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Iglesia

Mar 28 Sep 2021

CONACED – Bogotá: Expo-Colegios 2021

Este 29 y 30 de septiembre, en modalidad virtual 360, la Confederación Nacional Católica de Educación -Conaced- Bogotá, realizará EXPO – COLEGIOS, se trata de un espacio "de cualificación, de aprendizaje y promoción educativa en los distintos escenarios de innovación tecnológica, cultural, artística que contribuirá a visibilizar nuestros proyectos de pastoral educativa académica desde la calidad humana de la educación". El objetivo de este evento gratuito, que se realiza por primera vez de manera virtual, busca socializar "a las comunidades de aprendizaje las diferentes propuestas educativas ofrecidas por las instituciones agremiadas a la FEDERACIÓN BOGOTÁ CUNDINAMARCA, con el fin de dar a conocer a padres de familia y a la opinión pública propuestas educativas de calidad humana para sus hijos". Sus organizadores estarán prestos a brindar asesoría en tiempo real de los colegios participantes, así como información sobre descuentos y becas para los estudiantes. Igualmente, será un espacio que ofrecerá conferencias, talleres, muestras artísticas, pero lo mejor, se desarrollarán actividades virtuales donde se podrán ganar fabulosos premios. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar AGENDA[/icon] Inscribase [icon class='fa fa-download fa-2x'] AQUÍ[/icon]

Lun 27 Sep 2021

¡Oposición!

Por: Mons. Carlos Arturo Quintero Gómez - Seguramente los lectores al leer el título de esta columna esperan que este texto sea una diatriba contra la mal llamada oposición en Colombia. Me animo a pensar en el término como tal, tratando de hacer una reflexión de carácter personal, pues desafortunadamente hoy, todo lo que no se da, según mi criterio, mi parecer y mi forma de pensar, fácilmente se convierte en un obstáculo y, por lo mismo, se termina en medio de una temida oposición; término tan usado y muy desgastado, igual que los conceptos ‘democracia’, ‘libertad’, ‘paz’, ‘civismo’, etc. En Colombia, hablar de oposición se ha vuelto el pan de cada día, hombres y mujeres que incursionan en la política y tienen como misión ser una fuerza que se opone al gobierno de turno. Al menos, en la práctica, se comprueba algo que no debiera ser; pues una oposición no es para resistir a todo proyecto o programa que no nace de sus entrañas; una auténtica oposición debería darse para denunciar atropellos contra la dignidad humana, hacer seguimiento en al arte de gobernar, recordar a los gobiernos de turno que las cosas no se están haciendo bien y para enaltecer la justicia, la paz, la convivencia pacífica, el diálogo. La oposición así, se convierte en una fuerza social que ayuda a gobernar, no a debilitar la institucionalidad. Sin embargo, en nuestra sociedad está haciendo escuela la idea de que la oposición debe ser una piedra en el zapato, llamada a obstruir todo aquello que surge de la iniciativa y creatividad de otras alternativas; de hecho, la oposición muchas veces termina por denigrar de las personas, señalar y hasta condenar; se dedica a azuzar a otros para que no se conviertan en aliados, sino en adversarios. Ahora bien, mientras la oposición critica, señala y condena, en sus propios escenarios construyen entramados económicos poderosos y manipulan a las mentes incautas para ganar adeptos. Una buena oposición en Colombia debería ser propositiva. No descalificar todo acto de gobierno sino unir esfuerzos para presentar alternativas de cambio, contribuyendo al desarrollo humano integral y al progreso económico, hacia la equidad y el respeto por los derechos humanos. El gran problema, es que, en todos los ambientes, no sólo en el escenario político se da la oposición: en el campo deportivo, en los medios de comunicación, en la Iglesia, en las comunidades, en las minorías étnicas y la razón es sencilla, porque aprendimos que, si no estamos de acuerdo, nuestra opción es oponernos. Mal aprendizaje social, porque esta manera de actuar nos puede llevar a la intransigencia, a la negligencia y a endurecer nuestro corazón, terminando por crear ideologías y estructuras de poder, en las que, si alguien piensa diferente, no puede estar en nuestro círculo social, hay que eliminarlo. Realmente grave, muy grave, pues es una actitud que vemos en niños, jóvenes y adolescentes quienes, en casa, terminan por oponerse a las reglas, por cuestionar las pautas de crianza, buscando rápidamente una autonomía animada por los llamados ‘expertos’ que hoy, como dice el Papa Francisco, son los que dicen cómo educar y cómo enseñar. Este escrito no es una descalificación de la oposición, sino una invitación a quienes están en esta orilla, a que asuman su rol con valentía y conciencia ciudadana, coadyuvando en los diversos procesos sociales, hacia la construcción de una sociedad empoderada y justa. Bienvenida la oposición, siempre y cuando se llegue a consensos, se trabaje hombro a hombro para construir y no para destruir. De hecho, como obispo diocesano, quiero invitar a todos los que se han presentado o se lanzarán a la arena política a que diseñen planes de gobiernos serios y se dediquen a hacer sus campañas sin atacar a los otros, presentando ‘ideas’ y propuestas, sin pisotear la fama y el honor de los demás candidatos. El político que considera que para llegar a ocupar una curul, necesita manosear y filtrar información de sus contrincantes, no debería aspirar a un cargo público porque su campaña ya está viciada y no estará dando muestras de que se ocupará del bien común sino de sus propios intereses mezquinos. + Carlos Arturo Quintero Gómez Obispo de Armenia

Dom 26 Sep 2021

Iglesia lanza SOS por amenazas a comunidades en San Juan y litoral pacífico chocoano

Un nuevo llamado a la paz y la reconciliación hace el obispo de la Diócesis de Istmina-Tadó, monseñor Mario de Jesús Álvarez Gómez, quien advierte del peligro que corren las comunidades por el anuncio de posibles genocidios que podrían llegar a ocurrir en estos territorios del pacífico. “Se están moviendo aguas subterráneas en este San Juan, anunciando verdaderos genocidios que podemos evitar. Por favor, es inaplazable la atención inmediata, por las vías del diálogo y la concertación”. A través de un comunicado, el prelado urge la presencia del Estado y de organismos nacionales e internacionales, “cuyo razón de ser fundamental es la vigilancia y cuidado de los derechos humanos integrales”. Así como también, pide a la Iglesia, a través de la Santa Sede, de los episcopados europeo, estadounidense, de las Cáritas, e instituciones eclesiales para que constaten y tiendan la mano ante la situación compleja que viven estas poblaciones. “Unidos a todas las autoridades, tanto Estatales como Sociales, cuyo radio de acción son los municipios de Istmina, Medio San Juan, Litoral de San Juan y Bajo Baudó, en el Departamento de Chocó, Colombia, nuevamente, en nombre de la Diócesis de Istmina-Tadó, dirijo un nuevo llamado en bien de la paz y la reconciliación, camino hacia un humanismo integral, para estas comunidades de hermanos afrodescendientes, wounaán y mestizas”. Las anteriores advertencias, las soportan luego de una visita pastoral y humanitaria que realizaran los días 24 y 25 de septiembre, una comisión de Pastoral Social de la Diócesis de Istmina, haciendo equipo con las Alcaldías Municipales de Istmina y Medino San Juan, Defensoría del Pueblo, ACNUR, WOUNDEKO Consejo de Autoridades del Pueblo Wounaán de Colombia, donde constatan los acosos que sufren las comunidades indígenas Wouna++an de La Unión Chocó, San Cristóbal, Puerto Olave, La Lerma y Unión Wounaán, de manos de las AGC o Clan del Golfo y del ELN, por el dominio de territorios. Según las cifras presentadas, un total de 1.200 personas estarían desplazadas de sus territorios. En el municipio de Puerto Olave se han recepcionado 250 familias y se abrió un corredor humanitario, acompañando el traslado hacia otros lugares más seguros, de 584 personas Wounaán, reunidas en 118 familias. “La Iglesia de Istmina-Tadó, con la Iglesia Católica en general, no ceja en el empeño de ser voz y acción de todos los que, sin ninguna distinción, claman por la justicia y la verdad. Todo homicidio es un fratricidio y la sangre humana, derramada como consecuencia de la espalda que le damos a Dios”. Finalmente, el prelado anuncia que la semana del 11 al 15 de octubre, la diócesis de Istmina, en unión con la Coordinación Regional del Pacífico Colombiano, CRPC, los Consejos Comunitarios Mayores y Menores, los Cabildos Indígenas de Istmina y Medio San Juan estarán visitando estas comunidades y socializando el PACTO POR LA VIDA Y POR LA PAZ, esta misma acción la realizarán el 2 de octubre, en Ciudad Mutis, municipio de Bahía Solano.

Vie 24 Sep 2021

La voz del Pastor | 26 de septiembre de 2021

Reflexión de monseñor Luis José Rueda Aparicio, Arzobispo de Bogotá y primado de Colombia Lectura del Santo Evangelio segúnSan Marcos 9, 38-43. 45.47-48

Vie 24 Sep 2021

La fe y la promoción de la justicia en los complejos carcelarios

La Iglesia Católica colombiana, a imagen de Jesús, el Buen Pastor, busca a sus ovejas y las guía hacia el camino de la verdadera libertad; por esto, ha estado estrechamente vinculada con el ámbito penitenciario, para anunciar a Jesucristo entre las personas privadas de la libertad y quienes le rodean. A nivel nacional, la Pastoral de Justicia y Libertad se proyecta para el año 2024 como una organización sólida que incide en la dignificación del ser humano con el anuncio del Evangelio. En la Diócesis de Cúcuta, también está presente este servicio pastoral, cuyo delegado es el padre Rhonald Sttyd Suárez Carrillo, quien durante seis años y medio ha estado acompañando a la comunidad del Complejo Carcelario y Penitenciario Metropolitano de Cúcuta. En entrevista para el Periódico La Verdad, el padre Rhonald explica cómo ha sido la práctica y divulgación del Evangelio de Jesucristo en medio de las diversas y difíciles realidades que viven las personas privadas de la libertad, sus familias y quienes están vinculados a esta comunidad. La Verdad: Como sacerdote y a nivel personal, ¿cómo ha sido esta experiencia? Padre Rhonald Sttyd Suárez Carrillo: Es una experiencia pastoral y humanamente muy enriquecedora, dado que en la cárcel está el resumen de lo que es nuestra sociedad, ahí tenemos la descripción real y cruda de cómo estamos a nivel familiar, político y económico; en la cárcel están todos los estratos sociales, todas las realidades humanas, todo tipo de familias están reflejadas en la cárcel. Por eso, aseguro que es un lugar privilegiado de aprendizaje humanamente hablando, y en lo pastoral, es un terreno propicio para dar a conocer el nombre de Jesús. L.V.: La comunidad carcelaria no sólo son personas privadas de la libertad, también se incluyen sus familiares, los funcionarios de la penitenciaría y profesionales que prestan sus servicios en el Complejo, ¿cuál es el apoyo desde la fe que reciben, al pertenecer a esta realidad? P.R.S.S.C.: Ciertamente, cuando hablamos de Pastoral de Justicia y Libertad, estamos hablando de todas las personas que me menciona, lo cual es una experiencia viva de fe, en la que se puede dar a conocer el nombre de Jesús a través del perdón y la reconciliación, que son los pilares que tenemos para dar el paso a la sanación de tantas heridas que encontramos en nuestro proceso evolutivo. El acompañamiento que se hace es a las personas privadas de la libertad, directamente en sus pabellones, y con los demás, se buscan los espacios para dar asesoría espiritual, realizar el sacramento de la reconciliación, la celebración sacramental y también acompañamos el proceso de duelo a las familias que han perdido a un ser querido. L.V.: En la promoción de la justicia y la paz, ¿cuál es el papel de la Iglesia Católica? P.R.S.S.C.: Servir de mediadora y pacificadora, buscando el camino de la reconciliación, este es un papel muy importante que necesitamos como Iglesia, como sociedad y naturalmente en este escenario en el que se ve reflejado cómo estamos a nivel social, donde es cada vez más necesaria e indispensable la búsqueda de la reconciliación. L.V.: ¿Cómo hablarle del don de la libertad, a quienes están privados de ella? P.R.S.S.C.: Precisamente, la libertad es mucho más que estar caminando por las calles, porque la libertad es un proceso de liberación de heridas y del pecado que venimos arrastrando, como decía san Ignacio de Loyola: “todos tenemos un pecado dominante”, y ese pecado se puede sanar y liberar. Entonces, cuando una persona espera su boleta de salida, desde la Pastoral insistimos en que no es solamente que salga libre físicamente, sino libre espiritualmente, libre de venganza, de odio, de resentimiento, de heridas. Y hay algo importante aquí también, cuando hablamos de Pastoral de Justicia y Libertad, no solamente es la fe Católica, ya que nosotros le abrimos espacio a todas las denominaciones que las personas privadas de la libertad expresan, es decir, tienen el derecho de recibir un acompañamiento de su líder religioso. L.V.: Como usted lo menciona, hay espacio para todos y dentro de una cárcel se encuentra una diversidad cultural y asimismo de creencias religiosas, ¿cómo llevar la Palabra y tocar los corazones a cada uno de ellos? P.R.S.S.C.: La Palabra es fundamental para acompañar el proceso de liberación y sanación integral, porque la búsqueda de Dios es inherente en el ser humano, entonces independientemente de la denominación religiosa, se acompaña espiritualmente a cada uno de las personas privadas de la libertad. L.V.: ¿Cuáles actividades se promueven desde la Pastoral P.R.S.S.C.: Nosotros realizamos catequesis pre-sacramental; formación humana, apoyados en unas cartillas que nos proporcionan desde la Pastoral de Justicia y Libertad nacional, para impartir temas antropológicos y existenciales, buscando la maduración del corazón, basados en la espiritualidad, es decir, en la Palabra de Dios, porque esta es la ruta de la verdadera libertad. También celebramos los sacramentos de la reconciliación, el bautismo y por supuesto, la lectura orante de la Sagrada Escritura. L.V.: Padre, háblenos de la devoción a Nuestra Señora de las Mercedes P.R.S.S.C.: Es la patrona de las personas privadas de la libertad, porque es en el camino de obediencia como el de la Virgen María que encontramos la libertad; nos enseña que cumplir los mandamientos no es algo que se impone, sino que es la ruta para encontrar la propia plenitud. Ella es la que nos anima y acompaña; de hecho, el rezo del Santo Rosario es una de las oportunidades de oración que también tenemos con cada uno de los pabellones. L.V.: ¿Qué opinan de su patrona y protectora, las personas privadas de la libertad en Cúcuta? P.R.S.S.C.: Son en su mayoría, fieles devotos, porque ha ayudado a que muchas personas obtengan su libertad física; hemos visto situa­ciones jurídicas muy complejas y gracias a su intercesión, de manera extraordinaria se han resuelto. L.V.: Precisamente, en el marco de la fiesta de Nuestra Señora de las Mercedes que se celebra cada 24 de septiembre, la Pastoral de Justicia y Libertad, cada año adelanta una campaña de recolección de elementos de aseo; que sea esta la ocasión para invitar a los lectores a donar. ¿Qué pueden donar y a dónde llevar sus ayudas? P.R.S.S.C.: Hacemos la cordial invitación a que se unan a la campaña ‘Dona un útil de aseo’, pueden ayudarnos con papel higiénico, crema dental, jabón de baño, cepillo de dientes, toallas higiénicas, jabón de lavar ropa, pañales para adultos y bebés, porque hay mujeres en gestación y les toca enfrentar su parto en la cárcel, donde hay un patio de neonatos. Las ayudas las pueden llevar al Centro de Comunicaciones de la Diócesis de Cúcuta que queda ubicado en la calle 9 # 8-87 barrio El Llano, desde allí nos colaboran como centro de acopio. L.V.: Para finalizar, un mensaje a los fieles bautizados, personas de buena voluntad y lectores del Periódico La Verdad, para que brindemos segundas oportunidades P.R.S.S.C.: Todos podemos equivocarnos, no hay ninguna persona que no se haya equivocado, recordemos el pasaje en el que Jesús le dice a la mujer: “mujer, yo no te condeno” (Jn 8, 1-11), si Jesús no condena, ¿por qué nosotros sí? Reflexionemos en esto y vinculémonos al proceso de la reconciliación, el perdón y naturalmente, la justicia. No quiere decir que quien se equivocó no vaya a pagar lo que dicten las leyes humanas, sí, pero con perdón, porque el perdón es sanador. Una familia que no se abra al perdón, se enferma. Los invito a buscar el perdón y la reconciliación que viene de Dios. Fotos: Pastoral de Justicia y Libertad de la Diócesis de Cúcuta. Las fotografías son con consentimiento informado. Fuente: Centro de comunicaciones Diócesis de Cúcuta

Jue 23 Sep 2021

¿Estás celoso de mí? ¡Ojalá todo el pueblo fuera profeta!

VIGESIMOSEXTO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO Septiembre 26 de 2020 Primera lectura: Nm 11,25-29 Salmo: Sal 19(18),8.10.12-13.14 (R. cf. Sab 1,7) Segunda lectura: St 5,1-6 Evangelio: Mc 9,38-43.45.47-48 I. Orientaciones para la Predicación Introducción El tema de los profetas, asociado a sus funciones en la sociedad veterotestamentaria, es abundante en la comprensión de la manera en que Dios se manifiesta, pero ante todo, se comunica con su pueblo. La profecía está muy asociada al destino de creyente y aunque en la fe judía estaba muy asociada a una profesión virtuosa, con honorarios, y funciones sociales fundamentales para la vida religiosa y espiritual; ya en el nuevo Testamento las alusiones a la «Ley y los profetas» tendrá un significado vinculado con la revelación del antiguo Testamento. Las lecturas de este domingo son un llamado a buscar cómo orientar el camino la vida y, desde allí, sembrar una preocupación por hacer que la vida se llene de lo esencial. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? La figura de Moisés es para el contexto de la fe y religión judeocristianas una de las figuras más emblemáticas. Legislador, liberador, jefe de la tribu, pero, ante todo, Moisés es un gran profeta del antiguo Testamento que responde a la vocación a la que Dios lo ha destinado. El pasaje del libro de los Números reitera la relación cercana que tenía Moisés con el Dios de Israel, la amistad es una expresión propia de fidelidad del ser humano a Dios. Moisés tiene la certeza de la importancia de sentirse elegido como líder liberador, caudillo, legislador y profeta, porque el Señor siempre estaba a su lado. La carta de Santiago es un conjunto de relatos en los que se van desplegando diversas acciones para vivir con fidelidad el ser cristiano. El texto de la liturgia de este domingo hace parte de ese conjunto de acciones que hacen del creyente un ser dispuesto a la voluntad del Señor. Por ello las advertencias a vivir una fe por medio de las obras como la justicia, la honestidad, el respeto por los más débiles y ante todo procurar una vida en Cristo consiste en no sucumbir a los tesoros de la tierra, puesto que son pasajeros y se corroen con la avaricia del poder y la malversación de recursos. El evangelio de Marcos contiene dos grandes partes de recomendaciones para la comunidad apostólica. La primera de ellas se centra en el fundamento de la fidelidad al maestro; ya no son solo los doce quienes están ejerciendo el ministerio de la palabra, puesto que el discipulado se expandía de manera rápida. Por ello Jesús interpela a sus más cercanos seguidores a acoger a los nuevos evangelizadores, puesto que no se obran los gestos realizados en su nombre si no tienen las mismas intenciones. En una segunda parte del texto la comunidad aprenderá a vivir bajo la mirada, los pasos y las obras en nombre de su Señor. La perícopa termina con una interpelación centrada en el cuidado del creyente de su vida en servicio al Reino de Dios. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? Todo aquel que vive su vocación asume una manera de relacionarse con Dios. La forma de constatar la vigencia del llamado es por las obras, estás le dan legitimidad a la respuesta que se le da al Señor. Moisés, los apóstoles y la comunidad cristiana a la que le habla el apóstol Santiago, saben de las implicaciones de vivir a plenitud la vocación. De tal forma que, los cuatro propósitos de cambio para los creyentes presentados, por Marcos, en el evangelio son una ruta espiritual de vivir bajo las condiciones propias de esperar la experiencia del Reino de Dios presente en la comunidad. Puesto que toda acción conducente al pecado debe ser erradicada de la comunidad para evitar la pérdida de una vivencia auténtica del Reino. Es así como cuatro causas concretas de pecado se convierten en oportunidades de vivir el evangelio. El primer motivo conducente al pecado es el escándalo, aquellos que con sus comportamientos se convierten en generadores de malas conductas, deben revisar sus intenciones reales para vivir en la coherencia. Lo más lejano al escándalo es la capacidad de hacer vida las palabras por medio de las obras. El segundo motivo conducente al pecado está representado en las manos, es decir las obras. Por tanto, toda obra que esté en contra del amor debe ser erradicada de la vida para que no afecte a la comunidad. Las obras dedicadas a cosechar con los actos discordia, división, escándalo e injusticia deben ser erradicadas porque están orientadas al pecado. Un tercer motivo de pecado, en el texto, se simboliza por medio de los pies. De tal manera que quien no es consciente del camino que lo está llevando a vivir una vida plena en Dios, seguramente va por el camino equivocado. La experiencia cristiana es un camino, que tiene como mediación la vivencia de la cruz. Este evangelio está antecedido de la narración de la transfiguración, en la cual el discípulo está llamado a bajar de la montaña para disponerse a subir a Jerusalén. Renunciar a los caminos que alejan al creyente de vivir bajo de insignia gloriosa de la cruz, es renunciar a cortar de raíz los caminos conducentes al pecado. El cuarto motivo conducente al pecado está representado en el ojo, es decir, en la mirada. De tal modo que la sentencia “[…] y si tu ojo es ocasión de pecado”, le indica al discípulo que no puede alejar, ni quitar, su mirada del reconocimiento de la presencia de Dios en su vida, en las personas y en el contexto. Finalmente, las cuatro representaciones del pecado presentes en el evangelio simbolizadas por las obras, las manos, los pies y el ojo, son alusiones directas a las conductas que llevan a vivir una vida plena en el espíritu en donde las obras, caminos y formas de ver la presencia de Dios, son modos de santificación en la vida. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? El camino a la santidad, en la vida cristiana, es un itinerario constante de aprendizaje sobre las maneras en qué Dios se revela en la vida de quien lo decide seguir. En palabras del papa Francisco refiriéndose a los santos de la puerta de al lado acota que: “Me gusta ver la santidad en el pueblo de Dios paciente: a los padres que crían con tanto amor a sus hijos, en esos hombres y mujeres que trabajan para llevar el pan a su casa, en los enfermos, en las religiosas ancianas que siguen sonriendo. En esta constancia para seguir adelante día a día, veo la santidad de la Iglesia militante. Esa es muchas veces la santidad «de la puerta de al lado», de aquellos que viven cerca de nosotros y son un reflejo de la presencia de Dios, o, para usar otra expresión, «la clase media de la santidad»” (Gaudete-et-exsultate, 7). II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa La celebración de la eucaristía cada domingo, es una oportunidad para salir renovados en el Espíritu. Hoy estamos llamados a descubrir cómo en la vida cristiana son muchos los que han dado una respuesta afirmativa a la vocación recibida. Vivir en comunidad la eucaristía es reconocer que somos muchos los llamados a vivir esa dimensión profética recibida en el bautismo. Abramos nuestra mente y corazón a recibir el mensaje de la Palabra y el banquete de la eucaristía como un signo propio de los senderos, las obras, y las miradas que debemos cambiar para recibir con amor todo lo que nos viene de Dios. Bienvenidos a esta celebración dominical. Monición a la Liturgia de la Palabra Las lecturas de la liturgia de este domingo tienen en la figura de Moisés, el reconocimiento de ese hombre, llamado por Dios a profetizar en su pueblo el mensaje de la liberación no exclusiva ni excluyente. Del mismo modo escucharemos cómo Santiago, en su carta, reconviene a su comunidad para que no obren de manera injusta y busquen la riqueza de los bienes espirituales, más allá de los gananciales materiales. Así, encontraremos en el evangelio el testimonio de los apóstoles que están llamados a no ser los únicos en el anuncio. Escuchemos con el corazón abierto el mensaje de la Palabra de Dios. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Oremos juntos en comunidad al Señor, para que el mensaje de su palabra se convierta en obras que nos lleven a la santidad, y supliquémosle a nuestro Padre amoroso, para que escuche nuestras intenciones diciendo: R. Escucha, Padre de amor, nuestra oración 1. Oremos juntos por la Iglesia, para que en medio de las pruebas encuentre un camino de purificación, y así, crezca su compromiso en la promoción humana de todos los que buscan servir al Señor, oremos. 2. Oremos juntos por el Papa y sus ministros, para que el don de la profecía los lleve a orientar, con los dones del Espíritu Santo, a la Iglesia a una vida alejada de todo aquello que no es propio de la búsqueda de santidad, oremos. 3. Oremos juntos por los gobernantes, para que su conducta sea siempre un espacio en donde se privilegie la construcción del bien común y la consecución de una paz estable y duradera, oremos. 4. Oremos juntos por nuestra comunidad, para que se privilegie la vivencia de una vida llena del amor como el reconocimiento de la presencia de Dios en todos y en todo, oremos. 5. Oremos juntos por los más necesitados de nuestra sociedad, para que entre todos privilegiemos la fraternidad y la solidaridad, como valores propios del respeto, por el ser humano que Dios ha creado digno por su amor, oremos. Se pueden añadir otras intenciones personales... Oración conclusiva Padre de misericordia, recibe nuestras humildes plegarias pues confiamos en que escuchas nuestra voz suplicante. Por Jesucristo nuestro Señor. R. Amén.

Mié 22 Sep 2021

Por una Iglesia sinodal

Por: Mons. Juan Carlos Cárdenas - ¿Qué nos propone el Papa Francisco? - Recientemente se han dado a conocer oficialmente los documentos con los que, por voluntad del Papa Francisco, la Iglesia es convocada a un proceso sinodal que tendrá su momento culminante en Octubre de 2023. Pero, ¿qué es lo que esto significa e implica para la Iglesia? Comencemos por entender el significado de la palabra sínodo; esta viene del griego y está compuesta de dos términos sin (reunión, acción conjunta) y odos (ruta, camino, viaje). De este modo, sínodo se entiende como hacer camino juntos. La temática del sínodo que convoca el Santo Padre, en esta ocasión tiene la particularidad de convocar a la Iglesia ha reflexionar sobre su profunda vocación de ser pueblo de Dios en el que nadie sobra ni tiene por qué sentirse excluido. Escuchar y escucharnos El tema mismo: “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión” tendrá la novedad de activar este proceso desde cada una de las diócesis del mundo. Allí, el Papa quiere que empecemos por escucharnos y escuchar a los más posibles, haciendo así concreta su llamada a ser Iglesia en salida, que va a las periferias existenciales. Ir a la esencia El Papa Francisco no está inventando algo que no esté en el corazón mismo de la identidad de la Iglesia; nos está llamando a enfocarnos en la naturaleza de la Iglesia como comunidad, es decir, congregación de hombres y mujeres que, siendo todos igualmente hijos e hijas de Dios, hacemos camino juntos, buscando el mismo fin: hacer presente el Reino de Dios en el mundo hasta el encuentro definitivo con el Señor. Tal vez con el paso de los siglos, a la Iglesia se la ha visto más como una institución casi comparable con otro tipo de instituciones, movidas por lógicas y relaciones jerárquicas o de poder. Pero lo cierto es que nada está más lejos de esto: En su vida pública Jesús fue congregando alrededor suyo un grupo de personas para hacer camino con Él y asumir un estilo de vida en la cual todos contaban y se apoyaban unos a otros. Los mismos Hechos de los apóstoles relatan de las primeras comunidades que «se reunían en un mismo lugar y tenían todo en común» (2, 44). Así, la Iglesia es la comunidad de los bautizados, discípulos de Jesucristo, que asumimos como estilo de vida, caminar juntos tras las huellas del maestro, y a pesar de tener roles distintos, lo central que es la consciencia de ser hermanos. En oración Desde ya, pidamos al Espíritu Santo que acompañe este proceso sinodal convocado por el Santo Padre, para ajustarnos más fielmente a la comunidad que Dios quiere que seamos. + Juan Carlos Cárdenas Toro Obispo Diócesis de Pasto

Mié 22 Sep 2021

Como un crimen cataloga Iglesia el flagelo de explotación sexual y trata de personas

En el marco de la conmemoración del Día Internacional contra la explotación sexual y el tráfico de mujeres, niños y niñas, que se celebra este 23 de septiembre, monseñor Héctor Fabio Henao Gaviria, director del Secretariado Nacional de Pastoral Social (SNPS), advirtió que este flagelo que afecta a la humanidad va en crecimiento a lo largo de las décadas. Recordó además, que la trata de personas y la explotación sexual son dos fenómenos que están estrechamente relacionados y se presentan en muchos lugares del mundo, afectando a personas de todas las edades, pero principalmente a los menores que en situaciones de vulnerabilidad, pobreza extrema o exclusión, sienten necesidad de recurrir a distintas fuentes de ingreso. “Estas personas en condición de vulnerabilidad son fácilmente capturadas por personas que con intenciones oscuras los inducen por este camino y trafican con ellos como si fueran objetos para el intercambio, para el negocio y para el comercio”, aseguró Monseñor Henao Gaviria dijo que, como Conferencia Episcopal se ha alzado varias veces la voz para llamar la atención contra esta actividad ilegal, “que es un verdadero crimen que afecta a la humanidad y que destruye la vida social, el proyecto de vida de niños jóvenes y aún personas adultas que son víctimas de estas cadenas que generan tanta destrucción en el mundo”. Observó, como a través de la red CLAMOR, de la cual hacen parte la CEC, congregaciones religiosas, movimientos de laicos y distintas organizaciones de iglesia, se sigue enfocando la atención en la labor de acompañamiento a las víctimas y en la búsqueda de salidas que ayuden a combatir este flagelo. Finalmente, el directivo hizo un llamado a la sensibilización y la prevención de este fenómeno, mediante acciones tales como: Mayor información por parte de las autoridades competentes, a través de las redes comunitarias, desde el hogar, en los grupos a que pertenezcamos y en las parroquias, solo así dijo el directivo “podremos ayudar a crear ambientes seguros, para que las personas no sean víctimas de esta actividad criminal que hoy hace tanto mal al mundo y a nuestra juventud”.