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obispado castrense

Lun 7 Dic 2020

El Obispado Castrense tiene nuevo obispo

Se trata de monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, quien hasta el momento de su nombramiento era obispo titular de Cúcuta y ahora sucederá a monseñor Fabio Suescún Mutis, a quien el Papa Francisco le aceptó la renuncia por límite de edad. La Diócesis Castrense de Colombia, también conocida como Obispado Castrense de Colombia y Ordinariato Militar de Colombia, siendo esta última su denominación oficial,​ es una iglesia particular católica encargada de atender el servicio religioso de las Fuerzas Militares y de la Policía Nacional, e, igualmente a sus familias en cualquier parte del país. La Diócesis Castrense ejerce su jurisdicción en forma personal, no territorial, su sede episcopal se encuentra en Bogotá y está vinculada a la Provincia Eclesiástica de esta ciudad, por lo cual es sufragánea de la Arquidiócesis de Bogotá. BIOGRAFÍA DE MONSEÑOR VÍCTOR MANUEL OCHOA CADAVID Es oriundo de Bello (Antioquia), territorio de la Arquidiócesis de Medellín, el 18 de octubre de 1962. Realizó sus estudios de primaria en la Escuela de Marco Fidel Suárez de Bello y los de bachillerato en el Liceo de la Universidad de Antioquia. Luego cursó los ciclos filosófico y teológico en el Seminario Conciliar de Medellín. Recibió la ordenación presbiteral de manos de Su Santidad Juan Pablo II el 5 de julio de 1986, durante el viaje apostólico del Pontífice a Colombia. Ya ordenado, adelantó en la Pontificia Universidad de Santo Tomás de Aquino “Angelicum”, en Roma, la licenciatura en Filosofía y, más tarde, obtuvo el doctorado en el mismo centro académico. Durante su ministerio, Monseñor Víctor Manuel ha desempeñado los siguientes cargos: Vicario Parroquial del Santuario de Sabaneta (Antioquia) Secretario Adjunto del Economato del Seminario Conciliar de Medellín. Formador en el Seminario Conciliar de Medellín. Director de la Casa de Formación de la Arquidiócesis de Medellín, en Roma. Entre 1989 y 2006, prestó su colaboración a la Santa Sede como Oficial de la Pontificia Comisión para América Latina. Director de la Domus Internationalis Paulus VI, casa de hospitalidad de la Santa Sede desde el año 2002, hasta su nombramiento como Obispo titular de San Leone, en 2006. Fue distinguido con el título de capellán de Su Santidad el 15 de abril de 1995. Su Santidad Benedicto XVI lo nombró obispo auxiliar de Medellín, titular de San León, el 24 de enero de 2006, y el 1º de abril del mismo año recibió la ordenación episcopal. El 24 de enero de 2011, Su Santidad Benedicto XVI lo nombró obispo de la Diócesis de Málaga – Soatá y tomó posesión canónica de la misma el 5 de marzo de 2011. El 24 de julio de 2015, Su Santidad Francisco lo nombró obispo de la Diócesis de Cúcuta y tomó posesión canónica de la misma el 15 de agosto de 2015.

Vie 23 Oct 2020

Mensaje a los capellanes castrenses en su día

Con motivo de la festividad de san Juan de Capistrano, patrón de los capellanes castrenses, monseñor Fabio Suescún Mutis, ha enviado un saludo especial a todo el clero castrense, agradeciéndoles su entrega y compromiso de servicio a los militares y policías. “Un saludo cariñoso a mis queridos padres castrenses en la fiesta del patrono. Yo, le pido al Señor que este santo que se entregó al servicio de los militares y de los soldados, sea para nosotros un ejemplo y un intercesor”. El obispo castrense afirmó que, a pesar del desgaste que pudiera haber generado el encierro propio de la pandemia, también es un tiempo para despertar con alegría y servicio a quienes lo necesitan:“los soldados y los policías nos necesitan, necesitan de nuestra voz de aliento, que los acerquemos a Jesús, que hagamos que su confianza en Dios aumente”. Les recordó a los sacerdotes que hoy, más que nunca, en estos momentos históricos que vive el país, los militares y policías necesitan del acompañamiento de la Iglesia para seguir cumpliendo con su tarea.“Queridos párrocos castrenses, los militares y policías nos quieren y nos necesitan, sigan adelante con entusiasmo, haciéndose también ustedes santos, sirviendo como párrocos castrenses en Colombia”. Finalmente, al expresarles su admiración y cariño por la tarea que realizan en todo el territorio nacional, les impartió su bendición. SAN JUAN DE CAPISTRANO, PATRÓN DE LOS CAPELLANES Nació en la montañosa ciudad italiana que le da nombre, Capistrano, en 1386. Tuvo una gran facilidad para los estudios, de tal forma que con 26 años consiguió el título de juez y, posteriormente, el cargo de gobernador de Perugia. Ejerciendo esa responsabilidad cayó prisionero de una ciudad rival, hecho que le permitió reflexionar y decidió dar un giro a su vida de tal forma que fue ordenado sacerdote con 33 años. San Juan de Capistrano, durante 40 años, ejerció su vocación sacerdotal con indudable éxito ante los fieles que encontraron a través de sus inspirados sermones, que podían durar dos o tres horas, una forma de acercarse a Jesucristo. Durante su vida recibió encargo de los Papas de cumplir diversas misiones diplomáticas, y, por tanto, ejerció su ministerio por diversos lugares de Europa que sufrían fuertes convulsiones provocadas por la actividad bélica otomana. El 23 de octubre la Iglesia católica celebrará a san Juan de Capistrano, patrono de los capellanes militares. Fue beatificado el 19 de diciembre de 1650 por el papa Inocencio X y, posteriormente, canonizado el 16 de octubre de 1690 por el papa Alejandro VIII.

Mar 3 Dic 2019

Obispado Castrense celebra su 70 aniversario

Con motivo del septuagésimo aniversario de esta instancia creada en 1949, monseñor Fabio Suescún Mutis, Obispo Castrense de Colombia, destacó el servicio evangelizador y misionero del Ordinariato con los uniformados y sus familias. “Cuando asumí la tarea de ser pastor de esta diócesis castrense sentí la necesidad de tener una Iglesia en estado permanente de misión, que abarca los diferentes ámbitos de la vida cotidiana de nuestros uniformados, aquellos que dan la vida por el bienestar de todos los ciudadanos”, afirmó. Para el Obispo Castrense es importante que dentro de la tarea evangelizadora que esta Iglesia adelanta, en todo el territorio nacional, esté la de acompañar a hombres y mujeres de la fuerza pública, así como a sus familias, “para que siempre estén llenos de la presencia de Dios, para que Cristo sea conocido, amado e imitado”. “Esta labor evangelizadora y misionera tiene que tocar a las familias para que sean verdaderas Iglesias domésticas, tiene que llevar a un compromiso serio y sólido con la solidaridad cristiana, especialmente con los más necesitados; tiene que ser un compromiso que nos lleve a colocar los valores fundamentales en la primera instancia de nuestra vida”. Así mismo, hizo un llamado a los jóvenes para que ellos sean partícipes activos de la fe dentro de sus comunidades educativas, “así sepan comunicar su labor y nuestra labor evangelizadora de manera asertiva, para estar más cerca de nuestros militares y policías”. “Por eso quiero celebrar con ustedes estos 70 años de servicio pastoral misionero y de acompañamiento a nuestros uniformados y a sus familias en condiciones especiales de vida de la mano de Dios. Que el Señor del amor y de los ejércitos siga acompañando la labor en el futuro del Obispado Castrense de Colombia”, puntualizó. HISTORIA DEL OBISPADO CASTRENSE La historia del Obispado Castrense de Colombia inicia desde la campaña libertadora, pero fue hasta 1949 que monseñor Ismael Perdomo Barrero, Arzobispo de Bogotá, al observar la importancia de mantener un acompañamiento espiritual a los soldados, decidió solicitar al Vaticano la creación del Vicariato Castrense de Colombia. En 1986 el Papa Juan Pablo II en la Constitución Apostólica Spirituali Militum Curae, ordena a los episcopados de todo el mundo que deberán tener un obispo encargado exclusivamente de proporcionar atención a los militares, llamado “ordinario militar” u “ordinario castrense”. Fue así como monseñor Víctor Manuel López Forero se convirtió en el primer Obispo Castrense de Colombia, fundó el Seminario Mayor Castrense para la formación de los capellanes de todas las Fuerzas. En el 1997, monseñor Álvaro Raúl Jarro Tobos, tras la renuncia de monseñor López Forero asumió el cargo hasta el 2001. En el 2001, monseñor Fabio Suescún Mutis, se posesionó como Obispo Castrense de Colombia, teniendo como prioridad la evangelización, el bienestar pastoral y psicosocial de las Fuerzas. Desde entonces y en sus 19 años de servicio, diseñó el plan pastoral, con sus líneas de acción, metas vivenciales y acciones guía, buscando con estas estrategias la cercanía de los misioneros y profesionales del Obispado con todos los integrantes de las Fuerzas y su núcleo familiar. Hoy el Obispado Castrense de Colombia cuenta con 200 párrocos Castrenses y más de 50 psicólogos, orientadores espirituales y comunicadores que trabajan en 7 áreas pastorales, con el fin de brindar apoyo espiritual y psicosocial a los héroes de la patria. Con un acto eucarístico presidido por monseñor Fabio Suescún Mutis, hoy 3 de diciembre a las 4:00 pm. en la Catedral Castrense, esta Iglesia Particular celebrará sus 70 años de existencia.

Jue 28 Nov 2019

Mensaje del Obispado Castrense a los uniformados de Colombia

En las movilizaciones que se han registrado en el país tras el paro prolongado del 21 de noviembre, la Policía Nacional, y con ellos sus familias, han sido otros de los actores afectados en medio de los disturbios. Ante estos hechos, el Obispo Castrense en Colombia, monseñor Fabio Suescún Mutis, envió un saludo de agradecimiento y reconocimiento a estos héroes de la patria: “Mis queridos policías, en estos días difíciles para el país, sabemos que su trabajo ha sido duro y pesado, quiero que sepan que los estamos acompañando de corazón, que sabemos de la calidad de su servicio y entrega (…) Ustedes son nuestros guardianes, nuestros protectores y su sacrificio es muy grande”. Reconociendo la difícil tarea en el cumplimiento de su deber, el prelado ofreció al personal uniformado sus oraciones para que, fortalecidos con ellas, puedan seguir sirviendo con afecto en la protección y la seguridad de todos los ciudadanos. “Les ofrecemos nuestro cariño, pero ante todo nuestra oración. Estamos orando por ustedes, sabemos lo difícil que es el cumplimiento de su deber y queremos que cuenten con la ayuda de Dios, en Él encuentren la fortaleza para cumplir lo que deben hacer por estos días en beneficio de la guarda de los derechos y también en la protección y seguridad de todos los ciudadanos”, expresó. Por último, extendió su bendición y puso en la protección de la Virgen del Carmen, patrona de la Policía Nacional, cada uno de los miembros de esta Institución. Por otra parte, hizo un llamado a todos los capellanes de las instituciones militares y de policía del país para que, como pastores, manifiesten su cercanía y acompañamiento a estos servidores de la patria: “Debemos estar cerca de ellos porque su corazón tiene aflicción, porque son grandes sus responsabilidades y sus riesgos, porque pueden estar buscando de nosotros espacios para la reconciliación”. “Ahí tienen que estar los capellanes, cerca de sus fieles compartiendo sus dolores y preocupaciones, ojalá ustedes los acompañen con su presencia permanente, su oración y su voz de ánimo para que ellos puedan cumplir rectamente su misión”, aseveró. Los invitó a estar listos, en comunión y en permanente comunicación de lo que pase en las diferentes ciudades del país. “Debemos estar junto con nuestros policías ayudándoles a que cumplan con rectitud su deber, pero también dándoles la voz de animo a ellos, que se sacrifican por el bienestar de todos los ciudadanos”. El Obispado Castrense de Colombia, es también conocido como Ordinariato Militar, ​ es una Iglesia particular católica encargada de atender el servicio religioso de las Fuerzas Militares y de la Policía Nacional, e igualmente a sus familias en cualquier parte del país.

Mar 14 Mayo 2019

La Fuerza Pública a los pies de la Reina y Patrona de Colombia

El pasado jueves, nueve de mayo, el Obispado Castrense de Colombia peregrinó a Chiquinquirá con el fin de consagrar el servicio de las Fuerzas Armadas de Colombia a Nuestra Señora del Rosario en el Centenario de su coronación como Reina y Patrona del país. Más de 40 sacerdotes castrenses en cabeza de monseñor Fabio Suescún Mutis y 700 uniformados entre los cuales se encontraban miembros de la Fuerza Área Colombiana, Ejército Nacional, Policía Nacional y Armada Nacional, llegaron a Chiquinquirá para engalanar las calles de la ciudad con un desfile militar que partió desde el batallón de infantería No 2 Mariscal Antonio José de Sucre hasta el Santuario Mariano Nacional, donde se realizó la solemne eucaristía en honor a la Madre de todos los colombianos. “La mamá es importante para el policía, la mamá ocupa un valor importante en el corazón del soldado. Por eso hoy su corazón une esos sentimientos de la mamá terrena con la mamá del cielo. Hoy venimos a visitar a la mamá para pedir por la protección de todos, para que Ella les ayude a llevar a buen término su vocación, porque la vocación del policía y del militar es la de cumplir la voluntad de Dios”, señaló monseñor Fabio Suescún durante la homilía en la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá. Sumado a esto, manifestó que debajo de los uniformes que portan los policías y militares existe un corazón grande, un corazón generoso que se entrega por el bien de todos los ciudadanos, hasta el punto de donar su vida. “Que quieren para sus hijos y los hijos de los colombianos un futuro de paz y reconciliación. Corazón grande que protege, que ha hecho de los soldados y policías unos héroes. A quienes agradecemos su generosidad y valor por resguardar la vida de todos los habitantes del país”. Luego del acto religioso las bandas sinfónicas de la Fuerza Aérea Colombiana y de la Policía Nacional homenajearon a la Reina y Patrona de Colombia con un repertorio musical enmarcado en interpretaciones magistrales digno de una soberana nacional. Este evento hizo parte de los actos conmemorativos que se han venido organizando para celebrar el Centenario de la Coronación de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá como Reina y Patrona de Colombia. Las fuerzas armadas de Colombia y la virgen de Chiquinquirá La visita del Obispado Castrense de Colombia, de las Fuerzas Militares y de Policía al Santuario Mariano Nacional fue una remembranza de las veces que la fuerza pública ha estado a los pies de la Reina y Patrona, pues no se trata de una casualidad o de un hecho simplemente ceremonial y de protocolo. Consagrar el servicio de la fuerza pública a María es un legado que los grandes héroes de la patria han dejado escrito en la historia. En 1915 el jefe militar de Cundinamarca, José Acevedo y Gómez viajó a Chiquinquirá a pedirle al prior del convento el préstamo de las joyas de la virgen para financiar la causa libertadora. El convento, en un gesto de desprendimiento y generosidad, consignó a los delegados del gobierno central el tesoro que en aquel momento se guardaba como recuerdo imperecedero de la gratitud y cariño de los miles y miles de peregrinos que ya visitaban por ese entonces el Santuario. Un año después, el general Cerviez, junto con el general Santander fueron también a Chiquinquirá, y en un gesto desesperado, se llevaron el sagrado lienzo a los llanos colombianos, dice la crónica que lo trataron con inmensa ternura y que cuando el ejército español los alcanzó más allá de Cáqueza, los patriotas prefirieron entregar el cuadro pacíficamente para no trenzarse en una batalla cuyas consecuencias habrían sido fatales. Finalmente, no se puede pasar por alto el padre de la patria, el libertador Simón Bolívar, quien visitó la Basílica en tres oportunidades. Dicen los historiadores que, de rodillas, solo y triste, compartió con la Madre de Dios sus más íntimos sentimientos. Estos y otros hechos enmarcados en la historia del bicentenario cuentan cómo los militares y policías han estado siempre ligados a nuestra señora del Rosario de Chiquinquirá, pues Ella durante más de 200 años ha batallado al lado de ellos velando por su protección, cuidando sus familias y trabajo. Fuente: Of. de comunicaciones Santuario Mariano Nacional de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá

Jue 15 Mar 2018

Párrocos castrenses estudian su misión pastoral al interior de las unidades

Bajo el lema: “Parroquias y párrocos en especiales condiciones de vida”, se está adelantando en las instalaciones del Club de Agentes de la Policía Nacional, en Bogotá el XII Encuentro Nacional de Párrocos Castrenses”, quienes bajo la dirección de Monseñor Fabio Suescún Mutis, Obispo Castrense de Colombia, están reflexionando sobre la misión pastoral al interior de las unidades militares y policiales. Este encuentro que se realiza anualmente, congrega a 200 sacerdotes quienes están analizando las orientaciones dejadas por el Papa Francisco durante su visita a Colombia y además están analizando sobre las especiales condiciones de vida de los integrantes del Sector Defensa, que requieren pastoralmente una atención diferente. Durante estos días los asistentes han podido desarrollar talleres dirigidos por el personal del Área de Apoyo Espiritual y Psicológico del Obispado Castrense tendiente a desarrollar más su trabajo pastoral. Además asistieron a una conferencia dictada por el Doctor John Paul Lederach, quien funge como investigador y profesor del “Kroc Institute” y que a través de videoconferencia desde Estados Unidos, habló acerca de la oportunidad que tenemos como seres humanos para confrontar nuestra existencia, con nosotros mismos, con nuestros semejantes y en nuestra relación con Dios al vivir situaciones de conflicto, asimismo, dialogó con los sacerdotes sobre la necesidad de mantener viva la curiosidad, la cual tiende a perderse al crecer en conocimientos, edad y obligaciones. Por su parte Monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, Secretario General de la Conferencia Episcopal de Colombia, a través de una conferencia habló sobre las nuevas formas de Evangelización, en donde la Parroquia no ha perdido su importancia, ya que sigue siendo la primera comunidad eclesial y que es la llamada a formar discípulos misioneros de Jesús, el prelado insistió en que “son los párrocos los que se deben adaptar a los fieles, dado que estamos ante nuevas maneras de ver la vida, algunas de las cuales asumen que Dios no es necesario, por lo que el trabajo sacerdotal debe estar lleno de creatividad, disponibilidad y hacer uso intensivo de lo que se ha llamado ‘la escucha activa’”.

Sáb 9 Sep 2017

Obispo Castrense presenta al Santo Padre su comunidad cristiana

El día de ayer el Santo Padre saludó a un grupo de soldados y policías heridos en combate, igual que a la señora Emperatriz Castro, mamá del señor Mayor Julián Ernesto Guevara Castro asesinado en cautiverio a finales de enero de 2006. El Papa Francisco resaltó la importante misión que desempeñan los que defienden la seguridad y la Paz del pueblo colombiano, al finalizar su saludo impartió la bendición apostólica para todos los miembros del Sector Defensa. El Director de la visita del papa a Colombia Monseñor Fabio Suescún Mutis, presentó al Santo Padre el personal del Ministerio de Defensa que hace parte de su comunidad de la diócesis Castrense. Este momento ocurrió en el Comando Aéreo de Combate (CATAM) en momentos previos a que el sucesor de Pedro tomara su vuelo para Villavicencio. El Vicario de Cristo pronunció un corto saludo a la delegación del Ministerio de Defensa donde asistieron el embajador de Colombia ante la Santa Sede, Guillermo Escobar, autoridades y uniformados de las Fuerzas Militares, Policías, personal del Obispado Castrense y héroes de la patria. “Quiero agradecer lo que han hecho y lo que hacen por La Paz. Es como lo que hizo Jesús, puso en juego su vida y nos la entregó para salvarnos (…) Gracias de corazón por todo eso. Ojalá puedan ver consolidada la paz que la merecen” expreso el Obispo de Roma. Para finalizar el encuentro el Sumo Pontífice pidió rezar en silencio por todos los caídos y heridos que ofrecieron sus vidas.

Sáb 22 Oct 2016

Obispado Castrense presente en la ExpoCatólica con el tema Perdón y Reconciliación

A través de una conferencia y un espacio de meditación, la Mayor Juana Isabel Pérez, del Obispado Castrense de Colombia, llevó a los asistentes a sanear ciertas emociones que como seres humanos nos cuesta para llegar al perdón. “Este espacio era para sembrar semillas de sentimientos de perdón y reconciliación en los asistentes, que nos permitan sanar nuestros corazones”. En una entrevista concedida a la oficina de comunicaciones del Episcopado, la Mayor Pérez recordó que la experiencia de las Fuerzas Militares y de Policía, que hacen presencia a lo largo de todo el territorio nacional, les ha permitido percibir el duelo de tantas personas que viven de cerca la violencia y que necesitan al interior de su vida llegar a perdonar y reconciliarse, tarea de acompañamiento que hacen las fuerzas castrenses. Recordó además que la esencia y razón de ser del obispado castrense de Colombia es también trabajar de la mano con las familias, hijos, esposos (as) de todos los uniformados de las Fuerzas Militares y de Policía, para que este núcleo se sienta en un mejor bienestar y en un mejor vivir. La Mayor Pérez manifestó su orgullo para con los soldados que han dado su integridad física, su tiempo, su espacio, dejando muchas veces a sus familias para servir a la patria y proteger a los ciudadanos colombianos. “La oración es el primer conducto que hay que hacer para trabajar en pro de ellos”. Por último hizo un llamado a todos los colombianos “recuerden que nosotros (Fuerzas Militares y de Policía), estamos con ustedes de corazón protegiendo sus fronteras tratando de llevar la armonía, la paz y la bondad que tenemos con el pueblo colombiano, pero esta tarea es también un compromiso de todos”.