servicio. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? La expresión celebrativa del reinado de Cristo y su proyección misionera es la Eucaristía y ésta se puede definir como la montaña por donde se llega a la claridad inefable de Dios que es Amor. Y con esto, suplicamos con voz potente al Señor: ¡manda servidores abnegados a tu amplia y profusa mies!... ¡Sí! … manda Señor santos discípulos que muestren a todos, una imagen auténtica de Jesucristo, diácono de la humanidad, pues, en el servicio alegre a los demás, se halla la realización plena de nuestro humano y bautismal. La súplica de este día nos ayude a comprender que Evangelizar es contemplar para anunciar; estar a los pies del Maestro; es penetrar en Dios para descender “al llano” y con kerigmático anuncio decir que el amor está vivo, que nunca muere y es difusivo. Así se podrá decir con certeza que desde aquí está el cielo y se experimenta sirviendo y quien sirve en la Iglesia, reina con Cristo. Un verdadero servidor del Señor, presente en el prójimo, ha de sumergirse en el abismo de Dios, contemplando y anunciando lo contemplado; sólo quien se encumbra, con la fuerza del soplo del Espíritu, a las alturas, puede ver con soberana nitidez desde el ángulo de Dios. No se puede llegar a la altura sin la mano abierta del hermano que se tiende solícita y amable cuando ocurre la caída o ésta se perfila como tentación; no se asciende sin la ayuda del otro; paso a paso… Esta solemnidad, que cierra el año litúrgico, nos recuerda el compromiso bautismal de entregar lo mejor de sí para que otros puedan vivir la experiencia del Resucitado y el gozo de dar sin esperar, sabiendo que hay una lógica i-lógica en el Evangelio: perder es ganar; pues ciertamente es el testimonio de la Cruz de Cristo, el Señor; Él se da totalmente por todos para rescatarnos para su Reino. La dinámica del mundo de hoy nos mueve a buscar lo que queremos, a postrarnos ante la ambición de poseer muchas cosas, a dar rienda suelta a las apetencias de la carne, a pensar de modo egoísta en el bienestar personal… eso es perder la vida, porque “ganamos el mundo” y nos perdemos para Dios y para el prójimo… allí está la pérdida más grande y triste del ser humano: acumular para sí, guardar para sí, vivir para sí; todo esto es cerrarse para los demás y, especialmente, para el Señor nuestro Dios. Cuando nos tomamos en serio el Evangelio, la vida cambia: nos damos con alegría a los demás, compartimos con gusto lo que tenemos, estamos atentos a las necesidades del hermano, trabajamos con gusto y no sólo esperando el salario… todo esto es dar la vida, incluso, sufrir en silencio las críticas, las descalificaciones, las calumnias y hasta persecuciones, sufridas por procurar vivir con coherencia el Evangelio del Señor. No podemos desconocer que asumir ser un buen cristiano nos implica una vida de exigencia mayor, de coherencia vigilante, de renuncias, etc., y esto implica que haya momentos fuertes de purificación… pero, ¡no tengamos miedo! porque el Señor ha vencido el mundo (Cf. Jn 16, 25). II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Al reunirnos hoy para celebrar nuestra fe, damos gracias a Dios por la Iglesia, servidora de la Evangelización. Lo hacemos en espíritu de alegría al recibir a Jesucristo, Rey del Universo, en su Palabra y en su Eucaristía. Celebremos esta liturgia con alegría y esperanza. Monición a la Liturgia de la Palabra La Palabra de Dios siempre es viva y eficaz; la escuchamos en actitud orante y nos dejamos tocar por su fuerza que transforma y nos renueva. Participemos en su proclamación y meditemos en el mensaje que el Señor nos da hoy, como Iglesia, que comprende que servir es reinar y que el Reinado del Señor es vida eterna. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Acudamos, hermanos, a Cristo a quien Dios Padre ha puesto como instrumento de propiciación y ha constituido Rey universal y santificador de cuantos creen en Él. Digamos juntos: R. Qué venga tu Reino, Señor 1. Oremos al Señor por el Santo Padre Francisco y toda la Iglesia, para que, el Espíritu lo ilumine, lo fortalezca y lo llene de sus dones para que siga guiando a la Iglesia según el corazón de Cristo y sirviendo a los demás como expresión de reinado del buen Dios. Oremos al Señor, 2. Oremos al Señor por todos los Ministros de la Iglesia, Obispos, Sacerdote y Diáconos, servidores del Reino, para que, el Espíritu Santo los renueve constantemente para seguir siendo signo de Jesucristo Salvador. Oremos al Señor. 3. Oremos al Señor por quienes nos gobiernan, para que, iluminados del triunfo de Cristo, ejerzan su función como verdaderos servidores de la comunidad para el progreso integral de la comunidad, en espíritu de generosidad y honesta administración. Oremos al Señor. 4. Oremos al Señor por las familias y los jóvenes, para que, suscite en su corazón el anhelo ferviente de continuar sirviendo a los demás, y así el Reino de Dios florezca en lo más íntimo de sus vidas. Oremos al Señor. 5. Oremos al Señor, por los que sufren, los enfermos, los pobres y necesitados; por la anhelada paz en Colombia, para que, la alegría del Espíritu que hace nuevas todas las cosas nos traiga frutos de alegría y paz constantes. Oremos al Señor. Oración conclusiva Padre Santo, confiados en la abundancia de tus dones, te presentamos nuestras intenciones y necesidades. Por Jesucristo nuestro Señor. R. Amén.

Vie 19 Nov 2021

Sacerdote Eudista elegido obispo para la Diócesis de Santa Marta

El padre José Mario Bacci Trespalacios, C.J.M., fue nombrado por el Papa Francisco como nuevo obispo de la sede de Santa Marta, en el departamento de Magdalena al norte de Colombia, convirtiéndose en el 49 prelado desde que se fundó la diócesis en 1534. El padre Bacci Trespalacios sucederá a monseñor Luis Adriano Piedrahita, quien el pasado 12 de enero de 2021, falleciera por la Pandemia del Coronavirus. El nuevo obispo de Santa Marta actualmente viene de ocupar el cargo como Provincial de la Congregación de Jesús y María de Colombia y Centroamérica. Perfil del padre José Mario Bacci Trespalacios Nació en Magangué (Bolívar) el 19 de marzo de 1971. Fue incorporado a la Congregación de Jesús y María – Padres Eudistas el 19 de agosto de 1995. Y el 17 de diciembre del mismo año fue ordenado presbítero. Inició la formación para la vida presbiteral en el seminario san Carlos Borromeo de Cartagena, por la diócesis de Magangué. Allí cursó el año propedéutico (1988) y la etapa filosófica (1989-1990). Al iniciar la etapa teológica ingresó a la CJM y realizó los estudios de teología en la Pontificia Universidad Javeriana (1991-1994). Realizó estudios de Licenciatura en Sagrada Escritura en el Pontificio Instituto Bíblico de Roma (2007-2011). Cursó un semestre de estudios en la Ecole Biblique de Jerusalén (2011). En el ejercicio del carisma fundamental de la CJM, ha vivido sus 25 años de vida ministerial al servicio de la formación presbiteral en seminarios diocesanos en Ecuador (1994-1999), República Dominicana (1999-2001), Brasil (2001-2007) y Honduras (2012-2016). En esos lugares desempeñó diversas responsabilidades: miembro del equipo de formación, encargado de la formación académica, docencia en Sagrada Escritura y rector. Algunos de esos seminarios estaban vinculados a parroquias cercanas y en ellas colaboró regularmente en las actividades pastorales. Desde el año 2016 se ha desempeñado como superior provincial de la Provincia Eudista de Colombia. Desde el año 2019 ejerce el segundo período en este servicio dentro de su Congregación. El 19 de noviembre de 2021, el Santo Padre Francisco lo nombró obispo de la Diócesis de Santa Marta. La ordenación episcopal y toma de posesión canónica del nuevo obispo de Santa Marta, Monseñor José Mario Bacci Trespalacios, se realizará el 25 de enero de 2022. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar BIOGRAFÍA[/icon]

Jue 18 Nov 2021

La voz del Pastor | 21 de noviembre de 2021

Reflexión de monseñor Luis José Rueda Aparicio, Arzobispo de Bogotá y primado de Colombia Lectura del Santo Evangelio segúnSan Juan 18, 33b-37

Jue 18 Nov 2021

Informe de las Misiones Humanitarias realizadas en el Chocó y Antioquia

Fruto de las seis Misiones Humanitarias realizadas a lo largo de este año 2021, en 11 municipios del departamento del Chocó y de algunos municipios del Occidente de Antioquia, la Iglesia Católica y otras Iglesias, organizaciones etnicoterritoriales, comunidad internacional (agentes humanitarios internacionales), instituciones y organizaciones sociales, presentaron durante una rueda de prensa que se llevó a cabo este 18 de noviembre, los resultados de estos recorridos que evidencian una vez más la grave y compleja crisis humanitaria que se vive en esta parte del territorio nacional. “Los resultados de estas misiones, sus informes, solicitudes y recomendaciones constituyen no solamente una acción para informar y dar a conocer lo que pasa en los territorios afectados, sino que deberían tener, tanto para los actores armados como para el Estado un carácter vinculante, en la medida en que se trata de garantizar y proteger la vida y la supervivencia de la población civil que está en medio del conflicto”. En el comunicado de prensa que fue entregado por sus participantes, se informó que estas Misiones Humanitarias se realizaron por solicitud de las comunidades y de las autoridades étnicas. Fue así, como se procedió a conformar las delegaciones para visitar los territorios más afectados por el conflicto armado y “corroborar la correspondiente violación de los derechos humanos y las infracciones al derecho internacional humanitario que allí padecen sus habitantes”. “Mediante estas Misiones Humanitarias se logró de manera directa escuchar, acompañar, brindar apoyo moral y psicológico, solidaridad humanitaria, así como hacer pedagogía para la resistencia civil. Con estos acompañamientos se pretende encontrar nuevos caminos de diálogo que generen protección en los territorios, visibilizando las dificultades que viven las comunidades en el marco del conflicto armado que se recrudece en el país”, señala la misiva. Así también observaron que tras escuchar a las víctimas y a las comunidades, se recibieron las demandas y exigencias que van dirigidas a los actores armados y al Estado, todo esto, con el fin de “visibilizar la situación ante la opinión pública e incidir ante las diferentes instancias estatales y no estatales sobre dicha realidad. A este mecanismo de respuesta se le ha denominado Misiones Humanitarias”. Advirtieron además, que estas Misiones se amparan jurídicamente en el derecho internacional humanitario, “en la medida en que hacen parte del derecho que asiste a la población civil a no ser involucrados en la confrontación armada y a reclamar acciones orientadas a aliviar el sufrimiento, garantizar su supervivencia como pueblos y proteger sus derechos fundamentales”. Hallazgos de las Misiones Humanitarias * En el informe presentado, señalaron que el haber realizado seis Misiones Humanitarias durante el 2021 en los territorios más empobrecidos del país, “es un indicativo de la grave crisis causada por la reconfiguración del conflicto armado, el abandono estatal y el lento avance del Acuerdo de Paz”. * Además, que, los informes que desde el año 2016, sobre derechos humanos y análisis del conflicto, han difundido organismos internacionales, ONG nacionales, Iglesias y organizaciones sociales y étnicas “coinciden en señalar que en la región del Chocó y en el Occidente de Antioquia se vive una aguda crisis humanitaria”. Solicitudes urgentes a partir de lo observado A partir de las Misiones realizadas, las Iglesias y organizaciones participantes concluyeron que: “Lamentablemente,el clamor de las comunidades no ha sido escuchadoy, en consecuencia, las violaciones a los derechos humanos y al derecho internacional humanitario, en lugar de disminuir,se intensifican y, en consecuencia, solo una acción humanitaria integral podrá dar respuesta a los flagelos que se viven en el departamento del Chocó y en el Occidente de Antioquia”. A lo que, los participantes de las Misiones, hicieron algunas solicitudes y exigencias. Entre ellas: Pedir a los actores armados el respeto irrestricto a las normas del derecho internacional humanitario para que se respete a las autoridades étnicas y su ejercicio de gobierno propio; al Gobierno colombiano le exigen con urgencia retomar la vía del diálogo y la negociación política con todos los grupos armados ilegales; garantizar el derecho a la libre movilidad y a la seguridad integral a lideresas, líderes, comunidades y organizaciones en los territorios; garantizar el derecho fundamental al mínimo vital de todas las personas desplazadas y confinadas, mediante la entrega de atención humanitaria adecuada y con enfoque diferencial; atender de forma integral la grave crisis humanitaria, social, económica y ambiental que vive el Chocó; convocar a la Comisión Intersectorial para el Departamento del Chocó, instituida por el Decreto 749 de 2018; al gobierno nacional que cumpla de manera decidida con el Acuerdo de Paz del año 2016; mantener la opción de la solución negociada al conflicto armado; se exige que se logre la reactivación urgente de la Mesa de Diálogos con el ELN; diseñar e implementar políticas públicas tendientes a superar la ilegalidad, representada en economías y actores ilegales y en la corrupción de amplios sectores de las autoridades estatales; a la Defensoría del Pueblo y a la Procuraduría General de la Nación, les piden hacer seguimiento a los informes de riesgo, alertas tempranas y emergencias manifiestas emitidas en estos territorios del Chocó y Antioquia; y a la comunidad internacional, organismos internacionales, y en general a las organizaciones defensoras de derechos humanos, continuar apoyando la visibilización de la crisis humanitaria e incidir en el gobierno nacional para lograr la garantía efectiva de los derechos humanos, étnicos y territoriales. Integrantes de las Misiones Humanitarias Hicieron parte de estas Misiones las siguientes instituciones: Foro Interétnico Solidaridad Chocó, Mesa de Concertación de los Pueblos Indígenas del Chocó, Organización Indígena de Antioquia, COCOMACIA, ACABA, ASCOBA, ACADESAN, COCOMINSA, ASOCOMESAN, Comité por las Víctimas De Bojayá, PCN, CONPA, Arquidiócesis de Santa Fe de Antioquia, Diócesis de Apartadó, Diócesis de Quibdó, Diócesis De Istmina-Tadó, Misioneras de la Madre Laura, Religiosos Claretianos, Iglesia Luterana, Iglesia Metodista, Iglesia Presbiteriana, Coordinación Regional del Pacífico, CIVP, SIZZOC, ANSUR, SICSAL, CODHES y CIEDERPAZ. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar COMUNICADO[/icon]

Jue 18 Nov 2021

Iglesia reunirá expertos para trazar líneas de acción en procura de la reconciliación y la paz

Este viernes 19 de noviembre la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), a través de la Comisión de Conciliación Nacional (CCN), reunirá expertos y representantes de diferentes sectores para realizar análisis de contexto en medio de la compleja crisis humanitaria, social y política que viven actualmente diferentes regiones del país y definir estrategias que le permitan a la institución establecer líneas de trabajo concretas en términos de reconciliación, construcción de paz y ambientación de escenarios de diálogo para la superación del conflicto armado. El evento que se llevará a cabo en la sede del episcopado y contará con dos momentos: el primero un foro denominado ‘Acciones para la construcción colectiva de paz’ iniciará a las 8:30 a.m., será instalado por monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la CEC. A este espacio han sido invitados: Darío Indalecio Restrepo, profesor de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional y editor del libro “Cambio de rumbo”; Carlos Ruiz Massieu, Jefe de la Misión de Verificación de las Naciones Unidas en Colombia y el politólogo Andrés Molano Rojas, profesor de la Universidad del Rosario. Seguido del foro se realizará el conversatorio titulado: “¿Cómo caminar juntos en medio de la crisis social, política y humanitaria?”, moderado por el padre Darío Echeverri González, secretario general de la Comisión de Conciliación y delegado del Vaticano para facilitar acercamientos entre el Gobierno Nacional y la guerrilla del ELN. En la segunda parte de la jornada, los miembros que conforman actualmente este organismo civil y consultivo de la Iglesia CCN (entre ellos, el exembajador Juan Mayr, las profesoras Consuelo Corredor y Socorro Ramírez, los Dr. Ernesto Borda y Gustavo Mutis, y el Gral. (R) Juan Salcedo Lora) se reunirán con la junta directiva de la Conferencia Episcopal para analizar, identificar y replantear la prospectiva institucional, así como líneas de acción concretas, que le permitan dar respuesta a los nuevos desafíos que vive el país en términos de conflicto, priorizando la protección de la vida y la dignidad humana. Al espacio han sido invitadas también otras personalidades como: * Juan Camilo Restrepo, exministro de Hacienda * Gral. (R) Eduardo Herrera Berbel * Carlos Alfonso Negret, exdefensor del pueblo * Richard Moreno, procurador delegado de asuntos étnicos * Noemí Sanín, exministra * Luis Fernando Múnera, decano de ciencia política de la Universidad Javeriana * Alejo Vargas, profesor de la Universidad Nacional * Juan Roberto Vargas, director de Noticias Caracol * Juan Lozano, columnista del diario El Tiempo * Eduardo Pizarro Leongómez, cronista del conflicto en Colombia * María Jimena Duzán, periodista La Comisión de Conciliación Nacional (CCN) fue convocada y fundada en 1995 por el entonces Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, Monseñor Pedro Rubiano Sáenz, con el propósito de buscar soluciones políticas al conflicto armado colombiano, ser una instancia para acompañar los esfuerzos de paz del país y establecer escenarios de confianza para el encuentro con diversos actores claves para la paz.