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Episcopado al día

Mié 6 Ene 2021

Falleció el papá de obispo auxiliar de Cali

Ha fallecido, en Medellín, don Ángel María Rodríguez Acosta, padre de monseñor Luis Fernando Rodríguez Velásquez, obispo auxiliar de Cali. El Episcopado de Colombia se une en oración por el eterno descanso de don Ángel María y pide a Dios consuelo para monseñor Rodríguez Velásquez y su familia. “En el calendario litúrgico de la Iglesia universal es la Epifanía. Hoy mi papá, Ángel María Rodríguez Acosta, llegó al pesebre para hacer de su vida una ofrenda al Niño Dios. Descansa en paz. Pido oraciones por su alma y por mí y mi familia, para que Dios nos conceda fortaleza”, así dio a conocer la noticia monseñor Luis Fernando. Las exequiias se realizarán mañana 07 de enero en la parroquia San Clemente. del barrio Los Colores de la ciudad de Medellín, a las 10:00 a.m.

Mié 6 Ene 2021

Obispo emérito de Santa Marta hospitalizado por Covid

Según informe de la oficina de comunicaciones de la diócesis de Santa Marta, el obispo emérito de esta jurisdicción eclesiástica, monseñor Ugo Puccini Banfi, tuvo que ser internado en la Clínica Medihelp de Cartagena por presentar síntomas de Covid-19. Se agradece a la comunidad católica y personas de buena voluntad unirse en oración por la salud de monseñor Puccini, quien fuera obispo de Santa Marta de 1988 a 2014, fecha en que se retiró de su cargo al cumplir el límite de edad para ejercer esta responsabilidad.Así como también por la salud del padre Luis Alfonso Valencia, párroco de Taganga, Igualmente, se indicó que monseñor Luis Adriano Piedrahita Sandoval, obispo titular de la diócesis de Santa Marta, quien se encuentra desde el pasado 22 de diciembre hospitalizado en la clínica Avidanti, también por Covid, presenta un estado de salud estable. Foto: Diario El Magdalena

Sáb 2 Ene 2021

Reporte de la salud del obispo de Santa Marta

En un comunicado emitido por la diócesis de San Marta, el vicario general, monseñor Dairo Navarro Escobar, pide intensificar la oración por la salud del obispo Luis Adriano Piedrahita Sandoval, quien continúa en delicado estado de saludo a causa del Covid-19. "Pedimos a toda la comunidad de esta amada Iglesia diocesana, sacerdotes, religiosos, religiosas, diáconos, seminaristas y fieles laicos, elevar sus oraciones a Nuestro Señor Jesucristo por la pronta recuperación de nuestro Padre y Pastor", señala la misiva.

Mié 23 Dic 2020

Obispo de Santa Marta, positivo para Covid-19

A través de un comunicado de prensa la diócesis de Santa Marta ha informado que, tras haberse sometido a la prueba del Covid-19, el obispo Luis Adriano Piedrahita Sandoval ha resultado positivo. El mensaje señala que el obispo se encuentra hospitalizado en la clínica Avidanti, su estado de salud es estable y permanecerá allí para estar más atentos a su estado de salud. La misiva, suscrita por monseñor Dairo Navarro Escobar, vicario general, y el padre José Díaz Hernández, recomienda a aquellas personas que durante los últimos 14 días tuvieron algún contacto con el obispo, practicarse por seguridad la prueba pertinente. Finalmente, pidieron orar por monseñor Piedrahita y por todas aquellas personas que se encuentran en estos momentos pasando por esta difícil enfermedad, así como por sus familiares.

Sáb 19 Dic 2020

Nuevo obispo para la diócesis de El Espinal

El Papa Francisco ha nombrado como nuevo obispo de El Espinal a monseñor Miguel Fernando González Mariño, hasta el momento obispo auxiliar de Ibagué. Mons. MIGUEL FERNANDO GONZÁLEZ MARIÑO Nació en Tunja (Boyacá), el 25 de enero de 1966 y fue ordenado sacerdote el 1 de agosto de 1998. Realizó sus estudios escolares en Tunja: primaria, en el Colegio de la Presentación y, bachillerato, en el Colegio Salesiano. Ha obtenido los siguientes grados académicos: Arquitecto de la Universidad de los Andes (Bogotá, 1988), Filosofía Eclesiástica de la Universidad de Navarra (España, 1995), Teología de la Universidad de Navarra (España, 1998), Teología Dogmática de la Pontificia Universitá della Santa Croce (Roma, 2000). ENCARGOS PASTORALES: 1998 – 2000: Trabajo parroquial en Santa María Regina della Pace en Florencia (Italia) Febrero – Junio 2000: Confesor de la Capella Penitenziale del Gran Giubileo, en la Ciudad del Vaticano. En la Diócesis de Santa Marta: Administrador parroquial en San José de Pueblo Viejo (Magdalena) y Capellán del Hospital Regional San Cristóbal de Ciénaga. Formador y secretario académico del Seminario Mayor San José, en Santa Marta; capellán del colegio de La Presentación de Santa Marta; párroco de San Juan Bautista, en El Retén (Magd.); capellán colegio La Sagrada Familia, de las Hnas. Capuchinas, en Fundación (Magdalena) * Desde Agosto 2000: Profesor de Teología en el Seminario Mayor San José, en Santa Marta.. * 2004- 2008: Director Espiritual, Seminario Mayor San José. Santa Marta. * Desde 2004 Delegado Diocesano de Liturgia. * 2005-2009: Miembro del Comité de Animación Pastoral Diocesana para el diseño del Plan Diocesano de Pastoral. * 2009 – 2016: Rector del Seminario Mayor San José (Santa Marta) * Desde 2011: Miembro del Consejo Presbiteral de la Diócesis de Santa Marta. El 11 de febrero de 2016 fue nombrado obispo titular de Boseta y auxiliar de la Arquidiócesis de Ibagué por Su Santidad el Papa Francisco. El 12 de marzo de 2016 recibió la ordenación episcopal en la Catedral de Santa Marta. El 21 de marzo de 2019 fue nombrado administrador apostólico de la Diócesis de Ibagué, hasta el 19 de julio del 2020.

Sáb 19 Dic 2020

Fallece padre de monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos

La Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) expresa sus más sentidas condolencias a monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, arzobispo de Popayán, por el sensible fallecimiento de su padre Luis Onofre Sánchez . Los obispos al elevar sus plegarias por el eterno descanso del señor Luis Onofre, manifiestan su compañía y solidaridad con la familia y amigos. Su velación se está llevando a cabo en el concejo municipal de Cogua- Cundinamarca y la eucaristía de exequias se realizarán el día 20 de diciembre a las 2:00pm en el templo parroquial de San Antonio de Padua.

Jue 17 Dic 2020

"Quiero ser, con ustedes, testimonio de la posibilidad y plenitud de volver a Dios"

Estas palabras expresadas por el nuevo obispo de Santa Rosa de Osos, monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, durante el acto de posesión canónica, marcan su sentir al iniciar este caminar en la Iglesia que peregrina por estas tierras antioqueñas. “El Señor me ha enviado a una Iglesia que peregrina en una región hermosa por su riqueza natural, donde por doquier se percibe la grandeza del Creador; pero más bella aún por sus gentes: generosas, acogedoras, emprendedoras, solidarias, valientes frente a las dificultades; es una comunidad grande, no sólo por su extensión geográfica, sino, y ante todo, por su patrimonio espiritual cimentado sobre la arraigada fe católica de este pueblo”, anotó. Siguiendo la reflexión propuesta por el evangelista Lucas, que devela tres momentos: una recapitulación y conclusión de la misión de Juan el Bautista; la autorrevelación de Cristo como el Mesías esperado y la invitación a acoger en él los signos de la salvación, advirtió que este pasaje es una invitación a renovar la fe en Cristo. “Ir al encuentro de Cristo y ser sus discípulos es la clave para que podamos experimentar también hoy los signos salvíficos de la presencia viva y actuante del Señor”. Así también, evocando las palabras del papa emérito Benedicto XVI:“un humilde trabajador en la viña del Señor”,se reconoció como discípulo y sucesor de los apóstoles para pastorear esta iglesia particular que hoy Dios le ha encomendado. Resaltó de manera especial la trayectoria centenaria que ha marcado el camino de evangelización de esta Jurisdicción y los frutos de santidad, mostrados en la persona del beato padre Marianito. Igualmente, reconoció la labor de quienes a su paso han dirigido los destinos pastorales de esta iglesia.“He sido enviado para proseguir la tarea pastoral que con generosidad sin límites y respondiendo a los desafíos de cada época desplegaron quienes han estado al frente de los destinos pastorales de esta iglesia diocesana: los obispos Maximiliano Crespo Rivera, Miguel Ángel Builes Gómez, Félix María Torres Parra, Joaquín García Ordoñez, Jairo Jaramillo Monsalve y Jorge Alberto Ossa Soto”. Al reconocer humildemente su fragilidad, se puso en manos de Dios, para con total docilidad y al ejemplo de Cristo, Pastor y Obispo, guiar las almas confiadasy actuar dentro de la comunidad como maestro, sacerdote y pastor. “Pido la gracia de seguir realizando la misión del Bautista: disponer los caminos y allanar los senderos; guiar, para que todos vayamos al encuentro de Cristo, así como tantos otros lo han hecho a lo largo de la historia en esta Iglesia”. Igualmente, expresó el deseo de trabajar de la mano con el clero, favoreciendo siempre a las comunidades más vulnerables y acercándose en un diálogo respetuoso con quienes piensan diferente o se han alejado de Dios. “Deseo y pido con todo mi corazón que el Señor me dé la gracia de saberme poner adelante, al lado y detrás de los sacerdotes, mis inmediatos colaboradores en la misión pastoral; de los más pobres, necesitados y excluidos; de los enfermos y ancianos; de las familias, de los jóvenes y de los niños.También quiero acercarme a quienes, por diversos motivos, se han distanciado de Dios o de la Iglesia; quiero abrir horizontes de diálogo con otras realidades de fe y con las diversas instituciones sociales”. Tras reconocer los retos y desafíos que plantea el trabajo pastoral en estos territorios, consecuencia no solo de la pandemia, sino de factores sociales como la pobreza, la violencia, el narcotráfico, desastres naturales, la falta de empleo, entre otros, el prelado dijo que para enfrentar estos obstáculos, se hace necesario “volver a Dios y caminar juntos”. En este contexto, monseñor Álvarez Botero propuso algunos puntos que podrán marcar el paso para ir avanzando en un caminar conjunto: Hacia el encuentro permanente con Cristo, Camino, Verdad y Vida, que nos hace experimentar en nuestra existencia personal y comunitaria los signos de su salvación. Hacia comunidades cristianas vivas y dinámicas, que manifiesten la alegría del seguimiento de Jesús. Hacia una Iglesia viva y organizada, con comunidades cristianas unidas y dinámicas, que sea casa de fe para todos. Hacia una Iglesia diocesana en la que sigan germinando y en la que puedan crecer las vocaciones a la vida sacerdotal y religiosa, así como las vocaciones laicales. Hacia la madurez de la fe, que nos impulsa a vivir decididamente el Evangelio y a ser testigos valientes de los valores del Reino, aunque debamos hacerlo en contracorriente. Hacia la reconciliación y la paz, que Cristo nos consiguió con su sacrificio en la cruz, en la que derrumbó los muros que nos dividen; necesitamos entre todos forjar una cultura de paz.Así como lo hemos proclamado en el Salmo, esperamos que en los pueblos de toda la diócesis la misericordia y la fidelidad se encuentren, la justicia y la paz se besen. Hacia el compromiso efectivo de caridad con los más pobres y frágiles en la sociedad. Hacia la verdadera fraternidad entre todos, que se cultiva en la unidad de las familias, y que es capaz de vencer los odios, rencores y venganzas, y se expresa en el compromiso solidario con los más pobres y necesitados. Hacia los que esperan el anuncio y testimonio de la Buena Nueva.Como nota característica de toda comunidad eclesial, Santa Rosa de Osos ha sido y ha de seguir siendo una diócesis marcadamente misionera, que vive en permanente estado de misión y está continuamente en salida. Finalmente, encomendó su ministerio y el pastoreo de esta Iglesia de Santa Rosa de Osos a los pies de Nuestra Señora de las Misericordias.“Ella, como lo hizo, con la comunidad apostólica en el cenáculo, ore con todos nosotros para que vivamos un nuevo Pentecostés, y salgamos a anunciar por todos lados las maravillas de Dios”. Al acto de posesión asistieron el Nuncio Apostólico, Mons. Luis Mariano Montemayor, a quien le expresó su agradecimiento y comunión hacia el papa Francisco, un grupo de arzobispos, obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas, la familia y un grupo de laicos.

Lun 14 Dic 2020

“Aquí estoy Señor en medio de tu pueblo”: Arzobispo de Popayán

Estas son las palabras que marcan el caminar del nuevo arzobispo de la Arquidiócesis de Popayán, monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, pronunciadas el sábado doce de diciembre en la toma de posesión de su sede y en una fecha personalmente para él significativa, la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, emperatriz de América. “El Señor ha querido conducirme a esta Iglesia particular y confiarme la misión que le es propia a los apóstoles, entregándome el cuidado pastoral de este pueblo en su integridad, en esta hermosa y bendecida tierra del Cauca. Aquí estoy como el que obedece y acata la voluntad del Señor a través de las mediaciones de las que él se vale, con la confianza puesta justo en él, porque al final somos solo simples instrumentos en las manos de Dios”, afirmó. Cómo definir un pastor: "Siervo de Cristo, Cristo total" Durante su homilía ofreció algunos elementos que muestran el camino de la tarea que ha de seguir un pastor, o como él mismo lo señaló, lo que el pueblo de Dios esperaría de un ministro sucesor de los apóstoles de Jesús. “Un ministro es un pastor que está llamado a tener un corazón ancho y profundo para con amor servir al pueblo que se le confía, por lo cual ora y suplica siempre por su pueblo, al tiempo que le duele su dolor y le alegra su alegría”. Al considerar que es imposible que la tarea evangelizadora se cumpla no solo desde la cabeza del pastor, advirtió que esta es una misión que ha de ser compartida. Por tanto, no se “debe emprender en singular” y evocando al Papa Francisco afirmó: "Nadie puede pelear la vida aisladamente, se necesita una comunidad que nos sostenga y en la que nos ayudemos unos a otros a mirar hacia adelante. Somos uno en la misión”. Por lo anterior, apuntó que el obispo ha de realizar su tarea con el presbiterio, con la vida consagrada, con cada comunidad, con los grupos apostólicos, con los cientos o miles de fieles laicos maduros en su fe y, por supuesto, también “con todo hombre y mujer de buena voluntad, con quien compartiremos en muchos y variados escenarios, el verdadero interés y servicio por el bien del hombre”. Elogio y reconocimiento a los obreros de la mies Al resaltar las raíces profundas de esta Iglesia del Cauca, también exaltó el trabajo de tantos “obreros de la mies” que han pasado por esta Iglesia particular donando su trabajo con generosidad, sacrificio, audacia, esfuerzo y lucha, dejando sembrados unos cimientos que han seguido dando sus frutos. Reconoció el servicio y la entrega desde sus inicios al primer obispo de esta jurisdicción, monseñor Juan del Valle; a su obispo saliente, monseñor Luis José Rueda Aparicio, destacando su acertado liderazgo y humildad, así como también la tarea generosa que por más de dos décadas prestó monseñor Iván Antonio Marín López. Igualmente, resaltó la valiosa generosidad del presbiterio que ha pasado por esta Iglesia y de manera particular los actuales sacerdotes, quienes enfrentan un memento complejo en estos territorios; el aporte hecho por la vida religiosa, la vida contemplativa desde sus distintos carismas y, por supuesto, la participación de los laicos que animan y acompañan esta obra y misión de la Iglesia, resaltando el importante papel de la mujer como referente transmisor y de vivencia del evangelio. En este contexto, el prelado asintió que “el arzobispo es una discreta pieza en un gran engranaje de la Iglesia de Popayán. Ciertamente ahora no se trata de hacer cábalas de proyección, se trata más de disposición y docilidad a quien sabe darle continuidad, unidad y perfeccionamiento a la única misión que Dios tiene para esta Iglesia”. La tarea pastoral y evangelizadora exige una promoción integral de todo ser humano Advirtió que no pasará un día sin ocuparse, como lo ha venido haciendo esta Iglesia, en sembrar esperanza, respetando siempre a legitimidad autónoma de las distintas instituciones. “La Iglesia no se cansa de ofrecer la contribución de su enseñanza y experiencia a aquellos que pretenden servir a causa del hombre, del trabajo, del progreso, de la justicia social y de la paz”. “Su atención a los problemas sociales ha crecido a lo largo de los últimos tiempos, en una tarea exigente que la compromete en la salvaguarda de la dignidad del hombre y de las exigencias reales de la sociedad. Desde el corazón del Evangelio reconocemos la íntima conexión que existe entre la evangelización y la promoción humana, por tanto, como pastores tenemos el deber y el derecho de emitir opiniones sobre todo aquello que afecte la vida de las personas”, aseveró. Todos somos hojas de un mismo árbol “Por ahora lo importante, lo que interesa es continuar caminando juntos, déjenos acompañarlos a todos y, por su puesto, nos dejamos invitar de todos; nos haremos en adelante como el Señor en Emaús, los encontradizos, para poder devolvernos juntos la esperanza”. Sostuvo que es el momento de experimentarnos simplemente como hermanos y al mismo tiempo felizmente distintos, pero todos llamados a un único proyecto común, el servicio hacia los demás. “Todos somos hojas de un mismo árbol. Necesitamos soñar como una única humanidad, como caminantes de la misma carne humana, como hijos de esta misma tierra que nos cobija a todos, cada uno con la riqueza de su fe o de sus convicciones, cada uno con su propia voz”. Es una propositiva carta de navegación Frente a la presencia del nuncio apostólico, monseñor Luis Mariano Montemayor, agradeció sus palabras, que marcan, según lo expresó el prelado, la ruta propositiva de navegación que ha de seguir en su caminar pastoral. “Agradezco el análisis juicioso y profundo con la mirada aguda y exhaustiva del señor nuncio, con inteligencia y corazón de Iglesia universal y que, personalmente, esperaba con enorme interés, porque supuse pondría los puntos más relevantes de nuestra atención pastoral, dándole un claro orden que orienta la misión desde el inicio y nos determina en nuestras principales acciones de iglesia particular, ayudándonos a ser parte del propósito de sentirnos uno en la barca de Pedro”, puntualizó. El cambio de la sinodalidad, es el camino que Dios espera “Este camino de construir juntos en la Iglesia, hoy tiene un nombre y le decimos sinodalidad”. Resaltó que la renovación de la Iglesia será, sin lugar a dudas, la implementación de un camino sinodal donde la Iglesia enseña “el arte de la escucha con alta participación, generosamente abierta para llegar a un diálogo fecundo y continuo en todos los niveles”, advirtió. Por lo que llamó a “abrir las ventanas de la Iglesia para evitar el moho de la auto referenciación del clericalismo”, no solo con un cambio de mentalidad, sino de sinodalidad, aclarando que esto no puede quedase solo como una expresión de slogan sin contenido real. “Tenemos juntos que llenar de sentido vital esta esencial dimensión de la Iglesia para hacerla efectivamente sal y luz del mundo”. Aportes como provincia eclesiástica de Popayán Agradeció las manifestaciones de cercanía de los obispos que hacen parte de la provincia eclesiástica de Popayán y les expuso que todos como parte de este territorio de Iglesia caucana están llamados a actuar con convicción y pasión. “Como provincia eclesiástica tenemos un gran desafío que, estoy seguro por las grandes cualidades de sus pastores, podremos hacer un aporte significativo como región a la Iglesia colombiana y al país. Como obispos de esta región estamos llamados a ahondar en la sinodalidad con convicción y pasión para responder al audaz llamado del Papa Francisco a renovar la Iglesia”. Finalmente, pidió la intercesión de la Santísima Virgen y de San José para que este nuevo caminar esté guiado por ellos.