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aborto

Jue 26 Abr 2018

Streaming para hablar de aborto y eutanasia. La cita es este viernes 27 a las 11 am

Con el objetivo de reiterar la vocación de defensa de la vida, desde la concepción hasta la muerte natural, la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), a través de los Departamentos de Comunicaciones y Promoción y Defensa de la Vida, invitan alos fieles 'cibernautas' a unirse a la transmisión vía streaming que se realizará este viernes 27 de abril, de 11:00 a.m a 12:00 m Durante la transmisión se contará con la presencia de expertos y de personas con valiosostestimonios que hablarán sobre sus experiencias ante elaborto y la eutanasia. Estarán presentes: el médico Luis Alberto Garzón, especialista en cuidados paliativos y manejo del dolor; el médicoFederico Villaneda Jiménez, Otorrinolaringólogo; Diana Rocío Díaz Casallas, quien contará su testimonio de haberle dicho sí a la vida de su hija; y Andrea Catalina Garzón Contreras, integrante del Departamento de Promoción y Defensa de la Vida - CEC. Durante la transmisión se animará a todos los colombianos a participar de la XII Marcha Nacional por la Vida que se realizará este 5 de mayo. La transmisión se hará a través de la cuenta de Facebook del episcopado: www.facebook.com/episcopadocol y el sitio web: www.cec.org.co. La cita es este viernes 27 de abril desde las 11:00 a.m.

Lun 4 Dic 2017

CELAM llama a católicos a no ser indiferentes ante ataques a la vida y familia

El Departamento de Familia, Vida y Juventud del CELAM, llamó a los católicos a no permanecer impasibles o silenciosos ante los ataques que sufren la vida y la familia en América Latina y que responden a “una agenda de minorías ideologizadas, con poder económico”. En un mensaje difundido este 29 de noviembre, el Departamento de Familia, Vida y Familia del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), señaló que la Iglesia en el continente “no puede permanecer ajena e insensible ante esta cruda realidad”. “Bien mencionaba su Santidad el Papa Francisco en su homilía en Bogotá el pasado 8 de septiembre ‘Las tinieblas del irrespeto por la vida humana que siega a diario la existencia de tantos inocentes, cuya sangre clama al cielo’, ‘es un llamado apremiante a la Iglesia y a la Sociedad a instaurar la cultura de la vida frente a la anti cultura de la muerte’”, señaló. El documento fue emitido al final del Encuentro Latinoamericano y del Caribe de Agentes de Pastoral de la Vida que se realizó del 20 al 24 de noviembre en la capital colombiana. El texto señaló que los ataques contra la vida y la familia en el continente responden a “una agenda de minorías ideologizadas, con poder económico, con un eje conceptual (la ideología de género) y un eje operativo (los derechos sexuales y reproductivos), cuyo conjunto fractura la persona humana y todas sus dimensiones relacionales”. Esta agenda, advirtió, busca producir “profundos cambios en el estado de derecho, en la tradición jurídica de nuestras distintas naciones, originando efectos legales contra la vida, la familia, la libertad religiosa y objeción de conciencia”. El mensaje recordó que en 2018 se cumplirán 50 años de la Encíclica Humanae Vitae, del Beato Pablo VI, que “describió con precisión inquietante y profética las realidades que vivimos en nuestro tiempo, algunas de las cuales han herido a la persona humana, a la procreación y a la vida”. Por ello, insistió en su llamado a los fieles a no permanecer “impasibles y en algunos casos silenciosos o silenciados”. “Es hora de despertar, como aconseja el apóstol Pablo”, indicó. “El Señor cuando pregunta a Caín ‘¿Qué has hecho?’, se dirige al hombre de hoy, particularmente a nosotros, ante un cambio real de la cultura”. En ese sentido, el Departamento de Familia, Vida y Juventud del CELAM invitó a “conformar una Red Panamericana, para que acoja cada realidad nacional, en la protección de la vida, familia, persona, libertad religiosa, democracia, Derechos Humanos y medio ambiente, mediante una agenda común, liderando estrategias a corto, mediano y largo plazo”. “Es nuestro deseo que siguiendo el ejemplo de tantas Conferencias Episcopales que han conformado la Comisión Episcopal de Vida, alentamos a que tengan un lugar especial para desarrollar la tarea no solo de acompañamiento pastoral, sino de liderazgo en análisis de la realidad de las naciones, asesoradas por expertos de las diferentes disciplinas, fortaleciéndose con comités de bioética con enfoque personalista, a partir de experiencias y espacios de formación de laicos, sacerdotes y seminaristas”. El mensaje también alienta a acoger a las “mujeres embarazadas en dificultad y realizar un acompañamiento misericordioso a aquellas personas que han sufrido un aborto”. Fuente: Agencia católoca ACIPRENSA Foto: Imagen referencial / Foto: Pixabay (Dominio Público)

Mar 1 Ago 2017

¿Quién mató a Pedrito? II

El feto oye, ve experimenta, recuerda e incluso aprende en el útero... Y lo más importante, ¡siente! Estos son los maravillosos resultados de las últimas investigaciones sobre la vida prenatal. Las investigaciones de la fetología y la psicología prenatal, las más jóvenes ramas de la medicina, han demostrado que el niño intrauterino es un ser hipersensible, mucho más consciente y receptivo de lo que nos podíamos imaginar. El feto oye, ve, entiende, recuerda y responde. En el útero se comporta como un ser humano que es. Cuando se aburre se chupa el dedo o salta a la cuerda con el cordón umbilical. A las 10 semanas, su personalidad es tan acusada que se podría hacer la tarjeta de identidad, puesto que tiene huellas digitales, únicas e irrepetibles. A las 12 semanas, es capaz de sostener una pelota entre las manos, facultad que pierde y no recuperará hasta cinco meses después de nacer. Tan persona como el recién nacido y el lactante, sólo que es una etapa distinta de la vida. Gracias a las tecnologías de finales de los años 60 y 70, afirma thomas verny, psiquiatra canadiense y autor de la obra “la vida secreta del niño antes de nacer”, se ha podido estudiar al bebe intrauterino en su hábitat natural sin perturbarle. Lo que ha dado una imagen espectacularmente distinta del feto, que nada tiene que ver con el ser pasivo y sin mente de los textos tradicionales de pediatría. Según las investigaciones de los neurólogos y obstetras estudiosos, escuchemos lo siguiente: • El feto puede oir, ver, degustar, experimentar e, incluso, aprender en el útero. Pero, lo más importante es que puede sentir. • Como consecuencia: lo que el niño siente y percibe comienza a modelar sus actitudes y las expectativas que tiene con respecto a sí mismo. • La principal fuente de estos mensajes formadores es la madre del niño. Esto no significa que toda preocupación, duda o ansiedad fugaces que una mujer experimenta durante el embarazo repercutan en su hijo. Lo importante son los patrones de sentimientos profundos y constantes. • Lo que un hombre siente hacia su mujer y el niño no nacido, es uno de los factores más importantes en el éxito o fracaso de un embarazo. No más abortos, por favor. No más pedritos tirados en cajas de cartón. No más asesinatos a creaturas indefensas. Permitamos que la vida surga y no matemos la vida de un inocente. Siempre que ocurre un aborto en la ciudad, ocurre el asesinato de unos padres, de unos hermanos, de una familia. Se asesina nuestra propia sociedad, nuestra cultura y nuestra dignidad. [icon class='fa fa-download fa-2x'] ¿Quién mató a Pedrito? I[/icon]

Lun 17 Jul 2017

¿Quién mató a Pedrito? I

Escrito por: Mons. Gonzalo Restrepo - “El martes 11 de noviembre de 1999 fue encontrado un recién nacido en una caja de cartón, detrás de un almacén de nuestra ciudad. Aparentemente el bebito nació ese mismo día y cuando fue encontrado, a las 9:30 de la noche, había estado muerto alrededor de ocho horas o más. La autopsia reveló que el niño había sido acuchillado siete veces, sufrió un fuerte golpe en la cabeza y fue estrangulado con un cierre (cremallera). En la caja se encontró la placenta y el cordón umbilical roto. Aparentemente el bebito nació sin asistencia médica”. No es un caso extraño ni excepcional. Casos como éstos encontramos muy frecuentemente en nuestro medio. No fue encontrado en un almacén fantasma y en una ciudad lejanísima, sino en un almacén muy conocido, de mucho prestigio y en nuestra propia ciudad. Como este caso hay muchos casos. Pero, ¿quiénes serán sus padres? ¿dónde estará su mamá? Pedrito no alcanzó a nacer. Fue abortado y tirado a la calle en una caja de cartón. Fue tratado como cualquier cosa, como uno tira un mueble viejo, como se bota la basura al cesto. Pedrito fue asesinado, y ahora, nadie es culpable. Un nuevo crímen ha quedado en el anonimato. Una personita que no se le ha permitido vivir, mejor no se le ha permitido seguir desarrollando su vida, porque pedrito comenzó a vivir desde la concepción, desde que el óvulo de mamá y espermatozoide de papá se unieron para propiciar el inicio de una nueva vida, fruto del amor. ¿Qué podemos hacer? ¿Quién podrá responder? Si alguien quiere reconocer el cadáver de pedrito, lo tenemos en el anfiteatro de la ciudad. Todavía él conserva la esperanza de que sus padres vengan a reconocerlo y le brinden el cariño que le faltó desde su concepción hasta la muerte. No más abortos, por favor. No más pedritos tirados en cajas de cartón. No más asesinatos a creaturas indefensas. Permitamos que la vida surja y no matemos la vida de un inocente. Siempre que ocurre un aborto en la ciudad, ocurre el asesinato de unos padres, de unos hermanos, de una familia. Se asesina nuestra propia sociedad, nuestra cultura y nuestra dignidad. + Gonzalo Restrepo Restrepo Arzobispo de Manizales

Lun 22 Mayo 2017

Episcopado rechaza proyectos sobre adopción, aborto y eutanasia

Los obispos del país denuncian y rechazan los proyectos legislativos que cursan actualmente en Congreso y que favorecen temas como el aborto, la eutanasia y la adopción de niños por parte de parejas del mismo sexo. Aseguran que en el país se pretende implementar una cultura política y jurisprudencial que desconoce el valor y la dignidad de la vida humana y de la familia. Así lo hicieron conocer, a través de un comunicado firmado por el presidente del episcopado, monseñor Luis Augusto Castro Quiroga. [icon class='fa fa-download' link='']DESCARGA EL COMUNICADO[/icon]

Lun 20 Mar 2017

“No podemos permitir que la cultura de la muerte reine en Colombia”

Advirtió Monseñor Juan Vicente Córdoba Villota, obispo de Fontibón, al referirse a la reciente aprobación por parte del Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) a Profamilia para la comercialización en Colombia de Mifepristona, “un tratamiento oral para la interrupción del embarazo que, en combinación con Misoprostol, produce una tasa de aborto completo de 95 por ciento”. El prelado insistió en que “no podemos permitir que la cultura de la muerte reine en Colombia en aras de un progresismo que no tiene más que decrepitud porque progresar no es matar a nuestros niños ni darle a los jóvenes una no ética respecto a la vida (….) Como Conferencia Episcopal y como presidente de la Comisión de Vida, levantamos nuestra voz de protesta y de desacuerdo total, proclamamos y defendemos la vida. Hay que educar a los jóvenes, a las personas, antes de darles la forma para acabar con vida”. “Desde la concepción hasta muerte natural, la vida de la unión del espermatozoide y el óvulo es vida humana y tiene derecho por la Constitución de Colombia, Art 11, a preservarla. No habrá ninguna manera en Colombia de acabar con la vida de los seres humanos”, enfatizó. “En esta carrera por la muerte, tenemos que denunciar y defender a los que no tienen voz, a los que están en gestación, que son seres humanos. Como colombianos pedimos que este químico que están ofreciendo hoy a los jóvenes se frene”. Ante las circunstancias referidas por la Corte Constitucional, mediante la Sentencia C-355 de 2006, para la interrupción voluntaria del embarazo (IVE), entre las que se encuentran: “que la continuación del embarazo constituya peligro para la vida o la salud de la mujer; cuando exista grave malformación del feto que haga inviable su vida; o cuando el embarazo sea el resultado de una violación”, monseñor Córdova señaló: “Lo inviable con la vida sería que el niño naciera muerto, pero no tenemos por qué acabarlo. Hoy les da por decir que Síndrome de Down, retraso mental, que un problema cardiaco, que una dificultad neurológica ya es inviable con la vida y eso va en contra de la misma Constitución”. El registro a la molécula Mifepristona fue anunciado el 3 de marzo, bajo argumentos de efectividad y reducción de los sangrados. “Es más conveniente ya que reduce el número de tomas en el tratamiento y es menos invasiva y más privada que el procedimiento quirúrgico”, aseguró el Invima.

Mié 23 Nov 2016

Perdonar el aborto

Por Pbro. Raúl Ortiz Toro - Tamaña sorpresa nos ha dado el Papa Francisco en su Carta Apostólica “Misericordia et misera” firmada el pasado 20 de noviembre, cuando en el numeral 12 declara que “de ahora en adelante concedo a todos los sacerdotes, en razón de su ministerio, la facultad de absolver a quienes hayan procurado el pecado de aborto. Cuanto había concedido de modo limitado para el período jubilar, lo extiendo ahora en el tiempo, no obstante cualquier cosa en contrario”. Algunas consideraciones nos resultan: En primer lugar, el Papa evita hablar de la pena que conlleva cometer el delito-pecado del aborto que es la excomunión latae sententiae, ya que no hace parte de su lenguaje; sin embargo, el canon 1398 lo deja en claro aun cuando Francisco no lo aluda explícitamente. En segundo lugar, esta Carta traerá implicaciones en el Código de Derecho Canónico, sobre todo en lo que respecta al título “De la cesación de las penas” pues las disposiciones y el lenguaje canónico están acomodados a la remisión exclusiva del Ordinario de lugar (generalmente se trata del Obispo) y excepcionalmente el sacerdote que es delegado como penitenciario (canon 508), el que confiesa al penitente en peligro de muerte (canon 976) y el que confiesa al penitente con agobio moral (canon 1357). Tercero, el Papa deja en claro que todo esto se lleve a cabo “no obstante cualquier cosa en contrario” lo que nos permitiría pensar que el Obispo en su diócesis puede dar indicaciones precisas de tono pastoral; se me ocurre, solo como hipótesis, que el Obispo podría decirles a sus recién ordenados que se abstengan de absolver este pecado durante el primer año de ministerio mientras adquieren una práxis penitencial más adecuada. Pero también que inste a sus sacerdotes a que se cercioren de la contrición en el penitente, absteniéndose de absolver a quien no muestre verdadero arrepentimiento: muchos casos se han visto de personas que confiesan el pecado sin sentir dolor por haberlo cometido o, como lo adujo el Papa en otro lugar (en el libro entrevista “El nombre de Dios es misericordia”), ni siquiera sienten dolor por no sentir dolor. De todos modos, se nos viene a los sacerdotes un gran desafío y es la atención esmerada y medicinal a estas personas que, generalmente, llegan desechas al confesionario. Lo hemos hecho en este pasado Jubileo como excepción y debemos ahora implementarlo como regla. Cuando he tenido la oportunidad de dictar cátedra de “Audiendas” (que es el curso para confesores) insisto en que al penitente se le encamine a la práctica de penitencias que lo conviertan en “Apóstol de la Vida”. En otras palabras suelo poner estas tres prácticas penitenciales: 1. La oración: de sanación espiritual para sanar las heridas que deja este hecho y aliviar los recuerdos cargados de culpa, sobre todo, acompañada de alguna práctica de piedad como, por ejemplo, tres visitas al Santísimo o la Novena a Nuestra Señora de Guadalupe, patrona de los niños no nacidos. En esa oración recomiendo orar por las parejas que pasan por la tentación de abortar para que encuentren la fuerza de Dios para evitar ese pecado. 2. El testimonio: Sin contar la historia personal, el penitente es invitado a dar consejo a tiempo y a destiempo, sobre todo a quienes quieran atentar contra la vida. Se les invita a que defiendan siempre en sus conversaciones una posición decidida en favor de la vida humana. 3. La caridad: Hay muchos niños que necesitan del apoyo de personas que sean sensibles a sus necesidades; el penitente debe ser invitado a que ejerza la caridad y el servicio con niños que bien podrían ser sus hijos. Bien podría haber otras penitencias adecuadas como medicina para aliviar el dolor moral de quien ha cometido este pecado; lo importante es que sean proporcionales al pecado cometido y no vayan a ser tomadas simplemente como una práctica vacía. Por Pbro: Raúl Ortiz Toro Docente del Seminario Mayor de Popayán [email protected]

Vie 3 Jun 2016

Entre desencantos y alegrías

Por Monseñor Libardo Ramírez Gómez - Han trascurrido 10 años desde que la Corte Constitucional de Colombia, que se ha convertido en “Omnipotente Constituyente”, que va reformando el sentido, y, a veces, la letra de nuestra Constitución, despenalizó el delito del aborto en tres circunstancias. La determinación de esa Corte trajo secreto desencanto entre los abanderados de implantar el aborto porque no fue una “legalización” sino solo “despenalización”, lo cual a quienes rechazamos ese delito nos trajo algo de paz e íntima alegría. Los resultados mismos de los esfuerzos de entidades pagadas por poderosos empeñados en que se le abra paso libre no les han sido satisfactorias, causándoles desencanto, pero alegría de quienes vemos que, a pesar de esos esfuerzos, por la conciencia recta de los colombianos se ha salvado la vida de muchos niños de ese herodiano propósito. Como “un derecho que aún no es fácil ejercer en Colombia”, se ha presentado, esos resultados no satisfactorios a los abortistas, lo cual nos alegra a quienes estimulamos a valientes organizaciones pro vida que han llevado a la reflexión a muchas madres a no mancharse con acabar con el hijo de sus entrañas, y han ofrecido la oportunidad de gozar con sus hijos o hijas, salvadas de las aguas de esa letal corriente. Se sigue insistiendo en el lenguaje de quienes propician el aborto en la desfiguración de la verdad al presentar lo decidido por la Corte como “derecho a abortar”, cuando solo habla de “despenalización” en unos casos. Igualmente, y desde el mismo Ministerio se dio una reglamentación para impulsar esta práctica como si fuera un derecho, y se invirtieron millonadas en propaganda a esto y se quiso violentar la conciencia de los médicos con amenaza de despido si no lo practicaban. Paladina fue la argumentación jurídica contra esa reglamentación por abogados como Luis Rueda, que hizo que se la declarara legalmente insubsistente, algo que nos alegró a los opositores, pero, por influencias de los propiciadores, se la ha seguido manteniendo abusivamente con apoyo del Gobierno, con satisfacción de éstos. Sigue, en el fondo, la discusión sobre la licitud o no de quitar la vida a un niño por nacer, así esté científicamente comprobado que es persona con plenos derechos desde el instante de su concepción, con llamado por esta realidad a que cuando hay conflicto entre su supervivencia y la vida de la madre, para obrar correctamente, se debe buscar salvarlos a los dos y no sacrificar al más débil e indefenso. Es de tener en cuenta que al alegar los tres casos en los que omnipotente Corte declaró despenalizado el aborto se pueden presentar estas grandes objeciones: que se reclame por “violación” cuando no haya sido cierta sino con voluntario consentimiento, y hasta con provocación de la mujer; que en el caso de amenaza a la salud o vida de la mujer haya exageraciones de esa situación, pues en todo embarazo hay algún riesgo; que ante un feto con deformidad, se dé muerte a la creatura habiendo medios médicos para corregirla y salvar al niño, con sentido humanitario, y no con despiadado método hittleriano . Siguen los esfuerzos de partidarios y adversos al aborto, con desproporcionados medios económicos y publicitarios los primeros, pero con fuerza espiritual y conciencia limpia que dan fortaleza a los segundos. Algo de satisfacción por sus logros tendrán los abortistas, pero seguirán teniendo desencantos porque los empeñados en difundir la gran alegría de detener esa matanza de niños por nacer seguiremos luchando por salvar esas vidas, y a las madres librándolas de la inevitable congoja de ser asesinas de hijos inocentes. Está de por medio la vida y salud de ellas, pero hay que lograrlo sin esa horrenda determinación de matar al hijo colocado por permisión divina en sus entrañas, y que les ha dado el grande honor y alegría de ser madres. Por Monseñor Libardo Ramírez Gómez *Obispo Emérito de Garzón Email: [email protected]