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conferencia episcopal

Vie 9 Jul 2021

“Si hay algo que puede transformar a Colombia es el amor”

Ha insistido monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), durante la celebración eucarística en la conmemoración de los 102 años de la coronación canónica de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, reina y patrona de los colombianos. Desde el Santuario Mariano Nacional, en Chiquinquirá (Boyacá), el prelado pidió tener presente que “el amor es más poderoso que la guerra, el amor es más poderoso que la violencia, el amor nos abre el camino de la resurrección y nos llena de esperanza (…) El amor saca el odio, el rencor, el irrespeto a la vida. El amor saca de nosotros las armas, las convierte en herramientas de trabajo para que busquemos el bien común de todos, el bien integral”, precisó. El amor es más poderoso que la guerra Refiriéndose a los lamentables hechos ocurrido en la madrugada del 9 de Julio en el Santuario, en los que el lienzo de la Virgen fue violentado y asaltado, monseñor Rueda señaló que al ver la imagen despojada “recordamos que Ella, la Santísima Virgen María, estuvo junto al dolor de su hijo en la cruz y hoy, viéndola así, tenemos que constatar que hay muchas familias también despojadas en Colombia, en ciudades, en el campo, en distintas regiones, sobre todo, despojados de la paz, de la dignidad, de la vida, de lo necesario para vivir”. Es como si María, agregó, “hoy nos estuviera diciendo: Me solidarizo totalmente con el sufrimiento de los colombianos despojados. Pero en el corazón de la virgen María no hay amargura, hay amor. Le han despojado de las alhajas, pero no podrán despojarla de su corazón de madre de Cristo, de madre de la Iglesia, de madre y reina de todas las familias de Colombia”. La Verdadera maternidad que corresponde a los seguidores de Cristo Retomando el Evangelio del día en el que “se narra la escena en la que una mujer, entre la multitud, alaba a Cristo y alabándolo a Él alaba a la Santísima Virgen María”, afirmó que también nosotros al alabar al Redentor de la humanidad, al príncipe de la paz, al que murió y resucitó, alabamos la maternidad dichosa de María de Nazaret, en el hogar de san José”. Sumando a lo anterior, la maternidad que “nos corresponde a todos los seguidores de Cristo Jesús”, está relacionada con la escucha de la Palabra de Dios y manera cómo la aplicamos en nuestra vida". Dirigiéndose a los niños, a los jóvenes y a las familias, les recordó que “es la Palabra la que viene en ayuda nuestra, la que nos da sabiduría, la que nos hace sentir que, a pesar de los problemas que tenemos, es más grande el amor de Dios y nunca nos abandona”. Por ello, “dichosos aquello que toman la Palabra de Dios en sus manos, en sus labios, en su consciencia y la convierten en manera de ser (…) logrando ser felices aún en medio del sufrimiento, pero amando al estilo de Jesús y de María”. El amor de Dios transforma nuestra historia Como tercer punto de reflexión en su homilía, el arzobispo afirmó que “Colombia tiene futuro en el amor. El camino que transforma a Colombia es el amor y se lo digo a los violentos, a los corruptos, a todos los que han manchado sus manos y la geografía del país con sangre y con atentados contra la vida, especialmente de los más pobres, de los campesinos, de los indígenas, de los afro, de los jóvenes (…) Hoy quiero decirles que el amor de Dios transforma nuestra historia. Quiero llamar a todo al que ha tomado el camino de la violencia para que dejándose amar se haga instrumento del amor y el amor se vuelve servicio”. Finalmente, precisó: “La ética y la cultura del servicio llenarán de esperanza y de caminos de progreso integral, de paz y de reconciliación toda la geografía de Colombia”. Participaron de manera presencial en la solemne eucaristía, respetando los protocolos de bioseguridad y el aforo: monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, arzobispo de Popayán y vicepresidente de la CEC; monseñor Luis Manuel Alí Herrera, obispo auxiliar de Bogotá y secretario general de la CEC; monseñor Luis Felipe Sánchez Aponte, obispo de la diócesis de Chiquinquirá; monseñor Óscar Urbina Ortega, arzobispo de Villavicencio; Frailes Dominicos; comunidades religiosas; sacerdotes y obispos de distintas regiones; e invitados especiales. Fuente: Of. comunicaciones arquidiócesis de Bogotá Fotos: Basílica Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá

Vie 9 Jul 2021

Iglesia agradece gesto de entronización de la Virgen de Chiquinquirá en el Vaticano

Ante un hecho sin precedentes para Colombia, donde la imagen de la Virgen de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, en su aniversario 102 de coronación canónica, fue entronizada en los Jardines de Ciudad del Vaticano, la presidencia saliente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), a través de un comunicado ha expresado en nombre de los obispos, su regocijo y viva unión al Santo Padre y a la Iglesia entera por este bello gesto que el Papa Francisco ha tenido con Colombia. “Este gesto sin precedentes en la historia de Colombia tiene un inmenso valor para la comunidad católica de nuestro país y es, al mismo tiempo, un testimonio de la profunda vocación del pueblo colombiano a la Virgen Madre, que en Chiquinquirá se manifestó, con la renovación milagrosa de su imagen en 1586”. En su mensaje, agradecen al Papa Francisco quien desde el inicio de la presentación del proyecto lo aceptó y animó para que fuera una realidad. Observan que por la intervención quirúrgica practicada en días pasados, el Pontífice no pudo asistir a la ceremonia, pero se hizo presente dejando expresar su cercanía para vivir con el pueblo colombiano este momento de espiritualidad. Agradecen la gestión diplomática realizada ante la Santa Sede por el doctor Jorge Mario Eastman Robledo, Embajador de Colombia, quien, “con decidida voluntad y generosa dedicación, se empeñó en llevar a término esta iniciativa, recogiendo el sentir del pueblo católico colombiano, su amor a la Virgen y al Santo Padre”. Igualmente, extienden su gratitud a los Padres Dominicos, por vincularse a esta fiesta de fe, “prolongando la misión evangelizadora que realizan desde hace tantos años desde el Santuario de Chiquinquirá. "También reconocemos su aporte material para la realización del Mosaico”. Los obispos aseguran que esta celebración la viven como un signo de esperanza: “Nuestra Señora del Rosario, que no ha desamparado al pueblo colombiano desde sus remotos orígenes, no dejará de interceder por él en esta hora compleja de su historia. Ella nos alcanzará de Dios la reconciliación y la paz que tanto necesitamos”. Por otra parte, evocan la visita que los últimos Pontífices han hecho a Colombia para postrarse a los pies de la Santísima Virgen de Chiquinquirá e implorar por la paz de la nación. “Ahora esta imagen permanecerá como continua inspiración, en la sede del sucesor de Pedro, para que la Iglesia Colombiana renueve su compromiso evangelizador y misionero”. Finalmente, advierten que este acto mariano fue un momento de devoción, pidiendo “para nuestro país ‘la renovación’ de toda su vida, de modo que avancemos juntos hacia el bienestar común y la paz”. La ceremonia de entronización fue transmitida desde el Vaticano; seguidamente, en la Basílica de Nuestra Señora del Rosario en Chiquinquirá se celebró la Eucaristía, presidida por monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y Presidente de la Conferencia Episcopal, quien acompañado del Nuncio Apostólico, monseñor Luis Mariano Montemayor; monseñor Omar Sánchez Cubillos, arzobispo de Popayán y vicepresidente de la CEC; y monseñor Luis Manuel Alí Herrera, obispo auxiliar de Bogotá y secretario general de la CEC, pusieron en manos de la Virgen el camino evangelizador de la Iglesia para el trienio 2021-2024. El comunicado fue suscrito por monseñor Óscar Urbina Ortega, arzobispo de Villavicencio y presidente saliente de la CEC; monseñor Ricardo Tobón Restrepo, arzobispo de Medellín, vicepresidente saliente de la CEC; y monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, obispo de Santa Rosa de Osos y secretario general saliente de la CEC. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]

Vie 9 Jul 2021

Obispos repudian profanación de la imagen de la Virgen de Chiquinquirá

Una vez conocida la noticia de profanación de la imagen de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, la Conferencia Episcopal de Colombia, a través de un comunicado, repudió este hecho y ofreció sus oraciones de reparación. Igualmente, expresaron su cercanía al obispo de Chiquinquirá, monseñor Luis Felipe Sánchez, y a la orden de Santo Domingo, quienes custodian desde hace años la imagen de Nuestra Señora en este santuario mariano. Finalmente, invitaron a todos los fieles católicos, a unirse a las celebraciones que desde el Vaticano y desde el Santuario Mariano se adelantan en el aniversario 102 años de coronación de la virgen y en la instalación del mosaico de la imagen en los jardines del Vaticano.

Mié 7 Jul 2021

Él nos eligió en Cristo antes de la fundación del mundo

DECIMOQUINTO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO Julio 11 de 2021 Primera lectura: Am 7,12-15 Salmo: Sal 85(84),9ab+10.11-12.13-14 (R. cf. 9b) Segunda lectura: Ef 1,3-14 (forma larga) o Ef 1, 3-10 (forma breve) Evangelio: Mc 6,7-13 I. Orientaciones para la Predicación Introducción La Palabra de Dios en consideración nos presente tres temas que iluminan nuestra oración: • El envío, como parte importante de la vocación, tiene una motivación base: escuchar la voz de Dios y querer anunciarla. • Sentirse enviado es tomar conciencia del compromiso evangelizador que se tiene en favor de los hermanos. • Enviados a todos, sin exclusivismos, así como el Padre desde siempre ha elegido y enviado a su Hijo a toda la humanidad. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? La misión del Hijo se va desarrollando según el querer del Padre y ésta se multiplica por doce en la persona de sus discípulos. Descubramos en este domingo a Jesús como el misionero del Padre que nos llama y envía a todos. Amós, trabajador del campo y pastor de ovejas, inicia su misión profética en un ambiente de rechazo, porque debe hablar a quienes no desean escucharlo. Desde su tierra natal, Técoa, debe ir a profetizar a Betel invitando a cambiar las estructuras, la manera de ver a los pobres, a quienes sufren; así ataca las enormes diferencias sociales, los abusos de poder y la pérdida de fraternidad. En medio de todas las dificultades, donde la justicia y el derecho se ven resquebrajados, el salmista apela a la misericordia de lo alto: Dios anuncia a los suyos la paz. Es una promesa cumplida, es bendición venida del cielo, como lluvia que empapa la tierra. Para san Pablo toda la humanidad, sin distinción alguna, está en Cristo. Por él todos son elegidos, destinados a ser hijos en el Hijo, sentir la misericordia de Dios y caminar como hermanos hacia Cristo, fin de todo el plan divino. El Evangelio de san Marcos presentado el domingo anterior culminaba con la presentación de Jesús predicando en los pueblos de alrededor de Nazaret, su tierra. Hoy, los discípulos, llamados a estar con él, están invitados a asumir el estilo de vida de Jesús. Por ello el punto de partida de este camino es el envío de los doce. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? El envío es la esencia de la vocación. Jesús llama a los doce, los envía y les da poder para efectuar la misión. Jesús no pierde la centralidad del relato: él llama hacia él y envía. También hoy, a nosotros, en medio de las circunstancias que vivimos, Jesús nos llama a “estar con él” y “nos envía a predicar”. Hay que tener muy presente y dimensionar lo que significan ambas facetas del seguimiento: se trata de estar con él, es decir, ser sus discípulos, aprender de él, compartir con él, permanecer en él; y, en segunda instancia, se trata de predicarlo, anunciarlo y testimoniarlo. También significa que, como discípulos y enviados no vamos en nombre propio, sino como testigos de una experiencia discipular, como testigos de un anuncio recibido. El mensaje de Aparecida ha querido resaltar para toda la Iglesia latinoamericana esa doble condición que nos hace de verdad cristianos: discípulos y misioneros. Hoy también, escuchando las instrucciones de Jesús para la misión, nos podemos preguntar: ¿qué llevar para el camino? ¿Cómo debe ser la reacción frente al éxito o fracaso misionero? La misión debe ser itinerante, no sedentaria, es decir, deberá estimular a caminar de nuevo, a encontrarse de nuevo, al desapego de los resultados, a la libertad interior y exterior. Ser enviados, es decir, ir de camino, significa que no nos está permitido instalarnos en comodidades. Si el enviado acumula y se llena de seguridades pasajeras, pierde el ritmo del camino, no ve el sentido de éste y puede declinar de su misión. La libertad, manifestada en el texto en no llevar alimentos, ni dinero, ni alforja, supone la total disponibilidad para compartir la experiencia de Cristo. Si el misionero viene en son de paz, desprendido de bienes, encontrará la benévola acogida de quienes lo escuchan; de este modo se acompaña el inicio del camino de fe de quienes acogen al enviado, para que luego estos hermanos divulguen con su palabra y obra, el encuentro que se ha tenido con el maestro. La orden expresa de Jesús: “Al entrar en una casa, quédense allí…” (6,10) lleva a reflexionar en el verdadero sentido del envío que deja, en los destinatarios, al mismo Jesús; es él quien entra, quien permanece, quien debe quedar. Y en esta experiencia sembrada en el corazón de los otros, se funda el verdadero sentido de formar comunidad. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? Nuestra plegaria se eleva a Dios para dar gracias porque nos ha llamado a estar con él y porque nos prepara para enviarnos desde la experiencia de encuentro y amor con él. Pero también le pedimos que aparte a sus enviados de los caminos fáciles y acomodados, para que así puedan reconocer en los rostros de los hermanos el rostro de Dios amor. Que el envío que tantos asumen hacia los hermanos haga vida siempre aquello a lo que la oración colecta de este domingo nos ha invitado: que muchos descubran a Jesús, luz verdadera, y vuelvan al camino. Que el testimonio de vida de los discípulos lleve a quienes los escuchan a rechazar todo aquello indigno del ser cristiano y asumir la llamada del Señor a ir a tantos que no lo conocen. II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Bienvenidos hermanos a esta celebración eucarística, hoy en el día del Señor. La Eucaristía, es el centro de la vida cristiana, ella nos nutre y llena de esperanza. En este Domingo, se nos invita a reflexionar acerca de nuestra vocación cristiana, que nos impulsa a llevar la Palabra de Dios, y que nos constituye como profetas y enviados a predicar su Reino a los que están a nuestro alrededor. Que el Espíritu Santo nos llene de gozo para celebrar el nombre del Señor y hablar en su nombre a toda criatura. Participemos con fe y alegría de esta celebración. Monición a la Liturgia de la Palabra Dios nos ha elegido por pura iniciativa suya para ser sus hijos; por esta razón él nos envía para proclamar su mensaje en medio de nuestros hermanos, los cercanos y lejanos. Escuchemos con atención la palabra de Dios, que es vigor para nuestra misión evangelizadora. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Elevemos nuestras súplicas al Padre del Cielo, que es rico en misericordia, quien en Cristo nos invita a todos a participar en este memorial y en la entrega del Cuerpo y la Sangre de su Hijo como alimento que nos fortalece en la vida divina. Digamos con fe: R. Dios de bondad, escúchanos 1. Por la Iglesia, para que, movida por la fuerza de tu Palabra, siga ayudando a los enfermos, lleve consuelo a los corazones agobiados y, con espíritu profético, sea manifestación de tu Reino entre los hombres. Oremos. 2. Por los gobernantes, para que, inspirados en la justicia y la paz, trabajen incansablemente por el bien de sus hermanos. Oremos. 3. Por los más necesitados, especialmente por aquellos que no conocen la Palabra de Dios y viven sin esperanza, y sin ilusión, para que en este día se sientan abrazados por el amor de Dios y la fraternidad del prójimo. Oremos. 4. Por nosotros, para que iluminados con la Palabra y fortalecidos por el banquete eucarístico, seamos verdaderos discípulos y misioneros, y participemos activamente en la tarea evangelizadora de la Iglesia. Oremos. En un momento de silencio presentemos al Padre, nuestras intenciones personales Oración conclusiva ¡Oh Dios! Que nos envías para dar a conocer tu Palabra, escucha bondadoso las plegarias que te presentamos. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén

Mié 7 Jul 2021

Criterios de la CEC 2021–2024: “Comunión permanente, verdad y respeto a la vida”

Este martes 06 de julio, en rueda de prensa, la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) presentó a la nueva directiva elegida para guiar el caminar pastoral de la Iglesia que comprende el trienio 2021 – 2024. Durante su intervención, monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia, quien fue elegido para asumir como presidente de esta Institución, agradeció a la junta saliente su servicio de colegialidad episcopal y el aporte que hicieron al país, dejando “un legado de servicio y comunión”. Monseñor Rueda Aparicio mencionó tres criterios que considera marcan las necesidades que tiene hoy no solo la Iglesia, sino también el país; estas, señaló, marcarán la ruta de trabajo para ir avanzando hacia la reconciliación: Camino de comunión permanente, verdad y respeto a la vida. Observó que, entre todos, como miembros de la Iglesia, se tiene la tarea de buscar la verdad y esta, agregó, solo se logra a través del diálogo, de las diversidades, de los distintos puntos de vista que se tienen, del respeto y la escucha, señaló además, que es importante el papel que juega la familia en la construcción de estos escenarios donde los colombianos trabajan y viven. “Le pido al Señor que nosotros, los que hemos sido nombrados para acompañar el caminar de la Iglesia, de la mano de los diferentes actores y en los distintos ambientes, podamos ser servidores de Cristo Jesús que se nos muestra como camino, verdad y vida”, aseveró. La Iglesia no ha dejado nunca de trabajar por la paz Por su parte monseñor Omar Sánchez Cubillos, arzobispo de Popayán y nombrado a ocupar el cargo de vicepresidente de la CEC, al ser interrogado sobre el papel que seguirá realizando la Iglesia durante esta gestión en materia de paz, observó que la Iglesia nunca ha estado ausente de este trabajo y es visible a través de las diferentes acciones que adelantan obispos, párrocos, religiosos, religiosas y laicos a lo largo del territorio nacional, pues “en toda parroquia de esta Colombia hay obreros por la paz”. “Una de las tareas que esta responsabilidad que el Señor nos entrega hoy, a través de la CEC, es pensar el país y ayudarlo a salir de este conflicto que lo aflige en materia de paz. De no resolver el tema de la paz, estaremos estancados en muchos dolores, con muchas fracturas y, finalmente, no veremos el país que nos merecemos”. Un mensaje de cercanía para los jóvenes Monseñor Rueda también se dirigió a los jóvenes, recordándoles que son los protagonistas de este momento histórico que vive el país: “Ustedes son los constructores de la paz, constructores de un país que merece vivir bien, ustedes tienen todos los elementos para poder vivir en unidad, justicia y respeto”. En este sentido también dijo: “Nosotros como Iglesia queremos acompañarlos, los que ya tuvimos una época de juventud, de trabajo y de anhelos los entendemos, queremos estar sirviéndoles a ustedes, en todos los caminos que sean caminos de bien común. Todos los caminos que sean búsquedas honestas para tener regiones en paz, para tener familias en paz, tener un país mejor y donde todos quepamos”. A este respecto, monseñor Luis Manuel Alí Herrera, obispo auxiliar de Bogotá y quien ocupará el cargo de secretario general de la CEC, invitó a los jóvenes a caminar de manera sinodal con la Iglesia, siendo parte activa, dinámica y crítica de ella. Los animó a realizar sus aportes en lo que será la próxima Asamblea Eclesial Latinoamericana que se realizará del 21 al 28 de noviembre en México. “A partir del mes de octubre vamos a iniciar el camino sinodal que nos propone el Papa Francisco; por eso, en estas iniciativas de Iglesia, queremos que los jóvenes nos acompañen, que caminen junto a nosotros y también sean Iglesia con nosotros”. Seguiremos un camino de sinodalidad Monseñor Omar Sánchez explicó que, si quizás el termino sinodalidad no es muy claro para todos, este indica es “un caminar juntos, una capacidad de lectura del otro, de integrar al otro, leer su diferencia y no escandalizarse, estos son elementos que son efectivamente la esencia de la Iglesia”. Igualmente agregó: “Nosotros estaremos al frente para animar la acción pastoral de toda la Iglesia, esta será nuestra responsabilidad, animar a todo el episcopado recogiendo todos los intereses, todas las visiones, todas las preocupaciones y todas las apuestas posibles”. “Así que la sinodalidad por todos los medios será propuesta y promovida por estos años que vienen, pero no como consenso de dos o tres personas, sino que hay un espíritu en la asamblea que quiere realmente renovar la Iglesia colombiana y a partir de esa inspiración, alcanzar esa meta de una sinodalidad encarnada y efectiva que le dé un nuevo matiz de acogida, de encuentro y de participación a todos dentro de la Iglesia”, puntualizó. Cercanía en tiempo de pandemia A este respecto, monseñor Alí Herrera dijo que a la Iglesia le duelen los casi 110.000 fallecidos que ha dejado la pandemia en el país, entre los que se han visto también afectados varios miembros de la Iglesia. “Como todos los colombianos también nosotros hemos tenido pérdidas. Somos conscientes de esta realidad de sufrimiento que se vive. Por ello, queremos ser esa Iglesia que acompaña, que es samaritana, que está muy atenta a las situaciones de dolor de tantas familias”. El prelado agregó que, ante esta situación de dolor, la Iglesia seguirá acompañando, “pero sabiendo que acompañamos a los demás porque somos también ese signo de fragilidad y de vulnerabilidad, como cualquier ser humano”. Seguiremos acompañando un diálogo social Frente a las manifestaciones que se vienen presentando en el país, donde los jóvenes han venido siendo los protagonistas, monseñor Rueda Aparicio, señaló que la Iglesia ha venido y seguirá acompañando, junto con el PNUD, el escenario de diálogo. “Quiero animar a los jóvenes y quiero animar a nuestros gobernantes, animar a los medios de comunicación que juegan un papel muy importante, a las universidades, al PNUD y nosotros como Iglesia nos animamos para seguir acompañando estos diálogos. Creo que cuando somos capaces de mirarnos de frente, de reconocernos, de valorarnos, de no estigmatizar al otro, sino de escucharlo con respeto, siempre vamos encontrando cosas nuevas que nos enriquecen y que nos proponen salidas”, asintió. La sabiduría y la amistad social le hacen falta al país Al referirse a este tema, el arzobispo de Bogotá aseguró que es importante, desde la vida familiar, empezar a cultivar la sabiduría social; considera que es desde el hogar donde se debe compartir y dialogar en las diferencias. “Cuando las distintas generaciones se encuentran y se escuchan, ahí va creciendo esa sabiduría social”. Finalmente, dijo que “la sabiduría social unida a la amistad social son caminos, son herramientas, para ponerlas al servicio del momento histórico de la Iglesia y de la sociedad”.

Mar 6 Jul 2021

“Es necesario superar las visiones individuales y avanzar todos con el proyecto de Dios”

Insistió monseñor Ricardo Antonio Tobón, arzobispo de Medellín, durante la santa Misa con la que inició el segundo día de Asamblea Plenaria del Episcopado Colombiano, desarrollada en Bogotá. Retomando las lecturas del día, el prelado exhortó a los obispos del país a “liberar y purificar el corazón para que no estemos pegados a nuestra visión, a nuestros propósitos a nuestro modo de actuar, sino que tengamos la capacidad de hacer solo y todo lo que Dios quiere”. “Este fue el secreto de la libertad de Jesús”, señaló, precisando que también es “el secreto para nuestra comunión, para nuestra fraternidad. ¡No cada uno, sino todos con el proyecto de Dios!”. Refiriéndose a la primera jornada de trabajo en la Conferencia Episcopal de Colombia, en la que reflexionaron sobre la realidad del país, su complejidad social, cultural, política y económica, monseñor Tobón afirmó que “es preciso, en primer lugar, acrecentar nuestra realidad con Cristo, en palabras de san Pedro, tener los mismos sentimientos de Cristo Jesús; entonces, vamos a sentir dolor por todos los que están abatidos, especialmente por los más pobres y desamparados; vamos a sufrir por que la mies se pierde; vamos a tener ilusión y fuerza; vamos a tener viento y fuego, para continuar la misión”. Finalmente, pidió la asistencia el Espíritu Santo, “que nos haga capaces de aportar lo que nos corresponde en este mundo (…) Teniendo presente que no tenemos una misión individual, sino que somos el cuerpo del Señor; somos una comunidad apostólica, donde la misión del uno se complementa con la del otro, donde la misión que uno comienza el otro la continua”.

Mar 6 Jul 2021

Micrositio para honrar a sacerdotes y consagrados fallecidos por Covid-19

El episcopado, en su página web, a través del micrositio “Iglesia ante Coronavirus”, ha querido mostrar el rostro de cada uno de esos hombres y mujeres consagrados a Dios que, lamentablemente, no pudieron ganarle la batalla al virus, pero sí ganaron la eternidad en Dios. La Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), en la asamblea plenaria de estos días, rinde homenaje póstumo a cada uno de ellos. Así, con esperanza cristiana y la certeza de la resurrección, la Iglesia quiere recordar a cada uno de ellos recogiendo sus nombres y reconociendo la labor de entrega que tuvieron con la Iglesia y la sociedad. Si bien, ha dicho la CEC, “no se tiene una cifra precisa de los miembros de la Iglesia fallecidos por Covid en Colombia, el reporte hasta la fecha ofrecido por las jurisdicciones eclesiásticas y las comunidades religiosas suma 148 fallecidos”. Son: 4 obispos, 69 sacerdotes, 30 religiosos y 45 religiosas en todo el país. Quienes deseen conocerlos y orar por su eterno descanso, pueden ingresar al micrositio iglesiaantecoronavirus.cec.org.co, ubicado en la página web de la CEC.

Dom 4 Jul 2021

Colombia ora por la salud del Santo Padre

La Conferencia Episcopal de Colombia recibe con alegría la noticia emitada por la oficina de prensa del Vaticano, que anuncia el éxito de la intervención quirúrgica a la que fue sometido el día de hoy el papa Francisco, al ser operado de «una estenosis diverticular sintomática del colon». Los obispos de Colombia, quienes este lunes inician su CXI Asamblea Plenaria, expresan su cercanía con el obispo de Roma y oran por su pronta recuperación.