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Semana por la Paz

Jue 7 Sep 2023

Un Rosario desde Chiquinquirá y una Eucaristía desde Cartagena para orar por la paz de Colombia

En el marco de la Semana por la Paz #36, con un Santo Rosario “por la paz, la reconciliación y la mesa de diálogos” que se realizará este viernes 8 de septiembre en el Santuario Mariano Nacional de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, y una Eucaristía que será celebrada el sábado 9 de septiembre en el Santuario de San Pedro Claver de la ciudad de Cartagena, la Iglesia Católica colombiana orará por la paz de Colombia.El rezo del Rosario en Chiquinquirá estará a cargo de monseñor Jorge Leonardo Gómez Serna, obispo emérito de Magangué, destacado por su aporte en favor de la paz del país. La Santa Misa en la capital de Bolívar será presidida por monseñor Francisco Javier Múnera, arzobispo de Cartagena, y se hará en honor a san Pedro Claver y en conmemoración del Día Nacional de los Derechos Humanos.Ambas actividades se llevarán a cabo a las 6:00 p.m. y serán transmitidas a través de las redes sociales de la Conferencia Episcopal de Colombia, del Secretariado Nacional de Pastoral Social y de los canales oficiales de ambos templos en YouTube.Estas actividades celebrativas, coordinadas por el Secretariado Nacional de Pastoral Social, se suman a muchas otras de tipo pedagógico, social y de incidencia que, desde los niveles nacional, regional y local, se han venido promoviendo en el contexto de esta edición 2023 de la Semana por la Paz que ha tenido como tema central “Juntanzas creadoras de paz”.Sobre San Pedro Claver y el Día de los Derechos Humanos en ColombiaSan Pedro Claver fue un sacerdote jesuita español, ordenado en 1616 en la Catedral de Cartagena. Pere Claver Corberó, como fue bautizado de nacimiento, se distinguió por su importante labor pastoral en favor de los hombres y mujeres que sufrían esclavitud y marginación en aquella época. Tras una ardua labor de casi 40 años, el misionero, quien se declaró ante el mundo como "esclavo de los esclavos para siempre", falleció en esta misma ciudad el 9 de septiembre de 1654.El papa León XIII, quien lo canonizó en el año de 1888, dijo: “Después de la vida de Cristo, ninguna ha conmovido tan profundamente mi alma como la del gran apóstol san Pedro Claver”.Un tiempo después, en 1985, el Congreso de la República de Colombia, por medio de la Ley 95, declaró el 9 de septiembre como festividad de san Pedro Claver y en honor suyo, categorizó esta fecha como el “Día Nacional de los Derechos Humanos”.

Jue 7 Sep 2023

Bienaventurados los que trabajan por la paz

Por Mons. José Libardo Garcés Monsalve - El desarrollo del Plan Evangelizador de nuestra Diócesis de Cúcuta para este mes de septiembre tiene como lema: “Caminemos Juntos, en paz, guiados por la Palabra de Dios”, con el momento significativo de vivir la semana por la paz y la semana bíblica, que tiene como propósito que cada uno de nosotros siga afianzando el fervor y celo pastoral en un trabajo comprometido por la paz, como don precioso de Dios para toda la humanidad, con el corazón dispuesto a recibir esta gracia, que nos compromete a trabajar intensamente por tener en la vida a Nuestro Señor Jesucristo que nos conduce a la verdadera paz.Cuando aceptamos a Jesucristo en la vida personal y familiar, brota del interior el deseo de trabajar y construir la paz y como consecuencia seremos llamados por el mismo Señor, bienaventurados, así lo expresa Jesús en el sermón de la montaña: “Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque Dios los llamará sus hijos” (Mt 5, 9). Esta es la tarea de todo cristiano, ayudar a que todos vivamos en paz, construida desde el perdón y la reconciliación que nos pide amar a los enemigos y orar por los que nos persiguen y calumnian, aprendiendo a resolver los conflictos y problemas diarios desde el Evangelio, que es opuesto a toda violencia y división tal como lo enseña Jesús: “Han oído que se dijo: Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo. Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen. Así serán dignos hijos de su Padre del cielo, que hace salir el sol sobre buenos y malos, y manda la lluvia sobre justos e injustos” (Mt 5, 43-45).Llegar a trabajar por la paz presupone que reinen en nuestro corazón las demás bienaventuranzas. Cuando tengamos la confianza puesta solo en Dios desde la pobreza evangélica, cuando tengamos el alma limpia de todo pecado, comenzamos a tener paz en nosotros mismos y también la podemos ofrecer a los demás, paz que no depende de nuestros méritos, sino de la gracia de Dios. No es la paz como la que busca el mundo, que en muchos casos es más un negocio que pide beneficios para quienes la proporcionan, sino que es un maravilloso regalo que Jesucristo ha ganado con su Sangre y que nos quiere dejar para vivir en unidad y comunión. “La Paz les dejo, mi paz les doy. Una Paz que el mundo no les puede dar” (Jn 14, 27), que implica trabajar intensamente por tener en la vida a Nuestro Señor Jesucristo príncipe de la paz.Jesucristo ha puesto su morada entre nosotros para devolvernos la paz perdida por el pecado y conducirnos a la paz verdadera, llamando a todos los que están dispersos y divididos para lleguen a la comunión como don de Dios. Su misión la ha cumplido desde la cruz, clavado en el madero nos devolvió la paz con Dios, cuando nos otorgó el perdón misericordioso, “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lc 23, 34), que implica dejarnos limpios de todo pecado y libres de toda división que nos separa de Dios y liberados de odios, resentimientos, rencores y venganzas que destruyen nuestras relaciones familiares y comunitarias y hacen que la paz comience a debilitarse y morir.Ser llamados por el Señor bienaventurados por trabajar por la paz, significa tener paz en el corazón y luego transmitirla a los otros procurando ambientes de paz entre los hermanos, sobre todo quienes están en división y conflicto o están alejados de Dios. Un bautizado que tiene las cosas ordenadas en su corazón, que está limpio en su corazón, es capaz de dejar entrar a su vida las virtudes de la Fe, la Esperanza y la Caridad, que ponen al creyente en perfecta comunión con Dios, cosechando en su corazón como fruto maduro las demás virtudes que rigen la vida del creyente y lo ponen en actitud de acogida del hermano, incluso del enemigo y del que causa ofensas permanentemente. Con un corazón limpio, que está en gracia de Dios, es posible trabajar por la paz, porque la limpieza de corazón permite ver a Dios en el hermano, aún en aquel que es más conflictivo y en el que está más dividido. La limpieza de corazón permite el acercamiento al otro como el buen samaritano que limpia las heridas de odio, resentimiento, rencor y venganza que hay en el corazón del prójimo para llevarlo hasta Dios a que cuide de Él y sane sus heridas. En este mes de septiembre celebramos la semana por la paz, con el primer compromiso de orar por la paz tan anhelada por todos y luego a trabajar para que vivamos en familias perdonadas, reconciliadas y en paz. Todos queremos la paz y hacemos grandes esfuerzos por conseguirla. En este trabajo intenso y desde el corazón, tenemos la certeza de un premio: “Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque Dios los llamará sus hijos” (Mt 5, 9), sabiendo que el Padre de todos es solamente Dios, y no se puede entrar a formar parte de su familia, si no vivimos en paz entre todos por medio de la caridad fraterna, trabajando por crear armonía y unidad en nuestro entorno.Nuestro Señor Jesucristo necesita que lo dejemos obrar en nuestro corazón y que lo dejemos entrar en nuestra vida: “mira que estoy a la puerta y llamo. Cuando alguien me oye y abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y el conmigo” (Ap 3, 20). De nuestra parte tengamos la disposición de decirle: “Quédate con nosotros Señor” (Lc 24, 29) esta es la clave para vivir perdonados, reconciliados y en paz en nuestras familias y en la sociedad, para que hoy y siempre “Caminemos Juntos, en paz, guiados por la Palabra de Dios. En unión de oraciones. Reciban mi bendición.+José Libardo Garcés MonsalveObispo de Cúcuta

Mié 6 Sep 2023

Por caminos de reconciliación y respeto a la vida humana

Por: Mons. Víctor Manuel Ochoa Cadavid - En esta mañana del domingo, cuando vivimos la alegría de la resurrección del Señor Jesús, que nos salvó del pecado y de la muerte, regalándonos la alegría, los invito para que lo invitemos a nuestros hogares y resuene su saludo pascual: “La paz este con ustedes” (Juan 20,21).En esta mañana, en todos los rincones de Colombia, los invito a pensar en los hombres y mujeres que entregan su vida por el País, por Colombia, con sudor, sacrificio y abnegación dando lo mejor de sus vidas para salvaguardar el orden público, el valor de la vida, la soberanía de Colombia, la defensa de la legalidad. Hombres de fe y de integridad.Cada semana, ponemos nuestra vida en manos de Dios, en este programa NOTAS HUMANAS Y DIVINAS, afirmamos el auxilio del Señor en nuestra vida y trabajo, mirando al resucitado. Los invito para que elevemos súplicas al Señor de los Ejércitos, pidiendo bendiciones sobre nuestra Patria y sobre nuestras acciones, sobre el trabajo de los colombianos, sobre nuestros soldados y policías.Los invito a tener un sentimiento de gratitud para con los hijos de Colombia, hombres y mujeres que llevando el uniforme de nuestras Fuerzas Armadas -soldados y policías- en lugares muy diversos de Colombia, donde sirven el bien común, nos dan seguridad y acompañan la democracia de la Patria.Son muchos los miembros de nuestras Fuerzas Armadas, el Ejército Nacional, la Armada Nacional, la Fuerza Aeroespacial Colombiana y la Policía Nacional, que cumplen con las tareas y acciones que, con gran esfuerzo cumplen en favor de los colombianos, protegiéndonos de particulares amenazas.Estos hombres y mujeres son hombres de profunda fe, en Dios, en su misericordia y le ponen a Él, como fundamento de sus vidas y tareas. Son hijos de la Patria, que están acompañados de las oraciones de sus Padres, de sus esposas, de sus hijos.Recojámonos en un momento de oración pidiendo que Dios proteja y acompañe a los soldados de Colombia, por nuestros Policías. Estos días son días de prueba, muchos de ellos han entregado su vida, han derramado la sangre por Colombia.Los invito para que pongamos en manos del Dios justo y fiel, sus vidas y sus familias, pongamos en manos de Dios su servicio, la entrega de todos nuestros soldados caídos, al servicio de la libertad, del orden social.Con gran fe, pongamos a las familias de estos soldados y policías caídos cumpliendo su juramento solemne de llegar incluso a entregar la vida por Colombia, para que encuentren el auxilio de Dios.La muerte de tantos soldados 34 – y policías 37 en este año 2023, nos tienen que hacer reflexionar y pensar en la profunda opción que tenemos que hacer por construir la paz en nuestra Patria.Pidamos al Señor que la tarea y la vida de estos soldados, continúe siempre poniéndose al servicio de la construcción de la paz, una paz verdadera, sincera, estable y justa, donde cada uno reciba los beneficios de esta opción por la vida humana, en el cumplimiento de la doctrina social de la Iglesia: la defensa de la vida, el cuidado de la dignidad de la persona y la garantía de los derechos humanos para todos, sin distinción de su condición social.Esta tarea de la construcción de la paz, tiene que estar presente en todas nuestras comunidades, en todos los rincones de la Patria, donde es fundamental la colaboración de todos -hombres y mujeres- de todas las condiciones sociales. La paz debe comenzar en las familias, en las pequeñas comunidades, en los grupos sociales y humanos que nos agregan y comprometen. La paz se deber construir con honestidad, con trabajo, con rectitud, con lucha a la corrupción y al mal, con nuestra opción por alejarnos del pecado y del mal.La paz comienza con la convivencia y la ayuda fraterna entre todos los colombianos, con el respeto de nuestras autoridades legítimas y, especialmente, en el fortalecimiento de la justicia, en la afirmación del derecho.Pidamos a Dios que nuestros Soldados y Policías puedan fortalecer sus capacidades de servicio, sus competencias para ponerse al servicio de los colombianos. Nos lo regale Jesucristo, “camino, la verdad y la vida”, sea El nuestro camino, nuestra paz, nuestra justicia. Que podamos construir la Patria, en el cumplimiento de la ley y, especialmente, fortaleciendo las relaciones justas entre los colombianos, que nuestra tarea construya la paz, en la legitima defensa de los derechos de todos.Recibe Oh Dios, en tu paz a cuantos han caído víctimas del horror del doloroso y conflicto, que podamos estrecharnos en el eterno abrazo de la paz y, que construyamos la Patria por caminos de verdad, justicia y reconciliación. Nuestra Reina, la Virgen del Rosario de Chiquinquirá nos arrope con su manto.¡Alabado sea Jesucristo!+Víctor Manuel OCHOA CADAVIDObispo Castrense de ColombiaEditorial publicada en "Notas humanas y divinas" de RCN, 3 de septiembre 2023.

Lun 4 Sep 2023

Diálogo y fraternidad social

Por Mons. Luis Fernando Rodríguez Velásquez - La Conferencia Episcopal Colombiana, inquieta por la situación tan compleja que atraviesa el país, y en la proximidad también de las jornadas electorales del mes de octubre, ha publicado un documento muy interesante cuyo título es: “Hacia una pastoral para la reconciliación y la paz. Orientaciones de la Conferencia Episcopal de Colombia”.Recuerda el documento, entre otras cosas, que “el Papa Francisco entiende la paz como un imperativo moral y una realidad al alcance de la humanidad: “La paz es posible, la paz es un deber, la paz es la principal responsabilidad de todos” (Mensaje Urbi et Orbi del 17 de abril de 2022). Por su parte, el Papa Juan XXIII en la encíclica Pacem in Terris (1963), consolida la visión de paz como “la construcción de una convivencia basada en la verdad, la libertad, el amor y la justicia” (pg. 9).Propongo la lectura del documento de la Conferencia que puede hacerse en el portal de ésta en el link caritascolombiana.org. Será de mucha ayuda pues, además de servir para motivar al trabajo por la paz, ofrece una serie de criterios generales que todos los ciudadanos debemos tener presentes en estos tiempos de prueba. Son muy útiles también para los obispos, los presbíteros y los que tienen responsabilidades de liderazgo público, que deben considerar lo delicado del servicio al que están llamados de acompañar las comunidades. Es necesario estar lejos de polarizaciones y posiciones ideológicas que se quieran imponer. Un líder debe ser capaz de “volar por encima de los polos en tensión”. El líder, aunque tenga una posición personal que se respeta, debe considerar que su deber principal es ofrecer criterios para que los ciudadanos, por ejemplo en el caso de las elecciones, hagan libremente su discernimiento sobre el candidato o la candidata por la cual desean votar. Imponer u obligar de cualquier forma una votación, se sale de los parámetros de la justicia y la libertad de conciencia, y corre el riesgo de convertirse en un atentado contra la libre elección y por tanto de la democracia.En el mes de septiembre se realiza la Semana por la Paz, que en Cali tendrá como tema diálogo y fraternidad social.El propósito de estas jornadas, es ofrecer a todos los cristianos, a los que hacen parte de la Iglesia católica, y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, insumos espirituales y sociales para el trabajo por la paz y la reconciliación en nuestros territorios.En el contexto de las próximas elecciones en Colombia, estas jornadas adquieren una especial importancia para intensificar, especialmente, la oración por la paz y para que estemos bien dispuestos a dejarnos orientar por el Espíritu Santo en la elección de los candidatos que han de trabajar codo a codo, con y por sus comunidades como Gobernadores, Alcaldes, Diputados, Ediles, Presidentes de acciones comunales, etc.Cómo duelen las noticias de los atentados, de las emboscadas, de los asesinatos, de los desplazamientos, del terrorismo, signos de cómo a veces se ve lejana la meta de la paz, alimentando de esta forma la desesperanza y la desconfianza en los esfuerzos que el Estado hace por alcanzar la paz. Cómo es de necesario que se tome conciencia real de que así no podemos seguir y que, de no cambiar, el país va a seguir hundiéndose en un espiral de dolor sin fin.En la publicación de “Hacia una pastoral para la reconciliación y la paz”, se recuerda lo que San Juan Pablo II propone para lograr la meta de la paz, que sin duda no se limita solamente a silenciar las armas, sino también, y sobre todo, a atacar la causas que llevan a la violencia. Propone el Papa “tres caminos para construir una paz duradera. En primer lugar, el diálogo entre las generaciones, como base para la realización de proyecto compartidos. En segundo lugar, la educación, como factor de libertad, responsabilidad y desarrollo. Y, por último, el trabajo para una plena realización de la dignidad humana. Estos tres elementos son esenciales para «la gestación de un pacto social», sin el cual todo proyecto de paz es insustancial” (Juan Pablo II, Mensaje en la Jornada Mundial de la Paz, 2002) (pg. 10).Los exhorto a hacer de la Arquidiócesis de Cali, con sus cinco municipios de Cali, Dagua, La Cumbre, Jamundí y Yumbo, un auténtico territorio de paz. El príncipe de la paz, Cristo Jesús, los bendiga y acompañe. La paz sí es posible, está en nuestras manos construirla. Pido a los párrocos para el que jueves 7 de septiembre tengan una especial jornada de oración eucarística por la paz.+Luis Fernando Rodríguez VelásquezArzobispo de Cali

Lun 14 Ago 2023

Episcopado da a conocer orientaciones para vivir la Semana por la Paz 2023

Del 3 al 10 de septiembre de 2023, Colombia vivirá la versión número 36 de la Semana por la Paz. En esta oportunidad, la iniciativa, acompañada y ambientada por la Iglesia Católica colombiana, tendrá como tema central “Juntanzas creadoras de paz”.Este concepto hace referencia a una perspectiva de trabajo por la reconciliación y la paz inspirada en el camino sinodal propuesto por el papa Francisco que invita a caminar juntos, no solo al interior del catolicismo, sino también en relación con otros credos, instituciones y organizaciones.Aunque el próximo jueves 17 de agosto, de manera simultánea, en seis territorios del país (Bogotá, Medellín, Pasto, San Gil, Florencia y Sur de Bolívar), se llevará a cabo el lanzamiento oficial de esta Semana por la Paz, monseñor Juan Carlos Barreto, obispo de la Diócesis de Soacha y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal de Colombia, ha dado a conocer una serie de orientaciones al respecto.Estos aspectos permitirán comprender de manera clara y pedagógica la esencia de esta iniciativa, así como identificar desde ya diversas maneras de vivirla, en el marco de la conmemoración del Día de los Derechos Humanos en Colombia y el Día de San Pedro Claver que se celebran cada 9 de septiembre en Colombia.Conozca a continuación dichos elementos:1. ¿Qué es?Semana por la Paz es una movilización ciudadana que es convocada por un grupo de actores de diversas organizaciones, instituciones, movimientos, universidades, ONG´S y redes que expresan una amplia pluralidad religiosa, social, étnica, cultural, económica y política. Esta expresión de la sociedad civil tiene el propósito de promover en toda la ciudadanía del país el compromiso personal y social para eliminar la violencia, construir justicia social y encontrar caminos de reconciliación.2. Un poco de historiaLa Semana por la Paz nace en 1987 en el seno del Programa por la Paz de la Compañía de Jesús, tras todas las consecuencias que trajo para la vida política del país la toma al Palacio de Justicia, la guerra del narcotráfico, los asesinatos sistemáticos de miembros UP y las negociaciones del Gobierno y las Farc. Cuando surge Redepaz en 1993, se le pide asumir la tarea, lo cual hace junto con el Secretariado de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal de Colombia. La idea inicial y original de la Semana por la paz fue la de mantener viva en el seno de la sociedad colombiana la idea de la solución política al conflicto armado interno e incentivar la construcción de paz por parte de la sociedad desde los municipios y regiones. Hasta la fecha, se ha realizado ininterrumpidamente, logrando posicionar ideas, acciones y valores en torno a la transformación de conflictos a partir de la no violencia.3. Objetivos1. Iluminar la realidad del país a la luz del Evangelio de la paz.2. Crear una cultura de paz en los diferentes sectores de la sociedad.3. Visibilizar experiencias positivas en construcción de paz.4. Expresar solidaridad a personas, grupos, sectores y territorios más afectados por el conflicto social y la acción de actores violentos.5.Llamar la atención sobre situaciones de violencia familiar, ilegal, cultural y estructural.6. Exigir condiciones de vida digna para todos los ciudadanos del país.7.Superar el conflicto armado a través del diálogo y de acuerdos que favorezcan la solución pacífica, de tal manera que se detengan las acciones de la guerra y se creen condiciones de armonía y equidad.4. ¿Quién la organiza?Diversos actores de la sociedad civil y de la institucionalidad, entre ellos:1. Iglesia Católica2. Gobierno nacional, gobernaciones, alcaldías3. Instituciones educativas4. Organizaciones sociales5.Otras Iglesias y confesiones religiosas5. ¿Qué actividades se pueden realizar?1.Momentos celebrativos (Eucaristías, vigilias, velatones, etc.)2.Jornadas académicas3. Foros, conversatorios, simposios, seminarios, conferencias4. Programas de radio y televisión5. Interacción a través de las redes sociales6. Jornadas culturales7. Eventos deportivos8. Marchas9.Murales10. Reuniones en barrios, veredas, conjuntos residenciales, resguardos indígenas, consejos comunitarios, parroquias11. Actos ecuménicos12. Eventos de memoria y reconciliación6. El tema de este añoPara el año 2023, se ha escogida la temática: Juntanzas Creadoras de Paz, con el propósito de poner de relieve la importancia de hacer esfuerzos colectivos que conduzcan a la reconciliación del país y a lograr una paz integral. Este tema es particularmente afín a la perspectiva actual en la que se encuentra la Iglesia al realizar el camino sinodal, el cual invita a caminar juntos, no solo al interior del catolicismo, sino también en relación con otros credos, instituciones y organizaciones..7.¿Cómo se puede vivir en una parroquia?Aunque la Semana por la Paz es una actividad en la que confluyen muchos sectores de la sociedad, las parroquias son un espacio fundamental para poder vivir este tiempo de una manera profunda y fraterna. Las parroquias se deben integrar a la programación que realizan las diócesis en conjunto con otros espacios de la sociedad civil y la institucionalidad. Además, cada parroquia puede organizar momentos propios en los que se permita tener un mayor acercamiento a los diversos ambientes de la geografía parroquial a través de asambleas familiares, celebraciones litúrgicas, reuniones sectoriales, visitas a los colegios y animación a través de las redes sociales.Un recurso muy útil para las parroquias en el presente año, es el documento Hacia una Pastoral para la Reconciliación y la Paz, el cual es un aporte de la Conferencia Episcopal de Colombia para profundizar en el compromiso de los católicos colombianos como servidores y misioneros de la paz y la reconciliación del país. El documento se inspira en el Evangelio y en la Doctrina Social de la Iglesia, y aborda temas como el marco conceptual, la importancia y alcance de una pastoral para la paz y la reconciliación, los criterios eclesiales, la pedagogía y las acciones conjuntas para construir la paz que necesita Colombia.

Jue 15 Sep 2022

Así vivió la Diócesis de Cúcuta la 35° versión de la ‘Semana por la Paz’

Este año, la Diócesis de Cúcuta animó la Semana por la Paz, con el lema del proceso pastoral de la Jurisdicción para el mes de septiembre: “El amor todo lo puede, sigamos adelante”, unido igualmente al propuesto a nivel nacional: “Territorios en movimiento por la paz, reconociendo, resignificando y reivindicando”. Desde el año 1987 se conmemora la ‘Semana por la Paz’, un espacio en el que, como Iglesia Católica, se resalta la importancia de este don de Dios precioso para toda la humanidad, a través de actividades que permiten romper barreras individualistas a cambio de un pensamiento colectivo que construya el bien común. La Semana por la Paz, nace en el marco del ‘Programa por la paz’ de la Compañía de Jesús, con el objetivo de mantener viva en el seno de la sociedad colombiana la idea de solución política al conflicto armado interno, e incentivar la construcción de paz por parte de la sociedad, desde cada uno de los municipios y regiones del país. Esto en compañía de Redepaz y el Secretariado Nacional de Pastoral Social Cáritas Colombiana. Como lo menciona monseñor José Libardo Garcés Monsalve, obispo de la Diócesis de Cúcuta, “la misión de Nuestro Señor Jesucristo en esta tierra, fue conducirnos a la paz, reunir a los que están dispersos y divididos, y establecer la paz entre los que crean división”. Con estas palabras del prelado, como Iglesia particular, la Diócesis de Cúcuta a través de la Corporación de Servicio Pastoral Social (COSPAS), del 4 al 11 de septiembre desarrolló la Semana por la Paz, desde diferentes espacios de participación que permitieron no solo encontrarse como Iglesia, sino como hermanos con un mismo fin: la búsqueda de la paz. Durante esta semana se llevaron a cabo foros, conversatorios y espacios radiales (a través de la Emisora Vox Dei), donde se trataron temáticas sobre la paz territorial, el reconocimiento de las víctimas en su dignidad, la reconstrucción de memoria histórica, el reconocimiento como reconciliación, y la resignificación de la vida en Cristo para construir paz desde el amor. Además, se adelantaron actividades de integración que llevan a construir paz, como la visita al Salón de la Memoria en la Biblioteca Pública Julio Pérez Ferrero, donde asistieron personas de diversas instituciones, incentivando el conocimiento de la historia del conflicto armado, para la no repetición; y el ciclopaseo, que permitió desde el deporte, unirse como hijos de Dios. En el desarrollo de cada encuentro se recordaba las enseñanzas del obispo de Cúcuta, quien afirma que “debemos aceptar que la paz es una responsabilidad de todos, y es compromiso aceptarla como propia y extenderla a los hermanos”. En el marco de la Semana por la Paz también fueron partícipes miembros de las instituciones de educación superior de la ciudad, como la Universidad Francisco de Paula Santander (UFPS), la Universidad de Santander (UDES) y la Universidad Simón Bolívar (Unisimón); miembros de organizaciones de cooperación internacional en la región como la Misión de Verificación para las Naciones Unidas y la Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia (MAPP-OEA); y la Agencia de Cooperación Cáritas Alemana, desde su proyecto PARTICIPAZ que incide en el municipio de Sardinata, región del Catatumbo, desde donde se busca promover el desarrollo humano integral, fundamentado desde la Doctrina Social de la Iglesia, a organizaciones de base comunitaria de la región del Catatumbo, fortaleciendo sus estructuras, y promoviendo acciones desde lo político, y socioeconómico que construyen paz y el tejido social afectado por el conflicto armado a lo largo de los años. Este proyecto centra su objetivo en la búsqueda del bien colectivo, y tiene retos importantes como la reconstrucción del tejido social afectado por el conflicto a lo largo del tiempo, a través de asociaciones productivas que Participaz ha guiado en todo su proceso de formación y comercialización, lo que ha sido una oportunidad laboral para muchas familias productivas, en donde no se da cabida para la ilegalidad; al igual que su trabajo con las Juntas de Acción Comunal, a las que brindaron acompañamiento con ciclos formativos y ser legalmente constituidas. Ahora tanto asociaciones como Juntas de Acción Comunal del municipio de Sardinata y corregimientos aledaños, van tras el bien común y la consolidación de la paz territorial. Desde la Diócesis de Cúcuta y la Pastoral Social, para el trabajo de la evangelización de lo social, continúa el reto de motivar a las comunidades a seguir practicando el ejercicio de la paz desde la dinámica de avanzar hacia los valores de la Doctrina Social de la Iglesia, donde hay que dejar entrar las virtudes al corazón para que, desde la fe, la esperanza y la caridad se procuren ambientes de paz. Como menciona Monseñor Héctor Fabio Henao Gaviria, delegado de la Conferencia Episcopal de Colombia para las relaciones Iglesia-Estado, “la Iglesia cumple el rol de acompañar y apoyar los procesos de paz en las comunidades”; siendo un puente para que las negociaciones avancen, ya que desde el sentido pastoral, la Iglesia genera un clima de confianza, transparencia, respeto y democracia. Desde estos valores se logra transformar el país que todos los colombianos anhelan. Fuente: Centro de comunicaciones Diócesis de Cúcuta

Jue 1 Sep 2022

Aquel que no renuncie a todos sus bienes no puede ser discípulo mío

VIGÉSIMOTERCER DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO Septiembre 4 de 2022 Primera Lectura: Sb 9, 13-18 Salmo: Sal 90(89), 3-4.5-6.12-13. 14 y 17 (R. cf. 12b) Segunda Lectura: Flm 9b-10.12-17 Evangelio: Lc 14, 25-33 I. Orientaciones para la Predicación Introducción: La liturgia de la Palabra en este Domingo nos invita a descubrir la verdadera sabiduría, que permite descubrir la voluntad de Dios. En la segunda lectura, Pablo escribe una nota a Filemón para que reciba a su esclavo fugitivo, Onésimo, no ya como un esclavo sino como un hermano, y con esta exhortación nos invita a todos los creyentes a vivir verdaderas relaciones de fraternidad. En el Evangelio, Jesús, que sube a Jerusalén, continúa enseñando sobre el valor de la cruz para el creyente y sobre la necesidad de renunciar a los bienes para ser verdaderamente discípulo suyo. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? La primera lectura es la conclusión de una hermosa oración que trae el capítulo 9 del libro de la Sabiduría pedir a Dios la verdadera sabiduría, que consiste en conocer y en poner en práctica la voluntad de Dios. La sabiduría es un don de Dios y a la vez, fruto del discernimiento constante del creyente, que debe superar la mezquindad de la condición humana para comprometerse a hacer visible y real en esta tierra el proyecto amoroso de Dios para el mundo. En la segunda lectura, la nueva relación de fraternidad que propone Pablo para Filemón y Onésimo, enmarca de modo maravilloso la semana por la Paz que hoy se inicia, y concreta de modo admirable el proyecto de Dios al que hacía referencia la primera lectura: el cristiano debe ser un artesano de la paz y un promotor incansable de la fraternidad y de la justicia social. Y esta vocación del creyente la concreta Jesús en el texto del Evangelio, cuando recuerda que todo discípulo debe llevar la cruz, símbolo del amor verdadero, y debe considerar secundarias todas las demás cosas, particularmente los bienes materiales, que están llamados a ser un medio para la construcción de una sociedad más justa y fraterna. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? Saber discernir. La vida es un constante ejercicio de discernimiento, un permanente esfuerzo de ponderación sobre lo que debemos hacer o no hacer, decir o no decir, sentir, pensar o evitar. Pero más allá de las decisiones cotidianas, la Palabra de este domingo nos invita a discernir el verdadero sentido de nuestra vida. ¿Para qué estamos en este mundo? ¿Cuál es el propósito de nuestra vida sobre la tierra? ¿Dónde encuentro la plenitud de la existencia? Más allá de una opción profesional o académica, estamos invitados a pedir y a encarnar la verdadera sabiduría, que, en últimas, consiste en descubrir el querer de Dios para nosotros y para el mundo. Todos podemos constatar lo efímeros que son los bienes materiales, los triunfos y los éxitos, las alegrías y los placeres. Y también, a medida que avanzamos por la vida descubrimos cómo el tiempo es corto y pasa cada vez más rápido. Y como no podemos dejar pasar la existencia sin pena ni gloria, Dios nos ofrece la verdadera sabiduría para que oriente y dé sentido a nuestra existencia. Pero se exige un esfuerzo de discernimiento constante de parte del creyente para ir descubriendo qué es lo que Dios quiere de nosotros y cómo podemos comprometernos en Su proyecto de salvación. Amar y servir. Para poder entender en profundidad el texto del Evangelio es necesario decir que el término “odiar” en la lengua de Jesús no significa ese mal sentimiento al que se refiere el verbo castellano, sino sobre todo “amar menos”, o “poner en segundo plano”. Cuando Jesús habla de “odio” se refiere a las rupturas que es necesario hacer cuando se trata de vivir con coherencia los valores del Evangelio, a renunciar a todo lo que nos impide seguirlo con fidelidad. Por eso el Señor pone como condición para el verdadero discípulo el llevar la propia cruz. No se refiere a soportar con paciencia las contrariedades, los pequeños o grandes sufrimientos de la vida, ni a hacer mortificaciones y sacrificios constantes. Se refiere a lo que la Cruz significó en su propia pasión, es decir, la mayor manifestación de amor de un Dios que entrega su vida por los pecadores. Es este amor que el discípulo debe cargar y encarnar, manifestándolo en una constante actitud de servicio. Amar y servir como Jesús es lo único que puede dar verdadero sentido a nuestra vida. Renunciar a los bienes. Las dos breves parábolas introducen un tercer elemento del discipulado. No se trata de dar unas monedas a un habitante de la calle o una limosna en el templo, sino de entregar todo lo que somos y tenemos para que se realice el proyecto amoroso de Dios para el mundo. Pero tampoco se trata de una exhortación a vivir en la miseria o a volvernos mendigos viviendo de la caridad ajena. ¡Ojalá todos los creyentes tuvieran dinero, y mucho, no para “botar para lo alto”, sino para servir! ¡Ojalá todos los creyentes tuvieran poder y cargos importantes, no para llenarse de soberbia, sino para construir un mundo más justo! Ese es el sentido de la renuncia: asumir que todo lo que somos y tenemos es para servir a los demás y para construir la civilización del amor. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? Semana por la paz. Desde hace más de treinta años se realiza en Colombia la Semana por la paz, en la semana que enmarca la fiesta de san Pedro Claver (9 de septiembre). Son muchas las actividades que se realizan y las iniciativas que proponen colectivos y organizaciones que trabajan por hacer realidad la paz que ha sido tan esquiva a nuestra nación colombiana. Pero lo más importante es que cada creyente se comprometa a ser constructor e instrumento de paz en su propio contexto, en el medio en el que se mueve. Y esto se logra disminuyendo la agresividad, eliminando la violencia, favoreciendo procesos de perdón y reconciliación. ¿Cómo puedo ser yo constructor de paz en mi familia, en mis espacios laborales o académicos? Fratelli Tutti. La reciente encíclica del Papa Francisco desarrolla más ampliamente la reflexión que los textos de la Palabra presentan en esta eucaristía. Sería una buena ocasión para leerla y meditarla, pero, sobre todo, para hacer un examen de conciencia sobre el nivel y la calidad de mis relaciones interpersonales. El caso de Onésimo en la segunda lectura es significativo porque Pablo nos invita a tratarnos como verdaderos hermanos, y aunque la esclavitud ya acabó hace mucho tiempo, todavía podemos seguir tratando a otros como esclavos y queriendo que los que nos rodean sean nuestros siervos. ‘¿Cómo puedo ser más fraterno para hacer más visible el amor de Dios por medio de mis palabras, sentimientos y acciones? _________________________ Recomendaciones prácticas: • Difundir el material y las actividades de la Semana por la Paz. • Orar y en lo posible entregar la “Oración por la paz” atribuida a san Francisco de Asís. • El viernes 9 de septiembre se celebra el Día de los Derechos humanos (en Colombia), memoria de San Pedro Claver. II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Hoy nos reunimos para celebrar el Día del Señor y el inicio de la Semana por la Paz. Dispongámonos a dejarnos alimentar por la Palabra y por la Eucaristía, que nos recuerdan nuestra vocación de amar y servir. Participemos con fe y con alegría. Monición a la Liturgia de la Palabra En este Domingo la Iglesia nos propone la necesidad de buscar la verdadera sabiduría; nos recuerda que debemos vivir verdaderamente como hermanos; y se nos invita a tomar la cruz como el Señor Jesús, para amar más y servir mejor a los más necesitados. Escuchemos con atención. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Queridos hermanos, elevemos nuestras súplicas al Padre celestial, confiados en su infinita misericordia, porque estamos seguros de que Él hace posible lo que para nosotros es imposible. R. Padre misericordioso, escucha nuestra oración 1. Por la Iglesia y por todas las comunidades eclesiales, para que en medio de las dificultades siga haciendo presente el mensaje de Salvación de Cristo Jesús y siga siendo luz que oriente el caminar de toda la humanidad. 2. Por nuestros gobernantes, para que puedan conducir a nuestros pueblos hacia el desarrollo y la construcción de una sociedad cada vez más justa y fraterna. 3. Por los enfermos, por los que pasan hambre y necesidad, por los que están solos y desconsolados, para que encuentren en la fe la fuerza necesaria para superar sus dificultades y en sus hermanos los medios necesarios para lograrlo. 4. Por todos los cristianos, para que con esfuerzo constante implantemos la fraternidad en el mundo y esta produzca alegría y paz en los hombres. 5. Por esta comunidad, para que todos nos comprometamos en la construcción de la paz y en la práctica de la justicia, que hagan cada día más visible el proyecto amoroso de Dios para el mundo y para nuestra nación. Oración conclusiva Atiende Padre bueno las súplicas que te presentamos con la confianza de los hijos y con la sinceridad de un corazón que te busca y te necesita. Por Jesucristo nuestro Señor. R. Amén.

Mié 31 Ago 2022

SUBSIDIOS: Semana por la Paz 2022

Con el lema: "TERRITORIOS EN MOVIMIENTO POR LA PAZ - Reconociendo, Resignificando, Reivindicando", la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), a través del Secretariado Nacional de Pastoral Social y diversas organizaciones sociales regionales y de nivel nacional, avanzan con los preparativos de la 35ª versión de la Semana por la Paz, que se realizará del 4 al 11 de septiembre de 2022. En este contexto, el Departamento de Liturgia del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (SPEC), uniéndose a esta jornada ha elaborado un material que contiene: Una guía litúrgica para la misa de apertura de la Semana por la Paz y el esquema de oración para las reuniones durante esta semana. DESCARGAR GUÍA LITÚRGICA AQUÍ DESCARGAR ESQUEMA DE ORACIÓN APERTURA DE REUNIONES AQUÍ Por qué el lema Recordemos que este año, sus organizadores le han dado fuerza a este lema "TERRITORIOS EN MOVIMIENTO POR LA PAZ - Reconociendo, Resignificando, Reivindicando", recordando que "los territorios expresan la diversidad y la vitalidad social, cultural y política del país; en estos se viven las tensiones, las conflictividades y los rigores de la violencia; pero también se manifiesta la esperanza, las resistencias y los esfuerzos valientes en la construcción de condiciones de vida digna: la paz se teje día a día desde los territorios". Piezas para redes sociales Los interesados en unirse a esta jornada, la oficina de comunicaciones del SNPS ha elaborado una serie de piezas y los copys de EXPECTATIVA de Semana por la Paz, que podrán ser publicados en las redes sociales de sus instituciones. DESCARGAR AQUÍ ¿Qué es la Semana por la Paz? Semana por la Paz es una movilización ciudadana cuyo objetivo es visibilizar el esfuerzo cotidiano de miles de personas, colectivos, organizaciones, instituciones, que trabajan en la construcción y consolidación de la paz, y de iniciativas que dignifiquen la vida en y desde los territorios. Se realiza en septiembre en el marco del 9, Día de los Derechos Humanos en Colombia y el Día de San Pedro Claver. En el 2022 se cumplirán 35 años de realizar de forma permanente y comprometida la Semana por la Paz, apoyando y visibilizando diversas iniciativas ciudadanas con acciones y mensajes acordes con el contexto y momento político del país, y fortaleciendo la conciencia social sobre la urgencia de construir en Colombia un proceso de paz plural, participativo, firme y duradero, con miras a la reconciliación nacional. Para sumarse a esta iniciativa comunicarse a través de [email protected]