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asamblea plenaria

Lun 6 Jul 2020

Iglesia reflexiona claves pastorales para continuar la tarea evangelizadora

Este lunes 06 de julio se ha dado inicio a la 110 Asamblea Plenaria de Episcopado Colombiano que, en esta ocasión y de manera inusual, se realizará virtualmente. Cada uno de los arzobispos, obispos y vicarios apostólicos, se encuentran en sus respectivos territorios desde donde, gracias a la tecnología, se conectan con la sede del episcopado en Bogotá, donde está el secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, junto con varios directores de departamento de la institución. En su discurso de apertura, monseñor Óscar Urbina Ortega, presidente de la CEC, se refirió a la crisis sanitaria que afecta al país y al mundo entero, tema central que marcará la reflexión de los obispos. Al respecto, dijo que la transformación que la Iglesia colombiana requiere ahora, comienza por la toma de conciencia del momento complejo que se atraviesa por cuenta de la pandemia. “Desde una perspectiva de fe, la trágica y dolorosa crisis sanitaria nos introduce, sin embargo, en un nuevo tiempo de gracia, en un Kairós con múltiples desafíos que es preciso discernir y a los cuales es necesario responder, pero que en últimas, nos confronta con la permanente novedad del Evangelio que es el llamado a la conversión”, afirmó. La agenda de trabajo, que se extenderá hasta el miércoles 8 de julio, permitirá que los obispos del país se encuentren a través de una plataforma virtual y reflexionen sobre un objetivo planteado para esta ocasión: el “discernir, a la luz del Evangelio, la hora presente de la Iglesia y el mundo, marcada por la pandemia del Covid-19, que nos pide pensar y replantear las realidades fundamentales de la convivencia social, religiosa, política, económica, cultural y ecológica, para situar la misión de la Conferencia Episcopal en este contexto y establecer sinodalmente las claves y directrices pastorales para continuar la tarea evangelizadora”. El también arzobispo de Villavicencio mencionó en su alocución que esta Asamblea cierra las dos primeras décadas del tercer milenio y plantea un nuevo horizonte para el camino de la Iglesia. “Estas dos décadas se cierran con un fenómeno de pandemia que ha paralizado al mundo y que pone en cuestión el camino, la metodología, las opciones y hasta las finanzas de la Iglesia. Se abre un horizonte que parece brumoso, incierto y hasta tenebroso”. Así mismo recordó la misión por la que fueron llamados al servicio episcopal, la de guiar y estar al servicio de los demás, dijo que para realizar esta misión se requiere de creatividad y liderazgo enraizado en la persona de Jesús. “Esto implica cambiar los paradigmas y ser dóciles para dejarnos guiar por el Espíritu Santo, que nos llena de valor, imaginación y creatividad para favorecer nuevos ministerios y servicios e ir como Jesús hacia las periferias, y para salir como los Apóstoles de los cenáculos que encierran y no confrontan”. Pidió no ver este momento de la pandemia como una fatalidad irreversible, sino más bien como una posibilidad de conversión y cambio en el ser humano y agregó que “el corazón humano, centro de nuestro trabajo evangelizador, desempeña un papel relevante para ayudar a gestar un mundo nuevo, en medio y después del drama que estamos viviendo (…) El tiempo que vivimos es el terreno donde acontece la obra buena de Dios en nosotros. Señala horizontes y empieza a hablarnos de Dios. Él, interviene y revela comienzos completamente nuevos”. Estamos iniciando una nueva forma de ser Iglesia en salida Acentuó que en este momento de la historia humana la Iglesia debe estar en la capacidad de evangelizar como Jesús y estar atenta a realizar un discernimiento sobre el qué hacer, cómo y a quién servir. “El discernimiento nos convoca a la comprensión espiritual y a la acción que nos exige una profunda formación espiritual, que cobije toda la persona”. Lo anterior añadió “nos pide mirar la cultura expresada en estos momentos de cuarentena, no para juzgarla, menos acusarla, sino para una toma de conciencia”. Por otra parte, observó que la pandemia ha llevado a crear una cultura del uso de la tecnología, es decir, a una globalización desenfrenada; “esto expresa una fe insaciable de respuestas que sin duda están indicando la necesidad de un encuentro de la cultura con el misterio, para una experiencia profunda de Dios”, por lo que pidió hacer una lectura cuidadosa sobre el comportamiento de las personas en estos momentos de crisis, sus necesidades, líneas de pensamiento, modelos de vida que hayan podido ser afectados, pero no solo de los creyentes, sino de los diferentes actores presentes en este contexto. “Todo esto desvela ante nuestros ojos la necesidad que el servicio del Evangelio vaya al corazón de la cultura colombiana, profundamente mestiza y a la vez hija de nuestro tiempo; se requiere conocer sus profundas raíces que impactan en las toma de decisiones de las personas y en la que sutil o explícita aparece la presencia divina; no podemos cerrar los ojos, ante una identidad cada vez más frágil, que no permite enfrentar el pluralismo, ante una mentalidad materialista y superficial, ante las violencias que se extienden a lo largo y ancho del país, y ante la deshumanización que impide dejar salir las bondades que se esconden en el propio corazón para reconocer y vivir la fraternidad”, aseveró. Nuestra tarea es hacer posible nuevos comienzos de la fe Monseñor Urbina advirtió que en estos momentos en que la Iglesia no ha podido acompañar de cerca a sus fieles, ni recibirlos en los templos, es cuando más se requiere de creatividad pastoral, así como lo ha venido haciendo, valiéndose de las redes de la información y de los medios de comunicación. “Necesitamos generar proyectos y objetivos claros, dinamizadores que pongan en movimiento las comunidades locales (…) Nuestra tarea es hacer posible nuevos comienzos de la fe, favorecerlos, acompañarlos en un clima de humildad y espíritu de servicio. Estamos iniciando una nueva forma de ser Iglesia en salida”. Apuntó que solo se logrará llegar a un nuevo amanecer, a la superación de la pobreza, la reconciliación, la fraternidad y la fe de los pueblos, si se trabaja de manera sinodal comunicando la esperanza como “pueblo Santo de Dios que peregrina en Colombia”, es decir, siendo misioneros de esperanza y sirviendo a los más necesitados.. “Nuestra espiritualidad misionera debe vivir la experiencia del servicio a los hermanos que sufren, como el mejor lugar de encuentro con Jesucristo. Él es la Piedra Angular de la esperanza para Colombia. Él nos hace ver con realismo nuestras posibilidades de un nuevo futuro, nos acompaña y previene contra el pesimismo reinante que atemoriza, y no nos deja caer en la tentación de euforia, que ciega ante los obstáculos en el camino de un futuro nuevo”. Finalmente, al referirse a las diferentes realidades y preocupaciones que aquejan a cada uno de los obispos en sus regiones, el prelado evocó las palabras que el Papa Francisco pronunciara en su visita a Colombia: “Siento el deber de transmitirles mis ganas de darles ánimo. Los animo, pues, a no cansarse de hacer de sus Iglesias un vientre de luz, capaz de generar, aun sufriendo pobreza, las nuevas creaturas que esta tierra necesita. Hospédense en la humildad de su gente para darse cuenta de sus secretos, recursos humanos y de fe, escuchen cuánto su despojada humanidad brama por la dignidad que solamente el Resucitado puede conferir. No tengan miedo de migrar de sus aparentes certezas en búsqueda de la verdadera gloria de Dios, que es el hombre viviente. ¡ánimo! Los animo en este camino”.

Sáb 4 Jul 2020

La Asamblea del Episcopado colombiano virtual

En medio de la contingencia que nos ha tocado vivir por la pandemia del coronavirus, se realizará de forma virtual la 110ª Asamblea del Episcopado Colombiano, los días 6, 7 y 8 de julio, no sin antes haber tenido dos encuentros preparativos, también de forma virtual, de las Comisiones episcopales y las Provincias Eclesiásticas. El objetivo general de la Asamblea convocada es “discernir, a la luz del Evangelio, la hora presente de la Iglesia y el mundo, marcada por la pandemia del Covid-19, que nos pide pensar y replantear las realidades fundamentales de la convivencia social, religiosa, política, económica, cultural y ecológica, para situar la misión de la Conferencia Episcopal en este contexto y establecer sinodalmente las claves y directrices pastorales para continuar la tarea evangelizadora”. Sin duda que será una reunión del todo inédita. Un nuevo aprendizaje, no siempre fácil, nos ha tocado hacer a los Obispos. Es cierto que sentimos nostalgia, pues cada Asamblea, más que el trato de temas y situaciones especiales, es una ocasión de compartir personalmente con los hermanos obispos, fortaleciendo los vínculos de la colegialidad episcopal, la fraternidad y la ayuda espiritual, pues cada reunión tiene una alta dosis de encuentros y celebraciones litúrgicas, en especial la santa Misa concelebrada por todos. Con base en el propósito de esta reunión, aprobada por la Congregación para los Obispos por su especificad, es importante que los presbiterios, las comunidades religiosas, los grupos apostólicos y los fieles en general, se unan en oración para que podamos tener una reunión fructífera. Los retos y necesidades son innumerables. Las enseñanzas de este tiempo de “encierro” tocan todos los campos de la vida individual, de las comunidades eclesiales y el mundo en general. Por eso, haremos los obispos una aproximación a la situación actual, a las luces y sombras que han aparecido en estos días. Igualmente, se compartirán las acciones concretas que la Iglesia colombiana ha hecho en favor de los más necesitados, de los enfermos, de los migrantes, de los presos y de quienes se han visto afectados humana, psicológica y espiritualmente por la pandemia. Se evaluará la presencia física y a través de los medios de comunicación, TV, radio y redes sociales de la Iglesia con las celebraciones litúrgicas, las jornadas de oración, las consejerías y las múltiples iniciativas que los sacerdotes en general han tenido para acompañar a sus fieles y hacer cercano el abrazo paternal del Señor que no abandona a sus hijos. Pero también nos vamos a preguntar sobre el futuro de la Iglesia y su acción evangelizadora en la época de la post pandemia, pues el mundo y la Iglesia no serán iguales una vez pase esta prueba. Más aún, no es necesario mirar al futuro, el presente nos habla a gritos diciéndonos que muchas cosas han cambiado ya. ¿Qué lecciones nos está dejando la pandemia? ¿qué caminos nos está señalando Dios en este momento? Serán las preguntas claves de nuestro encuentro virtual. Nos vamos a preguntar, seguramente, sobre el significado de la “nueva normalidad” de la que se habla tanto, y la visión que desde el humanismo cristiano esa “nueva normalidad” deberá tener. En fin, desde ahora los obispos nos ponemos en las manos de Dios, le pedimos su luz y su fuerza para entender este su kairós y la paciencia para estar cerca de seis horas diarias delante del computador. + Luis Fernando Rodríguez Velásquez Obispo Auxiliar de Cali

Jue 6 Feb 2020

CUARTO DÍA. Informativo de la Conferencia Episcopal: ‘ASÍ VA LA ASAMBLEA’

La Conferencia Episcopal de Colombia presenta el informativo: ‘ASÍ VA LA ASAMBLEA’. Conozca las principales proyecciones pastorales a partir de este encuentro, que convocó a más de 100 obispos, en un trabajo articulado con directores de departamento del SPEC y expertos en temas ambientales.

Lun 3 Feb 2020

“Estar poseídos es tener acaparado el corazón de egoísmo, odios, venganzas”: Mons. Urbina

Iluminados por el Evangelio de san Marcos, que narra la expulsión de los demonios de un hombre poseído, monseñor Oscar Urbina Ortega, arzobispo de Villavicencio y Presidente de la Conferencia Episcopal, dijo, durante su homilía, que es importante que el hombre de hoy "expulse del corazón humano lo que pretende someterlo, poseerlo y esclavizarlo". "Hoy estar poseídos es tener acaparado el corazón de los egoísmos, los odios, las venganzas, la codicia que lleva a la explotación a toda costa de los recursos de la naturaleza para el disfrute de unos pocos, hiriendo a los más pobres y a la misma naturaleza", afirmó. En su reflexión, al inicio de la CIX Asamblea Plenaria, el prelado enumeró algunas de las alineaciones que marcan hoy al mundo: "la codicia, que alimenta la corrupción en tantos espacios de la vida personal, social y político; el narcotráfico, que ha invadido hasta los espacios sagrados de la vía familiar (...); el fanatismo religioso e ideológico y el político, que solo piensa en el poder, renunciando a mirar el bien común y la centralidad de la persona humana", al respecto dijo que hoy la persona se esconde detrás de máscaras que le impiden mostrar su auténtico rostro. El arzobispo sostuvo que ante la avalancha de mensajes y acciones que mueven al mundo, el hombre se ha vuelto incapaz de discernir y sintetizar lo que realmente tiene sentido para su vida. "Terminamos dominados por diversos impulsos, muchas veces contradictorios, que se convierten en auténticas esquizofrenias en los comportamientos vividos hoy en los diversos ambientes y situaciones de nuestra vida".

Jue 4 Jul 2019

El Mutuo Auxilio Sacerdotal Colombiano cumple 40 años de servicio

En el marco de la CVIII Asamblea Plenaria del Episcopado, se celebró el aniversario de los 40 años del Mutuo Auxilio Sacerdotal Colombiano (MASC), institución que desde 1979 ha beneficiado a más de 7 mil obispos y sacerdotes ancianos y en condición de discapacidad en el país. Durante su intervención monseñor José Daniel Falla Robles, obispo de Soacha y presidente del MASC, agradeció a los obispos la disponibilidad y confianza a lo largo de estos 40 años de existencia, animándolos a vivir la corresponsabilidad. Al referirse a la importancia de que el clero esté adscrito y aportando al MASC para su seguridad social, dijo que la solidaridad que se vive desde el MASC ayuda, incluso, a superar sentimientos de aislamiento y soledad. “No se puede vivir el ministerio sacerdotal aislado de los demás sacerdotes”. Desde los orígenes mismos de la Fundación, ha sido de vital importancia la presencia generosa de la Acción Episcopal ADVENIAT, de la Iglesia Alemana. Así mismo, el apoyo de los 6.845 sacerdotes adscritos actualmente al MASC, quienes mensualmente contribuyen con sus aportes. Según cifras ofrecidas por la Institución, en estos 40 años de servicio se han entregado 63.995 auxilios de invalidez, 270.432 auxilios de vejez, para un total de 334.427 auxilios. Sus inicios La Institución nació el 27 de julio de 1979 en el marco de la 35º Asamblea Plenaria del Episcopado Colombiano, como una entidad sin ánimo de lucro que tiene la finalidad de proveer un subsidio económico periódico para los sacerdotes seculares de las jurisdicciones eclesiásticas del país, quienes, por su edad, o por incapacidad física, no pueden continuar con su labor pastoral y, por consiguiente, tener una honesta sustentación económica. La Fundación responde al Decreto "Presbyterorum Ordinis" del Concilio Vaticano II, que ordenó el establecimiento de instituciones que provean la asistencia y la sustentación de los sacerdotes de la tercera edad, el mismo reza "para atender al legítimo derecho de éstos a la previsión social, con lo cual los presbíteros podrán dedicarse con mayor libertad de espíritu al ejercicio del ministerio pastoral; y la consigna del mismo Concilio Vaticano II de fomentar más visible la fraternidad sacramental que los une".

Mar 2 Jul 2019

Desafíos para la misión de la Iglesia en la actual realidad socio-económica

Como preparación para el trabajo por provincias eclesiásticas sobre los desafíos de la realidad socio-económica en relación a la acción pastoral y evangelizadora de la Iglesia Católica, los obispos de Colombia, en el segundo día de Asamblea Plenaria, participaron en el panel ‘La economía colombiana: avances, retos y oportunidades’, que contó con invitados de la institucionalidad y de la sociedad civil. Durante el encuentro de análisis y reflexión se abordaron las temáticas: Colombia en la economía global, a cargo de la doctora Imelda Restrepo, vicepresidenta Desarrollo Económico y Competitividad de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI); Plan Nacional de Desarrollo, aspecto abordado por el doctor Juan Sebastián Robledo Botero del Departamento Nacional de Planeación; calidad del empleo, desempleo e informalidad, temática desarrollada por el doctor Luciano Sanín, director de Viva la Ciudadanía; la economía colombiana entre la legalidad y la ilegalidad, tópico planteado por el doctor Jerónimo Castillo de Fundación Ideas para la Paz. Tras conocer los distintos informes presentados por los participantes, los obispos agradecieron los aportes brindados y reiteraron la opción de la Iglesia por los pobres. En este sentido, manifestaron su preocupación ante la situación de desigualdad que se vive en el país. Pidieron al gobierno nacional diseñar políticas públicas que sean realmente estructurales; a la empresa, que sea más solidaria haciendo un esfuerzo que permita al país crecer económicamente; y a la sociedad civil le ratificaron el ánimo de continuar trabajando conjuntamente y alentaron sus esfuerzos de incidencia “para que haya esos cambios en la política pública y en el control ciudadano de institucionalidad y de la empresa”. Otras de las propuestas expuestas durante la plenaria fueron: la importancia “que un estado benefactor pase a ser estado productor y de promoción de la persona humana”. “Pasar de un subsidio a la mendicidad a un subsidio a la productividad, para que definitivamente se acabe la pobreza, que es un flagelo que afecta enormemente a la población (…) pasar del desempleo al trabajo productivo”. El panel fue moderado por Monseñor Juan Carlos Barreto Barreto, obispo de Quibdó. CVIII ASAMBLEA PLENARIA DEL EPISCOPADO

Vie 28 Jun 2019

Julio 1 al 6: Asamblea Plenaria del Episcopado Colombiano

En esta ocasión el tema de reflexión es: "La economía al servicio de la dignidad humana y del bien común". Durante el encuentro, los obispos profundizarán en las tendencias actuales de la realidad socio-económica colombiana a la luz del Evangelio y de la Doctrina Social de la Iglesia, para proponer líneas de acción pastoral que promuevan el desarrollo integral y solidario. Como cierre de la asamblea y en el marco del centenario de coronación de la Virgen del Rosario de Chiquinquirá, los obispos peregrinarán el sábado 6 de julio a la Basílica de la llamada "ciudad mariana" , donde celebrarán la Eucaristía para pedir por la paz y la reconciliación del país.

Vie 8 Feb 2019

Reconciliación, lucha contra la corrupción y solidaridad: llamado de la Iglesia

Finalizada la Centésima Séptima Asamblea Plenaria del Episcopado colombiano, los obispos, en su tradicional mensaje conclusivo, se refirieron a los desafíos que afronta el país y la urgencia del compromiso colectivo en la superación de los mismos. Perseverar en la construcción de la reconciliación y de la paz, combatir la corrupción, promover la equidad, la solidaridad y mantener viva la esperanza, es el llamado que hacen a los colombianos. Recuerdan que la misión de la Iglesia “implica y exige una promoción integral de cada ser humano”; por tanto, al finalizar el encuentro que tuvo como eje de reflexión la dimensión social de la Evangelización, han enfatizado en la importancia de asumir la cultura del encuentro, “que nos permite abrirnos a aceptar las diferencias y desactivar los odios y las venganzas”. Tras ratificar el rechazo al “imperio nefasto de la muerte” e insistir en defensa de la vida, invitaron a “la guerrilla del ELN a una seria reflexión sobre sus graves acciones” y pidieron a esta guerrilla “abandonen las armas, súmense al esfuerzo de tantos hermanos que han dejado el camino de violencia y se integran a la lucha por una paz verdadera”. A las organizaciones armadas ilegales, “recogiendo la voz del pueblo colombiano (…) les pedimos que abandonen su accionar delictivo”. Al gobierno nacional pidieron “continuar la tarea de convocar a todas las fuerzas vivas del país para definir e implementar una política integral de paz (…) Es preciso seguir buscando las condiciones necesarias para llegar a una solución política del conflicto armado”, precisaron. Sobre la lucha contra la corrupción recordaron la oportunidad que como país tenemos en las próximas elecciones. “Ejerzamos libre y responsablemente el voto, para que venzamos los vicios de la política, que, como dice el Papa Francisco, “socavan el ideal de una democracia auténtica, son la vergüenza de la vida pública y ponen en peligro la paz social” (Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 2019, n. 4). Finalmente, insistieron en la necesidad de avanzar en el compromiso de servicio y solidaridad con los pobres, los marginados y los migrantes. “Hoy, la clamorosa situación de hermanos venezolanos en nuestro país nos llama a una más generosa solidaridad. De un lado, agradecemos y valoramos los esfuerzos de muchísimas personas e instituciones para asistirlos; de otro, animamos a todos a acogerlos con bondad y a protegerlos fratenalmente”. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]