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iglesia colombiana

Mié 21 Jun 2023

Detalles del documento que orientará los trabajos del Sínodo sobre la Sinodalidad

Este martes, 20 de junio, el Vaticano dio a conocer el Instrumentum laboris para la primera sesión de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo sobre la Sinodalidad que será realizada del 4 al 29 de octubre del año en curso. El texto recoge las ideas centrales que orientarán los trabajos de este encuentro, que se enmarca en el título ‘Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión’. Los contenidos del documento son fruto de los aportes hechos por las diferentes Iglesias en el mundo durante las etapas diocesana y continental del Sínodo, adelantadas desde octubre del 2021, cuando el papa Francisco lo puso en marcha. De manera especial, dan cuenta de la experiencia de aquellas comunidades que sufren guerras, pobreza, desigualdades y diferentes tipos de abusos. Por lo que, según se ha explicado, más que producir un documento se trata de “abrir horizontes de esperanza para el cumplimiento de la misión de la Iglesia”. Estructura del documento El Instrumentum laboris consta de dos macro-secciones que aportan una visión dinámica del concepto "sinodalidad". En la sección A se destaca la experiencia de las etapas previas del proceso y el camino a seguir para llegar a ser cada vez más Iglesia sinodal; la Sección B aborda las "tres prioridades", en el centro del trabajo en octubre de 2023, vinculadas a los tres temas principales: crecer en la comunión acogiendo a todos, sin excluir a nadie; reconocer y valorar la contribución de cada bautizado con vistas a la misión; identificar estructuras y dinámicas de gobierno a través de las cuales articular la participación y la autoridad a lo largo del tiempo en una Iglesia sinodal misionera.

Dom 18 Jun 2023

Esperanzador procedimiento practicado en hospital de la Diócesis de Pasto

Dicha intervención fue realizada por un equipo multidisciplinario de profesionales de la salud, encabezado por la médico nariñense Paola Muñoz Cabezas, cirujana experta en nefrología, quien dio a conocer que en este momento, tanto la donante como el receptor, se encuentran en proceso de recuperación, y en estricta vigilancia. En una carta enviada por monseñor Juan Carlos Cárdenas, obispo de esta jurisdicción eclesiástica al doctor Óscar Mosquera Daza, gerente de la institución de salud, el prelado expresó su gratitud por permitir que la Fundación Diocesana Hospital San Pedro haya sido el escenario de un momento histórico como este. El obispo agregó que este hecho representa esperanza no solo para este joven sino también para “cientos de personas, no solo de Nariño sino también de Putumayo y del sur del Cauca que luchan en la espera de una oportunidad de vida con un trasplante”. Por su parte, el padre Luis Germán Rosero Arce, delegado por monseñor Juan Carlos como presidente de la Junta Directiva de la Fundación Diocesana Hospital San Pedro, recordó que, aunque en Colombia hace 57 años se realizó por primera vez un procedimiento como este de tan alta complejidad, en esa región, este es el primero que se practica. El presbítero también precisó que se trata de una medicina apoyada “en el mandato evangelizador de ir a sanar y a curar toda dolencia en el mundo”. Recordó que, tras recibir el Espíritu Santo, los discípulos fueron encomendados a esta tarea por parte del Señor Jesús, “que es el médico de los cuerpos y de las almas”. Por eso, para el sacerdote “apoyar la medicina es apoyar una de las tareas evangelizadoras más importantes y más significativas en cualquier momento de la historia, y mucho más en el mundo de hoy, donde apoyados con la tecnología y con la ciencia, podemos hacer presente el mandato”. La Diócesis de Pasto ha informado que el Hospital San Pedro continuará desarrollado su misión institucional desde los valores del Evangelio para brindar servicios integrales de salud hasta la alta complejidad, con estándares de calidad y humanismo dirigidos al paciente y a su familia. Conozca el informe audiovisual:

Sáb 17 Jun 2023

Ante tantos flagelos e incertidumbres, Iglesia colombiana pide volver a Jesús

Este viernes 16 de junio Colombia vivió, una vez más, la renovación de su consagración al Sagrado Corazón de Jesús. Toda la Iglesia Católica, desde las diferentes regiones del país, se unió a este importante momento de devoción y oración, a través del cual obispos, sacerdotes, consagrados y fieles laicos pidieron a Cristo, de manera especial, justicia, verdad, paz, amor y reconciliación para la nación. Durante la Solemne Eucaristía celebrada en horas de la mañana en la Catedral Primada de Colombia por monseñor Luis José Rueda Aparicio, el arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) encomendó todas las familias y a los integrantes de los diversos sectores de la vida nacional; oró por la superación de los flagelos que nos azotan, entre ellos: la violencia, el narcotráfico, la corrupción y la pobreza; pidió, además, por la vida, la reconciliación y la paz del país. En su homilía monseñor Rueda se dirigió de manera concreta a quienes están inmersos en la violencia, la guerra y el narcotráfico, empuñando armas, reclutando menores y causando dolor; les pidió acogerse al llamado del Señor transformando su corazón. “No podemos seguir viviendo a la defensiva, Colombia sí tiene futuro en Cristo Jesús”, enfatizó. El presidente del episcopado recordó también que la misericordia de Dios puede transformar la historia del país y que, entre sus frutos, están la renovación de nuestra esperanza, la conversión personal, eclesial y social, igualmente, el perdón. Al tiempo pidió a todos no ser indiferentes con la patria, sino ser voluntarios y servidores de la verdad, la fraternidad y el cuidado de la casa común. En este sentido monseñor Rueda dijo:“esta es una llamada a todos a volver a Jesús; en Él está la verdad, la paz, la reconciliación. En Él se renueva la esperanza”. Por su parte, desde la Catedral Basílica Nuestra Señora de la Asunción de la Arquidiócesis de Popayán, monseñor Iván Marín López, arzobispo emérito de esta jurisdicción, resaltó la importancia de la consagración como un acto de entrega total a Cristo y como un llamado a vivir desde el amor y la solidaridad. El prelado ratificó la importancia de la unidad para construir una sociedad más justa y fraterna, inspirados por el ejemplo del Sagrado Corazón de Jesús. Asimismo, acogiendo el llamado hecho por la Conferencia Episcopal de Colombia para vivir esta renovación en todas las jurisdicciones del país, desde la Catedral Sagrado Corazón de Jesús de Pasto, monseñor Juan Carlos Cárdenas, obispo de esta Iglesia particular, dio gracias a Cristo por lo que hace por el Pueblo de Dios que peregrina en el país. De esta manera dirigió la oración el prelado: “Señor Jesucristo, hijo de Dios vivo, te alabamos por el amor que has revelado a través de tu Sagrado Corazón, que fue traspasado por nosotros y ha llegado a ser fuente de nuestra alegría, manantial de nuestra vida eterna. Reunidos juntos en tu nombre, que está por encima de cualquier otro nombre, nos consagramos nosotros y consagramos a Colombia a tu Sacratísimo Corazón en el cual habita la plenitud de la verdad y la caridad. Al consagrarnos a ti, renovamos nuestro ferviente deseo de corresponder con amor a la rica efusión de tu misericordioso y pleno amor. Señor Jesucristo Rey de amor y Príncipe de la paz, reina en nuestros hogares, en nuestros corazones y en Colombia”.

Vie 16 Jun 2023

Al ver Jesús a las gentes, se compadecía

DÉCIMO PRIMER DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO 18 de junio de 2023 Primera lectura: Éxodo 19, 2-6a Salmo: 99, 1b-2,3,5 (R.:3c) Segunda lectura: Romanos 5, 6-11 Evangelio: Mateo 9, 36-10,8 I. Orientaciones para la Predicación Introducción La palabra de Dios en este domingo nos lleva a tomar una conciencia más clara de nuestra condición de pueblo de Dios, de discípulos y misioneros, de llevar el alivio de la caridad a los más pobres y necesitados. Recibimos la invitación para trabajar en la mies del Señor y para orar pidiendo que haya más obreros en ella. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? La primera lectura del Éxodo se refiere a Israel como pueblo de la alianza, que ha experimentado las maravillas obradas por el Señor. El Señor llama a Israel pueblo de su propiedad, reino de sacerdotes y nación santa. Son tres apelativos que denotan la especial consagración del pueblo a Dios en todas las instancias de su existencia, condición que le exige ser “distinto” a los demás pueblos, guardando los preceptos del Señor. Escuchado el Evangelio asistimos al llamado y primer envío misionero de los Apóstoles; se alude, en primer lugar, al “recorrido” de Jesús por los poblados y a su compasión frente al cansancio y abandono de la muchedumbre, la cual está “como ovejas que no tienen pastor”. Así, el actuar de Cristo aparece como modelo de toda acción pastoral, que lleva a quienes sufren el alivio, el descanso, la sanación, la esperanza, en pocas palabras, la verdadera y completa salvación. La invitación a pedir al dueño de la mies que envíe obreros a su mies, de un lado constata que es tiempo de sembrar y cosechar en la instauración del reinado de Dios, y que son necesarios cooperados en esta tarea. En estrecha continuidad con este mandato, se sitúa la vocación de los doce Apóstoles, quienes, llamados con nombre propio, son enviados por Jesús, con autoridad para expulsar espíritus inmundos y curar toda enfermedad y violencia. Podemos decir que esta misión, que se detalla aún más al final del pasaje evangélico, es fruto y prolongación de la compasión y de la acción del mismo Cristo, Buen Pastor de las ovejas. La segunda lectura, en este contexto, nos hace presente la salvación que Cristo ha obrado en nosotros, llamándola “reconciliación y salvación”. Aunque no se menciona directamente en estos versículos, el propósito es que la comunidad cristiana viva y promueva la reconciliación con Dios y con los hermanos: “ser embajadores de reconciliación” (cfr. 2Cor 5, 20). 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? La palabra de Dios nos estimula en este día que volvamos sobre nuestra identidad y misión, especialmente como “pueblo, nación santa, reino de sacerdotes”. En efecto, no debemos olvidar que… • Somos pueblo elegido y comunidad consagrada a Dios: el Señor nos ama eligiéndonos y haciendo alianza de amor con nosotros. A la elección de Dios debemos responder con santidad, es decir consagrando a él toda nuestra vida y optando diaria y radicalmente por los mandamientos, como senderos de libertad. • Somos comunidad apostólica: porque nuestra fe está vinculada a los doce que Jesús llamó y porque todos somos enviados como ellos a combatir el mal a fuerza de bien (cfr. Rom 12, 21) y a curar toda enfermedad y dolencia. Somos Iglesia que anuncia la maravillosa buena nueva del amor de Dios, a todos, sin exclusión. • Somos comunidad que da testimonio de unidad fraterna, de caridad, de esperanza, en medio de un mundo que sufre por tantas realidades que van en contravía del plan de salvación del Señor; una Iglesia embajadora de la reconciliación que Cristo consiguió para el mundo con su muerte en cruz y resurrección gloriosa. • Somos Iglesia que prolonga la compasión de Cristo frente al agobio y el sufrimiento de tantos hermanos por la pobreza, la violencia, la injusticia, el desplazamiento, la exclusión, la enfermedad… 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? Le pedimos al Señor, como él mismo nos recomienda, que envíe obreros a su mies; que todos los bautizados asumamos con mayor entusiasmo y arrojo nuestro discipulado misionero; que avancemos sinodalmente por los caminos de la comunión, la participación y la misión. Suplicamos igualmente que el Señor, además suscite vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada para que, trabajando en comunión con todo el pueblo santo de Dios, no se malogre la cosecha de la gracia divina, que no deja de actuar en el mundo y en cada persona. _______________________ Recomendaciones prácticas: • Día del Padre. II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Nos reunimos en el Día del Señor, para celebrar el Misterio de nuestra fe. Jesús, en varias ocasiones al ver a las multitudes solas y sin pastor, aparece en el Evangelio movido a compasión por ellas: se conmueve en lo más hondo de su ser, porque andaban maltratadas, abatidas y desorientadas. Por eso, Jesús, dirigiéndose a los discípulos, dice: “La mies es mucha, pero los obreros pocos”. Reavivemos la conciencia del llamado que se nos hace a todos como bautizados: prolongar la obra de Cristo, anunciar su Reino, y asumir compromisos concretos de Evangelización en los diversos ambientes en los cuales nos encontramos. Participemos con fe y alegría de esta celebración. Monición a la Liturgia de la Palabra La Palabra nos recuerda la identidad y misión de la Iglesia, pueblo de Dios en el hoy de nuestra historia, comunidad de discípulos y misioneros. Por eso, las lecturas nos animan a pedir al Señor que suscite en nuestras comunidades hombres y mujeres dispuestos a descubrir el sentido vocacional de su vida; que no solo les baste ser buenos, sino que se sepan llamados a ser obreros en la viña del Señor y correspondan generosamente. Escuchemos con atención a Dios que nos habla. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Presentemos nuestras oraciones al Padre, que es rico en misericordia, y que está siempre presto a atender las súplicas de quienes lo invocan confiada y filialmente. Digamos con fe: R. Señor, envía obreros a tu mies. 1. Por el Papa, para que el Señor le conceda la fortaleza necesaria para vencer las dificultades que se le presentan cada día y así puedan seguir guiando a la Iglesia con amor, valentía y sabiduría. 2. Por los gobernantes de las naciones y todos los que están comprometidos con la vida política, para que reconozcan que su gran misión es velar por el bienestar común de los que les han sido confiados. 3. Por los enfermos y sus familias, por los secuestrados, por los que han debido abandonar sus familias en busca de mejores oportunidades, para que encuentren en el Señor la ayuda, el consuelo y la paz que necesitan. 4. Por nosotros, reunidos en torno al altar, para que, a la luz del Evangelio, nos comprometamos, a partir de la familia, a ser casas abiertas al paso de Dios y a atender las necesidades de nuestros hermanos con sensibilidad y caridad cristianas. 5. Por los padres de familia, para que reciban el auxilio de Dios y sigan cumpliendo con responsabilidad la misión encomendada en el cuidado de sus familias y por los que ya fallecieron para que reciban el gozo del encuentro con el Padre Celestial. Oración conclusiva Padre bueno, que velas continuamente por nosotros, atiende las plegarias que te presentamos confiadamente. Por Jesucristo, Nuestro Señor. R. Amén.

Vie 16 Jun 2023

La Voz del Pastor | 18 de junio de 2023

Reflexión de monseñor Luis José Rueda Aparicio, Arzobispo de Bogotá y primado de Colombia: Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 9, 36 - 10,8

Vie 16 Jun 2023

Monseñor Mauricio Rueda Beltz nombrado Nuncio Apostólico en Costa de Marfil

La noticia se dio a conocer en la mañana romana de este viernes 16 de junio a través de la Oficina de Prensa del Vaticano. El religioso, nacido en Bogotá el 8 de enero de 1970, fue ordenado sacerdote en 1996 y, posteriormente, se doctoró en Derecho Canónico en la Pontifica Universidad de la Santa Cruz de Roma (Italia). Por cerca de 20 años monseñor Mauricio Rueda Beltz ha venido desempeñando funciones diplomáticas, con esta nueva designación como representante de la Santa Sede en este país de África occidental, se convierte en el colombiano con el rango más alto en el Vaticano. Monseñor Rueda Beltz ingresó el 1 de julio de 2004 al Servicio Diplomático de la Santa Sede, posteriormente sirvió en las nunciaturas apostólicas de Guinea, Chile, Estados Unidos de América y Jordania. Tras ser trasladado a la Sección de Relaciones con los Estados y las Organizaciones Internacionales de la Secretaría de Estado, fue nombrado miembro de la Sección de Asuntos Generales de la Secretaría. Allí, se desempeñó durante cuatro años como director de los viajes papales; tras la cancelación de los viajes del pontífice por cuenta de la pandemia, fue asignado como Consejero de la Nunciatura Apostólica en Portugal. El 17 de diciembre del 2020, el presbítero recibió el nombramiento como Subsecretario de la Sección para el Personal Diplomático de la Santa Sede. En este nuevo encargo pastoral,monseñor Mauricio Rueda Beltz, desempeñará la más importante misión diplomática de la Santa Sede en Costa de Marfil, una especie de embajador del Estado Vaticano y jefe de misión de la Santa Sede en dicho país. A propósito de este nombramiento, cabe recordar que ya otro pastor de la Iglesia colombiana había sido nombrado nuncio apostólico desde 1974 en diferentes países de centroamérica, Estados Unidos y Yugoslavia, se trata del arzobispo Gabriel Montalvo Higuera, quien trabajó al servicio diplomático de la Santa Sede durante cincuenta años. Monseñor Montalvo, fallecido el 2 de agosto de 2006, desarrolló, de manera especial, un importante rol de facilitador en el proceso de mediación liderado por el Papa Juan Pablo II a raíz del diferendo limítrofe entre Chile y Argentina, que estuvo a punto de desembocar en una guerra entre ambos países hace casi tres décadas.

Mié 14 Jun 2023

Iglesia continuará acompañando esfuerzos de paz, con independencia y a la luz del Evangelio

Tras el encuentro sostenido los días 8 y 9 de junio en la ciudad de Cartagena por 25 obispos de las jurisdicciones del país que presentan en sus territorios afectaciones directas por cuenta de situaciones asociadas al conflicto armado, monseñor Juan Carlos Barreto Barreto, obispo de la Diócesis de Soacha y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, dio a conocer un balance de la reunión. El prelado afirmó que, además de hacer un diagnóstico de la situación actual del país, los obispos pudieron escuchar la percepción de las comunidades religiosas, representadas en el espacio por la Conferencia de Religiosos de Colombia (CRC), así como de miembros de Naciones Unidas y de la Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia de laOEA (MAPP OEA). De manera especial, ante el sufrimiento y la crisis humanitaria que padecen las comunidades de diversas regiones, atravesadas por el confinamiento, los atentados contra la vida y el accionar de la criminalidad organizada, el obispo fue enfático en decir que seguirán respondiendo con fuerza a la petición que les hizo el papa Francisco durante el encuentro que sostuvieron con él los obispos, en el marco de la Visita Ad Limina realizaron a Roma entre los meses de marzo y abril del presente año: “Hagan todo lo que sea necesario por la paz de Colombia”, precisó. Monseñor Barreto afirmó también que continuarán desarrollando esta misión a la luz del Evangelio y desde la Doctrina Social de la Iglesia. “Por eso, nos hemos comprometido a seguir esta reflexión en las Iglesias particulares, trabajando un documento que se llama ‘Hacia una pastoral para la reconciliación y la paz’, que nos permite tener un marco de referencia para seguir actuando en torno a la construcción de paz”. Finalmente, el obispo de la Diócesis de Soacha, dio a conocer que han identificado la necesidad de facilitar a los equipos de trabajo de las jurisdicciones mayores herramientas para que puedan acompañar los diversos diálogos que se planteen con grupos armados ilegales, pero teniendo en cuenta que lo harán “con independencia crítica”, como le corresponde a la Iglesia. Además, en un pronunciamiento hecho al inicio del evento monseñor Barreto había recordó también que “la Iglesia tiene un proyecto de paz que está más allá de lo que pueda proponer un gobierno de turno y nosotros no nos limitamos solo a la paz social y territorial, sino que la paz nuestra empieza en el corazón de la persona, en la familia, en la escuela, en ambiente de trabajo, entre los vecinos, pero que también se refleja en el ámbito nacional, como se vive en cada uno de los territorios”. A continuación el balance completo hecho por monseñor Juan Carlos Barreto:

Mar 13 Jun 2023

Por la paz y la reconciliación: Iglesia renovará consagración de Colombia al Sagrado Corazón

El próximo viernes 16 de junio la Iglesia Católica colombiana renovará la consagración del país al Sagrado Corazón de Jesús. Será una oportunidad especial para reconocer a Jesús como centro de la vida de cada cristiano y para encomendar a Él, una vez más, la reconciliación y la paz de la nación entera. De manera especial, ante los sufrimientos e incertidumbres que se viven actualmente por cuenta de situaciones asociadas al conflicto armado, la violencia y la polarización. Este rito se realizará en el marco de la fiesta o Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús. Para ello, desde la Catedral Primada de Colombia, a las 9:30 a.m., se realizará una adoración eucarística especial donde todos los presentes tendrán la oportunidad de elevar sus corazones en oración y contemplación ante el Santísimo. Más tarde, a las 10:30 a.m., monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), presidirá una Santa Misa en la que se vivirá un momento de profunda comunión y renovación de la fe. Esta eucaristía será transmitida por los canales de televisión RCN y Caracol para que, desde sus hogares, más personas puedan sumarse en oración a este momento especial. El episcopado colombiano extiende una invitación para que esta jornada se viva también en todas las parroquias, seminarios, casas de religiosos y religiosas y demás instituciones eclesiales del país. Para esto, el Departamento de Liturgia del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (SPEC) ha preparado una guía litúrgica para la celebración de la Misa y una Hora Santa que puede ser descargada aquí. Y como cada año, en esta misma fecha, se celebrará también la Jornada Mundial de Oración por la Santificación de los Sacerdotes, una ocasión especial para mostrar nuestro apoyo y gratitud a aquellos pastores que han consagrado sus vidas al servicio de Dios y de su pueblo. Sobre la consagración de Colombia al Sagrado Corazón de Jesús: La importancia central de esta fiesta en nuestro país data de 1902, cuando, mediante decreto, la República de Colombia fue consagrada al Sagrado Corazón de Jesús al final de la ‘Guerra de los Mil Días’, un periodo de la historia nacional que dejó muchas pérdidas humanas y devastadoras consecuencias a nivel social, económico y político. En ese momento también se ordenó la construcción del templo del Voto Nacional en Bogotá, ubicado en la localidad de Los Mártires. Parroquia que en 1964 fue elevada por el Papa Pablo VI a Basílica Menor y en 1975 fue declarada monumento nacional.