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realidad social

Lun 14 Feb 2022

Presidente del episcopado instala CXII Asamblea Plenaria

En la mañana de hoy, monseñor Luis José Rueda Aparicio, presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, fue el encargado de hacer la instalación de la asamblea plenaria de obispos, que llega a su versión ciento doce y que en esta ocasión tiene por título: "El caminar juntos de la Iglesia en Colombia". El prelado inició su discurso recordando que la Iglesia universal se encuentra caminando en el contexto de un Sínodo, convocado por el Papa Francisco: “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión” y explicó que en este momento el trabajo se encuentra en una fase diocesana que se prolongará hasta el 15 de agosto de 2022. “Dispongámonos con fe y disciplina a la escucha del Espíritu Santo” En el contexto del Sínodo que invita a caminar juntos, monseñor Rueda animó a los obispos a vivir este momento como un aliento renovador y esperanzador para la Iglesia y los invitó para que durante estos días de cesión se facilite el diálogo, la escucha y el discernimiento, partiendo la reflexión a partir de dos preguntas que son las que marcarán la ruta de la plenaria: ¿Cómo se realiza hoy, ese “caminar juntos”? ¿Qué pasos el Espíritu nos invita a dar para crecer como Iglesia sinodal? “Si nos ejercitamos en la espiritualidad de la escucha, los frutos del discernimiento serán más claros: el camino será con cruz, pero con valentía y tomaremos los senderos de conversión que renovarán nuestra vida. Si nos escuchamos entre nosotros, nos conoceremos en torno a la fracción del pan y nos ayudaremos a sobrellevar las cargas pastorales (…) La espiritualidad sinodal nos enseña a los obispos ser Pueblo, a reconocer nuestras raíces, a vivir la cercanía, a correr el riesgo de caminar con el Pueblo de Dios”. La ternura, fuerza humanizadora y evangelizadora El prelado continúo su intervención, explicando el significado de la palabra ternura, haciendo mención que, esta se debe manifestar en la misión del episcopado a través de los servicios y experiencias evangelizadoras que realiza, y, se debe materializar cuando se entra en contacto con la realidad concreta de las personas y de las comunidades. “La espiritualidad sinodal nos permite y exige cultivar la ternura de Dios y consentir que ella impregne nuestras relaciones eclesiales y sociales. La ternura propicia la experiencia de caminar juntos. (…) La ternura tiene fuerza humanizadora y por consiguiente posee fuerza evangelizadora”. Desafíos en el ser y el hacer de la Iglesia Explicó que, el Sínodo propone y exige una renovación en el ser y el hacer de la Iglesia, donde “se ofrezca al pueblo de Dios signos de esperanza e instrumentos eficaces que lleven a la renovación de la humanidad y se haga presente el Reino de Dios”, por tanto, agregó monseñor Rueda: “Formulemos, entonces, algunos desafíos que afloran en el presente y requieren nuestra respuesta”. Al respecto de cambios, el prelado profundizó sobre cuatro desafíos, que según recalcó, ayudarán a profundizar en el caminar de la Iglesia. Son ellos: Los desafíos en la identidad de la Iglesia, el desafío humanitario, el desafío social y el desafío ecológico. Desafíos en la identidad de la Iglesia El también arzobispo de Bogotá, recalcó, que es necesario hacer una renovación misionera al interior de la Conferencia Episcopal, que permita acercar y conocer más la realidad de lo que está pasando en las diferentes regiones del país. Frente a esto, dijo que ve con esperanza el escenario de las provincias eclesiásticas. “Allí se fortalece la comunión misionera de los obispos y, a su vez, concede vitalidad a la colegialidad de la Conferencia Episcopal”. Observó que, “una Conferencia Episcopal Colombiana en salida, fortalecerá las asambleas eclesiales a nivel provincial, para que desde allí se enriquezca la lectura de los signos de los tiempos y las propuestas de Iglesia en el anuncio del Evangelio, en la comunión y en el servicio al desarrollo humano integral”. En otro aspecto, advirtió que la Iglesia debe asumir y reconocer su condición pecadora, frente a la realidad de los abusos de poder, conciencia y sexuales, asumiendo sus consecuencias “apoyar los procesos preventivos y reconocer que nuestra condición pecadora nos exige coherencia para iniciar itinerarios de conversión personal, comunitaria y pastoral”. El desafío humanitario Al enunciar las extensas dolencias que aquejan al pueblo colombiano, entre ellas, el aumento de suicidios, la fragilidad del servicio de salud, la presencia devastadora de la pandemia, la llegada de migrantes al país, el consumo de estupefacientes, el confinamiento por violencia, el reclutamiento de menores, los secuestros, la legislación sobre el aborto y la eutanasia, la violación de los derechos humanos, entre otras, dijo “a nosotros, los obispos en servicio, a todo el Pueblo de Dios, nos desafía la dolorosa realidad humanitaria que constatamos en las zonas rurales y urbanas (…) Todas estas son voces con dolor que nos exigen anunciar y vivir el Evangelio de Cristo, porque de allí brota una ética basada en la opción fundamental por la buena nueva de la vida”. El desafío social “El ambiente social y cultural, la economía, la política, las comunicaciones nos desafían en nuestra misión como testigos de esperanza, porque pone muy cerca de cada uno de nosotros, en nuestras parroquias y en nuestras propias casas, temas fundamentales que no podemos ignorar: el valor del trabajo humano y la realidad del desempleo, la soledad y el abandono de las familias que habitan las zonas rurales, la vergonzosa realidad del hambre y la pauperización de grandes sectores urbanos, la devastadora penetración del narcotráfico y la multiplicidad de formas de microtráfico, la polarización política y social, el odio y nuevas formas de agresividad social, las búsquedas de los jóvenes y sus posibilidades de estudio o trabajos disminuidas, el rechazo a la corrupción y la búsqueda de nuevos estilos de sociedad con métodos que aún no muestran claridad ni solidez”. Frente a este contexto sombrío que expuso el prelado y que clama la voz solidaria de la Iglesia, monseñor Rueda planteó a los obispos hacerse la siguiente pregunta ¿Cuál es el servicio que el Señor nos pide en este contexto social? El desafío ecológico Advirtió que, si bien en las últimas décadas ha crecido la conciencia ecológica dentro de los miembros de la Iglesia y en la humanidad entera, aún falta más por profundizar y articular. Señaló que está surgiendo una cultura del cuidado por la casa común, una cultura de la ecología integral. También mencionó apartes de la encíclica del Papa Francisco: 'Laudato Si', donde advierte que “El desafío urgente de proteger nuestra casa común incluye la preocupación de unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral, pues sabemos que las cosas pueden cambiar… Los jóvenes nos reclaman un cambio. Ellos se preguntan cómo es posible que se pretenda construir un futuro mejor sin pensar en la crisis del ambiente y en los sufrimientos de los excluidos”. Su intervención concluyó leyendo un fragmento de la oración del papa Francisco a la Virgen María, en Evangelii Gaudium. DESCARGAR ALOCUCIÓN INAGURAL [icon class='fa fa-download fa-2x'] AQUÍ[/icon]

Jue 1 Oct 2020

'Reportajes Pacífico Étnico'. Una realidad para muchos invisible

Avanzando en la tarea de visibilizar caminos que llevan a la paz y la reconciliación, la Coordinación Regional del Pacífico Colombiano -CRPC- realizó el pasado 25 de septiembre la presentación de una iniciativa denominada: 'Reportajes Pacífico Étnico' se trata de un audiovisual que busca contar la realidad y las problemáticas que enfrenta la región, narrada desde las voces de quienes habitan esto territorios. Desde la costa pacífica nariñense, Cauca, Buenaventura, Riosucio, Quibdó, Istmina y Cali, subregiones de la CRPC “nos hemos unido para que Colombia y el mundo conozcan las afectaciones a los Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales -DESCA-, la implementación del Acuerdo de Paz y también las iniciativas de esperanza de las comunidades de esta región”, reportó este organismo. La CRPC es una red de organizaciones étnico-territoriales que, en alianza con las jurisdicciones eclesiásticas de esta región (copartes), trabaja en la defensa y protección de las comunidades y sus territorios, a través del seguimiento a los Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales que afectan a la región. Según lo indicaron, 'Reportajes Pacífico Étnico' surgió en medio de la pandemia, en un contexto en que el trabajo con las copartes de la CRPC empezó desde la virtualidad, fue así como el equipo dinamizador asumió este reto, permitiendo conocer lo que sucede en los territorios y el trabajo de las organizaciones con las comunidades. “El apoyo de ese organismo dinamizador es importante para que desde las zonas se evidencie y difunda la situación de derechos humanos, defensa del territorio y la crisis del Covid-19; teniendo en cuenta que la pandemia ha evidenciado la falta de garantías en los DESCA y la ausencia de políticas por parte del gobierno nacional que protejan a las poblaciones del Pacífico colombiano”, señalaron. 'Reportajes Pacífico Étnico' se emitirá todos los viernes, a las 6 de la tarde, a través de la Fanpage de la CRPC (@coordinacionpacifico) y serán retransmitidos en las redes de las copartes que conforman esta gran alianza de organizaciones.

Mié 8 Jul 2020

Análisis de la realidad y desafíos de la acción evangelizadora

En desarrollo de la 110 Asamblea Plenaria del Episcopado colombiano, los obispos del país, a la luz del Evangelio y con el apoyo de expertos en distintos ámbitos de la realidad nacional, avanzan en la proyección de claves y directrices pastorales para continuar la tarea evangelizadora. La familia, célula de la sociedad; el ámbito educativo y formativo; los sectores de la economía, la salud, la distribución de tierras, las comunicaciones; y flagelos como la corrupción y el recrudecimiento de la violencia en las regiones, fueron tópicos orientadores para la reflexión en torno a la misión de la Conferencia Episcopal y de la Iglesia Católica en la hora presente en Colombia, marcada por la pandemia del Covid-19. Dentro de los ecos y énfasis de la jornada presentados, al finalizar las intervenciones virtuales de los especialistas, por monseñor Jaime Alberto Mancera Casas, vicario episcopal para la dimensión social de la evangelización, de la arquidiócesis de Bogotá, se destaca la importancia de “reconocer que la crisis social, humanitaria, cultural y ecológica es anterior y la pandemia del coronavirus lo que ha hecho es visibilizarla. Partiendo de esta premisa es vital centrar la atención en el tipo de sociedad que estamos construyendo”. En esta línea, precisa monseñor Mancera, “es interesante que miremos la espiritualidad con la cual hay que afrontar esta situación”: 1. Necesidad de aceptar la incertidumbre. Dos conceptos orientan esta perspectiva: adaptarse y superar. “Estamos llamados a pasar de una simple reacción, cómo nos tocó en todos los contextos, a adaptarnos para también superarnos y salir adelante con una actitud resiliente. 2.Interiorizar y poner en práctica una actitud de humildad. “Se ha puesto en evidencia que nadie puede levantar la mano y decir que tiene todas las respuestas, ni que tiene la solución a los problemas; por tanto, nos necesitamos unos a otros, todos tenemos algo importante para aportar”. 3.Desafío de reconciliarse con el futuro. “Soñar con una era de la solidaridad, que el aprendizaje que deje esta experiencia sea la necesidad de construir una sociedad más compasiva, esto implica una reconciliación con el futuro, que en un primer momento no es clara, pero que estamos llamados a asumir". 4. Apertura hacia la lectura de fe."Pasar a la pregunta ¿qué está haciendo Dios en medio de estas circunstancias y qué espera de nosotros?" 5. Adaptación Pastoral. En este ámbito se destaca “la labor educativa - informativa que la Iglesia puede realizar, es decir, su capacidad de llegar a muchos para formar la conciencia; su capacidad de influir para bien en la vida de las personas; su capacidad para transmitir una visión y un horizonte de esperanza frente a lo que está pasando; y su extensión en el territorio nacional". 6. Los dilemas éticos y morales. “Exigen de la Iglesia su labor educativa, formadora de conciencia (…) Un especial énfasis en la formación de la familia, tanto en la preparación remota como el acompañamiento de los primeros años de la vida familiar, porque es desde esa raíz donde salimos a afrontar las circunstancias”. 7. Capacidad de convocatoria. Ser conscientes de la “capacidad profética de la Iglesia”, de su posibilidad de reclamar el cumplimiento de los deberes del Estado y de los deberes de los ciudadanos, “porque la responsabilidad es conjunta”. 8.Adaptación. En este nivel también se encuentra la virtualidad; “estos espacios de las tecnologías de la información y la comunicación requieren nuevas pedagogías. No sólo se trata de transmitir la misa a través del celular y circular en las redes sociales, se debe tener en cuenta que esa transmisión lleve a una experiencia de encuentro con el Señor, a una experiencia de oración”. “Necesitamos resolver preguntas pedagógicas en el uso de ésta virtualidad en la catequesis, la liturgia, en los cursos pre-sacramentales, en todo lo que nos ha pasado y nos está pasando en este momento en nuestras comunidades, en nuestras diócesis, y la manera como nos estamos adaptando a la nueva situación”. El lema que acompañó el trabajo de los obispos en la primera asamblea plenaria virtual de la historia es: “Al servicio del Evangelio, para la esperanza de Colombia".