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iglesia colombiana

Mié 18 Jun 2025

La religiosa colombiana Inés Arango, defensora de la Amazonía y de los indígenas, avanza hacia los altares

El pasado 22 de mayo, el papa León XIV firmó el decreto que autoriza iniciar el proceso que conducirá a la beatificación de la religiosa colombiana Inés Arango Velásquez, Terciaria Capuchina de la Sagrada Familia. Se trata de un hecho histórico para la Iglesia en Colombia; su muerte representa la fe audaz de una generación de misioneros que entregaron su vida por los más pobres y olvidados. El Departamento de Comunicaciones de la Conferencia Episcopal de Colombia comparte un minidocumental que narra algunos de los hechos más representativos de este testimonio, que se anticipó al llamado del papa Francisco en Laudato Si'.La hermana Inés, conocida como‘María Nieves de Medellín’, fue asesinada el21 de julio de 1987en la selva amazónica del Ecuador, junto al obispo españolAlejandro Labaka, por miembros de la tributagaeri, un pueblo indígena amenazado por la explotación petrolera.En la casa de la congregación en Bogotá (Provincia Madre del Buen Pastor), la hermana Lilia Barrera, superiora, explica lo que ha significado esta noticia para ellas y recuerda algunas de las virtudes de la hermana Inés:“Para nosotros ha sido una alegría, una sorpresa. Siempre fue una mujer sencilla, humilde, que quiso estar con los más olvidados, con los últimos, con los más vulnerables. Eso es parte de nuestro carisma: estar con ellos. ¿Qué nos está diciendo Dios con estas experiencias? Es un compromiso que debe ser permanente”.Una familia de fe y vocación misioneraInés nació enMedellín el 6 de abril de 1937, en el seno de una familia profundamente católica. Fue la penúltima de12 hermanos, dos de los cuales también se consagraron como terciarias capuchinas:Fabiola (97 años)yCecilia (90 años), esta última vive en Bogotá y aún aporta mucho a su comunidad llevando labores de contabilidad.También en su familia ha habido varios sacerdotes, principalmente franciscanos. Uno de ellos, fue monseñor José de Jesús Arango Velásquez, quien ejerció como primer Prefecto Apostólico de Guapi (1954 – 1970). Según lo narra el Vicariato, allí, monseñor Arango llevó con alegría, entrega y optimismo “el mensaje de paz y bien a negros, mestizos e indígenas, desde los límites del Naya y Yurumangui en el rio Micay, hasta el sur occidente del municipio de guapi, límites con Nariño”.Pocos días después de recibir esta noticia, también visitamos en el Colegio María Inmaculada de Bogotá a la hermana Cecilia. Así recordó la vocación de su hermana Inés, ahora venerable:“La vocación misionera de Inés surgió desde niña. Como mi hermana mayor era capuchina, seguimos su ejemplo. Inés, desde chiquita, decía que quería ser misionera...En octubre, que es el mes de las misiones, con sus alumnas, salía a la calle y hacía retenes para recoger dinero, para mandar para las misiones. Todo el tiempo fue trabajando por las misiones hasta que logró llegar allá”.La misión en la Amazonía: Entrega de amor, entrega de vidaInés tomó los hábitos a los 17 años de edad. Durante mucho tiempo dictó clases en diversas escuelas de los departamentos del Tolima, Córdoba y Antioquia.En 1977, finalmente, su sueño se hizo realidad: la religiosa llegó a la selva ecuatoriana para evangelizar a loshuaorani, un pueblo indígena aislado. Junto a monseñor Labaka, trabajó durante10 añosen labores de alfabetización, defensa de derechos y promoción cultural.Observando un álbum de fotos con algunos recuerdos de su misión recolectados durante todos estos años por la congregación, la hermana Lilia Barrera destaca su alegría y libertad al estar allí:“Siempre la verás muy sonriente. Lo que le hacía brillar los ojos era estar con ellos. Fue una mujer libre, pero también obediente. Soñaba con ser misionera, pero estuvo 21 años en la educación. Cuando Dios le abrió el camino, lo abrazó con pasión”.La religiosa colombiana y el obispo capuchino decidieron ir al encuentro de los tagaeri, otro grupo indígena de la zona, hasta el momento no contactado. Sabían del riesgo que podían correr, pero decidieron tomarlo; querían acercarse para acompañar, evangelizar y mediar para evitar un posible conflicto mayor entre los nativos y los petroleros que invadían su territorio.El6 de julio de 1987, los misioneros partieron desdela ciudad de Cocahacia la zona del ríoTiguino, donde se sabía que los tagaeri estaban desplazándose. Llevaban pocas provisiones y algunos regalos, como señal de paz. El20 de julio llegaron cerca de un campamento tagaeri. Pasaron la noche en hamacas, rezando y preparándose para el encuentro.Al amanecer del 21 de julio, los tagaeri rodearon a la hermana Inés y monseñor Labaka, salieron con las manos en alto, mostrando que no llevaban armas, pero el uso de un helicóptero vinculado a una empresa petrolera para tal desplazamiento habría provocado la confusión y posterior agresión por parte de la tribu. Atacaron primero a monseñor Labaka. Cuentan que, al intentar socorrerlo, la religiosa terminó también perdiendo la vida.Su cuerpo fue traspasado por cuatro lanzas que miden 3 metros y medio. Una de ellas, reposa en la capilla de la casa provincial de su congregación en Bogotá y otra en el convento de Medellín, donde han construido un museo en su memoria.Tres días después sus cuerpos fueron hallados por un grupo de misioneros y militares. Los enterraron enCoca, donde hoy son recordados como mártires de la selva. Ceciliarelata el dolor de la pérdida de su hermana:“Fue un doble martirio: ver cómo mataron a monseñor y luego a ella. Para nosotros fue muy duro. Yo estuve en el entierro… los cadáveres estaban muy lastimados”.Un testimonio que inspira vocaciones y defensa de la AmazoníaSu legado sigue vivo. En Ecuador, cada mes de julio se realizan marchas en memoria de ambos misioneros, exigiendo protección para la Amazonía y sus pueblos.La hermana Liliaseñala:“El movimiento alrededor de ellos ha logrado reducir la tala y cuidar más la reserva. Socialmente, su lucha sigue vigente”.En vida, Inés inspiró vocaciones, como la dehermana Emperatriz Morocho, quien conoció a la religiosa en su colegio:“Ella nos decía: ‘¿Por qué no hay misioneras ecuatorianas en su propio país?’. Su ejemplo fue una luz para mí. Me escribía cada mes, animándome. Era una mujer feliz, que amaba la misión y encontraba a Jesús en los más pobres”.Tras ofrecer su vida, la congregación también espera que este este reconocimiento sobre la hermana Inés, se convierta en semilla de vocaciones para el mundo; para que muchos otros puedan decir sí a Cristo, anunciando el Evangelio y permaneciendo cerca de los más necesitados.“Yo creo que en este momento en la Iglesia necesita de personas que se entreguen a los demás en la misión, donde estén religiosos, laicos o incluso que no estén muy con la Iglesia. Se den cuenta de la necesidad de personas que se entreguen a los demás”, expresa la hermana Cecilia.Hacia la beatificación: Un llamado a la entrega radicalCon este decreto, la Iglesia reconoce las virtudes heroicas de la hermana Inés. Mientras avanza el proceso de beatificación, su historia sigue interpelando a la Iglesia y al mundo sobre laecología integral, lajusticia socialy elamor radical por los más vulnerables. La hermana Liliareflexiona: “Como María al pie de la cruz, Inés vivió un dolor profundo, pero con la paz de quien entrega todo por amor. Hoy nos invita a seguir su camino”.Un testimonio que se anticipó a Laudato Si'La vida y muerte de la hermana Inés cobran especial relevancia a la luz de laencíclica Laudato Si'del Papa Francisco. Tres décadas antes de que el Pontífice alertara sobre el "grito de la tierra y el grito de los pobres" (LS 49), esta misionera ya encarnaba esaecología integralque une la defensa de los pueblos originarios con el cuidado de la Casa Común. Su opción por vivir entre los huaorani - renunciando a seguridades y aprendiendo su lengua - refleja ese "diálogo de saberes" que hoy propone la Iglesia (LS 138), mientras su muerte se convierte en profecía contra un modelo de desarrollo que sacrifica culturas y ecosistemas. Como señala el numeral 16 de la encíclica: "los más frágiles son doblemente perjudicados", realidad que la hermana Inés denunció con su vida y selló con su sangre.Más de un siglo en Colombia: la huella capuchina que transforma fronteras de exclusiónLas Terciarias Capuchinas de la Sagrada Familia, fundadas en España durante el pontificado del Papa León XIII hacen presencia en Colombia desde 1905. Desarrollan su misión apostólica desde la pastoral educativa, de salud, programas de acogida; y diferentes obras eclesiales y sociales en favor de la promoción de la mujer, de los migrantes, la justicia, la paz y, por supuesto, la salvaguarda de la creación.Unos años después de la llegada de las primeras misioneras a Puerto Colombia, se establecieron en la Alta Guajira; en los internados de Aremasain (1910) y de Nazaret (1914). Este último es un hogar ancestral de los niños wayuu, ubicado en el corregimiento que lleva su mismo nombre, aún es regentado por las capuchinas. Con el apoyo de la Diócesis de Riohacha, su misión se convierte en signo de esperanza para cientos de niños que habitan Uribia, la capital indígena de Colombia, que aún hoy, en medio de la pobreza y las limitaciones, pareciera ser “la tierra del olvido”.Vea la pieza audiovisual a continuación:

Mar 17 Jun 2025

Política y ética

Por Mons. Ricardo Tobón Restrepo - Estamos viviendo un momento preocupante en nuestro país. Hay incertidumbre política, se difunde un inaceptable lenguaje de odio, se está incrementando peligrosamente la violencia en varias regiones, se percibe un debilitamiento de la Fuerza Pública, se presentan dificultades en la estabilidad fiscal, se abren puertas a la impunidad en nombre de la paz, no cesan las acciones del narcotráfico, se quiere desconocer o degradar el Estado de Derecho, se resquebraja la unidad nacional, el sistema democrático puede estar en peligro, se van acumulando el resentimiento y el miedo.Esta situación obliga a pensar en el sentido y la forma de hacer política. Toda persona humana tiene conciencia política porque necesita vivir con otros el razonamiento, el encuentro, el intercambio, la proyección al futuro y la reconciliación. Esto implica acordar un plan común y dirimir las diferencias con el diálogo y no con la violencia. Se requiere renunciar a los deseos, intereses y proyectos propios para optar por el bien común, respetando los derechos de los demás. No puede entenderse la política como un negocio o una plataforma de poder, sino como un servicio que conlleva la cooperación de todos.Cuando esto no se da, vienen la inequidad social, la corrupción, la desorientación de la juventud, el incremento de corrientes migratorias, la desintegración de las instituciones, la violencia en múltiples formas, la pobreza. A la raíz, se puede constatar siempre la arrogancia de los que se sienten superiores, los intereses mezquinos que venden la conciencia y la verdad por cualquier ventaja económica, el egoísmo que genera las desigualdades sociales, la falta de formación socio-política para ver lo mejor y lo que es posible realizar y, finalmente, la falta de compromiso de todos.Es lamentable que, frente a la realidad política, con frecuencia los ciudadanos nos marginemos o nos resignemos. Pericles decía que quien no participa en la vida de la ciudad no es una persona pacífica sino inútil. El peor analfabeto, para Bertolt Brech, es el analfabeto político: no sabe siquiera que el costo de la vida depende de decisiones políticas. Maquiavelo, por su parte, advirtió que si no hay ciudadanos capaces de vigilar, resistir e implicarse en la búsqueda del bien común, la república muere y se convierte en el lugar donde unos pocos dominan y todos los demás sirven.En efecto, se llega a un país que no sabe a dónde va ni cómo debe dirigir su camino, que depende de la veleidad del gobierno de turno siempre queriendo inventar en su período todo de nuevo. Así se puede caer en propuestas improvisadas para cambiar arbitrariamente el paradigma de la política y de la economía, para destruir la institucionalidad y aun para afectar el sistema democrático. Este inadecuado proceso puede traer también el cansancio y el agotamiento del pueblo que conduce, aunque sea un suicidio, a aceptar alternativas improvisadas sin medir realmente sus alcances y consecuencias.Es preciso cuidar una verdadera forma de hacer política sobre la base de la justicia social, los valores fundamentales y la convivencia pacífica. La comunidad, a través de partidos sólidos y de movimientos sociales bien orientados, tiene que asumir la vigilancia y la participación ciudadana a fin de defender la dignidad de las personas, la libertad, la verdad, la justicia, el bien común y conducir un comportamiento político marcado por la moral. El desprecio de la ética lleva a una relación promiscua entre los intereses públicos y privados, que siempre genera escándalos de corrupción, mentira y diversas formas de violencia.El momento que estamos viviendo en Colombia exige reflexionar a fondo y tomar decisiones con lucidez y coraje. No puede ser hora de un lenguaje incendiario y de odio o de seguir la actitud mecánica de quien se margina o de quien se irrita y mata. Es necesario buscar dónde están las equivocaciones y qué debemos hacer de un modo concreto. Hay que reforzar la construcción moral que afiance el orden social en valores fundamentales, respaldar las personas íntegras y los proyectos válidos para el país, no dejarnos llevar del miedo o la apatía. Urge cuidar la democracia, la institucionalidad y la unidad nacional. Este es un momento en que es necesario orar mucho, fomentar un serio compromiso político y mantener la cordura y la esperanza.+ Ricardo Tobón RestrepoArzobispo de Medellín

Mar 17 Jun 2025

“Hagan esto en memoria mía” (1Cor 11, 24)

Mons. José Libardo Garcés Monsalve - Avanzando en el desarrollo del Plan de Evangelización de nuestra Diócesis, hacemos nuestro el mandato del Señor a la misión que nos dice: Sean mis testigos (Hch 1, 8) y para este mes de junio, “Compartan con el necesitado”, con el momento significativo del Corpus Christi, el Cuerpo y la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo. Solemnidad que celebramos el próximo domingo, recordando que Jesús se nos da como alimento que nos lleva a la vida eterna: “El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna y yo lo resucitaré en el último día” (Jn 6, 54). La eucaristía es el alimento de la vida, que en esta tierra nos da fortaleza para cumplir con nuestra misión y en la eternidad nos da la salvación.El sacramento de salvación por excelencia es el misterio pascual, que tiene su expresión sacramental en la eucaristía, del cual nace la Iglesia, ya que la Iglesia es Cuerpo de Cristo, porque Cristo ha entregado su cuerpo y su sangre para alimentarnos y llegar a ser uno con Él, “el Señor Jesús, en la noche en que iba a ser entregado, tomó pan y, pronunciando la acción de gracias, lo partió y dijo: ‘Esto es mi Cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía’. Lo mismo hizo con el cáliz, después de cenar, diciendo: ‘Este cáliz es la nueva alianza en mi Sangre; hagan esto cada vez que lo beban, en memoria mía’ (1Cor 11, 23 - 25).El don de la eucaristía ha sido entregado por Jesús en la última cena, cuando también regaló a la Iglesia el don del sacerdocio y el mandamiento del amor. El memorial de la eucaristía está en estrecha relación con el don del sacerdocio ministerial, cuya institución la Iglesia ha visto vinculada en el mandato del Señor “Hagan esto en memoria mía” (1Cor 11, 25); de tal manera, que son los sacerdotes quienes actualizan ese memorial eucarístico de generación en generación, porque, “la eucaristía es la principal y central razón de ser del sacramento del sacerdocio, nacido efectivamente en el momento de la institución de la eucaristía y a la vez que ella” (Ecclesia De Eucharistia, 31).La eucaristía es el memorial del Señor, de su pasión, muerte y resurrección, un don hecho de una vez para siempre, que se viene actualizando a lo largo de la historia, donde sucede el sacrificio del Señor que se nos da como alimento y nos entrega la salvación. Así lo expresa san Juan Pablo II: “Cuando la Iglesia celebra la eucaristía, memorial de la muerte y resurrección de su Señor, se hace realmente presente este acontecimiento central de Salvación y se realiza la obra de nuestra redención” (Ibid, 11).Con esto entendemos que la eucaristía es el don más precioso y más sublime que recibimos cuando comulgamos, porque es el mismo Jesucristo que se nos da como alimento, es la entrega de todo su ser por la salvación de todos nosotros. Así lo enseña san Juan Pablo II: “La Iglesia ha recibido la eucaristía de Cristo, su Señor, no sólo como un don entre otros muchos, aunque sea muy valioso, sino como el don por excelencia, porque es don de sí mismo, de su persona en su santa humanidad y, además, de su obra de salvación. Ésta no queda relegada al pasado, pues todo lo que Cristo es y todo lo que hizo y padeció por los hombres participa de la eternidad divina y domina así todos los tiempos” (Ibid). De tal manera, que un cristiano no tiene que confundirse buscando apariciones, comprando aceites o llenándose de cosas superficiales. En la eucaristía encontramos lo más sublime, a Jesucristo mismo que nos salva.La Iglesia tiene como centro a Jesucristo que desde el sacrificio redentor en la cruz, nos ofrece su perdón y reconciliación, para que limpios de corazón podamos llegar hasta el Padre que espera el regreso del hijo que se ha perdido, para acogerlo en la gran fiesta del banquete celestial, que se realiza en esta tierra en cada eucaristía. San Juan Pablo II nos lo enseña cuando afirma: “El sacrificio de Cristo y el sacrificio de la eucaristía son un único sacrificio. La misa hace presente el sacrificio de la Cruz. La naturaleza sacrificial del misterio eucarístico no puede ser entendida, como algo aparte, independiente de la Cruz o con una referencia indirecta al sacrificio del Calvario” (Ibid, 12).Así pues, todos los creyentes entendemos que eucaristía y Crucificado forman una unidad, cuando participamos de la eucaristía adoramos a Jesucristo presente en el altar y levantamos la mirada y contemplamos el Crucificado y ahí entendemos todo el misterio pascual de la pasión, muerte y resurrección de Nuestro Señor Jesucristo. Ahí comprendemos el sacrificio redentor, la entrega total de su vida por cada uno de nosotros.Es muy importante contemplar la unidad que se da en el presbiterio entre altar y crucificado, porque allí está un solo Señor, Jesucristo ofreciéndose por la salvación de todos. Por esto, en el presbiterio siempre se ha de tener en el centro un Crucificado y no una imagen de un santo, ni tampoco ninguna devoción, ni advocación especial. Allí se tendrá la síntesis del sacrificio redentor, que es Jesús Crucificado, que con el altar eucarístico forman una perfecta unidad, de donde brota la oración contemplativa del creyente, de rodillas frente al Santísimo Sacramento, adorando la eucaristía y mirando, abrazando y contemplando el Crucificado.Oremos todos los días de rodillas frente al Santísimo Sacramento, adorando la eucaristía y contemplando el Crucificado, pidiendo que podamos dar a la eucaristía todo el relieve que merece, poniendo todo el esmero por vivir la eucaristía con la mayor dignidad posible. Que, al celebrar el Corpus Christi, podamos tomar conciencia de la grandeza del don que se nos ha dado en la eucaristía. Que la Santísima Virgen María y el Glorioso Patriarca San José que custodiaron a Nuestro Señor Jesucristo, alcancen del Señor para nosotros la gracia de contemplar y adorar la eucaristía con fervor espiritual.En unión de oraciones, reciban mi bendición.+José Libardo Garcés MonsalveObispo de la Diócesis de Cúcuta

Lun 16 Jun 2025

Desarmar la palabra y rechazar la violencia: acuerdo asumido por los representantes de los poderes del Estado colombiano durante encuentro convocado por la Iglesia

En medio de un ambiente “de profundas tensiones, contradicciones y transformaciones” y como signo histórico, doce altos representantes de las instituciones del Estado colombiano se comprometieron a desarmar la palabra y a rechazar la violencia; pidieron al país acoger esta misma invitación. El acuerdo se suscribió en la Curia Arquidiócesis de Bogotá, durante un encuentro convocado por la Iglesia Católica a través de la Conferencia Episcopal de Colombia. En torno a una mesa redonda y en medio de un ambiente de escucha y diálogo, tranquilo y respetuoso, doce representantes de los organismos estatales compartieron un almuerzo y se pusieron de acuerdo para firmar un compromiso urgente para el país:“En un contexto mundial, nacional y local, de profundas tensiones, contradicciones y transformaciones, como ciudadanos, servidores y representantes de las Instituciones del Estado Colombiano, nos comprometemos juntos e invitamos a todo el país a escucharnos, valorarnos y respetarnos en hermanad; a desarmar y armonizar la palabra; y a rechazar todo tipo de violencia, como forma de resolver los conflictos políticos y sociales.Elevamos una oración por la vida de Miguel Uribe Turbay, y por quienes en todos los rincones de nuestros territorios sufren hoy a causa de la violencia. Acompañamos a sus familias en este momento de dolor.Llamamos a mantener viva la esperanza en nuestro país e invitamos a que este tipo de encuentros se repliquen en los espacios donde sea necesario”.Los anfitriones del encuentro fueron el cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia, monseñor Francisco Javier Múnera Correa, arzobispo de Cartagena y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos, vicepresidente Conferencia Episcopal, monseñor German Medina Acosta, secretario general Conferencia Episcopal y el padre Hermann Rodríguez Osorio S.J., provincial de la Compañía de Jesús y representante de la Conferencia de Religiosos de Colombia.Como signo especial de fe, los representantes de la Iglesia entregaron a cada uno de los participantes un escapulario con la Cruz Tau y una estampa de la oración por la paz de San Francisco de Asís, que rezaron juntos al finalizar el almuerzo.Tras el encuentro, el cardenal Luis José y los miembros de la Comunidad de Presidencia de la Conferencia Episcopal ofrecieron una rueda de prensa. Los acompañó el Delegado para las Relaciones Iglesia-Estado, monseñor Héctor Fabio Henao. Véala a continuación:

Sáb 14 Jun 2025

El Papa León XIV designa Vicario Apostólico para Guapi: Pbro. Alfonso García López

El Papa León XIV designó al padre Alfonso García López, sacerdote de la Diócesis de Istmina–Tadó, como nuevo Vicario Apostólico de Guapi (Cauca). Su nombramiento se da tras una trayectoria de 27 años de servicio pastoral en diversas comunidades del sur del departamento del Chocó, experiencia en formación sacerdotal y una destacada trayectoria académica en diversas áreas teológicas y administrativas.El padre Alfonso García, nacido el 23 de febrero de 1971, fue ordenado sacerdote el 21 de febrero de 1998 por el entonces obispo de Istmina-Tadó, monseñor Alonso Llano Ruíz. Cursó sus estudios básicos en el Seminario Menor de Istmina y los superiores en el Seminario Mayor San Pío X de la misma diócesis.Su formación incluye una licenciatura en Filosofía y Educación Religiosa (Universidad Católica de Oriente, 2000), una especialización en Pedagogía y Didáctica (2002), una especialización teológica con énfasis en Formación Sacerdotal en el Instituto Teológico-Pastoral para América Latina (2005), una maestría en Administración de Empresas y Negocios Internacionales (Universidad Phoenix, EE. UU., 2011) y una especialización en Estudios Bíblicos (Universidad Uniclaretiana, 2012).En su labor pastoral, se ha desempeñado como párroco en varias comunidades la Diócesis de Istmina-Tadó, entre ellas, Santa Rita de Casia (Río Iró), San Roque (Juradó) e Inmaculado Corazón de María (Bahía Cupica). También ejecutó roles formativos: rector y vice-rector del Seminario Mayor San Pío X (2002-2003; 2006-2008), y responsable de Pastoral Universitaria (2009-2010). Fue párroco de la Catedral San Pablo Apóstol (2011-2018) y, recientemente, de la parroquia Espíritu Santo (2024).Desde 2018 hasta la actualidad, ejerció como vicario general, exorcista, moderador de la curia y delegado de Pastoral Sacerdotal en su diócesis.El Vicariato Apostólico de Guapi es una jurisdicción eclesiástica con amplia presencia de comunidades afrocolombianas e indígenas, así como con múltiples desafíos sociales vinculados al conflicto armado y la pobreza. La nueva misión episcopal encomendada por el Papa León XIV al padre García López, con amplia experiencia en zonas de difícil acceso y formación en gestión, podría representar un importante signo de esperanza para el fortalecimiento de la labor pastoral de la Iglesia Católica en esta zona del país.BiografíaEl padre Alfonso García López nació en Juradó (Chocó) el 23 de febrero de 1971.Fue ordenado sacerdote el 21 de febrero de 1998, por S.E. Mons. Alonso Llano Ruíz, entonces Obispo de Istmina - Tadó.Cursó sus estudios de bachillerato en el Seminario Menor de Istmina, posteriormente filosofía y teología en el Seminario Mayor San Pío X de la Diócesis de Istmina – Tadó.Obtuvo la Licenciatura en Filosofía y Educación Religiosa en la Universidad Católica de Oriente - Rionegro, Antioquia - (2000); en el 2002 realizó la Especialización en Pedagogía y Didáctica de la misma Universidad; en el 2011 la Maestría en Administración de Empresas y Negocios Internacionales con la Universidad Phoenix, Arizona (EE. UU) y, en 2012, la Especialización en Estudios Bíblicos ante la Universidad Uniclaretiana.Ha tenido los siguientes encargos pastorales:-Párroco de Santa Rita de Casia, Río Iró (1998 - 2000).-Párroco de San Roque, Juradó (2000 - 2001).-Párroco del Inmaculado Corazón de María, Bahía Cupica, Bahía Solano (2001 – 2002).-Vice-Rector del Seminario Mayor Diocesano San Pío X y, luego, Rector del mismo (2002 - 2003).-Estudiante de especialización Teológica con énfasis en Formación Sacerdotal en el ITEPAL (2004 – 2005).-Vice-Rector del Seminario Mayor Diocesano San Pío X (2006 – 2008).-Responsable diocesano de Pastoral Universitaria, Adscrito a la Parroquia de la Catedral San Pablo Apóstol de Istmina (2009 – 2010).-Párroco de la Catedral San Pablo Apóstol de Istmina (2011 – 2018).-Vicario General, Exorcista, Moderador de la Curia Diocesana, Delegado de Pastoral Sacerdotal y Formación Permanente del Clero, desde 2018 hasta la fecha.-Párroco de la parroquia Espíritu Santo de Istmina (2024).-El 14 de junio de 2025, el Papa León XIV lo nombra Vicario Apostólico del Vicariato Apostólico de Guapi.

Vie 13 Jun 2025

"Ninguna causa justa se ratifica a partir de la sangre”: Arzobispo de Popayán llama a la acción y a la unidad ante violencia en el suroccidente de Colombia

A través de un mensaje cargado de dolor pero también de esperanza, el arzobispo de Popayán, monseñor Omar Alberto Sánchez, se pronuncia sobre la grave crisis de orden público que vive el departamento del Cauca y el suroccidente colombiano, donde la escalada de violencia ha dejado víctimas mortales, heridos y comunidades en zozobra.El prelado hace un llamado a "despertar" como sociedad, sin acusaciones, pero con una clara convocatoria a la acción:"No es una voz de acusación, sino una voz que convoca a un despertar de una sociedad que tiene un compromiso pendiente con el futuro", afirmó.Un rechazo claro a la violenciaMonseñor Omar Sánchez es contundente al señalar que la violencia no es el camino: "Ninguna causa justa se ratifica a partir de la sangre. Una causa que tenga que pasar por lo violento y por la sangre es ya una causa muerta". Además, recuerda que el Cauca "está ávido de soluciones" y reafirma el derecho de las comunidades a la paz.Llamado a líderes y sociedad civilEl Arzobispo de Popayán dirige su mensaje a múltiples actores: desde las víctimas y sus familias –especialmente las de las siete personas fallecidas en los recientes hechos– hasta los líderes sociales, gobernantes y educadores, a quienes instó a no rendirse: "Necesitamos afirmarnos en la esperanza y en la necesidad de no quedar derrumbados, sino activos para el futuro".El prelado también pide una "acción humanitaria de alto nivel" y llama la atención sobre la indiferencia:"Si no alzamos la bandera por la vida, cualquier otra bandera parece posible. La bandera de la sociedad civil necesariamente debe ser la vida", enfatiza.Un mensaje para las víctimas: "No están solos"Monseñor Omar Sánchez se dirige directamente a quienes sufren las consecuencias del conflicto: "Siéntanse acompañados, no estamos derrotados en la esperanza". Asegura que, aunque el dolor es profundo, "en este territorio hay capacidad de poder seguir adelante".Vea el mensaje del Arzobispo de Popayán a continuación:

Vie 13 Jun 2025

El Espíritu de la verdad os guiará

SOLEMNIDAD DE LA SANTÍSIMA TRINIDADJUNIO 15 DE 2025Primera lectura: Pr 8,22-31Salmo: 8,4-5.6-7.8-9 (R. 2a)Segunda lectura: Rm 5,1-5 Evangelio: Jn 16,12-15.I.Orientaciones para la PredicaciónDios se reveló como Único y Verdadero a lo largo del Antiguo Testamento; una vez ya estaba afianzada esta verdad fundamental y el Pueblo de la Alianza lo había comprendido, aunque muchas veces era infiel, en la plenitud de los tiempos, este mismo Dios nos reveló su misterio íntimo, es decir, un Dios que es uno, pero no solitario, pues es Padre, Hijo y Espíritu Santo. Por el misterio pascual del Señor Jesús y en virtud de su Espíritu, que es el Espíritu del Padre, se nos ha comunicado y nos ha hecho partícipes de su vida divina.1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura?En la primera lectura de la Solemnidad del día de hoy se profesa la fe en un Dios único y verdadero, punto de llegada de la fe del Pueblo de la Alianza, después de un largo camino de reflexión y meditación de las acciones salvíficas del Todopoderoso e iluminado por su Santo Espíritu; en este mismo pasaje, ya se anuncia de forma velada al Hijo, que se intuye como sabiduría creada, reflejo de aquella increada, la segunda Persona de la Santísima Trinidad. En el Salmo responsorial se alaba a Dios por la obra de sus manos, particularmente del hombre, la obra por excelencia del Creador, a quien le compartió el dominio inteligente sobre toda la creación y sobre sí mismo, pues lo dejó en manos de su propio albedrío.En el Evangelio Jesús se proclama como el Hijo, que revela al Padre y anuncia el envío del Espíritu Santo, quien tomará de lo suyo que, a su vez, lo ha recibido del Padre; de esta manera, se nos revela el misterio de la Santísima Trinidad, del Dios único en tres personas. Por último, en la segunda lectura se nos invita a contemplar el gran designio amoroso del buen Dios que se nos ha dado completamente en u Hijo y se nos comunica por medio de su Espíritu, para que tengamos acceso al Padre y participemos de la plenitud de vida y de amor trinitario. Esta última y consoladora verdad es la que reflexionaremos a continuación.2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y qué me sugiere para decirle a la comunidad?Dios Padre se nos ha dado completamente en su Hijo, quien lo entregó todo en la cruz para que tengamos vida y vida en abundancia; resucitado y sentado a la derecha del Padre derramó sobre nosotros su Espíritu, que es el del Padre. De esta manera, Dios uno y trino ha sido derramado en nuestros corazones y hemos sido introducidos en la vida divina, que es comunión del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.Dios nos creó a su imagen y semejanza; Él es Trinidad de personas, comunión íntima de vida y amor. Nosotros, desde el bautismo, hemos sido insertados en esta corriente de gracia y de amor del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y desde este centro estamos llamados a convertir nuestra vida en una donación permanente, a imagen del mismo Dios. De esta manera, contribuiremos a reflejar su amor misericordioso y bondadoso en medio de un mundo que cada die pierde más el sentido de lo sagrado y la necesidad de los valores superiores.Dios es amor y bienaventuranza ad intra y para participar de su felicidad creó al género humano y el universo como espacio para la comunión de la creatura con el Creador. Solamente buscando a nuestro Hacedor y dejándonos insertar en la corriente de amor y donación de la Trinidad, podremos alcanzar la felicidad que tanto anhelamos y que el Poderoso a puesto en nuestros corazones como el deseo más hondo, pues es el deseo de Dios, fuente y el origen de nuestro ser.Lo más contrario a nuestro ser humano y cristiano es el egoísmo, esa tendencia a vivir centrados en nosotros y en nuestros intereses. Esta es la causa de todos los males que asolan a la humanidad. Si cada uno de nosotros trabajamos con decisión y determinación por irlo erradicando de nuestra vida en todas las manifestaciones, entonces este mundo irá siendo transformado por quien es Amor y la fuente del amor, pareciéndose cada vez más a ese paraíso que Dios soñó para nosotros, pero que por el pecado lo perdimos.3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo?Señor, ayúdanos a comprender que Tú eres Amor, un Amor grande y poderoso, que nos ha creado para participarnos de su bienaventuranza y que si sus palabras son exigentes, es porque quiere lo mejor y lo más grande para cada uno de nosotros, pues cuando nos llama a la existencia sueña para nosotros un paraíso que, si bien perdido por el pecado, su inmenso amor lo ha hecho nuevamente posible por la encarnación y el misterio pascual del Hijo, quien por su Espíritu nos hace partícipes de su filiación.Señor, concédenos la gracia de comprender que nuestro ser, imagen del suyo, está llamado a la donación y que solamente en esta actitud diaria de entrega a su gloria y al bien de toda la humanidad, es como nosotros podemos llegar a esa bienaventuranza a la que estamos llamados, ya desde esta vida, pues la felicidad no es algo, sino tener a Alguien, tenerte a Ti en nuestros corazones.Señor, fortalécenos para que todos los días estemos en una actitud de alabanza a tu gloria excelsa, por medio de una vida que se deja guiar por tu Espíritu y, así, podamos superar ese repliegue tan fuerte hacia nosotros, hacia una vida centrada en nuestros gustos y caprichos, que nos lleva por los caminos de la destrucción y la muerte, tanto para nosotros como para los demás, y nos impide gustar de tu amor y de tu misericordia.Señor, infunde en nuestros corazones la fuerza de tu santo Espíritu, para que en la vida de cada día nos dejemos guiar por las enseñanzas de tu Hijo, encarnándolas en las acciones, reacciones y comportamientos más ordinarios y, de esta manera, podamos reflejar tu amor que solamente sabe darse y entregarse, disimulando y perdonando toda ofensa y, sobre todo, esforzándonos por hacer el bien, manifestado en el servicio desinteresado y generoso.Recomendaciones prácticas-Día del Padre.-14 – 15 de junio. Jubileo del Deporte.II.Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa La Eucaristía es la acción de gracias por excelencia a Dios uno y trino por toda su obra salvífica en beneficio del género humano. Dispongámonos a participar de esta celebración con espíritu de gratitud y de alabanza al Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, uno en tres personas.Monición a la Liturgia de la Palabra Dios nos ha ido revelando de manera progresiva su intimidad que es amor del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo; escuchemos con atención las lecturas que hoy se nos ofrecen para comprender la hermosa pedagogía divina que nos invita a dejarnos sumergir en esa corriente de vida y de amor de Dios uno y trino.Oración Universal o de los Fieles Presidente: Oremos a Dios Padre, por mediación de Jesucristo, en el Espíritu y encomendémosle todas nuestras intenciones y necesidades.R/ Te lo pedimos Señor.1.Por la Iglesia, para que, guiada por el Espíritu Santo, sea un faro de luz y santidad en el mundo y acompañe con amor a sus sacerdotes en su camino de fidelidad a Cristo2.Por los gobernantes de las naciones, para que se dejen guiar por la sabiduría encarnada, reflejo de la fuente de todo bien, y que se nos comunica por su Espíritu.3.Por quienes sufren en el cuerpo o en alma, para que al contemplar al Dios que es comunión de vida y de amor del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, encuentren la fortaleza para seguir adelante y ofrecer sus padecimientos, comprendiendo que el buen Dios amor coronará sus sufrimientos con vida plena y bienaventurada.4.Por los padres de familia, para que, fortalecidos por la gracia de Dios, sean reflejo del amor y la providencia del Padre celestial en sus hogares.5.Por los deportistas, para que la celebración del Jubileo los anime a desarrollar sus capacidades a través de la sana competencia.6.Por quienes nos encontramos celebrando esta Eucaristía, para que Dios uno y trino nos atraiga a su vida íntima de comunión y amor y experimentemos el gozo de su amor misericordioso y bondadoso.Oración conclusivaRecibe Padre santo estas súplicas que te hemos dirigido con fe y confianza, por mediación de tu Hijo, quien vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.R. Amén.

Mar 10 Jun 2025

Arzobispo de Cali pide cese urgente de la violencia en el Valle y Cauca, y presenta propuesta de paz en carta pastoral

A través de un mensaje en video, el arzobispo de Cali, monseñor Luis Fernando Rodríguez Velásquez, pide detener la escalada de violencia que afecta al Valle del Cauca y el Cauca, tras los más de 12 atentados que, en un solo día, se han registrado en esas regiones del país, y que han dejado varias personas muertas, otras heridas y locales destruidos.Bajo el título “Hacia una paz desarmada y desarmante” —el mismo de una carta pastoral enviada por monseñor Rodríguez este 10 de junio a todos los miembros de su arquidiócesis —, el prelado pide a los actores armados y a la sociedad en general “cesar de una vez por todas los actos violentos” y acoger el mensaje de reconciliación del Evangelio: “Mi paz les dejo, mi paz les doy”.“Que seamos capaces de dar pasos hacia una ética valiente para poder encontrar los caminos que nos ayuden a solucionar los conflictos”, afirma el Arzobispo. Además, insta a “desarmar los corazones, las armas y la palabra”, reconociéndose hermanos, aún en la diferencia.Con tono de urgencia y en alusión al periodo de violencia que marcó a Colombia en los años 90, recuerda que la región “no puede vivir lo que hace más de 30 años se vivió”. Insiste en que “el dolor pasado no puede repetirse hoy” y pide que termine “toda escalada de violencia” y que los ciudadanos sean “instrumentos de paz y reconciliación”.El mensaje fue grabado en la Parroquia de la Santísima Trinidad en Cali, desde donde el arzobispo lo definió como un llamado a la “esperanza” y la “fortaleza”, extendiendo una bendición en nombre de la Santísima Trinidad.La carta pastoral: clamor ante la violencia y ruta para una paz desarmadaEn la carta pastoral, evocando al papa León XIV, el arzobispo desarrolla una reflexión profunda sobre la crisis de violencia en esa y muchas otras regiones del país y propone caminos concretos para construir una paz sostenible. Entre los puntos clave del documento se destacan:- Rechazo total a la violencia: El texto denuncia que los ataques armados, las amenazas y las retaliaciones solo generan más sufrimiento, especialmente en las comunidades más vulnerables.- Llamado al diálogo: Insiste en que la solución no está en la confrontación, sino en “una ética valiente” que permita negociaciones serias, incluyendo a todos los sectores sociales.- Desarme integral: No solo de las armas, sino también de los discursos de odio y las acciones que deshumanizan al otro.- Memoria histórica: Advierte que “el dolor pasado no puede repetirse”, en referencia a los años más críticos del conflicto en la región, e insta a aprender de los errores.- Compromiso de la Iglesia: Recuerda la disponibilidad de la Iglesia para ser facilitadora de espacios de reconciliación y acompañamiento a las víctimas.Vea el mensaje a continuación: