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conferencia episcopal

Jue 12 Ago 2021

Encuentro con comunidades afectadas por el extractivismo

La Red de Iglesias y Minería, de la cual hacen parte la Red Eclesial Panamazónica REPAM Colombia y el Secretariado Nacional de Pastoral Social – Caritas Colombia, realizarán el próximo 13 de agosto el encuentro: “Voces en Defensa de la Casa Común en Colombia”. El tema, según lo han señalado sus organizadores será: “A la escucha de los gritos de la tierra y las comunidades por causa del extractivismo minero energético y de los relatos de esperanza”. Se trata, de un espacio de escucha donde representantes de varias comunidades afectadas por el extractivismo y la minería en sus territorios, compartirán sus batallas y sobre todo sus propuestas para los cambios necesarios. “El extractivismo causa profundos dolores a la tierra y a los pueblos poniéndolos en riesgo, por eso necesitamos encontrarnos para pensar juntas y juntos el cambio, ‘un cambio real, un cambio de estructuras. Este sistema ya no se aguanta’ (Papa Francisco a los movimientos populares en Bolivia, julio del 2015)”, señala la convocatoria. El evento se realizará de 8:30 a 12:30 m. a través de la plataforma Zoom y podrán participar obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas y otros agentes pastorales interesados no solo de Colombia sino a nivel internacional. Así también, se hizo extensiva la invitación a entidades o instituciones que tienen en sus manos la toma decisiones para la solución de estas problemáticas. Las conclusiones de este trabajo, se enviará luego a la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, prevista del 21 al 28 de noviembre de 2021 en México, bajo el lema "Todos somos discípulos misioneros en salida" y que por este tiempo está en el proceso de escucha. Cómo participar Podrá registrarse diligenciando el siguiente formulario, una vez hecho este paso, le enviarán a su correo el enlace de ingreso a la plataforma de ZOOM INGRESE [icon class='fa fa-download fa-2x'] AQUÍ[/icon]

Mar 10 Ago 2021

Los obispos saludan a los diáconos en su día

El episcopado colombiano saluda a los diáconos permanentes y a sus familias, este 10 de agosto, en la fiesta de San Lorenzo diácono y mártir, agradeciendo la labor que realizan en sus Iglesias particulares. El secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Luis Manuel Alí Herrera, al resaltar la dalmática que los diáconos utilizan como vestidura en las ceremonias litúrgicas, les recuerda que el portarla representa "la administración que hacen en la iglesia y también el servicio que ofrecen a los pobres y a los más vulnerables". El también obispo auxiliar de Bogotá, observa que el servicio a la palabra de Dios, las actividades litúrgicas, la administración de algunos sacramentos y los espacios de evangelización ofrecidos por los diáconos, son signo elocuente del dinamismo que le impregnan a una Iglesia viva. Finalmente, agradece a Dios la presencia de los diáconos en la Iglesia y les recuerda que son una Iglesia doméstica. "Ustedes con sus queridas esposas y sus hijos son un signo feaciente de lo que el Señor quiere para cada uno de nosotros". San Lorenzo, Diácono y Mártir San Lorenzo es uno de los mártires de la Iglesia que nos recuerda la importancia del servicio. Él fue uno de los siete diáconos regionales de Roma, ciudad donde fue martirizado en una parrilla el 10 de agosto de 258 D.C. Por esta razón, Lorenzo es oficialmente el santo patrono de los Diáconos. Conozca más de San Lorenzo [icon class='fa fa-download fa-2x'] AQUÍ[/icon]

Lun 9 Ago 2021

Diócesis de Ipiales y CCN: Proyecto memoria histórica con víctimas del conflicto

Colcha de la memoria histórica para la construcción de una cultura de paz; es el nombre de la iniciativa que lideró recientemente el Secretariado de Pastoral Social de la Diócesis de Ipiales en articulación con la Comisión de Conciliación Nacional (CCN) y gracias al apoyo solidario de la Embajada de Noruega en Colombia. Se trata de un proyecto enfocado, de manera especial, en el acompañamiento espiritual, psicosocial y lúdico a personas que han sido víctimas del conflicto armado dentro del territorio de esa jurisdicción, y que, hoy por hoy, anhelan sanar sus heridas, reivindicar la memoria de aquellos que perdieron y sensibilizar a otros frente a la gravedad de este flagelo. El proyecto, que desarrolló la Iglesia a través de estas dos instituciones durante cerca de cuatro meses a través de diferentes encuentros con los participantes, arrojó como resultado práctico un trabajo artístico denominado "Colcha de la memoria histórica" con imágenes y textos bordados y pintados que dan cuenta de los nombres, rostros, recuerdos y símbolos asociados al sentir de las personas víctimas y sus familiares frente a los hechos violentos que padecieron, pero también frente a sus sueños de perdón, paz y reconciliación en sus hogares y comunidades. Esta articulación que hace la Comisión de Conciliación Nacional con la Diócesis de Ipiales hace parte de un proceso de acompañamiento directo que desde hace cerca de 3 años viene haciendo la CCN a esta iglesia particular con el fin de fortalecer el trabajo que se viene realizando en favor de reconciliación y paz.

Sáb 7 Ago 2021

Episcopado anima Día Internacional de los Pueblos Indígenas

En el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, que se celebra a nivel mundial, este 09 de agosto, la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), a través del Departamento de Animación Misionera y el Área de Etnias, ha dicho que esta jornada es una oportunidad para crear consciencia de nuestra identidad como nación y un escenario para buscar caminos de reconciliación y paz. “La valoración de los pueblos ancestrales, u originales, que habitan nuestra geografía latinoamericana y, en particular lo que hoy es el territorio colombiano, nos ayudará a crecer en la consciencia de nuestra identidad como nación. No es por el método de la exclusión o la ignorancia –tan enquistado en buena parte de nuestra cultura nacional- como podemos construir una nueva nación”. En este contexto, el episcopado animó al pueblo colombiano, de manera particular a los fieles cristianos, para que se sigan dando los esfuerzos necesarios para conocer y valorar a los pueblos originarios y las culturas ancestrales de nuestro país. Invitó además, a atender el llamado del papa Francisco, de “eliminar todo uso y costumbre que pueda parecer a discriminación racial”. En un mensaje, el padre Omer Giraldo, director del área de Etnias de la CEC, hizo memoria que, esta fecha fue estipulada por la ONU, con el objetivo de “ayudar a preservar y a vigorizar las culturas aborígenes y a la vez fortalecer y apoyar sus legítimas aspiraciones”. El religioso, si bien resaltó que en la Constitución Política de 1991, se declaró Colombia como un país pluriétnico y multicultural, reconociendo y protegiendo la diversidad étnica y cultural del país (Cf. CPC, art. 7); así mismo, se estableció un marco legal que garantiza los derechos de los pueblos, esto, agrega, ha tenido grandes negligencias para su implementación y cumplimiento. Hecho que ha llevado a la violación de los derechos de esta población, en relación con sus territorios y en los diversos campos social, económico, cultural y político. “Como sociedad civil tenemos esta tarea aún pendiente. Es la hora de hacerle frente a estos flagelos. La Iglesia colombiana, a través del trabajo al interior de las Jurisdicciones Eclesiásticas, seguirá en su esfuerzo por contribuir en este propósito nacional; para salvaguardar el patrimonio cultural e inmaterial de los pueblos originarios”. En su escrito, el religioso también destacó el impulso que la Iglesia de América Latina ha dado para acercar y valorar los pueblos ancestrales. De manera particular, en los espacios de reflexión fruto de las Conferencias Episcopales Latinoamericanas gestadas por el Consejo Episcopal Latinoamericano y del Caribe (CELAM). Presencia de los pueblos indígenas en América Latina En América Latina hay 823 pueblos indígenas de los cuales, Brasil tiene 305, Perú 85, México 78, Bolivia 30 y Colombia 102. Según últimas estadísticas del DANE, en Colombia hay 87 conjuntos o grupos indígenas. Por su parte, la ONIC (Organización Nacional Indígena de Colombia), afirma que en Colombia existen 102 pueblos indígenas, entre los cuales 18 se hallan en riesgo de exterminio, conformando una población cercana a 1`900.000 de personas. Instituto Misionero de Antropología (IMA) Los Misioneros de Yarumal, han jugado un papel importante en la escucha, atención y acompañamiento de los pueblos originarios y culturas ancestrales, ellos, crearon el Instituto Misionero de Antropología (IMA), que ahora cuenta con el respaldo de la Conferencia Episcopal, desde el Centro Nacional Misionero. Gracias a la gestión realizada, el Instituto en convenio con la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín, ha llevado a feliz término la formación universitaria de varios centenares de líderes de las diversas etnias. “Esta es una respuesta concreta que la Iglesia colombiana sigue aportando y que adquiere gran relevancia en nuestro convulsionado presente”. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar mensaje[/icon] Subsidio litúrgico para esta celebración El Departamento de Animación Misionera y el área de Etnias han elaborado un subsidio que podrá servir para acompañar la celebración litúrgica de este 09 de agosto. Descargar subsidio [icon class='fa fa-download fa-2x'] AQUÍ[/icon]

Vie 6 Ago 2021

La voz del Pastor | 08 de agosto de 2021

Reflexión de monseñor Luis José Rueda Aparicio, Arzobispo de Bogotá y primado de Colombia Lectura del Santo Evangelio segúnSan Juan 6,41-51

Vie 6 Ago 2021

Asume director del Departamento de Doctrina y Promoción de la Unidad y diálogo en el SPEC

Deseamos presentar al sacerdote Raúl Ortiz Toro, nuevo director del Departamento de Doctrina y Promoción de la Unidad y el Diálogo (PUD), designado por los obispos en la pasada Asamblea Plenaria a ocupar este cargo en el Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (SPEC). En una entrevista concedida al Departamento de Comunicaciones del SPEC, el sacerdote nos comparte algunos aspectos de su vida pastoral y las expectativas frente al trabajo que ha de asumir en servicio a la Iglesia Católica. Lea la entrevista completa: En los últimos días la Conferencia Episcopal de Colombia renovó sus directivas para el trienio 2021-2024, donde usted fue designado para el cargo de Director del Departamento de Doctrina y Promoción de la Unidad y el Diálogo (PUD), ¿por qué cree que fue la persona elegida y cómo recibe este voto de confianza por parte del episcopado? R/ Debo reconocer que no tengo ni más méritos ni mejores competencias que muchos otros sacerdotes de Colombia; en esto recalco aquella frase que nos recuerda que Jesús no eligió a los más capaces sino que capacitó a quienes eligió. Eso sí, desde el Seminario, siempre he estado inquieto por un ejercicio del sacerdocio en el que se conjugue el contacto con el Pueblo fiel y la formación permanente. Siendo seminarista tuve la gracia de que mi obispo se fijara en mí para enviarme a Roma a estudiar la licenciatura en Teología y la especialización en Patrística e Historia de la Teología; después de mi regreso a la Arquidiócesis de Ibagué he estado en diferentes frentes pastorales, desde vicario parroquial y párroco rural hasta formador del Seminario y director del Instituto de Teología y Pastoral, además de otros encargos. Ahora bien, con respecto a mi elección en este servicio para la Iglesia colombiana, debo agradecer a mi obispo, monseñor Orlando Roa Barbosa, quien tuvo conmigo la deferencia de presentarme en el grupo de candidatos y concederme la licencia para poder aceptar este encargo luego de la elección que hicieron los señores arzobispos y obispos, a quienes también hago llegar mi más sentida gratitud por confiarme esta labor pastoral que he recibido con sorpresa pero también con la confianza de que el Señor Jesús asistirá esta labor. ¿Cuál es su experiencia en materia de doctrina y ecumenismo? R/ La experiencia de un sacerdote que ha sido párroco en el campo y en la ciudad, lugares en los que se encuentran muchos desafíos en cuanto al fomento y defensa de la doctrina cristiana y también en lo que concierne la promoción de la unidad de los cristianos y el diálogo interreligioso; la experiencia de un sacerdote que ha predicado la Palabra de Dios, ha sido fiel al Magisterio de la Iglesia y que se ha desempeñado como profesor universitario de Teología y como formador de futuros sacerdotes en algunos Seminarios. ¿Qué desafíos pueden ayudar al caminar de esta nueva etapa de gestión al interior del episcopado? R/ Este Departamento del Secretariado Permanente del Episcopado (SPEC) pertenece al Centro Pastoral para la Evangelización y la Fe y está a cargo de dos Comisiones Episcopales: la primera es la de Doctrina que se encarga de promover el conocimiento de la doctrina cristiana a través de algunas actividades como la formación permanente en los ámbitos episcopal, sacerdotal y laical, y la defensa de la misma para lo cual convoca y lidera un comité teológico con expertos de diversas especializaciones (por ejemplo bioética, dogmática, bíblica, moral, etc.) que asesoran al SPEC en diversas circunstancias. Por otra parte, la segunda Comisión Episcopal es la de Promoción de la Unidad de los Cristianos, antes denominada “Ecumenismo”, y el Diálogo Interreligioso. Ambas Comisiones Episcopales tienen grandes desafíos porque, por ejemplo, en lo que respecta a Doctrina, este departamento debe procurar la ortodoxia de la fe y, por ello, la difusión y defensa del Magisterio, sobre todo en un contexto como el actual en el que existen dos tendencias: por una parte, a veces se presentan ocasiones en las que algunos fieles laicos desarrollan un ánimo contestatario a las enseñanzas pontificias en particular; por otra parte, existe una tendencia fuera de la Iglesia que quiere confinarla al ámbito de lo privado y desea quitarle su voz profética en el ámbito de la cosa pública. Así, por ejemplo, es cada vez más frecuente escuchar que algunos se preguntan por qué la Iglesia denuncia la inmoralidad de la eutanasia, el aborto, las uniones homoparentales, etc., si solo, según ellos, debiera enseñar a rezar. Pero la Iglesia jamás podrá callar ante estas situaciones porque debe defender la dignidad de la persona humana y, aunque estos temas parezcan de solo resonancia civil, en cuanto son considerados “derechos”, sin embargo tienen un fuerte componente ético que le permite a la Iglesia pronunciarse en razón de que sus fieles son personas humanas también afectadas por estas decisiones. Por otra parte, si nos vamos a los desafíos que proponen los ámbitos del ecumenismo y el diálogo interreligioso, no solo se han de tener en cuenta las actividades de acercamiento a cristianos y no cristianos sino, además, la posición de la Iglesia ante el Estado y los retos que supone la “Política pública integral de Libertad Religiosa y de Cultos” en una época en la que han crecido exponencialmente las entidades religiosas registradas en el Ministerio del Interior y ha decrecido el número de cristianos católicos. Ante estos desafíos, ¿cuál podría ser su ruta de trabajo? R/ En primer lugar, la ruta de trabajo está marcada por los Señores Obispos, especialmente, los prelados de cada Comisión Episcopal; para Doctrina tenemos la presidencia de monseñor Óscar José Vélez Isaza, obispo de Valledupar, quien conforma la Comisión con otros tres señores obispos y para Promoción de la Unidad y del Diálogo la presidencia de monseñor Édgar Aristizábal Quintero, obispo de Yopal, más tres señores obispos y el exarca maronita, monseñor Fadi Bou Chebl. Hablando de una hoja de ruta quiero en este punto destacar la encomiable labor de las anteriores comisiones episcopales, sus obispos presidentes, y del director saliente, el padre Jorge Enrique Bustamante Mora, quien durante los dos anteriores trienios configuró en la práctica lo que hoy es el Departamento que recibo. Su disponibilidad y visión permitió llevar a cabo las directrices señaladas por los prelados responsables de las comisiones episcopales. El Departamento continuará los proyectos que se encuentran en ejecución como el que concierne la formación teológico – pastoral sobre Exorcismo y Oración de Liberación y la importancia de conocer los límites y alcances del decreto 437 de 2018 sobre Política Pública de Libertad Religiosa y de Cultos, además de proponer para el trienio otros ejes temáticos de acuerdo a las necesidades actuales. Quién es el padre Raúl Ortiz Toro R/ Nací en Pereira, Risaralda, 30 de junio de 1980. Fui ordenado para la arquidiócesis de Ibagué, 21 de noviembre de 2009. Aunque nacido en Pereira, sin embargo crecí en la Arquidiócesis de Ibagué, en la parroquia de San José de Anaime. Cursé los estudios filosóficos en el Seminario Mayor María Inmaculada de Ibagué; los teológicos en la Universidad Pontificia Regina Apostolorum de Roma. Soy licenciado en teología y especialista en Teología Patrística e Historia de la Teología por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. He sido vicario parroquial, párroco, rector eclesiástico de un santuario, profesor del Seminario, Director de un Instituto de Teología y Pastoral, y de una emisora católica. He escrito siete libros de historia regional de la Iglesia para las arquidiócesis de Popayán e Ibagué y la diócesis de Pereira.

Jue 5 Ago 2021

Llegan Leccionarios colombianos con nuevos precios

La Conferencia Episcopal, a través del área de librería, pone a disposición de obispos, sacerdotes y religiosos, los Leccionarios editados para Colombia, que ahora tienen precios actualizados para la venta. Según lo han informado a través de un comunicado, el valor del leccionario por precio unitario será de $250.000, o el juego completo de los 6 disponibles por $1.500.000. Leccionarios Disponibles: - Leccionario dominical Ciclo A - Leccionario dominical Ciclo B - Leccionario dominical Ciclo C - Leccionario ferial II (Adviento, Navidad, Cuaresma y Pascua) - Leccionario ferial III Tiempo ordinario (año par) - Leccionario ferial III Tiempo ordinario (año impar) Qué es el Leccionario: Es el libro litúrgico usado actualmente para proclamar las lecturas bíblicas en la Misa y en otras celebraciones litúrgicas de acuerdo al año litúrgico. Existen varios volúmenes, clasificados según los ciclos de lecturas de la liturgia católica, y según sean lecturas dominicales, de entre semana o fiestas especiales (santos misas de difuntos, bodas etc). Mayores informes: PBX: 437 55 40 Ext. 264 Celular: 3138808447 Correo electrónico: [email protected]

Mié 4 Ago 2021

«Yo soy el Pan vivo que ha bajado del cielo»

DECIMONOVENO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO Agosto 8 de 2021 Primera lectura:1R 19,4-8 Salmo: Sal 34(33),2-3.4-5.6-7.8-9 (R. cf. 9a) Segunda lectura: Ef 4,30–5,2 Evangelio: Jn 6,41-51 I. Orientaciones para la Predicación Introducción Las lecturas de hoy tienen muchos paralelos con las lecturas del Domingo pasado: • No son los israelitas los que se lamentan porque no tienen que comer en el desierto, sino el profeta que se siente derrotado en una batalla que ha durado años contra un culto idolátrico impulsado por la reina Jezabel. • Y así como Dios da al pueblo el maná para peregrinar cuarenta años hacia la Tierra prometida, Dios da al profeta el alimento y la fuerza para peregrinar cuarenta días y cuarenta noches hasta llegar al Horeb, el monte de la Alianza. • En la segunda lectura, san Pablo sigue animando a los efesios a llevar una vida según el Espíritu Santo, como imitadores de Dios y testigos de su amor. • Y en el Evangelio Jesús continúa presentándose como el Pan vivo bajado del cielo para dar vida eterna a todos los que crean en él. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? El texto del primer libro de los Reyes requiere conocer un poco el contexto del reinado de Ajab en Israel (874-853 a.C.), lleno de prosperidad, obras monumentales, comercio y pacto con los pueblos vecinos. Pero Ajab se casó con Jezabel, la hija del rey de Tiro, que quiso imponer en Israel el culto a Baal y a Astarté, ídolos paganos, alejándolos de la fe en el Dios que los había traído de Egipto a la Tierra prometida. A la persecución religiosa se sumaron la corrupción moral (y los sacrificios humanos, cf. 1Re 16) y las injusticias sociales (como el asesinato de Nabot, cf. 1 Re 21). Jezabel quiso imponer sus creencias valiéndose de numerosos “profetas” de Baal a los que se opuso el profeta Elías, quien debió enfrentar largos y numerosos conflictos y persecuciones. Pero al final, Elías se siente abandonado y derrotado, desanimado y sin fuerzas para seguir defendiendo la fe verdadera. Primero se esconde y luego quiere huir hacia el sur, hacia el Horeb, hacia el monte santo en donde cuatrocientos años antes Moisés vio al Señor e Israel hizo una Alianza con Dios. Para ello comienza a atravesar el desierto del Sinaí pero las fuerzas lo abandonan y es ahí donde se inserta el texto de la primera lectura en la que Elías se desea la muerte. Pero un ángel del Señor lo alimenta y le da fuerzas para enfrentar las penalidades de su peregrinación, y camina cuarenta días y cuarenta noches hasta llegar al Horeb. En la segunda lectura, prolongación de la del pasado Domingo, san Pablo continúa exhortando a los efesios y a nosotros, para que vivamos una vida coherente con el Espíritu Santo con el cual fuimos sellados el día de nuestro bautismo. No se trata solamente de que “nos portemos bien”, o que “seamos buena gente”, o realicemos actos de filantropía, sino de que seamos “imitadores de Dios”. Nuestra vida moral, por tanto, debe evitar los vicios y practicar las virtudes a ejemplo de Cristo, quien se ofreció en sacrificio. sacrificio (sacrum fare) es decir “consagró su vida”, al igual que nosotros debemos santificar nuestra vida, hacer presente el amor de Dios en todo lo que hacemos y decimos. Por eso el apóstol comienza por elencar seis vicios que se deben evitar en nuestras relaciones con los demás, porque en los distintos contextos en los que nos movemos, en la comunidad familiar, educativa o laboral, las dificultades y tensiones se multiplican y podemos acostumbrarnos a actuar como no debiéramos. La amargura hace ácido nuestro vocabulario y nos volvemos ofensivos. La ira nos hace perder el control frente a lo que hacemos y decimos. La cólera nos llena de furia, nos hace sordos frente a lo que nos dicen y nos hace enzarzarnos en discusiones inútiles. Los gritos tratan de acallar las palabras de la otra persona y nos tornan violentos. La maledicencia nos lleva a caer en el placer morboso del chisme, de divulgar el mal, los errores y las debilidades ajenas. Y la maldad nos daña el corazón multiplicando y atrayendo otros comportamientos que dañan a la comunidad. Pablo concluye mostrando la actitud positiva que debe caracterizar el comportamiento del cristiano, amable, compasivo y con capacidad de perdón. Como lo hace Dios con nosotros y como lo sigue haciendo Cristo a través de nosotros. El evangelio nos presenta a los judíos que reaccionan contra la pretensión de Jesús que escuchábamos el Domingo pasado: “Yo soy el pan de vida”. Por eso la lectura dice que los judíos “murmuran”, pero el verbo griego expresa mucho más que hacer comentarios en voz baja y describe a los que rechazan y consideran inaceptable que Jesús pretenda ser Dios mismo, el Señor de la Vida, que da Vida eterna porque es el Pan bajado del Cielo. A los judíos les cuesta aceptar su divinidad porque lo conocen como “el hijo del carpintero” y conocen a su familia. Por ello Jesús insiste en que descubrir, aceptar y recibir “el pan de Vida” no es una conquista del hombre sino un don de Dios. De ese Dios que enseña por medio del Espíritu. Y que el creyente que recibe este don, necesita “comer su carne”, es decir, aceptar que en esa realidad humana del “hijo del carpintero”, se manifiesta Dios en todo su poder, capaz incluso de resucitar a los creyentes. Jesús es el pan vivo, bajado del cielo, para dar vida al mundo. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? La realidad de Elías es la misma nuestra, cuando los conflictos, los chismes, los problemas, la envidia y la mezquindad nos abaten y nos destruyen. A veces hasta perdemos la esperanza y nos desilusionamos de los otros, de nosotros mismos, y hasta de Dios. Por eso es importante que en medio de las dificultades seamos capaces de descubrir esos ángeles que Dios nos envía para despertarnos, para ayudarnos, para animarnos a recomenzar. Es llamativo que Dios no le evita a Elías las fatigas del viaje por el desierto, no le ahorra penas ni lo transporta milagrosamente hasta la meta. No. Le ofrece la fuerza por medio del alimento para que haga lo que tiene que hacer. Los problemas y las dificultades son para afrontarlos, no para ignorarlos. Tomemos conciencia de las circunstancias que en este momento nos causan amargura o desesperación, percibamos lo que Dios nos está pidiendo, descubramos los ángeles que nos envía y retomemos las fuerzas necesarias para llegar a nuestras metas. Y de la misma manera, esforcémonos por ser ángeles para los que a nuestro alrededor se sienten desanimados y desesperanzados. Es más fácil ver la paja en el ojo ajeno que la viga en el propio, dice el Señor. Y este proverbio se puede aplicar a lo que dice san Pablo. Vemos las fallas en los demás pero no nos damos cuenta de nuestras propias deficiencias. Por eso, tomar conciencia de nuestros errores es el primer paso para cambiar, y las palabras del apóstol nos dan la oportunidad para examinar nuestras reacciones, nuestro vocabulario, nuestro comportamiento. Y a comprometernos, delante del Señor y de nuestros hermanos, en esta Eucaristía, a eliminar la amargura, la ira, la cólera, los gritos, la maledicencia y la maldad en nuestros comportamientos y palabras. Y a imitar lo que hace Dios con nosotros, siendo benévolos, misericordiosos, amorosos, prontos al perdón. Cuando Juan en su evangelio habla de “los judíos”, no se refiere a los que habitan en Judea o a los miembros del pueblo de Israel, sino a los que se oponen a Jesús y rechazan reconocerlo como Cristo. El evangelio de hoy le habla a ese pequeño “judío” que todos llevamos dentro y que nos impide aceptar completamente a Jesús como Salvador. Es fácil, en efecto, reconocer a Jesús como un maestro, un profeta, un hombre excepcional. Pero asumirlo personalmente como Dios y salvador, y dejar moldear nuestra vida con los valores y principios de su Evangelio es muy difícil. Reconocerlo como “pan de Vida”, “comer su carne”, imitarlo y hacerlo presente con nuestras palabras y acciones, permitiendo “que se nos vea” el Espíritu que recibimos en el bautismo, es toda una misión. Pidámosle al Señor esa gracia, ese don, ese regalo en esta Eucaristía. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? Después de comulgar, sacramental o espiritualmente en esta Eucaristía, hagamos un acto de fe en Jesús como Pan de Vida. Pongamos nuestras vidas en sus manos, los problemas que afrontamos, las dificultades que parecen no tener solución. Y pidámosle al señor que nos dé la fuerza y la sabiduría para salir adelante, para cambiar en nuestra vida todo aquello que debemos cambiar y para ayudar a los que enfrentan dificultades mayores que las nuestras. II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Hoy nos reunimos para celebrar la Eucaristía y para recibir a Jesús, el Pan de Vida que ha bajado del cielo para darnos vida eterna. Dispongámonos a reconocer a Jesús como nuestro Dios y Salvador y abramos nuestro corazón a su Palabra, que nos ofrece indicaciones muy concretas para vivir como discípulos del Señor y como hermanos todos. ¡Bienvenidos a participar con alegría! Monición a la Liturgia de la Palabra El profeta Elías se siente tan desesperado, que se desea la muerte. Muchos de nosotros también nos podemos sentir sobrepasados por los problemas y por eso escuchemos con atención lo que hace Dios con él por medio de su ángel. San Pablo continúa exhortándonos a ser santos y nos propone un camino concreto: imitar en nuestra vida, con nuestras palabras y obras el amor y la misericordia que Dios tiene con nosotros. Y el Evangelio continúa profundizando la enseñanza de Jesús que se proclama como el Pan de Vida. ¡Escuchemos con atención! Oración Universal o de los Fieles Presidente: Queridos hermanos, elevemos nuestras súplicas al Padre celestial, confiados en su infinita misericordia, porque estamos seguros que siempre nos concede lo que más nos conviene. R. ¡Dios todopoderoso, escucha nuestra oración! 1. Oremos por la Iglesia y por todas las comunidades eclesiales, para que en medio de las dificultades siga haciendo presente el mensaje de Salvación de Cristo Jesús y siga transmitiendo coraje y fortaleza a los que se sienten abatidos y desilusionados. 2. Oremos por nuestros gobernantes, para que, en medio de las dificultades derivadas de la pandemia, puedan conducir a nuestros pueblos hacia el desarrollo y la construcción de una sociedad cada vez más justa y fraterna. 3. Oremos por los enfermos, por los que pasan hambre y necesidad, por los que están solos y desconsolados, para que encuentren en la fe la fuerza necesaria para superar sus dificultades. 4. Oremos por los profetas modernos, que tienen que luchar contra corriente, que tienen que enfrentar críticas y persecuciones, para que nunca se desanimen, y oremos por cada uno de nosotros para que encarnemos en nuestra vida esa vocación que recibimos en el bautismo a ser Profetas del amor de Dios y del Evangelio de Cristo. Oración conclusiva Atiende, Padre bueno, las súplicas que te presentamos con la confianza de los hijos y que te presentamos por intercesión del Pan de Vida, Jesucristo nuestro Señor. R. Amén.