El Señor no es indiferente a nuestros sufrimientos, viene para darnos consuelo y mitigar nuestro dolor. Esta es la reflexión que comparte para este primer domingo de Adviento, el arzobispo de Bogotá, cardenal Rubén Salazar Gómez.
El Departamento de Liturgia del episcopado, gracias a la colaboración del padre Diego Uribe, sacerdote de la Arquidiócesis de Medellín, comparte un insumo para vivir el tiempo de Adviento.