Pasar al contenido principal

Iglesia

Lun 10 Mayo 2021

“Llamado a la sensatez”

Por: Mons. Carlos Arturo Quintero Gómez - “Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que trae Buenas Nuevas, que anuncia la paz” (Is 52, 7). Con estas palabras del profeta Isaías, me dirijo al pueblo quindiano, como Padre y Pastor de esta Iglesia Particular, en unión con los sacerdotes y religiosos, para invitarles a la sensatez, a la serenidad de nuestros corazones y a la fraternidad, en estos tiempos difíciles de crisis social. Felicito a quienes han salido a protestar, mostrando finura, civismo y respeto por la vida y a la vez, invito, a hombres y mujeres que, con un corazón desalmado se han mostrado irreverentes e insensibles ante el dolor del hermano, a que depongan las armas de la violencia. No podemos seguir desgastándonos, mirando al otro como si fuera un enemigo; somos hermanos y juntos podemos salir airosos, no solo de esta pandemia que ya ha cobrado miles de vidas, sino que podemos salir victoriosos de esta crisis en la que hoy nos encontramos. Las manifestaciones pacíficas, la protesta, como expresión del inconformismo social son un derecho de la ciudadanía, pero, no permitamos que los desmanes y el vandalismo opaquen el deseo de reivindicar los derechos. No convirtamos nuestras calles, nuestras plazas y veredas en campos de batalla; recordemos que, detrás de cada rostro hay un drama humano; detrás del rostro de un policía, de un militar, de un joven estudiante, de una madre de familia, de un trabajador, de un comerciante, de un empresario, de un campesino, etc., hay una familia, una historia plagada de dolor, sufrimiento, gozos y esperanzas y, desafortunadamente, muchos de nuestros proyectos de vida se ven truncados por la violencia y las múltiples pobrezas sociales. El camino para los acuerdos y consensos no se construye bloqueando calles e impidiendo el paso de ambulancias, ocasionando una crisis por el desabastecimiento de alimentos, destruyendo las estaciones de policía, atacando los sistemas masivos de transporte o sembrando terror. El camino propicio es el diálogo, que San Pablo VI definía como “don interior de caridad, que tiende a hacerse don exterior”. Y en este diálogo conciliador y fraterno, debe haber lugar para el perdón y la reconciliación. Invito a la fuerza pública y a las autoridades a mantener la calma, a no excederse ni extralimitarse en el control del orden público, a garantizar la seguridad ciudadana y la legitimidad de la protesta social; llamo a los ciudadanos a la cordura, a despertar en sus corazones el sentido patriótico, el respeto por la autoridad. Que la solidaridad que hemos desplegado en cada catástrofe, en cada acontecimiento de dolor, como expresión de nuestra pujanza y tesón, no pierda su esplendor por los lunares de la desinformación y la violencia. Seguramente, sentimos que el retiro del texto de la reforma tributaria del Congreso de la República es una gran victoria, pero la mayor victoria es la paz; reitero la invitación a todos a que nos serenemos, a pensar en el otro como ‘hermano’ y a construir, desde la esperanza, caminos de paz y de justicia, afianzando en el corazón el perdón y la reconciliación. La Iglesia diocesana de Armenia, en su compromiso con la paz, está dispuesta a servir de garante en los diálogos que sea necesario promover y si es pertinente, a servir de mediadora y conciliadora para que estos enfrentamientos cesen, en beneficio de nuestra comunidad. Manifestamos nuestra preocupación por el índice de contagios en el departamento del Quindío y la ocupación de las camas UCI e instamos a todos al uso de los elementos de protección personal, a cuidar nuestra vida y la vida de nuestros semejantes. Las palabras de Jesús, Príncipe de la Paz: “la paz les dejo, mi paz les doy” (Jn 14, 27), resuenen en nuestra mente y en el corazón y tengamos la sabiduría para obrar siempre el bien. + Carlos Arturo Quintero Gómez Obispo de Armenia

Dom 9 Mayo 2021

Encuentro de representantes de iglesias con el Presidente de la República

Luego de una reunión conjunta, realizada este domingo 09 de mayo, entre los líderes religiosos y el Presidente de la República, doctor Iván Duque Márquez, los representantes de distintas confesiones religiosas emitieron un comunicado en el que exponen el llamado que hacen al Gobierno Nacional para superar la difícil situación que enfrenta hoy el país. En esta reunión participó la Iglesia católica, representada por monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, obispo de Santa Rosa de Osos y secretario general de la Conferencia Episcopal (CEC), y el padre Jorge Bustamante Mora, secretario adjunto de la CEC. En el mensaje, los líderes religiosos animan al diálogo y a la unidad como medida para superar los hechos de violencia y piden buscar caminos que pongan fin a los bloqueos que afectan a millones de familias. Así mismo, agradecen la tarea de la fuerza pública para garantizar la protesta pacífica y rechazan el abuso que algunos miembros de esta institución están causado. En otro de sus puntos, exponen el respaldo al Gobierno para continuar en los procesos de diálogo “que permitan avanzar en la solución de las necesidades de los más pobres, así como su rechazo total a cualquier forma de violencia, provenga de donde provenga, y al uso de las vías de hecho que ha afectado severamente a los colombianos durante las últimas semanas”. Ven con beneplácito el ejercicio de escucha y diálogo abierto que se ha venido dando entre el Gobierno y los distintos representantes de los sectores de la sociedad, para construir de manera conjunta soluciones que permitan atender las necesidades de los colombianos. “Reconocemos en el Presidente y las instituciones la legitimidad de nuestra nación y desde la cercanía a las bases sociales y las comunidades, celebramos el inicio de diálogos, especialmente, con los jóvenes para la configuración de un gran PACTO POR LOS JÓVENES para generar oportunidades reales de empleo, educación y bienestar que dignifique la vida de cada colombiano”. Finalmente, piden al gobierno mantener y fortalecer los programas sociales que en este tiempo de pandemia están permitiendo atender a las comunidades de mayor vulnerabilidad. “Invitamos a la construcción de acuerdos que permitan superar la emergencia sanitaria del COVID-19, y aprovechar la oportunidad para impulsar una economía más incluyente que abra espacios al empleo y al emprendimiento sostenible y estable que garantice el ingreso de las familias colombianas”. TEXTO DEL COMUNICADO: DECLARACIÓN CONJUNTA ENTRE LOS LÍDERES RELIGIOSOS Y EL GOBIERNO NACIONAL, EN EL ENCUENTRO CON EL SEÑOR PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, DOCTOR IVÁN DUQUE MÁRQUEZ, PARA AVANZAR EN UNA AGENDA SOBRE LO FUNDAMENTAL Bogotá, 09 de mayo de 2021 1. Los líderes religiosos de Colombia como ya lo hemos hecho individualmente, desde las distintas confesiones, religiones, creencias y denominaciones, oramos por el pueblo colombiano y sus instituciones. 2. Encontramos en el diálogo y la unidad el camino para superar la violencia, y las vías de hecho. Pedimos levantar los bloqueos que afectan a millones de familias colombianas. Rechazamos cualquier abuso de parte de algunos miembros de la fuerza pública, así como animamos y agradecemos la tarea que la misma ha hecho para garantizar las protestas pacíficas y la seguridad de los colombianos. 3. Expresamos nuestra convicción de mantener y fortalecer los programas sociales para las personas en condiciones de vulnerabilidad e invitamos a que el gobierno los siga fortaleciendo. 4. Expresamos nuestro respaldo a la institucionalidad en la búsqueda de adelantar procesos de diálogo que permitan avanzar en la solución de las necesidades de los más pobres, así como su rechazo total a cualquier forma de violencia, provenga de donde provenga, y al uso de las vías de hecho que ha afectado severamente a los colombianos durante las últimas semanas. 5. Apoyamos el ejercicio de escucha mutua, el diálogo constante y abierto que ha iniciado el Presidente de la República con los representantes de distintos sectores, tanto a nivel nacional como regional para construir de manera conjunta soluciones que permitan atender las necesidades de los colombianos y rechazamos cualquier incitación a la violencia, el odio, la discordia y la destrucción de nuestra sociedad. 6. Reconocemos en el Presidente y las instituciones la legitimidad de nuestra nación y desde la cercanía a las bases sociales y las comunidades, celebramos el inicio de diálogos, especialmente, con los jóvenes para la configuración de un gran PACTO POR LOS JÓVENES para generar oportunidades reales de empleo, educación y bienestar que dignifique la vida de cada colombiano. 7. Invitamos a la construcción de acuerdos que permitan superar la emergencia sanitaria del COVID-19, y aprovechar la oportunidad para impulsar una economía más incluyente que abra espacios al empleo y al emprendimiento sostenible y estable que garantice el ingreso de las familias colombianas. VIDEO PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA

Dom 9 Mayo 2021

Papa Francisco reza por Colombia tras episodios de violencia

Este domingo, 09 de mayo, tras el rezo mariano del Regina Coeli, el Papa Francisco durante su saludo habitual en la plaza de San Pedro, dirigió una palabra al pueblo colombiano, donde manifestó su cercanía y preocupación “por las tensiones y los choques violentos en Colombia”. En su mensaje, el Pontífice lamentó la situación de las personas que se han visto afectadas directamente, fruto de los enfrentamientos que se han generado, desde el pasado 28 de abril, fecha en que se inició el paro nacional en Colombia. Igualmente, se dirigió a un grupo de peregrinos colombianos presentes en la Plaza de San Pedro, a quienes les dedicó unas breves palabras: “"Son muchos los colombianos que están aquí: oremos por vuestra patria". La Conferencia Episcopal de Colombia agradece los gestos de cercanía expresados por el Santo Padre en estos momentos de dificultad para el país y le reitera el compromiso de oración de los colombianos católicos y personas de buena voluntad por su salud e intenciones de su pontificado. Quiero expresar mi preocupación por las tensiones y los violentos enfrentamientos en #Colombia, que han provocado muertos y heridos. ¡Queridos colombianos, oremos por vuestra patria! #OremosJuntos — Papa Francisco (@Pontifex_es) May 9, 2021

Dom 9 Mayo 2021

Unidos en oración por la pascua de familiares de obispos

Con sentimientos de esperanza, la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) expresa su cercanía y afecto a monseñor Luis Henao Cadavid, obispo de Líbano – Honda, por el fallecimiento de su hermana María Rosalía Henao Cadavid; igualmente a monseñor Enrique Sarmiento Ángulo, obispo emérito de Fontibón, por el deceso de su hermano Arturo Sarmiento Ángulo. A través de un mensaje de pésame firmado por el secretario general de la CEC, monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, el episcopado se une en oración por las familias de los señores obispos Henao Cadavid y Sarmiento Angulo, pidiendo a Dios consuelo para ellos en estos momentos de dolor.

Vie 7 Mayo 2021

La voz del Pastor | 9 de mayo de 2021

Reflexión de monseñor Luis José Rueda Aparicio, Arzobispo de Bogotá y primado de Colombia Lectura del Santo Evangelio según San Juan 15,9-17

Vie 7 Mayo 2021

Llamado a los jóvenes para que se unan a la jornada de oración por Colombia

Frente al papel protagónico que están teniendo los jóvenes por estos días en el país, el Departamento de Estado Laical y Juventud de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), a través de un mensaje, se ha dirigido a esta generación invitándola a no cansarse de soñar en la construcción de una nación reconciliada y en paz. “Es el momento de seguir soñando en una Colombia integrada, pacífica, justa y equitativa, con oportunidades para todos; es el momento de seguir construyendo juntos caminos de paz y reconciliación, llevando el mensaje del Evangelio con la alegría y creatividad que caracteriza a la juventud colombiana”. En el mensaje, firmado por monseñor José Roberto Ospina Leongómez, obispo de Buga y presidente de esta comisión episcopal y la hermana Arelis Gaviria Montoya, directora encargada de esta dependencia en la CEC, se agradece a los jóvenes el testimonio de fe, entrega y servicio que brindan al ser custodios de la dignidad de la persona y por el respeto a los derechos humanos. Al recordar que la paz es un don de Dios, se exhorta a los jóvenes para que este viernes, 7 de mayo, se unan desde sus parroquias, a la gran jornada de oración convocada por la CEC. “Pidamos la reconciliación del pueblo colombiano y la gracia de afianzarnos en la justicia, la libertad y la solidaridad fraterna”. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]

Vie 7 Mayo 2021

Solidaridad del CELAM con la Iglesia y el pueblo colombiano

El Consejo Episcopal Latinoamericano y del Caribe (CELAM) extendió un saludo de solidaridad a la Iglesia y al pueblo colombiano, frente a la grave problemática que afronta hoy el país, rechazando todo acto de violencia que se viene presentando. “Hacemos nuestro el dolor del pueblo colombiano, que ha hecho tantos esfuerzos por alcanzar la reconciliación y la paz nacional”. Recordaron, además, las palabras pronunciadas por el Papa Francisco durante el gran encuentro de oración por la reconciliación nacional que se realizó en Villavicencio el 8 de septiembre de 2017: “Cada violencia cometida contra un ser humano es una herida en la carne de la humanidad”. En una carta dirigida al presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Oscar Urbina Ortega, las directivas del CELAM recordaron que toda protesta pacífica es un derecho que tiene la ciudadanía y que ésta se debe hacer en medio de legítimas búsquedas de justicia social de la gran mayoría de los manifestantes. Sin embargo, expresaron su preocupación por el momento en que se realiza, pues es de gran impacto en cuanto a la emergencia sanitaria por la COVID-19. “Nos preocupa, como a ustedes, el impacto de la emergencia sanitaria por la pandemia del COVID-19, a lo que se suman los bloqueos en la movilidad, la inseguridad en las ciudades, el desabastecimiento de alimentos y los sensibles daños causados a la infraestructura y a los bienes públicos y privados”. Igualmente, manifestaron su permanente apoyo a la Iglesia colombiana para seguir trabajando unidos en el “propósito valiente de ser los artesanos de la paz, la esperanza y la reconciliación, abriendo canales para el diálogo social y la construcción de consensos que apunten al bien común”. Finalmente, agradecieron los esfuerzos que las distintas instancias de la Iglesia vienen adelantando en favor del pueblo colombiano “para garantizar la cultura del cuidado y del encuentro, el respeto a la vida y la garantía de corredores humanitarios que permitan el acceso a los bienes esenciales, sobre todo a los más vulnerables, a los empobrecidos y a quienes requieren atención médica sin dilación”. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]

Vie 7 Mayo 2021

Todo un mes con la Virgen María

Por: Mons, Fernando Chica Arellano - Mayo es el mes mariano por excelencia. En este año 2021 el Sumo Pontífice ha convocado a toda la Iglesia para que se una en oración, apoyada en la intercesión de la Bienaventurada Virgen María, pidiendo el fin de la pandemia y, de manera particular, elevando súplicas por los más afectados. Cada día de este mes la iniciativa ha sido especialmente asignada a un santuario mariano del mundo y el culmen de cada jornada de oración será el rezo del Santo Rosario. Como un modo de unirnos a esta intención, y para facilitar una ambientación general, quiero dedicar los párrafos siguientes a presentar algunas de las referencias explícitas que el Sucesor de Pedro ha reservado a la Madre de Dios en su magisterio pontificio. Concretamente, me centro en sus tres encíclicas: Lumen Fidei (2013), sobre la fe; Laudato Si’ (2015), sobre el cuidado de la casa común; y Fratelli Tutti (2020), sobre la fraternidad y la amistad social. Incluyo además la exhortación apostólica Evangelii Gaudium (2013), sobre el anuncio del evangelio en el mundo actual, ya que ha sido considerada por muchos analistas como el documento programático del pontificado de Francisco. Los misterios gozosos y Evangelii Gaudium “La alegría del evangelio” es, ya desde el título, el tema central de Evangelii Gaudium. Lo cual no puede sorprender, ya que “el Evangelio, donde deslumbra gloriosa la Cruz de Cristo, invita insistentemente a la alegría. Bastan algunos ejemplos: ‘Alégrate’ es el saludo del ángel a María (Lc 1,28). La visita de María a Isabel hace que Juan salte de alegría en el seno de su madre (cf. Lc 1,41). En su canto María proclama: ‘Mi espíritu se estremece de alegría en Dios, mi salvador’ (Lc 1,47)” (Evangelii Gaudium, n. 5). Los misterios gozosos del rosario nos impulsan a contemplar las escenas de la Anunciación a María, la Visitación de esta a su prima santa Isabel, la Natividad del Señor, la Presentación del Niño en el templo y el episodio del Encuentro en el mismo templo. En ellas, descubrimos que “María es la que sabe transformar una cueva de animales en la casa de Jesús, con unos pobres pañales y una montaña de ternura” (Evangelii Gaudium, n. 286). En realidad, “hay un estilo mariano en la actividad evangelizadora de la Iglesia. Porque cada vez que miramos a María volvemos a creer en lo revolucionario de la ternura y del cariño. En ella vemos que la humildad y la ternura no son virtudes de los débiles sino de los fuertes, que no necesitan maltratar a otros para sentirse importantes. Mirándola descubrimos que la misma que alababa a Dios porque ‘derribó de su trono a los poderosos’ y ‘despidió vacíos a los ricos’ (Lc 1,52.53) es la que pone calidez de hogar en nuestra búsqueda de justicia. Es también la que conserva cuidadosamente ‘todas las cosas meditándolas en su corazón’ (Lc 2,19). María sabe reconocer las huellas del Espíritu de Dios en los grandes acontecimientos y también en aquellos que parecen imperceptibles. Es contemplativa del misterio de Dios en el mundo, en la historia y en la vida cotidiana de cada uno y de todos. Es la mujer orante y trabajadora en Nazaret, y también es nuestra Señora de la prontitud, la que sale de su pueblo para auxiliar a los demás ‘sin demora’ (Lc 1,39)” (Evangelii Gaudium, n. 288). Los misterios dolorosos y Laudato Si’ Por su parte, los misterios dolorosos nos conducen hasta la oración de Cristo en el huerto de Getsemaní, la flagelación del Señor, la coronación de espinas, el Via Crucis, y la crucifixión y muerte de Jesús en el monte Calvario. Junto a ello, el Obispo de Roma nosanima a “escuchar tanto el clamor de la tierra como el clamor de los pobres” (Laudato Si’, n. 49), dado que, en realidad, “no hay dos crisis separadas, una ambiental y otra social, sino una sola y compleja crisis socio-ambiental” (Laudato Si’, n. 139). También en este punto Nuestra Señora viene en nuestra ayuda. “María, la madre que cuidó a Jesús, ahora cuida con afecto y dolor materno este mundo herido. Asícomo lloró con el corazón traspasado la muerte de Jesús, ahora se compadece del sufrimiento de los pobres crucificados y de las criaturas de este mundo arrasadas por el poder humano. Ella vive con Jesús completamente transfigurada, y todas las criaturas cantan su belleza. Es la Mujer ‘vestida de sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza’ (Ap 12,1). Elevada al cielo, es Madre y Reina de todo lo creado. En su cuerpo glorificado, junto con Cristo resucitado, parte de la creación alcanzó toda la plenitud de su hermosura. Ella no solo guarda en su corazón toda la vida de Jesús, que ‘conservaba’ cuidadosamente (cf Lc 2,19.51), sino que también comprende ahora el sentido de todas las cosas. Por eso podemos pedirle que nos ayude a mirar este mundo con ojos más sabios”(Laudato Si’, n. 241). Los misterios gloriosos y Lumen Fidei Los misterios gloriosos nos introducen en algunas dimensiones absolutamente nucleares de nuestra fe; son realidades que, además, no pueden captarse plenamente si no es desde la fe. Estamos hablando, en primer lugar, de la Resurrección del Señor, pero también de su Ascensión a los cielos y de la venida del Espíritu Santo en Pentecostés; en el ámbito más directamente mariano, contemplamos la Asunción de María al cielo y la Coronación de la Virgen como Reina y Señora de todo lo creado. En la primera encíclica de Francisco leemos que “en la Madre de Jesús, la fe ha dado su mejor fruto, y cuando nuestra vida espiritual da fruto, nos llenamos de alegría, que es el signo más evidente de la grandeza de la fe. En su vida, María ha realizado la peregrinación de la fe, siguiendo a su Hijo” (Lumen Fidei, n. 58). Por eso, con el Santo Padre, nos dirigimos filialmente a María, madre de la Iglesia y madre de nuestra fe, con el texto que aparece en el número 60 de Lumen Fidei: “¡Madre, ayuda nuestra fe! Abre nuestro oído a la Palabra, para que reconozcamos la voz de Dios y su llamada. Aviva en nosotros el deseo de seguir sus pasos, saliendo de nuestra tierra y confiando en su promesa. Ayúdanos a dejarnos tocar por su amor, para que podamos tocarlo en la fe. Ayúdanos a fiarnos plenamente de él, a creer en su amor, sobre todo en los momentos de tribulación y de cruz, cuando nuestra fe es llamada a crecer y a madurar. Siembra en nuestra fe la alegría del Resucitado. Recuérdanos que quien cree no está nunca solo. Ensénanos a mirar con los ojos de Jesús, para que él sea luz en nuestro camino. Y que esta luz de la fe crezca continuamente en nosotros, hasta que llegue el día sin ocaso, que es el mismo Cristo, tu Hijo, nuestro Señor”. Los misterios luminosos y Fratelli Tutti Finalmente, los misterios luminosos son: el bautismo de Jesús en el río Jordán, la autorrevelación del Señor en las bodas de Caná, la predicación del Reino de Dios, la transfiguración del Señor y la institución de la Eucaristía. Estos misterios fueron introducidos por san Juan Pablo II en el año 2002 con la publicación de la encíclica Rosarium Virginis Mariae, para insistir en que Jesucristo es “la luz del mundo” (Jn 8, 12), lo cual se manifiesta, sobre todo, “en los años de la vida pública, cuando anuncia el evangelio del Reino” (n. 21). Al servicio de este Reino que Jesucristo anuncia y encarna, “la Iglesia es una casa con las puertas abiertas, porque es madre. Y como María, la Madre de Jesús, queremos ser una Iglesia que sirve, que sale de casa, que sale de sus templos, que sale de sus sacristías, para acompañar la vida, sostener la esperanza, ser signo de unidad, para tender puentes, romper muros, sembrar reconciliación” (Fratelli Tutti, n. 276). La vigorosa llamada del papa Francisco a la fraternidad universal, “tiene también una Madre, llamada María. Ella recibió ante la Cruz esta maternidad universal (cf. Jn 19,26) y está atenta no solo a Jesús sino también ‘al resto de sus descendientes’ (Ap 12,17). Ella, con el poder del Resucitado, quiere parir un mundo nuevo, donde todos seamos hermanos, donde haya lugar para cada descartado de nuestras sociedades, donde resplandezcan la justicia y la paz” (Fratelli Tutti, n. 278). Conclusión María santísima vivió en intensa y honda comunión con su divino Hijo. Ella es modelo perfecto y puro de santidad. Que su ejemplo nos aliente en este mes de mayo. No dejemos de repetir amorosa y constantemente su Nombre. No nos cansemos de abandonarnos a su cuidado materno, rezando para que se incremente en nuestros días el número de hombres y mujeres que, a través de una fe humilde y sencilla, testimoniada en la vida, sean por doquier sal de la tierra y luz del mundo. Con el rezo diario del Santo Rosario, encomendemos a la guía tierna y solícita de la Madre de Dios la vitalidad de las comunidades cristianas, la fidelidad de las almas consagradas, el camino futuro de los jóvenes, la penuria de los desempleados, la aflicción de los atribulados, la suerte de los prófugos, los migrantes y desterrados, el clamor de los hambrientos y la paz y la concordia del orbe entero. Que María enjugue las lágrimas de los contagiados por el coronavirus y de cuantos han visto fallecer a sus seres queridos por esta cruel pandemia. Que Ella alcance también cuantiosas bendiciones a quienes cotidianamente luchan para erradicar de una vez por todas este flagelo, que tan inicuamente nos está fustigando. Monseñor Fernando Chica Arellano Observador Permanente de la Santa Sede ante la FAO, el FIDA y el PMA