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reconciliación y paz

Mié 20 Nov 2019

Inició encuentro Nacional de Reconciliación, cultura de paz y memoria

Durante la apertura del Encuentro Nacional de Reconciliación, cultura de paz y memoria, que se desarrolla por estos días en Bogotá, el Arzobispo de Tunja y miembro de la Comisión de Conciliación Nacional, monseñor Luis Augusto Castro Quiroga, dijo en su intervención que es importante superar los momentos de miedo y crisis que vive constantemente el ser humano, afirmando que esto solo se logra a través de la reconciliación. “Reconciliación significa volver a recuperar lo malo que ha sido de alguna manera nos ha flagelado, herido o golpeado, es volver a superar o recobrar ese equilibrio, esa serenidad de relacionarnos con los demás”, aseveró el prelado. Rostros de la reconciliación En un primer momento el prelado se refirió a la reconciliación personal con uno mismo, “cuantos de nosotros nos sentimos enemigos de nosotros mismos, luchando en una guerra interna y entonces es necesario que vayamos disipando todo ese odio para podernos sentir reconciliados con nosotros mismos”. Luego, se refirió a la reconciliación con las demás personas, es decir: “con quienes vivimos y nos han ofendido o amenazado, en un momento dado, hay que recordar esa reconciliación con estas personas. Reconciliación del ser humo con el ser humano”. La reconciliación ecológica. Al poner de ejemplo la realidad actual que se vive en el Pacífico, dijo que es “como si estuvieran en guerra y aparece tanta tragedia, el ambiente no es de reconciliación sino de amenazas, de susto, de sentirse que hay que defenderse como sea, pero esto no es la manera más humana de vivir, entonces es ahí donde tenemos que hablar de reconciliación ecológica, hacer del ambiente en que vivimos un espacio fraterno, más amigo y sereno”. La Reconciliación teológica. “Esta se refiere a la reconciliación con Dios, ¿Todos nosotros sabemos cuántas veces peleamos con Dios y cuántas, humildemente le pedimos perdón y nos reconciliamos para sentimos felices?”. La reconciliación es un proceso que necesita espacios de diálogo Por su parte Peter Ptassek , Embajador de Alemania en Colombia, aliado de la Comisión de Conciliación Nacional (CCN) para el desarrollo del proyecto denominado: "Memoria para la construcción de una cultura de reconciliación y paz”, agradeció la invitación y fue enfático en afirmar que se requiere de más diálogo para poder llegar a la reconciliación. “Sin hablar, no habrá entendimiento ni diálogo. El diálogo es el camino, la herramienta de la convivencia y de la paz que se requiere para ayudar a reconstruir el tejido social, por eso ustedes todos están comprometidos con la paz y esta no se logra sin diálogo, esto es básico”, puntualizó. Al expresar sus agradecimientos a la CCN y los asistentes por el trabajo realizado en las diferentes regiones que cubre este proyecto, dijo “estoy muy satisfecho con el trabajo que están haciendo en todo el país, en circunstancias muy difíciles de lograr por lo complejo de los territorios. No se hacen avances sin saber de dónde provienen, qué pasó en el pasado, para finalmente abrir la puerta hacia el futuro (…) Estos procesos están contribuyendo al desarrollo de una cultura del diálogo, por eso la Embajada de Alemania en Colombia está en una posición de respaldar este trabajo tan importante, así como el embajador de Noruega quien envía también un saludo cordial”. Finalmente, expuso que este proyecto “es el símbolo de una sociedad que funciona, que está dialogando, que está transformando, tratando de dejar pasar ese dolor del pasado y permitiendo la participación de los diferentes actores de la sociedad”. El país tiene heridas muy profundas Para el padre Darío Echeverri, secretario general de la Comisión de Conciliación Nacional (CCN), el conflicto armado en las diferentes regiones del país ha dejado a mucha gente herida que requiere de ayuda profesional, de un trabajo de sanación, recuperación y reconciliación. “Entonces en aquellas regiones más golpeadas por el conflicto, nos hemos acercado para invitar a la gente más sencilla a que retome su historia y priorice un hecho emblemático para que hagamos sobre él un ejercicio que conduzca a una catarsis, a una sanación y le lleve finalmente a la reconciliación. Los logros son muy significativos y las personas de las regiones se convierten en maestros, en terapeutas de sus conciudadanos, para encontrar lo que todos anhelamos una Colombia reconciliada y en paz”, aseguró el religioso. El sacerdote explicó cómo este proyecto de reconciliación, que fue aplicado en 6 regiones y 8 localidades del país afectadas de manera especial por el conflicto armado, avanzó trabajando desde las bases: “que sean ellas las que realicen ese proceso paso a paso de reconstrucción de la memoria histórica. Nosotros hemos ido aportando nuestro granito de arena, ya los medios de comunicación y la Iglesia misma tienen que seguir este trabajo porque Colombia lo necesita”. Al cierre de esta primera jornada, los asistentes pudieron conocer seis video-documentales que narran hechos emblemáticos acaecidos en el marco del conflicto en cada zona y de los cuales hoy muy poco se ha hablado. Con estas piezas audiovisuales, la Iglesia busca contribuir a la visibilización de las comunidades y al conocimiento de la verdad. El proyecto: "Memoria para la construcción de una cultura de reconciliación y paz” desarrollado a lo largo del 2019, abarcó tres grandes líneas de trabajo: pedagogía, investigación y comunicaciones. Procesos que han sido posible gracias al trabajo articulado con diferentes Jurisdicciones del país, al compromiso de líderes sociales y gestores de paz locales que han participado en las diferentes actividades, y al apoyo de organismos de cooperación internacional como las Embajadas de Alemania y Noruega.

Vie 29 Jun 2018

La CCN y el trabajo por la reconciliación y la paz en Colombia

Existen varios organismos de la Iglesia en Colombia cuya misión es aportar a la reconciliación del país. Durante un evento desarrollado en las instalaciones de la Conferencia Episcopal de Colombia, el pasado martes 26 de junio se reunieron personas de diversas organizaciones de 15 diferentes regiones del país, para realizar un intercambio sobre su trabajo y los retos que plantea la coyuntura actual; conversaciones y actividades que llevaron a identificar sinergias para potencializar el trabajo eclesial en este campo. Durante un video-mensaje de saludo a los participantes, el Arzobispo de Villavicencio y también presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia y de la Comisión de Conciliación Nacional, Monseñor Óscar Urbina Ortega, llamó a ser artesanos de la paz y aprovechar el espacio para identificar las necesidades de formación y de cooperación en el trabajo por la reconciliación y la paz, especialmente en las regiones que es donde, en sus propias palabras “la paz nace y se consolida”. Por su parte, el Dr. Hubert Gehring como representante de la fundación alemana Konrad Adenauer, organización que viene apoyando desde hace varios años el trabajo de la Comisión de Conciliación Nacional como área de la Conferencia Episcopal de Colombia encargada de promover la búsqueda de salidas políticas a conflictos sociales y armados, resaltó la importancia de reconocer que en el trabajo por la reconciliación y la paz, se trabaja con personas, desde la humanidad, y con especial atención en las regiones. “Esta misión requiere de mucho trabajo y paciencia, no hay que desfallecer”, agregó. En un trabajo de grupos se permitió un intercambio nutrido sobre temáticas como el trabajo psicosocial, la comunicación y la formación para la reconciliación, la gestión de proyectos con enfoque de reconciliación, la implementación de los acuerdos de La Habana y actividades de incidencia política; actividad que abrió la posibilidad de acordar trabajos conjuntos. Siguió el aporte de panelistas de muy alto nivel, pertenecientes a la Comisión de Conciliación Nacional, como el Arzobispo de Tunja, Monseñor Luis Augusto Castro Quiroga, la economista Consuelo Corredor, el exministro del ambiente Juan Mayr, el directivo de la Universidad Minuto de Dios, Padre Camilo Bernal, y el politólogo Juan García, quienes hablaron sobre Colombia después de las elecciones y compartieron sus aportes para superar la polarización y continuar en la búsqueda permanente por la reconciliación nacional. Además, debatieron sobre posibles acciones que las organizaciones a nivel regional y nacional pueden tomar en torno al escenario actual. Entre sus intervenciones, el Padre Camilo Bernal, insistió en que la búsqueda incesante de quienes representan a la Iglesia en estos escenarios debe ser por la construcción de una cultura de paz, desde allí, según él, se pueden establecer bases más sólidas para ir abondando a la superación de los conflictos. Sobre el tema cultural, Monseñor Castro, fue enfático en que para la integración y la garantía plena de los derechos para todas las comunidades, se debe empezar por reconocer que Colombia más que ser un país multicultural (como tradicionalmente se ha denominado), debe ser un país intercultural, en el que verdaderamente se puedan integrar todas las culturas que aquí convergen y generar lazos entre ellas para las percepciones, aprender unos de otros y poder entender las problemáticas del otro. Terminó el encuentro con una exposición de experiencias del trabajo por la reconciliación en seis regiones del país. Y con una responsabilidad que encargó Monseñor Urbina no únicamente a las personas que asistieron al encuentro, sino a todos los Colombianos: “Ustedes tienen una tarea que es el corazón de la paz: Animar, fortalecer, despertar, avivar la reconciliación, para crear una nación fraterna, justa y en paz.” Con este evento, la Comisión de Conciliación tendrá mayores bases para encaminar su trabajo en las regiones, de acuerdo a las necesidades de cada comunidad y a las sinergias que pueda seguir estableciendo con las organizaciones eclesiales en las regiones, adscritas en su mayoría a las diferentes diócesis y arquidiócesis del país, que son las que operan en campo de forma permanente. Fuente: Of. de comunicaciones de la Comisión de Conciliación Nacional

Vie 28 Ago 2015

Mensaje caribeño por la reconciliación y la paz

La Iglesia Católica del Caribe Colombiano se reunió del 26 al 28 de agosto en la ciudad de Barranquilla, para analizar el contexto socio-político de esta región del país. Sus Obispos, sus vicarios de pastoral, las Pastorales Sociales, la Red Nacional de Programas de Desarrollo y Paz, los Programas de Desarrollo y Paz del Caribe Colombiano, asumieron los sufrimientos y las esperanzas que, en el camino de la reconciliación y la paz, experimentan estos pueblos, sus familias y todos los hombres y mujeres del Caribe Colombiano. Vivimos tiempos difíciles y caóticos manifestados en el desprecio al valor fundamental de la vida expresado de múltiples formas: la fatiga que todos sentimos por un prolongado conflicto armado; el fortalecimiento de la capacidad militar de los violentos y organizaciones criminales; el flagelo del narcotráfico; las polarizaciones que se desatan en nuestra sociedad y que son generadoras de lógicas de amigo-enemigo; el creciente deterioro de nuestra casa común y la corrupción, tanto pública como privada, han desdibujado los horizontes de construcción de una nueva Sociedad reconciliada y en paz como deseo unánime de un proyecto de región. No menos graves son los problemas que hoy experimentamos en el Departamento de la Guajira con una fuerte sequía y desnutrición que golpean las familias más pobres, así como la expulsión, escandalosa e infame, a que muchos de nuestros connacionales han sido sometidos por parte del gobierno de Venezuela generando problemas de hondo calado en nuestra región fronteriza. A ellos nuestra oración y solidaridad en la hora presente. Al finalizar nuestro encuentro de tres días, nos comprometemos: 1. A trabajar, inspirados en los valores del Evangelio, por la reconciliación y la paz, como el mejor camino que hace posible el proyecto de Dios para nuestras comunidades. 2. A fortalecer nuestras organizaciones y los procesos educativos que contribuyen a una cultura de la reconciliación y la paz; a impulsar espacios y escenarios de construcción de lo público con amplia participación ciudadana; a contribuir en el mejoramiento de las condiciones de vida de nuestras comunidades y a fortalecer la reconciliación social, centrada en la verdad, que no se puede ocultar ni deformar, en la justicia que hace posible la recuperación plena de todos los derechos y en el amor y la misericordia que nos abren al horizonte del perdón. 3. Impulsaremos el sueño de una región caribe desde nuestra alegría, nuestra riqueza natural y nuestra pluralidad étnica; viviremos esta cultura de la reconciliación y de la paz en comunión con Dios, con los demás y con la naturaleza; en la práctica de los valores de la armonía, el diálogo, el perdón, la confianza y la misericordia; promoveremos los derechos humanos, la verdad, la justicia y la reparación y contribuiremos en la reconstrucción del tejido social de manera participativa e incluyente. 4. Hacemos nuestras las palabras del Papa Francisco: "Ante el conflicto, algunos simplemente lo miran y siguen adelante como si nada pasara, se lavan las manos para poder continuar con su vida. Otros entran de tal manera en el conflicto que quedan prisioneros, pierden horizontes, proyectan en las instituciones las propias confusiones e insatisfacciones y así la unidad se vuelve imposible" Pero hay una tercera manera, la más adecuada, de situarse ante el conflicto. Es aceptar sufrir el conflicto, resolverlo y transformarlo en el eslabón de un nuevo proceso. "¡Felices los que trabajan por la paz!! (Mt 5,9). Evangelii Gaudium #227 Que Nuestra Señora, que peregrina en el caribe, nos acompañe en todos nuestros esfuerzos y realizaciones por la reconciliación y la paz. Barranquilla agosto 28 de 2015, en la fiesta de San Agustín, obispo y doctor de la Iglesia. Fuente: Of. comunicaciones arq. Barranquilla