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iglesia colombiana

Jue 30 Nov 2023

Nueva edición del Calendario Litúrgico Propio de Colombia

Por Pbro. Jairo de Jesús Ramírez Ramírez- La disposición de las celebraciones durante el año litúrgico es fijada por un calendario, general o particular, sea que haya sido establecido para uso de todo el Rito Romano o para el uso de una Iglesia particular o de una familia religiosa. En el calendario general se inscribe el ciclo total de las celebraciones, a saber, las fiestas del Misterio de Salvación en el Propio del tiempo, de los santos que tienen una importancia universal, y por esta razón son celebrados obligatoriamente por todos, y también de otros santos que manifiestan la universalidad y la continuidad de la santidad en el Pueblo de Dios. Los calendarios particulares contienen celebraciones especialmente propias, armonizadas de manera adecuada con el ciclo general. Así, cada Iglesia particular o familia religiosa debe honrar de manera particular a los santos que por una razón peculiar le pertenecen.La primera legislación del Episcopado Colombiano que modificó el Calendario General se dio en el marco de la XXXIX Asamblea Plenaria, celebrada del 4 al 14 de julio de 1983, con la correspondiente aprobación de la Santa Sede (Cfr. N. Prot. 171292/I). En esa ocasión, los señores Obispos, regularon los días festivos religiosos, así: días de precepto, es decir, con la obligación para los católicos de participar en la Santa Misa y observar el descanso festivo: todos los Domingos del año; el primero de enero, solemnidad de Santa María, Madre de Dios; el 8 de diciembre, solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María; y el 25 de diciembre, solemnidad de la Navidad del Señor. Trasladaron a Domingo: la Epifanía del Señor, la Ascensión del Señor, el Cuerpo y la Sangre del Señor (Corpus Christi). Dejaron de ser de precepto: el 19 de marzo, solemnidad de San José; el 29 de junio, solemnidad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo; el 15 de agosto, solemnidad de la Asunción de la Santísima Virgen; y el primero de noviembre, solemnidad de todos los Santos.Cuarenta años después de esta primera legislación el Episcopado da otro paso. Esta vez, en relación con la celebración de los santos. Los señores Obispos, en la CXIV Asamblea Plenaria, celebrada del 6 al 10 de febrero de 2023, aprobaron el Propio de los santos de Colombia y, consiguientemente, fue confirmado por la Santa Sede, el 9 de noviembre de 2023 (Cfr. Prot. N. 190/23). En consecuencia, el santoral quedó como se relaciona en la siguiente tabla:Enero Solemnidad- Domingo comprendido entre el 2 y el 8 de enero- (EPIFANÍA DEL SEÑOR)Fiesta-Domingo después de la Solemnidad de Epifanía- (BAUTISMO DEL SEÑOR)Mayo03-Fiesta-(EXALTACIÓN DE LA SANTA CRUZ)04-Fiesta (SANTOS FELIPE Y SANTIAGO, APÓSTOLES)19-Memoria libre-(Santa María Bernarda Bütler, virgen)Solemnidad-VII Domingo Pascua- (ASCENSIÓN DEL SEÑOR)Fiesta- Jueves después de Pentecostés- (NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, SUMO Y ETERNO SACERDOTE)Solemnidad- Domingo después de la Santísima Trinidad-(SANTÍSIMO CUERPO Y SANGRE DE CRISTO)Julio09-Fiesta-(BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA DEL ROSARIO DE CHIQUINQUIRÁ. PATRONA DE COLOMBIA)10-Memoria libre- (Santos Agustín Zhao Rong, presbítero, y compañeros mártires) Agosto 09-Memoria libre- (San Ezequiel Moreno, obispo)Septiembre09- Memoria obligatoria - (San Pedro Claver, presbítero)Octubre 09-Memoria libre- San Luis Bertrán, presbítero21-Memoria obligatoria-(Santa Laura de santa Catalina de Siena Montoya y Upegui, virgen)Son varios los cambios que trae la segunda edición del Calendario propio. El más notable, es la anticipación de la celebración de la Fiesta de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote al jueves después de la Solemnidad de Pentecostés, como se halla actualmente en el calendario universal; antes se celebraba el jueves después de la Solemnidad del Corpus Christi. Esta fiesta fue instituida por Benedicto XVI, el año 2012, para impulsar la vida de santidad del clero y la llamada vocacional al sacramento del Orden . Los señores obispos, promovieron el cambio como signo de comunión con la Iglesia universal.Otra novedad es la celebración de santa Laura de santa Catalina de Siena Montoya y Upegui, primera santa colombiana, con el grado de memoria obligatoria. El Episcopado colombiano deseó el grado de fiesta para la santa, como consta por las diversas ocasiones que lo solicitó a la Sede Apostólica (Cfr. Prot. SPEC N. 16596/13; Prot. N. 15718/14; Prot. N. 17316/16; 18229/19), pero no fue aprobado, dado que este grado le corresponde únicamente al patrono principal de la nación o de la diócesis (Cfr. Calendaria Particularia, n. 8). Sin embargo, nada impide que, en una diócesis o familia religiosa, la celebración de la santa reciba mayor solemnidad de la que le corresponde en toda la nación, por especial relación con ella, en razón de origen, larga permanencia, muerte o culto inmemorial y aún vivo (Cfr. Calendaria Particularia, n.25).No aparecen en la nueva versión del Calendario propio: santa Mariana de Jesús Paredes y Flores, virgen (26 de mayo); san Josemaría Escrivá de Balaguer, presbítero (26 de junio); santa Beatriz de Silva, virgen (17 de agosto); y santa Teresa Jornet e Ibars, virgen (26 de agosto). Son celebraciones que, por ser del Calendario universal o del Martirologio romano, pueden celebrarse en sus respectivos días, sin necesidad de estar inscritas en el Calendario propio. Al Calendario nacional, se “reserva la fiesta del patrono principal y otras celebraciones de santos o de beatos particularmente relacionados con la nación” (Calendaria Particularia, n. 8). El deseo de honrar a una familia religiosa específica por su contribución a la vida de la nación no es criterio suficiente para incluir un santo en el calendario propio. Es fácil darse cuenta de que, siguiendo este criterio, el calendario nacional perdería su carácter específico para convertirse en gran medida en una especie de colección de celebraciones propias de las familias religiosas presentes en la nación.Además, nótese también que cada familia religiosa celebra sus santos y beatos según el calendario aprobado por el moderador supremo y confirmado por la Santa Sede. De ello se deduce que los fieles que así lo deseen pueden participar habitual y libremente en tales celebraciones en las iglesias de la familia religiosa. Así, los fieles pueden asociarse espiritualmente con la comunidad religiosa, participando en sus celebraciones litúrgicas, que se desarrollan también con sus propios textos y en el contexto específico, por ejemplo, de una peregrinación .Tampoco aparecen en esta nueva versión del Calendario Propio: santo Toribio de Mogrovejo, obispo (23 de marzo), patrono del episcopado latinoamericano, desde el 10 de mayo de 1983, por disposición del Papa Juan Pablo II; santa Rosa de Lima, virgen (23 de agosto), patrona de América Latina; y la Bienaventurada Virgen María de Guadalupe, patrona de América Latina (12 de diciembre). La razón es que son celebraciones del Calendario regional de América Latina y no exclusivamente de Colombia.Hay quienes se preguntan por la presencia de los santos Agustín Zhao Rong, presbítero, y compañeros mártires (10 de julio), en el Calendario Propio. Se trata de santos que en el calendario General se celebran el 9 julio. Pero debido a que en esta fecha concurre la Fiesta de la Bienaventurada Virgen María del Rosario de Chiquinquirá, patrona de Colombia, la memoria de estos santos se traslada para el 10 de julio. Lo mismo sucede con los santos Felipe y Santiago, Apóstoles (4 de mayo). Esta fiesta, en el Calendario General, se celebra el 3 de mayo, pero en Colombia concurre también la celebración de la Exaltación de la Santa Cruz (3 de mayo), que prevalece sobre la de los santos Apóstoles, entonces, se traslada para el 4 de mayo.De otro lado, se debe anotar que el episcopado colombiano solicitó, a la Santa Sede, incluir en el Calendario Propio, advocaciones marianas, como: Bienaventurada Virgen María, Auxilio de los cristianos (24 de mayo), Bienaventurada Virgen María del Carmen (16 de julio) y Bienaventurada Virgen María de la Merced (24 de septiembre) , pero esta solicitud fue denegada. La razón es que pueden ser celebradas haciendo uso de los formularios de la Collectio Missarum beate Mariae Virginis (Colección de Misas de la Virgen María), sin necesidad de estar inscritas en el Calendario Propio .Concluimos con cuatro afirmaciones más. Primera, los cambios de esta nueva edición del Propio de Colombia, están inspirados en la reforma conciliar del Vaticano II que reafirmó el principio de que las celebraciones de los santos, en las que se proclaman las maravillas de Cristo en sus siervos, si bien son importantes, no deben prevalecer sobre las celebraciones de los misterios de la salvación que tienen lugar semanalmente, los domingos y durante el año litúrgico (Cfr. Sacrosanctum Concilium, n. 111).Segunda, es evidente la necesidad de confeccionar los Calendarios Propios de las Iglesias locales. Las celebraciones propias de cada diócesis son: la fiesta del patrono principal, que, con todo, por razones pastorales, puede convertirse en solemnidad. La fiesta del aniversario de la dedicación de la iglesia catedral, así: en la Catedral, Solemnidad; en la Diócesis, fiesta. La memoria del patrono secundario, si lo hay. Las celebraciones de santos y de beatos, regularmente inscritos en el Martirologio romano o en su Apéndice, y particularmente relacionados con aquella diócesis, por ejemplo, por razón de origen, larga permanencia, muerte o culto inmemorial y aún vivo (Cfr. Calendaria Particularia, n. 9). También, se incluye el aniversario de la ordenación episcopal del Ordinario del lugar, con grado de fiesta.Tercera, la oportunidad de preparar el santoral propio en vistas de la nueva edición del Misal Romano, permitió revisar cuanto había sido aprobado hasta ahora. En estos últimos años el Dicasterio para el Culto Divino y la Diciplina de los Sacramentos ha visto una gran tendencia a sobrecargar los Calendarios propios con santos que, según la actual normativa, pueden ser celebrados sin necesidad de estar inscritos en el mismo.Y cuarta, con esta aprobación, se despeja el camino para continuar la preparación de la esperada nueva edición del MisaConferencial Romano y, de la primera edición, para Colombia, del Leccionario de los Santos.Referencias bibliográficas1.Concilio Vaticano II. Constitución sobre la Sagrada Liturgia (4 de diciembre de 1963). Madrid: BAC, 1989.2.Pablo VI. Normas Universales del Año Litúrgico y el Calendario, 14 de febrero de 1969.3.Sagrada Congregación para el Culto Divino. Instrucción Calendaria Particularia, 24 de junio de 1970.4.Juan Pablo II. Carta Apostólica Santo Toribio, sobre la recognitio como patrono de los obispos de América Latina, 10 de mayo de 1983.5.Congregación del Clero. Rescripto sobre la recognitio del nuevo Calendario de días festivos religiosos en Colombia, 12 de julio de 1983. Prot. N. 171292/I.6.XXXIX Asamblea Plenaria del Episcopado Colombiano (4 al 14 de julio de 1983). “Instrucción Pastoral con ocasión del nuevo Calendario de días festivos religiosos en Colombia”, 14 de julio de 1983, en: SPEC. Conferencias Episcopales de Colombia, t. III. Bogotá: Itagral, p. 1182.7.Sagrada Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Notificazione su alcuni aspetti dei calendari e dei testi liturgici propri (20 de septiembre de 1997).8.Sagrada Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos: Carta a los presidentes de las conferencias episcopales sobre la Fiesta de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, del 23 de julio de 2012. Prot. N. 452/12/L.9.Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Decreto sobre la Confirmatio del Calendario Propio de Colombia, 9 de noviembre de 2023. Prot. N. 190/23.P. Jairo de Jesús Ramírez RamírezDirector del Departamento de Liturgia del SPEC

Lun 27 Nov 2023

Con dos eventos formativos, la Iglesia colombiana se unió a la Semana del Buen Trato 2023

Como una apuesta decidida por seguir aportando a la construcción de la cultura del cuidado a nivel eclesial y social, y en el contexto de la Semana del Buen Trato promovida anualmente por la Alcaldía Mayor de Bogotá, el viernes 24 de noviembre, la Arquidiócesis de Bogotá desarrolló el evento denominado “Cibercuidadores. Interactuando con el Mundo Digital”, en el que participaron más de 400 animadores de evangelización. Posteriormente, el sábado 25 de noviembre, la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), a través de su Oficina para Cultura del Cuidado, llevó a cabo un espacio pedagógico dirigido a directivos y del ámbito educativo y catequético titulado “¿Verdad o Reto? Educar y proteger para la vida”.En ambos encuentros estuvo como ponente principal el fraile agustino recoleto Antonio Carrón de la Torre, profesor de la Pontificia Universidad Gregoriana, presidente de la red educativa internacional EDUCAR y coordinador de la Comisión Interdisciplinar de Protección de Menores de la Orden de Agustinos Recoletos. El religioso español ha sido autor de múltiples textos asociados a estos temas, entre ellos: “Abuso de poder y conciencia y sus implicaciones en la dirección espiritual” (2023), “La prevención del abuso digital en la vida religiosa” (2022). “Los efectos negativos de la pornografía online” (2022), “El entorno digital protector” (2020) y “La cultura del buen trato en el contexto educativo” (2019).Interactuando con el mundo digital:Durante la actividad convocada por la Arquidiócesis de Bogotá en el Centro de Convenciones de la Universidad Católica de Colombia, se abordaron aspectos relacionados con el impacto de la Inteligencia Artificial (IA) en la vida de las personas, los nuevos retos tecnológicos que se tienen frente a temas como las deepfakes (noticias falsas), la privacidad y la propiedad intelectual, el crecimiento de los casos de abuso en entornos digitales, así como la exposición y los riesgos a los que se enfrentan los menores de edad en las redes sociales y plataformas digitales. Además, haciendo alusión a lo que ha dicho el papa Francisco, el padre Antonio Carrón cómo estas herramientas ponen muchas veces en juego la dignidad de las personas, pero también lo mucho que pueden favorecer las relaciones y la misma misión evangelizadora, cuando se usan de manera adecuada.En cuanto a pautas propositivas que permitan prevenir la exposición de los niños, niñas y adolescentes a estas situaciones de abuso desde el ámbito educativo y evangelizador, el religioso recordó a los participantes la importancia de educar la vida digital de los menores sabiendo poner normas y límites de uso y frecuencia a tiempo, así como el uso de herramientas de control parental.Educar y proteger para la vida:Al espacio desarrollado en la sede de la Conferencia Episcopal de Colombia asistieron 65 personas de manera presencial y 170 personas más se conectaron a través de la plataforma digital Teams, desde diversas jurisdicciones eclesiásticas del país.Durante sus intervenciones, el padre Antonio afirmó que la clave de educar hoy consiste en desaprender las maneras tradicionales para aprender distintas metodologías, adaptando el rol tan importante que tiene el educador en la vida de los niños, niñas y adolescentes a las nuevas realidades. Allí, el objetivo es ayudar a construir entornos seguros, lo que supone una perspectiva del buen trato.En este sentido, de acuerdo con el fraile español, hoy, más que nunca, se hace necesario el fomento de la inteligencia emocional, siendo guías integrales desde una educación para la incertidumbre, para el cambio, para la relación, para amar y ser amado, así como para en ser buenas personas. Además, en la segunda parte de su intervención, también se refirió al impacto del mundo digital en los menores y procesos educativos.El evento, realizado en articulación con el Departamento de Catequesis y Animación Bíblica de la CEC, contó con la presencia y animación de la doctora Ilva Myriam Hoyos, presidenta del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado, quien invitó a los asistentes a conocer y apropiar en su trabajo las líneas guía y las líneas operativas para la cultura del cuidado aprobadas por la Conferencia Episcopal de Colombia. “A ser parte de la red colaborativa para la cultura del cuidado, todos estamos llamados a ser apóstoles del cuidado, de la prevención, de la protección”, enfatizó la abogada.Monseñor Luis Manuel Alí Herrera, obispo auxiliar de Bogotá y secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia, fue el encargado de liderar la ejecución de ambas actividades. Durante el espacio convocado por la Oficina del Buen Trato de la Arquidiócesis de Bogotá, el prelado resaltó, especialmente, que muchos de los asistentes vienen participando en diversos espacios de formación sobre este tema, lo que indica un claro compromiso y la idea por ser parte de un proceso. En la actividad desarrollada el sábado 25 por la Oficina para la Cultura del Cuidado de la Conferencia Episcopal, monseñor Alí, quien también pertenece a la Comisión Pontificia para la Protección de Menores, hizo un recuento de todo lo que ha hecho la Iglesia Católica colombiana en el camino de la atención y prevención de abusos. Además, destacó esta como la primera actividad oficial que convoca dicha dependencia que fue instituida desde el pasado mes de julio.

Vie 24 Nov 2023

La Voz del Pastor | 26 de noviembre 2023

Reflexión del señor Cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia:Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 25, 31-46

Jue 23 Nov 2023

Con la 'Semana Roja' promovida por ACN, Colombia se une al llamado urgente por la defensa de la libertad religiosa

Este jueves, 23 de noviembre, a las 7:00 p.m., en Bogotá, en la Vicaría Episcopal Padre Misericordioso, se llevará a cabo la noche testimonial de la 'Semana Roja 2023'. Se trata de la iniciativa promovida desde 2015 por la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN), que tiene como propósito, llamar la atención del mundo sobre el drama que enfrentan los cristianos que son objeto de ataques, secuestros y asesinatos debido a su fe, pero también, visibilizar a todos aquellos hombres y mujeres que entregan su vida por la misión de llevar el amor del Evangelio a quienes más lo necesitan, especialmente en zonas periféricas.Durante esta semana, que se celebra a nivel internacional, son varias las actividades adelantadas para amplificar dicho llamado, entre ellas, la presentación de testimonios que evidencian esta grave situación de peligro o persecución. Este año, en Colombia, se presentará el del padre africano Lawrence Ssimbwa, misionero de la Consolata y párroco de San Martín de Porres, en Buenaventura (Valle del Cauca), y el de la hermana Mercy Mendoza, religiosa venezolana, dominica, quien realiza su misión en Docordó (Chocó). Además, para recordar la sangre derramada por los mártires, se lleva a cabo la iluminación con color rojo de diferentes monumentos, edificios icónicos, templos y catedrales en todo el mundo. Este año, en Colombia, se iluminarán las iglesias donde se lleva a cabo la presentación de los tesimonios.“La Semana Roja nos ayuda a sensibilizar y a concientizar sobre lugares en Colombia y la realidad colombiana que muchas personas no conocen, lugares lejanos que tal vez nunca habían escuchado del trabajo de los sacerdotes, la entrega de religiosos y religiosas, catequistas. Al mismo tiempo, la Red Week es una oportunidad para hacer conocer a muchos misioneros y misioneras, sacerdotes que entregan su vida para estar con ellos, con las personas abandonadas”, afirma el padre Lawrence.Por su parte, María Inés Espinosa Calle, directora ejecutiva de ACN Colombia, Ayuda a la Iglesia que Sufre, manifestó: “quisimos destacar también a esos héroes anónimos de nuestra Iglesia que viven todos los días lo que se conoce como el martirio 'blanco', que es sacrificarse y entregarse por completo, ofrecer el trabajo, los esfuerzos, la vida, por llevar el amor de Dios a donde más se necesita y brindar la esperanza de Cristo a quienes no tienen nada; eso lo tendremos con estos testigos de excepción: el padre Lawrence Ssimbwa y la Hermana Mercy Mendoza”.Esta jornada, en la que se celebra la Santa Misa y se reza la coronilla de la divina misericordia, también se llevó a cabo el pasado lunes 20 de noviembre en Cali, en el Santuario de Nuestra Señora de Fátima. En diferentes países, como muestra de solidaridad, a esta iniciativa no solo se han unido diferentes confesiones cristianas, sino también otros grupos religiosos.Acceda aquí al sitio web de la iniciativa.

Mar 21 Nov 2023

El Samaritano se acercó y curó las heridas

Por Mons. José Libardo Garcés Monsalve-Nos disponemos para la Jornada Mundial de los Pobres el próximo domingo, con el propósito que todos los bautizados seamos más sensibles a las necesidades de los más vulnerables de la sociedad. No se trata de hacer el bien solamente un domingo al año, es una jornada para tomar conciencia que la caridad cristiana debe ser el modo habitual como el cristiano vive su fe. El fruto maduro de la fe y la esperanza es la caridad, que constituye la corona de todas las virtudes y es a la vez la puerta de entrada a la gloria de Dios. “Vengan benditos de mi Padre, tomen posesión del reino preparado para ustedes desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me dieron de comer, tuve sed y me dieron de beber; era un extraño, y me hospedaron; estaba desnudo, y me vistieron; enfermo y me visitaron; en la cárcel, y fueron a verme” (Mt 25, 34-36).La caridad permite ver cercano al prójimo y hacerse uno con él en su necesidad espiritual y material y todo por amor a Dios, sabiendo que para obtener la vida eterna está escrito en la Palabra: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo” (Lc 10, 27), estando en estos mandamientos todo lo que se ha de hacer para llegar a la salvación eterna.En la parábola del buen samaritano del Evangelio un experto de la ley interroga a Jesús sobre quien es el prójimo y Jesús responde diciendo que el prójimo es aquel que está caído en el camino y quien obra correctamente desde la caridad; es el samaritano quien no dio rodeos cuando vio a su hermano herido en medio del camino, sino que se acercó, sintió lástima y le vendó las heridas cuidando de él (Cfr Lc, 10, 30 - 36), diciendo con esto que ese herido del camino le pertenece a todo cristiano que tiene como virtud esencial ejercer la caridad con los más vulnerables y necesitados de la sociedad.El desarrollo de nuestro Plan de Evangelización tiene como lema para este mes: “Caminemos juntos, animando la evangelización” que es el anuncio de Jesucristo para que habite en el corazón de cada creyente y que tendrá como manera de ser del cristiano evangelizado el ejercicio de la caridad. Es posible transformar el mundo si hacemos de la caridad el programa de vida del evangelizado.Vivimos en un mundo globalizado, pero a la vez individualista y egoísta, que busca resolver todos sus conflictos estando por encima del otro, no importa si cada uno se construye un trono sobre las cenizas de los demás, lo importante para el ser humano de hoy es el trono, el pedestal, sin importar los medios para conseguirlo. Frente a este panorama desolador para la humanidad, la propuesta de Jesús en la parábola del buen samaritano, es un grito de esperanza, porque donde hay una persona buena hay esperanza, donde existe un buen samaritano que se acerca y cura las heridas de otro, allí no hay desolación, ni destrucción y estamos en medio de muchos samaritanos que en el camino se acercan y curan heridas de las más desvalidos.El llamado para todos es que seamos los samaritanos de este momento, a pesar de la destrucción del otro, por la que pasa el ser humano individualista y egoísta. El Evangelio de la caridad sigue siendo la propuesta para transformar este mundo, haciendo presente a Jesucristo que nos propone el camino para vivir como hermanos y para ayudarnos como prójimos. El Papa Francisco al reflexionar sobre la realidad del necesitado expresa: “Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo. Nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazón” (FT 56).Este llamado del Papa Francisco nos ubica en la realidad humana que hay que fortalecer y enaltecer desde la apertura al otro, para sanarle sus heridas. En el camino encontramos muchos heridos física y espiritualmente, que necesitan un samaritano, un prójimo que se agache, sane y cuide heridas. El Evangelio de la caridad nos ayuda a descubrir esa potencia de amor que existe en cada corazón, porque hace parte de su ser abrirse a los otros. “Un ser humano está hecho de tal manera que no se realiza, no se desarrolla ni puede encontrar su plenitud, si no es en la entrega sincera de sí mismo a los demás. Ni siquiera llega a reconocer a fondo su verdad si no es en el encuentro con los otros: sólo me comunico realmente conmigo mismo en la medida en que me comunico con el otro. Esto explica por qué nadie puede experimentar el valor de vivir sin rostros concretos a quienes amar” (Fratelli Tutti 87).Con este itinerario que hemos realizado en torno a la Jornada Mundial de los Pobres, entendemos que la caridad va mucho más allá de una jornada en la que servimos a los más necesitados; la caridad es el sello del cristiano y debe estar todo el tiempo en su corazón. La caridad es la manera de ser del cristiano, que en el camino de la vida se agacha a sanar las heridas de quien está caído. “Caminemos juntos, haciendo la caridad” construyendo juntos un mundo nuevo y mejor desde la caridad, que es el amor de Dios que se hace presencia a través de cada uno de los cristianos. Que la Santísima Virgen María, madre de la Caridad y el glorioso patriarca San José custodien la fe y esperanza en nosotros, para que por la gracia de Dios produzcamos el fruto maduro de la caridad y así “Caminemos juntos, sanando las heridas del prójimo”. En unión de oraciones. Reciban mi bendición.+José Libardo Garcés MonsalveObispo de la Diócesis de Cúcuta

Vie 10 Nov 2023

La Voz del Pastor | 12 de noviembre de 2023

Reflexión del señor Cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia:Lectura del Santo Evangelio según SanMateo 25, 1-13

Vie 10 Nov 2023

El administrador no es el dueño, es transitorio y está llamado a rendir cuentas: las tres enseñanzas del Cardenal a los colaboradores del episcopado colombiano

Pocos días después de su retorno a Colombia, tras haber permanecido en Roma durante cerca de 40 días, y, por primera vez, como cardenal de la Iglesia Católica Universal, este viernes 10 de noviembre, monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), presidió una Eucaristía muy especial en la sede del episcopado, a través de la cual los presbíteros que dirigen los diversos departamentos junto a los colaboradores de esta institución, quisieron agradecer a Dios por su cardenalato y por el regalo que esta designación representa para la Iglesia colombiana.En la celebración también participaron otros 13 obispos, quienes durante este jueves 9 y viernes 10 de octubre han estado reunidos en Bogotá para llevar a cabo un nuevo encuentro de la Comisión Permanente del Episcopado, entre ellos, el vicepresidente y el secretario general de la CEC, monseñor Omar Alberto Sánchez y monseñor Luis Manuel Alí, respectivamente.Durante su homilía, inspirado en la Palabra de Dios, concretamente en Romanos 15 y Lucas 16, el Cardenal compartió con la comunidad institucional tres enseñanzas concretas que invitó a poner en práctica a nivel personal y en el servicio de cada uno prestada a la Iglesia colombiana. Se trata de tres características que, según el Purpurado, son características de un administrador de la vida y las instituciones fiel a Jesucristo.La primera reflexión compartida por el primado de Colombia fue “el administrador no es el dueño”. Afirmó que no somos dueños de la Iglesia ni de los talentos que tenemos, ni del don de la vida que se nos ha otorgado, el único dueño es Dios y nosotros debemos asumir su administración. Por ello, advirtió que es fundamental no perder la humildad ni la serenidad en esta misión.Seguidamente, dijo que “el administrador debe reconocer que es transitorio”. “Hoy estamos nosotros, pero después vienen otros…No llegamos para quedarnos eternamente, somos peregrinos, pasajeros…El único eterno es el señor”, precisó. Aseguró que esto debe darnos el gozo y la convicción para trabajar con energía, a partir de lo que hicieron nuestros antecesores y reconociendo que otros vendrán después a continuar esa labor.Finalmente, afirmó que, “en nuestra condición de administradores, nos corresponde rendir cuentas”. De acuerdo con el Cardenal, esto se está profundizando cada vez más en la vida de la Iglesia. “Rendir cuentas con claridad para que el pueblo de Dios sepa a qué atenerse…Aunque no seamos perfectos en los resultados, pero somos una perfección en camino acompañados por el Espíritu Santo y por el amor de la Virgen María”.Al final de la Eucaristía, el purpurado recordó que la designación que le fue hecha por el papa Francisco como Cardenal no hace referencia al mérito de una persona, es decir, a su mérito propio. Al contrario, para el presidente del episcopado colombiana, se trata de una designación por los méritos del Pueblo de Dios, “de toda una comunidad que está sirviendo a la Iglesia, a la paz y a la reconciliación”.Vea la homilía aquí:

Jue 9 Nov 2023

“El secuestro es un flagelo deplorable que lastima la conciencia de todos los colombianos…Debe desaparecer": Vicepresidente de la CEC

Tras la liberación del señor Luis Manuel Díaz, producida en la mañana de este jueves 9 de noviembre, en nombre de los obispos de Colombia, monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, arzobispo de Popayán y vicepresidente de la Conferencia Episcopal, envía un mensaje en el que da gracias a Dios y manifiesta su alegría por este hecho. Además, afirma que, aunque con este secuestro se modifica el clima de confianza en la mesa con el ELN, podría marcar también una nueva ruta en esa negociación, en la que se elimine por completo este flagelo que causa tanto daño al país. El prelado también reitera que el país sigue atento a la liberación de los demás secuestrados.“No hay nada que justifique el secuestro de una persona (…) Tiene unos daños inmensos en la persona secuestrada, en su familia y en la conciencia colectiva de todo un país”, afirma monseñor Sánchez.El vicepresidente del episcopado colombiano, quien, además, pastorea una de las jurisdicciones donde este grupo armado causa graves afectaciones a sus comunidades, en el departamento del Cauca, afirma también en el mensaje que el país necesita gestos de confianza tras situaciones como estas, así como ratificar la esperanza en cualquier proceso que pretenda frenar la guerra y alcanzar la paz. Finalmente recuerda que la Iglesia y el país siguen a la espera de la liberación de todos los demás secuestrados. Cabe recordar que en la comisión humanitaria conformada para dicha liberación, por parte de la Iglesia estuvieron presentes monseñor Francisco Ceballos, obispo de la Diócesis de Riohacha y monseñor Héctor Fabio Henao, delegado de la Conferencia Episcopal de Colombia para las relaciones Iglesia-Estado, quien además ha estado como acompañante permanente en dicha mesa de negociación.Vea el pronunciamiento completo: