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Iglesia

Lun 31 Oct 2022

Sínodo: Vaticano publica documento para la Fase Continental

El Vaticano publicó este jueves 27 de octubre el Documento para la Etapa Continental (DEC) del “camino sinodal” iniciado por el papa Francisco en 2021. El texto es el resultado de los resúmenes resultantes de la consulta del Pueblo de Dios en la primera fase del proceso sinodal y será la base del trabajo y “marco de referencia” para “el tiempo de escucha, diálogo y discernimiento de las Asambleas sinodales continentales (enero-marzo 2023)”. La presentación del documento tuvo lugar en la Oficina de Prensa de la Santa Sede y estuvo a cargo de los cardenales Mario Grech, secretario general de la Secretaría General del Sínodo; Jean-Claude Hollerich SJ, arzobispo de Luxemburgo y relator general de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos (en conexión remota); Anna Rowlands, profesora asociada de Pensamiento y Práctica Social Católica de la Universidad de Durham; el padre Giacomo Costa SJ, consultor de la Secretaría General del Sínodo y monseñor Piero Coda, secretario general de la Comisión Teológica Internacional. Entre los temas centrales del documento se destacan: la acogida de las personas LGBT, el escándalo de los abusos, los desafíos del racismo y del tribalismo, la guerra y la violencia. Desde la Secretaría General del Sínodo subrayaron que el texto que "no es conclusivo, porque el proceso está lejos de finalizar". En la introducción del documento se subraya que en la primera parte de la fase consultiva, “millones de personas de todo el mundo se implicaron en las actividades del Sínodo: algunas participando en las reuniones a nivel local, otras colaborando en la animación y coordinación de las actividades en los distintos niveles, otras ofreciendo el apoyo de sus oraciones. Los verdaderos protagonistas del Sínodo son todas estas personas que participaron […] la sinodalidad dejó de ser un concepto abstracto y adquirió el rostro de una experiencia concreta; saborearon su sabor y quieren seguir haciéndolo”. En términos de números, la participación “superó cualquier expectativa”. Se recibieron las síntesis de 112 de las 114 Conferencias Episcopales y de todas las 15 Iglesias Orientales Católicas, además de las reflexiones de 17 de los 23 dicasterios de la Curia Romana, así como las de los superiores y superioras generales, los institutos de vida consagrada y las sociedades de vida apostólica, las asociaciones y movimientos de fieles laicos. Se recibieron además más de 1.000 contribuciones de particulares y grupos, así como las opiniones recogidas a través de las redes sociales gracias a las iniciativas del “Sínodo Digital”. En el documento se afirma además que ningún texto “podría condensar la profundidad de la fe, la vitalidad de la esperanza y la energía de la caridad que desbordan las aportaciones recibidas. Detrás de ella se vislumbra la fuerza y la riqueza de la experiencia llevada a cabo en las diferentes Iglesias, al ponerse en camino y abrirse a la variedad de las voces que han hablado. El sentido del proceso sinodal es el de permitir este encuentro y diálogo, cuya finalidad no es producir documentos, sino abrir horizontes de esperanza”. En este camino, el DEC encuentra su sentido. Este documento “reúne las esperanzas y preocupaciones del Pueblo de Dios disperso por toda la tierra” y ofrece a las Iglesias locales “la oportunidad de escucharse entre ellas en vista de las Asambleas Continentales de 2023, cuya tarea es elaborar un elenco de prioridades, sobre las que operará el discernimiento de la Primera Sesión de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, que tendrá lugar del 4 al 29 de octubre de 2023”. Desde la Secretaría General del Sínodo subrayan que este documento “no es conclusivo, porque el proceso está lejos de finalizar; no es un documento del Magisterio de la Iglesia, ni el informe de una encuesta sociológica; no ofrece la formulación de indicaciones operativas, de metas y objetivos, ni la elaboración completa de una visión teológica, aunque incluye el precioso tesoro teológico contenido en el relato de una experiencia: la de haber escuchado la voz del Espíritu por parte del Pueblo de Dios, permitiendo que surja su sensus fidei. Pero también es un documento teológico en el sentido de que está orientado al servicio de la misión de la Iglesia: anunciar a Cristo muerto y resucitado para la salvación del mundo”. Fuente: Agencia AICA DESCARGAR EL DOCUMENTO AQUÍ

Sáb 29 Oct 2022

Madre María Berenice Duque Hencker fue beatificada

Este sábado 29 de octubre a las 10 de la mañana, en la Catedral Metropolitana de la Inmaculada Concepción de María de Medellín, ante la presencia del cardenal Marcello Semeraro, Prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, como representante del Papa Francisco, se celebró la ceremonia de beatificación de la Venerable Sierva de Dios, María Berenice Duque Hencker, fundadora, entre otras, de la comunidad de las Hermanitas de La Anunciación. Tras el saludo y petición de beatificación pronunciada por monseñor Ricardo Tobón Restrepo, Arzobispo de Medellín y una breve lectura de la biografía de la nueva beata, el cardenal Semeraro, en representación del Papa Francisco, procedió a la lectura de la fórmula de beatificación en latín. Luego, mientras una procesión de religiosas de la Congregación de las Hermanitas de la Anunciación, fundada por la Madre Berenice, acompañada por sacerdotes y laicos portadores de la reliquia de la nueva beata hasta el Altar, se develó la imagen de la beata que fue aplaudida por la multitud de fieles congregados en la catedral. “Un edificio de santidad construido sobre la humildad”, así definió a la madre María Berenice Duque, el cardenal Marcello Semeraro, al inicio de su homilía. Igualmente resaltó dos virtudes de la religiosa colombiana que según el jerarca la llevó a la beatificación: la humidad y la caridad. En su homilía, el cardenal Marcello Semeraro afirmó que durante la proclamación de la Palabra del Señor se había escuchado la declaración de la Virgen María “He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra” que representa “la conclusión de su diálogo con el Ángel, que le trajo un feliz mensaje. Feliz, ciertamente, porque señala el comienzo de nuestra salvación”. “Así consideramos ese anuncio y así lo proclamamos al actualizar nuestra fe: ‘El Hijo eterno de Dios se ha encarnado en el seno de la Virgen María y se ha hecho hombre’”. “Pero – preguntó el purpurado – ¿la Santísima Virgen lo entendió inmediata e indudablemente así?”, puesto que según el relato evangélico, al oír las palabras del Ángel, ella se había turbado, mientras Gabriel, para consolarla, le dijo: “No temas”. María es modelo de fe para todos nosotros “Hay, por tanto, un diálogo en el que María pregunta: ‘¿Cómo?’. La Santísima Virgen, de este modo, es para nosotros un modelo de fe no sólo en la aceptación de la voluntad de Dios, sino también en el deseo de profundizar en la comprensión de la palabra divina”. El Prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, prosiguió explicando que el evangelio nos dice que María “meditaba y conservaba la palabra del Señor, y también que la puso en práctica, para luego poder decírselo a los sirvientes en el banquete de Caná: ‘Hagan lo que él les diga’”. Y comentando cuanto afirma san J. H. Newman, explicó que “María es nuestro modelo de fe tanto en la aceptación como en el estudio de la Verdad divina”. Y agregó que “María siempre seguirá siendo así: humilde”. A la vez que glosó un párrafo del Ángelus del 24 de diciembre de 2017 del Papa Francisco: “La respuesta de María es una frase breve que no habla de gloria, no habla de privilegio, sino solo de disponibilidad y de servicio: ‘He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra’. También el contenido es diferente. María no se exalta frente a la perspectiva de convertirse incluso en la madre del Mesías, sino que permanece modesta y expresa la propia adhesión al proyecto del Señor”. “María no presume. Es humilde, modesta. Se queda como siempre. Este contraste es significativo. Nos hace entender que María es verdaderamente humilde y no trata de exponerse. Reconoce ser pequeña delante de Dios, y está contenta de ser así”. El purpurado subrayó “este aspecto porque una de las características de la vida de nuestra nueva Beata era precisamente la humildad. Este fue, de hecho, el juicio reiterado de los Consultores teólogos durante el proceso de beatificación y canonización”. “En esto, la Madre María Berenice, hoy beatificada, siempre tuvo como modelo a la Virgen María de la Anunciación, a quien dedicó la primera de las tres fundaciones religiosas: las Hermanas de la Anunciación. Ella misma vivía su vida cotidiana en la esencialidad, considerándose un ‘gusanito’, ‘basura’, ‘nada’”. Otro punto que destacó el cardenal y que es “la frase final del relato evangélico: ‘Y el ángel se retiró’”.“Dios confía a María una enorme misión, ¡pero no le deja el ‘libro de instrucciones’! Una vez obtenido el asentimiento, el Ángel vuela al cielo; María, en cambio, se queda en la tierra... Se queda sola con el misterio de su maternidad. ¿Qué hacer? ¿A quién decírselo? ¿Cómo decirlo?”. Dios siempre nos deja libres “Sí – continúo el cardenal Marcello Semeraro en su homilía – decimos que debemos vivir de la fe... el cómo, sin embargo, se deja a nuestra creatividad. Dios, de hecho, siempre nos deja libres”. “Entendemos, pues, que vivir de la fe no significa tener una receta para los problemas, sino buscar una respuesta personal, a menudo laboriosa y dolorosa a la vez, considerando los estilos de Dios y captando las interpelaciones de la historia”. Cada santo nos muestra una cara diferente de María “Esto, en definitiva – añadió – es la santidad y es la razón por la que cada santo nos muestra una cara diferente de ella”.“El cómo responder a Dios cada día, nuestra Beata tuvo que buscarlo día tras día, superando muchas pruebas. Contrastes e incomprensiones tuvo muchos”. Tras destacar los aspectos con los que la nueva beata quiso imitar a María, el cardenal afirmó que “la caridad era, en efecto, la otra característica de su existencia terrenal”. “Los pobres estaban en el centro de su existencia y también, para que los pobres fueran ‘evangelizados’, fundó una familia religiosa. Tenía, en particular, amor por los niños más pobres, a los que consideraba los favoritos del Señor”. También “iba entre ellos – dijo al concluir – convencida de que les pertenecía el Reino de los Cielos, el cual comienza aquí abajo a través de las pequeñas cosas”. “Así fue para María y así será siempre, hasta el final de los tiempos: ‘Ha mirado la humildad de su esclava; grandes cosas ha hecho el Todopoderoso por mí’, dice ella. Que así sea también para nosotros”. FUENTE: Vatican NEWS Descargar homilía del Cardenal Marcello Semeraro. AQUÍ O

Vie 28 Oct 2022

Nuncio Apostólico agradece a la vida religiosa su testimonio y entrega

El pasado 21 de octubre, el Nuncio Apostólico de Colombia, Luis Mariano Montemayor, recibió en audiencia, al padre Rafael Hernando Diago Guarnizo, secretario general de la Conferencia de Religiosos de Colombia (CRC). El religioso dominico, expresó que la presencia del Nuncio Apostólico es la presencia del mismo Papa, por tanto “he venido en nombre de la vida religiosa a estrechar los lazos de fraternidad como signo de cercanía y afecto hacia el representante del santo Padre en Colombia”. La reunión que duró 20 minutos, sirvió igualmente para hablar sobre los elementos y circunstancias alrededor de la vida religiosa y de la Iglesia en Colombia. Por su parte, el Nuncio Apostólico hizo un llamado a la vida religiosa a permanecer en un diálogo permanente, a vivir la llamada de Dios en los tiempos cambiantes, a ser testigos de la alegría del Evangelio. Al reconocer el valioso aporte de la vida religiosa en el desarrollo del país, su trabajo, misión y testimonio, dijo que ellos son la esperanza que tiene la Iglesia.

Vie 28 Oct 2022

Voz del Pastor | 30 de octubre de 2022

Reflexión de monseñor Luis José Rueda Aparicio, Arzobispo de Bogotá y primado de Colombia Lectura del Santo Evangelio segúnSan Lucas 19,1-10

Vie 28 Oct 2022

Iglesia católica estará presente en el 5° Foro de libertad religiosa, libertad de conciencia y de cultos.

La Iglesia Católica hará parte de la organización de la quinta versión del Foro de libertad religiosa, libertad de conciencia y de cultos. Relaciones y límites en su ejercicio ciudadano, organizado por la administración distrital de Bogotá, Colombia, desde la subdirección de Asuntos de Libertad Religiosa y de Conciencia de la Secretaría Distrital de Gobierno, área responsable de la coordinación de la Política Pública. Esta jornada se realizará de manera presencial el 01 de noviembre de 2022 entre las 8:00 am y la 1:00 p.m., en el auditorio Félix Restrepo de la Pontificia Universidad Javeriana, gracias a los esfuerzos con los integrantes de la Mesa Técnica de Universidades y Observatorios del Hecho religioso, liderado en esta ocasión por la Pontificia Universidad Javeriana. El eje central versará en torno a fomentar un espacio de encuentro de académicos y expertos en la línea de la libertad de conciencia y de cultos en cuanto a las relaciones y límites en su ejercicio ciudadano. Entre los integrantes de la Mesa académica que han acompañado la experiencia se encuentran: la Universidad Nacional de Colombia, Universidad de La Salle, la Universidad Nacional Abierta y a Distancia –UNAD, la Corporación Universitaria Minuto de Dios -Uniminuto y la Fundación Universitaria Monserrate – Unimonserrate- desde el Observatorio de la Arquidiócesis de Bogotá. Se contará con la participación de dos conferencistas centrales, el doctor Boris Julián Pinto, con el tema “Objeción de conciencia por una afirmación de la libertad y el pluralismo”, y con el doctor Sergio González Sandoval con el tema “Libertad religiosa y libertad de conciencia: una frontera por descubrir”. A su vez se ofrecerán varias mesas de trabajo. Así: MESA 1: Libertad religiosa, libertad de conciencia y bioética: Contará con la participación de Giovanny Quintero, Mauricio Sánchez, y la dra. Gina Reyes. MESA 2: Prácticas religiosas y transformación social. Contará con la participación especial del sacerdote Alberto Parra Medina, S. J., la mg. Juliana Triana, y la Mg. Katerine Bonilla. MESA 3: Formación ciudadana y participación política: opciones religiosas y opciones civiles. Contará con la participación de Rebecca Bartel y Verónica Gutiérrez. MESA 4: Libertad de Conciencia y Objeción de conciencia: Contará con la participación del doctor Boris Julián Pinto, y la dra. María Carmelina Londoño. Inscripciones AQUÍ: https://forms.office.com/r/cfwhKpYRKw

Jue 27 Oct 2022

Con un llamado a salvar la familia, concluyó el Encuentro Nacional de Pastoral Familiar y Sinodalidad

La sede de la Conferencia Episcopal de Colombia, fue testigo del Encuentro Nacional de Pastoral Familiar y Sinodalidad, que se desarrolló del 20 al 22 de octubre. Al evento, que buscó interiorizar el reto que el Papa Francisco pide a las familias de caminar juntos: "juntos como esposos, junto a otras familias, junto a la Iglesia", asistieron 150 personas presenciales y 40 virtuales. Monseñor Marco Antonio Merchán Ladino, obispo de la diócesis de Vélez y presidente de la Comisión Episcopal de Familia, dio un balance positivo de la jornada y observó que la participación tan especial de los señores obispos de la Comisión Episcopal, de sacerdotes, de los agentes de pastoral familiar en las diócesis, de miembros de los movimientos eclesiales de familia, psicólogos católicos y terapeutas familiares, es ya un signo de sinodalidad. “Ha sido un momento de diálogo, de escucha, de reflexión sincera, de oración, esto es lo más importante, además de poder sacar conclusiones en torno a esta Misión que el santo Padre quiere dejarnos a todos, el poner en marcha los itinerarios para la vida matrimonial”. Subrayó que es primordial que luego de todo lo aprendido en este espacio, quede el compromiso de compartirlo y multiplicarlo luego en cada una de las jurisdicciones, además de llevarlo a la práctica, “Porque definitivamente, si salvamos la familia estaremos dando las bases para que toda la pastoral de la Iglesia pueda funcionar”. Retos que quedan Recordando las palabras de san Juan Pablo II donde invitaba a no tener miedo, el prelado dijo que ese debe ser el camino a seguir, “debemos lanzarnos sin miedo a esta aventura de poner en marcha el Evangelio del amor en nuestra iglesia colombiana”. Exhortó a los agentes a ser propositivos para anunciar la belleza del evangelio de la vida y la belleza del evangelio de la familia, “que nuestra evangelización se haga verdaderamente por contagio, sin atacar a nadie, sino todo lo contrario mostrando la belleza, la verdad, la grandeza de ese don maravilloso que Dios ha colocado en nuestras vidas y en nuestra iglesia”. Envío misionero El evento concluyó con una eucaristía, presidida por monseñor Marco Antonio Merchán Ladino y concelebrada por monseñor Édgar de Jesús García Gil, obispo de Palmira y miembro de la Comisión Episcopal de Matrimonio y Familia, quienes realizaron un acto de envío misionero de todos los agentes de pastoral presentes, ellos por su parte, se comprometieron a llevar la alegría del evangelio a todos los rincones de la Iglesia Diocesana y a los lugares a donde vayan dentro y fuera de la Jurisdicción. Este momento de fe se realizó el 22 de octubre, día en que se celebraba el Día Nacional del Agente de Pastoral Familiar. Invitado especial La jornada de tres días estuvo guiada por el doctor Armando Duarte Pantoja, director de la Fundación Familias Fuertes, de la Diócesis de Irapuato México, licenciado en Ciencias de la Familia, con Maestría en Educación y estudios de Doctorado en Liderazgo y Dirección de Instituciones de Educación Superior. El doctor Duarte, respondió algunas preguntas que fueron la guía de la agenda que se desarrolló durante este encuentro. P/ Claves para ayudar a fortalecer la vida familiar R/ El especialista explicó 5 estrategias que a nivel científico está demostrado pueden ayudar a fortalecer las familias: - Primero, darle prioridad a la familia antes que, al trabajo, los amigos, el deporte, prioridad al matrimonio antes que, a los hijos, porque aquello que le da identidad a nuestro vínculo a nuestro Sacramento es la opción del marido que ama a su mujer y la mujer amando a su marido. - Segundo, el que podamos nosotros ser un matrimonio cálido, cercano, que brindemos abrazos, besos, caricias, que los casados vivan la intimidad conyugal de forma periódica. - Tercero, lograr trabajar una comunicación positiva, porque es muy fácil que nosotros caigamos en un estilo crítico, negativo, de ofensas o de ataque. - Cuarto, tener una actitud positiva frente a la crisis, frente a las situaciones de estrés, la vida cotidiana es muy compleja, el dinero no alcanza, los problemas de salud cada vez están más cercanos a nosotros y hay que desplegar una actitud positiva. - Quinto, que nosotros podamos tener principios y valores en común, que podamos vivir la religiosidad juntos, que logremos de manera ordinaria tener los mismos principios y valores, a partir de lo que dialogamos, lo que leemos, las películas que vemos, para que esto motive una integración familiar. P/ Cómo podemos aprender a escuchar de una manera profunda y asertiva R/ El planteamiento que el común de las personas nos hacemos, es cómo le puedo hacer para escuchar de manera profunda a mis seres queridos: Debemos comprender que hay conductas, hay actitudes, hay acciones que las personas realizamos sin tener la intencionalidad de haberlas aprendido. Nosotros sabemos comer, deglutir el alimento, sabemos ir al baño y eso no requiere de mucho aprendizaje porque la naturaleza nos va marcando el ritmo, pero escuchar es una disposición del alma en la cual yo decido darle importancia a lo que el otro me está diciendo, apreciando el valor de sus palabras y reconociendo sus actitudes. En este contexto, la escucha es una de esas conductas que requieren de tener a alguien que me modele, alguien que primero mide el modelo de que ella me escucha a mí, para luego entonces yo escuchar a los demás. Podríamos decir que el tema de aprender a nadar pues es nadando, el tema de aprender a andar en bicicleta es andando en bicicleta, el camino es convivir con personas que ya tengan el arte de escuchar para nosotros lograr profundizar.

Jue 27 Oct 2022

El Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido

TRIGÉSIMOPRIMER DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO Octubre 30 de 2022 Primera Lectura: Sb 11,22 - 12,2 Salmo: Sal 145(144), 1-2.8-9.10-11.13cd-14 (R. cf. Sab 11,23) Segunda Lectura: 2Ts 1, 11 - 2,2 Evangelio: Lc 19, 1-10. I. Orientaciones para la Predicación Introducción Vamos terminando el año litúrgico y el tono de las lecturas va tomando una perspectiva escatológica. Hoy podemos registrar tres temas fundamentales en las lecturas de este domingo: El Evangelio, con la escena de Zaqueo, y la página sapiencial del Antiguo Testamento nos hablan del perdón de Dios. El salmo, nos anima a todos, que somos pecadores y necesitamos de esta misericordia de Dios, a confiar en él. Y el último tema lo contiene la segunda lectura: Mantenerse firmes y dignos de su vocación en el camino de la fe. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? • Este momento es un ejercicio de búsqueda del sentido, o mejor dicho, de los sentidos que tiene un texto bíblico. Abordemos cada uno de los textos de este domingo resaltando algunos detalles. • El libro de la Sabiduría, uno de los últimos del AT, nos ofrece una reflexión sobre la grandeza de Dios: "el mundo entero es ante ti como un gramo en la balanza" (11,22). Y a la vez su misericordia: "te compadeces de todos porque todo lo puedes... y no aborreces nada de lo que hiciste" (11,23.24). • Su autor resalta que Dios perdona: "a todos perdonas, porque son tuyos, Señor, amigo de la vida" (11,26). A los que hace falta corregirles, lo hace con tolerancia y amor: "corriges poco a poco a los que caen; a los que pecan les recuerdas su pecado, para que se conviertan y crean en ti" (12,2). • El salmo responsorial 145 (144) es una gozosa alabanza al Señor como soberano amoroso y tierno, preocupado por todas las criaturas: "el Señor es clemente y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad... el Señor sostiene a los que van a caer, endereza a los que ya se doblan". • Tesalónica es una ciudad de Grecia, y san Pablo escribe dos cartas a su comunidad cristiana. La segunda, que es la que leeremos durante tres domingos, está llena de recomendaciones para que los de Tesalónica se mantengan firmes y dignos de su vocación en el camino de la fe. • En la segunda lectura el apóstol Pablo nombra la última venida de Cristo y nuestro encuentro con él. Pero a la vez dice que no es inminente, y que nadie se debe alarmar por supuestas revelaciones sobre el final del mundo, "como si afirmáramos que el día del Señor está encima" (2Ts 2,2). • En el Evangelio nos encontramos esta vez no con una parábola, si un hecho que sucedió al llegar Jesús a la ciudad de Jericó, ciudad comercial y rica, muy apta para que los recaudadores de impuestos "prosperen". Zaqueo, "jefe de publícanos y rico" (19,2), se siente movido primero por la curiosidad. Pero luego, la cercanía de Jesús, que se ha autoinvitado a comer en su casa, le toca el corazón y se convierte, sacando unas conclusiones muy concretas para reparar las injusticias que había cometido. • El comentario, gozoso, de Jesús es: "hoy ha sido la salvación de esta casa: también este es hijo de Abrahán" (19,9). Es una ocasión más en las que Jesús, de palabra y de hecho, nos ofrece el retrato de un Dios que perdona. Él mismo, Jesús, "ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido" (19,10) 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? El Papa Francisco Francisco reflexionando sobre la palabra de este día nos dice: “Y Jesús se detuvo, no pasó de largo precipitadamente, lo miró sin prisa, lo miró con paz. Lo miró con ojos de misericordia; lo miró como nadie lo había mirado antes. Y esa mirada abrió su corazón, lo hizo libre, lo sanó, le dio una esperanza, una nueva vida como a Zaqueo, a Bartimeo, a María Magdalena, a Pedro y también a cada uno de nosotros. Aunque no nos atrevemos a levantar los ojos al Señor, Él siempre nos mira primero. Es nuestra historia personal; al igual que muchos otros, cada uno de nosotros puede decir: yo también soy un pecador en el que Jesús puso su mirada. Los invito, que hoy en sus casas, o en la iglesia, cuando estén tranquilos, solos, hagan un momento de silencio para recordar con gratitud y alegría aquellas circunstancias, aquel momento en que la mirada misericordiosa de Dios se posó en nuestra vida. Su amor nos precede, su mirada se adelanta a nuestra necesidad. Él sabe ver más allá de las apariencias, más allá del pecado, más allá del fracaso o de la indignidad. Sabe ver más allá de la categoría social a la que podemos pertenecer. Él ve más allá de todo eso. Él ve esa dignidad de hijo, que todos tenemos, tal vez ensuciada por el pecado, pero siempre presente en el fondo de nuestra alma. Es nuestra dignidad de hijo. Él ha venido precisamente a buscar a todos aquellos que se sienten indignos de Dios, indignos de los demás. Dejémonos mirar por Jesús, dejemos que su mirada recorra nuestras calles, dejemos que su mirada nos devuelva la alegría, la esperanza, el gozo de la vida. (Homilía de S.S. Francisco, 21 de septiembre de 2015). Las lecturas de hoy nos obligan a confrontar nuestras vidas con este retrato de Dios que nos ofrecen los pasajes del AT y el Evangelio. Ante todo, porque también nosotros le damos ocasión a Dios para ejercitar esta misericordia: todos necesitamos su perdón, en varios momentos de nuestra vida. No debemos perder la confianza, si creemos todo eso que han dicho las lecturas sobre cómo es nuestro Dios. Pero también nos interpelan estas lecturas sobre nuestra actitud con respecto a los demás. ¿Somos personas de buen corazón, misericordiosos, fáciles al perdón? ¿o, por el contrario, somos fáciles en la condena, como los fariseos que murmuraban porque Jesús "ha entrado en casa de un pecador"? Deberíamos ser capaces de dar un voto de confianza a las personas, por pecadoras que nos parezcan, de hacerles fácil la rehabilitación a las personas que han dado algún mal paso en su vida, sabiendo descubrir que, por debajo de una posible mala fama, a veces tienen valores interesantes. Pueden ser "pequeños de estatura", como Zaqueo (y seguramente en más de un sentido), pero en su interior -¿quién lo diría?- hay el deseo de "ver a Jesús", y pueden llegar a ser auténticos "hijos de Abrahán". 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? Cada Eucaristía nos ayuda a vivir las dos direcciones de esta palabra. Jesús no se invita a nuestra casa, sino que nos invita a la suya. Nuestra Eucaristía es algo más que recibir, como Zaqueo, la visita del Señor. Es ser invitados por él a entrar en comunión con él mismo, que se ha querido convertir en nuestro alimento de vida. Cada vez sucede lo que sucedió en casa del publicano: "hoy ha sido la salvación de esta casa". Pero, a la vez, la Eucaristía es una escuela práctica en la que aprendemos a ser abiertos de corazón para con los demás. Imitando a ese Dios que quiere la salvación de todos, que no odia a nadie, que "es amigo de la vida", y a ese Jesús que se alegra del cambio de vida de Zaqueo, nosotros, en nuestra celebración, al rezar y cantar juntos y, sobre todo, al participar juntos del Cuerpo y Sangre de Cristo, sea cual sea nuestra raza, formación, edad y condición social, aprendemos a ser más comprensivos con los demás y a perdonar, si es el caso, lo que haya que perdonar. ______________________ Recomendaciones prácticas: • Primero de noviembre. Día de todos los santos. • Dos de noviembre: Conmemoración de los fieles difuntos. II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Sean todos bienvenidos a esta celebración. Una vez más el Señor pone su mirada sobre nosotros y nos invita a compartir alrededor de la mesa de la Palabra y de la Eucaristía que fortalecen nuestra vida de bautizados. Hoy la gratitud hace presencia y nos recuerda cómo el don recibido en lo cotidiano de nuestra vida revela la calidad de nuestro corazón. Participemos de manera plena, activa y consciente. Monición a la Liturgia de la Palabra Los textos bíblicos de hoy nos hablan de la misericordia divina. Es lógico que se repita tanto esta inefable realidad, porque la misericordia de Dios es una fuente inagotable de esperanza y porque nosotros estamos muy necesitados de la clemencia divina. Todos necesitamos que se nos recuerde muchas veces que el Señor es clemente y misericordioso. Escuchemos con atención la Palabra de Dios. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Oremos al Padre misericordioso y presentémosle nuestras peticiones y necesidades. Unámonos diciendo. R. Dios de amor, fortalécenos en tu amor. 1. Por la Iglesia, congregada en este día en torno a la mesa del sacrificio y del banquete del amor, para que alimentada de estos santos misterios sea signo de unidad en medio del mundo. Roguemos al Señor. 2. Por los que gobiernan de las naciones para que la participación en la Eucaristía los haga más solidarios con los más necesitados de sus comunidades. Roguemos al Señor. 3. Por los que sufren, por los enfermos, por los tristes y afligidos, para que la Eucaristía los fortalezca y consuele en sus anhelos y esperanzas. Roguemos al Señor. 4. Por los que aún desconocen o no reconocen la misericordia de Dios, para que encuentren en el camino personas buenas que los animen a hacer parte del rebaño del Señor. Roguemos al Señor. 5. Por todos nosotros, para que dándonos prisa como Zaqueo, dejemos entrar al Señor en nuestra casa y encontremos descanso y consuelo en su corazón misericordioso. Roguemos al Señor. Oración conclusiva Padre Santo, que en Jesús nos has mostrado tu misericordia, atiende estas oraciones que dirigimos a Ti seguros de que no quedará frustrada nuestra esperanza. Por Jesucristo nuestro Señor. R. Amén.

Mié 26 Oct 2022

Dios nos quiere santos

Por: Mons. Ricardo Tobón Restrepo - Tenemos la gracia de prepararnos para la próxima solemnidad de Todos los Santos, que pone ante nosotros la llamada a la santidad mediante el ejemplo de los que han sido signos de la presencia de Dios, con la próxima Beatificación, en la Catedral de Medellín, de la Sierva de Dios María Berenice Duque, tan vinculada a nuestra vida eclesial y pastoral. Además, en este mes, hemos celebrado la memoria de Santa Laura Montoya y del Beato Jesús Emilio Jaramillo, dos grandes modelos de la nueva vida en Cristo, con los que, igualmente, tenemos profundos lazos de amor y de comunión. De esta manera, se nos está recordando de un modo fuerte y cercano lo que ha destacado con autoridad el Concilio Vaticano II: “Todos los fieles cristianos, de cualquier condición y estado, fortalecidos con tantos y tan poderosos medios de salvación, son llamados por el Señor, cada uno por su camino, a la perfección de aquella santidad con la que es perfecto el mismo Padre” (LG,11). Dios no quiere que sus hijos seamos mediocres, que malogremos la existencia, que nos conformemos con pasar frívolamente por la vida sin gozar la elección a ser “irreprochables ante él por el amor” (Ef 1,4). El Papa Francisco ha querido hacer resonar este llamado, encarnándolo en el contexto actual y dirigiéndolo de modo personal a cada uno de nosotros: “Deja que la gracia de tu Bautismo fructifique en un camino de santidad. Deja que todo esté abierto a Dios y para ello opta por él, elige a Dios una y otra vez. No te desalientes, porque tienes la fuerza del Espíritu Santo para que sea posible… En la Iglesia santa y compuesta de pecadores, encontrarás todo lo que necesitas para crecer en santidad. El Señor la ha llenado de dones con la Palabra, los sacramentos, la vida de las comunidades, el testimonio de sus santos y una múltiple belleza que procede de su amor” (G.E. 15). Cuando San Juan Pablo II nos introdujo en este segundo milenio de la era cristiana, invitándonos a mirar hacia adelante y a “remar mar adentro”, nos señaló, extraña y audazmente, la santidad como la primera prioridad pastoral. Y explicó que poner la programación pastoral bajo el signo de la santidad significa vivir la convicción de que, si el Bautismo es una verdadera entrada en la santidad de Dios por medio de la inserción en Cristo y la inhabitación de su Espíritu, es un contrasentido una vida mediocre y una religiosidad superficial. La vida entera de la comunidad eclesial, decía, debe ir en la dirección de este “alto grado” de la vida ordinaria (cf NMI, 31). Quisiera que todos entendiéramos que son múltiples los motivos que hoy nos urgen a comprometernos seriamente en un camino de santidad. Ante todo, la experiencia del amor de Dios, que constatamos en las numerosas gracias que hemos recibido, nos pide no darle largas a una verdadera relación filial con él. Luego, la necesidad de llegar a nuestros hermanos con una evangelización auténtica y con una acción pastoral efectiva reclama que vivamos a fondo el Evangelio, porque no podríamos dar lo que no tenemos. No vale la pena ser una campana que resuena, pero finalmente, por falta del testimonio que exige la evangelización, no lograr nada. En la medida en que se santifica, cada cristiano se vuelve realmente fecundo para el mundo. El momento de cambio y transformación que vive nuestra sociedad y que tiene a tantas personas en la incertidumbre, en la angustia y aun en graves dificultades, nos está pidiendo ser luz, ser sal, ser levadura. Esto resulta imposible si no permitimos que el Espíritu Santo nos configure con Cristo para tener la autenticidad, el entusiasmo, la libertad apostólica, la esperanza y el amor que requiere hoy anunciar el proyecto de Dios. Sin un empeño cotidiano y perseverante por ser santos, no tendremos los recursos para enfrentar el combate contra el mal y contra el maligno que debemos librar cada día, ni lograremos estar despiertos y con las lámparas encendidas para acompañar pastoralmente a nuestros hermanos, en medio de los grandes desafíos del momento actual. Dispongámonos a vivir la Beatificación de la Madre Berenice como un llamado personal y comunitario de Dios a la santidad. Escuchemos que a través del Papa Francisco nos dice: “No tengas miedo de la santidad. No te quitará fuerzas, vida o alegría. Todo lo contrario, porque llegarás a ser lo que el Padre pensó cuando te creó y serás fiel a tu propio ser. Depender de él nos libera de las esclavitudes y nos lleva a reconocer nuestra propia dignidad… No tengas miedo de apuntar más alto, de dejarte amar y liberar por Dios. No tengas miedo de dejarte guiar por el Espíritu Santo. La santidad no te hace menos humano, porque es el encuentro de tu debilidad con la fuerza de la gracia” (GE, 32-34). + Ricardo Tobón Restrepo Arzobispo de Medellín