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Jornada Mundial de la Paz

Lun 31 Dic 2018

Descarga el mensaje de la 52 Jornada Mundial de la Paz

Es el título del Mensaje para la 52° Jornada Mundial de la Paz, que se celebra el próximo 1 de enero de 2019, en el marco de la Solemnidad de Santa María Madre. En el texto publicado el 18 de diciembre, el Papa Francisco insiste en que “la política es un vehículo fundamental para edificar la ciudadanía y la actividad del hombre, pero cuando aquellos que se dedican a ella no la viven como un servicio a la comunidad humana, puede convertirse en un instrumento de opresión, marginación e incluso de destrucción”. En este sentido, el Santo Padre reitera la importancia del “compromiso por el bien común”, que “cuando está inspirado por la caridad, tiene una valencia superior al compromiso meramente secular y político”. La función y la responsabilidad política, agrega, “constituyen un desafío permanente para todos los que reciben el mandato de servir a su país, de proteger a cuantos viven en él y de trabajar a fin de crear las condiciones para un futuro digno y justo”. Finalmente, al enfatizar que la “buena política está al servicio de la paz”, señala que este es su deseo para el año nuevo: “Paz a esta casa”, que se traduce en la paz que debe germinar en las familias, las comunidades y en el cuidado del entorno, de nuestra Casa Común. Descarga el mensaje completo

Sáb 29 Dic 2018

Política y Paz

Por: Mons. Ismael Rueda Sierra - El tema de la jornada mundial de la paz 2019 dirigido por el papa Francisco, como es usual el 1.º de enero de cada año, aborda un tema que puede ser recurrente por lo esencial pero como ocurre en el pensamiento social de la Iglesia, busca provocar y conmover el discernimiento hacia la paciente y perseverante construcción de la paz y dar un paso adelante en el compromiso de construirla. Este año el papa, inspirado en el saludo misionero indicado por Jesús a sus enviados, “Paz a esta casa” (Lc 10,5) como modo apropiado de “abrir camino” en el anuncio del Evangelio, propone el tema de la profunda relación que existe entre la paz y el ejercicio de la buena política. La casa a la que llega este anuncio es en primer lugar, cada persona y toda persona, así como también cada familia, cada comunidad, cada país, cada continente y el mismo planeta que como lo ha mencionado en otras intervenciones, es nuestra “casa común”, con la propia historia y características de cada uno (Cfr. JM, 1). A sabiendas de que es tan frágil la construcción de la paz, advierte Francisco de entrada, que “la búsqueda de poder a cualquier precio lleva al abuso y a la injusticia” lo cual representa la antítesis de la política, diríamos con mayúscula, que busca el bien común lejos de toda corrupción o imperio del individualismo y los intereses personales. La buena política por tanto, como desafío permanente, entendida ésta como servicio, a ejemplo de Jesús, en cuanto forma sublime de realizar la caridad, luchará por defender la vida, la libertad y la dignidad de las personas en busca de un futuro también justo para todos.(Cfr.2) Pero sería difícil construir la paz desde la dimensión política y en favor de los derechos humanos si no está acompañada de otras virtudes que confluyen en la caridad como son “la justicia, la equidad, el respeto mutuo, la sinceridad, la honestidad, la fidelidad.”. Aquí menciona el papa las “bienaventuranzas del político”, citando al cardenal vietnamita Francois-Xavier Nuyen Van Thuan, añadiendo así otras virtudes como la credibilidad, interés por los demás, coherencia, unidad, búsqueda de cambio y capacidad de escuchar y no tener miedo (Cfr. #3). Lamentablemente existen también los vicios de la política, o sea la mala política, a veces por ineptitud de las personas que quieren ejercerla o por la deformación en los ambientes donde se aplica. La corrupción, en sus diversas expresiones y derivados es sin duda, la principal. La ilegalidad, el enriquecimiento ilícito, el poder mediante la fuerza, el racismo, xenofobia y la depredación del medio ambiente, entre otros, la completan. A los vicios se añade la preocupación por la amenaza constante de la guerra, con sus consecuencias de intimidación, miedo y la proliferación incontrolada del armamentismo que, como siempre, victimiza a los más vulnerables. (Cfr.4;6) El Santo Padre no omite su preocupación, por las nuevas generaciones que han de heredar una buena o mala política, a sabiendas que son los jóvenes y los niños los encargados de consolidar auténticos proyectos de paz para el futuro. Si son marginados, obviamente el futuro está en peligro, si ganan en confianza para participar y aplicar sus propios carismas y capacidades, hay una segura esperanza. (Cfr.5) Para construir la paz con responsabilidad política, que se ha de fundar en el derecho y el diálogo sincero entre sus actores, se necesita, por una parte, de un gran proyecto fundado en la “recíproca responsabilidad y la interdependencia de los seres humanos” pero también requiere una conversión del corazón que se expresa en tres dimensiones que no se pueden separar: la paz con nosotros mismos, la paz con el otro y la paz con la creación. Y la política de la paz se inspira también en María, Reina de la paz cuando en el Magníficat canta la misericordia de Dios que “llega a sus fieles de generación en generación” (Lc 1,50). (Cfr.7) Con mi fraterno saludo de paz. + Ismael Rueda Sierra Arzobispo de Bucaramanga

Mar 3 Ene 2017

Obispo de Duitama recuerda que la paz es un compromiso de todos

En el marco de la Jornada Mundial de la Paz el obispo de Duitama Sogamoso, monseñor Misael Vacca Ramírez invitó a los colombianos a no responder la violencia con violencia y más bien ser artesanos de la reconciliación y la paz. El prelado, inspirado en el mensaje de este año que titula “La No-Violencia: un estilo de política para la paz”, explicó que el Papa nos inspira a construir paz de forma colectiva e individual. En sintonía con el contexto nacional, advirtió que los acuerdos de la Habana no conseguirán por sí solos la paz, sino que ésta debe llegar producto del esfuerzo, la comprensión, la fraternidad y la solidaridad.

Lun 2 Ene 2017

Obispo de Santa Rosa de Osos anima un 2017 sin violencia

En el marco de la Jornada Mundial de la Paz que se celebra este 1 de enero, el obispo de Santa Rosa de Osos, monseñor Jorge Alberto Ossa Soto, invitó a los colombianos a cultivar actitudes de no violencia a través de una sana convivencia, el reconocimiento de que el otro es mi hermano y que todos somos hijos de Dios. “La no violencia es una actitud del cristiano que comienza en reconocer que todos somos parte de la gran familia humana y donde debemos querernos, tratarnos como hermanos y solucionar las diferencias de forma pacífica”, afirmó el prelado. Monseñor Ossa Soto recordó que la no violencia es una actitud evangélica porque busca hacer el bien más allá de lo que se hace normalmente. En esa línea, afirmó que la no violencia es una actitud revolucionaria porque suprime los valores que impone el mundo y anima para que los creyentes respondamos las ofensas con amor, perdón y misericordia. Finalmente invitó para que el 2017 los creyentes contribuyan a construir una patria con base al perdón, la reconciliación y la acogida del hermano. Imagen tomada de Internet

Vie 1 Ene 2016

Desterremos cinco actitudes para alcanzar la paz

Hay que quitarse 5 actitudes para lograr ambientar la paz en el país, ha sugerido monseñor Luis Augusto Castro Quiroga, presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, en un mensaje con motivo de la Jornada Mundial de la Paz que se celebra el próximo 1 de enero. En sintonía con el mensaje denominado: “No ser indiferentes ante la Paz”, que el papa Francisco ha compartido para esta jornada, el prelado ha citado la ignorancia, el cansancio, la impotencia, el insomnio y la inviabilidad como actitudes que se deben erradicar para alcanzar la paz en nuestro país. Monseñor Castro Quiroga pidió que los colombianos debemos esforzarnos por entender y conocer los grandes problemas que causan la falta de paz. “Debemos hacer el esfuerzo para que en ciertos estratos se conozca mejor el sufrimiento que miles de colombianos tienen, particularmente en el área rural”, acotó el prelado. Para el jerarca, el cansancio y la impotencia son dos actitudes que debemos cambiar. Al referirse al primero ha hecho referencia al aburrimiento y el desgaste que genera este tema. Sobre la impotencia, explicó que muchos colombianos se preguntan: ¿quién soy yo para acabar con la violencia? Frente a ello, recordó que todos podemos hacer grandes o pequeñas cosas para alcanzar la paz en el país. El obispo hizo un llamamiento para no dejemos de soñar por un país nuevo y en paz. Ha dicho que este insomnio no debe habitar en los corazones de los colombianos. Finalmente, pidió que se derrote la actitud de inviabilidad que algunos colombianos miran en la paz. Pidió una actitud positiva y urgente para acabar con la violencia que aqueja hace más de 50 años al país.

Lun 28 Dic 2015

El niño Dios es artífice de la Paz

Acerquémonos al Banquete que el Señor nos sirve en la Mesa de su Palabra, para acoger la bendición dada a la humanidad en su Hijo, Palabra eterna del Padre, que ha entrado en el mundo por obra del Espíritu en María, Madre de Dios y Madre de todos los hombres. Este pequeño niño que contemplan los pastores en la gruta de Belén, es el artífice de la paz verdadera y duradera. Lecturas [icon class='fa fa-play' link=''] Primera Lectura: Números 6,22-27[/icon] [icon class='fa fa-play' link=''] Salmo de respuesta: 67(66),2-3.5.6+8[/icon] [icon class='fa fa-play' link=''] Segunda Lectura: Gálatas 4,4-7[/icon] [icon class='fa fa-play' link=''] Evangelio: Lucas 2,16-21[/icon] [icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link='']CONTEXTO BÍBLICO[/icon] Llegamos a este día para proclamar nuestra fe en Aquel que es verdadero Dios y verdadero hombre. Él es la bendición del Padre para toda la humanidad, que se ha realizado con la entrada del Verbo eterno en este mundo, tramite la maternidad de María y que, al igual que los pastores, nosotros somos invitados a acercarnos hasta Él para adorarlo como a nuestro Salvador. Los sacerdotes de la antigua alianza, alentados por Moisés, han proclamado: “el Señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro sobre ti y te conceda su favor”; así mismo proclama la Iglesia y hoy venidos adorarlo, porque todo los anuncios han llegado a plenitud en el pesebre, allí la Buena Nueva nos es presentada por una Madre y un padre, como “el niño acostado en el pesebre”. Contemplarle, llena la existencia de estos humildes hombres de un gozo desbordante, confirmándoles que lo dicho por los mensajeros divinos es verdad. Dios no miente, no se margina de la vida de los que ama, sobre ellos derrama con desbordante bondad su favor. Pablo nos resume toda esta verdad en una confesión que en su sencillez refleja una profunda densidad: “cuando se cumplió el tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer”. Así testimonia que lo acontecido en el pesebre es obra divina, haciéndonos ver como parte del diseño salvador la Encarnación del Verbo y la maternidad de María. En una y otra acción resplandece la bendición divina, para que todos nosotros fuésemos rescatados y viniéramos a ser “hijos por adopción”, capacitándonos para proclamar en fuerza del Espíritu, que Dios es nuestro Padre. [icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link='']CONTEXTO SITUACIONAL[/icon] El regocijo de la Iglesia por el don otorgado nos hace estallar en cánticos de alabanza y reconocimiento de la gloria divina. No se trata de una fiesta entre muchas, es la Fiesta con mayúscula, el Sol de la Justicia brilla reluciente en el hoy de nuestra historia. Ha venido al mundo nuestra paz y reconciliación, a pesar de nuestro pecado, Dios ha fijado su mirada en nosotros y nos ha bendecido, tomando nuestra carne en el seno virginal de la Bienaventurada Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra. En este año de la misericordia, la pacificación es el fruto de la intervención divina, que no quiere a sus hijos viviendo lejos del abrazo paternal del amor, por eso se nos invita a llegar con confianza a Aquel que se ha compadecido de nuestros extravíos, de nuestras miserias, de nuestras pobrezas. No quiere ser el Dios distante, frío, indiferente, pues tiene un corazón que se conmueve ante la desnudes que origina en nosotros el pecado y, nos recoge entre sus manos para sanar nuestras heridas, fortalecer nuestra fragilidad, acompañar nuestra camino. La paz es don divino y esfuerzo humano, ha indicado en reiteradas ocasiones nuestra Madre la Iglesia, ella viene de la contemplación del misterio divino, de la admiración ante su obra, para desembocar en una entrega generosa de nuestro ser. María se extasía ante el recién nacido y, solo atina, guardar todo en su corazón. Esta actitud contemplativa de María antes que quietud, es respuesta de compromiso, adquiriendo fuerza aquellas palabras proclamadas por la Virgen al momento de la anunciación: “hágase en mí según tu palabra”. [icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link='']CONTEXTO CELEBRATIVO[/icon] Celebrar este día de la Maternidad divina de María, esta jornada mundial de oración por la paz, este inicio del año civil, es ser invitados a clamar la bendición divina del Padre sobre el mundo, trabajando con denodado empeño en la tarea evangelizadora en el seno de nuestras comunidades, para que muchos ante tan alegre noticia –como los pastores– vayan presurosos al encuentro de Jesús, fuente de la paz verdadera. Hemos dado un paso del 2015 al 2016 por pura gracia, por bendición de Dios, otorgándosenos así una nueva oportunidad para la gracia de Dios, que nos esforcemos por vivir de tal manera que nosotros mismos seamos bendición para los demás, prolongación de la bendición dada en el Hijo eterno, en María –Madre nuestra-, en esta Eucaristía: fiesta de la vida de los hijos del Padre, memoria de las acciones salvíficas y alimento para fortalecer a todos los que alegrándonos con la llegada del Verbo al mundo, nos comprometemos a ser servidores de la vida, de la misericordia, del amor, de la justicia y de la paz. El Papa Francisco propone en su mensaje para esta Jornada de Oración por la Paz, transitar el camino que nos lleve a salir de nosotros mismos, de nuestros instalamientos y comodidades, en definitiva a salir de nuestros egoísmos para ir al encuentro del hermano. De allí que ofrece rasgos de este camino, cuales son: “la maduración de una cultura de la legalidad, de la educación al diálogo y a la cooperación”, indicando que son “formas fundamentales de reacción constructiva” ante las múltiples cuestiones que afligen a la humanidad. Decirnos hoy, feliz año nuevo, es comprometernos con estas actitudes que indica el Papa y con muchas otras que testimonian nuestra condición de hijos de Dios, hermanos de Jesucristo, bendecidos con la maternidad de María. [icon class='fa fa-play' link=''] Recomendaciones prácticas[/icon] Hacer notar el carácter festivo de la celebración con los cantos, la disposición del lugar, alguna ornamentación a la imagen de María y una ofrenda con destinación a los pobres para subrayar la reconciliación y la paz. Celebrar con dignidad, para que el celebrar del mundo no absorba la grandeza del misterio que se nos brinda y termine por ocultarlo ante nuestros ojos. Jornada Mundial de Oración por la paz. Convendría tener presente el mensaje del Santo Padre para esta Jornada. Recordar que el próximo domingo, 3 de enero, es la solemnidad de La Epifanía del Señor. Tiene Misa de la Vigilia (sábado 2 en la tarde) y Misa del día. Apertura de la Puerta Santa de la Basílica de Santa María la Mayor