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iglesia católica colombiana

Vie 22 Sep 2023

En Colombia también se vivirá “Together – Encuentro del Pueblo de Dios”

En español, la palabra “Together” significa “juntos” y es el nombre que se le ha dado a las jornadas de oración ecuménica que se llevarán a cabo como preparación al Sínodo sobre la Sinodalidad en Roma, en el próximo mes de octubre, una propuesta que fue presentada en el mes de enero por el hermano Alois (Alois Löser), prior de la comunidad cristiana ecuménica de Taizé. En Bogotá esta iniciativa se realizará el sábado 23 de septiembre, a partir de las 4:00 p.m., en el Auditorio Félix Restrepo de la Universidad Javeriana, mientras en Roma se celebrará el 30 de septiembre en la plaza de San Pedro, presidida por el papa Francisco.Para el caso de la jornada de oración ecuménica en Colombia, entre los organizadores del evento se encuentran la Comunidad de Taizé – Bogotá, la Central de Juventudes, la Iglesia Evangélica Luterana, la Iglesia Ortodoxa Griega, la Red Juvenil Ignaciana, el Movimiento de los Focolares y el Departamento de Promoción de la Unidad y del Diálogo (PUD) de la Conferencia Episcopal de Colombia.Según lo ha expresado el hermano Alois a medios vaticanos, aunque el Sínodo de la Sinodalidad es una actividad de la Iglesia Católica, una mirada ecuménica a este proceso puede llevar a que exista una comunión real entre cristianos para la búsqueda de la paz vital. Afirma: “¿Cómo podemos hacer avanzar la unidad de los cristianos? Todos llevamos el tesoro de Cristo en vasijas de barro y tal vez brilla aún más cuando reconocemos humildemente lo que nos falta. Dentro de la propia Iglesia Católica, el sínodo sacará a la luz grandes diversidades. Estas serán un tanto más fecundas en la búsqueda de la comunión, no para evitar u ocultar los conflictos, sino para alimentar un diálogo que reconcilie”.Al respecto, el papa Francisco, que lleva el tema de la fraternidad humana y el diálogo ecuménico en su corazón, afirmó en el Ángelus del 15 de enero de este año:“El camino hacia la unidad de los cristianos y el camino de conversión sinodal de la Iglesia están vinculados. Por eso, aprovecho esta ocasión para anunciar que el sábado 30 del próximo mes de septiembre, en la plaza de San Pedro, tendrá lugar una Vigilia ecuménica de oración, con la que encomendaremos a Dios los trabajos de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos. Para los jóvenes que acudan a la Vigilia habrá un programa especial durante todo ese fin de semana, a cargo de la Comunidad de Taizé. Desde ahora, invito a los hermanos y hermanas de todas las confesiones cristianas a participar en esta reunión del Pueblo de Dios”.Para seguir la actividad a nivel mundial, está disponible la página: www.together2023.net¿Qué es la Comunidad de Taizé?Taizé es una comunidad monástica ecuménica fundada en Francia a finales de la Segunda Guerra mundial. Su vocación fundamental es la comunión, la reconciliación de los hombres y en particular de los cristianos divididos. Busca vivir esa vocación practicando los valores fundamentales del Evangelio: la alegría, la sencillez y la misericordia. Comparte esa vivencia con miles de personas provenientes de diferentes países, edades, culturas, tradiciones religiosas, que a lo largo del año y durante una semana, tienen la experiencia de convivir armoniosamente a pesar de las diferencias.Por su preocupación de buscar la reconciliación entre los cristianos, la comunidad de Taizé siguió con interés el Concilio Vaticano II, y promovió la escucha de la Iglesia Católica a las inquietudes de los jóvenes a propósito de la vivencia auténtica de una espiritualidad cristiana.Según lo expresa la comunidad, el actual sínodo convocado por el papa Francisco abre nuevamente una oportunidad importante de renovación de la Iglesia, regresando a los valores fundamentales del Evangelio, y buscando encarnarlos en la vida cotidiana del siglo XXI.

Jue 21 Sep 2023

¡Ya está disponible el primer episodio del nuevo videopodcast de la Conferencia Episcopal de Colombia!

En la noche de este miércoles, 20 de septiembre, la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) lanzó “Diálogos en el Atrio”, el nuevo espacio audiovisual de la institución, abierto a la conversación entre diversas voces sobre temas de interés para la Iglesia Católica colombiana y para el país. El episodio de estreno abordó los momentos y personajes más destacados de los 115 años de creación de la CEC, a propósito de la conmemoración de este hecho, realizada el pasado 14 de septiembre.El primer personaje invitado en este videopodcast fue monseñor José Alejandro Castaño, obispo emérito de Cartago y presidente de la Academia Colombiana de Historia Eclesiástica, quien entabló un diálogo fraterno con el padre Raúl Ortiz Toro, director de los departamentos de Doctrina y Promoción de la Unidad y del Diálogo (PUD) del Secretariado Permanente del Episcopado.¿Por qué se creó la Conferencia Episcopal de Colombia? ¿Qué diócesis existían previo a su fundación? ¿Cuál es el verdadero rol que tiene esta institución? ¿Cuántas visitas papales ha recibido la CEC en estos 115 años? ¿Cuáles han sido los mensajes más relevantes de los obispos por la búsqueda de la paz? ¿Cómo ha aportado el episcopado al desarrollo humano integral?Las respuestas a estas preguntas y muchas más, en el primer capítulo de “Diálogos en el Atrio”, disponible a través del canal de YouTube de la Conferencia Episcopal de Colombia.Vea el episodio:

Lun 18 Sep 2023

Obispos de la frontera entre Colombia y Venezuela se reúnen para coordinar nuevas acciones pastorales transnacionales

Desde este lunes 18, hasta el próximo miércoles 20 de septiembre, los obispos de las jurisdicciones eclesiásticas ubicadas en las fronteras entre Colombia y Venezuela se encontrarán nuevamente en la ciudad de Cúcuta. En esta oportunidad, para coordinar acciones pastorales transnacionales que respondan a los desafíos actuales que plantea el fenómeno migratorio en esta región.“Caridad en la frontera 2023” es el tema que inspirará este espacio organizado por el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral y la Diócesis de Cúcuta. En él, los prelados presentarán el panorama de la pastoral migratoria en sus territorios. A partir de allí, se abrirán diversos espacios de reflexión y trabajo.Durante la ceremonia de apertura intervendrán el Subsecretario del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, monseñor Anthony Ekpo; monseñor Luis José Rueda Aparicio, presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia; monseñor Jesús Gonzáles de Zárate, presidente de la Conferencia Episcopal de Venezuela, y el Obispo de Cúcuta, monseñor José Libardo Garcés.En este evento, que reunirá cerca de 35 personas, participarán también los responsables de las Cáritas nacionales y regional, de la Red Eclesial Latinoamericana y Caribeña de Migración, Desplazamiento, Refugio y Trata de Personas (Red CLAMOR) y de la Comisión Católica Internacional para las Migraciones (ICMC).En enero de 2020, también en la Diócesis de Cúcuta, se había realizado un encuentro similar. Estos espacios son una respuesta concreta a la preocupación del papa Francisco por las situaciones migratorias fronterizas y su llamado a crear sinergias para el desarrollo de actividades caritativas en favor de las personas más débiles y vulnerables de la región.Precisamente en el mensaje emitido por el papa Francisco para la celebración de la Jornada Mundial del Migrante y Refugiado 2023 que se llevará a cabo el próximo domingo 24 de septiembre, el Santo Padre subraya que “es necesario un esfuerzo conjunto de cada uno de los países y de la comunidad internacional para que se asegure a todos el derecho a no tener que emigrar, es decir, la posibilidad de vivir en paz y con dignidad en la propia tierra”.Ver el mensaje del papa Francisco AQUÍ.

Vie 15 Sep 2023

Episcopado colombiano le da la bienvenida al Nuncio Apostólico, monseñor Paolo Rudelli

Este viernes, 15 de septiembre, con una Santa Misa celebrada en la Catedral Primada, los obispos colombianos le dieron la bienvenida a monseñor Paolo Rudelli a Colombia, nuevo Nuncio Apostólico, designado por el papa Francisco en el mes de julio. La Eucaristía fue presidida por monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, acompañado del cardenal Jorge Enrique Jiménez Carvajal, así como por el vicepresidente y el secretario general del episcopado, monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos y monseñor Luis Manuel Alí Herrera, respectivamente.En la celebración también participaron los sacerdotes que dirigen los diversos departamentos del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano, así como miembros del clero y seminaristas de la Arquidiócesis de Bogotá. Cientos de fieles laicos también se hicieron presente para acoger a monseñor Rudelli.Un peregrino de la esperanza enviado por el Santo Padre a ColombiaDurante su homilía, monseñor Rueda Aparicio, en representación de toda la Iglesia Católica colombiana, agradeció al señor Nuncio por aceptar este ministerio y “disponerse como peregrino de la esperanza para servir a la evangelización de nuestro país”.Precisamente en el contexto de la fiesta litúrgica de Nuestra Señora de los Dolores, el primado de Colombia le recordó a monseñor Paolo Rudelli la importancia que tiene la Virgen para todos los fieles en el país, especialmente con la devoción a la Virgen del Rosario de Chiquinquirá.“Señor Nuncio ha llegado usted a Colombia que es tierra de la virgen María, venerada en todas las regiones en todas las iglesias particulares…Ella está en todas las cruces del sufrimiento de nuestra Patria (…) Ella lo acompañará también a usted en su misión apostólica, con ternura”, le expresó monseñor Luis José Rueda Aparicio al representante del Santo Padre.“Ir a lo esencial, renovarse e involucrase”: las consignas del Papa Francisco en Colombia que inspiran al NuncioAl concluir la Eucaristía, monseñor Paolo presentó su saludo en nombre papa Francisco; agradeció por la acogida que ha recibido en su llegada y felicitó a monseñor Rueda por su creación como cardenal el próximo 30 de septiembre. Además, manifestó su alegría por llegar a la nación en el contexto de la celebración de los 115 años de la Conferencia Episcopal de Colombia.Monseñor Paolo Rudelli recordó que la misión del Nuncio es hacer cada vez más estrechos los vínculos entre la Santa Sede y las iglesias locales, así como trabajar, especialmente, por el progreso y la paz de los pueblos.En el contexto de una audiencia privada que tuvo monseñor Rudelli con el Santo Padre en los últimos días, el señor Nuncio reafirmó el cariño que tiene el papa Francisco por el pueblo colombiano. Recordó que durante su visita apostólica en 2017 pontífice tuvo la oportunidad de expresar su interés por la paz y la reconciliación del país. Dijo, además, que está seguro que sus mensajes siguen marcando el norte de la Iglesia. También remarcó la importancia de las tres consignas expresadas por el Santo Padre durante paso por Medellín: “ir a lo esencial, renovarse e involucrase”.Finalmente, monseñor Paolo Rudelli dijo que, al comenzar su misión como representante del Santo Padre, pide al Señor poder compartir los gozos, las tristezas y las esperanzas de todo el pueblo colombiano. Además, pidió a todos orar por él y por el Papa.

Mié 13 Sep 2023

El Cardenal Pedro Rubiano, convocante de la Comisión de Conciliación Nacional, celebra 91 años de vida

El Cardenal Pedro Rubiano Sáenz, nacido en Cartago (Valle) el 13 de septiembre de 1932, es reconocido a través de la historia de la Iglesia Católica en Colombia. Su cumpleaños no pasa desapercibido y es un momento especial para destacar su vocación, entrega y servicio al país. Fue presidente de la Conferencia Episcopal (CEC) de Colombia durante dos periodos consecutivos, entre 1990 y 1993, y de 1993 a 1996.En estos 91 años de vida el Cardenal Pedro Rubiano ha sido reconocido por sus aportes a la pastoral educativa, el vínculo matrimonial y por ser miembro y creador de varias comisiones de paz, entre ellas, la Comisión de Conciliación Nacional de la CEC, organismo que fue convocado por monseñor Rubiano el 4 de agosto de 1995 bajo el propósito de buscar soluciones políticas al conflicto armado colombiano que en aquella época pasaba por su momento más álgido. Bajo esa misión, se perfiló como uno de los mayores críticos de las guerrillas en Colombia.El Cardenal fue ordenado sacerdote en 1956 para la Arquidiócesis de Cali. Posteriormente, en 1971, el papa Pablo VI lo nombró Obispo de Cúcuta, también el 26 de marzo de 1983 fue nombrado Arzobispo Coadjutor de Cali, y dos años más tarde, en el 1985, fue designado Arzobispo de esta misma jurisdicción.Fue creado cardenal el 21 de febrero del 2001; recibió la birreta roja y el título de la Transfiguración de Nuestro Señor Jesucristo. Asistió a la X Asamblea Ordinaria del Sínodo Mundial de Obispos, Ciudad del Vaticano, del 30 de septiembre al 27 de octubre de 2001.Monseñor Pedro Rubiano participó en el cónclave del 18 y 19 de abril de 2005. Asistió a la XI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, Ciudad del Vaticano, 2 al 23 de octubre de 2005.La Conferencia Episcopal de Colombia celebra su cumpleaños número 91 y se une en acción de gracias por su vida y por toda la labor dedicada a la Iglesia y al servicio de la comunidad.

Vie 8 Sep 2023

La Voz del Pastor | 10 de septiembre de de 2023

Reflexión de monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia:Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 18, 15-20.

Jue 7 Sep 2023

Un Rosario desde Chiquinquirá y una Eucaristía desde Cartagena para orar por la paz de Colombia

En el marco de la Semana por la Paz #36, con un Santo Rosario “por la paz, la reconciliación y la mesa de diálogos” que se realizará este viernes 8 de septiembre en el Santuario Mariano Nacional de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, y una Eucaristía que será celebrada el sábado 9 de septiembre en el Santuario de San Pedro Claver de la ciudad de Cartagena, la Iglesia Católica colombiana orará por la paz de Colombia.El rezo del Rosario en Chiquinquirá estará a cargo de monseñor Jorge Leonardo Gómez Serna, obispo emérito de Magangué, destacado por su aporte en favor de la paz del país. La Santa Misa en la capital de Bolívar será presidida por monseñor Francisco Javier Múnera, arzobispo de Cartagena, y se hará en honor a san Pedro Claver y en conmemoración del Día Nacional de los Derechos Humanos.Ambas actividades se llevarán a cabo a las 6:00 p.m. y serán transmitidas a través de las redes sociales de la Conferencia Episcopal de Colombia, del Secretariado Nacional de Pastoral Social y de los canales oficiales de ambos templos en YouTube.Estas actividades celebrativas, coordinadas por el Secretariado Nacional de Pastoral Social, se suman a muchas otras de tipo pedagógico, social y de incidencia que, desde los niveles nacional, regional y local, se han venido promoviendo en el contexto de esta edición 2023 de la Semana por la Paz que ha tenido como tema central “Juntanzas creadoras de paz”.Sobre San Pedro Claver y el Día de los Derechos Humanos en ColombiaSan Pedro Claver fue un sacerdote jesuita español, ordenado en 1616 en la Catedral de Cartagena. Pere Claver Corberó, como fue bautizado de nacimiento, se distinguió por su importante labor pastoral en favor de los hombres y mujeres que sufrían esclavitud y marginación en aquella época. Tras una ardua labor de casi 40 años, el misionero, quien se declaró ante el mundo como "esclavo de los esclavos para siempre", falleció en esta misma ciudad el 9 de septiembre de 1654.El papa León XIII, quien lo canonizó en el año de 1888, dijo: “Después de la vida de Cristo, ninguna ha conmovido tan profundamente mi alma como la del gran apóstol san Pedro Claver”.Un tiempo después, en 1985, el Congreso de la República de Colombia, por medio de la Ley 95, declaró el 9 de septiembre como festividad de san Pedro Claver y en honor suyo, categorizó esta fecha como el “Día Nacional de los Derechos Humanos”.

Jue 7 Sep 2023

Bienaventurados los que trabajan por la paz

Por Mons. José Libardo Garcés Monsalve - El desarrollo del Plan Evangelizador de nuestra Diócesis de Cúcuta para este mes de septiembre tiene como lema: “Caminemos Juntos, en paz, guiados por la Palabra de Dios”, con el momento significativo de vivir la semana por la paz y la semana bíblica, que tiene como propósito que cada uno de nosotros siga afianzando el fervor y celo pastoral en un trabajo comprometido por la paz, como don precioso de Dios para toda la humanidad, con el corazón dispuesto a recibir esta gracia, que nos compromete a trabajar intensamente por tener en la vida a Nuestro Señor Jesucristo que nos conduce a la verdadera paz.Cuando aceptamos a Jesucristo en la vida personal y familiar, brota del interior el deseo de trabajar y construir la paz y como consecuencia seremos llamados por el mismo Señor, bienaventurados, así lo expresa Jesús en el sermón de la montaña: “Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque Dios los llamará sus hijos” (Mt 5, 9). Esta es la tarea de todo cristiano, ayudar a que todos vivamos en paz, construida desde el perdón y la reconciliación que nos pide amar a los enemigos y orar por los que nos persiguen y calumnian, aprendiendo a resolver los conflictos y problemas diarios desde el Evangelio, que es opuesto a toda violencia y división tal como lo enseña Jesús: “Han oído que se dijo: Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo. Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen. Así serán dignos hijos de su Padre del cielo, que hace salir el sol sobre buenos y malos, y manda la lluvia sobre justos e injustos” (Mt 5, 43-45).Llegar a trabajar por la paz presupone que reinen en nuestro corazón las demás bienaventuranzas. Cuando tengamos la confianza puesta solo en Dios desde la pobreza evangélica, cuando tengamos el alma limpia de todo pecado, comenzamos a tener paz en nosotros mismos y también la podemos ofrecer a los demás, paz que no depende de nuestros méritos, sino de la gracia de Dios. No es la paz como la que busca el mundo, que en muchos casos es más un negocio que pide beneficios para quienes la proporcionan, sino que es un maravilloso regalo que Jesucristo ha ganado con su Sangre y que nos quiere dejar para vivir en unidad y comunión. “La Paz les dejo, mi paz les doy. Una Paz que el mundo no les puede dar” (Jn 14, 27), que implica trabajar intensamente por tener en la vida a Nuestro Señor Jesucristo príncipe de la paz.Jesucristo ha puesto su morada entre nosotros para devolvernos la paz perdida por el pecado y conducirnos a la paz verdadera, llamando a todos los que están dispersos y divididos para lleguen a la comunión como don de Dios. Su misión la ha cumplido desde la cruz, clavado en el madero nos devolvió la paz con Dios, cuando nos otorgó el perdón misericordioso, “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lc 23, 34), que implica dejarnos limpios de todo pecado y libres de toda división que nos separa de Dios y liberados de odios, resentimientos, rencores y venganzas que destruyen nuestras relaciones familiares y comunitarias y hacen que la paz comience a debilitarse y morir.Ser llamados por el Señor bienaventurados por trabajar por la paz, significa tener paz en el corazón y luego transmitirla a los otros procurando ambientes de paz entre los hermanos, sobre todo quienes están en división y conflicto o están alejados de Dios. Un bautizado que tiene las cosas ordenadas en su corazón, que está limpio en su corazón, es capaz de dejar entrar a su vida las virtudes de la Fe, la Esperanza y la Caridad, que ponen al creyente en perfecta comunión con Dios, cosechando en su corazón como fruto maduro las demás virtudes que rigen la vida del creyente y lo ponen en actitud de acogida del hermano, incluso del enemigo y del que causa ofensas permanentemente. Con un corazón limpio, que está en gracia de Dios, es posible trabajar por la paz, porque la limpieza de corazón permite ver a Dios en el hermano, aún en aquel que es más conflictivo y en el que está más dividido. La limpieza de corazón permite el acercamiento al otro como el buen samaritano que limpia las heridas de odio, resentimiento, rencor y venganza que hay en el corazón del prójimo para llevarlo hasta Dios a que cuide de Él y sane sus heridas. En este mes de septiembre celebramos la semana por la paz, con el primer compromiso de orar por la paz tan anhelada por todos y luego a trabajar para que vivamos en familias perdonadas, reconciliadas y en paz. Todos queremos la paz y hacemos grandes esfuerzos por conseguirla. En este trabajo intenso y desde el corazón, tenemos la certeza de un premio: “Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque Dios los llamará sus hijos” (Mt 5, 9), sabiendo que el Padre de todos es solamente Dios, y no se puede entrar a formar parte de su familia, si no vivimos en paz entre todos por medio de la caridad fraterna, trabajando por crear armonía y unidad en nuestro entorno.Nuestro Señor Jesucristo necesita que lo dejemos obrar en nuestro corazón y que lo dejemos entrar en nuestra vida: “mira que estoy a la puerta y llamo. Cuando alguien me oye y abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y el conmigo” (Ap 3, 20). De nuestra parte tengamos la disposición de decirle: “Quédate con nosotros Señor” (Lc 24, 29) esta es la clave para vivir perdonados, reconciliados y en paz en nuestras familias y en la sociedad, para que hoy y siempre “Caminemos Juntos, en paz, guiados por la Palabra de Dios. En unión de oraciones. Reciban mi bendición.+José Libardo Garcés MonsalveObispo de Cúcuta