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Pastoral Social

Vie 22 Mayo 2020

Llamado de la Iglesia frente a emergencia sanitaria en centros penitenciarios

Ante la compleja emergencia sanitaria que se está viviendo en los centros penitenciarios del país, la Conferencia Episcopal de Colombia, a través del Secretariado Nacional de Pastoral Social "Urge para que se aborde la crisis humanitaria en los centros penitenciarios, con medidas que respeten la dignidad humana y protejan la salud de los reclusos". "La Iglesia católica, a través de diversos medios, desde hace mucho tiempo viene denunciando la crítica situación de las cárceles del país, sin que se haya avanzado en las soluciones prometidas. Ahora, evidenciamos con dolor que la pandemia ha agravado las condiciones de hacinamiento e insalubridad ya presentes en estos centros", señala una misiva emitida por esta Institución. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]

Mar 19 Mayo 2020

Diócesis de Málaga- Soatá: la caridad es el corazón de la Iglesia

La Iglesia católica continúa avanzando en su aporte por acompañar, apoyar, proteger y coordinar esfuerzos para garantizar el bienestar y el acceso a las necesidades básicas de las comunidades en este tiempo de pandemia, es así como la Diócesis de Málaga- Soatá, desde Santander, comunica la importancia de compartir con los más vulnerables. El liderazgo de la diócesis de Málaga-Soatá sobre las acciones caritativas de la región ha sido una de sus principales contribuciones, así como la asistencia alimentaria, acceso a salud y hospedaje, que ha beneficiado especialmente a la población vulnerable y migrante; otro de sus aportes es la promoción del desarrollo humano integral y los procesos de formación, principalmente a la población campesina, para generar economías sostenibles, autosuficientes y solidarias. Atendiendo a las necesidades que surgen producto de la emergencia sanitaria que afronta el país por cuenta del Covid-19, monseñor José Libardo Garcés Monsalve, los sacerdotes y párrocos de esta Jurisdicción, con el objetivo de “que nadie pase hambre en la Diócesis”, ha venido adelantado grandes campañas de aliento y esperanza para asumir la situación, que promueven la solidaridad y la generosidad a nivel diocesano y por parroquias, para la recolección de víveres de primera necesidad, lo cual se ha venido logrando de manera muy positiva, gracias a la respuesta por parte de la comunidad y principalmente de los comerciantes, quienes más contribuyen con esta noble causa. El sacerdote Luis Alfonso Hernández, sobre las campañas y entregas de ayuda que vienen adelantado, manifiesta que “lo hacemos porque reconocemos que esta es la misión de la iglesia, es nuestra misión, nuestra responsabilidad, porque entendemos que la caridad es el corazón del Evangelio y sin ella no tendría sentido ni razón de ser, lo que hacemos y lo que somos”. Desde que se atendió al llamado de cuarentena, se han venido intensificando las acciones de sensibilización y de compartir, se han fortalecido las redes de comunicación para que las ayudas lleguen a las personas que lo requieren, especialmente a adultos mayores, enfermos, personas que se encuentran en la cárcel, familias más vulnerables, población migrante, población rural dispersa y desempleados. “Los agentes de Pastoral Social son un puente entre las personas que necesitan acceder a ayudas alimentarias y nosotros, quienes las canalizamos”, manifiesta el sacerdote Hernández. Adicionalmente, la diócesis ha venido gestionando, articulando y coordinando acciones con organizaciones como los Bancos de Alimentos, por ejemplo, con el de Bucaramanga se logró gestionar 100 mercados que fueron de gran ayuda para la población vulnerable. Por otro lado, se viene conformando la Red Vecinal de Solidaridad de las parroquias, una estrategia que permitirá que la comunicación y las iniciativas caritativas sean mejor coordinadas y más eficientes para solucionar las carencias de las personas y familias que lo requieran. Estas apuestas, pretenden acompañar a la comunidad en sus momentos difíciles, generar sensibilización frente a estas situaciones, motivación para compartir ser generosos y apoyar a quien lo requiera. “Que todos sigamos sumando en este propósito de hacer llevar este tiempo y que podamos celebrar victoriosos nuestra resurrección y transformación”, es el mensaje que brinda el presbítero Luis Alfonso Hernández. Fuente: Of. de comunicaciones Secretariado Nacional de Pastoral Social

Mié 13 Mayo 2020

La Amazonía necesita atención inmediata

Ante la situación humanitaria y sanitaria que se presenta en la Amazonía, Monseñor Héctor Fabio Henao, Director del Secretariado Nacional de Pastoral Social, insta al Gobierno Nacional a tomar medidas inmediatas para garantizar el derecho a la vida y la salud de la población amazónica. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]

Vie 1 Mayo 2020

Día Internacional de Trabajo: Pandemia ¿precariedad laboral?

El día del trabajo ante todo es una fecha que nos lleva a exaltar el sentido profundo del trabajo humano como un don de Dios en medio de una sociedad que lo ha mercantilizado todo y en la cual el trabajo digno no alcanza a ser una realidad plena para todos los niveles de la sociedad. Es una fecha para renovar el compromiso por un reconocimiento de toda la sociedad sobre la dignidad del trabajo, del trabajador y del mundo del trabajo. Una fecha para reiterar el reconocimiento del legítimo derecho a la asociación y a la participación de los trabajadores. Esta celebración se hace en medio de circunstancias que impone la pandemia del CORONAVIRUS y que hace que miles de trabajadores y sus familias no conozcan el trabajo digno sino condiciones marcadas por la baja calidad en el empleo, de inestabilidad e ingresos precarios. De allí la importancia de dar a esta fecha un sentido tal que nos permita profundizar en el valor del trabajo y en la forma como este nos coloca en una relación profunda con la obra de la creación. Ante todo, el trabajo es una bendición de Dios que permite al ser humano cooperar en la obra de la creación, desarrollarse plenamente, conformar una familia, construir comunidad y aportar a la sociedad en términos de fraternidad y de solidaridad. Esta reflexión nos lleva hacia la pregunta por la forma como viven los hombres y mujeres del mundo del trabajo, especialmente aquellos que se encuentran en condiciones de precariedad laboral. Las cifras son impresionantes: según el DANE el 48.2% de los colombianos trabajan en situación de informalidad, estamos hablando de más de 10.000.000 de trabajadores que están en muy alto riesgo por el efecto del aislamiento social que estamos viviendo por la pandemia. Ante esta grave realidad, la urgencia que emerge con especial fuerza en este momento, es garantizar condiciones para quienes tienen que llevar el sustento a sus familias y asegurar su propio desarrollo humano en una época marcada por incertidumbre a todo nivel. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) presentó un estudio preliminar del impacto del COVID -19 en trabajadores y trabajadoras, en el que señala tres efectos: Sobre la cantidad de los empleos; aumento del desempleo y del subempleo -reducción de horas de trabajo. Sobre la calidad de los empleos: caída de los salarios y empeoramiento en acceso a la protección social. Sobre grupos de trabajadores vulnerables a “cambios en el mercado laboral”, tales como jóvenes, mujeres y migrantes. Y estiman un aumento del desempleo mundial de entre 5,3 millones (hipótesis “prudente”) y 24,7 millones (hipótesis “extrema”) en este 2020. En Colombia se calcula que 22 millones de trabajadores se han visto afectados por las normas del aislamiento social como medida de prevención de la expansión del Coronavirus. No podemos olvidar que “la Iglesia está convencida de que el trabajo constituye una dimensión fundamental de la existencia del ser humano en la tierra” (S.S. Juan Pablo II, Laborm Excersens, 4) y por lo tanto no es un accidente el que la población en grandes masas tenga que entrar en el mundo de la informalidad laboral. Estamos hablando de una dimensión fundamental del ser humano. La realidad de que solo uno de cada cuatro colombianos tiene garantizado el acceso a los sistemas de pensión se constituye en un reto para el desarrollo humano en nuestro país y, al mismo tiempo, un clamor a la solidaridad para que se tomen medidas prontas para resolverlo. La paradoja del crecimiento económico junto a estos niveles de informalidad laboral hace un llamado a revisar la forma como se ha planteado el desarrollo de manera que este tenga rostro humano y responda a las necesidades de la población. Estamos hablando de millones de trabajadores detrás de los cuales se encuentran sus familias. Son hermanos y hermanas nuestras que tienen aspiraciones, proyectos de vida y en muchos casos una profesión que han adquirido con mucho esfuerzo personal y familiar. En ese grupo encontramos principalmente mujeres, jóvenes y desde otro lado un grupo grande de personas con un nivel de educación precario. Este hecho nos llama a profundizar en el deber de nuestra sociedad de fortalecer los mecanismos para que se reconozca planamente la dignidad del trabajo, del trabajador y del mundo del trabajo para superar las condiciones de discriminación que viven muchos de nuestros hermanos y hermanas trabajadores, particularmente aquellos que se ven obligados a recurrir a la informalidad para poder obtener el sustento para ellos y sus familias. Uno de los fenómenos que más afecta a la dignidad del trabajo y de los trabajadores es justamente el despojo de tierras que ha empujado a miles de familias hacia la informalidad e incluso hacia la miseria. Quienes han perdido su tierra han perdido también la fuente de su trabajo y sustento familiar. Este es un drama cuya solución ha sido determinada por la ley pero que sigue siendo un desafío para el país. Garantizar la restitución de las tierras es un acto de reconocimiento a gentes que, en muchos casos, han labrado sus vidas en el trabajo cotidiano de la agricultura y la pesca. Hoy se impone hacer seguimiento y apoyar las iniciativas de restitución de las tierras y las iniciativas legislativas que puedan poner fin a la situación de quienes obtienen su sustento en medio de la informalidad laboral. En esta ocasión, Colombia se coloca ante uno de los desafíos más grandes porque tiene que armonizar las condiciones y derechos de trabajadores y trabajadoras ante las metas de libre comercio. Se trata de un tema muy sensible porque indudablemente el libre comercio debe realizarse en condiciones que favorezcan el desarrollo de las personas en la sociedad. Ante estas realidades hay que reconocer que muchas personas movidas por su fe se han convertido en apóstoles misioneros en el mundo del trabajo. A quienes se encuentran en este apostolado tan valioso les mueve el brindar un testimonio evangélico y evangelizador en los ambientes obreros, campesinos, profesionales, empresariales a todos los niveles. Saben que Jesucristo garantiza la liberación integral más allá de las fronteras culturales, raciales o de cualquier orden y se proponen llevar el mensaje de la dignidad del trabajo y de los trabajadores a todos los niveles de la sociedad. Ellos hacen presente el aprecio de la Iglesia por los movimientos de trabajadores y por la solidaridad entre los hombres y mujeres del mundo del trabajo. La pastoral del mundo del trabajo es presencia de la Iglesia en el camino de la dignificación del trabajo, el trabajador y el mundo del trabajo. El 1 de mayo, jornada de fiesta y de solidaridad y fraternidad en el mundo del trabajo, recuerda que los trabajadores son «artífices principales de las transformaciones prodigiosas que el mundo conoce hoy» (Concilio Vaticano II, Mensaje a los trabajadores). El 1 de mayo la Iglesia recuerda su reconocimiento y aprecio por el derecho de los trabajadores a organizarse y a participar en la vida y en las transformaciones de la sociedad mediante sus propuestas. En esta fecha la Iglesia recuerda a San José Obrero, modelo del mundo del trabajo y recuerda que Jesucristo es el “Hijo del carpintero” y ora por todos los trabajadores y trabajadoras del mundo sin olvidar a quienes no tienen un trabajo de calidad. Igualmente es una fecha especial para dar gracias a Dios por la misión y entrega de quienes se dedican al servicio de sus hermanos y hermanas trabajadores desde la obra evangelizadora de la Iglesia. El 1 de mayo es un momento para dar gracias por quienes trabajan y orar para que el Señor bendiga sus esfuerzos y fatigas y les permita alcanzar los niveles de justicia y de dignificación que anhelan. Por: Monseñor Héctor Fabio Henao Gaviria Director Secretariado Nacional de Pastoral Social

Mar 7 Abr 2020

Iglesia católica presenta campaña para atender emergencia por COVID-19

Un llamado a la solidaridad hizo hoy la Iglesia católica al presentar la Campaña “Comunicación Cristiana de Bienes”, que llega a su versión 39. Durante una rueda de prensa virtual, monseñor Héctor Fabio Henao Gaviria, director del Secretariado Nacional de Pastoral Social pidió no dejarse llevar por la indiferencia frente a esos difíciles momentos que atraviesa el país por cuenta de la pandemia del coronavirus. “Es necesario aprender las lecciones de esta emergencia, entre ellas la fraternidad como camino indispensable para superar la adversidad. Por esta razón hacemos un llamado a la solidaridad con los enfermos, pobres, los necesitados”, afirmó. Según lo explicó, esta campaña permitirá llegar a aquellas personas que se encuentran en una situación de vulnerabilidad económica y social que incluye a trabajadores informales o independientes, con enfermedades o en situación de calle, entre otros. Igualmente, dijo que la Iglesia está incrementando su presencia en las diferentes regiones del país, a través de los Bancos de Alimentos, las parroquias: “allí se están canalizando las ayudas y distribución de productos como son alimentos, agua, saneamiento básico, auxilio de recursos para necesidades específicas de la población”. Informó, además, que se han ido creando hogares de paso para recibir aquellas personas que han quedado atrapadas en ciertos lugares y no se pueden movilizar. “Queremos unirnos y fortalecer todos estos movimientos solidarios que ya existen a nivel público y privado, deseamos canalizar también nosotros la posibilidad de estar presentes en medio de estas situaciones con unos criterios de equidad, solidaridad, pero sobre todo la preferencia de la Iglesia como lo ha tenido siempre presente, la de ayudar a los más pobres y necesitados”, puntualizó. ¿Cómo hacer los aportes? Aclaró que, con el fin de preservar la seguridad de las personas, no se están recibiendo productos en especies, sino que se ha destinado una cuenta donde las personas de buen corazón podrán hacer sus aportes. Al llamar la generosidad de los colombianos, monseñor Henao Gaviria informó que los aportes se podrán hacer consignando en la Cuenta Corriente del Banco de Bogotá No. 081-52478-7, a nombre del Secretariado Nacional de Pastoral Social. Finalmente, recordó que este momento que vive el país debe ser asumirlo por todos con mucha responsabilidad, por lo que invitó a asumir los mecanismos de autocuidado que las distintas instancias de salud han recomendado. “Esta emergencia nos debe llevar a agilizar los mecanismos para hacer presente la solidaridad de todo el pueblo colombiano con aquellos que sufren, pero que también nos lleva a actuar de manera responsable frente a nuestra vida y la de las comunidades”. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Ver Rueda de Prensa[/icon] [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon] [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar piezas de la campaña[/icon]

Lun 6 Abr 2020

Iglesia colombiana construye esperanza en medio de la crisis sanitaria

Ante la crisis sanitaria que vive el mundo, la Iglesia Católica colombiana desde las diversas Arquidiócesis, Diócesis y Vicariatos, trabaja en conjunto con las administraciones locales, universidades, instituciones y organizaciones sociales, para brindar asistencia humanitaria a quienes más lo necesitan en medio de la crisis humanitaria causada por el Covid-19. Atravesamos por una situación de emergencia sanitaria que nos afecta a todas las personas, pero que es muy difícil de enfrentar para quienes no tienen trabajo, tienen un trabajo informal o independiente, tienen enfermedades previas, no tienen un techo, viven en la calle, han tenido que migrar, perdieron su trabajo por esta emergencia y para todas las personas que se encuentran en una situación de vulnerabilidad económica y social. Es por ello que la Iglesia ha desarrollado acciones que ayudan a enfrentar esta situación entregando ayudas alimentarias, económicas, de hospedaje y apoyo psicosocial en diferentes zonas del país, que se logran gracias al apoyo solidario de cientos de personas en las regiones que hacen donaciones económicas, en especie y en tiempo, sirviendo como voluntarios para servir a los más vulnerables. Alimentos para todos, que mitiguen el aislamiento La ayuda más recurrente e importante es la entrega de alimentos no perecederos que puedan aportar a la nutrición de las personas y familias que más lo necesitan. Diócesis como la de Málaga-Soata, Duitama-Sogamoso, Montería, Sonsón- Rionegro, Ipiales, Zipaquirá, San José del Guaviare, Girardot, Valledupar, Yopal, Guapi, Santa Rosa de Osos, Granada, Soacha, Girardota, Sincelejo, Cartago, Santa Marta y las Arquidiócesis de Ibagué, Barranquilla, Florencia y Cartagena brindan ayuda alimentaria a las familias más necesitadas dentro de su población, habitantes de calle, vendedores ambulantes o personas de la tercera edad. Dichos recursos son obtenidos por medio de las donaciones que realizan otras personas y familias a través de las parroquias, pero también con el apoyo de algunos empresarios y en articulación la administración local, regional y nacional, e incluso con apoyo internacional, como es el caso de la Diócesis de Ipiales. “Las parroquias están repartiendo mercados a las familias vulnerables que ya apoyaban y consiguiendo recursos para seguirlo haciendo. Con el Banco de Alimentos por ejemplo, se consiguen a mejor precio mercados para las parroquias, se entregan ayudas de familias donantes y además, se sirve de punto de articulación para que algunos de los recursos destinados por la Alcaldía, lleguen a las comunidades más vulnerables”, asegura Padre Jaime Alberto Mancera Casas de la Arquidiócesis de Bogotá. En la Diócesis de Sonsón-Rionegro se están entregando mercados a las familias más vulnerables, almuerzos a habitantes de calle y hospedaje a algunos adultos mayores. "Atendemos habitantes de calle, familias necesitadas, vendedores informales. Lo realizamos en las instalaciones de la Pastoral Social Diocesana y llevamos directamente a los hogares. Siempre lo hemos hecho, ahora por la contingencia se ha incrementado”, comentó el Padre Edgar Alfonso Gómez, director de Pastoral Social de la Diócesis. “Estamos haciendo una campaña de solidaridad entre las empresas para que donen alimentos y artículos de primera necesidad. También estamos haciendo distribución de alimentos con el programa Banco Diocesano de Alimentos de la Pastoral Social. Se están entregando bonos alimenticios para que los beneficiarios puedan hacer directamente sus mercados”, afirmó el Padre Harold Tejada Córdoba, de la Diócesis de Santa Marta. Hospedaje para quienes no tienen techo La Diócesis de Sonsón-Rionegro e Ipiales, además de las Arquidiócesis de Barranquilla e Ibagué, son las jurisdicciones eclesiásticas que hasta el momento están brindando hospedaje a personas en situación de calle. “Desde el Hogar de Paso para el habitante de calle en esta emergencia, se cambió la modalidad de hogar de paso a internado por esta cuarentena. De manera que se acogen 70 hermanos de la calle con hospedaje y alimentación, con el fin de prevenir en ellos el contagio y de ayudar a los adultos mayores de la calle. Ya llevan 15 días internos”, afirma el Padre José Alberto Arciniega, de la Arquidiócesis de Ibagué. Acompañar y construir esperanza Aunque la cuarenta es una medida necesaria para disminuir el riesgo de contagio del virus Covid-19, también trae efectos negativos como la depresión, la ansiedad y el aumento de violencia en los lugares de aislamiento, es por ello que desde varias jurisdicciones eclesiásticas se está brindando apoyo en este aspecto. Las Diócesis de Málaga- Soatá, Montería, Sonsón-Rionegro, Valledupar, Yopal, Guapi, Santa Rosa de Osos, Montelíbano y las Arquidiócesis de Barranquilla, Florencia y Cartagena brindan a la población acompañamiento y apoyo psicosocial en estos momentos de crisis. “Los Comités Parroquiales de Pastoral Social están visionando acompañamiento a las familias más vulnerables, de escasos recursos. Se realiza en las parroquias que pueden prestar este servicio y se realiza desde el inicio de la emergencia. El equipo ha estado acompañando sicosocialmente por medios virtuales a las comunidades que fueron atendidas desde este proyecto y desde los sacerdotes se buscan hacer acompañamiento a las comunidades” comentó el Pbro. Bernardo Gallego Noreña de la Diócesis de Santa Rosa de Osos. Auxilio económico para los más vulnerables Otra de las ayudas que está brindando las Diócesis de Santa Marta, Yopal, Valledupar, Girardot, Ipiales y las Arquidiócesis de Bogotá y Florencia son las ayudas económicas. “Hemos caracterizado a la población, construimos una base de datos y hemos hecho seguimiento de las situaciones más críticas. La ayuda va dirigida a personas adultas mayores de edad, niños y jóvenes de escasos recursos, también a familias pobres en situación vulnerable. La acción la está ejecutando el sacerdote de la región con el apoyo de presidentes de juntas y líderes sociales”, aseguró el Padre Luis Alberto Camacho, de la Diócesis de Yopal. Servir a todas las personas, según su necesidad Además de las ayudas mencionadas anteriormente, cada jurisdicción está llevando diversas actividades para responder a las necesidades puntuales de las jurisdicciones. La Diócesis de Valledupar ofrece acceso a agua y saneamiento, la Diócesis de Montelíbano acompañamiento jurídico y psicosocial a víctimas de violencia de género y fortalecimiento de capacidades jóvenes tanto de la zona rural como urbana, entre otras. Una campaña nacional, para construir esperanza. Por su parte, el Secretariado Nacional de Pastoral Social / Cáritas Colombiana continúa con la campaña Comunicación Cristiana de Bienes, la cual está orientada a ayudar a las Jurisdicciones Eclesiásticas a enfrentar la emergencia sanitaria, consiguiendo recursos para ofrecer alimentos, auxilios económicos, de hospedaje, y apoyo psicosocial a las familias que más lo necesitan. Es tiempo de ayudar, Quienes deseen ser parte de la campaña y brindar una mano amiga en este tiempo de crisis, pueden realizar sus donaciones a la cuenta corriente del Banco de Bogotá N° 08133959-0 a nombre del Secretariado Nacional de Pastoral Social. Fuente: Oficina de comunicaciones SNPS

Mié 8 Ene 2020

Diócesis de Cúcuta entrega 135 millones en ayudas para familias vulnerables

El programa ‘Follow Up To’ Respuesta Conjunta Colombia, concluyó el 2019 con la entrega de 135 millones de pesos en ayudas materiales para 120 hogares de zonas marginadas de la ciudad de Cúcuta. Este proyecto es una iniciativa que lidera la Diócesis de Cúcuta, a través de la Corporación de Servicio de Pastoral Social (Cospas), en alianza con el Secretariado Nacional de Pastoral Social Cáritas Colombiana y la Pastoral Social de Holanda (Cordaid), el cual consistió en estudiar las necesidades de la población perteneciente al Centro de Evangelización Santo Tomás, que comprende los barrios La Fortaleza, El Talento y La Flor, en el Anillo Vial Occidental. Lo que más alertó fue la presencia de niños que viven en situaciones precarias, sobre todo por la falta de salubridad, desde el lugar donde duermen, hasta para su higiene personal. Por esta razón, se censó a la comunidad y se identificaron a las mujeres cabeza de familia, a los migrantes venezolanos, colombianos retornados y víctimas desplazadas por el conflicto armado. Los beneficiarios de ‘Follow Up to’ recibieron acompañamiento psicosocial en lo corrido del año; capacitación en el manejo y saneamiento básico del agua; encuentros pastorales y de evangelización, apoyados por el padre que guía espiritualmente el Centro de Evangelización Santo Tomás, el presbítero Fabián Pacheco, y por las hermanas Misioneras de la Nueva Vida, quienes hicieron una intervención integral. Después de estos procesos, el pasado 30 de diciembre, el padre Abimael Bacca Vargas, director de Cospas y Yazmín Esmeralda Corzo Sánchez, coordinadora del proyecto, hicieron la entrega de camas con sus respectivos colchones y sábanas; kits de aseo (shampoo, jabón, papel higiénico, cepillo dental); útiles de cocina (ollas, jarras, cubiertos, platos); recipientes para almacenar aproximadamente 250 litros de agua, ya que en estas zonas el agua potable llega cada 15 días. Esta obra de caridad cerró el año 2019 beneficiando a 120 familias, que suman cerca de 700 personas. Fuente: Oficina de comunicaciones diócesis de Cúcuta

Vie 27 Dic 2019

Día de los Santos Inocentes

Al referirse al acontecimiento del día de los Santos Inocentes, que la Iglesia católica conmemora el 28 de diciembre, monseñor Héctor Fabio Henao Gaviria, director del Secretariado Nacional de Pastoral Social – Cáritas colombiana, dijo que esta es una fecha para traer a la memoria a tantos niños que han sido víctimas de asesinatos y atrocidades en el contexto de la violencia y el conflicto en el país. Monseñor Henao explicó que evocar este suceso es traer a la memoria la matanza de cientos de niños menores de dos años en la región de Judea por orden del rey Herodes, quien buscaba la muerte de Jesús, según lo relata el Nuevo Testamento de la Biblia Católica. “Esta fecha nos recuerda que existe siempre esa posibilidad del martirio. Aquellas personas que siendo inocentes son perseguidas y dan la vida por Cristo, aunque ellas no tengan ninguna responsabilidad en hechos que hayan sucedido, es el caso de estos niños inocentes que reciben el bautismo de la sangre y de cuántos niños que han sido víctimas de asesinatos, víctimas de atrocidades en el contexto de la violencia y el conflicto colombiano”, observó. Indicó, además, que este es un momento para “recordar a aquellos niños que transitan por el país, como Jesús con su padre y madre que huyen hacia Egipto y en ese tránsito sufren numerosas atrocidades y violaciones a sus derechos”. Finalmente, dijo que esta fecha debe servir para la reflexión, “para encontrarse con Jesús que huye hacia Egipto y reconocer en los mártires el testimonio de la fe”.