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violencia

Mar 7 Jun 2022

Compromiso ciudadano

Por: Mons. Ricardo Tobón Restrepo - Estamos viviendo un momento electoral de gran importancia para nuestro país. Es tiempo de discernimiento, de opciones, de compromiso. Sobre todo, es una ocasión para consolidar valores democráticos y lograr que la libertad de todos se oriente al bien común. Esto, en un contexto en el que constatamos que se ha agrietado el tejido social y se ha disminuido la confianza en nuestra organización como nación. Es preocupante la falta de seguridad en las relaciones, en los liderazgos, en la política, en la empresa, en la academia, en las instituciones de la República y también en la Iglesia Católica. Llevamos tantos años tratando de superar las crisis creadas por la injusticia social, la violencia, el narcotráfico, la falta de cultura ciudadana, la ausencia de un verdadero plan nacional posible y efectivo, la presencia de tantas formas de corrupción, que pareciera que entramos en un agotamiento del modelo político o en un laberinto creado por los apetitos insaciables de dinero, de poder y de placer o en un estado de cansancio ante estructuras que limitan un proceso más rápido y eficiente para superar las graves problemáticas sociales que padecemos. Siguiendo la Doctrina de la Iglesia, vemos que a la base de muchos males está un desconocimiento de la dignidad de la persona humana, la incapacidad de representación que afecta a numerosas instituciones, la agresividad con la que nos herimos cada día, el egoísmo que impone el interés particular sobre el bienestar de todos, el abandono de Dios fuente y culmen de la vida personal y de la organización social. Todo esto afecta la convivencia, impide la misión de cada uno, arruina los logros obtenidos, retarda una respuesta a las expectativas y necesidades de la población. Ante esta realidad, se instala la ilegalidad en nuestro proceder cotidiano, cunden el descontento y el miedo, empieza a pensarse que es preciso emprender protestas violentas y avivar los conflictos. Nada más equivocado y dañino que proceder de esa manera. Esta es la hora, más bien, para un profundo análisis a nivel personal e institucional. Nos ha faltado reflexión y compromiso. Debemos reconocer que el esquema de vida planteado no ha sido respaldado por un desarrollo humano integral. Cuando nos guían el individualismo y la codicia nuestra relación laboral, urbana y mediática, termina en una guerra despiadada. Necesitamos una profunda renovación de las instituciones y de las personas. Necesitamos aplicar la ley, pero sobre todo humanizar la convivencia. Las relaciones humanas van más lejos que la imposición del derecho, sin desconocer que éste es fundamental para que la vida social se base en la justicia. La Doctrina Social de la Iglesia enseña que una auténtica democracia no es sólo el resultado de un respeto formal de las reglas, sino el fruto de la aceptación convencida de los valores que inspiran los procedimientos democráticos en orden a salvaguardar los derechos humanos y a proteger el bien común. Debemos ser conscientes que en este momento crucial nos hace mucho mal la violencia, la descalificación abusiva de los demás, el pesimismo y la indiferencia. Hoy el Espíritu nos impulsa a un diálogo social fecundo, fundado en el respeto mutuo y en la verdad que nos hace libres. Por encima de los errores y de los problemas que sufrimos, hay que mantener el respeto que merece cada persona, cuidar lo que todos hemos construido y reforzar los lazos de solidaridad entre hermanos de una misma nación. Es necesario que todos participemos y nos comprometamos en la construcción de nuestro país, con sensatez, fortaleza y esperanza. + Ricardo Tobón Restrepo Arzobispo de Medellín

Mar 10 Mayo 2022

Candidatos presidenciales invitados a firmar pacto por una campaña política pacífica

A 20 días de la primera vuelta de las elecciones presidenciales, los candidatos se reunirán este martes 10 de mayo, convocados por la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI), por varias organizaciones sociales y la Iglesia Católica, donde firmarán un acuerdo por la no violencia en la campaña política. En días pasados la Iglesia, a través de monseñor Héctor Fabio Henao Gaviria, delegado de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) para las relaciones Iglesia-Estado, había anunciado esta propuesta, recordando que es importante que "se trabaje de manera muy decidida para excluir el lenguaje de odio en las campañas, excluir cualquier forma de agresión a través de redes sociales y de cualquier otro vehículo. El país necesita que se hagan todos los esfuerzos necesarios para que se escuchen las voces de otras propuestas políticas de manera respetuosa". Igualmente planteó que, “estamos viviendo un ambiente electoral profundamente marcado por la estigmatización, que reduce las posibilidades de comprender a fondo los planteamientos de las diferentes campañas políticas y que pone en alto riesgo a quienes ejercen la labor política. Colombia está en un momento de posiciones extremas, en las cuales no prima la búsqueda de los programas o de un debate serio”. De acuerdo con lo reportado por la Misión de Observación Electoral – MOE, entre el 13 de marzo de 2021 y 13 de marzo de 2022, se han identificado 581 agresiones a líderes políticos, sociales y comunales del país, lo que hace de este periodo el más violento en los últimos tres procesos electorales de Colombia. Frente a estas cifras Alejandra Barrios, directora de la MOE, afirmó “este panorama genera preocupación pues los líderes políticos son los principales participantes en los procesos electorales, y la experiencia desde 2014 evidencia que, en el marco de los mismos, las agresiones contra este tipo de liderazgo tienden a aumentar; situación que nuevamente ocurre en el 2022”. Por su parte, Luciano Sanín, director de Viva la ciudadanía señaló que, “no podemos normalizar la violencia política en medio del proceso electoral, las autoridades públicas, las organizaciones políticas y la sociedad civil deben comprometerse a condenar y no tolerar todo acto de violencia”. Finalmente, Deisy Aparicio, vicepresidenta del comité del Consejo Nacional de Paz considera, “este pacto se convierte en un primer paso hacia el logro del gran Pacto Político Nacional, ubicado en el Acuerdo Final de paz, ya que, propiciar escenarios de reconocimiento entre contendores políticos, aporta al cambio de las narrativas sociales del enemigo y compromete los liderazgos políticos en el reconocimiento del dialogo diverso y del rechazo de los mensajes de odio y discriminación”. Esta iniciativa se realizará gracias al impulso de las siguientes organizaciones: Consejo Nacional de Paz, Reconciliación y Convivencia, Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI), la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), la Misión de Observación Electoral (MOE) y Viva la Ciudadanía, con el acompañamiento de la Misión de Verificación de las Naciones Unidas en Colombia. La firma de este Pacto se llevará a cabo este martes 10 de mayo en el Auditorio del Colegio de Bethlemitas.a las 8:00 p.m. Fuente: Of. de comunicaciones del Secretariado Nacional de Pastoral Social – Caritas Colombia

Mié 20 Abr 2022

En Buenaventura aumenta violencia, confinamiento y desplazamiento

Insistente llamado al Gobierno hace el obispo de Buenaventura, monseñor Rubén Darío Jaramillo Montoya, quien asegura que el incremento de la violencia y el desplazamiento en esta región del país sigue creciendo. El prelado en diálogo con el Departamento de Comunicaciones de la Conferencia Episcopal, mostró una breve radiografía de lo que está sucediendo en esta región del país. Informó que el ELN reunió a la comunidad de la Vereda San Isidro y “les dijeron que era mejor que se fueran porque iba a ver muchos combates y que peligraban sus vidas, entonces la gente comenzó a salir”, por esta razón, y desde una semana antes del Domingo de Ramos han llegado al Coliseo Cubierto El Cristal de Buenaventura alrededor 200 personas desplazadas. A esta población que se encuentra en unas condiciones difíciles, la Pastoral Social de la Diócesis les ha venido ofreciendo alimentación y artículos de primera necesidad. Así también, está acompañando a los líderes, quienes reclaman la presencia del Estado. También aseguró que la Armada Nacional ha estado llegando hacia ese territorio, pero su presencia no es permanente, ellos solo van de paso. “Pero ellos dicen (habitantes) cuando está la Armada y se quedan no me pasa nada, pero cuando se van al otro día llegan los otros grupos a amenazar y a estigmatizar”. Agregó que en las comunidades del Bajo Calima la gente está cansada, viven en una zozobra y en un miedo permanente por los constantes enfrentamientos que se presentan. Pero también dijo que hay “otras veredas que se están viniendo hacia el casco urbano, hay veredas prácticamente vacías, que tenían 400 o 500 habitantes y ya no queda nadie, otros están allí confinados”. A esta problemática, expuso el obispo, se suma también toda la violencia urbana en Buenaventura, que se genera “por la disputa de territorios entre un grupo llamado los Chotas y otros los Espartanos, que son grupos delincuenciales locales, que cuidan el transporte de la cocaína, hacen extorsión, robos y amedrantan a la comunidad”. Agregó que “todos los productos de la canasta familiar ellos la manejan, cobran un impuesto, nadie puede vender, sino los que paguen el impuesto, el resto no pueden comercializar ningún tipo de productos de la canasta familiar. Ellos todo lo dominan en la ciudad y lo que sale de la ciudad también para la zona rural”. Se requiere la presencia del Estado Frente a este difícil panorama monseñor Jaramillo Montoya reclamó la presencia del Estado, “no puede ser que estos territorios estén solamente al margen de todo el orden nacional y que la autoridad allá la ejerzan solamente los grupos al margen de la ley”. “Necesitamos una presencia del Estado. Primero, del Ejército Nacional, los necesitamos allá, que estén permanentemente en ese lugar; segundo, que junto con la fuerza pública llegue la inversión social, llegue el desarrollo, que mejoremos las escuelas, que haya mejor transporte, que haya ayuda a los campesinos que siembran arroz, siembran cacao y siembran otro tipo de cultivos lícitos, que se le apoye a ellos. Los narcotraficantes sí están apoyando con semilla, con asistencia técnica, con economía a los campesinos para que siembren la coca, no es justo que los narcotraficantes hagan ese papel también hecho y el Gobierno no lo esté haciendo en esos territorios”, concluyó el jerarca.

Mar 19 Abr 2022

Iglesia: Tristeza y dolor por acto terrorista en Tame, Arauca

Así lo dejó ver el obispo de Arauca, monseñor Jaime Cristóbal Abril González, quien a través de un comunicado expresó su total rechazo por los hechos de violencia que se registraron, este domingo 17 de abril, en la zona rural de Tame, Arauca, dejando como saldo cuatro muertos, dos de los cuales son niños. "Toda muerte nos duele. Pero más todavía nos duele la muerte y las heridas de los niños, nuestros niños, que son totalmente inocentes de esta locura de ola de violencia a la que se ha sometido la región, especialmente en este año". En su mensaje, ofreció su voz de condolencia y solidaridad a las familias afectadas y aseguró su oración por el eterno descanso de los fallecidos. "Queridas familias, su sufrimiento es también nuestro". Así también, imploró de Dios por la pronta recuperación de los heridos. "pedimos fortaleza, serenidad y esperanza tan necesarias en estos momentos". El prelado pidió a las autoridades competentes, esclarecer prontamente lo sucedido e identificar a los responsables de ese acto terrorista. Al dirigirse a los actores violentos, les pidió respetar el Derecho Internacional Humanitario, excluir a la población civil del conflicto y a explorar otros caminos, entre ellos el diálogo que permita llegar a "soluciones reales y duraderas". [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]

Mié 30 Mar 2022

¡Alta tensión!

Por: Mons. Carlos Arturo Quintero Gómez - La tensión que se vive hoy entre Rusia y Ucrania, pone en riesgo las libertades, la economía mundial y deja en evidencia lo que un solo hombre, puede hacer maquiavélicamente, cuan do detenta el poder, manipulando conciencias, usando la mentira como medio de gobierno y generando fratricidios, ‘la muerte entre hermanos’. El rostro de Vladimir Putin no es desconocido para el mundo; cuando se le ve ante las cámaras, aparece con un rostro adusto, una mirada siempre fija, pocos movimientos corporales, casi impávido, voz dominante y desafiante; ‘la imagen de un político pragmático, duro y decidido’, que se ha ido fortaleciendo con el pasar del tiempo. Desde muy joven, en su misión de espía aprendió el arte del engaño, la artimaña del fingimiento y desde, el Kremlin, se ha ido posicionando, a lo largo, de los años, con la anuencia de sus compatriotas, como un dictador que, aunque habla de auténtica democracia, ha llevado a Rusia a la mutación hacia una autocracia. Digo, con la anuencia de sus compatriotas, pues, aunque su popularidad ha ido deteriorándose por sus políticas de guerra, es constatable, que un alto porcentaje de la población está a favor de las políticas de gobierno de Putin; muchos consideran, que ‘Rusia ha estado siempre mejor cuando la han dirigido con mano dura’, como en tiempos de Stalin, Pedro el Grande, Catalina la Grande e Iván el Terrible. Estos son datos de Bernhard Mohr, en su obra “Democracia envenenada, Rusia en la era de Putin”. No es sólo el petróleo o el gas lo que está en juego, es el poder de un imperio, ya que, aunque Rusia es una potencia mundial perdió la hegemonía de un poder en la unificación de la Unión Soviética, que aún hoy muchos siguen anhelando. En esta amenaza mundial, de nuevo los organismos internacionales, evidencian su resquebrajamiento moral y su falta de sindéresis, a la hora de apoyar un gobierno o combatir a quienes detentan el poder, subyugando a sus pueblos. Es la muestra de una burocracia que sigue rampante, mientras el clamor de los ciudadanos de muchos países, como Venezuela, Nicaragua, Cuba, se esfuma en el horizonte sin que haya soluciones de raíz. Indudablemente la arremetida de países europeos, estados Unidos, empresarios, multinacionales, encerrando a Rusia, en medio de bloqueos económicos, es una medida, que aún no ejerce la presión que debería darse. Lo que sí es valioso, es el intento de muchos países, de la ONU y de la misma Iglesia, por promover el diálogo como camino para bajar la tensión y llegar a acuerdos importantes para la paz. Pese a todos los esfuerzos, Putin sigue aferrado a sus consignas de dominio y extermino. No entendemos cómo en nuestros países, los mandatarios gobiernan desde sus propias políticas y no con políticas de estado. Baste dos ejemplos: si un mandatario es pro-vida, defiende la vida; si no lo es, además de atacarla, promueve el aborto. Otro ejemplo, un mandatario propone sus reformas económicas y aplica sus propios modelos, con el riesgo de terminar instaurando su propia ideología, dañina para la democracia; si no tiene mucho conocimiento en economía, termina bajo la línea de ensayo-error, con economías alternas, no científicas y menos aplicables a sociedades democráticas. Esta manera de gobernar es infame. Seguramente los lectores, coincidirán conmigo en algunas ideas relevantes sobre Putin, sin embargo, permítanme sugerirles el texto “La democracia envenenada”, en la que Bernhard Mohr, hace un recorrido histórico, cultural y social por Rusia y las intenciones de Putin. Quizá sea hora de comprender lo que está ocurriendo en Europa, la alta tensión entre Rusia y Ucrania y darnos cuenta que, Colombia, no está exenta de estos avatares de la guerra. Los colombianos tendríamos que hacer un examen de conciencia para reconocer que aunque seguimos hablando de ‘democracia’, hemos usado tanto este concepto, que ahora se le piensa y se le define con ambigüedades; es importante que los ciudadanos actuemos con responsabilidad, acudiendo a las urnas, sin dejar mancillar la conciencia, vendiendo o comprando votos; votando con dignidad por aquellos que realmente serán nuestros mejores representantes, capaces de defender, no sus intereses personales, sino los derechos de una sociedad. Hoy se requieren gobernantes que defiendan la vida, que promuevan los derechos de todos y custodien, especialmente los derechos de los más vulnerables, de los pobres y descartados socialmente; que no negocien sus principios, que se preocupen por la familia colombiana, por una educación integral, por el desarrollo de los pueblos, con la participación de todos; que tenga un respeto por la ‘persona’ y se consagren a un gobierno de todos, para todos y con todos. + Carlos Arturo Quintero Gómez Obispo de Armenia

Vie 18 Mar 2022

Firma nacional por una cultura política y la no violencia en la campaña electoral

El Secretariado Nacional de Pastoral Social – Cáritas Colombiana (SNPS-CC) como uno de los representantes de la sociedad civil del Consejo Nacional de Paz, Reconciliación y Convivencia observa con preocupación la violencia y los niveles de estigmatización contra líderes políticos y sociales que afecta la democracia y el debate político constructivo en Colombia. De acuerdo con el Quinto informe preelectoral de violencia contra líderes políticos, sociales y comunales -13 de marzo de 2021 a 13 de enero de 2022- realizado por la Misión de Observación Electoral (MOE), en lo que va del calendario preelectoral se han registrado 180 hechos de violencia contra líderes políticos (que representan el 39,6% del total de casos), por lo que se trata del segundo tipo de liderazgo más afectado. Se presentó un aumento de 89.5% en los hechos de violencia frente al 2017, así como un incremento de 24.1% en los hechos letales (al pasar de 29 a 36) contra este liderazgo. Dicho panorama genera preocupación pues si la violencia contra líderes políticos se está recrudeciendo desde el año preelectoral, el desarrollo de las elecciones en el 2022 puede presentar una situación devastadora. Como respuesta al panorama anterior, el pasado 8 de marzo, presidentes y representantes de diversos partidos políticos suscribieron el Pacto por la vida, una cultura política pacífica, por la democracia y la no violencia en las elecciones y en el ejercicio político, la firma tuvo lugar en la Casa de Nariño y su objetivo principal fue contribuir a la eliminación de los hechos de violencia, estigmatización e intolerancia relacionadas con la contienda política. Para esto, los partidos se comprometieron a propender por una cultura política basada en el reconocimiento y en el respeto por el opositor político, rechazar públicamente y denunciar ante las autoridades competentes todo lo que amenaza el funcionamiento de la democracia que afecta la participación política, utilizar de manera responsable y respetuosa los espacios en medios de comunicación y redes sociales, promover el ejercicio libre y consciente de los derechos políticos de toda la ciudadanía e impulsar, respetar y reconocer la participación paritaria de las mujeres. Como firmantes del Pacto estuvieron presentes directores y representantes de los partidos: Conservador, Partido de la U, Cambio Radical, Polo Democrático, Alianza Verde, Comunes, GSC Colombia Justa y Libres, MIRA, MAIS, Colombia humana, entre otros. Se contó con la participación del presidente de la república, Ivan Duque, el ministro del interior, Daniel Palacios, el registrador nacional, Alexander Vega y el director del SNPS-CC, Monseñor Héctor Fabio Henao. La iniciativa del Pacto es liderada por el Consejo Nacional de paz, reconciliación y convivencia, conformado por 105 representantes: 35 de la institucionalidad y 70 de la sociedad civil –de 36 sectores-, cumpliendo funciones como órgano asesor y consultivo del Gobierno Nacional, cuyas tareas centrales son asesorar la política de paz, reconciliación, convivencia y no estigmatización, además de facilitar la colaboración armónica de las entidades y órganos del Estado en el tema. Desde el SNPS-CC, la iniciativa del Pacto por una cultura política y la no violencia en la campaña electoral, fue liderada y acompañada por el proyecto Estrategias del Diálogo Social, el cual, busca el desescalamiento de la violencia en el país y la implementación de mecanismos de diálogo como una un camino hacia la resolución pacífica de conflictos. Este proyecto es financiado por Caritas Francia, Caritas España y Cáritas Escocía. Fuente información y fotos: Of. comunicaciones SNPS-CC

Mar 15 Mar 2022

Diócesis de Cúcuta y Tibú rechazan actos violentos contra misiones humanitarias

Ante los hechos de violencia contra líderes sociales en los municipios de Sardinata y Bucarasica, las Diócesis de Cúcuta y Tibú, alzaron su voz de rechazo frente a cualquier acción que atente contra la vida y la dignidad de cualquier persona. “nos duelen los hechos violentos que se presentaron en los últimos días en los municipios de Sardinata, Bucarasica y Tibú, donde tiene incidencia el proyecto: PARTICICIPACIÓN Y AUTODETERMINACIÓN POLÍTICA SOCIAL Y ECONÓMICA PARA LA TRASFORMACIÓN POLÍTICA PACÍFICA DE CONFLICTOS EN EL CATATUMBO, COLOMBIA-FASE III “PARTICIPAZ” (…) que trajeron como consecuencia la muerte del líder social Arquímedes Rivera Remolina, dejando también herido al líder social Jesús Emel Ochoa, ofrecemos a sus familias nuestra oración, condolencia y solidaridad”. En un comunicado, hacen ver como los grupos armados al margen de la ley siguen atemorizando a las comunidades en las zonas del Norte de Santander, causando dolor en las familias que se ven afectadas por los constantes atentandos, secuestros, desplazamientos, paros armados, entre otros. Hacen un llamado a todos los actores para que se busquen caminos de diálogo y se preste la atención necesaria a esta problemática. “Las Iglesias particulares de Cúcuta y Tibú invitan a los actores armados al respeto a la vida, los Derechos Humanos, al Derecho Internacional Humanitario; y a través del diálogo y el consenso, encontrar los caminos para la convivencia, el perdón, la reconciliación y la paz. De igual manera, hacemos un llamado a las autoridades competentes al esclarecimiento de estos hechos de violencia y a proporcionar la seguridad y confianza suficientes, para que las misiones humanitrias no sean víctimas de atentandos”

Vie 4 Mar 2022

Directivas de la Conferencia Episcopal visitarán territorios del Chocó

Como signo de sinodalidad y cercanía a los obispos, sacerdotes y comunidades del Chocó, las directivas de la Conferencia Episcopal de Colombia, presidida por monseñor Luis José Rueda, estarán los días 05 y 06 de marzo, visitando algunas zonas de este Departamento. La visita se dará luego, que los obispos católicos del Chocó y Urabá antioqueño, hicieran la invitación a las directivas, para que escuchen de primera mano la voz de las comunidades, quienes incesantemente claman de los actores armados se respete el Derecho Internacional Humanitario y haya un cese al fuego que permita detener la violencia y abrir caminos hacia la paz, en estos territorios tan golpeados y abandonados por el Estado. Entre los puntos de la agenda, está para el sábado 05 de marzo a las 7:00 p.m. la realización de una “Velatón por la Paz del Chocó”, en la Diócesis de Quibdó; el domingo 06 de marzo a las 9:00 am. en la Diócesis de Istmina-Tadó, una rueda de prensa, donde se presentará un balance de esta visita; y concluirá este mismo día con una eucaristía a las 11:00 a.m. en el Santuario Jesucristo, Divino Ecce Homo, Plan de Raspadura del municipio Unión Panamericana. Se tiene previsto que asistan monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia; y el secretario general, monseñor Luis Manuel Alí Herrera, obispo auxiliar de Bogotá.