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conferencia episcopal

Mié 26 Feb 2020

“El signo de la ceniza es señal de un espíritu de conversión, de vuelta a Dios, no nos quedemos en un rito externo”

Insistió monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, secretario general del Episcopado colombiano, durante la celebración eucarística del Miércoles de Ceniza. El también obispo auxiliar de Medellín recordó que la Iglesia Católica invita a vivir la Cuaresma como un periodo de conversión, reconciliación y preparación para la Pascua del Señor. En este sentido, el prelado propuso tres consignas para vivir este tiempo: Acercarnos a los demás con misericordia. Reconocer que la conversión es necesaria. No quedarnos en las cosas externas. Explicó que el signo de la ceniza “es señal de un espíritu de conversión, de vuelta a Dios, de un cambio total e integral que nos debe llevar a poder transformar nuestra sociedad, no nos quedemos solo con un rito externo que vivimos”. Agregó que los cristianos todos los días deben sentir la necesidad de una conversión, no solo durante los cuarenta días de la Cuaresma o un día al año; esto, recalcó, “debe ser una actitud permanente porque siempre debemos ir hacia adelante y crecer”. Hizo énfasis especial en la necesidad de reforzar la vida de oración, la limosna, los sacrificios. Agregó que “ninguna de esas cosas puede ser superficial, tiene que nacer del corazón y eso quiere decir en la relación personal con el Señor, quien todo lo ve”, por lo que animó a hacer propósitos concretos de cambio y obras de amor para con los más necesitados. Recordando el llamado que hizo el Papa Francisco en su mensaje para la Pascua, de ser embajadores de la reconciliación, dijo que este tiempo de Cuaresma debe servir para sembrar en el corazón de todos los bautizados la semilla de la reconciliación con Dios y con los hermanos. Finalmente, pidió la intercesión de María durante este camino Cuaresmal “que ella nos tome de la mano, nos vaya llevando paso a paso para encontrarnos con Cristo Resucitado”.

Jue 20 Feb 2020

Miércoles de Ceniza

Primera Lectura: Jl 2,12-18 Salmo: Sal 51(50),3-4.5-6a.12-13.14+17 (R. cf. 3a) Segunda Lectura: 2Co 5,20 - 6,2 Evangelio: Mt 6,1-6.16-18 Introducción La palabra de Dios presenta una viva exhortación a la conversión, a reconocer la realidad pecadora del ser humano, pero al mismo tiempo a una absoluta confianza en Dios que es generoso en misericordia. Desde estos textos se pueden abordar las prácticas y actitudes que el creyente debe vivir de manera personal y eclesial en la vivencia de la conversión. Así tenemos: conversión, misericordia de Dios y prácticas para la conversión. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? El libro de Joel es corto, tan solo 4 capítulos, en dos secciones: una invasión de langostas con sus consecuencias (1-2) y la respuesta de Dios como una vuelta a la abundancia (3-4), entre las que se destaca la abundante efusión del Espíritu. Las langostas son percibidas como el ejército de Dios que viene a ejecutar su juicio, del cual uno se puede librar por la penitencia y la oración. Esta sección como respuesta a este desastre motiva una liturgia penitencial de duelo, de súplica, que concluye con la promesa profética del perdón divino. La conversión es un “volver a Dios de todo corazón”, con ayuno, con lágrimas, con dolor, convocando a la comunidad a una asamblea purificadora. Todo el pueblo, desde niños hasta los sacerdotes, está convocado a esta liturgia, “y digan: ¡Perdona, Yahvé, a tu pueblo!”. En la liturgia se reconoce la condición pecadora del hombre y la grandeza de Dios, a quien se descubre como el clemente, compasivo, lento a la cólera, rico en amor, el Dios de la bendición. Sal 51(50). Es uno de los 7 salmos penitenciales (Cf. 6, 32, 38, 51, 102, 130, 143), conocido como el Miserere. La experiencia del orante es su cruel realidad de pecado, pero de otra vertiente el poder de Dios que perdona, limpia, purifica, crea, infunde su Espíritu, devuelve la alegría, lleva a la salvación. No es un canto de simple reconocer el pecado sino ante todo el reconocimiento de Dios creador que vuelve a crear al hombre en la condición de “salvación”. Pablo presentando el ministerio apostólico destaca la responsabilidad de trasmitir la convicción de la reconciliación, y esta consiste fundamentalmente en “déjense reconciliar con Dios”. El cristiano es una nueva creatura, a quienes exhorta a no “recibir en vanagloria la gracia de Dios”, insiste que este es el momento favorable, el día de la salvación. Esto aparece articulado a partir de la convicción que Jesucristo es el centro de la nueva creación, él es el salvador; Dios ha hecho a Cristo solidario con la humanidad pecadora, gracias a su acción es posible la reconciliación. Entre la venida de Cristo al mundo y su segunda venida transcurre un tiempo intermedio que tiene las connotaciones de ser un tiempo apto para la conversión, la reconciliación, en una palabra, es tiempo de salvación. Evangelio: Mt 6,1-6.16-18. Este texto, pertenece al llamado “sermón de la montaña” o discurso inaugural del ministerio de Jesús, en el evangelio de Mateo (Mt 5 – 7); propiamente a la sección de interiorización de los deberes de piedad en el nuevo estatus del cristiano como una expresión del gran mandamiento del amor a Dios y al prójimo. Aborda la vivencia de la justicia, es decir la práctica de las buenas obras que permiten que el hombre sea justo ante Dios. Para un judío los grandes temas de la piedad son los aquí abordados en este pasaje: la limosna (6, 2-4), la oración (6, 5-6) y el ayuno (6, 16-18). Los elementos que se subrayan son una llamada a la verdadera intención, o rectitud de interioridad, a la correspondencia entre lo interior y lo externo; esto evita a proceder de manera hipócrita o por una falsa piedad que simplemente se justifica por ser ostentosa y farandulera; una vanagloria que no lleva a la salvación. Es una invitación a proceder de manera justa en todo para poder recibir la recompensa de Dios que es tu Padre y ve lo secreto del corazón y de las intenciones del proceder humano. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? La homilía podría tener unas dimensiones de una excelente presentación kerygmática, no como explicación sino como anuncio que motive a la respuesta personal y eclesial de adhesión amorosa a Dios. El Dios que describen las lecturas lo muestran como el ser más misericordioso, el Dios del amor, que no se queda en las definiciones abstractas, sino que entra en contacto directo con la realidad del ser humano, en su condición absurda de pecado en las más crueles realidades, pero que no debe desesperar de esta situación, sino que debe mirar con amor y esperanza el cambio, la nueva creación, Dios ya ha actuado y lo sigue haciendo para garantizar la Salvación. El hombre todo lo que tiene que hacer es aprovechar este tiempo de gracia, este momento oportuno, para “volver de todo corazón a Dios”. Este proceso de conversión es un camino para ir hacia el Señor, se necesita actitud interior y compromiso exterior. Es un camino que se recorre de manera personal, pero en el cual no voy solo, me acompaña la Asamblea de creyentes que sigue el mismo itinerario de conversión, de salvación. Caminamos juntos, somos la Iglesia del Señor. Iniciar la Cuaresma, marcados con el signo de la Ceniza, recuerda que somos muchos los marcados con el signo del Señor y que juntos marchamos por esta historia de salvación. El camino se construye paso a paso en la confianza absoluta en Dios, entablando un encuentro personal e íntimo con Jesucristo, el centro de la nueva creación. Hacer de la Cuaresma un camino de encuentro y conversión, de salvación. Estamos convocados, por la Iglesia, como lo hizo Joel, a vivir la liturgia penitencial, a confiar en la respuesta de Dios que nos sorprenderá con la abundancia de su generosidad. Ciertamente tenemos que reconocer que personalmente y como pueblo no somos más que pecador, pero es tiempo de gracia, tiempo de aprovechar el anuncio profético del perdón, de la reconciliación. Este camino tiene un punto de partida, volverse de corazón al Señor; se recorre con la actitud de interioridad sincera y deseo de salvación; se sostiene con las practicas del amor a Dios y al prójimo, con la vivencia de las obras de piedad. La Palabra de Dios y la Iglesia nos lo recuerdan es tiempo de oración, ayuno y “limosna” – caridad. Es tiempo de inversión para recibir la recompensa de Dios Padre que ve el corazón. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? Invitemos a un momento de oración reconociendo que somos pecadores, necesitados del perdón, de la misericordia, con sed de sentir la salvación. Hagamos de este momento una oración y contemplación de la acción de Jesús en nuestra vida. Gracias Señor porque has creado este tiempo de gracia para mi salvación, concédenos aprovechar la abundancia de tu amor para consolidar nuestro encuentro con Jesús y desde esos lazos de amor alcanzar la conversión, camino seguro para disfrutar de la salvación RECOMENDACIONES PRÁCTICAS: 1. La Cuaresma es el principal tiempo de penitencia, tanto para los individuos como para toda la Iglesia. Conviene, por consiguiente, que la comunidad cristina sea preparada en este tiempo, por medio de las celebraciones penitenciales, para que participe más plenamente del misterio pascual.6 Dos ejemplos de celebraciones penitenciales adaptadas al tiempo de Cuaresma.7 Otros esquemas de celebraciones penitenciales Ordinarias, con Niños, con Jóvenes y con Enfermos8. 2. Sería oportuno crear un itinerario de Asambleas penitenciales, no solo de carácter sacramental de confesión, las cuales no podrán faltar, sino también de reflexión y oración por el perdón que puedan acompañar todo el camino cuaresmal. 3. Desde el inicio de la Cuaresma se puede programar, cuando mejor convenga, una celebración penitencial, con confesión individual. Igualmente podría preparase, para un día este tiempo de cuaresma, la celebración de la Eucaristía con la administración de la Unción de los enfermos de la parroquia para quienes están en peligro de muerte por enfermedad o por vejez. Esta es la mejor preparación para la celebración de la Pascua. No recomendable pastoralmente el jueves santo en la mañana, como suele realizarse y muchos lugares. 4. Tener en cuenta para este tiempo el Mensaje del Santo Padre Francisco para la Cuaresma 2020. 5. Se recomienda, para los viernes de cuaresma, el ejercicio piadoso popular del santo Viacrucis. 6. Recordar que este día y el viernes santo es de ayuno, abstinencia y obras de caridad. 7. La ceniza se impone dentro de la Misa o en una Liturgia de la Palabra. En la Misa de hoy se omite el acto penitencial, porque luego se tendrá la imposición de la ceniza. La bendición e imposición de la ceniza tiene lugar después de la homilía y antes de la Oración Universal o de los Fieles (cf. Misal, p. 71-74; Ceremonial de los Obispos, nn 253-259). 8. Para la Eucaristía se podría tomar el Prefacio de Cuaresma III, “Frutos de la abstinencia”, Misal, p. 370. Igualmente, puede seguirse la Plegaria Eucarística II. 9. Se podría emplear como oración de bendición sobre el pueblo, la propia para el miércoles de ceniza, Misal, p. 75. Igualmente, se ofrecen para todos los días de este tiempo cuaresmal. 10. Invitar a momentos de oración, ayuno en comunidad. Un día, medio día, en el que se reflexione un salmo penitencial, se haga silencio, se ayune y al terminar un momento oración con la entrega de una ofrenda como expresión de amor. 11. Un cartel con el salmo 51, quizás la versión litúrgica, para que la gente lo vea y lo ore, o se puede prever unas copias para entregar a quienes participan. 12. En un lugar adecuado, disponer adecuadamente una cruz, desprovista de la imagen del señor, adornada con unas cadenas, espinas que inviten al arrepentimiento, dolor y confesión, para lo cual junto a ella se colocará un letrero que diga: ¿Ya, preparó su confesión? 13. Tener presente que: • El Tiempo de Cuaresma abarca desde el Miércoles de Ceniza hasta la Misa de la Cena del Señor, el Jueves Santo, exclusive. • Cada día de Cuaresma tiene Misa propia completa. • Se inicia el uso del Tomo II de la Liturgia de las Horas. • Durante la Cuaresma y hasta la Vigilia Pascual, exclusive, no se dice ni Gloria ni Aleluya (se exceptúan solemnidades y fiestas). • En el Tiempo de Cuaresma no se debe adornar el altar con flores, y se permiten los instrumentos musicales sólo para sostener el canto, como corresponde al carácter penitencial de este Tiempo (se exceptúan de esta norma el domingo IV de Cuaresma –Laetare– y las solemnidades y fiestas). 6 Ritual de la Reconciliación y Penitencia, Conferencia Episcopal de Colombia, Departamento de Liturgia, Bogotá, D.C., 1999, pág. 114ss. 7 Ídem. 8 Ídem. Pág. 144 ss.

Mar 11 Feb 2020

Ante caso de Juan Sebastián: Iglesia clama por la defensa de la vida

Ante el caso de Juan Sebastián Medina, bebé en gestación, la Conferencia Episcopal de Colombia, a través de un comunicado, reafirma "que la vida es sagrada, que el aborto es una injusticia que clama al cielo y una gravísima herida a la sociedad, que no es posible construir la paz implantando esta pena de muerte contra los más pequeños e indefensos". [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]

Jue 6 Feb 2020

CUARTO DÍA. Informativo de la Conferencia Episcopal: ‘ASÍ VA LA ASAMBLEA’

La Conferencia Episcopal de Colombia presenta el informativo: ‘ASÍ VA LA ASAMBLEA’. Conozca las principales proyecciones pastorales a partir de este encuentro, que convocó a más de 100 obispos, en un trabajo articulado con directores de departamento del SPEC y expertos en temas ambientales.

Mié 5 Feb 2020

TERCER DÍA. Informativo de la Conferencia Episcopal: ‘ASÍ VA LA ASAMBLEA’

La Conferencia Episcopal de Colombia presenta el informativo: ‘ASÍ VA LA ASAMBLEA’ con los principales hechos del tercer día del encuentro. Estos son los principales momentos de la jornada: Eucaristía del Cardenal Rubén Salazar Gómez, quien dijo que el énfasis en la misión de la Iglesia es estar al servicio de las comunidades; Ponencia: El Evangelio de la Creación, inspirado en el magisterio de Benedicto XVI y Francisco, además de los documentos de Aparecida y Laudato Si; Ponencia sobre la Ecología Integral y líneas.

Vie 10 Ene 2020

Celebrar la fiesta del Bautismo del Señor reafirma el compromiso misionero

Así lo explica el padre Manuel Hernando Vega León, director de los departamentos de Ministerios Ordenados y Vida Consagrada de la Conferencia Episcopal colombiana, al precisar que al conmemorar este día “reafirmamos nuestra adhesión a Jesús (…) Renovemos en esta fiesta nuestro compromiso misionero y evangelizador de ungidos, enviados y bautizados a proclamar el Evangelio con la vida y nuestro testimonio de fe”. Después de haber celebrado el nacimiento de Jesús en Navidad y su manifestación al mundo como Salvador en la fiesta de la Epifanía, la Iglesia recuerda este domingo el Bautismo del Señor. “En esta fecha se cierra el tiempo litúrgico de la Navidad y se inaugura la primera semana del Tiempo Ordinario, un hermoso recorrido por la vida del Señor Jesús en el Evangelio de San Mateo, podríamos decir que este domingo es un domingo de transición”, subrayó el sacerdote. Aquí el Evangelio “nos presenta a Jesús en el momento de ser bautizado por Juan el Bautista en el Jordán, ungido por el Espíritu Santo y proclamado Hijo de Dios por la voz del Padre del Cielo”, este es un momento en el que la Iglesia invita a redescubrir la gracia del sacramento del Bautismo.

Dom 5 Ene 2020

Epifanía: Manifestación del Señor

La Epifanía es una de las fiestas litúrgicas más antiguas, más aún que la misma Navidad. Comenzó a celebrarse en Oriente en el siglo III y en Occidente se la adoptó en el curso del IV. Epifanía, voz griega que a veces se ha usado como nombre de persona, significa "manifestación", pues el Señor se reveló a los paganos en la persona de los magos. “Esta celebración en la Iglesia católica también es conocida como la fiesta de los Reyes Magos, quienes representan las razas de la humanidad. Ellos han de resignificar que el pueblo recibe al Hijo de Dios, al Hijo de María que acaba de nacer y es acogido por el pueblo; Él viene a salvarnos y la humanidad le ofrece sus mejores regalos: oro, incienso y mirra”, explica el padre Jorge Bustamante Mora, director departamento de Doctrina y PUB de la Conferencia Episcopal de Colombia. En este sentido, el sacerdote invita para que el día de la Epifanía, que se celebra el 6 de enero, todos los católicos dispongan sus mejores regalos para llevarle al Señor: “Tu corazón, Tu fe y Tu amor”. Los Reyes Magos Mientras en Oriente la Epifanía es la fiesta de la Encarnación, en Occidente se celebra con esta fiesta la revelación de Jesús al mundo pagano, la verdadera Epifanía. La celebración gira en torno a la adoración a la que fue sujeto el Niño Jesús por parte de los tres Reyes Magos: Melchor, Gaspar y Baltazar (Mt 2 1-12), como símbolo del reconocimiento del mundo pagano de que Cristo es el salvador de toda la humanidad.

Vie 3 Ene 2020

Episcopado concluye el 2019 con un balance positivo

La dimensión social de la evangelización, realidad del país y el Año Misionero, tres ejes que marcaron la ruta de trabajo de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), así lo compartió monseñor Elkin Álvarez Botero, obispo auxiliar de Medellín y secretario general del Episcopado, al hacer un balance de la gestión durante el período 2019. Dimensión de lo social El prelado recordó que la acción pastoral de la Iglesia siempre ha estado permeada por lo social, pero enfatizó que los temas de las dos últimas Asambleas Episcopales estuvieron marcados en la reflexión sobre: el compromiso político del cristiano; y la Doctrina Social de la Iglesia en torno a la actividad económica para el bien común. Fruto de este trabajo de discernimiento, los obispos en sus planes de acción pastoral implementaron en sus Jurisdicciones de acuerdo a sus necesidades, las líneas de acción sugeridas por la Asamblea. Realidad del país Ante la agitación que mueve la agenda en el país, el prelado señaló que la Iglesia tiene el deber de iluminar desde el Evangelio el camino de la Nación. “Seguimos empeñados en la tarea de la reconciliación esa será una insistencia siempre, procurando que se muevan las fuerzas del país hacia un proyecto común en el que todos quepamos y trabajemos por la paz como nos lo dijo el Papa en su visita. Que hagamos de Colombia un país que sea casa y patria para todos”, expresó el obispo. Colombia vivió un Año Misionero Atendiendo al llamado del Papa Francisco a despertar aún más la conciencia misionera de la “missio ad gentes”, los obispos del país, aprobaron en una Asamblea Plenaria, no solo la celebración de un Mes Misionero Extraordinario, sino el impulso de un año de énfasis de la acción misionera dentro del proceso evangelizador. “La Conferencia Episcopal y las Jurisdicciones a lo largo de este año se dieron a la tarea de trabajar en la sensibilización de una acción misionera (...) Estamos invitados todos, personalmente como bautizados a anunciar a Cristo, a acercarnos hacia los que no lo conocen a través de la misión ad gentes, pero también llegar a los que necesitamos una reanimación de nuestra vida cristiana en lo que podríamos llamar la misión ad intra en la vida de la Iglesia, como nos lo pidió el Papa”, aseveró. Proyección pastoral de la CEC para el 2020 Como cierre del trienio la Conferencia Episcopal ha propuesto para el año 2020 trabajar bajo el lema “Guía, Señor, nuestros pasos por el camino de la paz”, con un énfasis en el tema de la reconciliación. “Nos lo dijo el Papa Francisco: “Colombia necesita la reconciliación” y vamos a promover que el fruto de todo el itinerario pastoral de la promoción de la Conferencia, conduzca nuestros pasos como lo dice el lema, por el camino de la paz”. Monseñor Elkin Álvarez, afirmó que el primer semestre del 2020 será un momento para evaluar y proyectar el trabajo pastoral del próximo trienio 2020-2023. “El año entrante será ante todo como de situarnos en un discernimiento evangélico frente a la realidad para proyectar los años que vienen (…) Se trata de construir en comunión y bajo la guía del Espíritu Santo, las líneas que puede seguir el énfasis pastoral de la Iglesia Católica”.