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Monseñor Germán Medina inicia su nueva misión episcopal en la Diócesis de Engativá impulsado por la fuerza de la esperanza
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Este viernes, 23 de agosto, en la Catedral San Juan Bautista de La Estrada, se llevó a cabo la posesión canónica de monseñor Germán Medina Acosta como nuevo obispo de la Diócesis de Engativá. Esto, tras haber sido designado para tal misión por el papa Francisco el 29 de junio. El prelado, quien desde el pasado mes de julio ejerce también como secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia, fue posesionado por el cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá.
En la ceremonia, además de familiares, miembros del clero diocesano, religiosos y feligreses, a monseñor Germán lo acompañaron el cardenal Rubén Salazar Gómez y el cardenal Jorge Enrique Jiménez Carvajal. Asimismo, los obispos de la Provincia Eclesiástica de Bogotá, monseñor Luis Augusto Campos Florez, obispo de Socorro y San Gil, y varios sacerdotes del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (SPEC).
Durante el rito de posesión, el cardenal Luis José, haciendo referencia a las enseñanzas de San Juan Pablo II, recordó que el obispo, como pastor del rebaño de Cristo a él confiando es, ante todo, un hermano, un amigo y un padre que “tiene la hermosa tarea de ser un servidor del Evangelio de Jesucristo para la esperanza del mundo”. Además, afirmó que los seres humanos pacientes como monseñor Germán, “son tejedores de bien”.
“La misión de monseñor Germán, junto con su presbiterio, sus diáconos, la vida consagrada, femenina y masculina y con todos los fieles laicos, será ser un servidor y un misionero de la esperanza, con la luz de la Palabra de Dios, con la gracia de los sacramentos y con el testimonio de su vida. Así leemos el Pastor y de este modo, viviendo como hombre de esperanza y reflejando en el propio ministerio la eclesiología de comunión y misión, los obispos deben ser verdaderamente motivo de esperanza para su grey. Sabemos que el mundo necesita de la esperanza que no defrauda. Sabemos que esta esperanza es Cristo. Lo sabemos y por eso predicamos la esperanza que brota de la cruz”.
El primado de Colombia también agradeció la misión apostólica de monseñor Héctor Gutiérrez Pabón y monseñor Francisco Antonio Nieto Súa, anteriores obispos de esa Iglesia particular.
Durante la homilía, monseñor Germán, quien, tras tres años de servicio a la Arquidiócesis de Bogotá como Obispo Auxiliar, se convierte ahora en el tercer obispo de la Diócesis de Engativá, se refirió a la figura y enseñanzas de San Gregorio de Nisa, obispo de Capadocia y teólogo del siglo IV, considerado padre de los padres de la Iglesia:
“Él afirmaba que en la vida cristiana se va de comienzo en comienzo a través de comienzos que no tienen nunca fin. Hermanos y hermanas, así experimentado mi vida ministerial, así quiero asumir esta nueva misión que se me confía. Considero que se trata de un nuevo comienzo, de una nueva oportunidad que el Señor me ofrece para responderle con mayor generosidad y fidelidad; una nueva oportunidad para la conversión personal, para enmendar mis propios pecados y obrar su misericordia. Es una nueva oportunidad para que, permaneciendo unido a Él, ofrezca mi vida al servicio de su pueblo peregrino en la Diócesis de Engativá. Si bien este nombramiento representa para mí un nuevo comienzo, considero a la vez que la llegada del nuevo obispo constituye también un nuevo comienzo para esta diócesis”.
Precisamente, al referirse a los presbíteros, religiosos y laicos de esta jurisdicción eclesiástica, monseñor Germán Medina, en comunión con la propuesta del papa Francisco, se refirió a la necesidad de seguir viviendo y forjando el espíritu sinodal. Al tiempo, haciendo eco de las palabras del cardenal Luis José, también destacó la importancia de seguir cultivando y transmitiendo el mensaje de la esperanza:
"Hoy necesitamos que sobreabunde la esperanza para testimoniar de manera creíble y atrayente la fe y el amor que llevamos en el corazón, para que la fe sea gozosa y la caridad entusiasta".
Al cierre de la ceremonia, el padre Alberto Camargo, vicario de la Diócesis de Engativá, en representación del clero, dio la bienvenida a su nuevo obispo y afirmó que seguirán avanzando en la construcción de la “Ciudad de la Misericordia”, una iniciativa de humanidad y fraternidad con enfoque samaritano que, desde hace más de 20 años, ha venido impulsando el caminar de esta Iglesia urbana:
“Cercano a la pedagogía social, ha dejado ver a través de sus inquietudes pastorales, su amor y su interés por los procesos humanos de la ciudad y con mayor ahínco su amor y compromiso por la misión de la Iglesia en esta urbe. Por todo ello, nuestra Diócesis de Engativá, que ha interpretado este legado del Espíritu al hacerse escenario de los ecos de la parábola del Buen Samaritano, suscitada por el Espíritu Divino en el correr de los años, se apresta a iniciar una nueva etapa de su historia, otro paso certero hacia el horizonte tópico de la “Ciudad de la Misericordia”, guiada por el cayado de su nuevo pastor. El paradigma samaritano ha ido configurando nuestra identidad. Hemos ido comprendiendo a través de las etapas de nuestro caminar que la samaritana es nuestra razón de ser, nuestro estilo, nuestra incesante búsqueda. Esto es una utopía del reino o la novedad del Espíritu que sopla donde quiere, llevándonos a crecer en su movimiento, que hace nuevas todas las cosas y se forja un lugar en nuestra ciudad para anunciar en ella la bienaventuranza de la justicia y la paz”.
Al cierre de la ceremonia, en representación del presidente y del vicepresidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Francisco Javier Múnera Correa y monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos, el padre Raúl Ortiz Toro, secretario adjunto de la Conferencia Episcopal, leyó un mensaje de acción de gracias por el ministerio de monseñor Medina. También allí se hizo un énfasis especial en la esperanza:
“Hemos visto su testimonio de generoso servicio con particular énfasis en la virtud de la esperanza. Por ello queremos hacer eco de las palabras del Papa Francisco en la Bula de Convocación al Jubileo Ordinario 2025: “La esperanza nace del amor y se funda en el amor que brota del Corazón de Jesús traspasado en la cruz”. Deseamos que la esperanza se avive y el amor continúe ardiendo en esta nueva etapa de vida diocesana que hoy se inicia en Engativá en consonancia con su lema episcopal: “Los amó hasta el extremo” (Jn 13,1) (…) Tenemos puesta nuestra confianza en el Señor: seguros de que la esperanza no defrauda, sabemos que Él lo asistirá; que lo acompañará la protección maternal de la Virgen María y el amparo de San José; que la comunidad diocesana lo rodeará de bendiciones y afecto; que el Presbiterio y la Vida Consagrada lo reconocerá como padre y pastor, y que tendrá la colaboración constante de quienes, con usted, conformamos comunidad de trabajo para la extensión del Reino de Dios”.
Vea a continuación la transmisión de la ceremonia de posesión:
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Frente al año preelectoral 2025 en Colombia, el cardenal Luis José Rueda Aparicio llama a la responsabilidad y la fraternidad
En el contexto del fin de año, el cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia, compartió un balance del 2024, destacando los desafíos y aprendizajes que dejó para la Iglesia y para el país. Además, pidió a los colombianos asumir el 2025, año preelectoral, con un profundo sentido de responsabilidad, fraternidad y compromiso con el bien común.Reflexionando sobre el año que termina, el cardenal Rueda evocó una popular canción colombiana: “Yo no olvido el año viejo porque me ha dejado cosas muy buenas”. Desde allí, destacó que, aunque el 2024 estuvo marcado por complejas guerras en el mundo, como las de Ucrania y Gaza; así como por el conflicto armado, inundaciones y dificultades sociales en Colombia, también dejó signos de esperanza que deben animar a la nación a seguir avanzando.En el ámbito social, el purpurado subrayó la importancia de la COP 16, celebrada en Cali en el mes de octubre, como un momento clave para reflexionar sobre el cuidado de la “casa común” y la responsabilidad que tienen los colombianos de proteger la biodiversidad y priorizar la dignidad humana.A nivel eclesial, el cardenal Rueda resaltó la segunda sesión de la Asamblea del Sínodo de los Obispos sobre la sinodalidad, que invitó a la Iglesia universal a caminar junta, escuchando, perdonando y trabajando como un solo cuerpo. Además llamó la atención sobre el curso que debe seguir lo concluido allí:“Nos queda un camino por recorrer. Debemos implementar lo que el Sínodo nos ha ofrecido, no como un documento de estudio, sino como una práctica viva en parroquias, familias y comunidades”, afirmó el primado de Colombia, instando a construir una Iglesia más inclusiva y corresponsable, guiada por el Espíritu Santo.Al mirar hacia el 2025, el cardenal Luis José Rueda hizo un llamado a los colombianos a vivir este año preelectoral como un tiempo de responsabilidad y fraternidad. En un país marcado por tensiones políticas, y citando la enseñanza del papa Francisco sobre la buena política como servicio al bien común expresada en su Encíclica Fratelli tutti, afirmó: “La política debe implicarnos a todos; no puede ser un espacio para la indiferencia, la división o la polarización”.En este sentido, el primado de Colombia destacó la importancia de que los ciudadanos asuman su rol en la democracia, fomentando relaciones de respeto y buscando caminos comunes. “Las futuras generaciones necesitan instituciones fuertes y consolidadas, y un pueblo colombiano unido trabajando por la paz, la vida, la reconciliación y el desarrollo integral de todas las regiones”, agregó.Finalmente, el cardenal Rueda Aparicio invitó a todos a celebrar el Jubileo de la Esperanza, propuesto por el papa Francisco, como una oportunidad para renovarse y caminar juntos como humanidad y como Iglesia:“Que el año 2025 sea una ocasión para mirarnos con realismo, reconocer los signos de sufrimiento, pero también los de esperanza, y avanzar unidos como pueblo de Dios al servicio de la humanidad”.Vea el mensaje a continuación:
Sáb 28 Dic 2024
El Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia hace un llamado a la esperanza y la reconciliación para el 2025
De cara al 2025, y en un momento crucial para Colombia, marcado por grandes desafíos sociales y políticos, monseñor Francisco Javier Múnera Correa, arzobispo de Cartagena y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, envía un mensaje cargado de esperanza. Invita a todos a cerrar este año 2024 con un corazón agradecido y abrir el 2025 bajo la perspectiva de un tiempo de gracia especial: el Jubileo Ordinario convocado por el papa Francisco.Según el prelado, este Jubileo de la Esperanza es una oportunidad para que los colombianos renueven su compromiso con los valores del Evangelio:“Los invito a no desfallecer en el cuidado de nuestros niños, jóvenes y abuelos, a tender la mano a los migrantes, a los enfermos y a quienes son excluidos. Juntos, con fe y esperanza, construiremos un país reconciliado y lleno de vida”.El presidente del Episcopado también hizo un llamado especial a los colombianos a no dejarse vencer por la desesperanza ni por las divisiones:“Recordemos las palabras del Santo Padre en su visita a Colombia en 2017: ‘No se dejen robar la esperanza, no se dejen robar la alegría’. Que este Jubileo sea un tiempo propicio para fortalecer nuestras familias, apoyar a los más vulnerables y comprometernos con la búsqueda de la paz y la justicia”.Monseñor Francisco Múnera recordó también que la paz es uno de los grandes anhelos de la nación. “No perdemos la esperanza en el camino que recorremos para alcanzarla”, expresó, destacando la necesidad de que para que esta sea posible, existan gestos concretos de reconciliación, especialmente en un país que aún enfrenta las heridas del conflicto. En este sentido, recordó que el Jubileo será una oportunidad privilegiada para renovar el compromiso con la construcción de un futuro fraterno y solidario.En el marco de la 58 Jornada Mundial de la Paz, que se celebrará el 1 de enero de 2025 bajo el lema “Perdona nuestras ofensas, concédenos tu paz”, monseñor Múnera Correa recuerda que la paz no es solo la ausencia de violencia, sino el fruto de la reconciliación con Dios, con los hermanos y con nosotros mismos.El Jubileo Ordinario 2025: un tiempo de gracia para Colombia“La virtud de la esperanza nos recuerda que nuestra vida es una peregrinación hacia Dios. En este Jubileo, queremos reforzar nuestra confianza en que el bien y la paz son posibles, superando el pesimismo y las sombras de la violencia”, afirma monseñor Múnera, haciendo eco del llamado del Papa en la bula de convocatoria del Jubileo.Participación en el Rito de Iniciación del Jubileo en las catedralesEl presidente de la Coferencia Episcopal de Colombia también invita a los fieles a unirse, este domingo 29 de diciembre, al Rito de Iniciación del Jubileo en las catedrales de todo el país. Este acto será un signo de comunión con la Iglesia universal y un paso más en el camino hacia un futuro lleno de esperanza.El mensaje de la Iglesia es claro: el 2025 será un tiempo para renovar el espíritu y trabajar juntos como verdaderos Peregrinos de Esperanza, convencidos de que la paz y la reconciliación son posibles.Vea el mensaje a continuación:
Mar 24 Dic 2024
Navidad 2024: Vicepresidente del Episcopado Colombiano pide a los fieles liberar la Navidad del consumismo y aportar en la construcción de la paz
Al celebrar esta Navidad 2024, los obispos colombianos, a través del arzobispo de Tunja y vicepresidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos, piden a los fieles asumir este tiempo desde el amor, mientras reflexionan sobre su papel en la construcción de un futuro mejor para el país, donde la paz, tan anhelada por todos, se pueda hacer realidad con el aporte de cada uno.En su mensaje, el prelado subraya que la paz no es solo un don divino, sino también una tarea que exige el esfuerzo de cada persona desde lo más profundo de su corazón. "Preguntémonos: ¿qué estoy dispuesto a aportar yo para la construcción de la paz?", expresa.En línea con las palabras del papa Francisco, el vicepresidente del episcopado colombiano también llama a liberar la Navidad de todo aquello que no refleja su verdadero sentido, como el consumismo, los odios, los rencores y las venganzas:"Que este tiempo sea también de unión familiar, de sacar de nuestro corazón todo asomo de rencor, de violencia, de venganza".Además, recuerda que el Santo Padre, al convocar el Jubileo de la Esperanza, que se inaugurará en Roma el 25 de diciembre y, en las diócesis colombianas, el 29 de diciembre, está invitando a todos los creyentes a renovar su confianza en el Señor y a caminar como "peregrinos de la esperanza"."Les estamos deseando a todos una muy Feliz Navidad 2024. Que Santa María, Nuestra Señora de la Esperanza, camine con nosotros en este peregrinar. Bendiciones", concluye monseñor Villa.Vea el mensaje a continuación:
Mié 11 Dic 2024
¿Cómo vivir el Jubileo de la Esperanza 2025 en la Iglesia colombiana? La Conferencia Episcopal lanza un libro con orientaciones
La Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), a través de su Secretariado Permanente, presenta un nuevo libro titulado "Caminar en esperanza". Su contenido busca ayudar a las comunidades católicas del país a reflexionar y vivir plenamente el Jubileo Ordinario del 2025 convocado por el papa Francisco bajo el lema “Peregrinos de la esperanza”. Más que un material de lectura tradicional, es una ruta concreta para orientar a todos los miembros de la Iglesia en un peregrinaje hacia la renovación de su fe y compromiso cristiano, especialmente en medio de un contexto nacional y mundial marcado por profundas incertidumbres y temores sociales y políticos.Este compendio de 137 páginas, concebido como una guía práctica y espiritual, ofrece reflexiones, talleres y recursos para que los fieles católicos colombianos incorporen la esperanza en su vivencia diaria y en sus dinámicas pastorales desde distintas dimensiones. Entre ellas, en la Biblia, en los padres de la Iglesia, a nivel litúrgico, desde el rol de sacerdotes y religiosos, en la familia, en la misión, a nivel social, desde la comunicación y desde los signos de los tiempos. En la presentación del libro y evocando las palabras del papa Francisco, quien en su exhortación Spes non confundit resalta que la esperanza es la virtud que “indica la dirección y la finalidad de la existencia cristiana”, el presidente de la CEC, monseñor Francisco Javier Múnera Correa, destacó que este tiempo jubilar es una oportunidad para fortalecer la virtud de la esperanza, que orienta y sostiene la vida cristiana. A partir de esta premisa, se invita a los fieles a reconocer que la esperanza tiene un rostro: Jesucristo, quien camina con la humanidad como peregrino para guiarla hacia el Padre."Caminar en esperanza" es una invitación de la Conferencia Episcopal de Colombia a fomentar la comunión en los diversos espacios eclesiales del país; desde las parroquias hasta las familias, así lo expresa su presidente, monseñor Francisco Múnera:“Deseo que este material sea acogido en todos los lugares eclesiales para la vivencia de la comunión en nuestro país; y que, en aquellos espacios vitales, se asuma con esperanza el seguimiento del Señor Jesucristo, nuestra paz, y con este horizonte podamos fomentar las relaciones, los procesos y los vínculos necesarios para una Iglesia sinodal, misionera y misericordiosa, como lo pide el Proceso Sinodal”.El libro ya puede ser adquirido a través de la Librería de la Conferencia Episcopal de Colombia o en las librerías San Pablo del país.Datos de contacto:Correo: [email protected]: 3138808447Teléfono: PBX (57) 601 9157779 Ext. 125Horario de atención:Lunes a viernes 8:00 a.m. - 12:30 p.m. / 1:30 p.m. - 4:30 p.m.