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pentecostés

Dom 23 Mayo 2021

Papa Francisco sigue orando por Colombia

En un mensaje pronunciado este domingo 23 de mayo, al finalizar el rezo del Regina Coeli y en la fiesta de Pentecostés, el papa Francisco volvió a manifestar su cercanía hacia el pueblo colombiano y pidió orar por esta nación. "Queridos hermanos y hermanas, confío a las oraciones de todos ustedes la situación en Colombia, que sigue siendo preocupante. En la solemnidad de Pentecostés rezo para que el amado pueblo colombiano sepa acoger los dones del Espíritu Santo, para que a través de una dialogo serio se puedan encontrar soluciones justas, a los múltiples problemas de los cuales sufren especialmente los más pobres, debido a la pandemia". Igualmente, invitó para que se evite cualquier comportamiento que atente contra la vida humana, en ejercicio a ejercer sus derechos en un marco constitucional. "Insto a todos a evitar, por razones humanitarias, comportamientos perjudiciales para la población en el ejercicio del derecho a la protesta pacífica”, puntualizó. https://youtu.be/kd-AyA6SMF8

Mié 19 Mayo 2021

Diócesis de Ocaña adelantará jornada de actualización litúrgica

Como parte del proceso formativo que adelanta la Diócesis de Ocaña en las diferentes áreas pastorales, y en esta ocasión, animados por el Vaticano II que plantea que: “La liturgia es la cumbre a la cual tiende la actividad de la Iglesia y al mismo tiempo la fuente de donde mana toda fuerza”, los días 20 y 21 de mayo, esta Iglesia particular desarrollará la Jornada Diocesana de Actualización Litúrgica. Será un momento oportuno para reflexionar desde el Evangelio y la Doctrina Social de la Iglesia, sobre el encuentro con Jesucristo en la liturgia, que cada vez está más presente en los distintos aspectos de la vida cristiana. Los temas a abordar durante estos dos días son: "Desde el Pentecostés judío y la entrega de la ley antigua, al Pentecostés Cristiano y la entrega de la nueva ley en el amor oblativo de Cristo resucitado"; y "María y el primer Pentecostés Cristiano". La Jornada está dirigida para sacerdotes, religiosos, religiosas, y laicos. Para participar ingrese al siguiente link [icon class='fa fa-download fa-2x'] AQUÍ[/icon]

Mié 12 Jun 2019

Fieles caleños se congregaron para recibir al Espíritu Santo

El pasado sábado 8 de junio, en las Canchas Panamericanas, miles de fieles caleños se reunieron para celebrar la Vigilia de Pentecostés, acto preparativo para la llegada del Espíritu Santo y que conmemora el nacimiento de nuestra Iglesia Católica. El evento inició con avivamiento y música, animando a los feligreses que se encontraban expectantes ante la llegada de este Pentecostés. Acto seguido, los presbíteros Omar López y Gustavo Echeverry presentaron a la audiencia los agentes que en este momento están ayudando a implementar el Plan Pastoral arquidiocesano 2019 - 2023, e instaron a los asistentes a hacer parte de la Asamblea Pastoral de Servidores de cada una de las parroquias. De la misma forma, se vivió de manos del Padre Felipe Forero, párroco del Santuario de la Divina Misericordia, una catequesis interactiva, durante la cual se resaltaron los valores de los jóvenes católicos y de la vocación matrimonial, todo realizado desde la experiencia personal del público, el cual se divirtió mientras recibían el mensaje de amor de nuestra Iglesia. Asimismo, se llevó a cabo un acto penitencial liderado por Mons. Juan Carlos Cárdenas Toro, Obispo Auxiliar de Cali, el cual llevó a cada uno de los presentes a interiorizar el mensaje de Cristo, a evaluar su comportamiento como cristiano y a pedir la intercesión de Dios en sus vidas. También hubo Exposición del Santísimo Sacramento, portado por Mons. Luis Fernando Rodríguez Velásquez, Obispo Auxiliar de Cali, durante el cual se presentaron los dones recibidos, en tanto los feligreses oraban con devoción. Por último, se cerró la vigilia con Solemne Eucaristía presidida por Mons. Darío de Jesús Monsalve Mejía, quien consagró la celebración a la paz y reconciliación de nuestro país, así como al respeto al prójimo desde los valores católicos.

Sáb 20 Abr 2019

Sábado Santo: Vigilia Pascual

La vigilia de esta noche es el punto culminante del Triduo Pascual. Es la gran celebración del año litúrgico, porque en ella se celebra con júbilo la resurrección de Jesucristo. Es una celebración para vivirla con toda la intensidad necesaria, pues ella inaugura la cincuentena festiva de Pascua que, a la manera de un gran domingo, se prolonga desde esta noche hasta la solemnidad de Pentecostés. Unos momentos muy bellos se desarrollan en la celebración, iniciando con la bendición del fuego para encender el cirio pascual que representa a Cristo luz del mundo y del que todos los fieles congregados en el templo toman luz para sus cirios. Seguidamente, la liturgia de la Palabra que, entretejida por cantos y oraciones, va proclamando la historia de la salvación. Estas lecturas unidas al Gloria y al Aleluya, son la mejor narración del acontecimiento que celebramos este día: la resurrección de nuestro Salvador. Se continúa con la liturgia bautismal, momento para renovar nuestro bautismo. Y, finalmente, la liturgia de la Eucaristía, donde culmina la celebración pascual; allí se concentra la conmemoración más significante por el pan y el vino, que es un banquete pascual, signo de entrega y permanencia de muerte, de vida y de resurrección. Este es el núcleo, este es el corazón de nuestra vida de fe. Vivámosla con toda la alegría. ¡Aleluya, aleluya, el Señor resucitó!

Vie 23 Nov 2018

Acerquemos la Palabra de Dios, adquiere la Predicación Orante de la Palabra

La Conferencia Episcopal de Colombia, a través del Departamento de Liturgia, pone a disposición de ministros ordenados, religiosos y laicos laPredicación Orante de la Palabra y las Moniciones y Oración Universal de los Fieles. [tabs class="horizontal"][tab title="PRESENTACIÓN" icon="Icon name 1"] El Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (SPEC), en coordinación con el Departamento de Liturgia, ha elaborado este material de La Predicación Orante de la Palabra y de las Moniciones y Oración Universal o de los Fieles, que tiene como finalidad, en primer lugar, motivar y animar el debido encuentro personal del homileta con la Palabra Divina, para que permeado por ella, sea el mismo Espíritu divino quien disponga las mentes y los corazones de quienes, a su vez, se encontraran con esta Palabra en asamblea litúrgica. Y, en segundo lugar, ofrecer unas orientaciones y pautas a todos los que, ejerciendo el oficio de la predicación, tienen la misión de servir la Palabra Sagrada a través de la solemne proclamación y la correspondiente reflexión profunda en el acto de culto de la homilía, en este caso, dominical y festiva. Departamento de Liturgia Conferencia Episcopal de Colombia [/tab][tab title="DETALLE" icon="icon name 2"] Autor(a): Departamento de Liturgia Catálogo: Liturgia Idioma: Español Número de Páginas: 236 Editora: . Año de publicación:Noviembre 2019 Dimensiones: 17cm x 24cm [/tab][tab title="COMENTARIOS" icon="Icon name 1"] [/tab][/tabs] Mayores informes: PBX: 437 55 40 Ext. 264 Correo electrónico: [email protected]

Jue 17 Mayo 2018

El encuentro con el Espíritu Santo genera alegría y gozo

En este encuentro con el resucitado experimentamos dos sentimientos: miedo y alegría. El miedo cierra puertas, aísla, hace ver al otro como enemigo, se teme y se pierde la paz y la tranquilidad. En cambio, la alegría produce el encuentro con Jesús, el gozo del Espíritu Santo, la reconciliación y el perdón y el encuentro con la paz a través de los sacramentos y de la presencia de Jesús. Tareas: Participa en la vigilia o en un momento de oración fuerte al Espíritu Santo. La paz se consegue con el sacramento de la reconciliación, haz una buena confesión, vasiando tu corazón de tanto resentimiento viviendo la paz. Haz un momento de oración por ti y por toda Colombia para que aprendamos a perdonar y reconciliarnos.

Jue 17 Mayo 2018

El Espíritu Santo es el alma de la Iglesia

Primera lectura: Hch 2,1-11 Salmo Sal 104(103),1ab+24ac. 29bc-30.31+34 (R. Cfr. 30) Segunda lectura: 1Co 12, 3b-7.12-13 o Ga 5,16-25 Evangelio: Jn 20,19-23 o Jn 15, 26-27; 16,12-15 El Espíritu Santo, alma de la Iglesia, viene para confirmar la victoria pascual y para configurar la comunidad creyente con sus dones y con sus carismas, llenando la esperanza de los pueblos. ¿Qué dice la Sagrada Escritura? Pentecostés es fiesta de amor, de perdón, de esperanza, de alegría compartida por el don del Espíritu que viene, como lo anunció Jesús en los capítulos 14,15 y 16 del Evangelio de San Juan que leíamos en el Tiempo Pascual, para ser maestro, guía, abogado, defensor, memoria, consejo, fortaleza, consuelo y paz de los discípulos de Jesús, para darnos el gozo de perdonar y ser perdonados, para llenarnos de luz y de vida. Hoy esta palabra nos vuelve a contar lo que pasó en aquel domingo, luego el Salmo nos canta la gracia y la gloria del Espíritu. San Pablo nos muestra cómo actúa el Espíritu Santo y la Secuencia, que enriquece la liturgia de la Palabra en este día, nos dijo quién es y cómo actúa el Espíritu en nosotros, en la Iglesia. ¿Qué me dice la Sagrada Escritura? Si hemos meditado y vivido esta Solemnidad desde su Vigilia, la palabra es maestra de las acciones de Dios y de la presencia del Espíritu Divino en la creación, en la vida del pueblo santo, en la fe de la naciente Iglesia, pero sobre todo en Jesús, el Señor, el ungido por el Espíritu. Ahora la Palabra, en el día mismo de Pentecostés, me debe recordar que también he recibido este don maravilloso en el Bautismo, en la Confirmación, en la Ordenación Sagrada. La conciencia de ser “del Espíritu Santo” nos debe hacer vivir la riqueza de la fe recibida para que luego, con el impulso del mismo Espíritu nos lancemos a la misión, nos movamos en clave de fe, seamos espirituales, es decir, actuemos en concordancia con la presencia del Espíritu que nos ha querido hacer no solo su morada sino los difusores de su gracia. ¿Qué me sugiera la Palabra que debo decirle a la comunidad? Debo recordarle al pueblo que se me ha confiado que: El Espíritu Santo es el alma de la Iglesia, el arquitecto del Reino, el compañero del camino, la fuerza, el consuelo, la verdad y la vida. Debo recordar lo que hace cincuenta años dijo un Obispo oriental, el Patriarca Ignacio de Antioquía en Upsala en 1968. “Sin el Espíritu Santo, Dios está lejos, Cristo permanece en el pasado, el evangelio es letra muerta, la Iglesia es una pura organización, la autoridad es tiranía, la misión es propaganda, la liturgia es simple recuerdo, y la vida cristiana es una moral de esclavos. Pero en el Espíritu, y en una sinergia indisociable, el cosmos es liberado y gime en el alumbramiento del Reino, el hombre lucha contra el egoísmo, Cristo resucitado está aquí, el evangelio es una fuerza vivificadora, la Iglesia significa la comunión trinitaria, la autoridad es un Pentecostés, la liturgia es memorial y anticipación, y la acción humana lo diviniza todo” Estas dicientes palabras son una escuela para que aprendamos a distinguir cómo actúa el Espíritu, para que no encerremos en un movimiento o en un grupo, sino que lo hagamos luz de todo, compañero de todo, fuerza para toda la acción de la Iglesia. Además, hemos de comprender que el Espíritu no es una persona aislada, es un don del Padre y del Hijo y con ellos “recibe adoración y gloria” es decir no puede aislarse, no puede monopolizarse, no puede acapararse. ¿Cómo el encuentro con Jesucristo me anima y me fortalece para la misión? Debo entender que el Espíritu Santo es el don del Resucitado, para que todo lo que se me pide, las acciones, las experiencias de oración, la contemplación fervorosa de la Palabra, la misión misma se sienta movida por el Espíritu Santo, se sienta iluminada por la fuerza de su amor trascendente.

Vie 2 Jun 2017

Celebremos Pentecostés

Como lo hizo el Espíritu Santo el día de Pentecostés, permitamos también hoy que la Palabra de Dios irrumpa en nuestra vida y así seamos capaces de anunciar las maravillas que Dios hace en nosotros a través de su Espíritu. Primera lectura: Hch 2, 1-11 Salmo: 104(103), 1ab+24ac.29bc-30.31+34 (R. cf. 30) Segunda lectura: 1Co 12, 3b-7.12-13 o Rm 8, 8-17 Evangelio: Jn 20, 19-23. Contexto bíblico La respuesta del Salmo que nos propone la liturgia de la Palabra de esta solemnidad de Pentecostés es una concreta síntesis de todo el mensaje de esta celebración: “Envía tu Espíritu Señor, y renueva la faz de la tierra”. La vida de los miembros de la Iglesia está bajo el aliento del Espíritu, así lo expresa el salmista confiadamente: “Le retiras el aliento, y expiran y vuelven a ser polvo. Envías tu aliento y los creas, y renuevas la faz de la tierra” (Salmo 104, 29-30). Así mismo toda la liturgia de la Palabra de este domingo da testimonio de la renovación y la comunión que viene con el Espíritu, pues ante aquellos que estaban reunidos en el mismo lugar (Hec. 2, 1), sobreviene el Espíritu, bajo dos imágenes, viento y fuego (recordemos que estos elementos son los que acompañan las manifestaciones de Dios en el Antiguo Testamento), para unir lo disperso y comprender ahora el lenguaje de Dios. También la segunda lectura nos recuerda que uno de los efectos de la presencia del Espíritu en la Iglesia es la unidad y el servicio en la comunión: “Hay en la Iglesia diversidad de carismas, pero un solo Espíritu” (1 Cor. 12, 4). El texto evangélico también entra en sintonía con el mensaje de la celebración a partir de tres elementos esenciales: 1. El Resucitado se aparece a sus discípulos el primer día de la semana, sin necesidad de abrir las puertas del lugar donde se encontraban reunidos (Jn. 20, 19), ahora no se necesitan abrir estas puertas, lo que Jesús tratará de abrir con su saludo: “Paz a vosotros” (Jn. 20, 19c) es las puertas de sus corazones, para que puedan recibir el Espíritu. Este saludo, que el texto pone en palabras de Jesús repetidamente, capacitará a los discípulos para recibir el Espíritu. 2. El envío que Jesús hace a sus discípulos tiene un modelo, la encarnación: “como el Padre me envió así os envío yo” (Jn. 20, 21b); la forma como Jesús es enviado al mundo es el prototipo del envío que Él opera para con sus discípulos, que sean capaces de encarnarse en la vida de los hombres, para esto necesitan principalmente el don de la paz, de ahí el saludo de Jesús Resucitado. 3. Con la transmisión del Espíritu Santo que tiene poder en la vida de los discípulos, la Iglesia asume el mandato de perdonar y de retener los pecados, sabiendo que este acto es una obra que Dios hace y no un esfuerzo personal de cada uno, Dios es el que toma la iniciativa, nosotros simplemente respondemos con la fuerza del Espíritu que Él mismo nos ha dado. 2. Contexto situacional En la historia de la salvación hemos podido constatar que esa venida del Espíritu Santo es frecuente, más aún, necesaria. Todo lo que el Espíritu Santo toca es transformado, el Espíritu Santo toca el caos (desorden) y lo convierte en cosmos (orden), el Espíritu Santo toca el barro y lo transforma en hombre, el Espíritu Santo toca a María y la transforma en la Madre de Dios, el Espíritu Santo toca los discípulos y los convierte en mártires y testigos, el Espíritu Santo toca el pan y el vino y los transforma en el Cuerpo y la Sangre del Señor, el Espíritu Santo toca un hombre y lo convierte en sacerdote, ministro de Dios, el Espíritu Santo toca una comunidad y la transforma en el Cuerpo del Señor. Esta Solemnidad de Pentecostés es la oportunidad para dejarnos tocar por el Espíritu Santo, para dejar que su poder se muestre en nosotros transformándonos, es un momento celebrativo muy importante para pedir a ese Espíritu que todo lo renueva que toque hoy nuestros corazones, que toque hoy a Colombia y nos permita recibir especialmente la paz que trae el Resucitado para cada uno de nosotros y que hoy anhelamos tanto en nuestro país. Una persona que ha dejado que su vida sea un templo para el Espíritu Santo no puede más que vivir en paz y comunicarla, porque la paz no es la ausencia de problemas y de guerras, sino la capacidad que me da Dios, a través de su Espíritu, de buscar soluciones ciertas y verdaderas a los problemas que nos acontecen cada día a los hombres. Un bautizado que ha hecho conciencia de lo que el Espíritu está haciendo en él, aprovecha cada momento de su vida para instaurar la paz, donde quiera que vaya y con quien quiera que esté. 3. Contexto celebrativo Pentecostés es una Solemnidad en la Iglesia porque a través de este acontecimiento Dios la santifica, así comienza precisamente la Oración Colecta para la eucaristía de este día: “Oh, Dios, que por el misterio de Pentecostés santificas a tu Iglesia”. El Espíritu Santo sigue obrando hoy en el pueblo que Dios se ha elegido, sigue realizando las maravillas que ha obrado durante la historia de la salvación. El Espíritu Santo, nos lo recuerda la anamnesis del prefacio para este día: “fue el alma de la Iglesia naciente”, por este Espíritu se “infundió el conocimiento de Dios a todos los pueblos”. Este Espíritu sigue ahora obrando con poder en la Iglesia a través del velo de la vida sacramental, para desvelarnos el gran misterio que Dios quiere comunicarnos, el misterio de su gran amor. En cada celebración eucarística, el sacerdote a través de la epíclesis (invocación del Espíritu Santo), pide nuevamente la presencia del Espíritu Santo, primero sobre las ofrendas del pan y del vino y luego sobre la comunidad reunida en oración. Esto quiere decir que en cada celebración litúrgica somos tocados por el Espíritu, entonces en nosotros deben fructificar cotidianamente los dones de la paz, el perdón, la reconciliación, la fraternidad y el amor. Una comunidad que en cada eucaristía está asistida por la fuerza del Espíritu de Dios, debe ser una comunidad viva, alegre, fraterna, evangelizadora, misionera y caritativa. Recomendaciones prácticas: Puede ambientarse el lugar con un candelabro de siete velas representando los siete dones del Espíritu Santo. Puede ponerse esta frase en la cartelera comunitaria: “Envía tu Espíritu Señor, y renueva la faz de la tierra”. Recordar que las lecturas y el formulario de la misa son propios de la solemnidad. Es conveniente seguir el Canon Romano o Plegaria Eucarística I, con el «Reunidos en comunión» propio. Si, en cambio, se hace la Plegaria Eucarística II o III, en el memento (Acuérdate, Señor…) hay un recuerdo propio. Hoy termina el Tiempo Pascual. Después de la última Misa, en la noche, se apaga el cirio pascual y se retira del presbiterio; conviene colocarlo decorosamente en el bautisterio para que arda durante la celebración del Bautismo y poder encender en él los cirios de los bautizados. Recordar que esta semana: En este día se celebra del día del campesino Es la Semana de Oración por la unidad de los cristianos. El lunes y el martes siguientes, en las Misas con participación del pueblo, se puede celebrar la Misa del día de Pentecostés o una de las votivas del Espíritu Santo. El lunes 5de junio, inicia la segunda parte del Tiempo Ordinario, con la semana 9ª. Liturgia de las Horas Tomo III (semana 1ª del salterio). El próximo domingo 11, es la solemnidad de La Santísima Trinidad.