Pasar al contenido principal

resurrección

Jue 7 Abr 2016

Vivir y sentir la Resurrección

El hilo conductor de las tres lecturas y el salmo de hoy está en relación con el conflicto que se vivió en distintas comunidades que escucharon sobre Jesús resucitado. En el evangelio de Juan, Jesús se reencuentra con sus discípulos. Los mismos que huyeron espantados ante la escena escalofriante de la crucifixión de su maestro; los mismos que creyeron todo perdido a causa de la muerte de quien consideraron el Mesías. Ahora, regresan a su pasado y lo hacen bajo el liderazgo de Pedro. Los discípulos, llegaron incluso a pensar que el amor que Jesús les había manifestado durante su ministerio público, era una mera ilusión, un amor pasajero, un amor al estilo humano. Por eso, volvieron al oficio de antes e intentaron pescar durante toda la noche y al amanecer no habían cogido nada. Por más que bregaron no lograron pescar absolutamente nada. Es que la vida sin el Señor es vacía y sin sentido. En realidad la vida sin Jesús no tiene orientación, no tiene un norte bien definido. [DESCARGA DOCUMENTO] Pedagogía por la paz Para entender las diferentes fases de un proceso que lleva al perdón, la reconciliación y la paz, la Comisión de Conciliación Nacional de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) propone a obispos, sacerdotes, religiosos(as) y laicos comprometidos la campaña denominada “Pedagogía por la paz”. Esta es una campaña de sensibilización para crear escenarios posibles de discusión para el tema de la paz.

Mié 30 Mar 2016

De la resurrección al testimonio de vida

Sin duda, los afectados directamente por el conflicto son los más dispuestos a buscar caminos de vida. Casi siempre los que menos entienden la lógica de la paz, son aquellos que han vivido lejos de la guerra. La ley del talión, que se conoce como la del “ojo por ojo y diente por diente”, no ofrece una salida real a los conflictos. La lógica de la misericordia, que recordamos este domingo en la respuesta al Salmo: “Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia”, es distinta. La misericordia divina nos revela el mismo ser de Dios y la posibilidad que los seres humanos tenemos de ser misericordia para el mundo, de hacerla presente allí donde la vida puede surgir de nuevo, si apostamos por ella, si la construimos con todos los medios que tenemos. [Descarga documento] Pedagogía por la paz Para entender las diferentes fases de un proceso que lleva al perdón, la reconciliación y la paz, la Comisión de Conciliación Nacional de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) propone a obispos, sacerdotes, religiosos(as) y laicos comprometidos la campaña denominada “Pedagogía por la paz”. Esta es una campaña de sensibilización para crear escenarios posibles de discusión para el tema de la paz.

Mié 30 Mar 2016

La misericordia transforma nuestros corazones

En el marco del segundo domingo de Pascua, conocido también como domingo de la Misericordia, el cardenal Rubén Salazar Gómez invita para que nuestros corazones se transformen a través de la misericordia, que no es otra cosa que el signo de la resurrección de Nuestro Señor. “La resurrección es la expresión perfecta de la misericordia, en ella se manifiesta la paz como fruto”, explica el purpurado. Transformar los corazones – explica el arzobispo de Bogotá – es vivir en paz, armonía y reconciliación; es decir perdonar. Esta acción nos hace seres nuevos, puntualizó el prelado. [icon class='fa fa-youtube fa-2x' link='']Ir a lista de reproducción[/icon]

Mié 30 Mar 2016

Paz con “S” de pascua

¿Será cierto aquello de que “en Colombia todos queremos la paz..! ¡Quién no la va a querer!”? O ¿Será uno de esos auto-engaños a que nos acostumbran y nos acostumbramos para que cada quien siga con lo suyo y nunca nos comprometamos a participar de lleno en lo que tiene que ver con todos? Al convocar al pueblo cristiano y a quienes han estado alejados del encuentro espiritual y eclesial con Jesucristo, especialmente en estos DIAS SANTOS que muchos dedican a otros fines, pongo de presente la necesidad de tomar una decisión histórica, personal y comunitaria, social y política, que es la de la responsabilidad moral de cada persona con su País, con el sentido de Nación, más allá de cualquier diferencia. Es una oportunidad para el acercamiento entre quienes estamos distanciados de diversas maneras. Es una oportunidad para la escucha y para expresar a través de la palabra y no de la mera pasión, los derechos que hemos negado o nos han negado, los deberes que hemos incumplido, las ofensas que nos hemos hecho, los daños que tenemos que reparar, las heridas que necesitamos sanar y cicatrizar, los pasos que podemos dar para escribir una historia distinta. Es una oportunidad para reencontrarnos con la belleza, la dignidad y grandeza de toda vida humana, con la posibilidad del amor como motor interior de la vida personal y social, con el trabajo honrado y constructivo de un futuro mejor, con la familia y la vecindad, con la naturaleza y entorno ambiental que claman por nuestro cuidado común, en fin, con ese “principio esperanza” que es el medio vital para que sobrevivamos y tengamos propósitos con futuro. Hay oportunidades que no se dan todos los días. La paz de Colombia es una de ellas. “No podemos darnos el lujo de fracasar nuevamente en el intento”, nos ha dicho el Papa Francisco, cuando visitó Cuba. La Pascua cristiana, centrada en el “morir ahora y nacer para siempre” con Cristo, celebrando su pasión, muerte y resurrección como un acontecimiento que recrea el ser de cada uno y la historia de todos, es, sin duda alguna, la más cierta manera de vivir la paz que nos da el Resucitado, superando miedos y prevenciones, encierros y violencias, como lo hace al presentar sus estigmas de Crucificado a los dispersos y cobardes discípulos que lo abandonaron. “Les traigo la Paz”, es el grito del Domingo de Pascua. Es la “Paz” con “S” de Pascua. Es la paz que surge de un espíritu humano que se sumerge en la gracia del Resucitado, gracia bautismal de morir al mal y al pecado, a la mentira y al “padre de la mentira”, y se integra a ese tronco de vida nueva que es Cristo Jesús, que es la Iglesia de sus discípulos, de pecadores perdonados, capaces de perdonar y en proceso permanente de conversión y crecimiento (Vigilia Pascual del Sábado Santo). Te invito a ver más allá de tus posiciones estáticas y negativas y a aportar tu oración, tu presencia, tu voluntad de cambio, al pueblo creyente y a la sociedad colombiana. Los invito y convoco a la Semana Santa 2016 en Cali y en cada territorio del País. +Darío de Jesús Monsalve Mejía Arzobispo de Cali.