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iglesia colombiana

Vie 15 Sep 2023

Episcopado colombiano le da la bienvenida al Nuncio Apostólico, monseñor Paolo Rudelli

Este viernes, 15 de septiembre, con una Santa Misa celebrada en la Catedral Primada, los obispos colombianos le dieron la bienvenida a monseñor Paolo Rudelli a Colombia, nuevo Nuncio Apostólico, designado por el papa Francisco en el mes de julio. La Eucaristía fue presidida por monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, acompañado del cardenal Jorge Enrique Jiménez Carvajal, así como por el vicepresidente y el secretario general del episcopado, monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos y monseñor Luis Manuel Alí Herrera, respectivamente.En la celebración también participaron los sacerdotes que dirigen los diversos departamentos del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano, así como miembros del clero y seminaristas de la Arquidiócesis de Bogotá. Cientos de fieles laicos también se hicieron presente para acoger a monseñor Rudelli.Un peregrino de la esperanza enviado por el Santo Padre a ColombiaDurante su homilía, monseñor Rueda Aparicio, en representación de toda la Iglesia Católica colombiana, agradeció al señor Nuncio por aceptar este ministerio y “disponerse como peregrino de la esperanza para servir a la evangelización de nuestro país”.Precisamente en el contexto de la fiesta litúrgica de Nuestra Señora de los Dolores, el primado de Colombia le recordó a monseñor Paolo Rudelli la importancia que tiene la Virgen para todos los fieles en el país, especialmente con la devoción a la Virgen del Rosario de Chiquinquirá.“Señor Nuncio ha llegado usted a Colombia que es tierra de la virgen María, venerada en todas las regiones en todas las iglesias particulares…Ella está en todas las cruces del sufrimiento de nuestra Patria (…) Ella lo acompañará también a usted en su misión apostólica, con ternura”, le expresó monseñor Luis José Rueda Aparicio al representante del Santo Padre.“Ir a lo esencial, renovarse e involucrase”: las consignas del Papa Francisco en Colombia que inspiran al NuncioAl concluir la Eucaristía, monseñor Paolo presentó su saludo en nombre papa Francisco; agradeció por la acogida que ha recibido en su llegada y felicitó a monseñor Rueda por su creación como cardenal el próximo 30 de septiembre. Además, manifestó su alegría por llegar a la nación en el contexto de la celebración de los 115 años de la Conferencia Episcopal de Colombia.Monseñor Paolo Rudelli recordó que la misión del Nuncio es hacer cada vez más estrechos los vínculos entre la Santa Sede y las iglesias locales, así como trabajar, especialmente, por el progreso y la paz de los pueblos.En el contexto de una audiencia privada que tuvo monseñor Rudelli con el Santo Padre en los últimos días, el señor Nuncio reafirmó el cariño que tiene el papa Francisco por el pueblo colombiano. Recordó que durante su visita apostólica en 2017 pontífice tuvo la oportunidad de expresar su interés por la paz y la reconciliación del país. Dijo, además, que está seguro que sus mensajes siguen marcando el norte de la Iglesia. También remarcó la importancia de las tres consignas expresadas por el Santo Padre durante paso por Medellín: “ir a lo esencial, renovarse e involucrase”.Finalmente, monseñor Paolo Rudelli dijo que, al comenzar su misión como representante del Santo Padre, pide al Señor poder compartir los gozos, las tristezas y las esperanzas de todo el pueblo colombiano. Además, pidió a todos orar por él y por el Papa.

Jue 14 Sep 2023

Obispos presentan al país "Luces en el camino hacia la paz"

Este jueves 14 de septiembre, día en el que la Conferencia Episcopal de Colombia celebra sus 115 años de creación, en rueda de prensa, los obispos presentaron al país "Luces en el camino hacia la paz", un documento que propone al pueblo colombiano 18 orientaciones concretas para la búsqueda y construcción de la paz. En el espacio estuvieron presentes monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente del episcopado; monseñor Omar Alberto Sánchez, arzobispo de Popayán y vicepresidente de la CE; y monseñor Juan Carlos Barreto, obispo de Soacha y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social.Los prelados explicaron el contenido del documento que nace, no solo desde la misión de la Iglesia, sino también de su preocupación ante la compleja crisis social y humanitaria que vive hoy el país por cuenta de situaciones asociadas a la violencia, el conflicto armado, las injusticias y la polarización. Por esto, pidieron a todos conocer estas propuestas y apropiarlas.Las orientaciones del texto están estructuras desde seis luces concretas:La luz del Evangelio: “La paz se teje cada día cuando asumimos las virtudes enseñadas por Jesús”.La luz de caminar y trabajar juntos: “Caminar juntos nos exige volvernos prójimos de todos”.La luz del servicio: “Promover la dignidad humana es servir a la paz”.La luz de la misericordia: “La misericordia nos impulsa a la salida misionera por la paz”.La luz del perdón y la reconciliación: “Sólo el perdón de corazón conduce a la paz”.La luz de la esperanza: “La esperanza nos abre caminos para concretar la paz”.Durante estos 115 años, los obispos han caminado con el pueblo colombiano enfrentando diferentes momentos, muchos de ellos llenos de sombras y oscuridad, que han generado dolor en las comunidades que acompañan. Desde allí, han denunciado los atentados contra la vida y la dignidad humana y han promovido el desarrollo humano integral, la defensa de los más vulnerables y el bien común. Iniciativas que se hacen realidad no solo desde el acompañamiento espiritual sino también en el marco de diversos proyectos de asistencia y promoción social.Por esto, reconociendo la gravedad del acontecer actual pero sin desfallecer, los pastores insisten en seguir promoviendo entre todos los actores y sectores, caminos que conduzcan a verdaderas transformaciones de orden humano, espiritual, social, político y económico. Esto, desde el enfoque de la misericordia, tema que inspiró su más reciente asamblea plenaria.“El objeto de la esperanza tiene que ser todo el bien que puede surgir de las personas de buena voluntad, de la sociedad civil, y de las instituciones comprometidas con el bien común y el servicio a la persona. También de las autoridades legítimas, que tienen la gran responsabilidad de abrir caminos para concretar la paz y la justicia social”, plantean en el texto.Durante la rueda de prensa de presentación, monseñor Luis José Rueda hizo énfasis en que la educación para una cultura de paz, tema propuesto en el documento, es clave para esa transformación tan anhelada. Explicó que existen narrativas de odio contra personas e instituciones que causan mucho daño. Por ello, afirmó que desde la pedagogía, se tiene la posibilidad de ayudar a que se superen esos círculos de odio y se creen narrativas de fraternidad, de esperanza y de servicio.En el espacio, el designado Cardenal por el papa Francisco el pasado 9 de julio, aprovechó para invitar a recordar y hacer un homenaje a quienes durante estos 115 años han impulsado con vehemencia esta misión para el país, entre ellos, monseñor Luis Augusto Castro Quiroga, ex presidente del episcopado, quien "fue un apóstol de paz y reconciliación", dijo monseñor Rueda.Vea la transmisión de la rueda de prensa:

Mié 13 Sep 2023

El Cardenal Pedro Rubiano, convocante de la Comisión de Conciliación Nacional, celebra 91 años de vida

El Cardenal Pedro Rubiano Sáenz, nacido en Cartago (Valle) el 13 de septiembre de 1932, es reconocido a través de la historia de la Iglesia Católica en Colombia. Su cumpleaños no pasa desapercibido y es un momento especial para destacar su vocación, entrega y servicio al país. Fue presidente de la Conferencia Episcopal (CEC) de Colombia durante dos periodos consecutivos, entre 1990 y 1993, y de 1993 a 1996.En estos 91 años de vida el Cardenal Pedro Rubiano ha sido reconocido por sus aportes a la pastoral educativa, el vínculo matrimonial y por ser miembro y creador de varias comisiones de paz, entre ellas, la Comisión de Conciliación Nacional de la CEC, organismo que fue convocado por monseñor Rubiano el 4 de agosto de 1995 bajo el propósito de buscar soluciones políticas al conflicto armado colombiano que en aquella época pasaba por su momento más álgido. Bajo esa misión, se perfiló como uno de los mayores críticos de las guerrillas en Colombia.El Cardenal fue ordenado sacerdote en 1956 para la Arquidiócesis de Cali. Posteriormente, en 1971, el papa Pablo VI lo nombró Obispo de Cúcuta, también el 26 de marzo de 1983 fue nombrado Arzobispo Coadjutor de Cali, y dos años más tarde, en el 1985, fue designado Arzobispo de esta misma jurisdicción.Fue creado cardenal el 21 de febrero del 2001; recibió la birreta roja y el título de la Transfiguración de Nuestro Señor Jesucristo. Asistió a la X Asamblea Ordinaria del Sínodo Mundial de Obispos, Ciudad del Vaticano, del 30 de septiembre al 27 de octubre de 2001.Monseñor Pedro Rubiano participó en el cónclave del 18 y 19 de abril de 2005. Asistió a la XI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, Ciudad del Vaticano, 2 al 23 de octubre de 2005.La Conferencia Episcopal de Colombia celebra su cumpleaños número 91 y se une en acción de gracias por su vida y por toda la labor dedicada a la Iglesia y al servicio de la comunidad.

Mar 12 Sep 2023

115 años del episcopado colombiano: la celebración y los momentos para recordar

El próximo jueves, 14 de septiembre, la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) cumplirá 115 años de haber sido creada bajo el propósito de animar la unidad, participación y fraternidad de los obispos católicos, promover la evangelización, e incidir en la construcción social del país y el desarrollo humano integral.Desde esta misión y preocupados por el difícil contexto que vive actualmente Colombia, a través de una rueda de prensa, durante este día los prelados presentarán al pueblo colombiano “Luces en el camino hacia la paz”. Se trata de un documento que propone 17 orientaciones concretas para la búsqueda y construcción de la paz, desde el horizonte de la misericordia, tema que protagonizó la CXV asamblea plenaria del episcopado desarrollada en el mes de julio del presente año.Posteriormente, a las 6:00 p.m., en la sede de la CEC en Bogotá, los obispos celebrarán una Eucaristía especial por este aniversario que será presidida por monseñor Ricardo Tobón Restrepo, arzobispo de Medellín y concelebrada por los obispos de Palmira y Granada, monseñor Edgar de Jesús García Gil y monseñor José Figueroa Gómez, respectivamente. Esta Santa Misa será transmitida a través del canal Teleamiga y de las redes sociales de la Conferencia Episcopal (episcopadocol).Una mirada a los 115 años de historiaEn el marco de esta celebración el padre Raúl Ortiz Toro, director del Departamento de Doctrina y Promoción de la Unidad y del Diálogo (PUD) del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano, comparte algunos de los momentos, personajes y aportes más destacados de los 115 años de historia de este órgano colegiado:El 14 de septiembre de 1908, en Bogotá, nació la Conferencia Episcopal de Colombia con el beneplácito del papa san Pío Décimo, quien envió a través de su Delegado Apostólico, Monseñor Francesco Ragonesi, su especial bendición y lineamientos. Las reuniones de la primera Asamblea Plenaria se prolongaron hasta el 15 de octubre de ese mismo año, es decir, durante un mes. En ese momento existían en Colombia 18 jurisdicciones eclesiásticas que eran cuatro arquidiócesis, nueve diócesis, tres vicariatos apostólicos y dos prefecturas apostólicas; en aquella ocasión hubo presencia de catorce jurisdicciones representadas por quince personas: trece obispos y dos presbíteros vicarios capitulares.Las conclusiones de esta Primera Asamblea Plenaria se difundieron a través de dos pastorales colectivas. La primera, ponía en guardia a los fieles católicos ante las doctrinas masónicas que se publicaban en la prensa nacional con doctrinas anticlericales y de oposición a la labor de las comunidades religiosas en el campo educativo; también se honró la memoria de cincuenta religiosas Hermanas de la Caridad fallecidas durante la Guerra Civil de los Mil Días por auxiliar a las víctimas de la violencia y se reconoció la labor de multitudes de sacerdotes, muchos de ellos extranjeros, que ejercían su misión de evangelización y caridad en lugares apartados del país.En la segunda carta pastoral de aquella primera Asamblea, los obispos recordaron que la Constitución Política de Colombia reconocía a la religión católica como la base del orden social y exhortaron al pueblo a no ceder “a las contiendas armadas y a las luchas fratricidas que no han sido ni serán jamás remedio para los males de nación alguna”. En consecuencia, insistieron en trabajar por la concordia en el país y presentaron algunos medios para lograrlo: escuchar las justas reclamaciones de los ciudadanos, propiciar en el campo político o administrativo algunas concesiones equitativas para dar participación a todos los partidos y vincular en la administración pública a personas competentes “de honradez probada y de aptitudes no comunes”. Pero, sobre todo, hicieron énfasis en que dichas propuestas solo serían efectivas en la medida en que se restauraran todas las cosas en Cristo a través de la extensión de su ley divina en todos los ámbitos de la vida social y política; solo así, “la paz de Dios que sobrepuja a todo entendimiento será la guardia de los corazones y de los entendimientos de todos”.Así pues, desde hace 115 años, los obispos católicos de Colombia se reúnen colegialmente para crecer en la fraternidad y la comunión episcopal, pero, también, para trazar líneas de acción que benefician la evangelización como un proyecto conjunto. Una de estas líneas siempre ha sido la reconciliación y la paz, y se ha visto reflejada en las actividades pastorales de cada jurisdicción en la historia del país; esto indica que la Conferencia Episcopal, desde sus inicios, ha sabido leer los signos de los tiempos y discernir lo que más conviene para el bien de la nación a través del ejercicio de los deberes cristianos y civiles del pueblo de Dios. civiles.En la actualidad, la Conferencia Episcopal ha crecido en número y en acciones evangelizadoras, pues en ella participan los obispos de 78 jurisdicciones eclesiásticas distribuidas así: 14 arquidiócesis, 52 diócesis, 10 vicariatos apostólicos, 1 obispado castrense y 1 exarcado para los católicos maronitas.Hacemos memoria de los fundadores de la Conferencia Episcopal de Colombia:-Mons. Bernardo Herrera Restrepo, arzobispo de Bogotá-Mons. Pedro Adán Brioschi, arzobispo de Cartagena-Mons. Manuel Antonio Arboleda, arzobispo de Popayán-Mons. Manuel José Caicedo, arzobispo de Medellín-Mons. Moisés Higuera, obispo auxiliar de Medellín-Mons. Evaristo Blanco, obispo de Socorro-Mons. Eduardo Maldonado Calvo, obispo de Tunja-Mons. Gregorio Nacianceno Hoyos, obispo de Manizales-Mons. Ismael Perdomo Borrero, obispo de Ibagué-Mons. Esteban Rojas Tovar, obispo de Garzón-Mons. Francisco Simón y Rodenas, OFM cap., obispo de Santa Marta-Mons. Adolfo Perea Yuste, obispo de Pasto-Mons. Atanasio Vicente Soler, vicario apostólico de la Goajira-Pbro. Antonio María Colmenares, vicario capitular de la diócesis de Nueva Pamplona-Pbro. Francisco Cristóbal Toro, vicario capitular de la diócesis de Santa Fe de Antioquia.Entre las ausencias se cuentan:-Vicariato Apostólico de Casanare: por muerte del obispo Gregorio Nicolás Casas y Conde, OAR.-Vicariato Apostólico de Los Llanos de San Martín: por la reciente creación de la jurisdicción y consagración de su primer vicario apostólico, el obispo Joseph Marie Désiré Guiot, SMM.Por ley canónica las prefecturas apostólicas dependen directamente de la Santa Sede; los prefectos de aquellas jurisdicciones eran sacerdotes misioneros y, aunque no pertenecían específicamente a la Conferencia de obispos, sin embargo, vale la pena consignar sus datos pues estos territorios dieron paso posteriormente a varias diócesis y vicariatos hoy existentes:-Prefectura Apostólica de Caquetá: donde era prefecto el fraile capuchino Josep Pujol i Coll, OFM, cap.-Prefectura Apostólica de Chocó: por reciente creación de la prefectura donde fue designado el padre claretiano Juan Gil y García, CMF.En 115 años de historia, la Conferencia Episcopal de Colombia ha acompañado o suscitado varios acontecimientos: la creación de 60 jurisdicciones eclesiásticas, la visita de tres Pontífices, la implementación de varios métodos de evangelización, la creación de distintos organismos para la promoción social, la celebración de acontecimientos eclesiales del orden nacional e internacional, además de ser la representación de la Iglesia Católica Colombiana ante la Santa Sede a través de las relaciones con la Nunciatura Apostólica y con los Dicasterios de la Curia Romana.A continuación, un recorrido por los acontecimientos más relevantes durante los 23 lustros:

Lun 11 Sep 2023

Monseñor Mauricio Rueda Beltz fue ordenado arzobispo durante la fiesta de San Pedro Claver

Este 9 de septiembre, en la Basílica de San Pedro de la Ciudad del Vaticano, se llevó a cabo la ceremonia de ordenación episcopal de monseñor Mauricio Rueda Beltz, nombrado por el papa Francisco como Nuncio Apostólico en Costa de Marfil el 16 de junio del presente año. La eucaristía fue presidida por el Secretario de Estado en la Santa Sede, el Cardenal Pietro Parolin y concelebrada por el Cardenal Rubén Salazar Gómez, arzobispo emérito de Bogotá.Durante celebración, el nuevo arzobispo bogotano, reconocido por sus funciones diplomáticas en el Vaticano y el apoyo durante los viajes pontificios, enmarcó el sentido de su ordenación durante la fiesta de san Pedro Claver, conocido en Colombia como padre de los derechos humanos. Esto, ahora que inicia su misión como representante de su Santidad en el país africano.“Cuando había señal de la llegada de nuevos esclavos, él partía hacia las barcas, Pedro Claver, salía hacia el mar con su bote, para salirles al encuentro, llevándoles comida, socorro y fortaleza. En el día en el cual la Iglesia celebra la memoria del esclavo de los esclavos, he recibido la plenitud del Orden Sagrado. Les pido continuar su oración, también para el futuro, para que el Señor, a quien agradezco, sobre todo, en primer lugar, me ayude en el ministerio episcopal a salir al encuentro de los esclavos de hoy, socorriéndolos y confortándolos, -ante todo, por la verdadera comida del anuncio del Evangelio y de la gracia de los sacramentos”, expresó monseñor Rueda.En signo de comunión episcopal, monseñor Luis Manuel Alí Herrera, obispo auxiliar de Bogotá y secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia, así como monseñor Luis Augusto Campos Flórez, obispo de la Diócesis de Socorro y San Gil, acompañaron la ceremonia. También estuvieron presentes varios sacerdotes de la Arquidiócesis de Bogotá.“Gracias a mis superiores, -actuales y pasados-, por los años de servicio a la Santa Sede, y a los arzobispos de Bogotá, en estos últimos 27 años, por su paternidad, testimonio y estima”, dijo el representante Vaticano.El lema episcopal elegido por monseñor Mauricio Rueda Beltz para identificar e inspirar su servicio episcopal fue ‘Te llamé por tu nombre’. Sobre esto, expresó: “la Bienaventurada esclava del Señor y Reina de los apóstoles interceda por mí, para que cada día fortalezca la fe en Jesucristo, y siguiendo el ejemplo de mis queridos padres y hermanos, encuentre consuelo en la voz del Señor, que repite sin cansarse: <No temas, te he llamado por tu nombre>”.

Vie 8 Sep 2023

Allí estoy Yo en medio de ellos

VIGÉSIMO TERCER DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO10 de septiembre de 2023Primera lectura: Ezequiel 33,7-9Salmo: 95(94),1-2.6-7ab. 7c-9Segunda lectura: Romanos 13,8-10Evangelio: Mateo 18,15-20I.Orientaciones para la PredicaciónIntroducciónEl evangelio de Mateo está estructurado de manera catequética, así el evangelista presenta a Jesús predicando y actuando. De forma que quien lee el evangelio descubre a un Jesús maestro enseñando metódicamente cómo ejercer con poder y autoridad la vivencia de la Palabra. El pasaje del evangelio que este domingo contemplaremos nos dará las pautas para vivir la experiencia de la reconciliación en comunidad y, así, de manera profunda podamos experimentar la construcción de un itinerario permeado por el amor.1.Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura?La perícopa que se leerá en la liturgia de este domingo, hace parte del discurso en el que Jesús presenta una serie de recomendaciones y ofrece algunas enseñanzas a su comunidad, sobre la vida fraterna. La opción de la escucha al hermano es el centro del mensaje de este texto, puesto que hay unos pasos para poder llegar a conseguir que aquel que cae en el pecado, pueda tener oportunidad de seguir en la comunidad y vivir plenamente inserto en ella. Hay un paso a paso, en el relato, para llegar a esta escucha asertiva en el evangelio.El texto parte de resaltar la importancia que tiene el hermano que ha llegado a pecar. Para ello, el evangelista propone la corrección fraterna, como una manera de reflejar la misericordia del ser humano por sus hermanos. Pero, en caso de no lograr la corrección en el pecado, la mediación de otros puede contribuir a un cambio y por ende un compromiso de reconciliación personal y con frutos en la comunidad.Sin embargo, los seres humanos tienden al no reconocimiento de sus faltas, errores o pecados. Allí es donde la comunidad acude en la recuperación de ese hermano de una forma fraterna. El texto mismo nos muestra las oportunidades que el pecador tiene, para poder superar aquellas situaciones que lo dejan por fuera de vivir la profundidad del amor, como alternativa, ante las situaciones de pecado que lo alejan de una vida armónica en la comunidad.La perícopa evangélica termina con una máxima propia del camino cristiano: «porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy en medio de ellos». Esta sentencia, con la que se concluye el evangelio, es una forma de reconocer esa presencia amorosa de Dios en la vida de la comunidad. La fuerza de fe de la comunidad es una lección que está desde el principio al final de la enseñanza de este evangelio.2.Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad?Las comunidades apostólicas, fueron logrando una comprensión de la acción del Señor a su interior de manera paulatina. El tema de la reconciliación fue una de las experiencias más importantes en el aprendizaje de vivir en comunidad. Mateo presenta como la vida comunitaria es un caminar que convierte a quienes hacen parte del grupo, en seres conscientes de su labor de acompañantes en la comunidad.El texto del evangelio es un ejemplo de las acciones que, como comunidad, se pueden emprender. Jesús pone un ejemplo que hace parte de la vida de una comunidad no solo en su tiempo, sino que llega hasta los sentires y acciones de nuestras comunidades. Para conseguir el objetivo de la reconciliación en comunidad hay un paso a paso, un caminar que se centra en la persona, no en el pecado.Es así como, Jesús les propone a sus discípulos un camino de reconciliación en comunidad que se basa en tres pasos: primero acercarse a la persona, no por su pecado, sino por ser persona. Escuchar a la persona es un signo del reconocimiento de aquello que cada ser humano aloja de Dios en su ser, por ello, el perdón como expresión de la reconciliación es un indicativo del reconocimiento de Dios en cada persona. De allí que en este primer paso será importante cambiar la mirada; darle a la comunidad herramientas de aprendizaje que le inviten a quitar el prejuicio, y así darle importancia al valor absoluto de la persona.Un segundo paso en la reconciliación comunitaria enseñada por Jesús está centrado en la mediación; «Si [tu hermano] no te escucha, toma todavía contigo uno o dos, para que todo asunto quede zanjado por la palabra de dos o tres testigos» (Mt 18,16). La mediación en medio de una situación de pecado es una alusión directa al sacramento de la reconciliación. Para Jesús será importante que el pecador sea orientado en el camino de su conversión, “…el Señor nos invita a nuevas conversiones que permiten que su gracia se manifieste mejor en nuestra existencia” (Gaudate et Exultate, 17).El tercer paso de la reconciliación y el perdón esta mediado por la comunidad, la cual se convierte en la que debe acompañar el camino de la conversión. La comunidad es quien está llamada a recuperar al hermano perdido en el pecado; el texto constantemente repite que aquel que ha pecado tiene una condición de hermano. Sin embargo, hay una persistencia en el pecado por parte del pecador, por ello, es llevado a la comunidad, esta reincidencia del pecador es dolorosa para todos, pero, es allí donde la comunidad tiene la potestad de atar y desatar el pecado, partiendo, eso sí, de la actitud y compromiso de la persona que ve en el perdón un espacio de liberación.3.Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo?La comunidad de Jesús en el evangelio de Mateo es consciente del valor que hay en el aprender a vivir con los otros. Los aprendizajes en comunidad tienen la mediación del abrirnos al conocimiento del otro. “Como enseñaron los Obispos de Sudáfrica, la verdadera reconciliación se alcanza de manera proactiva, «formando una nueva sociedad basada en el servicio a los demás, más que en el deseo de dominar; una sociedad basada en compartir con otros lo que uno posee, más que en la lucha egoísta de cada uno por la mayor riqueza posible; una sociedad en la que el valor de estar juntos como seres humanos es definitivamente más importante que cualquier grupo menor, sea este la familia, la nación, la raza o la cultura». Los Obispos de Corea del Sur señalaron que una verdadera paz «sólo puede lograrse cuando luchamos por la justicia a través del diálogo, persiguiendo la reconciliación y el desarrollo mutuo»” (Laudato Si´ 229).Cuando la comunidad esta fortalecida en su fe descubre la fuerza de su plegaria; «Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.» (Mt 18, 20). El texto del evangelio finaliza con un llamado la plegaria en comunidad, la fuerza de la oración en comunidad tendrá el poder de desatar la condición pecadora de aquellos que se dejan opacar por sus pecados y su fragilidad humana._______________________Recomendaciones prácticas:•Día de Oración Compartida entre las Iglesias Hermanas de Aquisgrán y Colombia.•Este día, se recomienda concluir la celebración con la oración por la paz de San Francisco de Asís.II.Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa En esta celebración dominical, el Señor nos regala en su Palabra un mensaje cargado del valor que tiene la reconciliación en comunidad. Dispongamos nuestros corazones a escuchar y compartir en la mesa de la Palabra y la Eucaristía la fraternidad que se teje en el encuentro de cada domingo, donde nos reconocemos como hermanos e hijos de Dios. Bienvenidos a este encuentro comunitario como signo de la acción de Dios en el amor que mostramos por nuestros seres amados. Monición a la Liturgia de la Palabra «La Palabra de Dios es viva y eficaz, más cortante que espada de doble filo, penetra hasta lo más profundo del corazón del hombre». Acojamos en esta celebración el mensaje de reconciliación presente en el itinerario de la Palabra de este domingo. Dejemos que la fuerza de la fe en comunidad sea el eje que oriente nuestra voluntad para cumplir con el deseo del Señor de perdonar y sabernos perdonados. Que la fuerza del Espíritu Santo nos acompañe en la escucha del mensaje de su Palabra en esta celebración.Oración Universal o de los Fieles Presidente: En tu corazón de padre, Dios amoroso y eterno, ponemos nuestras oraciones, como signo de la paz que procede de ti, por eso aclamemos juntos al Señor.R. Escúchanos, Padre de amor.1.Oremos por el Papa para que siga prestando su ministerio en pro de la reconciliación, y sigamos el llamado a la corrección fraterna que nos invita el evangelio, oremos al Señor.2.Oremos por las Iglesias Cristianas, para que, con acción y comprensión mutuas y una fidelidad a Cristo, superen sus divergencias y formen una sola Iglesia según el deseo de Cristo, oremos al Señor.3.Oremos por nuestras naciones para que el Señor nos muestre el camino que nos lleva a reconocernos hermanos y humanos en la misma dignidad, oremos al Señor.4.Oremos por las víctimas de todas las violencias para que, por medio de la justicia social, la rectitud de corazón podamos construir una sociedad reconciliada en el amor, oremos al Señor.5.Oremos por los trabajadores de la causa de la reconciliación, para que sean audaces y creativos en la misión que el Señor les ha encomendado, oremos al Señor.Oración conclusivaEscucha Dios de amor estas intenciones que te dirigimos,para que guiados por tu Palabra, nos reconciliemos en el amor tuyoy seamos cada vez más sensibles a las necesidades humanas.Por Jesucristo, nuestro Señor.R. Amén.

Jue 7 Sep 2023

Un Rosario desde Chiquinquirá y una Eucaristía desde Cartagena para orar por la paz de Colombia

En el marco de la Semana por la Paz #36, con un Santo Rosario “por la paz, la reconciliación y la mesa de diálogos” que se realizará este viernes 8 de septiembre en el Santuario Mariano Nacional de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, y una Eucaristía que será celebrada el sábado 9 de septiembre en el Santuario de San Pedro Claver de la ciudad de Cartagena, la Iglesia Católica colombiana orará por la paz de Colombia.El rezo del Rosario en Chiquinquirá estará a cargo de monseñor Jorge Leonardo Gómez Serna, obispo emérito de Magangué, destacado por su aporte en favor de la paz del país. La Santa Misa en la capital de Bolívar será presidida por monseñor Francisco Javier Múnera, arzobispo de Cartagena, y se hará en honor a san Pedro Claver y en conmemoración del Día Nacional de los Derechos Humanos.Ambas actividades se llevarán a cabo a las 6:00 p.m. y serán transmitidas a través de las redes sociales de la Conferencia Episcopal de Colombia, del Secretariado Nacional de Pastoral Social y de los canales oficiales de ambos templos en YouTube.Estas actividades celebrativas, coordinadas por el Secretariado Nacional de Pastoral Social, se suman a muchas otras de tipo pedagógico, social y de incidencia que, desde los niveles nacional, regional y local, se han venido promoviendo en el contexto de esta edición 2023 de la Semana por la Paz que ha tenido como tema central “Juntanzas creadoras de paz”.Sobre San Pedro Claver y el Día de los Derechos Humanos en ColombiaSan Pedro Claver fue un sacerdote jesuita español, ordenado en 1616 en la Catedral de Cartagena. Pere Claver Corberó, como fue bautizado de nacimiento, se distinguió por su importante labor pastoral en favor de los hombres y mujeres que sufrían esclavitud y marginación en aquella época. Tras una ardua labor de casi 40 años, el misionero, quien se declaró ante el mundo como "esclavo de los esclavos para siempre", falleció en esta misma ciudad el 9 de septiembre de 1654.El papa León XIII, quien lo canonizó en el año de 1888, dijo: “Después de la vida de Cristo, ninguna ha conmovido tan profundamente mi alma como la del gran apóstol san Pedro Claver”.Un tiempo después, en 1985, el Congreso de la República de Colombia, por medio de la Ley 95, declaró el 9 de septiembre como festividad de san Pedro Claver y en honor suyo, categorizó esta fecha como el “Día Nacional de los Derechos Humanos”.

Mié 6 Sep 2023

Asamblea de OMP y Pastoral Misionera: una oportunidad de fortalecimiento y proyección al centenario nacional

Entre el 28 de agosto y el 1 de septiembre se llevó a cabo, en la ciudad de Bogotá, la Asamblea Nacional de Directores Obras Misionales Pontificias y Pastoral Misionera. Cerca de 60 personas, entre sacerdotes, religiosas y laicos, provenientes de todas las regiones del país, participaron en este encuentro que se desarrolló bajo el lema “¡En la Iglesia Misionera, Colombia de primera!”, el mismo que inspirará, en 2024, la celebración del centenario nacional misionero.Fueron dos los objetivos centrales bajo los cuales se llevó a cabo este encuentro: recordar el significativo camino misionero que ha recorrido la Iglesia colombiana, e identificar los pasos que se darán a nivel local, regional y nacional, para preparar el congreso centenario que se llevará a cabo del 5 al 7 de julio del próximo año.El espacio fue liderado por monseñor Mario de Jesús Álvarez Gómez, obispo de la Diócesis de Istmina-Tadó, administrador apostólico de la Diócesis de Quibdó y presidente de la Comisión Episcopal de Animación Misionera y por el padre Samir García, director del Centro Nacional Misionero de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) y encargado de las Obras Misionales Pontificias de Colombia (OMP). La asamblea también estuvo acompañada en su primer día por monseñor Luis Manuel Alí Herrera, obispo auxiliar de Bogotá y secretario general de la CEC, quien presidió la Eucaristía y motivó a los asistentes para su reflexión y trabajo durante el encuentro.Mirar atrás para recordar por qué “¡En la Iglesia Misionera, Colombia de primera!”En la jornada del martes 29, monseñor Mario de Jesús presentó una ponencia sobre los congresos misioneros que se han realizado en el país desde 1924. Enfatizó en el rol protagonista y referente que ha tenido Colombia para la misión en toda Latinoamérica. Además, el obispo recordó que la razón de ser de la Iglesia es la misión, “todo lo demás que hagamos es consecuencia de ello”, precisó.El prelado enfatizó también que es fundamental fortalecer la Misión Ad gentes al interior de las comunidades, para después poder ir con mayor dinamismo al exterior, a otros territorios, a buscar a “aquel que aún no ha recibido el nombre de Jesús”. Además, recordó que las Obras Misionales Pontificias no son electivas, sino que son una petición directa del Santo Padre, por lo que cada jurisdicción debe estar muy atenta a su implementación en los diferentes niveles y grupos.Por su parte, el padre Samir García, inquietó a los participantes pidiéndoles que se preguntaran: “¿Qué vamos a hacer si cien años atrás hombres y mujeres, arriesgados, valientes, han construido una obra inmensa y nos las ha puesto en nuestras manos, ahora cuál va a ser nuestro compromiso?”Las propuestas de los COREMI para la celebración del centenario nacionalMás que un evento institucional de la Iglesia colombiana, los delegados de misiones se proponen provocar con el congreso del 2024 la vivencia de este importante centenario desde la esencia de las diversas comunidades y dimensiones de trabajo pastoral de iglesia particular. De ahí que, durante las jornadas, los participantes desarrollaron espacios de trabajo colectivo por Comités Regionales Misioneros (COREMI), en los que propusieron diversas actividades con diferentes grupos pastorales y parroquiales.Entre las propuestas que se plantearon allí, están:“Desde el COREMI de la Costa Caribe, proponíamos que en los seminarios se haga también una breve formación para vivir ese congreso y que se traigan a Bogotá también jóvenes seminaristas para que vivan la experiencia, y que pueda así animarse el espíritu misionero de los futuros sacerdotes”, afirmó el padre Julio Herrera de la Diócesis de Sincelejo.“De las ideas que surgieron del COREMI Antioquia-Chocó, está el hecho de hablar acerca de la misionología, pero desde una experiencia práctica, no solamente teórica. Es necesario conocer las realidades que se viven en Colombia, conocer qué está pasando en cada una de las jurisdicciones eclesiásticas, conocer cuáles son las experiencias que se viven y como desde ahí retroalimentar los procesos de las comunidades”, anotó Eliana Alzate de la Diócesis de Girardota.“Una de las ideas es tener catequesis previas antes del congreso para que las personas que van a participar tengan un acercamiento y lleguen conscientes sobre qué es lo que van también impulsar o lo que es la misión entre las diócesis y que las jurisdicciones conozcan también otros territorios. Otra idea es implementar la oración por el centenario y para que así tengamos una preparación también espiritual, desde Horas Santas, Eucaristías y retiros espirituales”, precisó la hermana Kelly Grajales de Diócesis de Ocaña, al respecto de lo propuesto por el COREMI Nororiente.Una reflexión desde la identidad misionera de la IglesiaEn esta asamblea también estuvo presente monseñor Óscar Múnera Ochoa, Vicario Apostólico de Tierradentro, miembro de la Comisión de Animación misionera. Durante el tercer día, además de celebrar la Eucaristía, el obispo presentó una ponencia en la que destacó la importancia de fundamentar la vida en Cristo y la identidad de los directores de las OMP como piedra angular en la misión. Basándose en el Evangelii Gaudium (EG) y el pasaje bíblico de Mateo 7, 21-29, resaltó la necesidad de mantener una vida de oración y discernimiento, así como superar las tentaciones que pueden surgir en el camino misionero. Además, subrayó la relevancia de llevar a cabo una labor evangelizadora sólida y comprometida en la Iglesia Católica en Colombia.Además, durante el encuentro se llevaron a cabo las elecciones de los nuevos Coordinadores y Secretarios de los ocho COREMI que existen en el país. En este momento, se destacó la relevancia de dichos roles en el tejido de la Iglesia colombiana, reconociéndola como una entidad que se forja en la unión y la sinergia de esfuerzos para lograr mayor cohesión.El cuarto día de la asamblea estuvo marcado por una visita de los participantes a la Catedral de Sal y la Catedral de la Santísima Trinidad, San Antonio de Padua y Nuestra Señora de la Asunción de Zipaquirá, una experiencia de profunda espiritualidad, pero también de fraternidad. Los llamados del presidente del episcopado a los directores de misiones del paísLa última jornada del evento, desarrollada el viernes 1 de septiembre, estuvo acompañada por monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia. Allí, el Cardenal Electo, realizó una ponencia en la que compartió la historia de la propagación de la fe en Colombia, destacó la importancia de la Madre Laura e instó a los participantes a reconocer este momento en el que se "nos llama a ser misioneros en el mundo contemporáneo teniendo como base el servicio".En el marco del Sínodo sobre la Sinodalidad, monseñor Rueda recordó que el llamado a la sinodalidad y a la misión se extendió a tres grupos de personas dentro de las comunidades: los totalmente fieles, los que están en transición y los que no aceptan la fe. Afirmó que esta diversidad de grupos los desafía ahora a encontrar formas creativas y auténticas de llevar el mensaje del Evangelio a todos.En su ponencia, el presidente del episcopado también destacó la importancia de la mujer, del diaconado permanente y de la ministerialidad dentro de la Iglesia, alentando una participación activa y significativa de todos los fieles, rompiendo con el clericalismo y promoviendo la voz de todo el pueblo de Dios.Al cierre, monseñor Luis José presidió una Eucaristía en la que invitó a los participantes a renovar su compromiso de ser, en todos los rincones de Colombia “una Iglesia sinodal misionera, una Iglesia orante y una Iglesia servidora”.