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covid 19

Sáb 4 Abr 2020

Videomensaje del Papa a familias del mundo por Semana Santa y coronavirus

La fe de que Cristo resucitado venció a la muerte alimenta nuestra esperanza, afirmó el Papa Francisco en un video mensaje dirigido a las familias para esta Semana Santa marcada por la pandemia del coronavirus COVID-19. “En Jesús resucitado, la vida ha vencido a la muerte. Esta fe pascual alimenta nuestra esperanza. Me gustaría compartirla con vosotros esta noche. Es la esperanza de un tiempo mejor, en el que también nosotros podamos ser mejores, finalmente liberados del mal y de esta pandemia. Es una esperanza: la esperanza no defrauda; no es una ilusión, es una esperanza”, afirma el Pontífice en su video mensaje difundido este viernes 3 por la Santa Sede. A continuación, el texto completo de las palabras del Papa Francisco: Queridos amigos, buenas noches, Esta noche tengo la oportunidad de entrar en vuestras casas de una manera diferente a la habitual. Si me lo permitís, me gustaría hablar con vosotros unos momentos en este período de dificultad y de sufrimientos. Os imagino en medio de vuestras familias, mientras vivís una vida inusual para evitar el contagio. Pienso en la vivacidad de los niños y los jóvenes, que no pueden salir, ir a la escuela, hacer su vida. Llevo en mi corazón a todas las familias, especialmente a las que tienen algún ser querido enfermo o a las que desgraciadamente están de luto por el coronavirus u otras causas. En estos días pienso a menudo en las personas solas para las que es más difícil afrontar estos momentos. Sobre todo pienso en los ancianos, a los que quiero tanto. No puedo olvidar a los que están enfermos a causa del coronavirus, a las personas ingresadas en los hospitales. Tengo presente la generosidad de los que se exponen al peligro para curar esta pandemia o para garantizar los servicios esenciales a la sociedad. ¡Cuántos héroes, de todos los días, a todas las horas! También recuerdo a los que pasan apuros económicos y están preocupados por el trabajo y el futuro. Pienso además en los presos en las cárceles, a cuyo dolor se suma el miedo a la epidemia, por ellos y por sus seres queridos, pienso en los que carecen de domicilio, que no tienen un hogar que los proteja. Es un momento difícil para todos. Para muchos, muy difícil. El Papa lo sabe y, con estas palabras, quiere expresar a todos su cercanía y su afecto. Intentemos, si podemos, aprovechar este tiempo lo mejor posible: seamos generosos; ayudemos a quien lo necesita en nuestro entorno; busquemos, a lo mejor por teléfono o en las redes sociales, a las personas que están más solas; recemos al Señor por los que pasan por esta prueba en Italia y en el mundo. Aunque estemos aislados, el pensamiento y el espíritu pueden llegar lejos con la creatividad del amor. Es lo que hace falta hoy: la creatividad del amor. Celebramos la Semana Santa de una manera verdaderamente inusual, que manifiesta y resume el mensaje del Evangelio, el del amor ilimitado de Dios. Y en el silencio de nuestras ciudades, resonará el Evangelio de Pascua. Dice el apóstol Pablo: "Y murió por todos, para que ya no vivan para sí los que viven, sino para aquel que murió y resucitó por ellos" (2 Cor 5, 15). En Jesús resucitado, la vida ha vencido a la muerte. Esta fe pascual alimenta nuestra esperanza. Me gustaría compartirla con vosotros esta noche. Es la esperanza de un tiempo mejor, en el que también nosotros podamos ser mejores, finalmente liberados del mal y de esta pandemia. Es una esperanza: la esperanza no defrauda; no es una ilusión, es una esperanza. Los unos al lado de los otros, en el amor y la paciencia, podemos preparar en estos días un tiempo mejor. Gracias por dejarme entrar en vuestras casas. Tened un gesto de ternura con los que sufren, con los niños, con los ancianos. Decidles que el Papa está cerca y reza para que el Señor nos libre pronto del mal a todos. Y vosotros, rezad por mí ¡Buena cena , hasta pronto! Tomado de: Agencia católica ACIPRENSA Video: Rome Reports

Jue 2 Abr 2020

La costa pacífica colombiana: Entre la precariedad y la esperanza

Con el fin de mitigar el impacto de la pandemia del Covid 19 en la región de la costa pacífica colombiana, los obispos de esta zona del país hacen un llamado urgente al Estado y a los diferentes organismos locales y departamentales para que se tomen las medidas preventivas y atención en la población para evitar así una catástrofe humanitaria. Solicitan al Gobierno Nacional, “priorice un enfoque diferencial étnico y territorial con esta región del país que ha sufrido históricamente el abandono estatal y que presenta las mayores carencias a nivel de satisfacción de necesidades básicas, infraestructura hospitalaria y personal de salud”. En un comunicado conjunto, los obispos piden también a las autoridades departamentales y municipales se continúen con los esfuerzos que se vienen haciendo para combatir este mal. “No es el momento de las divisiones sino de la unidad. No es la hora de los protagonismos sino de las alianzas”. Así mismo, piden a la comunidad tomar en serio las medidas que se están implementando, para contener y mitigar las afectaciones de la pandemia. "Constatamos que una gran parte de niños, jóvenes y adultos del territorio no han comprendido la gravedad de la situación y la importancia de las medidas proclamadas por las autoridades. De continuar así, el riesgo será mayor y dejará lamentables pérdidas". Frente a los niveles de pobreza que vive gran parte de la población y con el fin de dar cumplimiento a la cuarentena, los obispos piden la solidaridad de personas, instituciones y empresas en todo el país, para que apoyen a las comunidades y los centros de salud, solventando así, las principales necesidades que se requieran para enfrentar esta pandemia. “Se necesitan alimentos para cumplir la cuarentena de un amplio sector de la población, dotación pertinente para hospitales y centros de salud, elementos de bioseguridad, medios de transporte y combustible para trasladar víveres por mar, ríos, carreteras y vía aérea, al igual que al personal médico y a los eventuales pacientes de esta pandemia”, señala la misiva. Por otra parte, exigen a los distintos grupos armados presentes en esta región, que hagan un cese al fuego y terminen toda acción violenta contra la población. Al implorar la protección de María Santísima, los prelados reiteran su permanente oración y compromiso de acompañar como pastores a todas las comunidades en este difícil momento. El mensaje es firmado por: Monseñor Carlos Alberto Correa Martínez, Vicario Apostólico de Guapi; Monseñor Orlando Olave Villanova, obispo de Tumaco; Monseñor Rubén Darío Jaramillo Montoya, obispo de Buenaventura; Monseñor Mario de Jesús Álvarez Gómez, obispo de Istmina - Tadó; y Monseñor Juan Carlos Barreto Barreto, obispo de Quibdó. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]