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Jue 24 Feb 2022

Iglesia hace un llamado a respetar la vida y a buscar caminos de diálogo

En un comunicado la Conferencia Episcopal de Colombia, a través del Secretariado Nacional de Pastoral Social, manifiesta su preocupación ante la escalada de acciones violentas que se están presentando en varios lugares del país, a causa del denominado paro armado promovido por el ELN. “Como Iglesia, en medio de la situación que afecta al país y particularmente a algunas regiones, hacemos un llamado a respetar la vida, a buscar caminos de diálogo”. El mensaje firmado por monseñor Juan Carlos Barreto, obispo de Quibdó y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social y monseñor Héctor Fabio Henao, director del Secretariado Nacional de Pastoral Social, pide al grupo guerrillero del ELN “abandonar el camino de la violencia y mostrar signos coherentes de verdadera voluntad de diálogo”. Así también, agrega la misiva “Exigimos al ELN y a todos los grupos armados el respeto al derecho internacional humanitario y reflexionar en torno a las múltiples afectaciones que causan a nuestro país y lo precipitan hacia un absurdo río de sangre y odio”. Insta al Estado colombiano, brindar la protección “efectiva e integral” de los territorios que se están viendo afectados y el “reconocimiento de la agudización del conflicto”. Por otra parte, exhorta a la sociedad civil a que ejerza un verdadero compromiso democrático que permita la construcción de “un país mejor, sin violencia y con justicia social”. Concluye el mensaje, con un saludo de solidaridad hacia las personas y comunidades que se han visto afectadas por amenazas, heridas y confinamiento. Descargar comunicado [icon class='fa fa-download fa-2x'] AQUÍ[/icon]

Jue 10 Feb 2022

Obispo de Istmina rechaza asesinato de líder indígena

En un video mensaje, el obispo de la Diócesis de Istmina – Tadó, Mario de Jesús Álvarez Gómez, rechazó de manera enérgica el asesinato de Luis Chamapuro Quiro, líder del Pueblo Wounaan de Chocó, secuestrado el pasado 3 de febrero por integrantes del ELN. El prelado, advirtió como una vez más las comunidades del Medio San Juan, Unión Wounaan, La Lerma, Puerto Olave, San Cristóbal, La Unión, se sienten acosadas por los grupos armados que no respetan la vida de la población. “Invito a todos los grupos armados, al ELN, al Clan del Golfo y a todos aquellos que están empeñados en buscar su propio bien, para que miren la realidad de nuestra gente, nuestras comunidades y paren definitivamente toda esta espiral de violencia”, señaló el obispo. Finalmente, el prelado expresó su voz de aliento a la familia y a la comunidad del líder asesinado e hizo un llamado a la reconciliación, el perdón y la paz.

Lun 30 Mar 2020

"Una esperanza de alivio": Así ve la Iglesia cese de hostilidades del ELN

Tras el anuncio hecho por el Ejército de Liberación Nacional (ELN) de suspender ataques por un mes, del 1 hasta el 30 de abril, ante la emergencia sanitaria que enfrenta el país por el Coronavirus, los obispos de Colombia reciben esta noticia como "una esperanza de alivio para quienes sufren con mayor rigor las consecuencias del conflicto armado." En un comunicado el episcopado hace un llamado extensivo también a todas las organizaciones armadas ilegales, para que en este momento de prueba para el país cese todo acto violento contra la población. “Nos unimos al llamado urgente que hizo el Papa Francisco y al apelo del Secretario General de las Naciones Unidas, manifestando que la emergencia sanitaria y social actual exige detener la dinámica de la violencia, para favorecer la ayuda humanitaria y la atención a quienes se encuentran en más graves condiciones de vulnerabilidad. Extendemos este llamado para que cese la violencia en las familias, pues ellas son el primer espacio donde se cultiva la paz de la sociedad”. Animan a superar con responsabilidad, diálogo y unidad este momento que enfrenta el país, y que exige según lo señala la misiva “ver con sensatez y determinación los cambios y opciones radicales que debemos hacer para favorecer el bien común”. Concluyen los obispos expresando ánimo y respaldo al Gobierno Nacional para que continúe con el propósito de crear “espacios y escenario de diálogo que susciten confianza para continuar el proceso de reconciliación, de unidad y de paz en el país, con el apoyo y el compromiso de toda la ciudadanía”. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]

Sáb 11 Ene 2020

Obispos del pacífico y suroccidente alertan agudización del conflicto armado

En un comunicado conjunto los Obispos de la Región del Pacífico y Suroccidente de Colombia, expresaron una vez más su preocupación y advertencia por la agudización del conflicto en estas zonas territoriales y en otras regiones del país. “En diversos momentos hemos advertido sobre las dificultades que viven muchas personas en el territorio del Pacífico y Suroccidente, y hemos solicitado al Estado colombiano una solución integral que resuelva las causas estructurales que están en la raíz de la crisis humanitaria”. Estos territorios, compuestos en su mayoría por afrodescendientes, indígenas y mestizos, ha sido uno de los más golpeados por la violencia, en este sentido los prelados expresaron “alzamos nuevamente nuestra voz de pastores y hacemos un llamado a retomar el sendero de la paz en la perspectiva del respeto a los Derechos Humanos, los Derechos de los Pueblos y el Derecho Internacional Humanitario". En su mensaje convocaron al Gobierno Nacional como a otras instancias estatales, “a establecer condiciones de vida digna y mecanismos de protección para las comunidades y líderes sociales, tanto a Leyner Palacios como a los otros liderazgos que están en riesgo”. Igualmente, solicitaron prestar atención ante las alertas por posibles situaciones de connivencia de integrantes de la Fuerza Pública con grupos ilegales. También reafirmaron su llamado para buscar salidas políticas y pacíficas al conflicto armado, de manera especial con el ELN, con las AGC y estructuras similares. “Esperamos la respuesta sincera de los diversos actores, mediante gestos concretos de verdadera voluntad de paz”. Finalmente, pidieron a los colombianos continuar en permanente oración y seguir trabajando con compromiso en la construcción de un país equitativo, fraterno y sin violencia. El mensaje fue suscrito por: Mons. Darío de Jesús Monsalve Mejía, Arzobispo de Cali; Mons. Luis José Rueda Aparicio, Arzobispo de Popayán; Mons. Juan Carlos Barreto Barreto, Obispo de Quibdó; Mons. Mario de Jesús Álvarez Gómez, Obispo de Istmina – Tadó; Mons. Hugo Alberto Torres Marín, Obispo de Apartadó, Mons. Luis Albeiro Maldonado, Obispo de Mocoa – Sibundoy; Mons. Rubén Darío Jaramillo Montoya, Obispo de Buenaventura; Mons. José Saúl Grisales, Obispo de Ipiales; Mons. Orlando Olave, Obispo de Tumaco; Mons. Edgar de Jesús García Gil, Obispo de Palmira. [icon class='fa fa-download fa-2x']Descargar comunicado[/icon]

Sáb 22 Dic 2018

“Lo que pedimos para el Chocó, lo anhelamos para toda Colombia”

Con esta frase finaliza el comunicado firmado por los obispos del Departamento de Chocó y parte de Antioquia, a propósito de este tiempo de la Navidad. A la vez que hacen un llamado al Gobierno nacional y al ELN para que asuman una actitud de escucha ante el clamor de esta población tan golpeada por la violencia. En el mensaje firmado por los obispos: Mario De Jesús Álvarez Gómez, obispo de Istmina-Tadó, Hugo Alberto Torres Marín, obispo de Apartadó y Juan Carlos Barreto, obispo de Quibdó, los prelados resumen en tres puntos los sueños que la población tiene para que esta Navidad sea el inicio de la “anhelada paz total e integral” en estos territorios. En un primer momento hacen un llamado al Gobierno nacional para que flexibilice las exigencias en la reanudación de los diálogos con el ELN, y no se cierre la posibilidad a continuar con ellos. “Ciertamente, el Gobierno está en su derecho de exigir condiciones para la reactivación y continuidad de los diálogos en la Habana, sin embrago, no se debe cerrar la puerta de la negociación.” Los Jerarcas, exigen de parte del ELN pruebas de un verdadero compromiso de paz con el Chocó. Así como también consideran oportuno que, con la tregua anunciada para esta época de Navidad, igualmente se dé la liberación de los secuestrados retenidos por este grupo guerrillero. Igualmente, invitan a la sociedad chocoana para que, a pesar del rigor del conflicto, se mantengan en oración y no desfallezcan sino más bien, asuman el compromiso de seguir trabajando por la paz de este Departamento. Finalmente, los obispos recuerdan que ante la grave crisis humanitaria que se está viviendo en estos territorios chocoanos y en su condición de pastores, ofrecen su disposición para colaborar en las labores de facilitación del diálogo. [icon class='fa fa-download fa-2x']Descargar comunicado[/icon]

Mié 12 Sep 2018

Iglesia celebra liberación de secuestrados

Monseñor Óscar Urbina Ortega, Arzobispo de Villavicencio y Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), celebra la liberación de los cuatro uniformados y dos civiles que estaban retenidos por el ELN.

Mié 16 Mayo 2018

Obispos a candidatos: poner el corazón en los problemas del país

La guerrilla del ELN en Colombia anunció este lunes 14 de mayo, que “cesará actividades militares de las cero horas del día 25 mayo a las veinticuatro del día 29 para aportar a unas condiciones favorables que le permitan a la sociedad colombiana expresarse en las Elecciones en Colombia”. El anuncio llegó luego de que el gobierno y la guerrilla reanudasen sus diálogos la semana pasada en La Habana. Tal como explica el Secretario General de la Conferencia Episcopal Colombiana, Monseñor Elkin Álvarez Botero, los obispos del país “miran con ilusión” que en este nuevo período se puedan dar pasos significativos y que se pueda llegar a un plan de trabajo que conduzca al cese de las acciones militares de parte de esta guerrilla, y a acuerdos que permitan su reincorporación a la vida civil. “Estamos realmente ilusionados con esto. Tenemos la noticia de un cese al fuego para las elecciones, esto es una buena muestra, pero sin duda se necesita más solidez en el proceso de negociaciones. La Iglesia siempre ha estado acompañando y animando a las partes, al gobierno y a la guerrilla del ELN, a buscar esta salida negociada que es realmente la única vía que nos puede garantizar que cese el accionar de esta guerrilla. Los católicos ponemos en manos del Señor, a través de la oración, pidiendo mucho por nuestra Patria, que realmente se puedan concretar acuerdos justos y que nos regalen un mejor clima para la vida nacional”, expresa el Auxiliar de Medellín. Reflexionar sobre el voto y acudir a las urnas La primera vuelta de las elecciones tendrá lugar el próximo 27 de mayo. Sobre el clima preelectoral, Mons. Elkin Álvarez comenta que se percibe en el pueblo colombiano “una profunda expectativa”, y da nota de que en días pasados, a instancias de la Comisión de Paz de la cual la Iglesia forma parte, “los candidatos hicieron un pacto de no agresión”. Un pacto que, según el Obispo, en un país que presenta un alto índice de abstencionismo frente a las elecciones, “le ha dado alguna altura al debate electoral”: “Esto es importante – señaló - porque las campañas políticas no le deben sumar más agresividad y violencia al país. Hasta el momento los candidatos se han esforzado en presentar sus propuestas con serenidad. No obstante, nosotros vemos que hay una tentación grande de polarización en el país, es decir, de división entre unos y otros seguidores de los candidatos. La Iglesia ha estado invitando a mantener la serenidad, a reflexionar sobre el voto que tienen que dar, a hacerlo con responsabilidad, a acudir a las urnas”. Obispos a los candidatos: dar respuestas claras Sobre cuáles son los requerimientos que la Iglesia Católica realiza a los candidatos a la presidencia, el Secretario de la Conferencia Episcopal colombiana da a conocer que en primer lugar piden “que sientan los problemas del país realmente”: “En este momento hay muchas situaciones que están pidiendo un liderazgo, una persona que pueda conducir el país hacia un clima de reconciliación, de búsqueda del bien común, de desarrollo integral”, expone. “Eso es lo primero: que de verdad sientan la realidad del país, así como nos lo pidió el Papa Francisco. Que miren a los ojos a los pobres, a los que sufren, a los que son víctimas de la violencia”. En segundo lugar los obispos piden “respuestas claras”, es decir, “que expongan con toda verdad cuáles son los caminos que ellos están pensando para poder solucionar las diversas problemáticas del país”. Asimismo piden “claridad en la utilización de los recursos que se gastan en las campañas”. Y “ honestidad”: “Queremos ver candidatos realmente interesados en representar las expectativas del pueblo, las ilusiones de todas las personas en Colombia”. “Pedimos – finaliza - que se respete la vida desde su concepción hasta su fin natural, el matrimonio, la educación, que son aquellos principios, como le llamó el Papa Benedicto ‘innegociables’ para la Iglesia, y que son valores fundamentales en los que debe asentarse la vida social de Colombia”. Por último, acerca de los logros alcanzados con las FARC a un año y medio de la firma del Acuerdo de Paz, Mons. Álvarez considera que “aún hay mucho por hacer para que se pueda alcanzar todo aquello que se puede esperar de un proceso de paz”, y se remite al balance dado por el presidente Santos de viaje en Europa que concluyó este 14 de mayo: “El presidente dice que se ha avanzado, ciertamente, pero que se han encontrado obstáculos en el camino naturales en la implementación de los acuerdos. Yo diría que vamos avanzando en algunas cosas lentamente, y realmente aún hay mucho por hacer todavía para que se pueda alcanzar todo aquello que se puede esperar de un proceso de paz”. “Tenemos que tener una conciencia clara de que esto es un trabajo que involucra a todos los sectores de la sociedad y que todos debemos hacer esfuerzos para poder alcanzar la meta de la reconciliación nacional que todos esperamos. Pero hay que llevar perseverantemente con grandes ideales y con el trabajo de todos la posibilidad que tenemos en este momento”, concluye. Fuente: Vatican News

Jue 3 Mayo 2018

Catatumbo: “La gente como que perdió el miedo”

El obispo de Tibú ha sido uno de los protagonistas de las movilizaciones en Catatumbo para parar la violencia desatada en la zona en estos meses. Su visión del problema de la coca y del papel de guerrillas y Estado es clarificadora. Monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, Obispo de Tibú, ha sido una voz crítica y valiente en aquella región abandonada por el Estado. Monseñor también ha liderado las recientes protestas en el Catatumbo en contra de la guerra. Cerca de cien mil personas se han visto afectadas por la confrontación que mantienen el Ejército Popular de Liberación (EPL) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), dos guerrillas que se disputan el control de la zona. Colombia Plural conversó con él para entender mejor lo que está pasando en el Catatumbo. La siguiente es la entrevista que Monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, Obispo de Tibú, concedió al portal COLOMBIA PLURAL. — ¿Cómo está la crisis humanitaria hoy después de cuatro meses de enfrentamientos entre las dos guerrillas? Hasta donde sabía estábamos cerca de los seis mil desplazados, hay veredas confinadas. La cifra de muertos es incierta, porque a lo mejor si han caído en el campo ellos no van a dejar ver sus víctimas, pero las ha habido, de hecho esta semana mataron a un líder conocido del EPL. El EPL tiene tomados unos muchachos como rehenes, que no sé si ya los estarán devolviendo. — Usted dice que nunca había visto movilizaciones tan grandes y potentes en el Catatumbo exigiéndole a los grupos armados que cesen la confrontación. ¿Algo está cambiando? Por venir de afuera uno puede tener la percepción de que la cultura en el Catatumbo es de resignación frente a los grupos armados, es decir, vamos a sobrevivir con este grupo y lo tenemos que tolerar. La gente se ha adaptado para sobrevivir y tiene un código de resignación muy alto. ¿Qué es lo nuevo? Al comienzo de la confrontación lo que uno percibía es que los líderes deseaban que las guerrillas sólo se pusieran de acuerdo, consideraban que eso era suficiente. Pero el pueblo del Catatumbo es un pueblo parado, valiente, fuerte, que aguanta muchas cosas, así que el boicoteo que hizo el EPL con el paro armado fue muy mal pensado porque sumó todas las voluntades contra la guerra. El paro fue una estrategia que no se sabía si era de guerra o de paz: poner la gente en la mitad para presionar una negociación con el ELN, pero finalmente les sucedió al revés porque la gente hizo unas expresiones contra la guerra tremendas, que no es tan fácil porque estos grupos están muy insertados y vinculados con la comunidad, pero en ese sentido ahí hay una circunstancia nueva: la gente como que perdió el miedo. Nuestras comunidades están viendo que pueden hacer algo más que aguantar la guerra. Si un pueblo logra pasar de su mentalidad derrotada o derrotista empieza a imaginarse nuevos escenarios, por ejemplo, yo en una de esas manifestaciones les preguntaba: ¿por qué no podemos soñar que mañana no hay coca? Imaginémonos cómo sería esto sin coca, imaginémonos qué pasaría si este Catatumbo no tuviera ni un grupo armado. ¿Cómo viviríamos? ¿Cómo nos relacionaríamos? ¿Cómo produciríamos? Imaginémonos que el Estado no es el enemigo nuestro que nos olvidó, sino que es el aliado en la construcción de futuro. Ese imaginario hay que despertarlo porque ellos no lo tienen, pienso que la tarea nuestra es en esa dirección. — Justo en el Catatumbo empezó a fracasar el programa de sustitución de cultivos porque el Estado le incumplió a los campesinos, ¿Cómo va eso? Nosotros dijimos “mientras estos están en guerra nosotros salvemos el programa de sustitución voluntaria y los planes especiales para los municipios priorizados, que nuestras comunidades no se quedaran sin esos marcos de proyección a diez años”. Esa fue nuestra apuesta con los alcaldes y el Gobierno entendió eso, ahora, no es claro que en estos tres meses tengan la capacidad de moverse más rápidamente. Pero realmente sí hay muy pocas personas que se inscribieron en el programa de sustitución de cultivos y el Gobierno no tiene la gerencia ni la habilidad para cumplirle a los campesinos que dan ese paso de dejar la coca. Definitivamente, la gente está lista pero no frente a un Estado tan débil y tan poco asertivo, si el Estado cumpliera la gente daría pasos más rápidos. — ¿Ha habido presión de los grupos armados para que la sustitución no avance? No se han enfrentado porque hay tanta coca, es tan masiva, que el programa todavía no representa una amenaza para ellos, la tendencia es a que la coca no se quita. Los campesinos que firmaron los acuerdos son muy poquitos, están en Caño Indio en una vereda en particular y en este momento están centralizados sólo Tibú y Sardinata. Aunque sí hubo un caso de amenaza a un líder de una comunidad que se ha puesto en la tarea de promover la sustitución, le dijeron: “Quédese callado, no se meta en eso”. Hay intereses concretos de mucha gente que vive de la coca, no sólo de las guerrillas. — El Ejército de Liberación Nacional se negó durante muchos años a mezclarse con el narcotráfico ¿Están involucrados ahora en ese negocio? Sí, eran muy reacios, de hecho yo creo que fueron ellos los que acabaron la coca en Arauca. Acá es diferente, diciéndolo francamente ellos tuvieron que decidir entre ser cómplices o enfrentarse a la gente, porque la gente se lo impuso. Digamos que no manejan líneas ni cargamentos, pero la cultura coquera lo que hace es mover mucha plata. Por ejemplo, por cada canasta de cerveza son diez mil pesos de ganancias para las guerrillas. — Además, el Catatumbo tiene un problema de superposición territorial muy fuerte: hay tierras despojadas y reclamantes, hay Parques y Reservas Naturales, hay colonos, hay resguardos indígenas y hasta un proyecto de Reserva Campesina… Es un territorio que tiene toda la informalidad en tema de tierra y va a ser muy difícil solucionar eso porque casi nadie tiene escrituras públicas, son posesiones o documentos de compraventa. El tema de tierras para mí en este momento no es un problema fundamental, lo será en otro momento, cuando la gente vaya a pedir un préstamo en el banco y necesite las escrituras de su finca. Para mí, el punto de quiebre en ese territorio, en la línea que abrieron los acuerdos de La Habana, sería administrar correctamente el problema de los cultivos ilícitos, si la coca comienza a disminuir en el territorio va a haber un problema porque es la riqueza que trae la coca la que alimenta los grupos armados, es mucho dinero que se mueve. — El Ejército Popular de Liberación es menospreciado por el gobierno, que los llama la banda de “Los pelusos” ¿Usted cree que sean un actor político? El EPL tiene una cepa muy revolucionaria, ahí hay unos “cacaos” de lo que quedó del EPL original que son muy radicales y no dieron el paso a la paz cuando hubo el acuerdo con esa guerrilla. Esa base existe, es ideológica, pero es una base pequeña, casi que invisible, incluso se dice que no están en el territorio. Es indudable que el ELN tiene una mayor formación política e ideológica en sus miembros. El EPL empezó a reproducirse a partir de Megateo [Víctor Ramón Navarro, comandante del EP, muerto en 2015] porque él tenía el propósito de hacer crecer esa guerrilla, pero lo hizo de un modo no muy revolucionario, enrolando jóvenes sin formación política, sólo por la atracción de las armas. Megateo se estaba convirtiendo en un estorbo para esa cepa original del EPL, era algo así como una especie de mafioso que desfiguraba la cosa. Yo pensé que después de la muerte de Megateo se iba a calmar la situación y fue al revés, empezó a crecer y ahora no hay una unidad de mando, hay un montón de caudillismos. Fuente: Colombia plural