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familia

Mié 12 Ene 2022

VIDEO: “Espiritualidad matrimonial y familiar”

Es el título de la reflexión que el Papa Francisco presenta a través del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, en el Vaticano, responsable de animar el año Familia Amoris laetitia. Según lo explica este Dicasterio, este video se refiere al capítulo noveno de la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia: “Espiritualidad matrimonial y familiar”. En su reflexión el Pontífice recuerda que «En la familia no están solo el marido y la mujer, los hijos, porque en el matrimonio habita Jesús. El Señor vive en la familia real y concreta, se expresa en los gestos de amor. Gestos concretos entre esposo y esposa, entre padres e hijos. Las caricias en una familia son muy importantes». Así, el Papa invita a reconocer la presencia de Jesús en la cotidianidad de cada familia. Acompaña a las palabras del Santo Padre el testimonio de la familia española Aymerich, misioneros que actualmente hacen su apostolado en Costa Rica. Testimonian la fidelidad a un tiempo de oración familiar en su jornada: «Precisamente porque en el curso de nuestra historia hemos constatado innumerables veces nuestra poquedad y nuestra irrelevancia, somos conscientes de que gracias a estos momentos de oración Dios hace fecunda la Misión». [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar subsidio cartilla 10[/icon] Videos sobre la familia Cada mes se está publicando un vídeo con las reflexiones del Papa sobre la exhortación apostólica Amoris laetitia y testimonios de familias de todo el mundo. Este material, ha dicho el Dicasterio, es una invitación a “caminar juntos para redescubrir la familia como un don, a pesar de todos los problemas, obstáculos y desafíos que hoy debe afrontar”. Objetivos del Año Familia Amoris laetitia Entre los objetivos propuestos por el Dicasterio para Laicos, Familia y Vida se contempla la difusión del contenido de la exhortación apostólica Amoris laetitia, para hacer experimentar que el evangelio de la familia es alegría que llena el corazón y la vida entera. Asimismo, el anuncio de que el sacramento del matrimonio es un don y tiene en sí mismo una fuerza transformadora del amor humano, con la finalidad de hacer a las familias protagonistas de la pastoral familiar. También buscarán concienciar a los jóvenes sobre la importancia de la formación en la verdad del amor y el don de sí mismos, así como ampliar la mirada y la acción de la pastoral familiar para que se convierta en transversal, para incluir a los esposos, a los niños, a los jóvenes, a las personas mayores y las situaciones de fragilidad familiar. O

Mar 11 Ene 2022

Temas complejos en un año nuevo

Se atrevió el papa Francisco a mencionar ese desorden de afectos que se ha instalado en muchas personas, dando preferencia a los animales por encima de las personas; en ocasiones, como presunto reemplazo de los hijos. Y, ¿quién dijo miedo? Es un tema tabú como tantos otros en una sociedad que alardea de ser de mente abierta y, sin embargo, en realidad, es sorda a cualquier voz contraria. Hace bien el santo padre en llamar la atención sobre un tema que va mucho más allá y que tiene que ver con un descenso de la natalidad hasta alcanzar unos números negativos que, más temprano que tarde, van a ser un problema grande para toda la humanidad. Y esto lo sostienen muchos hoy desde otras tribunas, especialmente, en las llamadas naciones desarrolladas, pero que ya asoma con fuerza en países en pleno desarrollo como Colombia. No tener ningún hijo no es solución de ningún problema y sí una muestra, en algunos casos, de un egoísmo enorme. En esta negativa a abrir campo a la vida no es menor el reto que plantea la difusión y práctica de la eutanasia como una solución más a las dificultades de la vida. Todo apunta a que se le presente como una opción más, sin muchas preguntas éticas, cuando la existencia se hace difícil por una u otra circunstancia. En el fondo de esta mentalidad está la afirmación de que el sufrimiento hace indigna la vida y que las personas nunca deben sufrir. Es muy posible que esta forma de pensar termine por desarrollar todo un sistema que facilite al conjunto de la sociedad herramientas para terminar la vida a voluntad y no sería extraño que lleve también a dar autoridad a unos para decidir el fin de la vida de otros. Bajo el aparente velo de la compasión puede esconderse también una especie de selección a favor de los más fuertes para que solo ellos sigan viviendo. Puede ser posible que en algún momento la persona sea informada de que la decisión de seguir viviendo ya no está en sus manos, sino en manos del Estado, del “sistema”, de los centros de salud, etc. Horas oscuras se ciernen sobre los débiles. Por otra parte, la omnipresente pandemia sigue planteando duros retos para toda la humanidad. Parece que un mal anticipado triunfalismo no ha hecho sino darle más alas a la propagación del COVID 19 en todas sus variables. Y no ayudan de ninguna manera las personas y movimientos opuestos a las vacunas y a la vacunación. Tanto el papa Francisco como la comisión vaticana creada para hacer seguimiento al tema, han reiterado que la Iglesia está a favor de la aplicación de las vacunas que, sin garantizar un 100% de protección, de hecho, han demostrado ser una herramienta muy eficaz para afrontar la pandemia. A favor de esta posición están sin duda las estadísticas y el trabajo serio y dedicado de los científicos y el personal médico a lo largo y ancho del mundo. Mantenerse en una posición de negación, tanto de la presencia del virus como de las soluciones alcanzadas, es inaceptable pues pone en riesgo millones de vida en forma innecesaria. Es imperativo seguir invitado a los negacionistas a entrar en razón. Finalmente, a la Iglesia le queda por delante todo un replanteamiento de su actuar pastoral, a partir de las consultas que actualmente se adelantan a través del Sínodo convocado por el santo padre. Y también por la pandemia que se ha vuelto un obstáculo, a veces insalvable, para que se congreguen los fieles en innumerables actividades pastorales pues la Iglesia es por esencia congregación. Además, la Iglesia está abocada a responder con fidelidad a la Palabra de Dios, a los primeros temas enunciados para orientar a sus hijos con sabiduría y buen tino. También, en diferentes lugares y ambientes, la Iglesia enfrenta no solo persecución en firme, sino una cultura de cancelación que la quiere invisibilizar. En fin, a la Iglesia el nuevo año le presenta retos enormes en los cuales está curtida por siglos de experiencia, pero esto no implica ni que las cosas sean fáciles ni las soluciones inmediatas. Hay que orar mucho, reflexionar, estudiar, dialogar con el mundo y proponer respuestas que apunten siempre al objetivo de su misión: llevar la salvación de Dios a todas las personas. Muchos otros temas están a la vista para el mundo, para la Iglesia, para cada cristiano, en el año que comienza. Que nadie renuncie a realizar la misión recibida, siempre en fidelidad al plan de Dios. Editorial El Catolicismo

Dom 26 Dic 2021

Papa Francisco escribe una carta a los matrimonios del mundo

El papa Francisco se dirige en una carta a los esposos y esposas del mundo con ocasión del Año Familia Amoris laetitia, en la que el pontífice se acerca a las familias para expresarles su “afecto y cercanía en este tiempo tan especial que estamos viviendo”. En las primeras líneas del texto, Francisco les dice que siempre ha tenido presente a las familias en sus oraciones, y más aún durante la pandemia, especialmente a las más vulnerables que han sido objeto de una dura prueba durante la crisis sanitaria. “El momento que estamos pasando me lleva a acercarme con humildad, cariño y acogida a cada persona, a cada matrimonio y a cada familia en las situaciones que estén experimentando” El bien de la propia familia y de la sociedad Después de destacar que este contexto particular “invita a hacer vida las palabras con las que el Señor llama a Abraham a salir de su patria y de la casa de su padre hacia una tierra desconocida que Él mismo le mostrará”, Francisco afirma que todos “hemos vivido más que nunca la incertidumbre, la soledad, la pérdida de seres queridos y nos hemos visto impulsados a salir de nuestras seguridades, de nuestros espacios de control, de nuestras propias maneras de hacer las cosas, de nuestras apetencias, para atender no sólo al bien de la propia familia, sino además al de la sociedad, que también depende de nuestros comportamientos personales”. Mientras a partir de la fe cristiana el Santo Padre les recuerda que no están solos “ya que Dios está en nosotros, con nosotros y entre nosotros: en la familia, en el barrio, en el lugar de trabajo o estudio, en la ciudad que habitamos”. Y hace un paralelismo con la vida de Abraham, puesto que también los esposos salen de su tierra tal como lo implica el mismo noviazgo que conduce al matrimonio y a las distintas situaciones de la vida. Dirigiéndose a los esposos y especialmente a los jóvenes, el Papa escribe que sus hijos “los observan con atención” y buscan en ellos “el testimonio de un amor fuerte y confiable”. “Los hijos son un regalo, siempre, cambian la historia de cada familia. Están sedientos de amor, de reconocimiento, de estima y de confianza. La paternidad y la maternidad los llaman a ser generativos para dar a sus hijos el gozo de descubrirse hijos de Dios, hijos de un Padre que ya desde el primer instante los ha amado tiernamente y los lleva de la mano cada día” Los matrimonios deben ‘primerear’ en sus comunidades Después de diversas recomendaciones inherentes al ámbito de la educación, el Papa les dice que “tienen la misión de transformar la sociedad con su presencia en el mundo del trabajo y hacer que se tengan en cuenta las necesidades de las familias”. Por otra parte, en opinión del Pontífice, “los matrimonios deben ‘primerear’ dentro de la comunidad parroquial y diocesana con sus iniciativas y su creatividad, buscando la complementariedad de los carismas y vocaciones como expresión de la comunión eclesial”. “Por tanto, los exhorto, queridos esposos, a participar en la Iglesia, especialmente en la pastoral familiar. Porque ‘la corresponsabilidad en la misión llama […] a los matrimonios y a los ministros ordenados, especialmente a los obispos, a cooperar de manera fecunda en el cuidado y la custodia de las Iglesias domésticas” Tras afirmar que “el matrimonio es realmente un proyecto de construcción de la ‘cultura del encuentro’, tal como él mismo lo ha escrito en su encíclica Fratelli tutti, Francisco dice a las familias que “tienen el desafío de tender puentes entre las generaciones para la transmisión de los valores que conforman la humanidad”. Y no duda en añadir que: "Se necesita una nueva creatividad para expresar en los desafíos actuales los valores que nos constituyen como pueblo en nuestras sociedades y en la Iglesia, Pueblo de Dios". A la vez que no olvida que “la vocación al matrimonio es una llamada a conducir un barco incierto, pero seguro por la realidad del sacramento. en un mar a veces agitado”, de manera que el Santo Padre comprende si a veces, como los apóstoles, sienten ganas de gritar: “¡Maestro! ¿No te importa que perezcamos?”. “No olvidemos que a través del sacramento del matrimonio Jesús está presente en esa barca. Él se preocupa por ustedes, permanece con ustedes en todo momento en el vaivén de la barca agitada por el mar” El Papa manifiesta la importancia de “que juntos mantengan la mirada fija en Jesús”, puesto que “sólo así encontrarán la paz, superarán los conflictos y encontrarán soluciones a muchos de sus problemas”. “Sólo abandonándose en las manos del Señor podrán vivir lo que parece imposible. El camino es reconocer la propia fragilidad y la impotencia que experimentan ante tantas situaciones que los rodean, pero al mismo tiempo tener la certeza de que de ese modo la fuerza de Cristo se manifiesta en su debilidad” A la luz de diversos pasajes bíblicos, el Papa aprovecha para reflexionar sobre algunas dificultades y oportunidades que han vivido las familias en este tiempo de pandemia, destacando una serie de oportunidades. Y les recuerda cuanto escribió en Amoris laetitia retomando el himno paulino de la caridad. De ahí su invitación a pedir el don del amor a la Sagrada Familia, releyendo “el elogio de la caridad para que sea ella la que inspire sus decisiones y acciones”. Permiso, gracias, perdón El Papa también les pide a las familias que guarden en su corazón el consejo a los novios que expresó con las tres palabras: “permiso, gracias, perdón”. Y los anima a no avergonzarse “de arrodillarse juntos ante Jesús en la Eucaristía para encontrar momentos de paz y una mirada mutua hecha de ternura y bondad. O de tomar la mano del otro, cuando esté un poco enojado, para arrancarle una sonrisa cómplice”. Sin olvidar que “para algunos matrimonios la convivencia a la que se han visto forzados durante la cuarentena ha sido especialmente difícil”, el Papa manifiesta que “los problemas que ya existían se agravaron, generando conflictos que muchas veces se han vuelto casi insoportables”, por lo que les expresa su cercanía y afecto comprensivo. También aborda el dolor de la ruptura de una relación conyugal y la falta de entendimiento. Aun así, Francisco les pide que “no dejen de buscar ayuda para que los conflictos puedan superarse”. Por esta razón les recuerda que “el perdón sana toda herida” y que “perdonarse mutuamente es el resultado de una decisión interior que madura en la oración”. “Nuestro amor humano es débil, necesita de la fuerza del amor fiel de Jesús. Con Él pueden de veras construir la ‘casa sobre la roca’” A este propósito, el pontífice se dirige a los jóvenes que se preparan al matrimonio, para decirles que “si antes de la pandemia para los novios era difícil proyectar un futuro cuando era arduo encontrar un trabajo estable, ahora aumenta aún más la situación de incerteza laboral”. Por esta razón escribe: “Invito a los novios a no desanimarse, a tener la ‘valentía creativa’ que tuvo san José, cuya memoria he querido honrar en este Año dedicado a él. Así también ustedes, cuando se trate de afrontar el camino del matrimonio, aun teniendo pocos medios, confíen siempre en la Providencia, ya que ‘a veces las dificultades son precisamente las que sacan a relucir recursos en cada uno de nosotros que ni siquiera pensábamos tener’” Un saludo especial a los abuelos y a las abuelas Antes de despedirse, Francisco envía un saludo especial a los abuelos y a las abuelas “que durante el tiempo de aislamiento se vieron privados de ver y estar con sus nietos, a las personas mayores que sufrieron de manera aún más radical la soledad”. Y no duda en reafirmar un concepto ya expresado en diversas ocasiones: “La familia no puede prescindir de los abuelos, ellos son la memoria viviente de la humanidad, ‘esta memoria puede ayudar a construir un mundo más humano, más acogedor’” Con el deseo de que “San José inspire en todas las familias la valentía creativa, tan necesaria en este cambio de época que estamos viviendo”, y que “Nuestra Señora acompañe en sus matrimonios la gestación de la ‘cultura del encuentro’, tan urgente para superar las adversidades y oposiciones que oscurecen nuestro tiempo”, Francisco les dice que: “Los numerosos desafíos no pueden robar el gozo de quienes saben que están caminando con el Señor. Vivan intensamente su vocación. No dejen que un semblante triste transforme sus rostros”. El Papa se despide “con cariño animándolos a seguir viviendo la misión que Jesús” les ha encomendado, :perseverando en la oración” y pidiéndoles que “por favor, no se olviden de rezar” por él, tal como él mismo lo hace “todos los días” por los esposos y sus familias. Fuente: Agencia católica AICA Foto: Internet Descargar carta del Papa a los matrimonios [icon class='fa fa-download fa-2x'] AQUÍ[/icon]

Vie 24 Dic 2021

La Sagrada Familia de Nazaret alcance muchas bendiciones para todos

En el domingo después de Navidad, la Liturgia nos invita a celebrar la fiesta de la Sagrada Familia de Nazaret, “cada pesebre nos muestra a Jesús junto a la Virgen y a San José en la gruta de Belén. Dios ha querido nacer en una familia humana, ha querido tener una madre y un padre como nosotros”, esto nos lo recuerda el padre Juan Carlos Liévano, director del departamento de Matrimonio y Familia de la Conferencia Episcopal de Colombia, en la fiesta que la Iglesia Católica celebra este 25 de diciembre. El sacerdote observa que esta festividad se debe vivir de una manera intensa, pues está enmarcada en el año de la Familia “Amoris Laetitia”, propuesto por el Papa Francisco. Así entonces, ha de ser una celebración que motive y profundice en el amor familiar. El directivo, en un mensaje dirigido en nombre de la Institución, saluda a las familias a “las que están bien y a las que están pasando por momentos difíciles; así también, queremos saludar especialmente a todos los jóvenes que se preparan para formar su propia familia”. El padre Liévano recuerda el llamado urgente que hace el Papa Francisco hoy, que consiste en imitar a la Sagrada Familia. “Estamos llamados a redescubrir el valor educativo del núcleo familiar, que debe fundamentarse en el amor que siempre regenera las relaciones abriendo horizontes de esperanza”. “En la familia se podrá experimentar una comunión sincera cuando sea una casa de oración, cuando los afectos sean profundos y puros, cuando el perdón prevalezca sobre las discordias, cuando la dureza cotidiana del vivir sea suavizada por la ternura mutua y por la serena adhesión a la voluntad de Dios”, así nos lo decía Su Santidad Francisco. Durante su intervención el directivo, destaca tres palabras claves que el santo Padre resalta para vivir la unidad en la familia: permiso, gracias y perdón. “Permiso para no ser entrometidos; decir, gracias, cuando se sirve en familia, pues, la gratitud es sangre del alma noble; y, por último, la palabra más difícil de decir: perdón. Finaliza haciendo una invitación a todas las familias para que se unan a los programas y movimientos de familia que existen en las parroquias; y a prepararse a participar en el X Encuentro Mundial de las Familias, que se llevará a cabo en Roma, del 22 al 26 de junio de 2022.

Jue 23 Dic 2021

¡El mejor regalo!

Por: Mons. Carlos Arturo Quintero Gómez - Cuenta una historia que ‘una chiquilla, trataba de envolver una caja de cartón con papel de regalo dorado; su padre enfureció, por considerar que se estaba desperdiciando el papel. El papá mandó a la niña a su cuarto; ella se retiró triste. A la mañana siguiente, la niña llevó el regalo a su padre, quien volvió a disgustarse cuando se percató que la caja estaba vacía. La niña miraba sorprendida a su progenitor, por su reacción y le dijo: -papito, no está vacía. Anoche antes de envolver la caja, yo soplé muchísimos besos dentro de la caja y todos son para ti. El papá solo atinó a mirarla, caer a sus pies y abrazarla, pidiéndole perdón’. Así, que la pregunta de hoy debería ser: ¿Cuál es el mejor regalo? Por estas fiestas decembrinas, muchos aprovechan para intercambiar aguinaldos y compartir en familia. Cuántos de nosotros necesitamos obsequiar o recibir hoy, estas cajas llenas de besos, máxime cuando en esta pandemia todo cambió; nuestros hábitos afectivos saludables quedaron aplazados. En medio del temor y de la estampida de este virus, tuvimos que tomar distancia y, aunque algunos vínculos se han roto, muchos más han permanecido incólumes por una sencilla razón: porque no fue desidia ni negligencia, no fue indolencia ni insensibilidad, fueron hábitos transformados ‘temporalmente’ para cuidarnos y cuidar a nuestros seres amados. Sin embargo, los afectos han seguido intactos y a Dios gracias, se ha ido recobrando la normalidad, lo que evidencia que la humanidad no puede vivir aislada, en confinamiento, sin afectos y sin los hábitos propios de los seres humanos: los abrazos, los besos, las caricias, las palabras, el encuentro, las miradas, los silencios, las pausas, los guiños de ojo, la sonrisa, los piropos, los gestos, las expresiones de ternura, etc. Ni siquiera por decreto se puede aniquilar esta riqueza afectiva; se dieron normas de autocuidado y se siguen recordando, pero, jamás se han dado y creo, ni se darán decretos, que impidan la cercanía y el encuentro con el otro. En esta navidad, queridos lectores, estoy convencido que el mejor regalo, eres tú, soy yo, somos todos; el mejor regalo es nuestra vida, lo que somos y tenemos al servicio de los hermanos, incluso de los más vulnerables, de los marginados y descartados socialmente. Desde niños, nos enseñaron a pedir al niño Dios, bienes materiales y espirituales; hoy les propongo, además que le ofrezcamos algo a Jesús que nace. ¿Qué le puedes y quieres ofrecer al Niño Dios? ¿A qué estás dispuesto(a)? Qué tal si pensamos por un instante: ¿Qué empaque de regalo me gustaría y qué pondría en esa caja llena de besos? Pienso en estas figuras: algunos, vienen en empaque de ternura, los niños recién nacidos, que van creciendo, junto a la hoguera del amor de sus papás y de sus amigos; muchos, vienen en empaques deteriorados por el peso de los años, por su situación de calle, por su inmersión en las drogas, por la cruda realidad del alcoholismo. Cientos de personas prefieren los empaques ecológicos o en material reciclable, por su compromiso con el medio ambiente, por el amor profesado a los animales; hay quienes prefieren los empaques clásicos, por su forma de pensar, por su rigor en sus principios y dogmas; hay quienes optan por los empaques de color brillante o multicolores, para expresar creatividad y originalidad; algunos se decidirán por empaques simples y sin muchos adornos, bolsas o una sencilla envoltura, para manifestar su simplicidad o el acelere de la vida. Otros, vienen en empaque dorado, son los años de la experiencia, las canas, el desacelere de la vida, la sabiduría y la serenidad. Pero, algo nos une a todos: esperamos una ‘lluvia de bendiciones’, porque el niño Dios viene como el Príncipe de la Paz, a sanar nuestros corazones de odios, envidias, celos, desconfianzas, inseguridades; viene a dar sentido a nuestras vidas y a encender en todos, la llama de la esperanza. No olvides por lo mismo, que el mejor regalo, en esta navidad, eres tú mismo(a). + Carlos Arturo Quintero Gómez Obispo de Armenia

Lun 6 Dic 2021

Lucernario: “Con la Sagrada Familia, encendamos una luz por la Vida”

Con este lema, el episcopado colombiano, a través de la Comisión Episcopal de Promoción y Defensa de la Vida, invita a todas las familias a unirse de manera virtual, este martes 7 de diciembre, a partir de las 07:00 p.m., para encender una vela como es tradición en todos los hogares la “Noche de las Velitas”, pidiendo por el derecho y respeto a la vida de toda persona. El lucernario marcará la clausurará del Año de San José, que fuera convocado por el Papa Francisco para conmemorar los 150 años del decreto Quemadmodum Deus, con el cual el Beato Pío IX declaró a San José Patrono de la Iglesia universal. La exhortación de la Conferencia Episcopal, es para motivar a las familias colombianas, a unirse en un solo clamor por la Vida, en el contexto de la tradicional “Noche de Velitas”, en consonancia con la Iglesia Universal que invita a clausurar el año de San José en esta fecha y a celebrar la solemne liturgia de la Inmaculada Concepción de María”. Sus organizadores también resaltan que frente al especial momento que vive Colombia, donde “la falta de valentía para asumir el don invaluable de la vida con todo lo que esta acarrea”, hacen que la Iglesia emprenda estas acciones concretas como un llamado al respeto por la vida de todo ser humano, desde la concepción hasta la muerte natural. Será un momento significativo para fortalecer la esperanza y el compromiso por la vida, donde los arzobispos de las catorce provincias eclesiásticas de Colombia, en representación de las 77 jurisdicciones del país, se enlazarán de manera virtual y encenderán una vela presentando una intención particular. El evento será transmitido de 7:00 p.m. a 9:00 p.m. a través de las redes sociales de la CEC @Episcopadocol

Vie 29 Oct 2021

Conferencia: Pérdidas y duelos en tiempos de crisis

En el marco de la memoria de Todos los Fieles Difuntos, que la Iglesia Católica conmemora cada 02 de noviembre, la Conferencia Episcopal de Colombia, respondiendo a la realidad que afrontan muchas familias al perder un ser querido en tiempo de pandemia, ofrecerá este día la conferencia: “Pérdidas y duelos en tiempos de crisis”. Esta reflexión estará guiada por la psicóloga clínica Gloría Sierra Uribe, quien ha dicho que la “conferencia de pérdidas y duelos en tiempos de crisis ofrece una bitácora para asumir las distintas pérdidas y los correspondientes procesos de duelo, renaciendo con fuerza y esperanza a nuevos tiempos”. La conferencia se realizará de manera virtual este martes 02 de noviembre, a las 7:00 p.m. y podrá ser vista a través de la fame page de la Conferencia Episcopal de Colombia www.cec.org.co o a través de las redes sociales @Episcopadocol Gloria Sierra Uribe Es especialista en salud mental, tanatóloga, tiene formación en psicogenealogía. Docente por más de treinta años en varias Universidades de Colombia, conferencista a nivel nacional e internacional, escritora de Editorial San Pablo con su colección Renacer y especialista en duelo y parejas.

Vie 29 Oct 2021

¡La Iglesia te espera! Festival Católico por la Vida y la Familia

Como parte de las actividades programadas en el marco del año “Familia Amoris Laetitia” proclamado por el papa Francisco, la Conferencia Episcopal de Colombia, realizará este domingo 31 de octubre de 2021 de 8.00 a.m. a 8.00 p.m. el Festival Católico por la Vida y la Familia. Se trata de un espacio, según lo han indicado sus organizadores, que busca “promover a través de una jornada de oración y reflexión la dignidad de nuestros niños, niñas y adolescentes, desde el momento de su concepción, para que sus derechos sean respetados y nos comprometamos a asumir entornos protectores en nuestra iglesia, familias, instituciones sociales y plataformas digitales”. Será una jornada de 12 horas continuas de oración por la vida y la familia, donde de manera sinodal se integran varias Jurisdicciones Eclesiásticas del país, acompañadas con grupos de familias, quienes serán los encargados de animar esta fiesta de la Iglesia y donde los niños serán los protagonistas con su creatividad. La apertura del evento estará a cargo de monseñor Francisco Antonio Ceballos Escobar, obispo de Riohacha y presidente de laComisión Episcopal de Promoción y Defensa de la Vida, a continuación presidirá laeucaristía, monseñor Miguel Fernando González Mariño, obispo de El Espinal y miembro de la Comisión Episcopal de Matrimonio y Familia.. La agenda se moverá con una variada programación, como son: espacios de oración, reflexión, alabanza, momentos musicales, con el cantautor católico Héctor Tobo, actos culturales de algunas regiones del país, la Conferencia: “Educar sin palmas es amar la vida”, entre otros. En los momentos de oración, se pedirá de manera especial por las madres gestantes, por el respeto a la vida de los niños por nacer, por los niños reclutados forzosamente, por aquellos que se encuentran en medio del conflicto, por los niños explotados sexualmente o que son objeto de trata de personas, por los niños migrantes, desplazados y abandonados. El episcopado colombiano anima a todas las familias para que se unan a esta fiesta, que se desarrollará a través de la plataforma virtual Stream yard y podrá seguirse por el sitio web de la Conferencia Episcopal www.cec.org.co o por las redes sociales de @Episcopadocol