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Eutanasia

Vie 2 Mar 2018

¡Alerta Colombia!

Por: P. Jorge Enrique Bustamante - Desconocidos, a quienes nos les duele sus hijos, decidirán su muerte. El pasado martes el Ministerio de la Salud y Protección Social, colgó en su página un borrador del “proyecto resolución reglamentación procedimiento derecho a morir con dignidad de los niños, niñas y adolescentes”, supuestamente para recibir los “comentarios y observaciones” entre el 27 de febrero y el 5 de marzo. Acción y borrador susceptible de diversas miradas cuestionadoras. Procedimiento. El gobierno ha adoptado esta práctica procedimental para legitimar a su amaño temas y situaciones que merecerían mayor y ponderada reflexión. El proceso es colgar un proyecto de “algo” en la red, por un espacio mínimo, 6 días, en fin de semana para que nadie se entere, y luego poder decir que hubo espacio de participación. Además del esfuerzo que hay que hacer para encontrarlo en la mencionada página. Me pregunto si este es el medio adecuado para reflexionar y retroalimentar un proceso de tal envergadura ¿Qué porcentaje de la población colombiana tiene acceso al Internet? ¿Qué tránsito (cantidad de personas) tiene la página del Ministerio? ¿Cuál es el afán real y qué motiva estos espacios? Me deja un sabor amargo esta manera de actuar, se deciden temas de educación, de vida, de muerte, de libertad y muchos otros mediante estos procedimientos. Un borrador en una página desconocida no puede ser el mecanismo garante de un proceso en una democracia representativa como la nuestra. Lo único que puedo decir es ¡Alerta Colombia! porque estos son los caminos que ha encontrado el gobierno para hacer sus goles. El contenido del borrador ¡Realmente se trata de un borrador! Borra el rol preponderante que deben asumir los padres, la familia, la conciencia, borra la responsabilidad del Estado, borra el DERECHO a la Objeción de conciencia colectiva e institucional, borra el derecho al respeto de la vida, borra las barreras de madurez humana y su capacidad de decidir, borra hasta las normas básicas de un buen español. El Ministerio inicia asegurando que existe “un derecho a morir con dignidad”, y para hacer efectivo “este derecho”, confiere a los niños y adolescentes la capacidad de toma de decisiones en el ámbito médico, se afana en asegurar que es en este campo donde tiene esas facultades, ¿Por qué de esta insistencia? Creo que temen, como es lógico, que se reclame la capacidad en otros campos. Por ejemplo, capacidad para elegir mediante el voto, pues son situaciones menos comprometedoras que la vida. Elegir un político a un cargo solo afecta un periodo de unos añitos; si el niño o adolescente puede decidir sobre la vida de manera definitiva, debe ser un derecho el poder votar. Si tiene esta capacidad Por qué la “justicia” considera que un menor de edad (18 años) no tiene capacidad para asumir la responsabilidad por los delitos cometidos. Creo que los argumentos del Ministerio de Salud confiere unos alcances insospechados y exige se revise toda la responsabilidad y acciones en menores de edad, pues ellos están en capacidad de decidir y por tanto responsables de sus decisiones. En otras palabras, las aptitudes para decidir, exigidas en el borrador, son tan generales que se basan más en la capacidad de comunicarla que en tomar libre y conscientemente una decisión de esta naturaleza: (1) capacidad de comunicar la decisión, (2) capacidad de entendimiento, (3) capacidad de razonar y (4) capacidad de juicio. Con estos argumentos tendremos mayoría de edad a los 7 años, “ya son capaces de razonamiento concreto”. El borrador elimina el papel fundamental de los padres, y es sustituido por tres profesionales un médico, un abogado, y un psicólogo decidirán si su hijo vive o no. El estado se cree con derechos de decidir sobre los niños por encima de los padres a quienes les ha dolido su hijo, quienes por el misterio de la vida compartida les duele la enfermedad de su ser querido. A esto se le agrega dos características del proceso, pues se pide celeridad y gratuidad. Para el estado es un deber acelerar el asesinato de alguien que podría ser un “gasto” para las arcas de la salud, es mejor acelerar y que sea gratis, distractores para que se piense que es muy bondadoso. Me pregunto porque no ha determinado el estado la celeridad y gratuidad en los procesos médicos, no solo para los niños y adolescentes, sino también para los ancianos. Aquí no hay celeridad, hasta para reclamar unos medicamentos básicos hay que proceder mediante tutela y en muchos casos la solución llega cuando el paciente está bajo tierra. Es aquí en la responsabilidad social del Estado que debe implementar obligatoriedad, celeridad y gratuidad para proceder a la atención médica para con todo paciente sin importar el estrato social. Ayer, 28 de febrero, el Presidente Santos, en Cartagena, se ufanaba frente al Consejo Mundial de Iglesias en decir que el llamado carrusel de la muerte fue abolido: “nosotros decidimos abolir eso. Convertimos la salud, primer país, que convirtió la salud en un derecho fundamental, lo elevamos en la Constitución a derecho fundamental”. Se abolió o se cambió el procedimiento, porque estas normas solo cambian el “carrusel”, la postura del Estado en la praxis parece decir: “matemos a todo aquel que represente un gasto, si no produce que no estorbe”, la cultura del descarte, de lo desechable. Con estas políticas el Estado borra su responsabilidad y la soluciona con una tumba. El Ministerio, en los artículos 25.6 y 29 sin ninguna argumentación se proclama rectora de la conciencia y elimina de un tajo el sí consagrado derecho de objeción de conciencia institucional; la frase consignada, propia de sistemas autoritarios es “en ningún caso, la IPS podrá argumentar la objeción de conciencia institucional”. Desconoce la identidad propia de las intuiciones, violenta la libertad religiosa y de culto, y obliga a las instituciones que han sido creadas para defender la vida a que contrario a su identidad y misión se dediquen a asesinar. Pienso en hospitales católicos que ahora contrario a su misión tendrán que tener un organismo de muerte y para gravedad del caso de niños y adolescentes. Padres de familia y colombianos todos defendamos nuestra gran riqueza que son los niños, los jóvenes, nuestras gentes, no podemos dejar en manos de unos desconocidos la decisión de la muerte de nuestros seres queridos, hay que exigirle al Estado el cumplimiento de su responsabilidad social que la salud sea un derecho fundamental. Los cuidados médicos y familiares deben garantizar que el paciente reciba toda la ayuda necesaria y la súper abundancia del amor familiar. Nace un compromiso para los creyentes en Cristo Jesús, educar a nuestros hijos en el valor sagrado de la vida, en el amor de la familia, en el sentido trascendente del dolor como camino de unirnos a la pasión del Señor Jesús. Se abre un camino para la santidad, para la unidad familiar. Es momento de oración y evangelización. Recordemos que toda la vida el “el poder mal usado del estado” ha buscado por diversos medios el control de la vida: El Faraón mandó matar todo niño hebreo; Herodes mando matar en Belén y sus alrededores a todo niño menor de 2 años, los Faraones y Herodes de hoy los mandan matar en el seno de las madres con el aborto, y si nacen y tienen una enfermedad o deficiencia hay que eliminarlos con el asesinato, llamado “morir dignamente”. Pero ellos han pasado y la Iglesia sigue en pie. Les aseguro que en 50 o 70 años las nuevas generaciones juzgaran como un asesinato frio, como el mayo descalabro este tipo de purificación social. La historia juzgará a estos “progresistas” como máquinas de la muerte. P. Jorge Enrique Bustamante Mora Director del Departamento de Doctrina y Animación Bíblica de la CEC. [email protected]

Jue 1 Mar 2018

Eutanasia y su reglamentación minan bases de la sociedad y la paz

Los obispos de Colombia expresan su consternación y rechazo a la intención que tiene el Ministerio de Salud y Protección de reglamentar el procedimiento para hacer efectivo la práctica de la eutanasia en niños, niñas y adolescentes. En un comunicado titulado: "Si queremos la paz, defendamos la vida" los obispos aseguran que estas medidas responden a "una manifestación más del debilitamiento espiritual y moral de nuestra sociedad con respecto a la dignidad de la persona enferma". >>>>DESCARGA EL COMUNICADO >>>> DESCARGA EL VIDEO DEL MENSAJE "La sentencia sobre la eutanasia y su reglamentación, están minando las bases de la sociedad y el camino hacia la verdadera paz", señala el comunicado. Los prelados hacen un llamado al Gobierno para que reconsidere estas decisiones que atentan contra la vida. Así mismo, invitan a los padres de familia a defender la vida de sus hijos. Señalan que con los avances en la medicina, el dolor es 'curable' y el "enfermo puede recibir alivio y consuelo con una conveniente asistencia humana y espiritual". En esta misma línea, les recuerda a las entidades médicas de inspiración católica, que tienen el derecho de manifestar, como instituciones, objeción de conciencia frente a la eutanasia. Finalmente, invitan a las instituciones y asociaciones católicas, así como a todos los fieles de la Iglesia, a que se manifiesten categóricamente en contra de la eutanasia, enviando observaciones y comentarios sobre este borrador de resolución que ya es público. Las manifestaciones de rechazo a este proyecto se pueden enviar, hasta el 5 de marzo a los correos [email protected] - [email protected] o llamar a la línea telefónica +571 3305000, extensiones 1415 – 1424).

Mié 29 Nov 2017

Eutanasia también para los menores

Por: Mons. Ricardo Tobón Restrepo - La Corte Constitucional ha ordenado recientemente al Ministerio de Salud que presente ante el Congreso, en el plazo de un año, una iniciativa acerca de la aplicación de la eutanasia en mayores y menores de edad; igualmente, solicita al Congreso que, en dos años, emita una ley sobre lo que llama el derecho fundamental de los niños y los adultos a morir dignamente. La Conferencia Episcopal de Colombia se ha pronunciado sobre las preocupantes consecuencias que entrañan estos hechos. Son un paso más en un proceso bien conducido que, entre otros, tiene antecedentes en la sentencia 239 de 1997, en el proyecto de ley 70/2012, en la sentencia 970 de 2014 y en la resolución 1216 del Ministerio de Salud de abril de 2015. Sin seguir el debido ordenamiento y sin hacer el necesario debate público, para obedecer a proyectos internacionales con intereses ideológicos, políticos y económicos, se insiste en esta conjura contra la vida humana. Se quiere imponer una decisión que compromete convicciones profundas de la mayoría de los colombianos con verdades parciales que, con tinte de cientificidad o de “piedad”, se difunden a través de los medios de comunicación y desconciertan a algunos legisladores, al personal sanitario y a la opinión pública. Es así como se genera confusión para discernir justamente apreciaciones jurídicas, conductas legales y actuaciones éticas, sobre todo en situaciones complejas donde la compasión por el sufrimiento puede poner en penumbra las implicaciones de atentar contra la vida humana. En esta forma de tomar decisiones y de legislar no se está respetando ni la Constitución de la República ni la separación de poderes que es fundamental en una democracia. No se debe aceptar pasivamente que la Corte dé ordenes al Congrego y al Ejecutivo sobre un tema tan grave, que afectará a millones de personas, como autorizar a los médicos para que ayuden a los pacientes a suicidarse y a los padres de familia para que decidan sobre la vida o la muerte de sus hijos. Estamos dejando pasar decisiones peligrosas que destruyen el orden moral y aun la estructura social y política del Estado. El Estado está para proteger a los ciudadanos y especialmente a los más indefensos; por tanto, los niños y los adolescentes merecen algo mejor que autorizar su sentencia de muerte. En un sistema de salud tan frágil y permeado de corrupción como el nuestro, es de temer que las autorizaciones para el homicidio muy pronto serán la única “opción de tratamiento” para los más vulnerables y la alternativa más “eficiente” y económica. Bajo el disfraz de humanidad se quiere presentar la eutanasia como una “muerte digna”. La prioridad sería legislar y trabajar para que la gente tenga, no una muerte, sino una vida digna. La corrupción también se apodera del lenguaje para esconder la deshonestidad de la actuación, pues lo que se quiere legalizar no es una ayuda para morir, sino el permiso para matar a otro ser humano. Está mal un país cuando, en lugar de pensar en que todos los ciudadanos tengan acceso a una atención médica de calidad, piensa en eliminar a los más débiles. Ciertamente, se pueden encontrar formas compasivas para dar tratamientos adecuados, mitigar el dolor y preparar la muerte sin caer en encarnizamientos terapéuticos y sin llegar tampoco a la aprobación de la “muerte por pedido”. En un momento en que buscamos acabar con la violencia, es un contrasentido legalizar la forma de matar con facilidad a los indefensos y a los que sufren; el orden moral de una sociedad en la que los asesinatos son frecuentes no se construye creando instrumentos jurídicos para nuevos asesinatos y abriendo la puerta para que otros, por los motivos que quieran, exijan o se apropien el mismo “derecho”. En medio de tanta confusión y de tantos intereses egoístas, la Iglesia Católica defiende con valentía y coherencia la vida y la dignidad de toda persona humana. + Ricardo Tobón Restrepo Arzobispo de Medellín

Jue 26 Oct 2017

Episcopado manifiesta preocupación sobre eutanasia en menores de edad

Ante la reciente decisión de la Corte Constitucional refiriéndose a la eutanasia aplicada para menores de edad, la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) manifestó su preocupación y aseguró que este acto es “una grave violación a la dignidad de la persona”. “Encontramos que el propósito de la reglamentación ordenada por la Corte va en contra vía del principio constitucional de defensa de la vida (artículo 11) y abre las puertas para que la sociedad llegue a legitimar la supresión de algunas personas y la negación de los más débiles y necesitados”, afirman los obispos colombianos en comunicado de prensa emitido en la tarde de hoy y firmado por el presidente del Episcopado Colombiano y Arzobispo de Villavicencio, monseñor Óscar Urbina; el vicepresidente de la CEC y Arzobispo de Medellín, monseñor Ricardo Tobón, y el Secretario General de este organismo y Obispo auxiliar de Medellín, monseñor Elkin Álvarez. Los obispos en su mensaje piden: Profundizar en la vida como el don más grande y maravilloso de Dios, dirigir más esfuerzos a la prestación digna, eficaz y humanizante de los servicios de salud, y multiplicar las acciones para acompañar y aliviar los sufrimientos de los enfermos. Finalmente hacen un llamado a los legisladores y profesionales de la salud, para que recuerden la invitación del Papa Francisco para que asuman “decisiones valientes y contra corriente” en defensa de la vida, especialmente la de los más pobres y débiles. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]

Lun 22 Mayo 2017

Episcopado rechaza proyectos sobre adopción, aborto y eutanasia

Los obispos del país denuncian y rechazan los proyectos legislativos que cursan actualmente en Congreso y que favorecen temas como el aborto, la eutanasia y la adopción de niños por parte de parejas del mismo sexo. Aseguran que en el país se pretende implementar una cultura política y jurisprudencial que desconoce el valor y la dignidad de la vida humana y de la familia. Así lo hicieron conocer, a través de un comunicado firmado por el presidente del episcopado, monseñor Luis Augusto Castro Quiroga. [icon class='fa fa-download' link='']DESCARGA EL COMUNICADO[/icon]