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“Me hará falta el río grande de La Magdalena por su navegar tranquilo y sus horas de poesía”
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Así lo expresa monseñor Camilo Castrellón Pizano, quien recientemente dejó la diócesis de Barrancabermeja, luego que el papa Francisco le aceptara la renuncia al gobierno pastoral de esta Iglesia particular. Se retira para dedicar su tiempo a la oración, al sacramento de la reconciliación, a la actualización en el tema de la psicología, que dejó por su trabajo pastoral y, además, estará acompañando y asesorando parejas en procesos de separación.
En diálogo con la oficina de comunicaciones de la Conferencia Episcopal, el obispo saliente cuenta algunos de los momentos pastorales vividos a lo largo de sus 19 años de ministerio episcopal, ejercidos en las diócesis de Tibú y Barrancabermeja.
Anunciar la Buena Nueva de Jesús, legado que deja a su sucesor
Revela que durante su ministerio tuvo claro que su tarea era la de anunciar la Buena Nueva de Jesús y eso lo ha hecho visible trabajando por los más pobres, vulnerables y últimos de la sociedad, especialmente apoyando procesos de construcción de la paz. Estas acciones, apunta el prelado, se han visto materializadas “gracias al trabajo en equipo, marcado con una presencia activa de los sacerdotes, la vida consagrada, los laicos, con un discernimiento constante de la realidad y una iluminación desde la Palabra de Dios, el Magisterio de la Iglesia y las ciencias sociales. Toda la elaboración del proyecto pastoral diocesano, partió siempre de la base y no del vértice, cuya misión fundamental de éste era apoyar a las parroquias y vicarías”.
El plan pastoral, explica, estuvo “centrado en la persona del Señor Jesús y en la reconciliación como camino para la paz”, razón por la que destaca el trabajo hecho con los jóvenes y las familias dejando como resultado la construcción y fortalecimiento de las “comunidades eclesiales de base”, entendidas como grupos de personas donde sus integrantes se conocen, comparten su vida, celebran su fe y se ayudan mutuamente para vivir plenamente su compromiso en la construcción del Reino de Dios.
En materia de relaciones con otras instancias, el obispo saliente subraya que, a pesar de las diferencias de pensamiento, la Iglesia siempre ha mantenido buena comunicación, diálogo e independencia con los gobiernos tanto nacional, departamental y local, con las fuerzas militares y de policía, con los medios de comunicación social, con las organizaciones civiles, con los grupos y movimientos de derechos humanos, con los diálogos pastorales con los grupos alzados en armas y con los líderes y lideresas de las comunidades, hecho que ha permitido abrir caminos de reconciliación y paz que favorecen sin lugar a dudas a las comunidades.
Caminando de la mano con los más pobres y desprotegidos
Frente a las distintas realidades sociales que se perciben en estos territorios, acompañadas por una gran riqueza natural, la calidez de sus gentes, sus comunidades, pero también marcados por la desigualdad, la pobreza, el narcotráfico, los grupos alzados en armas, en fin, una serie de factores que marcan un panorama de mucha complejidad, el obispo emérito de Barrancabermeja destaca que para analizar estos ambientes se partió de un proceso de discernimiento “donde nos preguntábamos cómo estaba trabajando Dios en la situación que se nos presentaba, para ayudarle a llevar adelante su plan de salvación”. Esto, afirma, siempre fue soportado desde una lectura del análisis de la realidad e iluminado por el Evangelio, las ciencias sociales, el Magisterio Pontificio y la Doctrina Social de la Iglesia.
“Para la toma de decisiones teníamos un material de apoyo con unos principios fundamentales: la constitución del ser humano que encuentra en Cristo el hombre nuevo y le ofrece su realización más plena, la centralidad de la persona humana como un ser que anda, que peregrina, como un ser viático, sujeto de su propia historia, la persona humana, fundamento y fin del orden social”, añade.
Así, pues, resalta que “estos principios se entrelazaban transversalmente con: las opciones de una Iglesia en salida, la cultura del encuentro, la centralidad en los pobres, la reconciliación y la paz”.
Habló fuerte denunciando las injusticias
Resalta la tarea de sus antecesores quienes siempre fueron claros en denunciar las injusticias y anunciar el Evangelio con miras a la construcción de una nueva sociedad. Por eso, subraya que “tanto en la diócesis de Tibú como en la de Barrancabermeja tuve muy claro que el anuncio y la denuncia eran parte inseparable del ministerio episcopal y en ambas jurisdicciones había una memoria y un trabajo muy fuerte de mis antecesores (…) Especialmente en Tibú, soy consciente que mis denuncias, que fueron muchas y frecuentes, incomodaron al establecimiento y a los grupos al margen de la ley. En tres oportunidades, supe después, que habían tomado la decisión de secuestrarme con fines de una ejecución sumaria”.
Recuerda cómo, durante su trabajo pastoral en la diócesis de Tibú, los medios de comunicación privados le fueron esquivos a la hora de realizar denuncias. Éstas – explica-, se tenían que hacer a través de la emisora diocesana o en el púlpito durante las eucaristías; era así como particularmente las víctimas o sus familiares sentían la cercanía y el apoyo de la Iglesia.
“Un caso, entre muchos, ilustra lo dicho: en una celebración del Sábado Santo, en la noche, en la Iglesia Catedral, al terminar la Vigilia Pascual, una muchacha muy asustada y escondiéndose de la gente, me dijo que durante la misa un grupo al margen de la ley se había llevado a un joven. Llamé, inmediatamente, al vicario general y salimos para donde sabíamos que conocían el secuestro y exigimos devolver al instante al joven. A los pocos minutos estaba libre. Al día siguiente, hice la denuncia pública”, afirma.
También recuerda acontecimientos especiales vividos en la diócesis de Barrancabermeja. Allí la voz del obispo ha sido siempre respetada y es considerado como un líder espiritual, desde tiempos de monseñor Bernardo Arango, pasando por monseñor Juan Francisco Sarasti y, particularmente, por monseñor Jaime Prieto, quienes fueron voz autorizada, libre e iluminadora de la realidad social en estos territorios.
Nostalgia de dejar estos territorios
Expone que su salida le trae nostalgia, pero también tiene claro que su formación con la comunidad Salesiana le enseñó a ser un ciudadano del mundo y, por lo tanto, siempre estará en actitud de salida y, al mismo tiempo, “con los pies firmes en el presente y convencido que el Señor, en el nuevo lugar de mi estadía, me tiene una misión particular”.
“Estoy muy agradecido y voy a extrañar al magnífico equipo de la curia diocesana, conformado por sacerdotes, religiosas y profesionales, hombres y mujeres que me acompañaron durante estos años, con amistad y profesionalismo, lo mismo que a quienes fueron los conductores del carro del obispo, compañeros de largos recorridos y al personal de servicios que trabaja en la casa del obispo por su sencillez, servicio, dedicación y su compromiso; también a los fieles de las parroquias (...) Tuve una relación muy fluida con la academia, con los profesionales y una cercanía especial con las víctimas de la violencia, con quienes fortalecimos lazos de amistad y solidaridad, que necesariamente voy a extrañar (…) También extrañaré al equipo humano del Secretariado Permanente de la Conferencia Episcopal por su cercanía, amabilidad, profesionalismo y capacidad de servicio.
Concluye su entrevista, agradeciendo las sólidas amistades que se fueron tejiendo a lo largo de su episcopado, resaltando sobre manera a aquellas personas que le ayudaron en la construcción de una mejor sociedad y que creyeron en él como obispo.
Y, así como le “hará falta el río grande de La Magdalena por su navegar tranquilo y sus horas de poesía”, también él dejará un vacío en quienes lo acompañaron en su paso por Barrancabermeja.
“Reciban el Espíritu Santo” (Jn 21, 22)
Mié 15 Mayo 2024
Miremos y contemplemos el Crucificado
Jue 2 Mayo 2024
Mié 15 Mayo 2024
El papa Francisco nombró obispo para la Diócesis de El Banco: Pbro. Dimas Antonio Acuña Jiménez
El papa Francisco nombró al padre Dimas Antonio Acuña Jiménez, miembro del clero de la Arquidiócesis de Barranquilla, como nuevo obispo de la Diócesis de El Banco, jurisdicción eclesiástica ubicada en el departamento del Magdalena.El padre Dimas se venía desempeñando como delegado de la Pastoral Universitaria y de la Pastoral de los Artistas de la Arquidiócesis de Barranquilla. Además, durante varios años, ha sido rector y formador del Seminario Mayor Juan XXIII.Desde enero de 2023, era monseñor José Mario Bacci Trespalacios, obispo de la Diócesis de Santa Marta, quien se venía desempeñando como administrador apostólico de esta jurisdicción eclesiástica por encargo del Santo Padre, tras el fallecimiento de monseñor Luis Gabriel Ramírez Díaz, quien fue obispo y administrador apostólico de El Banco. BiografíaEl padre Dimas Antonio Acuña Jiménez nació el 25 de enero de 1972, en Usiacurí, municipio ubicado en el departamento del Atlántico. Realizó sus estudios de filosofía y teología en el Seminario Mayor Juan XXIII de Barranquilla. Es Licenciado en Teología de la Universidad Javeriana. Fue ordenado sacerdote el 22 de agosto de 1998, por monseñor Félix María Torres.Se especializó en Filosofía Contemporánea, en la Universidad del Norte de Barranquilla y estudió Teología Bíblica en la Pontificia Universidad de Santo Tomás de Aquino, en Roma.Entre sus encargos pastorales, se destacan:- Vicario Parroquial de San Pancracio (1997-1998)- Vicario Parroquial de la Catedral María Reina (1999)- Párroco en Nuestra Señora de Fátima (2000)- Párroco en San Carlos Borromeo (2001)- Párroco en San Agustín (2002)- Formador del Seminario Mayor Juan XXIII (2003-2008)- Párroco en Cristo Rey (2009-2010)- Párroco en Santa Laura (2013)- Rector del Seminario Mayor Juan XXIII (2014-2020)- Miembro del Consejo Presbiteral y del Consejo Económico (2014-2020)- Párroco en Nuestra Señora de Torcoroma (2020 hasta la fecha)- Delegado de Pastoral Universitaria y Pastoral de los Artistas de la Arquidiócesis de Barranquilla.
Mar 14 Mayo 2024
El Nuncio Apostólico en Colombia nombra Pro-Vicario para Guapi
Monseñor Paolo Rudelli, Nuncio Apostólico en Colombia, nombró Pro-Vicario para el Vicariato Apostólico de Guapi. Se trata del padre Arnulfo Moreno Quiñonez, miembro del clero de esta jurisdicción ubicada en el departamento del Cauca.El padre Arnulfo se venía desempeñando desde el año 2021 como Vicario General y Párroco de la Catedral La Inmaculada Concepción de Guapi. Además, desde el 2019 lideraba la Pastoral Familiar. Ahora, como Pro-vicario, asumirá la administración eclesiástica de esta Iglesia particular.Este nombramiento se da luego que el pasado sábado, 11 de mayo, monseñor Carlos Alberto Correa Martínez, anterior Vicario Apostólico de Guapi, tomara posesión de la Diócesis de Apartadó, sede en la que fue nombrado obispo el 19 de marzo por parte del papa Francisco.En diálogo con el Departamento de Comunicaciones de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), el padre Arnulfo afirmó que toma esta designación como una gran responsabilidad para la que se encomienda a Dios. Además, como un importante voto de confianza para todo el clero del vicariato.Resaltó también que tienen como tarea central seguir trabajando en el desarrollo del actual plan pastoral, que contempla cinco dimensiones por fortalecer: familia, presbiterio, pastoral social, pastoral educativa y pastoral de la fe o catequesis.Frente a los múltiples desafíos sociales que enfrenta esta jurisdicción ubicada en el litoral pacífico, entre ellos, la violencia, el conflicto armado y el narcotráfico, afirmó que seguir acompañando permanentemente a las comunidades, con enfoque pastoral y humanitario, es una prioridad.Sobre el rol de Pro-VicarioSe utiliza esta figura para designar a quien va a estar temporalmente al tanto de la administración del Vicariato Apostólico en nombre del Santo Padre, mientras es nombrado el Vicario Apostólico en propiedad.Cabe recordar que los vicariatos apostólicos son jurisdicciones ubicadas en territorios de misión, regidas directamente por el Papa como obispo universal, y este ejerce su autoridad a través de un vicario o delegado. De allí, que la designación del Pro-Vicario de Guapi haya sido realizada por el Nuncio Apostólico como representante del Santo Padre en Colombia.BiografíaEl padre Arnulfo Moreno Quiñonez nació en el municipio de El Charco (Nariño) el 25 de marzo de 1979. Su primaria y secundaria las cursó en el Colegio Integral San José de Guapi.Realizó sus estudios de Filosofía y Teología en el Seminario Mayor San Pedro Apóstol de Cali en 2010, cursó Sagrada Teología Universidad Pontificia Bolivariana Medellín (2011). Realizó una especialización en Gestión Humana, en la Universidad Pontificia Bolivariana Medellín (2013), se licenció en Sagrada Teología sobre el Matrimonio y Familia en la Universidad Pontificia Lateranense de Roma (2017).Entre sus encargos pastorales, se destacan:− Vicario Parroquial de la Catedral, La Inmaculada Concepción. Guapi, 2010.− Párroco, Parroquia San Antonio de Padua. Guapi, 2011 – 2014.− Coordinador de campo de profesores oferentes. Guapi, 2011 – 2012.− Párroco, Parroquia Nuestra Señora del Rosario Santa María – Timbiquí, 2017.− Administrador parroquial, Parroquia Nuestra Señora de los Ángeles. España – Valencia, Chelva, 2015-2017.− Administrador parroquial, Parroquia La Santísima Trinidad. López de Micay, 2015.− Delegado para la Pastoral Familiar, Vicariato Apostólico de Guapi. Timbiquí, 2019.- Párroco, Catedral, La Inmaculada Concepción. Guapi, 2021.- Vicario General, 2021.
Mar 7 Mayo 2024
Fallece hermana de monseñor Joaquín Humberto Pinzón Güiza
La Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) se suma a la acción de gracias a Dios por la vida terrena que le concedió a la señora MERCEDES PINZÓN GÜIZA, hermana de monseñor Joaquín Humberto Pinzón Güiza, Vicario Apostólico de Puerto Leguízamo-Solano, quien, este 7 de mayo, ha vivido su pascua. Además, se une en oración, pidiendo a Cristo Resucitado que fortalezca la virtud de la esperanza cristiana en su familia y allegados, para que sientan el consuelo de su presencia.Las exequias se realizarán el próximo jueves 9 de mayo, en las horas de la mañana, en la parroquia La Consolata de la ciudad de Bucaramanga (Santander).
Lun 6 Mayo 2024
¡Monseñor Alejandro Díaz ya hace parte del colegio episcopal! Fue ordenado obispo auxiliar de Bogotá el pasado 4 de mayo
El pasado sábado, 4 de mayo, en la Catedral Primada de Colombia, se llevó la ordenación episcopal de monseñor Alejandro Díaz García como obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Bogotá. La ceremonia fue presidida por el cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC).Junto a familiares, amigos y feligreses, en la Eucaristía participaron 20 obispos, cerca de 300 sacerdotes, así como representantes de diversas comunidades religiosas. Además, algunos presbíteros provenientes de Roma, en miembros del Dicasterio para la Evangelización.En la ceremonia, monseñor Octavio Ruíz Arenas, arzobispo emérito de Villavicencio y secretario emérito del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización y monseñor Pedro Manuel Salamanca Mantilla, obispo de Facatativá, fueron los obispos acompañantes y primeros ordenantes.“Una misión de fe, amor y esperanza”, así se refirió el cardenal Rueda al significado profundo del ministerio episcopal durante su homilía. Afirmó que la ordenación episcopal no es solo una ceremonia, sino el reconocimiento de una vocación permanente que ha sido guiada por Dios desde el inicio de la vida del ordenado.El purpurado también remarcó que, aunque como obispo de Colombia en la Iglesia primada asume una posición de liderazgo, seguirá siendo parte del pueblo de Dios y debe vivir en comunión y espíritu de hermandad.Por su parte, monseñor Alejandro se encomendó a Dios Padre y pidió la intercesión de la Virgen María en su nuevo rol pastoral, ahora desde el colegio episcopal, “para ser preservado del mal y permanecer en la verdad de Jesucristo”.El nuevo obispo agradeció, además, a quienes han sido instrumentos de Dios en su vida, desde los obispos hasta sus hermanos sacerdotes y amigos. De manera particular, se refirió a los cardenales Pedro Rubiano, Rubén Salazar y Luis José Rueda, así como a aquellos prelados que han guiado su formación y ministerio. También, a los fieles laicos que lo han apoyado y sostenido con su oración.En cuando a la misión que desarrollará ahora en la Arquidiócesis de Bogotá junto al cardenal Luis José Rueda y a monseñor Germán Medina Acosta, también obispo auxiliar, expresó su compromiso para servir con amor y dedicación, así como para dar a conocer el rostro de Jesús en todas las realidades de la capital colombiana.-------Crédito fotos: El Catolicismo - Arquidiócesis de Bogotá-------Vea a continuación la transmisión de la ordenación: