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familia

Vie 22 Oct 2021

La “Buena noticia” del matrimonio

Por: Mons. Ricardo Tobón Restrepo - Cuando unos fariseos, confundidos por normas e interpretaciones de su tiempo, se acercaron a Jesús para preguntarle acerca de la licitud del divorcio, él simplemente los envía al “principio”, es decir, al acto creador de Dios. Les muestra la persona humana y el matrimonio como han salido de las manos de Dios. Al “principio”, Dios considera que el varón no debe estar solo y crea la mujer tan íntimamente vinculada a él, que cuando Adán la ve se llena de admiración y de alegría, porque ha encontrado su misma “carne”. Nuestra época necesita escuchar estos textos sagrados y reencontrar la profunda revelación que entrañan de la naturaleza del ser humano, de la vida conyugal y de su unidad indisoluble. Hoy, cuando se habla tanto de fracasos matrimoniales, cuando abundan las separaciones y divorcios, cuando se denomina matrimonio cualquier tipo de relación, cuando se ponderan las dificultades y no se quieren asumir las condiciones de la vida familiar, es necesario volver, como pide Jesús, a lo que Dios hizo al principio. Urge hablar más de la belleza de la unión fiel de los esposos; de la alegría de una familia estable; del proyecto divino sobre el amor, que trasciende los instintos y las pasiones. La indisolubilidad matrimonial no es una ley opresora de la que nos debemos deshacer o una obligación que viene de afuera a limitar la libertad, sino una realidad interior y bienhechora del amor, que traza el camino de la felicidad humana y revela que la relación conyugal y familiar es fuente de creación y de gozo. La indisolubilidad matrimonial expresa el anhelo profundo del amor, ya que todo amor verdadero exige compromiso, aspira a realizarse en la unidad, sabe que siempre puede resucitar, quiere ser eterno. El amor, como viene desde su origen, consiste en la posibilidad que tiene la persona de desarrollarse y renovarse indefinidamente. El cambio de cónyuge, por lo general, no es renovación, sino repetición. Es volverse a encontrar con el egoísmo, la superficialidad y la infidelidad, que lleva dentro el que no tiene madurez humana. El amor es la creación permanente de una persona, de una pareja, de una familia; por eso, la alegría inunda una persona cuando está enamorada. Es preciso conocer el movimiento del amor, que se vale de situaciones de prueba para llevar a las personas cada vez más lejos. De hecho, cuando una persona comienza a ser amada se descubre, se transforma, florece. Una separación a la ligera es arruinar el proceso que lleva a casarse, es decir, a inventarse cada día; una persona es inagotable, siempre tiene más futuro que pasado. El gran error es buscar afuera lo que se debe construir adentro. Cuando dos se aman y aprenden cada día el amor, se van creando, se van llamando permanentemente a la vida. Hay que evitar que los condicionamientos sociales y jurídicos hagan ver el matrimonio como algo estático e inamovible; en realidad, cuando hay auténtico amor, el matrimonio cada día es nuevo. Al amor no lo matan las dificultades sino la rutina, el egoísmo y la inmadurez. La indisolubilidad no es una ley, sino un programa de vida y realización. La prueba de ello está en que uno de los dolores más grandes de una persona es verse traicionada, cuando la infidelidad rompe la indisolubilidad que pide todo verdadero amor, cuando no se da más el movimiento de creación en el que cada uno transforma al otro, llama al otro a vivir. Es necesario que entendamos que lo que Dios ha hecho es bueno y no podemos dejar que lo perviertan el egoísmo, la lujuria y la soberbia. El plan de Dios es mejor que el proyecto hedonista y vacío del mundo. En este mes misionero, cuando nos proponemos hacer un particular énfasis en la pastoral familiar, trabajemos más por tener matrimonios felices y familias unidas; aprovechemos todos los medios para animar a los esposos que llevan años caminando fielmente en el amor; acompañemos a las parejas que tienen dificultades para que se renueven desde adentro con nuevas metas; mostremos a los novios que el matrimonio no es una veleidad de un día, sino una vocación que nos trasciende porque viene desde Dios. + Ricardo Tobón Restrepo Arzobispo de Medellín

Vie 15 Oct 2021

Arquidiócesis de Bogotá vivirá una semana vocacional

Desde la pastoral vocacional de la Arquidiócesis de Bogotá, se ha programado del 16 al 24 de octubre, una maratónica jornada vocacional, bajo el lema: ¡familia, sueña y cuida la vocación!. Será un espacio donde se destacará el rol central de la familia en la promoción y animación de las vocaciones sacerdotales y religiosas, a través de la oración, el anuncio, el encuentro y el testimonio en distintos entornos (hogar, parroquias, colegios, universidades…). El equipo arquidiocesano de animación vocacional invita a sumarse a las distintas actividades proyectadas durante la semana y a ser constantes en la oración por las vocaciones. “El lema propuesto para la Semana Vocacional nos invita a mirar con esperanza el llamado de Dios (…) y a comprometernos en el apoyo espiritual, moral y material para el fortalecimiento de las vocaciones sacerdotales en nuestra iglesia particular”, precisó el padre César Carrillo, coordinador de Pastoral Vocacional de esta Jurisdicción. Nuestra invitación es, agregó el sacerdote, “para que juntos asumamos esta responsabilidad, desde la experiencia de nuestra fe; para que todos nos sintamos corresponsables de este don que Dios concede a su Iglesia, a través de personas concretas en nuestra ciudad-región”. ‘La Pastoral Vocacional es una tarea que nos involucra a todos’ Insistió el padre César al explicar que “todos, desde la realidad bautismal, experimentamos un llamado de Dios, específico y concreto (…) Ese llamado no tiene otro fin que responder a la gran vocación universal que es la santidad. Por eso, esta Semana Vocacional quiere despertar ese sentido, ese anhelo de ser santos, a través de caminos concretos como lo es la vivencia de la vida matrimonial, una opción religiosa, una experiencia de vida sacerdotal, un apostolado misionero”. MÁS INFORMACIÓN [icon class='fa fa-download fa-2x'] AQUÍ[/icon] Fuente: Of. comunicaciones Arquidiócesis de Bogotá

Sáb 9 Oct 2021

Éxito el foro: ¿Es la eutanasia una solución? Los Cuidados Paliativos como Alternativa”

La Comisión Episcopal para la Promoción y Defensa de la Vida, de la Conferencia Episcopal de Colombia, realizó este 7 de octubre de 2021, el Foro ¿Es la eutanasia una solución? Los Cuidados Paliativos como Alternativa”. Más de 500 personas conectadas a través de plataformas de internet, 1.800 vistas en YouTube y miles de televidentes del Canal Cristovisión, se unieron para encontrar respuestas académicas desde distintas áreas del conocimiento, a las preguntas en torno a si es la eutanasia o no una solución a los problemas que presenta la condición vulnerable de la existencia humana. Este Foro, da inicio a una serie de acciones tomadas por los obispos colombianos que tiene por finalidad convocar a los hombres y mujeres de buena voluntad a dar una respuesta como Iglesia, a los desafíos que supone la intención de consagrar la eutanasia como un derecho fundamental en Colombia. Fue un escenario, donde laicos, personal de la salud, entidades católicas prestadoras de servicio sanitario y la comunidad en general, plantearon la inquietud respecto de su eventual participación forzosa en procedimientos eutanásicos, a lo que expertos en esta materia expusieron desde lo jurídico, científico, ético y moral, respuestas orientadoras que no atenten contra una conciencia bien formada. Por su parte, monseñor Francisco Antonio Ceballos Escobar, presidente de la Comisión Episcopal de Promoción y Defensa de la Vida,resaltó que, la extraordinaria participación de miles de asistentes, es signo evidente de la confusión que enfrentan los colombianos frente a las normativas en este tema tan sensible y que pudo ser expuesto de una manera asertiva por los diferentes panelistas. “Entendemos esta incertidumbre legal como parte del avance del fenómeno denunciado por el Papa Francisco la Cultura del Descarte. Esa cultura que reduce el milagro de la existencia humana, a unos cuantos argumentos de apariencia científica y legal”. “Sin embargo, pudimos conocer de la mano de expertos que la ciencia ha avanzado al punto de garantizarnos que incluso el dolor inaguantable es susceptible de ser aliviado. Damos gracias a Dios por el avance tecnológico que nos permite enfrentar la condición dolorosa de la existencia humana de manera tolerable y digna”. “También comprendimos que tanto desde la perspectiva médica, como desde la perspectiva ética y moral, la eutanasia no resuelve ningún problema humano y, por el contrario, nos conduce a profundas contradicciones con nuestra esencia moral y con la razón de la existencia misma del cuidado de la salud”, puntualizó el también obispo de Riohacha. El prelado agradeció a los profesionales, que durante los últimos meses dedicaron sus talentos y experticia en la preparación de sus ponencias que, de manera contundente, permitieron encontrar respuestas coherentes y esperanzadoras. El Foro también fue ocasión para anunciar el sitio web www.eutanasia.cec.org que se pondrá a disposición de la comunidad con textos del magisterio de la Iglesia, científicos y bioéticos que contienen análisis y evidencias que sustentan a quienes no quieren participar, ni facilitar la eutanasia en Colombia. Así mismo el sitio dispondrá de un espacio de contacto en el cual, un equipo de experimentados profesionales, ofrecerá su orientación para casos puntuales. Finalmente, como conclusión del Foro, se propuso un MANIFIESTO SOBRE LA OBJECIÓN DE CONCIENCIA RESPECTO DE LA PARTICIPACIÓN O FACILITACIÓN DE LA EUTANASIA EN COLOMBIA, que está dispuesto para la firma de todas las personas y organizaciones que no intervendrán en la aplicación de la eutanasia en Colombia. “Somos una Iglesia en Salida. Con la ayuda de Dios y la colaboración de los hombres y mujeres de buena voluntad, esperamos dar una respuesta eficaz a los desafíos que nos impone el momento actual”, con estas palabras concluyó el foro monseñor Ceballos.

Mié 29 Sep 2021

Mensaje del Papa Francisco para la 36ª Jornada Mundial de la Juventud

"¡Levántate! Te hago testigo de las cosas que has visto". (cf. Hch 26,16), es el tema del Mensaje del Santo Padre a los jóvenes con motivo de la XXXVI Jornada Mundial de la Juventud 2021 (JMJ), que se celebrará a nivel diocesano el 21 de noviembre en las Iglesias locales de todo el mundo, siendo la primera vez que se celebra en la solemnidad de Cristo Rey del Universo. A los jóvenes tan gravemente afectados por "la depresión, la soledad y las adicciones", consecuencia de la pandemia, el Obispo de Roma les pide ponerse de pie y testificar que el Encuentro con Cristo nos "abre" a una vida familiar y social diferente. Este mensaje forma parte de un ciclo de tres mensajes que acompañan a los jóvenes en el camino entre la JMJ de Panamá 2019 y la de Lisboa 2023, todos ellos centrados en el verbo "levantarse". Este año, se invita a los jóvenes a meditar sobre la conversión de San Pablo, que pasó de ser un "perseguidor-ejecutor" a un "discípulo-testigo". El drama de la pandemia del Covid-19 El Papa recordó en su mensaje el drama de la pandemia de la Covid-19: "En el mundo entero se tuvo que afrontar el sufrimiento causado por la pérdida de tantas personas queridas y por el aislamiento social. También a ustedes, jóvenes –que por naturaleza se proyectan hacia el exterior–, la emergencia sanitaria les impidió salir para ir a la escuela, a la universidad, al trabajo, para reunirse". "Se encontraron en situaciones difíciles, que no estaban acostumbrados a gestionar. Quienes estaban menos preparados y privados de apoyo se sintieron desorientados. En muchos casos surgieron problemas familiares, así como desocupación, depresión, soledad y dependencias. Sin hablar del estrés acumulado, de las tensiones y explosiones de rabia, y del aumento de la violencia". Asimismo, el Santo Padre vio también el otro lado de la medalla: "Si la prueba nos mostró nuestras fragilidades, también hizo que aparecieran nuestras virtudes, como la predisposición a la solidaridad. En cada rincón del mundo vimos muchas personas, entre ellas numerosos jóvenes, luchar por la vida, sembrar esperanza, defender la libertad y la justicia, ser artífices de paz y constructores de puentes". "Levantarse" y "convertirse en testigos" "Espero de todo corazón que este mensaje nos ayude a prepararnos para tiempos nuevos, para una nueva página en la historia de la humanidad. Pero, queridos jóvenes, no es posible recomenzar sin ustedes. Para volver a levantarse, el mundo necesita la fuerza, el entusiasmo y la pasión que tienen ustedes" afirma el Papa Releyendo el episodio de Damasco, punto de inflexión en la historia del apóstol Pablo, el Papa guía a los jóvenes al descubrimiento del amor incondicional de Dios por cada hombre. "El Señor -dice Francisco- eligió a alguien que incluso lo había perseguido, que había sido completamente hostil a Él y a los suyos. Pero no existe una persona que para Dios sea irrecuperable. Por medio del encuentro personal con Él siempre es posible volver a empezar. Ningún joven está fuera del alcance de la gracia y de la misericordia de Dios”. El Papa también ofrece algunas indicaciones concretas sobre cómo "levantarse" y "convertirse en testigos" de los muchos compañeros que encuentran "en el 'camino de Damasco' de nuestro tiempo", entre ellas: "Levántate y testimonia el amor y el respeto que es posible instaurar en las relaciones humanas", "Levántate y testimonia que las existencias fracasadas pueden ser reconstruidas, que las personas que ya han muerto en el espíritu pueden resurgir". Subsidio Orientaciones Pastorales para la celebración de la JMJ 2021 El Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida publicó recientemente el subsidio Orientaciones Pastorales para la Celebración de la Jornada Mundial de la Juventud en las Iglesias Particulares, que recoge las inspiraciones y la experiencia de la pasada JMJ, con el fin de que la celebración de esta "Jornada de la Juventud" sea aún más fructífera para las comunidades locales y para la pastoral juvenil ordinaria. La próxima edición internacional de la JMJ se celebrará en Lisboa en 2023 bajo el lema: "María se levantó y partió sin demora" (Lc 1,39). » Texto completo del mensaje de la JMJ 2021 [icon class='fa fa-download fa-2x'] AQUÍ[/icon] Fuente: Agencia católica AICA

Mié 8 Sep 2021

1er Simposio: “La alegría del amor, bálsamo de esperanza en la pandemia”

La Red Colombiana de Instituciones de Familia REDCOFAM, desarrollará el próximo 11 de septiembre de 9:00 a.m. a 1:00 p.m., el simposio: “La alegría del amor, bálsamo de esperanza en la pandemia”, esto como parte de las actividades programadas para animar el Año de la Familia propuesto por el Papa Francisco. Sus organizadores, expresan que se trata de un espacio de formación virtual que servirá para estudiar y promover las estrategias pastorales de aplicación de la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia, sobre la belleza y la alegría del amor familiar. "En el marco del Año de la Familia, queremos desarrollar una reflexión sobre las aplicaciones pastorales de la Exhortación Apostólica en favor de la familia en tiempos de pandemia y encender un faro orientador para el diseño de nuevas estrategias de evangelización en la familia". ¿Quiénes participarán? Este simposio, que se transmitirá a través de Facebook Live, contará con la participación de los Institutos de familia: Multicampus de Familia y Vida, Universidad Pontificia Bolivariana, Instituto de Estudios en Familia, Fundación Universitaria Unimonserrate, Centro de Familia de la Organización VID, Instituto de La Familia, Universidad de La Sabana, Instituto para la Familia de la Unicatólica en Cali, Instituto de familia y Bioética de la Universidad Católica de Oriente – UCO. Además, la invitación se abre para que obispos, sacerdotes, diáconos, agentes de pastoral de las jurisdicciones eclesiásticas, movimientos eclesiales de familia, instituciones académicas, que a nivel nacional o internacional estén interesados en el tema, participen y hagan parte de esta reflexión sobre la familia en tiempos de pandemia. Los interesados podrán inscribirse a través del siguiente formulario [icon class='fa fa-download fa-2x'] Ingresar AQUÍ[/icon] AGENDA [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar AQUÍ[/icon] Hora de la transmisión: 9:00 am a 1:00 pm (Colombia) 08:00 a 12:00 horas México/Centroamérica 09:00 a 13:00 horas Colombia/Washington 10:00 a 14:00 horas Venezuela 11:00 a 15:00 horas Sudamérica 15:00 a 19:00 horas Europa central La Red Colombiana de Instituciones de Familia REDCOFAM Esta red, que se constituyó el 04 de diciembre de 2020, a través de los Departamentos de Matrimonio y Familia y Promoción y Defensa de la Vida, de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) busca, con un equipo de especialistas interdisciplinar, trabajar en la promoción y fortalecimiento de la familia. "Se acordó la creación de la red que cumplirá con el espíritu de estudiar y trabajar por la familia, su dinámica y todas las relaciones familiares de manera interdisciplinaria y científica, a la luz de la antropología cristiana, en sintonía con el magisterio de la Iglesia Católica”. Miembros fundadores de la Red Instituto Multicampus de Familia y Vida, Universidad Pontificia Bolivariana, Instituto de Estudios en Familia, Fundación Universitaria Unimonserrate, Centro de Familia de la Organización VID, Instituto de La Familia, Universidad de La Sabana, Instituto para la Familia de la UniCatólica en Cali, Instituto de familia y Bioética de la Universidad Católica de Oriente - UCO.

Mar 7 Sep 2021

Hacia una Iglesia sinodal (2)

Por: Mons. Luis Fernando Rodríguez Velásquez - El Código de Derecho Canónico define la naturaleza de los sínodos de obispos en la Iglesia. Dice así en el canon 342: “El sínodo de obispos es una asamblea de Obispos escogidos de las distintas regiones del mundo, que se reúnen en ocasiones determinadas para fomentar la unión estrecha entre el Romano Pontífice y los Obispos, y ayudar al Papa con sus consejos para la integridad y mejora de la fe y costumbres y la conservación y fortalecimiento de la disciplina eclesiástica, y estudiar la cuestiones que se refieren a la acción de la Iglesia en el mundo”. Los Sínodos de Obispos nacieron después del Concilio Vaticano II, aunque desde antiguo se realizan los concilios ecuménicos universales, concilios plenarios territoriales, Sínodos diocesanos, etc. Hasta la fecha se han llevado a cabo 16 asambleas sinodales desde el 1971. Es bueno distinguir entre los Concilios, de los cuales se han realizado 21 entre el año 325 (concilio de Nicea) y el realizado entre 1962 - 1965, el Concilio Vaticano II. Estos son reuniones donde participan todos los obispos del mundo, y los Sínodos, reuniones donde participan algunos obispos que representan las distintas regiones del mundo, unos 215, a los que se agregan sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos expertos, según los temas que se traten. Por eso se habla de la sinodalidad, donde el pueblo de Dios es escuchado y participa activamente en estas reuniones. Ya se han hecho varios sínodos muy interesantes con amplia participación de los laicos, como los sínodos sobre la familia y el sínodo de la juventud. Dentro de las modalidades de los Sínodos, están los ordinarios, que se reúnen cada tres o cuatro años, y los extraordinarios, cuando el Papa lo considere necesario. Los Sínodos, por su naturaleza son de carácter pastoral, es decir, buscan ayudar al Papa y a la Iglesia en general, a dar respuesta a los grandes problemas que hay en el mundo, donde la Iglesia tiene el deber de dar respuestas orientadoras al pueblo de Dios, pues la Iglesia hace historia con su pueblo, y está llamada a orientar, iluminar y brindar soporte a quienes tienen en sus manos la responsabilidad de animar a los creyentes y a los no creyentes, en su peregrinar terreno. Los Sínodos pues, hacen eco de las grandes problemáticas por la que atraviesa la sociedad, y en ambiente de oración, de estudio, de trabajo colegial, ofrece directrices generales para que sirvan de ayuda especialmente a los fieles católicos en la imperante necesidad de dar razón de la esperanza. Como conclusión de cada Sínodo, el Papa publica un documento que denomina “Exhortación Apostólica post sinodal…” que se convierte en guía y soporte para los planes pastorales y demás acciones evangelizadoras de la Iglesia en todo el mundo. Mons. Luis Fernando Rodríguez Velásquez Obispo Auxiliar de Cali Lea Por una Iglesia sinodal (I)[icon class='fa fa-download fa-2x'] AQUÍ[/icon]

Mié 1 Sep 2021

Amor fecundo: Sexto video dedicado al año de la familia

Avanzan las reflexiones propuestas por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, en el Vaticano, responsable de animar el año Familia 'Amoris laetitia'. En esta ocasión ofrece el sexto video titulado “Amor fecundo: la dimensión gratuita del amor”, allí, el Papa Francisco indica que el amor conyugal no se agota al interior de la pareja, sino que genera una familia. “La familia se genera y se acoge a la vida ¡Cada hijo que llega es un don de Dios! en cualquier caso y bajo cualquier circunstancia (…) El amor de los padres es instrumento del amor de Dios, que espera junto a ellos el nacimiento de cada niño, lo acepta y lo acoge así como es”. El obispo de Roma, se refiere igualmente al tema de la adopción recordando que esta, es una opción cristiana que una pareja puede tomar y agrega, que, “adoptar es dar una familia a quien no la tiene y es el acto de amor por el que un hombre y una mujer se convierten en mediadores del amor de Dios”. El video viene acompañado del testimonio de un matrimonio, Enrico y Francesca, originarios de Venecia, actualmente están de misión en Bridgeport (Estados Unidos), llevan 28 años de casados. Por años lucharon para tener hijos y luego de cinco abortos espontáneos, tomaron la decisión de adoptar a Emmanel. Unos meses después de haber adoptado a su pequeño hijo, ella queda embarazada, llegando así luego ella a tener seis hijos más, para la gracia y la bendición de esta pareja. Luego de este milagro como ellos le llamaron ofrecieron su familia a la misión. “La acogida de este hijo sana, nos cura y nos sentimos amados y perdonados por Dios, lo que sigue es gracia, unos meses después de la adopción quedo embarazada y nacieron Giosué, Miriam, Benedetta, Israel, Simón Pietro y Natanaele”, cuenta Francesca. Por su parte, Enrico cuenta que ellos ahora viven como una familia normal, “dando testimonio del amor de Dios a las personas que encontramos en nuestro camino, anunciando con nuestras vidas que Cristo ha resucitado y ha vencido la muerte”. Sexto subsidio: Amor fecundo Cada video está siendo acompañado de un subsidio, que puede ser utilizado de manera flexible tanto por las familias como por las distintas realidades eclesiales (jurisdicciones, parroquias, comunidades). Este material, además, está organizado en 4 partes, cada una de las cuales puede ser utilizada para profundizar en la familia o la comunidad, incluso en momentos diferentes. DESCARGAR SEXTO SUBSIDIO [icon class='fa fa-download fa-2x'] AQUÍ[/icon] Videos sobre la familia: Cada mes se está publicando un vídeo con las reflexiones del Papa sobre la exhortación apostólica 'Amoris laetitia' y testimonios de familias de todo el mundo. Este material, ha dicho el Dicasterio, es una invitación a “caminar juntos para redescubrir la familia como un don, a pesar de todos los problemas, obstáculos y desafíos que hoy debe afrontar”. Objetivos del año Familia 'Amoris laetitia' Entre los objetivos propuestos por el Dicasterio para Laicos, Familia y Vida se contempla la difusión del contenido de la exhortación apostólica 'Amoris laetitia', para hacer experimentar que el evangelio de la familia es alegría que llena el corazón y la vida entera. Asimismo, el anuncio de que el sacramento del matrimonio es un don y tiene en sí mismo una fuerza transformadora del amor humano, con la finalidad de hacer a las familias protagonistas de la pastoral familiar. También buscarán concienciar a los jóvenes sobre la importancia de la formación en la verdad del amor y el don de sí mismos, así como ampliar la mirada y la acción de la pastoral familiar para que se convierta en transversal, para incluir a los esposos, a los niños, a los jóvenes, a las personas mayores y las situaciones de fragilidad familiar.

Mar 24 Ago 2021

¡Hable con Dios!

Por: Mons. Carlos Arturo Quintero Gómez - Definitivamente hablar por celular se ha convertido en una necesidad; la telefonía fija, poco a poco, se esfuma mientras las nuevas tecnologías marcan su ruta. Sin embargo, nos topamos hoy con una cruda realidad: “en la era de las tecnologías somos los seres más incomunicados”; esta afirmación, podría pensarse, refleja pesimismo y negación, pero no es así, pues la tecnología debería acercarnos y no alejarnos; debería propiciar la cultura del encuentro y fortalecer nuestros lazos fraternales. Cuántas veces en casa, se come a la carta, se lleva el celular al comedor, se interrumpen las conversaciones para levantarnos a responder, etc. También podemos constatar que hoy hay saturación de información que impide una buena comunicación. Incluso, ante las crisis, muchas personas hablan de diálogo, mesas de concertación, pero, con facilidad se deja ver la intransigencia, la dureza al hablar o la negativa para escuchar. En fin, las tecnologías, son un maravilloso invento para la humanidad; llegaron para quedarse, no obstante, debemos aprender a usar estas herramientas, que son medios y no fines. Por lo tanto, dedique más tiempo al diálogo en familia, hable con sus hijos, con sus papás, con sus amigos; escuche sin interrumpir, sea coherente, no fracture la comunicación, no se inmiscuya en conversaciones ajenas, use palabras edificantes, evite maltratar o zaherir a las personas con su vocabulario; no se enoje, serénese y hable recurriendo a las pausas, a los silencios; aprenda a callar, no diga todo lo que ve o siente. Y qué decir desde la vida espiritual: hable con Dios y deje que Él le hable. La oración es el mejor camino para encontrarse con Dios; san Agustín decía: “Dios tiene sed de que el hombre tenga sed de él” y pensaba que la oración nos hace sentir que “somos mendigos de Dios”; estamos necesitados del amor y la misericordia de Dios; así que no tenga miedo y hable con Él, exprésele su dolor, sus alegrías, gozos y esperanzas, dígale que siente. Ahora, querido lector, le invito a ponerse en modo “meditación”, en orden a descubrir un camino interesante para hablar con Dios. Para ello, debo volver a hablar de la telefonía celular. Fijémonos cómo los celulares tienen un pin, ya no tan usado ni conocido. En los celulares podemos encontrar llamadas perdidas, pudiendo identificar desde qué número se ha llamado; usted puede contestar o dejar que suene el celular; puede rechazar la llamada si quiere; puede devolver la llamada o dejar mensaje de voz o incluso, puede apagar su celular. Para hablar con Dios tenga en cuenta todo lo anterior: con Dios no hay que pedir cita, siempre está disponible; Él siempre escucha nuestro clamor, no deja sonar y sonar nuestras plegarias; Con Dios no hay llamadas perdidas, ni hay que dejarle mensajes de voz; Dios jamás rechaza nuestra llamada y siempre está atento a nuestras necesidades, su luz no se apaga. Pues bien, si quiere hablar con Dios tenga en cuenta su número de celular: 33, 3; el pin es: “Jeremías”, así que le invito a leer el pasaje bíblico Jeremías 33,3. No lo escribo aquí para que haga el ejercicio y se dé cuenta que Dios siempre nos escucha. Al terminar de leer el texto, piense: ¿Cómo vivo mi relación con Dios? ¿Qué debo decirle a Dios? ¿Cómo abrir mi corazón para hacer su santa voluntad? Vuelva a leer el texto y descubra la gran riqueza que no se puede rechazar. Que, a partir de hoy, cada día, cada jornada, cada decisión que deba tomar, pase por el oxígeno de la oración que nos hará respirar aire puro y nos abrirá las puertas para hablar siempre con Dios. Así que “hable con Dios”. + Carlos Arturo Quintero Gómez Obispo de Armenia