Pasar al contenido principal

snps

Mar 10 Dic 2019

Cierra segunda fase del proyecto Participaz

Con evento de cierre en Tibú finaliza la segunda fase del proyecto Participaz La Tierra del Rrueno, como es conocida la región del Catatumbo, es un territorio de hermosos paisajes ubicada en el departamento de Norte de Santander y que agrupa a 11 de sus municipios. Un territorio que infortunadamente no solo se caracteriza por sus zonas montañosas y planas, sus fuentes hídricas, su fuerte potencial agropecuario o sus parques naturales, sino también por ser una de las regiones más golpeadas por el conflicto armado colombiano. El no poder ejercer una ciudadanía plena, la imposibilidad de participar e incidir en espacios políticos y económicos que definen el modelo de desarrollo de la región, la estigmatización de la población, el aumento de la militarización de actores armados ilegales, cultivos ilícitos y demás, son algunas de las causas estructurales y coyunturales que enmarcan la conflictividad en el Catatumbo según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo – PNUD. Es por ello que el Secretariado Nacional de Pastoral Social / Cáritas Colombiana con las Diócesis de Tibú y Cúcuta, iniciaron en 2014 la implementación del proyecto Participaz -Participación y autodeterminación política, económica y cultural; y la transformación pacífica de conflictos en el Catatumbo colombiano-, financiado por Cáritas Alemana y la Cooperación Alemana. El objetivo de este es afianzar las capacidades de participación de los habitantes de los municipios de El Tarra, Tibú, Sardinata y Bucarasica (Norte de Santander) y desarrollar acciones que incidan en la construcción de una paz participativa y sostenible en estos lugares afectados por el conflicto armado. Para poder intervenir en estas comunidades se plantearon tres líneas de trabajo: promover la participación e incidencia para el logro del futuro deseado plasmado en sus planes comunitarios, fortalecer las capacidades para la transformación de conflictos comunitarios para la reconciliación y convivencia, y consolidar estrategias productivas que generen ingresos sostenibles para las familias campesinas. La primera fase de este proyecto finalizó en 2016, en la cual su principal resultado fue la elaboración de planes de vida comunitarios que integran sus visiones de futuro deseado. Estos planes de vida fueron un insumo fundamental para que las comunidades participaran activamente en la formulación del PDET Catatumbo –Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial-. Esto dio paso a la segunda fase de Participaz que inició en 2017 y finaliza este 2019. “Son alrededor de 600 personas que hicieron parte de esta fase, fueron beneficiarias directas que se han formado en temas de incidencia, transformación de conflictos y que hacen parte de varias iniciativas productivas”, aseguró Iván Camilo Vargas Castro, especialista del proyecto. A lo largo de estos tres años el proyecto le brindó a la población varios talleres, capacitaciones e insumos que les permitieron potencializar sus habilidades y capacidades tanto personales como regionales. Por ejemplo, talleres sobre participación, incidencia y control social en los que se buscó dinamizar la reflexión para la toma de decisiones colectivas en búsqueda de la transformación del territorio y el diseño de apuestas compartidas por las comunidades que lo habitan. Asimismo, se realizaron varios encuentros productivos y agroecológicos que tuvieron como objetivo afianzar los saberes de las organizaciones productivas acompañadas por el proyecto y sus estrategias de incidencia para la generación de rutas de acción que transformen la economía de la región. También se desarrollaron varias iniciativas de paz creativas y auto-gestionadas que buscan transformar conflictividades estructurales presentes en las comunidades. De igual forma, se les brindó formación en mediación comunitaria con el objetivo de que tengan capacidades de gestión al momento de solucionar conflictos interpersonales o relacionales. Actualmente, siete de estas personas están en proceso de formación como Conciliadores en Equidad, programa desarrollado por el Ministerio de Justicia. Por otro lado, también es importante resaltar que iniciando el mes de noviembre se llevó a cabo en el municipio de Sardinata el primer Encuentro Comercial Cacaotero del Catatumbo, cuyo fin fue fortalecer el reconocimiento del cultivo de cacao, sus derivados y a su vez apoyar a los productores para que articulen con la institucionalidad privada y pública la mejora de la cadena productiva del cacao, haciendo énfasis en la comercialización. Para Luz Mery López, coordinadora local del proyecto en la Diócesis de Tibú, “esto ha ayudado a que las comunidades tengan mayor participación en escenarios donde usualmente no hacían presencia, a que tengan un mayor acercamiento a la institucionalidad, a que piensen claramente la planeación de su comunidad y territorio y también a que se potencialicen como líderes”. Termina la segunda fase Como parte de los resultados que deja el proyecto se encuentra un plan de incidencia regional que les permitirá a las comunidades seguir avanzando sin la ruta de trabajo sostenible a largo plazo, allí se han priorizado tres líneas de incidencia relacionadas con el tema ambiental, infraestructura estratégica y conectividad y con ruta de incidencia productiva y de articulación. “Algo muy bueno de este proyecto es que vinculó a la población joven, eso es muy importante porque nosotros somos los que debemos seguir con lo que hagan los mayores, por es muy bueno que el proyecto nos haya capacitado también para ser mediadores de conflictos dentro de nuestras comunidades”, comentó Luis Antonio Espinel Pérez del corregimiento Las Mercedes (Sardinata, Norte de Santander). Durante los días 2 y 3 de diciembre se llevó a cabo en el municipio de Tibú el cierre de esta segunda fase del proyecto Participaz, el cual contó con la participación de representantes de varias instituciones como la Comisión de la Verdad, la Agencia de Renovación del Territorio, Naciones Unidas, la MAPP OEA, Instituto Colombiano Agropecuario - ICA, Universidad Francisco de Paula Santander y Universidad Minuto de Dios, entre otras. El evento buscó visibilizar los aportes que se han hecho desde el proyecto para promover la construcción de paz en los territorios donde se ha implementado. El primer día se realizó la presentación de contextualización del proyecto y una plenaria de evaluación en la que se realizaron grupos focales que permitieran conocer la percepción de los beneficiarios sobre el desarrollo del mismo. Para el segundo día se llevaron a cabo varios paneles relacionados con los temas de construcción de paz territorial y economías locales. Con esta actividad se pudo tener un panorama general de los resultados del proyecto y cuáles fueron los impactos positivos y aspectos a mejorar para próximas intervenciones. “Nosotros le agradecemos a Pastoral Social por habernos ayudado y haberse comprometido con nosotros, de verdad que con los talleres y capacitaciones nos han ayudado mucho, a organizarnos y estar unidos”, puntualizó Juan José Luna Ovalles, vicepresidente de la Asociación de Juntas del corregimiento Luis Vero (Sardinata, Norte de Santander). Tomado de: Of. de comunicaciones Secretariado Nacional de Pastoral Social - Caritas Colombia

Jue 7 Nov 2019

Cáritas y JRS configuran propuestas hacia una política integral migratoria

El 5 de noviembre, el Secretariado Nacional de Pastoral Social - Cáritas Colombia y el Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) celebraron, en la ciudad de Bogotá, el foro “Construyendo propuestas para una política pública migratoria integral a migrantes y refugiados”, bajo el auspicio de Cáritas Alemana, en el que también participaron miembros de Red Clamor, Consultoría para los derechos humanos y el desplazamiento (CODHES), representantes de alcaldías, gobernaciones y el Alto Comisionado de la Naciones Unidas para Refugiados (Acnur). El objetivo de este evento fue generar un espacio de reflexión y diálogo, que permitió a los diversos actores involucrados en atención a población migrante y refugiada del país identificar propuestas para fortalecer los contenidos y la planeación de una política pública migratoria de protección internacional integral, donde la participación del Estado y la sociedad civil resultan claves. Es una tarea de todos En representación de Cáritas Colombia, el sacerdote Enán Javier Humánez, subdirector nacional, presentó la ponencia “Un recorrido histórico de las migraciones en Colombia y los retos de la política pública migratoria nacional”, en la que hizo un análisis de cómo los diversos movimientos poblacionales desde la época precolombina han configurado el imaginario y cultura del país. Además, durante su intervención en el momento de las preguntas, tras ser consultado sobre la acción de la Iglesia colombiana en esta materia, el presbítero recordó que como Iglesia “venimos acompañando pastoral y espiritualmente a quienes más sufren” y advirtió que en esta cuestión “nos vemos desbordados” y, por tanto, “esta es una tarea que no sólo podemos hacer como Iglesia, sino con las instituciones gubernamentales y alianzas interinstitucionales que estamos logrando este espacio”. Superar el asistencialismo “Propongo tres caminos, uno muy general, ya lo decía el Papa Francisco con los cuatro verbos de acoger, proteger, promover e integrar. También con la incidencia que está ejerciendo la Iglesia desde el Vaticano con los 20 puntos propuestos para hacer ver a las personas como sujetos de derechos y no como instrumentos u objetos económicos”, acotó el padre Humánez. Asimismo, hizo un llamado a atender esta emergencia humanitaria, producto de la masiva migración tanto interna como externa, “no solamente desde el asistencialismo”, sino también a través de una mayor articulación con el Estado. Para el sacerdote es esencial “vernos como una fraternidad universal, que superamos los colores de la bandera y vernos como hermanos, que el extranjero aporta a nuestra riqueza”. Recordó que, por ejemplo, para el pueblo judío había tres personas que eran vulnerables y con los cuales siempre había que tener mayor cuidado en su protección: las viudas, los huérfanos y los migrantes. Entonces eso es un desafío que nosotros nos queda como iglesia y como sociedad civil, pero también “con el gobierno y el estado colombiano”. Esfuerzos articulados y mancomunados Por su parte, el sacerdote jesuita Mauricio García, director nacional del JRS, durante la apertura señaló “este foro llega un momento muy especial por los retos que estamos enfrentando las organizaciones eclesiales en relación al tema migratorio”. Indicó que gracias al esfuerzo articulado y mancomunado esta actividad pudo ser posible. “Este foro es un proceso de trabajo articulado en favor de la defensa de los derechos humanos de la población refugiada, desplazada y migrante en ese sentido agradecemos el apoyo financiero y político de Cáritas Alemania y Open Society Foundation”, expresó. Igualmente, el padre García encomió el esfuerzo que JRS, Cáritas Colombia y CODHES realizan para atender a población vulnerable a lo largo y ancho del país, porque precisamente “una crisis migratoria como la que está viviendo el país sólo podrá tener una respuesta adecuada si logramos fortalecer esos procesos de concertación y articulación”. Va en aumento Finalmente destacó ese cambio de estatus en el país: “Colombia era un país expulsor de desplazados por el conflicto armado y ahora, en menos de tres años, nos hemos convertido en un país receptor de migraciones”, dijo al tiempo que destacó que “estos son los retos que tenemos frente a la crisis migratoria dentro de las distintas entidades y que seguirá creciendo en los próximos años”. Sin querer sonar temerario, el director nacional del JRS aseguró “hoy las cifras qué Migración Colombia, se quedan cortas, personalmente creo que son más, hay un registro que no alcanza a ser medido y esa cifra por lo menos ronda de más del millón 800 mil venezolanos en el país”. De hecho, el presbítero estima que más allá de 2020 la cifra de venezolanos que salen de su país puede llegar a 7 millones de continuar la severa crisis en el hermano país. Fuente: Lina Peña Tabera, especialista en el trabajo con migrantes desde la Pastoral Social Nacional

Mié 6 Nov 2019

Cáritas europeas continúan dando apoyo a la Iglesia en Colombia

El Grupo de Trabajo Colombia (GTC), conformado por representantes de diferentes Cáritas en el mundo, continúan sus actividades en el departamento del Caquetá, en un encuentro liderado por monseñor Héctor Fabio Henao, director del Secretariado Nacional de Pastoral Social (SNPS). La delegación del GTC, mantuvo reuniones internas para revisar las acciones que se desarrollan en las jurisdicciones eclesiásticas del Caquetá y definir qué procesos serán acompañados y apoyados durante los próximos años en esta región del país. Visitaron, además, la vereda Miravalle del municipio San Vicente del Caguán, donde compartieron experiencias sobre procesos de fortalecimiento económico y social con población en desarrollo de reincorporación. Finalmente, estuvieron en la vereda Las Perlas Bajo Pato, donde se reunieron con las asociaciones Asoprolac y Asociación Ambiental Bajo Pato. El GTC, integrado por 10 organizaciones de Cáritas de la Iglesia católica en Europa y Norte América, mantiene estrecha relación con los diferentes órganos de la Iglesia católica y con otras instituciones nacionales e internacionales, brindando apoyo a estrategias de sensibilización, incidencia política, educación y movilización para aportar a la transformación social de la realidad nacional. Fuente: Of. de comunicaciones Secretariado Nacional de Pastoral Social - Cáritas Colombia

Mié 25 Sep 2019

La Iglesia en lo social: Aporte al desarrollo humano integral

Por: Mons. Héctor Fabio Henao Gaviria - La Iglesia colombiana ha estado presente en las realidades sociales del país desde su inicio. Cada población, cada corregimiento tiene la huella de la obra de sacerdotes, religiosos y laicos que, movidos por el deseo de hacer presente a Dios en medio de su comunidad, promovieron la construcción de obras de infraestructura, carreteras, hospitales, viviendas, sitios de atención a los más vulnerables, instituciones de capacitación para trabajadores como es el caso del SENA. Pero no han sido obras aisladas, se ha tratado de todo un movimiento de largo plazo que ha buscado no solo atender con las obras de misericordia a quienes sufren sino crear el ambiente para que “pasen de condiciones menos humanas a condiciones más humanas”, tal como lo señala el Papa san Pablo VI. Para promover, acompañar y coordinar estas acciones, la Conferencia Episcopal creó el Secretariado Nacional de Pastoral Social / Cáritas Colombiana y cada Diócesis ha creado un Secretariado Diocesano de Pas-toral Social / Cáritas y, a su vez, las parroquias cuentan con el Comité Parroquial de Pastoral Social, conformando una red enorme de misericordia. Son muchos los documentos de la Conferencia Episcopal que reflejan el compromiso de la Iglesia colombiana en materia social. Estos muestran que una línea central de su accionar es la evangelización de lo social, lo cual significa que se tiene como meta hacer presente los valores del Evangelio en las relaciones sociales. Los documentos hacen referencia permanente a la presencia de Dios en la historia de nuestro país, iluminando y guiando a su Iglesia en el compromiso con las poblaciones vulnerables. Dan testimonio de la forma como la caridad y la acción en favor de los más necesitados han estado en el corazón de la Iglesia colombiana a lo largo del tiempo. En los años recientes una parte muy importante de la actividad social se ha centrado en el compromiso por salvar vidas en medio de los grandes desastres y emergencias que se viven en las comunidades. Para lograrlo, la Conferencia Episcopal creó hace más de 30 años la Campaña de Cuaresma: Campaña de Comunicación Cristiana de Bienes, que se hace en todas las parroquias del país para fortalecer su compromiso con obras concretas diocesanas o parroquiales y aportar a un fondo nacional de emergencias que atiende poblaciones alejadas que han sido golpeadas por calamidades naturales o producidas por el ser humano. Este compromiso permite que las comunidades locales expresen el amor de Dios a los más necesitados en forma cercana y como respuesta a sus necesidades inmediatas. Se trata de ¨trabajar juntos¨ haciendo que sean los afectados por los desastres quienes se conviertan en protagonistas de la construcción de alternativas y salidas frente a las crisis que les afectan y más adelante puedan re-construir sus vidas y su tejido social. En este campo ha habido enormes proyectos como los desarrollados para aportar a la reconstrucción después de grandes terremotos como el que afectó al Eje Cafetero hace algunos años. Una de las cosas que más valoran los que reciben este apoyo de la Iglesia es el ¨habernos reconocido como personas y hacernos parte de la solución desde nuestra cultura y nuestras aspiraciones¨. Salvar vidas muchas veces incluye el proteger a las personas que pueden ser reclutadas o explotadas a causa de la vulnerabilidad que sufren después de una emergencia. En este sentido, se trata de una atención integral a las familias y a la comunidad afectadas. Así se ha hecho en un programa de mucho impacto que se ha desarrollado en favor de la población desplazada y víctima del conflicto armado. Fue la Iglesia la primera institución en el país que llamó la atención en el año 1994 sobre el drama del desplazamiento mediante una investigación nacional y luego siguió con programas de atención a esta población. La llegada reciente de población venezolana que busca protección en Colombia ha movido la solidaridad de la Iglesia bajo el lema de acoger, proteger, promover e integrar a las familias y a los migrantes en general. La Iglesia en Colombia tiene una larga experiencia de décadas apoyando a los migrantes y solicitantes de refugio la cual se pone hoy en marcha en favor de esta necesitada población. Una segunda gran línea de la Iglesia en Colombia es aportar a la reducción de los niveles de pobreza, en particular la pobreza extrema que golpea a una parte de nuestra población. Se trata de proyectos productivos y de generación de me- dios de vida en las comunidades más afectadas. Desde las regiones más alejadas se hacen trabajos con campesinos en la adopción de medidas para aumentar su capacidad de obtener los pro- ductos necesarios, y tener acceso al mercado para sus productos. El aporte para la superación de la pobreza implica también acciones de educación como camino clave para el avance en el mediano plazo, y la capacitación inmediata para el empleo o para obtener medios de subsistencia; en ambos casos está comprometida la Iglesia con numerosas Diócesis y organismos parroquiales. En algunos casos estos ejercicios exigen tomar medidas para la adaptación al cambio climático; de hecho, hay varios proyectos en ejecución con comunidades que viven los efectos de la deforestación y de la degradación de sus territorios. Se trata de comunidades con condiciones de pobreza muy complejas donde las Diócesis hacen esfuerzos para acompañarles en este caminar. Indudablemente, un componente importante de estos proyectos es el de construcción de forma de convivencia pacífica entre los habitantes y superación de conflictos y formas de violencia que hacen más pesadas las condiciones de la pobreza que viven las poblaciones. La Iglesia en Colombia comprende que sus esfuerzos por el desarrollo y la paz deben ir unidos, haciendo un gran programa que abra caminos integrales para la vivencia de la dignidad de las personas. En este sentido hay más de cien iniciativas locales de paz en que las Diócesis acompañan a las comunidades para que por medio del diálogo encuentren soluciones a conflictos locales y aseguren el desarrollo de la comunidad como tal. El acceso a alimentos es un desafío para los más vulnerables de la sociedad. Para garantizar el derecho a una alimentación de calidad la Iglesia ha creado varios programas e instituciones, entre los que están los Bancos de Alimentos que conforman una gran red en todo el país. En esta línea no se puede desconocer el enorme aporte de parroquias, congregaciones religiosas y movimientos de laicos que se esfuerzan por hacer realidad la ayuda a quienes padecen por limitaciones alimentarias. Un sondeo de todas las instituciones de Iglesia comprometidas en con el tema nos permite afirmar que el aporte de la Iglesia es verdaderamente significativo y que muchas personas padecerían enormes limitaciones con impactos muy serios en el desarrollo humano integral, si esfuerzo no existiera. Los programas de carácter ambiental están teniendo mayor impacto en el periodo reciente gracias al llamado del Papa Francisco al “cuidado de la casa común”. Bajo ese lema la Iglesia colombiana está desarrollando un programa de gran alcance desde la Red Eclesial Panamazónica, que promueve las comunidades de la Amazonía y la Orinoquía y que además se compromete con el cuidado de todos los bosques en Colombia con la perspectiva de asegurar condiciones de vida digna para los pobladores. Hay poblaciones especialmente vulnerables que requieren el acompañamiento y presencia de la Iglesia, estamos hablando de las personas privadas de la libertad hacia quienes se tiene un programa integral de atención a ellos y sus familias para aliviar su situación, e igualmente los enfermos hacia quienes no solamente se tienen instituciones de atención médica sino equipos de acompañamiento y de cercanía en medio del sufrimiento. Mons. Héctor Fabio Henao Gaviria Director del Secretariado de Pastoral Social de Cáritas Colombiana *Publicación original ‘Periódico La Verdad’ – Diócesis de Cúcuta.

Jue 8 Ago 2019

Campaña 'Lidera la Vida' es una muestra de humanidad, solidaridad y esperanza

La iniciativa reúne diversos sectores del país, incluida la Iglesia Católica, en el propósito de trabajar conjuntamente por la protección de la vida de los líderes y las lideresas sociales en Colombia. Durante el lanzamiento de la campaña en Montería, el 1 de agosto, monseñor Héctor Fabio Henao, director del Secretariado Nacional de Pastoral Social (SNPS), se refirió a tres aspectos que destaca sobre el proceso de desarrollo e implementación de la campaña. En primer lugar, explicó que “la campaña 'Lidera la Vida' nos ha demostrado que hay una sociedad, un conjunto de organizaciones sociales que se resiste a perder el sentido de humanidad (...) a pesar de las amenazas, de los asesinatos, del clima de miedo y de incertidumbre que se quiere implantar en el país”. Otro factos importante “es que las organizaciones mantienen su capacidad de indignación y de dolor ante el crimen, ante la violencia que se ejerce contra mujeres y contra todas las personas. No hemos perdido la capacidad de indignación, de dolor, y eso es clave en este proceso”. Finalmente se destaca el mantener en alto la esperanza. "Hay un ambiente de esperanza, de querer construir, de seguir buscando alternativas y caminos, de continuar constantemente en la búsqueda de nuevos horizontes que permitan consolidar el gran proceso de reconciliación y paz en el país”. “Se ha dicho que hay que 'seguir construyendo acuerdos sobre lo mínimo', eso significa seguir trabajando incansablemente para que nos sintamos todos humanidad. Hay que recuperar en muchas personas este sentido (...) Hay que hacer que eche raíces en toda la sociedad, hacer que no claudiquemos ante esta capacidad de sentirnos todos parte de una humanidad y esto significa aprender a convivir, a reconocer los valores que hay en nuestra sociedad y que representan los líderes y lideresas sociales", agregó. De otra parte precisó que "ante el asesinato de líderes, las amenazas, el ambiente de violencia y miedo, tenemos que actuar con solidaridad y aquí se han planteado muchos caminos. Se ha dicho que tenemos que dar fuerza a ciertos imperativos para los que somos creyentes como el amar a los demás, amar al prójimo como a sí mismo. El imperativo de identificar y amar la dignidad humana en cada persona, en cada ser que está a nuestro lado. Ser capaces de llegar a tocar lo profundo de esa raíz". "Nos viene una tarea muy grande de fortalecer la solidaridad local. Hay que seguir trabajando en que nuestras comunidades, nuestros municipios, profundicen en esa solidaridad. Hay que manejar más el dialogo social. Esta campaña es un ejemplo de ese ejercicio de dialogo social múltiple, donde hay actores de muchos niveles que hemos sido capaces de sentarnos entre nosotros, con perspectivas muy diversas". Por último, el sacerdote afirmó que "este diálogo social tiene que continuar, hay que profundizarlo, es la mejor manera de garantizar seguridad" . Es importe, precisó, "ser capaces de sentarnos con aquellos que consideramos bien diversos y distintos". "El 26 de julio, aquí mismo en Montería, se firmó el acuerdo por la no violencia en la campaña política, entre todos los aspirantes a la Gobernación. Es un hecho muy importante y también se hizo en Arauca. Se está programando un evento nacional con todos los jefes de los partidos políticos para excluir la violencia, para reafirmar la democracia, para que sea posible generar política sin miedo y sin descalificaciones injustas, sin llegar a un clima de total incertidumbre". "Quiero entonces terminar diciendo que todo esto nos encamina hacia un punto que se tomó hoy aquí: hay que seguir trabajando hacia la política pública en entorno al plan de acciones en Derechos Humanos; la política pública que se está discutiendo de paz y reconciliación del país; las políticas públicas que tendrán que adoptar gobernadores y alcaldes en el próximo periodo. Les agradezco las lecciones que nos han dado hoy. Al país le quedan grandes lecciones, lecciones muy profundas de sentido de humanidad, de capacidad de reconocimiento que tenemos, de no dejarnos llevar de la desilusión, no dejarnos llevar por el amedrentamiento, de ser capaces de mantener la capacidad de indignación y dolor ante todos los sitios de violencia y, ante todo, mantener la esperanza". Fuente información y foto: Of. de comunicaciones SNPS

Jue 18 Jul 2019

“La Amazonía no puede ser pensada sin la comunidad que la protege"

Así lo expresó monseñor Héctor Fabio Henao Gaviria, director de la Pastoral Social, quien asistió en representación de la Iglesia católica colombiana y como referente de la Red Eclesiástica Panamazónica (REPAM), al encuentro de intercambio “Selva Maya – Amazonía: por los bosques la vida y la paz”, que se realizó en Petén, Guatemala. “El clamor de los pueblos vulnerables debe ser atendido con urgencia. Las concesiones forestales a comunidades indígenas y campesinas en Petén, Guatemala, son un modelo para construir paz y reconciliación con la naturaleza y ejemplo de conservación del bosque”, expresó. Durante su intervención, monseñor Henao Gaviria, planteó cómo “los bosques tropicales del mundo están siendo duramente impactados por un afán de consumo ilimitado de materias primas” y se hace urgente frenar este modelo de consumo, añadió, además, como “un estilo de desarrollo es sostenible, si se hace con criterio de ecología integral, de lo contrario es generador de destrucción y muerte”. Este fue un espacio para poner a dialogar a las Organizaciones y entidades gubernamentales y privadas, sobre la realidad de la Amazonía y los bosques, con el fin de lograr encontrar estrategias sostenibles en la conservación de los bosques y generar beneficios para las comunidades. Durante el encuentro, celebrado entre el 16 y 17 de julio, los representantes tuvieron la oportunidad de visitar la Reserva de la Biósfera Maya, con el objetivo de conocer la forma en la que comunidades logran proteger más de 500 mil hectáreas, mientras generan beneficios económicos y sociales para las comunidades. Los participantes enviaron un saludo a los organizadores del Sínodo Amazónico, convocado por el Papa Francisco, que se celebrará en el mes de octubre de 2019 y en el cual se espera que se haga un llamado a proteger las selvas amazónicas y los derechos de los pueblos que los protegen. Según reporta un comunicado emitido al cierre de este encuentro, por La Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS), “Latinoamérica alberga935,5 millones de hectáreas de bosque,lo que representa, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) el 57% y alberga al 22% del total de áreas forestales del planetay pese a su importancia se encuentran amenazados por la deforestación y la degradación causadas por diversos factores entre ellos están el narcotráfico, la extracción ilegal de madera, las industrias extractivas, los agronegocios, los incendios forestales, entre otros. Solo entre 1990 y 2015 la región perdió96,9 millones de hectáreas de bosqueque representa una situación alarmante para la región y para el planeta”. Al evento asistieron delegados del gobierno, organizaciones comunitarias, representantes de la Iglesia y especialistas en conservación de bosques originarios de los países México, Colombia, Perú y Brasil. La actividad fue organizada por la Asociación de Comunidades Forestales de Petén (ACOFOP), la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS) de Colombia y el Programa Regional de Investigación sobre Desarrollo y Medio Ambiente (PRISMA), con apoyo del Banco Mundial y GEF.

Vie 14 Jun 2019

Seminario Internacional: El proceso de paz en Colombia después de dos años

En las conclusiones del Seminario que se realizó en la ciudad Washington, por iniciativa del Instituto Kroc, y el Secretariado Nacional de Pastoral Social, donde se evaluaron los dos años del proceso de paz en Colombia, Monseñor Héctor Fabio Henao Gaviria, director de Cáritas, insistió en la importancia del diálogo y escucha entre altos representantes del Estado, el gobierno, la comunidad internacional y la sociedad civil, para buscar alternativas y lecciones aprendidas en el proceso de construcción de paz. Monseñor Henao Gaviria, también explicó como el Seminario concluyó, que construir confianza es crucial para asegurar un proceso de reconciliación a largo plazo en Colombia. Una historia tan prolongada de violencia destruyó la confianza en la sociedad. La confianza en los demás es una herida en el alma de la sociedad. Luego lo expresó en varios puntos que estuvieron presentes a lo largo de las discusiones. Así: La importancia de la participación de todos los niveles y sectores de la sociedad en los debates públicos y en la vida de la democracia. Esto implica que todas las instituciones estén enfocadas en aumentar la comprensión y entendimiento recíprocos. Esto es la manera de evitar que discusiones transitorias escalen hasta convertirse en problemas mayores y se haga casi imposible el diálogo y el encuentro social. Recordó la propuesta del Papa Francisco durante su visita a Colombia de hacer realidad la “cultura del encuentro”. Los ejercicios para asegurar la infraestructura, vincular las regiones afectadas por el accionar de grupos al margen de la ley y por cultivos ilícitos, así como los esfuerzos por lograr mayor seguridad a líderes sociales y comunidades, pasa por el desafío de hacerlo en un marco que cree y refuerce confianza entre los diferentes sectores de la sociedad y sus dirigentes. Las respuestas a víctimas sin distinciones, sobrevivientes y ex combatientes, requiere enfoque en restaurar la dignidad en clave de reconciliación. Es importante asegurar la no repetición sobre todo cuando se habla de planes integrales territoriales, con una presencia de la institucionalidad de largo plazo que recupere confianza para lograr la legitimidad en poblaciones en las que existen numerosas capacidades individuales y colectivas que pueden aportar mucho al proceso. Existen numerosas contradicciones entre actores sociales. Se requiere un enfoque desde la reconciliación para encontrar soluciones. Es urgente fortalecer el diálogo social, el cual es una necesidad en Colombia. La verdad como elemento clave en el proceso. El proceso de recuperación de la verdad debe ser sanador, debe pasar por el conocimiento y reconocimiento de los hechos del pasado para construir un proyecto compartido de sociedad. Lograr consensos con una agenda de futuro es clave para prevenir nuevos conflictos. La confianza da legitimidad profunda a las instituciones. Esto se logra por numerosas iniciativas y diversos caminos. Se trata de dar la oportunidad a todos los sectores comprometidos con la democracia, en medio de sus diferencias, para mantenerse activos en forma permanente. Después de décadas de violencia se requiere de un proceso de largo plazo. Es claro que no se va a lograr en corto plazo dar solución a las dinámicas que han estado en la base de las violencias y alcanzar la confianza. Tal como se analizó hay elementos sociales, estructurales y de actividades ilegales que requieren intervenciones sostenidas en el largo plazo para lograr las metas. Integrar los territorios y las voces de las comunidades indígenas, afrocolombianas, mujeres y líderes es de enorme importancia para fortalecer la confianza en la sociedad en general. El asunto de la tierra, el catastro, los planes de desarrollo con enfoque territorial, requieren una visión que incluya el diálogo y la voz de las comunidades con sus expectativas y planes. La existencia de diferentes narrativas sobre el pasado y el presente es un desafío si no se logra ponerles en diálogo y escucha recíproca. Construir confianza pasa por el respecto por las opiniones de las comunidades sobre su territorio. Monseñor Henao Gaviria concluyó agradeciendo la presencia del Alto Consejero para la estabilización Dr. Emilio Archila, el Defensor del Pueblo Carlos Negret, Pete Maroco de la Oficina de conflictos y operaciones de estabilización del Departamento de Estado y numerosos expertos internacionales. El evento se desarrolló en el marco del trabajo de incidencia del Grupo de Trabajo por Colombia -GTC, que en esta ocasión se encuentra en Estados Unidos desarrollando acciones de reflexión e incidencia sobre la construcción de la paz y reconciliación en el país. Fuente: Of. de comunicaciones de SNPS

Dom 28 Abr 2019

Conoce acciones sociales de la Iglesia Católica en el sitio web Especiales Pastoral Social

El próximo lunes 29 de abril el Secretariado Nacional de Pastoral Social hará el lanzamiento del sitio web: "Especiales Pastoral Social", con el objetivo de mostrar historias de casos emblemáticos de comunidades afectadas por diferentes problemáticas y que son acompañadas por la Pastoral Social y el Grupo de Trabajo por Colombia (GTC). Especiales Pastoral Social está dirigido a todas las personas interesadas en conocer las historias o casos emblemáticos que se generan, a través de la Pastoral Social en Colombia, por medio de la publicación de reportajes, artículos y documentos multimedia. En este espacio digital se podrá encontrar dos tipos de publicaciones: • Casos emblemáticos: Historias de acciones que ha realizado la Iglesia Católica con el apoyo y la colaboración de instituciones nacionales e internacionales. • Pastoral Social en Acción: Historias de acciones que ha realizado la Iglesia Católica en beneficio de las comunidades. Estas historias reflejan el acompañamiento y apoyo que hace la Iglesia Católica en Colombia a las comunidades que sufren debido a los desastres naturales, la violencia, el flagelo de la migración o que son víctimas de todo tipo de injusticia social. En el sitio web, el usuario podrá suscribirse al boletín: Especiales Pastoral Social, una publicación vía correo electrónico que periódicamente informará sobre las historias publicadas y las actualizaciones de este espacio digital Especiales Pastoral Social es un producto del Secretariado Nacional de Pastoral Social. Fuente: Of. comunicaciones Pastoral Social