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pobres

Sáb 17 Dic 2022

Directivo de la CEC saluda al Papa Francisco en su cumpleaños 86

Monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), expresó en nombre de la Iglesia Católica su oración y gratitud hacia el Papa Francisco, al cumplir hoy 17 de diciembre sus 86 años de edad. El directivo de la CEC, resaltó en tres frases algunas de las que considera han caracterizado la tarea evangelizadora del Pontífice: Francisco el Papa de las periferias existenciales y de la misericordia; Francisco el Papa de la fraternidad universal y del diálogo como camino hacia la paz; Francisco el Papa de la alegría misionera y de la Iglesia pueblo de Dios en salida. Celebración desde Roma En el día de su cumpleaños, el obispo de Roma recibió a la delegación del Premio Madre Teresa, "una mujer valiente que atravesó verdaderas tormentas espirituales con oscuridad en su interior". Luego al dirigir unas palabras pidió tener “cercanía” con los pobres y no “beneficencia”, al distinguir a tres personas que trabajan con los más necesitados. “La beneficencia es buena, pero es pagana. Cristiana es cercanía, caridad con oración. Y eso es bueno”, planteó hoy el Pontífice al dar el premio Madre Teresa a tres personas que viven la caridad hacia “los más pobres entre los pobres” El Pontífice decidió otorgar el premio Madre Teresa, un signo de su gratitud a quienes se ocupan de los más pobres, a tres personas que han vivido y viven la caridad hacia los más pobres entre los pobres. A la franciscana siria Hanna Jallouf, al obrero clochard Gian Piero conocido como Wué y al industrial italiano Silvano Pedrollo, a ellos les entregó una pequeña escultura destinada a ser un signo de gratitud a quienes se ocupan de los más pobres. Foto: Tomada de Internet

Lun 31 Oct 2022

Se aproxima la fecha para la Maratón 2022 '¡Porque la Fe es acción!'

Desde la oficina Arquidiocesana Acción y Participación de los Fieles – APF, en Bogotá, se avanza con los preparativos de esta jornada que se realizará los días, 17, 18 y 19 de noviembre y que tiene como objetivo visibilizar y recaudar fondos para financiar las obras de los servicios sociales, educativos y evangélicos que realiza la iglesia católica en la capital. Al hacer la invitación a este espacio de solidaridad, monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, señaló que “La maratón es una expresión de amor, una ola de amor que se mueve en Bogotá; una ola de amor concéntrica, porque detrás de cada acción hay un grupo de voluntarios, jóvenes, adultos, que donan el tiempo para motivar, acompañar, hacer posible las obras. También, cientos de personas que se suman y apoyan esta iniciativa”. La jornada se realizará en las instalaciones del Canal Teleamiga y se transmitirá a través de las redes sociales de la Arquidiócesis. Según explicaron sus organizadores, se escogieron estas fechas por su significado. El 13 es la Jornada mundial de los pobres, el 17 la Fiesta Santa Isabel de Hungría, patrona de la Arquidiócesis de Bogotá y el 19 de noviembre la Asamblea Arquidiocesana. Destinación del recaudo En un mensaje la Arquidiócesis de Bogotá ha explicado que son cuatro las iniciativas principales a las que destinarán los fondos en esta ocasión: 1. Pastoral de las adicciones: Esta ayudará a personas adictas a todo tipo de sustancias. El apoyo se traduce en tres etapas: acompañamiento (acogida), rehabilitación e inserción al nivel social y laboral. Buscan beneficiar a 25 personas anualmente, incidiendo de manera indirecta en 75 personas. 2. Casa de La Esperanza: Brindará atención a las personas itinerantes, es decir, personas que provienen de diferentes lugares del país en busca de servicios hospitalarios para familiares o allegados que no tienen donde dormir ni alimentarse. También, se dispondrá un espacio para las mujeres que sufren de violencia intrafamiliar. La casa estará ubicada en el sector de Las Cruces y se espera beneficiar a 550 personas de manera directa y a 1.650 personas de manera indirecta. 3. Adultos mayores: se busca el fortalecimiento del Centro Pastoral para el Cuidado de la Tercera Edad ‘Hermano Ettore’ ubicado en el barrio Las Cruces. Esta iniciativa busca atender a 20 adultos mayores en residencia permanente y adicionalmente apoyar diariamente a 40 personas de paso itinerante a través del programa Hogar día para ancianos que presta acompañamiento integral en los componentes psicosocial, nutricional y fisioterapéutico. 4. Fondo de Becas Arzobispo de Bogotá: Buscará fondos para la educación primaria, secundaria y universitaria, con el objetivo de prevenir la deserción escolar y apoyar procesos educativos para estudiantes con méritos académicos, morales y de servicio a la sociedad. Cómo hacer el aporte Las personas o empresas que deseen participar podrán realizar sus aportes desde 5.000 pesos en adelante a través de la página web www.accionyparticipacion.org, en donde se encuentran todos los canales de donación disponibles (en efectivo o digital), o consignar directamente en la cuenta de la Arquidiócesis de Bogotá, Banco Caja Social, cuenta de ahorros 24 083 395 329 a nombre de la Arquidiócesis de Bogotá NIT. 860.021.727-6. MÁS INFORMACIÓN AQUÍ Invitación de Mons. Luis José Rueda INVITACIÓN

Mié 26 Oct 2022

Este sábado será beatificada la madre María Berenice Duque, religiosa colombiana

El próximo sábado 29 de octubre a las 10:00 a.m. en la Catedral Metropolitana de la Inmaculada Concepción de María de Medellín, con la presencia del Cardenal Marcello Semeraro, Prefecto del Dicasterio para la Causa de los Santos, como representante del Papa, se celebrará la ceremonia de beatificación de la Venerable Sierva de Dios, María Berenice Duque Hencker, fundadora, entre otras, de la comunidad de las Hermanitas de La Anunciación. A este respecto, monseñor Luis José Rueda, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, expresa su alegría por la beatificación de esta religiosa y se une al gozo de las hermanitas de La Anunciación, comunidad de la que fue fundadora la madre Berenice. "Con inmensa alegría vemos la beatificación de una bautizada en Colombia, de alguien que encontró su vocación y sumisión y ahora en los altares intercede por nosotros en este camino que busca la reconciliación, la paz y la nueva evangelización en ambiente sinodal”. ANUNCIO DE LA CEREMONIA DE BEATIFICACIÓN El anuncio de la ceremonia de beatificación de la religiosa colombiana, lo hizo la Arquidiócesis de Medellín en una rueda de prensa, donde el arzobispo de esta Iglesia particular, monseñor Ricardo Tobón, destacó las virtudes con las que la madre Berenice supo luchar por la causa de la evangelización en la ciudad. El arzobispo dijo que “esta beatificación es la muestra clara de que hoy se puede ser santo, diciéndole si al plan de Dios como lo hizo la madre Berenice”. Así también, la hermana Enith María, actual superiora de la comunidad de las Hermanitas de La Anunciación, al referirse a la religiosa que será beatificada dijo que “la madre defendió heroicamente la evangelización con la población que era mirada de reojo en la Medellín de la época, es decir, con hijos (as) de hogares disfuncionales, trabajadoras de la clase textil, personas de raza negra y familias en extrema condición de pobreza”. La madre Berenice, quien es conocida como la “Madre de la Caridad y la Alegría” recibirá esta beatificación, entre otras, gracias al milagro comprobado sobre el joven Sebastián Vásquez, quien desde muy niño sufrió una enfermedad huérfana la cual, gracias a la oración a la madre Berenice, supo derrotar en su juventud, dejando a un lado la silla de ruedas y la alimentación a través de una sonda que lo acompañó gran parte de su vida. Beatificación de la hermana Berenice El 13 de octubre de 2021, durante la audiencia concedida al Cardenal Marcello Semeraro, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, el Sumo Pontífice autorizó a este órgano eclesial promulgar el decreto de beatificación de la Madre Berenice. Transmisión por el canal católico Televid La Arquidiócesis de Medellín ha informado que la ceremonia de beatificación se transmitirá por el canal católico Televid, así también por YouTube de la arquidiócesis de Medellín y las redes sociales de la Conferencia Episcopal @Episcopadocol Quién es la hermana María Berenice Duque Hencker Nació en Salamina (Caldas) el 14 de agosto de 1898. Hija de Antonio José Duque Botero y Ana Berenice Hencker Risther. Fue bautizada con el nombre de María Ana Julia y desde su infancia reveló su pasión por Dios y su disposición de servir y ayudar al prójimo. Sintiéndose llamada a la vida religiosa ingresó a la Congregación de las Hermanas Dominicas de la Presentación, el 20 de diciembre de 1917, donde permaneció por 33 años. Su trabajo y solicitud por las personas más pobres y marginadas de la sociedad y su decisión de entregarse totalmente a Dios la condujeron a fundar el 14 de mayo de 1943, la Congregación de las Hermanitas de la Anunciación, esto con el apoyo de Mons. Joaquín García Benítez, entonces Arzobispo de Medellín. Más adelante, en 1957, fundó las Misioneras de Jesús y María y, en 1965, emprendió el proyecto de los Misioneros de la Anunciación. Su constante preocupación fue la de ayudar a los excluidos de la sociedad y de anunciar a todos el Evangelio. A través de su vida se esforzó en identificarse con Cristo, haciendo siempre en medio de muchas pruebas la voluntad de Dios. Una larga enfermedad la acrisoló en el amor para entrar en la Casa del Padre el 25 de julio de 1993. El proceso de Canonización se inició el 23 de mayo de 2002 en la Curia Arquidiocesana de Medellín. La madre Berenice, además catequizó a los hijos de las familias adineradas de la época, las cuales al ir al trabajo, dejaban a sus pequeños en manos de las empleadas domésticas. Si bien la María Berenice Duque Hencker nació en Salamina (Caldas) pero hizo toda su obra pastoral en la Arquidiócesis de Medellín, y en vida, tuvo la oportunidad de conversar y escribir algunas cartas a la Santa Laura Montoya.

Lun 19 Sep 2022

Papa Francisco establece el Fondo "Populorum Progressio" y lo confía al Celam

El Papa entregó al Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) la tarea de ayudar en el análisis de los proyectos y su realización. El Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral conservará la responsabilidad de la administración del fondo. Por medio de un rescripto, el prefecto del Dicasterio para el Desarrollo Humano comunicó el pasado 16 de septiembre que el Papa suprimía la Fundación Popolorum Progressio, instituida por San Juan Pablo II en 1992. Esa entidad de la iglesia latinoamericana será la encargada "del análisis de los proyectos y de su realización", explicó el pontífice argentino al recibir el viernes en el Vaticano al consejo de administración de la fundación. En el discurso dirigido al Consejo administrativo, el Papa recordó el itinerario histórico de la Fundación: «San Pablo VI, el 26 de marzo de 1969, fecha del segundo aniversario de su Encíclica Populorum Progressio, instituyó un Fondo para ayudar a los campesinos pobres y promover la reforma agraria, la justicia social y la paz en América Latina, según las orientaciones ofrecidas por los Episcopados de ese continente. En 1992, con motivo del quinto centenario del inicio de la evangelización del continente americano, se reunió la IV Asamblea General del Episcopado Latinoamericano, en la que San Juan Pablo II quiso establecer una Fundación autónoma “Populorum Progressio” para promover el desarrollo integral de las comunidades campesinas más pobres de América Latina». Tras agradecer el trabajo de 30 años realizado por la Fundación, el Papa señala que «La reforma de la Curia Romana que estamos llevando a cabo, y que se ha plasmado en el Praedicate Evangelium, nos enfrenta a una serie de cambios necesarios. Entre ellas, la relativa a la Fundación Populorum Progressio, que cumple 30 años al servicio de la causa de los pobres en el continente, según el testamento de San Pablo VI, confirmado por San Juan Pablo II. En este contexto, es necesario promover una mayor vinculación con las Iglesias locales, para hacer más efectivos los programas de desarrollo integral en las comunidades indígenas y afrodescendientes más postergadas, sumidas en la miseria y el abatimiento». Considerando que los pobres no debe ser vistos como destinatarios de una obra de beneficencia y «Deseando que la ayuda al desarrollo de proyectos siga siendo una expresión de la caridad del Papa, pero sin tener su centro en la Curia Romana, y también en la línea de la simplificación», el Papa confía «al CELAM la tarea de ayudarnos en el análisis de los proyectos y su realización. El Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral conservará la responsabilidad de la administración del fondo, que estará vinculado al servicio de esta misión». De esta manera, y como dice el texto del rescripto, se crea el «Fondo Populorum Progressio», delegando en el Dicasterio para el Desarrollo Humano la elaboración de unos reglamentos. El Pontífice subrayó que el nuevo fondo "mantiene su misión y sigue siendo una obra de caridad del Papa" para ayudar a "muchas familias en América Latina y el Caribe que sobreviven en condiciones infrahumanas" y pidió que se involucren activamente los pobres en los proyectos que los conciernen.

Mié 20 Jul 2022

Concluye Asamblea del Celam con llamado de opción por los pobres

Al concluir la Asamblea Extraordinaria del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), que se realizó del 11 al 14 de julio en Bogotá, emitieron un mensaje final con el cual el organismo ratifica su compromiso de anunciar el Evangelio con audacia y creatividad, particularmente en los ambientes más difíciles y olvidados del continente. Los prelados recordaron que es momento de crecer en la vida fraterna y de concluir con el clericalismo y toda clase de abusos. "Necesitamos escuchar incluso las voces que nos incomodan y generar espacios y estructuras eclesiales que fomenten la participación, en particular de las mujeres y de los jóvenes". Conscientes de la importancia de la participación del laicado y su incidencia en la toma de decisiones en la vida de la Iglesia, este órgano eclesial manifestó su compromiso para abrir caminos de consulta y discernimiento donde los laicos cumplan un papel trascendental. Pensar y actuar Destacando la experiencia vivida en la Asamblea Eclesial que representa uno de los primeros pasos de un futuro sinodal del continente, la Asamblea Extraordinaria del Celam se muestra totalmente adherida al espíritu que impulsa la reforma de la Curia Vaticana y confía en que los mártires del continente le animarán en la valentía y la firme convicción de la búsqueda de la justicia, reafirmando su opción preferencial por los pobres y la denuncia de todo lo que puede afectar su dignidad. Para la Asamblea del Celam, ese ser una “Iglesia pobre para los pobres” representa un horizonte que asume decididamente siguiendo las enseñanzas del Papa Francisco en documentos como la Exhortación Apostólica Postsinodal «Querida Amazonía» donde advierte sobre los riesgos de la economía que no tienen ninguna contemplación con la conservación del medio ambiente y la riqueza de los pueblos originarios, sus culturas y visiones del mundo. Expresiones que alientan el diálogo, el respeto por la diferencia sin temor a la pérdida de identidad, con el deseo de que en tiempos de conflictos bélicos, muerte y desolación sitúe a Latinoamérica y el Caribe como espacios de paz y verdadera fraternidad. Descargar mensaje Celam VEA SINTESIS DE EVENTO VIDEO CONCLUSIONES CELAM

Mar 28 Mayo 2019

Iglesia: Vida, paz, verdad, perdón, inclusión

Por: Mons. Darío de Jesús Monsalve Mejía -Lo que vivimos los colombianos en estos tiempos es decisivo para todos, para salir de conflictos y violencias, apostando juntos por la reconciliación y por un progreso que integre a los más pobres, a las nuevas generaciones, a todas las etnias y regiones, incluso a los inmigrantes. En los últimos años, con el Acuerdo de La Habana entre la guerrilla de las FARC y el Estado, con la Agenda de diálogo acordada con el ELN y con la Ley para el sometimiento colectivo a la justicia de las llamadas BACRIM (bandas criminales), se avanzó mucho y se llegó a soñar y hasta a saborear los inicios de una paz imperfecta pero posible. Se hizo un enorme sacrificio de todas las partes para ponerle cimientos jurídicos a la terminación del conflicto armado, a la ampliación de la democracia, al regreso de subversivos y excombatientes a la legalidad y al trabajo honesto, a la lucha por vías políticas. Se inició la restitución de tierras despojadas con violencia, la reparación de las víctimas, la búsqueda de desaparecidos, la reconstrucción de la verdad y de la memoria y, sobre todo, al funcionamiento de un sistema de justicia especial para la transición a la paz JEP, aportando la verdad, hacia la reparación y la reconciliación, con garantías de no repetición. Se animó a las comunidades marginadas que se dedican al cultivo de la coca, la amapola y marihuana, a hacer parte del cambio, erradicando manualmente y sustituyendo esos cultivos por producción limpia, en alianza con el Estado y el mercado mundial. Los proyectos productivos PDET ( Plan de desarrollo y emprendimiento en territorios)y PNIS (Plan nacional integral de sustitución de cultivos), se plantearon como punto de partida para construir la ciudadania y el Estado en los territorios del conflicto armado, de la droga, la minería ilegal y las economías criminales. Comunidad internacional, subversión, organizaciones ilegales, Gobierno, fuerza pública, sectores sociales, políticos y económicos le apostamos a esta buena hora de la paz de Colombia. Fueron años muy esperanzadores. La Iglesia, con el Santo Padre, el Papa Francisco, nos dio un gran apoyo, rubricado con su inolvidable visita al País. Una visita que, entre otras cosas, hizo pensar en una paz y reconciliación que unieran la nación entera, en sus generaciones, regiones, territorios y ciudades, perdiendo el miedo a soñar en grande, a volar alto, a salir de lo rastrero. Los Obispos y nuestras Iglesias Particulares, comprometidos con una salida por la vía del diálogo y los acuerdos, acompañamos a las víctimas, las mesas exploratorias y públicas de diálogo, los ceses del fuego y hostilidades, las acciones humanitarias, la animación de todos hacia el bien, precario pero esencial, de la paz nacional y completa. Un significativo grupo de Otras Iglesias, con espíritu evangélico de no violencia y de sentido del perdón y de la justicia social, se unieron también a los procesos. Otros, en cambio, como también algunos sectores radicales católicos, se montaron y aliaron contra los acuerdos y procesos, en mala hora y con una visión recortada de la relación entre vida y paz, entre transición y estado pleno de derecho, entre cárcel y justicia, entre fe y política electoral, entre ideologías de género e inclusión social. Hoy, lamentablemente, son más un rebaño electoral que una congregación de creyentes. Esta “mala hora” para una paz sufrida y esquiva, la vive hoy el país con fuertes rupturas y polarizaciones políticas, nacionales e internacionales, y ante el estupor de excombatientes en proceso de reincorporación, de poblaciones y víctimas, y de la misma comunidad internacional que la viene acompañando. Es una hora con pretensiones oscuras, con apego al pasado y miedo a la verdad, con silencios y ofensas de mezquindad entre líderes nacionales que no se hablan, se descalifican y excluyen entre sí, se ven como enemigos irreconciliables; con una enorme incertidumbre que, a su vez, reanima viejas mañas y artimañas, sometiendo la frágil paz al apetito de los corruptos, de los montajes y “falsas noticias”, y a los “dividendos” de la guerra. Lo más grave de esta “mala hora para la paz” son los asesinatos selectivos y sistemáticos de excombatientes y de personas que defienden los derechos y trabajan por la convivencia pacífica entre las etnias y poblaciones. Estos asesinatos y múltiples atentados en contra de policías, soldados, jueces y dirigentes sociales, unidos a las confrontaciones armadas con riesgo de “falsos positivos”, y a las acciones guerrilleras como secuestros, voladuras de oleoductos, amenazas y numerosos hechos delictivos, crean un clima de tensión y degradación de la seguridad en todo el pais y ante el mundo. Como Iglesia Católica tenemos una grave responsabilidad todos (fieles laicos, religiosos y pastores), de cara a la vida humana, que se garantiza con el diálogo y los acuerdos de paz, con la cultura de derechos y deberes sociales, ambientales y políticos. Tenemos el deber pastoral de propiciar el encuentro, de acompañar a las víctimas, de exigir que los acuerdos no se politicen sino que se respeten y cumplan, de orientar hacia la confesión de la verdad y el camino del perdón, de ablandar mentes y corazones intransigentes, que siguen anclados en las pesadillas del odio y la venganza. Como experta en humanidad y en cultura samaritana y solidaria, la Iglesia tiene autoridad moral para ayudar a incluir a todos en el territorio, en el bienestar, en el trabajo, en el “cuidado de la casa común”, en la cultura afectiva de esposos y familias, en la organización social y participación ciudadana. Nuestra evangelización ha de ser misionera, comunitaria, formadora, social y profética, sinodal y esponsalicia, cómo está recogida en el Plan Pastoral. Ella es parte fundamental de LA AGENDA ECLESIAL DE PAZ para Colombia, con una proyección concreta a esta hora decisiva, buena y mala hora, que vive el proceso de paz. A ello debemos ayudar, con firmeza y respeto radical por la diversidad de ideas y opciones políticas, cuidando de no dejarnos hipotecar ni atrapar por quienes reducen la fe a lo íntimo y privado, a postulados ideológicos y teologías políticas en riña con el Evangelio. + DARÍO DE JESÚS MONSALVE MEJÍA Arzobispo de Cali

Lun 19 Nov 2018

Agradecimiento y aflicción hay en la Diócesis de Santa Rosa de Osos

Así lo afirma Monseñor Jorge Alberto Ossa Soto, en una carta dirigida a los sacerdotes y fieles en donde resalta la generosidad de la comunidad durante la Jornada Mundial de los Pobres, pero también expresa su rechazo por la ola de violencia que se presenta en los municipios de Ituango y Yarumal. "Dios les pague a todos los que de una u otra forma fueron parte en esta jornada, porque hasta un vasito de agua dado por amor, el Señor nos lo retribuye amorosamente", afirma. Así también, destaca que la jornada del pobre ha regalado "la oportunidad de visibilizar y compartir con el hermano necesitado." Por otra parte, expresa el "dolor y repudio por la violencia y zozobra" que se vive en las regiones del Bajo Cauca y el Norte. "Oramos por los hermanos que sufren, estamos enterrando a sus muertos en silencio". Monseñor Ossa Soto lamenta que los niveles de violencia en esta parte del país evidencian que "otras cosas parecen importar más que la vida y la dignidad humana". Carta de monseñor Jorge Alberto Obispo diocesano a los Sacerdotes y fieles @episcopadocol pic.twitter.com/0CNbYiwi0c — Diócesis de Sta.Rosa (@diocesisstarosa) 19 de noviembre de 2018

Lun 12 Nov 2018

De la doctrina a la vida: La opción preferencial por los pobres: un imperativo moral

Por Monseñor Juan Carlos Cárdenas Toro: El próximo 18 de noviembre, XXXIII Domingo del Tiempo Ordinario, tendremos la Segunda Jornada Mundial del Pobre. Jornada que el Santo Padre Francisco instituyó como fruto del Año de la Misericordia, para recuperar en los creyentes el sentido de la caridad y la conciencia de la igual dignidad humana. En su mensaje de este año, el Papa nos dice: «Quisiera que también este año, y en el futuro, estaJornadase celebrara bajo el signo de la alegría de redescubrir el valor de estar juntos. Orar juntos en comunidad y compartir la comida en el domingo. Una experiencia que nos devuelve a la primera comunidad cristiana, que el evangelista Lucas describe en toda su originalidad y sencillez: «Perseveraban en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en la fracción del pan y en las oraciones. [....] Los creyentes vivían todos unidos y tenían todo en común; vendían posesiones y bienes y los repartían entre todos, según la necesidad de cada uno». Si todos somos miembros del único cuerpo de Cristo, al que están asociados también aquellos que viven distintas formas de pobreza, no podemos permanecer indiferentes, pues «si un miembro del cuerpo sufre, todos sufren con él» (1Corintios 12,26). Un camino para ir al encuentro de los pobres La presencia de los pobres nos ha de interpelar, pero nos debe movilizar. Casi siempre detrás de las diversas formas de pobreza social se esconden profundas injusticias que las causas y mantienen. Por ello el Papa propone tres movimientos a los cuales debemos estar atentos: Escuchar el grito de los pobres que claman justicia y ser dignificados. El grito de los pobres llega hasta Dios, pero también resuena de muchas maneras en nuestro ser e impacta nuestros sentidos: los vemos, los oímos, los sentimos. Escuchar significa poner atención a las realidades que empobrecen a las personas que nos rodean y permitir que esto no nos deje indiferentes. Precisamente el Papa Francisco nos cuestiona: «¿Cómo es que este grito, que sube hasta la presencia de Dios, no consigue llegar a nuestros oídos, dejándonos indiferentes e impasibles? En unaJornadacomo esta, estamos llamados a hacer un serio examen de conciencia para darnos cuenta de si realmente hemos sido capaces de escuchar a los pobres». Responder a este grito, poniendo de nuestra parte todos los talentos que Dios nos ha confiado. Cuando el pobre grita a Dios, éste lo escucha. Nos dice el Santo Padre: «La respuesta de Dios al pobre es siempre una intervención de salvación para curar las heridas del alma y del cuerpo, para restituir justicia y para ayudar a reemprender la vida con dignidad». Se trata de una intervención transformadora y eficaz. Nosotros estamos llamados a responder de la misma manera frente a todos los rostros de pobreza que a diario se nos cruzan por la vida. Sobre este particular el Papa afirma: «La solicitud de los creyentes no puede limitarse a una forma de asistencia —que es necesaria y providencial en un primer momento—, sino que exige esa “atención amante”, que honra al otro como persona y busca su bien». Liberar a los pobres de sus estigmas, de las discriminaciones a los que la misma sociedad los mantiene sometidos, pues les resultan una carga, una molestia. Y es importante dejar hablar al Sumo Pontífice, quien asevera que «la pobreza no es algo buscado, sino que es causada por el egoísmo, el orgullo, la avaricia y la injusticia. Males tan antiguos como el hombre, pero que son siempre pecados, que afectan a tantos inocentes, produciendo consecuencias sociales dramáticas». Dios se hace cercano a los pobres y nos invita a serlo también nosotros. «A partir de esta cercanía, concreta y tangible, comienza un genuino itinerario de liberación: “Cada cristiano y cada comunidad están llamados a ser instrumentos de Dios para la liberación y promoción de los pobres, de manera que puedan integrarse plenamente en la sociedad; esto supone que seamos dóciles y atentos para escuchar el clamor del pobre y socorrerlo”». A continuación de este artículo publicamos en su integralidad el mensaje del Papa Francisco para esta II Jornada Mundial del Pobre. Leámoslo, reflexionémoslo en familia, en las pequeñas comunidades, casas católicas, grupos parroquiales, movimientos apostólicos y adoptemos iniciativas en consecuencia con esta llamada. Sería interesante que, tal como se realizó en la primera Jornada, se organicen “mesas comunitarias” en las parroquias y que, atendiendo a la crisis humanitaria de los hermanos venezolanos, que se suman a tantos rostros de la pobreza en nuestras ciudades, invitemos algunos de estos hermanos y los integremos a otros hermanos y hermanas vulnerables, haciéndolos sentir hermanos y hermanas, a quienes tratamos con cercana ternura y dignidad. Servir al Señor en la persona de los pobres no es una opción, es un imperativo moral. DESCARGA EL MENSAJE DE LA JORNADA MUNDIAL DE LOS POBRES