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Iglesia

Jue 15 Sep 2022

16 de septiembre | Lectura del santo Evangelio según san Lc 8, 1-3

EN aquel tiempo, Jesús iba caminando de ciudad en ciudad y de pueblo en pueblo, proclamando y anunciando la Buena Noticia del reino de Dios, acompañado por los Doce, 2 y por algunas mujeres, que habían sido curadas de espíritus malos y de enfermedades: María la Magdalena, de la que habían salido siete demonios; 3 Juana, mujer de Cusa, un administrador de Herodes; Susana y otras muchas que les servían con sus bienes. Palabra del Señor.

Jue 15 Sep 2022

Así vivió la Diócesis de Cúcuta la 35° versión de la ‘Semana por la Paz’

Este año, la Diócesis de Cúcuta animó la Semana por la Paz, con el lema del proceso pastoral de la Jurisdicción para el mes de septiembre: “El amor todo lo puede, sigamos adelante”, unido igualmente al propuesto a nivel nacional: “Territorios en movimiento por la paz, reconociendo, resignificando y reivindicando”. Desde el año 1987 se conmemora la ‘Semana por la Paz’, un espacio en el que, como Iglesia Católica, se resalta la importancia de este don de Dios precioso para toda la humanidad, a través de actividades que permiten romper barreras individualistas a cambio de un pensamiento colectivo que construya el bien común. La Semana por la Paz, nace en el marco del ‘Programa por la paz’ de la Compañía de Jesús, con el objetivo de mantener viva en el seno de la sociedad colombiana la idea de solución política al conflicto armado interno, e incentivar la construcción de paz por parte de la sociedad, desde cada uno de los municipios y regiones del país. Esto en compañía de Redepaz y el Secretariado Nacional de Pastoral Social Cáritas Colombiana. Como lo menciona monseñor José Libardo Garcés Monsalve, obispo de la Diócesis de Cúcuta, “la misión de Nuestro Señor Jesucristo en esta tierra, fue conducirnos a la paz, reunir a los que están dispersos y divididos, y establecer la paz entre los que crean división”. Con estas palabras del prelado, como Iglesia particular, la Diócesis de Cúcuta a través de la Corporación de Servicio Pastoral Social (COSPAS), del 4 al 11 de septiembre desarrolló la Semana por la Paz, desde diferentes espacios de participación que permitieron no solo encontrarse como Iglesia, sino como hermanos con un mismo fin: la búsqueda de la paz. Durante esta semana se llevaron a cabo foros, conversatorios y espacios radiales (a través de la Emisora Vox Dei), donde se trataron temáticas sobre la paz territorial, el reconocimiento de las víctimas en su dignidad, la reconstrucción de memoria histórica, el reconocimiento como reconciliación, y la resignificación de la vida en Cristo para construir paz desde el amor. Además, se adelantaron actividades de integración que llevan a construir paz, como la visita al Salón de la Memoria en la Biblioteca Pública Julio Pérez Ferrero, donde asistieron personas de diversas instituciones, incentivando el conocimiento de la historia del conflicto armado, para la no repetición; y el ciclopaseo, que permitió desde el deporte, unirse como hijos de Dios. En el desarrollo de cada encuentro se recordaba las enseñanzas del obispo de Cúcuta, quien afirma que “debemos aceptar que la paz es una responsabilidad de todos, y es compromiso aceptarla como propia y extenderla a los hermanos”. En el marco de la Semana por la Paz también fueron partícipes miembros de las instituciones de educación superior de la ciudad, como la Universidad Francisco de Paula Santander (UFPS), la Universidad de Santander (UDES) y la Universidad Simón Bolívar (Unisimón); miembros de organizaciones de cooperación internacional en la región como la Misión de Verificación para las Naciones Unidas y la Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia (MAPP-OEA); y la Agencia de Cooperación Cáritas Alemana, desde su proyecto PARTICIPAZ que incide en el municipio de Sardinata, región del Catatumbo, desde donde se busca promover el desarrollo humano integral, fundamentado desde la Doctrina Social de la Iglesia, a organizaciones de base comunitaria de la región del Catatumbo, fortaleciendo sus estructuras, y promoviendo acciones desde lo político, y socioeconómico que construyen paz y el tejido social afectado por el conflicto armado a lo largo de los años. Este proyecto centra su objetivo en la búsqueda del bien colectivo, y tiene retos importantes como la reconstrucción del tejido social afectado por el conflicto a lo largo del tiempo, a través de asociaciones productivas que Participaz ha guiado en todo su proceso de formación y comercialización, lo que ha sido una oportunidad laboral para muchas familias productivas, en donde no se da cabida para la ilegalidad; al igual que su trabajo con las Juntas de Acción Comunal, a las que brindaron acompañamiento con ciclos formativos y ser legalmente constituidas. Ahora tanto asociaciones como Juntas de Acción Comunal del municipio de Sardinata y corregimientos aledaños, van tras el bien común y la consolidación de la paz territorial. Desde la Diócesis de Cúcuta y la Pastoral Social, para el trabajo de la evangelización de lo social, continúa el reto de motivar a las comunidades a seguir practicando el ejercicio de la paz desde la dinámica de avanzar hacia los valores de la Doctrina Social de la Iglesia, donde hay que dejar entrar las virtudes al corazón para que, desde la fe, la esperanza y la caridad se procuren ambientes de paz. Como menciona Monseñor Héctor Fabio Henao Gaviria, delegado de la Conferencia Episcopal de Colombia para las relaciones Iglesia-Estado, “la Iglesia cumple el rol de acompañar y apoyar los procesos de paz en las comunidades”; siendo un puente para que las negociaciones avancen, ya que desde el sentido pastoral, la Iglesia genera un clima de confianza, transparencia, respeto y democracia. Desde estos valores se logra transformar el país que todos los colombianos anhelan. Fuente: Centro de comunicaciones Diócesis de Cúcuta

Mié 14 Sep 2022

No pueden servir a Dios y al dinero

VIGÉSIMOQUINTO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO Septiembre 18 de 2022 Primera Lectura: Am 8, 4-7 Salmo: Sal 113(112), 1-2.4-6.7-8 (R. 9, 19a) Segunda Lectura: 1Tm 2, 1-8 Evangelio: Lc 16, 1-13 I. Orientaciones para la Predicación Introducción El Dios altísimo que se abaja para mirar su creación, para levantar lo que está por el suelo, nos ejemplifica para fomentar el bien de todos desinteresadamente, especialmente de los necesitados. En la liturgia de este domingo, la Iglesia acoge el mensaje del Señor, que manifiesta su benevolencia hacia los pobres y rechaza la instrumentalización de estos, ello no implica de ninguna forma el desprecio de quienes han sido constituidos en autoridad, porque Él quiere que todos los hombres se salven. El Directorio Homilético, respecto del mensaje de los textos sagrados correspondientes a este día, propone algunas líneas de meditación, por ejemplo: el llamado al «amor a los pobres», la insistencia en que «nadie puede servir a dos señores [Dios y el dinero]» y la importancia de «orar en favor del otro, no por los propios intereses» (cf, Directorio Homilético, Apéndice I, ciclo C, Vigésimo quinto domingo del Tiempo Ordinario). 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? La lectura de la profecía de Amós (Am 8,4-7) está inserida en el contexto propio de algunos capítulos que transmiten las consecuencias negativas que sobrevendrían al pueblo de Samaria por sus conductas corruptas, si bien siempre con la apertura al anuncio de la restauración que vendrá por el Mesías. Con esta claridad, el Señor advierte, por medio del profeta, que no olvidará jamás la instrumentalización de los necesitados, concretamente en el rechazo de los pobres y en la eliminación de los humildes de la nación (v. 4), en el robo de estos por medio del precio de usura, de la medida fraudulenta de su alimento básico, el grano (v. 5), y del usarlos aprovechando su situación de indigencia (v. 6). El contenido del salmo de respuesta (Sal 112,1-2. 4-6. 7-8) continúa la defensa del pobre en medio del llamado a la alabanza divina por la compasión del Señor (vv. 1-2), que se abaja desde su posición “altísima” para mirar su creación (vv. 4-6); esa concepción tiene una repercusión en el ámbito social, a saber, el rescate de la fama del pobre ante la situación de los más favorecidos, los príncipes de su pueblo (vv. 7-8). La segunda lectura, tomada del capítulo segundo de la Primera carta a Timoteo, propone «que se hagan oraciones por toda la humanidad a Dios, que quiere que todos los hombres se salven»; sin embargo, es cierto que algún contenido del pasaje puede estar ligado, en el contexto litúrgico, a los pasajes anteriores, como el llamado a la unidad en la oración para superar las iras y las divisiones (v. 8) con la mediación de Cristo, que vino a la humanidad para la salvación de todos, evitando el desprecio de los favorecidos, los reyes y de aquellos que han sido constituidos en autoridad, en eminencia (v. 2). El pasaje evangélico de Lucas (Lc 16,1-13) tiene como enseñanza principal, e intencionalmente en afinidad con la primera lectura y el salmo que la sigue, una sentencia del Señor: «no pueden servir a Dios y al dinero» (v. 13). La fidelidad en el uso de las cosas de este mundo, es ampliada por mucho con la fidelidad al Señor, para ello se propone el ejemplo negativo del administrador o mayordomo de los bienes de un hombre rico que, habiendo conocido la noticia de su despido a causa del despilfarro de los haberes del patrón, se dedica a ganarse injustamente el aprecio de los deudores de su amo rebajándoles la deuda (vv. 1-7). Si bien lo anterior es reprochable, porque es una muestra de astucia inmoral («mayordomo malo», v. 8), esta sagacidad debería ser implementada, en cambio, para buscar la fidelidad al Señor (cf. vv. 10-13). 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? La Sagrada Escritura, como sabemos, no da una calificación inmoral al dinero en sí mismo, como tampoco al salario devengado como fruto del trabajo o a las riquezas, que pueden crecer a lo largo de la vida, en cambio rechaza, desde el Antiguo Testamento, el dar el corazón a los bienes, el uso de los mismos para obras de injusticia y el ser faltos de compasión con los más necesitados, por mencionar un poco. Justamente en el día del Señor, memoria de la Resurrección, pensemos como el dinero, en este mundo, puede pretender quitarle el señorío a Dios. El día de la Resurrección de Jesucristo, «los guardias, los soldados, que estaban en el sepulcro para no dejar que vinieran los discípulos y llevarse el cuerpo, le han visto: le han visto vivo y resucitado. Los enemigos le han visto, y después han fingido que no le habían visto. ¿Por qué? Porque fueron pagados. Aquí está el verdadero misterio de lo que Jesús dijo una vez: “Hay dos señores en el mundo, dos, no más: dos. Dios y el dinero. Quien sirve al dinero está contra Dios”. Y aquí está el dinero que hizo cambiar la realidad. Habían visto la maravilla de la resurrección, pero fueron pagados para callar» (FRANCISCO, Audiencia general 31 de marzo de 2021). En el salmo, el orante, eleva a Dios su alabanza porque se fija en la humillación de los marginados para enaltecerlos ante los poderosos del mundo; esto es cuánto ha hecho con su Hijo Jesucristo, con María su Madre y con la multitud de los fieles. Esta actitud divina del abajamiento a la miseria humana, para levantar al necesitado, es una motivación a la caridad efectiva también en el ámbito de la celebración, en la que se comparte la mesa común de la Palabra y de la Eucaristía. El cristiano tiene ante sí, en esta celebración, la evidencia de la injusticia e inequidad existentes en el mundo, la urgencia de la caridad y el rechazo al odio de clases, que es promovido por algunos sectores de la sociedad. De hecho, la instrucción de la Iglesia para la propuesta de las intenciones que debiera contener la oración de los fieles, incluye la oración por los que gobiernan y por la salvación de todos los hombres, por la humanidad (cf. Sacrosanctum Concilium, 53; IGMR 70). 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? Esta oración nos puede ayudar a interiorizar lo propuesto por la selección de textos presentados en la liturgia de la Palabra y a suplicar lo que necesitamos para vivir con mayor compromiso la misión: «Oh Padre, que nos llamas a amarte y servirte como único Señor, ten piedad de nuestra condición humana; sálvanos de la codicia de las riquezas y concédenos que, levantando al cielo manos libres y puras, te demos gloria con toda nuestra vida». El señorío único de Dios, pensemos, implica amar y respetar su voluntad respecto de los más necesitados y acatar su advertencia sobre el riesgo de permitir al apego al dinero avanzar sobre el “espacio” que corresponde únicamente a él, el de la adoración. Para contemplar nos pueden servir las imágenes que tenemos por proximidad con la celebración del domingo anterior, del Dios que rescata lo perdido («levanta de la basura al pobre») incluso cuando “tiene más”, porque cada uno es importante para Él: recordemos el gozo que experimenta quien recupera una oveja perdida, aun teniendo cien; el gozo de la mujer que encuentra una moneda (dracma) perdida, aun teniendo diez; y el gozo del padre que recupera a su hijo perdido, aun teniendo otro, porque aquel había partido de la casa paterna y de su tierra a dilapidar la herencia reclamada al padre y esto es perdición. El Señor no está de acuerdo con divisiones e iras entre los que conformamos la humanidad, en cambio nos impulsa a la fraternidad solidaria. La promoción de los marginados y el rechazo a la injusticia, siempre en el amor a cada miembro de la familia humana, es un reflejo del encuentro con Jesucristo en nuestra vida. _______________________ Recomendaciones prácticas: • Día del Migrante II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Hemos sido congregados por el Señor, para vivir este encuentro de unidad por excelencia, para tomar parte en la mesa común de los hermanos, para comulgar con el santo alimento de la Palabra y de la Eucaristía; esto nos impulsa a abandonar toda actitud que encubra la desigualdad y la injusticia, a buscar la hermandad en medio de la tentación propuesta por la división. ¡Únicamente en Dios está la salvación para todos! Monición a la Liturgia de la Palabra En la santa Palabra, que ahora será proclamada, Dios manifiesta su voluntad, aquella que nos orienta; acojámosla, pues es verdadera riqueza que nos impulsa a dar gloria al Señor con nuestras vidas, en obras de justicia y caridad. ¡Atentos! Oración Universal o de los Fieles Presidente: Amados hermanos y hermanas, elevemos súplicas y oraciones a Dios, nuestro Salvador, que quiere que todos los hombres se salven y pidamos, por la mediación única de su amado Hijo Jesucristo, que nos asista con su Espíritu para pedir como conviene. R. Señor, socorre a tu pueblo. 1. Por la santa Iglesia, para que venciendo cualquier tentación mundana se dedique a la edificación de tu Reino en las obras del amor y la justicia. Oremos. 2. Por los gobernantes y cuantos han sido constituidos en autoridad, para que sean genuinos administradores del bien común en sus diversas formas y luchen contra la marginación de los menos favorecidos Oremos. 3. Por los que sufren aflicción a causa de enfermedades o pruebas, para que reciban tu consuelo y valentía, respaldados por nuestra cercanía y misericordia. Oremos. 4. Por nuestra comunidad parroquial, para que se nos conceda el llevar adelante la vida sin descuidar las necesidades del prójimo en servicio humilde a sus necesidades. Oremos. 5. Por los migrantes, refugiados y personas desplazadas, para que puedan encontrar comunidades seguras y amorosas, así como la oportunidad de salir adelante. Oremos. Oración conclusiva Dios omnipotente y eterno, Tú que eres el único Señor y quieres ser amado, sobre todo, escucha las oraciones de tu pueblo para que cumplamos plenamente tu voluntad. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén.

Mié 14 Sep 2022

15 de septiembre | Lectura del santo Evangelio según san Lc 7, 36-50

EN aquel tiempo, un fariseo rogaba a Jesús que fuera a comer con él y, entrando en casa del fariseo, se recostó a la mesa. 37 En esto, una mujer que había en la ciudad, una pecadora, al enterarse de que estaba comiendo en casa del fariseo, vino trayendo un frasco de alabastro lleno de perfume 38 y, colocándose detrás junto a sus pies, llorando, se puso a regarle los pies con las lágrimas, se los enjugaba con los cabellos de su cabeza, los cubría de besos y se los ungía con el perfume. 39 Al ver esto, el fariseo que lo había invitado se dijo: «Si este fuera profeta, sabría quién y qué clase de mujer es la que lo está tocando, pues es una pecadora». 40 Jesús respondió y le dijo: «Simón, tengo algo que decirte». Él contestó: «Dímelo, Maestro». 41 «Un prestamista tenía dos deudores: uno le debía quinientos denarios y el otro cincuenta. 42 Como no tenían con qué pagar, los perdonó a los dos. ¿Cuál de ellos le mostrará más amor?». 43 Respondió Simón y dijo: «Supongo que aquel a quien le perdonó más». Y él le dijo: «Has juzgado rectamente». 44 Y, volviéndose a la mujer, dijo a Simón: «¿Ves a esta mujer? He entrado en tu casa y no me has dado agua para los pies; ella, en cambio, me ha regado los pies con sus lágrimas y me los ha enjugado con sus cabellos. 45 Tú no me diste el beso de paz; ella, en cambio, desde que entré, no ha dejado de besarme los pies. 46 Tú no me ungiste la cabeza con ungüento; ella, en cambio, me ha ungido los pies con perfume. 47 Por eso te digo: sus muchos pecados han quedado perdonados, porque ha amado mucho, pero al que poco se le perdona, ama poco». 48 Y a ella le dijo: «Han quedado perdonados tus pecados». 49 Los demás convidados empezaron a decir entre ellos: «¿Quién es este, que hasta perdona pecados?». 50 Pero él dijo a la mujer: «Tu fe te ha salvado, vete en paz». Palabra del Señor.

Mié 14 Sep 2022

14 de septiembre | Lectura del santo Evangelio según san Lc 7, 31-35

EN aquel tiempo, dijo el Señor: 31 «¿A quién, pues, compararé los hombres de esta generación? ¿A quién son semejantes? 32 Se asemejan a unos niños, sentados en la plaza, que gritan a otros aquello de: “Hemos tocado la flauta y no han bailado, hemos entonado lamentaciones, y no han llorado”. 33 Porque vino Juan el Bautista, que ni come pan ni bebe vino, y dicen: “Tiene un demonio”; 34 vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: “Miren qué hombre más comilón y borracho, amigo de publicanos y pecadores”. 35 Sin embargo, todos los hijos de la sabiduría le han dado la razón». Palabra del Señor

Mié 14 Sep 2022

COPA DE LA FE 2022: Sacerdotes de todo el país se preparan para participar en este torneo de fútbol

Más de 500 sacerdotes en representación de 24 jurisdicciones eclesiásticas del país y del exterior, han iniciado ya sus entrenamientos para participar en la séptima versión del campeonato "Copa de la Fe", evento futbolístico organizado por la Conferencia Episcopal de Colombia. El torneo que se desarrollará en Bogotá en el complejo recreativo y deportivo de Compensar, del 10 al 14 de octubre, cuenta para este año con el lema, “Caminemos juntos por la Copa de la Fe”. Sus organizadores han resaltado que este evento busca “promover la fraternidad sacerdotal, la solidaridad, la sana convivencia y un encuentro cercano entre la iglesia y los feligreses, transmitiendo a Cristo a través del deporte”. Como en las ediciones anteriores, el único requisito para participar en el torneo es ser sacerdote vinculado a alguna de las jurisdicciones eclesiásticas del país –o de otros países–, aunque este requerimiento no aplica para los directores técnicos. Los equipos inscritos para el torneo son de las siguientes jurisdicciones eclesiásticas: Las Arquidiócesis de Bogotá, Barranquilla, Bucaramanga, Cartagena, Ibagué, Medellín, Popayán, Santa Fe de Antioquia y Villavicencio; las Diócesis de Arauca, Cúcuta, Duitama - Sogamoso, Facatativá, Garzón, Girardot, Ipiales, Montería, Socorro y San Gil, Sonsón Rionegro, Pasto, Valledupar, Zipaquirá; el Vicariato Apostólico de Guapi; y la Arquidiócesis de Guadalajara - México. También se unirán al equipo de Arauca, diez sacerdotes procedentes de la Arquidiócesis de Quito. Evangelizar a través del deporte Para la Iglesia colombiana, la Copa de la Fe se ha convertido en un signo visible de la pastoral sacerdotal y de la evangelización a través del deporte. Fruto de ello, son las versiones que se han realizado del campeonato en Bogotá (2013, 2015 y 2016), en Cali (2014), en Cúcuta (2018) y en Chiquinquirá (2019) con la participación de unos 2.800 sacerdotes, en total. Iniciativas ligadas a la "Copa de la Fe" Una iniciativa unida al torneo, será la visita que los sacerdotes-futbolistas realizarán a varias Universidades de Bogotá, para vivir unas “jornadas vocacionales”, allí estarán interactuando con los estudiantes de los claustros educativos con el fin de escucharlos, compartir y ofrecer el sacramento de la reconciliación. Si alguna Universidad o Instituto Superior en Bogotá está interesado en invitar a su recinto a los sacerdotes que proceden de las diversas realidades del país, pueden contactarse al número 3163030264, con el padre César Carrillo, Coordinador de la pastoral vocacional para la Arquidiócesis de Bogotá. Sorteo para la definición de los grupos Así también, este próximo viernes 16 de septiembre se realizará el sorteo que definirá como quedarán conformados los gruposen los que se organizarán los 24 equipos diocesanos participantes. El sorteo se transmitirá a través del canal de Cristovisión a las 7:00 p.m., donde estarán como testigos algunos representantes de los equipos.

Mar 13 Sep 2022

Obispo de Vélez rechaza asesinato de la familia Díaz Pineda

Tras el asesinato de una familia en el municipio de Landázuri, Santander, el obispo de Vélez, Marco Antonio Merchán Ladino, a través de un comunicado lamentó los hechos y se solidarizó con familiares de las víctimas. “Rechazamos todo tipo de violencia en contra de la vida humana y de la familia (...) Manifestamos nuestro dolor, solidaridad y acompañamiento a la familia Díaz Pineda y demás víctimas de estos hechos”. En su mensaje advirtió que no es posible que, la codicia, el egoísmo y el odio lleven al detrimento de la dignidad humana, por lo que rechazó todo tipo de violencia y pidió se respete la vida de toda persona. “Como Iglesia hacemos un llamado a rechazar todo tipo de violencia, proclamando el valor de la vida humana por encima de intereses egoístas y materiales”. Hizo un llamado a los organismos gubernamentales y de control a nivel municipal, departamental y nacional para “que hagan una presencia real y operante de modo que se brinden las garantías necesarias para la paz y la convivencia de la región”. Finalmente, aseguró que como Iglesia seguirán haciendo presencia en estos territorios para acompañar a las comunidades y convocaron a la comunidad parroquial de la diócesis para que se intensifique la oración pidiendo por la paz y la defensa de la vida. Como gesto de solidaridad con la comunidad y pidiendo por el eterno descanso de los fallecidos, el día viernes 16 de septiembre a las 10:30 a.m., monseñor Marco Antonio Merchán Ladino, presidirá una eucaristía en el caserío Plan de Armas, cerca del lugar de los acontecimientos y que hace parte de la Parroquia San Juan María Vianney de Miralindo, zona rural del municipio Landázuri. Contexto Según las versiones, cinco personas ingresaron a la vivienda del profesor Álvaro Díaz Pineda, ubicada en la vereda Buenos Aires, zona rural del municipio, en el sector conocido como Miralindo, allí lo atacaron a él, a su esposa Luiden Acuña Pérez, a su hija Karen Julieth Díaz Acuña (13 años) y a su hijo Juan Sebastián Díaz Acuña. DESCARGAR COMUNICADO

Mar 13 Sep 2022

13 de septiembre | Lectura del santo Evangelio según san Lc 7, 11-17

EN aquel tiempo, iba Jesús camino de una ciudad llamada Naín, y caminaban con él sus discípulos y mucho gentío. 12 Cuando se acercaba a la puerta de la ciudad, resultó que sacaban a enterrar a un muerto, hijo único de su madre, que era viuda; y un gentío considerable de la ciudad la acompañaba. 13 Al verla el Señor, se compadeció de ella y le dijo: «No llores». 14 Y acercándose al ataúd, lo tocó (los que lo llevaban se pararon) y dijo: «¡Muchacho, a ti te lo digo, levántate!» 15 El muerto se incorporó y empezó a hablar, y se lo entregó a su madre. 16 Todos, sobrecogidos de temor, daban gloria a Dios diciendo: «Un gran Profeta ha surgido entre nosotros», y «Dios ha visitado a su pueblo». 17 Este hecho se divulgó por toda Judea y por toda la comarca circundante. Palabra del Señor.