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“Llevo al Cauca en mi corazón”: Mons. Rueda Aparicio

Lun, 01/06/2020 - 16:44 editorCEC1

Tags: momseñor luis josé rueda arzobispo de bogotá Arquidiócesis de Popayán iglesiam caucanos

Antes de salir de la ciudad blanca como se le conoce tradicionalmente a Popayán, el arzobispo electo de Bogotá, monseñor Luis José Rueda Aparicio, dejó un video mensaje en el que se despide de todos los caucanos y les manifiesta su agradecimiento por la cercanía durante el período que estuvo al frente de esta Jurisdicción.

“Gracias por haberme recibido en sus comunidades, gracias por estos casi 2 años en los cuales he aprendido a luchar, he aprendido a amarlos a ustedes. Se me han metido en el alma. Como sacerdote nosotros nos enamoramos de las comunidades y nosotros los obispos nos enamoramos de nuestras comunidades diocesanas y ese enamoramiento nos lleva a mantenernos unidos en la oración, en el compromiso de orar todos los días”, afirmó.

Igualmente, ratificó su gratitud a todas aquellas personas que durante su estancia en esta ciudad le acompañaron en este caminar pastoral, animándolos a continuar viva la fe, resaltando de manera especial la importancia de la Eucaristía como centro de la vida de todo cristiano.

“Quiero expresarles mi inmensa gratitud, mi cariño a ustedes. Quiero invitarlos a mantenerse firmes en su vida cristiana católica en sus parroquias, el centro de una parroquia y el centro de la vida cristiana de todos nosotros es la Eucaristía,  es Cristo el pan de vida”.

El prelado solicitó mantener la alegría dentro de los hogares caucanos “que es uno de los frutos del Espíritu Santo. Vivan con su familia en la alegría, pase lo que pase, vengan todas las dificultades que quieran venir, el Señor va a estar con ustedes” Invocó a la Santísima Virgen quien dijo “ella se pone en camino con nuestras comunidades caucanas, ella se pone en camino con nuestra iglesia”.

El nuevo primado de Colombia pidió a los habitantes de estas bellas tierras no olvidar trabajar en la construcción de la paz y de las buenas relaciones, “perdonándose, sanándose y respetando la vida de toda persona”

“¡Este Cauca es hermoso! No lo dejemos llenar de guerra ni de violencia. Que sea una tierra para la paz, la reconciliación y esto comienza en el corazón suyo, en mi corazón, en su familia, en nuestras familias y se va extendiendo. Vamos a convertir las armas en herramientas de trabajo, vamos a convertir nuestras palabras en palabras que estimulan, que animen, que den vida y esperanza”, aseveró.

Finalmente, pidió la oración de todos para que le acompañen en este nuevo caminar pastoral que la Iglesia universal le ha encomendado en Bogotá, ratificando por supuesto que siempre orará mirando al sur occidente colombiano, es decir hacia el Cauca.

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Mié 3 Mayo 2023

“Jesucristo nos reconcilia y nos puede dar la paz”: Mons. Rubén Darío Jaramillo

En el contexto del Día Nacional por la Reconciliación que promueve la Iglesia Católica colombiana hoy miércoles 3 de mayo, desde el pacífico colombiano, monseñor Rubén Darío Jaramillo Montoya, obispo de la Diócesis de Buenaventura, extiende una invitación especial a todos los colombianos para que se sumen a esta jornada a través de la oración, la reflexión y la acción asumiendo un compromiso personal en torno a la tarea de la reconciliación y la paz que necesita Colombia y que anhelan, de manera especial, tantas personas que en diferentes territorios del país, continúan sufriendo hoy por causa del conflicto armado y la violencia. En el mensaje, monseñor Jaramillo, quien, a manera de “laboratorio de paz”, como él mismo lo ha referido, desde hace varios meses viene animando de manera activa importantes procesos de reconciliación entre miembros de bandas delincuenciales que históricamente han operado en el considerado puerto de comercio exterior más importante del país, nos recuerda también la urgencia de construir un país más justo y equitativo, y agrega: “Todos somos importantes en la reconstrucción, todos somos muy importantes para darle esperanza al pueblo”. Esta jornada, instituida por los obispos colombianos, en la que se celebra la Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, busca, especialmente, hacer eco al Gran Encuentro de Oración por la Reconciliación Nacional llevado a cabo en Villavicencio durante la visita apostólica del Papa Francisco a Colombia en septiembre de 2017. Conozca el mensaje de monseñor Rubén Darío Jaramillo: Lea también: Tres signos concretos para vivir la jornada por la reconciliación 2023 Iglesia colombiana invita a orar este 3 de mayo por la reconciliación del país

Mar 25 Abr 2023

Soacha recibió al cardenal Michael Czerny

Entre el 20 y el 24 de abril, Colombia recibió la visita de uno de los líderes de equipo de la Curia Romana al servicio de la misión del Papa Francisco en calidad de pastor de la Iglesia Universal. Se trata del cardenal jesuita Michael Czerny, prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, quien el pasado jueves 20 se acercó a la Diócesis de Soacha para conocer, en compañía del obispo de esta jurisdicción, monseñor Juan Carlos Barreto, algunas de las principales problemáticas humanitarias, sociales, medioambientales y económicas que afectan gravemente a las comunidades de este territorio. La primera parte de la actividad se dio con un recorrido que inició en la curia de la diócesis, pasó por un tramo del rio Bogotá y llegó hasta el Salto del Tequendama. Con este paso, se buscaba poner en contexto al cardenal, muy interesado en los temas asociados al cuidado de la casa común, al respecto de la grave situación de contaminación que padecen fuentes hídricas tan importantes para el país, como esta. Una oportunidad de encuentro y escucha en Altos de Cazucá El principal interés del cardenal Czerny durante esta visita fue escuchar a quienes viven y acompañan estas realidades de manera directa. Por ello, posteriormente, guiado por el equipo de la diócesis, del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam) y de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), el cardenal Czerny se desplazó hasta un sector ubicado en la comuna 4 del municipio de Soacha, conocido como Altos de Cazucá. Allí, el purpurado estuvo presente en un espacio de encuentro con varios líderes sociales, religiosas y sacerdotes, así como con representantes de la Defensoría del Pueblo, quienes, con su testimonio, le dieron a conocer de manera concreta problemáticas asociadas a temas como: pobreza extrema, presencia de actores armados ilegales, microtráfico, minería de arrastre, ilegal, desplazamiento, migración, problemas medioambientales, ausencia o deficiencia en la atención de necesidades básicas y derechos, así como explotación laboral y sexual de su población. La presencia del Prefecto del organismo de la Santa Sede encargado del Desarrollo Humano Integral en esta zona, ha sido una oportunidad para evidenciar los sufrimientos que padecen estas comunidades, pero también y más allá de la estigmatización, los procesos de resiliencia que valientemente viven muchos de ellos, apoyados por diversos actores ahí presentes, como los eclesiales. Esto, desde la necesidad sobre la que tanto ha insistido el Papa Francisco de hacer una Iglesia cada vez más samaritana, misericordiosa y con presencia en las periferias. Esta visita se dio en el contexto de la participación del cardenal Czerny en el tercer Congreso Latinoamericano de Doctrina Social de la Iglesia organizado por el Celam. Evento en el que, durante una ponencia, el purpurado se refirió a la importancia de Aparecida para toda la Iglesia, al rostro que va tomando la sinodalidad promovida por el Santo Padre, así como a los retos y nuevos impulsos que van surgiendo para que este camino se haga realidad. Los dolores de Soacha son el reflejo de los dolores de Colombia El municipio de Soacha es el más poblado de Cundinamarca y el sexto más grande de Colombia. De acuerdo con el censo oficial del 2022, habitan allí cerca de 808.300 personas. En cuanto a Altos de Cazucá, es una de las zonas de la localidad que padece mayores condiciones de precariedad social. Allí, la infraestructura educativa es tan deficiente, como la atención en salud. Tanto el territorio, como las personas, se ven obligados a convivir diariamente con los efectos del deterioro ambiental producido por prácticas como la ganadería y la minería. Más allá de los registros oficiales, se cree que en este sector hay presencia de cerca 300 mil migrantes, principalmente provenientes de Venezuela. Al tiempo, es un territorio que recibe continuamente población desplazada de otras regiones del país que llegan allí, generalmente, porque encuentran una opción de mayor alcance económico para vivir. La mayor parte de los empleos a los que acceden sus habitantes son de carácter informal, por lo que no cuentan con suficientes garantías y, en muchas oportunidades, se ven sometidos a condiciones de explotación. Según se ha indicado en este espacio, Altos de Cazucá es una zona urbana con ciertas condiciones de asilamiento en términos de vías, acceso a servicios básicos y seguridad, pero al tiempo, de fácil penetración para grupos delincuenciales o estructuras armadas que permean pequeñas estructuras de las comunidades. Según se conoce, allí hay presencia de miembros de ELN y el Clan del Golfo, lo que también representa un grave riesgo en términos de reclutamiento de niños, niñas y adolescentes. Ante estas y otras realidades, la Diócesis de Soacha, conformada por los municipios de Soacha y Sibaté; por la localidad de Bosa y por las UPZ 65 Arborizadora y 69 Ismael Perdomo de Ciudad Bolívar en Bogotá, adelanta una importante tarea evangelizadora con fuerte enfoque social. “Lo que sucede en Soacha es un reflejo que, casi a manera de espejo, evidencia las difíciles situaciones de vida de la mayoría de los colombianos” ha dicho durante este encuentro en Altos de Cazucá monseñor Juan Carlos Barreto, quien es también el presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social de CEC y que, por su misión durante nueve años como obispo de la Diócesis de Quibdó, pudo conocer de cerca muchas de estas realidades que tanto le duelen a la Iglesia. “Yo palpo a Dios aquí todos los días”, afirmó durante el encuentro la hermana Beatriz Charria Angulo, dominica de la presentación, quien está presente en Cazucá desde hace 23 años. Aunque el enfoque del acompañamiento que brinda junto a sus hermanas de comunidad y gracias al apoyo del Banco de Alimentos de la Arquidiócesis de Bogotá, está basado en ayudar a aliviar la difícil situación alimentaria que padecen muchas personas de la zona, su misión, según ha dicho, consiste en promover integralmente a la persona, no desde el asistencialismo sino desde el empoderamiento, donde buscan también que la mujer tenga un rol protagónico. Así como la hermana Beatriz, junto a los sacerdotes y agentes de pastoral de las siete parroquias por las que está compuesto el arciprestazgo número 5 de la Diócesis de Soacha, son varias las comunidades religiosas que hacen presencia en este sector, entre ellas, las hermanas de San Juan Evangelista y las religiosas de la Congregación de las Hermanas del Niño Jesús Pobre - Clara Fey. Todos los consagrados y laicos comprometidos con esta misión en Altos de Cazucá apoyan también tareas concretas con niños, jóvenes y adultos desde niveles como: la educación, la promoción de la dignidad humana, el acompañamiento espiritual y psicosocial. Los mensajes del Cardenal para el país Según lo ha indicado monseñor Juan Carlos Barreto, la presencia sencilla del cardenal Michael Czerny los ha llenado de profunda alegría y esperanza. Su mensaje ha estado basado en la hermandad universal, la paz, la reconciliación y el cuidado de la casa común que se inspira en el Evangelio de Jesús y en el magisterio del Papa Francisco a partir de encíclicas como Laudato si’ y Fratelli tutti, y también su Exhortación apostólica Evangelii gaudium, entre otros llamados del Santo Padre que han sido inspiración directa para el trabajo de la Iglesia colombiana ante estas complejas realidades.En este sentido,el prefecto ha invitado a todos dentro y fuera de la Iglesia a tener cada vez más una actitud de escucha: "Ya todos sabemos pero si escuchamos, aprendemos más", ha puntualizado. Al cierre de su visita en Colombia, el lunes 24 de abril, el cardenal Czerny estuvo en la sede de la Conferencia Episcopal de Colombia en Bogotá, donde durante una reunión con los directivos del Secretariado Permanente del Episcopado pudo conocer, de manera especial, el trabajo que desde áreas como el Secretariado Nacional de Pastoral Social (SNPS), la Comisión de Conciliación Nacional (CCN) y la Delegación para las Relaciones Iglesia – Estado, adelantan actualmente en favor de la reconciliación y la paz del país, temas propios de su misión. _______ Conozca más detalles de esta importante visita en el siguiente informe audiovisual:

Jue 13 Abr 2023

Iglesia articula esfuerzos por la dignidad humana en un tradicional sector de la capital

Surgido en uno de los sectores de mayor vulnerabilidad de la capital colombiana, el centro de Bogotá, este Distrito, impulsado y acompañado por la Iglesia católica, en un trabajo articulado entre la Arquidiócesis y distintas comunidades religiosas, continúa extendiéndose en atención a niños, jóvenes, adultos y personas de la tercera edad, que afrontan realidades sociales complejas. El Distrito de la Misericordia se activa en un espacio físico que, como lo describe el padre Jorge Eliécer Arias Toro, animador de la Coordinación Arquidiocesana del Cuidado de la Dignidad Humana y director de la Fundación Domus Colombia, está marcado por la necesidad. “La zona presenta muchas problemáticas de toda índole. Hay pobreza moral, pobreza física; hay muchos ancianos en abandono; consumo de sustancias, por consiguiente, mucho habitante de calle; desplazados; migrantes; niños y jóvenes desescolarizados”, agrega el sacerdote. Ante esta realidad, el naciente Distrito, que tiene como eje central de funcionamiento el tradicional barrio Las Cruces, construido a finales del siglo XIX y principios del XX, en la zona suroriental del centro de Bogotá, brinda acogida; ayuda física (material) en atención a las necesidades básicas; orientación espiritual; procesos terapéuticos; apoyo al restablecimiento de derechos; formación académica y humano - cristiana. ¿Cómo funciona el Distrito de la Misericordia? Dentro de las comunidades religiosas que lideran la obra se encuentra la Congregación Siervas de Cristo Sacerdote, que brinda atención a adultos mayores y a niños, niñas y adolescentes, a través de tres centros de atención, ubicados en casas interconectadas, alrededor de una de las manzanas del sector. - Centro de Pastoral y Desarrollo Emaús: brinda atención a adultos mayores y a habitantes de calle, con desayuno diario; apoya cerca de 80 niños, niñas y adolescentes con nivelación escolar, integración al sistema educativo, desayuno y almuerzo; y a madres cabeza de familia, proporcionando acompañamiento y orientación. - Hogar Sagrada Familia: es una institución de protección a niñas con derechos vulnerados entre los 7 y 21 años. Un equipo interdisciplinario de 35 profesionales atiende y orienta a las 95 niñas, que viven en este hogar. - Hogar Clarita Santos: atención a menores con disca­pacidad cognitiva, múltiple y sensorial. El programa atiende 49 menores en esta condición, desde las 6 de la mañana, hora en la que los recoge la ruta, hasta las 4 de la tarde. Se les proporciona refrigerio, con el aporte nutricional requerido; se realizan actividades físicas, terapéuticas (a nivel sensorial – motor). También, se orienta a los padres en aspectos de corresponsabilidad en el cuidado a estos menores. A unos metros del complejo solidario acompañado por la congregación Siervas de Cristo Sacerdote, se ubica la Casa de la Esperanza ‘Hermano Ettore’, que acoge a mujeres familiares de personas internadas en los hospitales de la zona o que requieren algún trata­miento médico y no cuentan con hospedaje. Esta obra es acompañada por las Hermanas Pequeñas Apóstoles de la Redención. También, se encuentra el Centro Pastoral para el Cuidado de la Tercera Edad ‘Hermano Ettore’, en el que se brinda vivienda permanente (modalidad interna) a 15 abuelas en situación vulnerable o en abandono. Este centro pastoral, además, brinda 100 almuerzos a habitantes de calle, cada sábado; y 200 desayunos a personas vulnerables, los domingos. Estas dos obras son lideradas por la Coordinación del Cuidado de la Dignidad Humana de la Arquidiócesis de Bogotá. En la zona, como pilar de evangelización y acompañamiento pastoral, se ubica la parroquia Nuestra Señora del Carmen - Las Cruces, erigida en 1902, por el entonces arzobispo de Bogotá, monseñor Bernardo Herrera Restrepo. Su actual párroco es el sacerdote Fabio de Jesús Sepúlveda. Paralelo al anuncio del Evangelio, de la mano del presbítero y con el apoyo de animadores de la evangelización y de personas de buena voluntad, se busca la promoción de la dignidad humana, atendiendo necesidades palpables en el sector. Actualmente, 150 familias reciben un mercado mensual. También, cuentan con un ropero, en donde la comunidad puede adquirir, a bajo costo, ropa de segundo uso, en buen estado, que ha sido donada. Unas cuadras hacia el nororiente, el Distrito de la Misericordia es acompañado por los Misioneros Montfortianos, específicamente por el padre Oswaldo Jaramillo Osorio, S.M.M., párroco en Nuestra Señora de Belén. Esta parroquia, que hace parte de la Vicaría Episcopal Territorial Espíritu Santo y atiende los barrios Lourdes, Guavio, Mirador y Nueva Santa Fe, lidera varios programas sociales, que benefician a la población más necesitada del sector. Se cuenta con un comedor para personas de la tercera edad y para habitante de calle, que funciona desde hace más de 20 años, los sábados; allí se sirven más de 200 almuerzos y se realizan jornadas de recreación y salud. “Ellos llegan los sábados a las 10 de la mañana, toman un refrigerio mientras esperan el almuerzo. En este tiempo son acompañados por un grupo de laicos, que dirigen dinámicas, actividades recreativas o atención en programas de aseo personal”, explica el padre Oswaldo. Otras acciones adelantadas en el sector son: el programa ‘Chocoabuelitos’, que beneficia a alrededor de 60 ancianos y habitantes de calle, los miércoles en la tarde. Con los jóvenes del sector, el año anterior, se retomó el proyecto de la banda marcial, que en su primera fase funcionó entre 1994 y 2011. “Estamos retomando este proyecto porque nos dimos cuenta que muchos de los muchachos que formaron parte de la banda marcial ahora son muy buenos profesionales. La banda les enseña disciplina, cumplimiento y responsabilidad”. Se cuenta con la participación de 25 jóvenes que son formados por un profesor gracias a un convenio con el Instituto Distrital de las Artes (IDARTES)”, explica el padre Oswaldo, al tiempo que manifiesta inquietud ante las posibilidades de mantener esta iniciativa, por las dificultades de sostenimiento que presenta el programa. La apuesta de misericordia sigue creciendo En la localidad de Santa Fe, el Distrito de la Misericordia también tiene eco a partir del trabajo adelantado por la Congregación de Jesús y María - Padres Eudistas -, en alianza con distintas comunidades religiosas. En la Casa ‘El Refugio’, en alianza con la Red Tamar, y programas de la administración municipal, se atiende a mujeres en situación de calle, personas vulnerables, personas con Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, y población de distinta edad en situación de pobreza. Los lunes funciona el ‘Proyecto Aurora’, para 70 mujeres migrantes, en ejercicio de prostitución. Los martes se desarrollan actividades con la Red Tamar, con las Hermanas del Buen Pastor; Hermanas Adoratrices, Hermanas Oblatas, entre otras comunidades religiosas. En este grupo se acompaña con procesos psicólogicos, médicos, y en temas de emprendimiento. Los miércoles, con las Hermanas del Buen Pastor, se brinda acompañamiento espiritual y psicológico. Además, se hace entrega de mercados y de artículos de aseo, con el apoyo del Banco de Alimentos. Red arquidiocesana para el cuidado de la dignidad humana Participan instituciones y organizaciones lideradas por comunidades religiosas y laicos comprometidos. Se fundamenta en un humanismo que tiene como centro la misericordia. Su frente de servicio es la atención y acompañamiento a personas y familias afectadas por el flagelo de las adicciones. Esta red por la dignidad humana surge en 2017, con un proceso adelantado con las hermanas de las Sagrada Familia de Urgel, quienes tienen experiencia en el acompañamiento a personas en consumo problemático y en prevención de las adicciones; y con la organización internacional de fieles ‘Fazenda de la Esperanza’, que posee varios lugares dispuestos para la rehabilitación de las personas en adicciones. Esta alianza inicial sentó los primeros pasos para la construcción del Centro Pastoral de la Dignidad Humana en adicciones - San Gabriel. Fuente: Oficina de Comunicaciones Arquidiócesis de Bogotá ________ Para conocer más detalles, reproduzca el video:

Vie 31 Mar 2023

Iglesia en Tumaco: 20 años convocando el viacrucis por la vida y por la paz

“Cuando en familia y comunidad nos escuchamos, el amor de Dios celebramos". Este fue el lema bajo el cual, una vez más, la Diócesis de Tumaco, a través de su Pastoral Social, convocó el emblemático ‘Viacrusis por la vida y por la paz’ que desde hace 20 años se ha venido liderando en esta jurisdicción, pero que nació en el deseo de la misma comunidad a raíz de la violencia que ha golpeado de manera directa su territorio. A la movilización que se desarrolló el pasado 26 de marzo, asistieron cientos de fieles de diferentes edades, quienes, junto a monseñor Orlando Olave Villanoba, obispo de esta diócesis, así como a varios sacerdotes y religiosas, oraron y alzaron su voz rechazando estas situaciones que los afectan profundamente. En esta oportunidad, el viacrusis recorrió diversos barrios de la Comuna 5 del municipio de Tumaco con un llamado a la búsqueda de la paz, dirigido no solo a actores ilegales, sino también a miembros de las comunidades que habitan este territorio del pacífico nariñense. De acuerdo con monseñor Olave, realizar esta actividad en víspera de Semana Santa se presenta como una importante oportunidad para pedir a quienes acuden a la violencia “que cambien su corazón, que busquen siempre reconciliarse, para que entendamos juntos que el camino es la paz”. En el espacio el prelado también ha hecho un llamado a las familias, para que se vivan en ellas espacios de reconciliación y de perdón. Por su parte, Daniel Marines, uno de los jóvenes que participó activamente en el viacrusis, ha valorado esta actividad centrada en los Misterios dolorosos de Cristo a través de las 14 estaciones y ha dicho que “así como Jesucristo cargó la cruz, así como él murió y sufrió por todos nosotros, así deberíamos enseñarle a la comunidad que se ponga siempre por adelante con la paz, la justicia y la vida” amando a los demás y respetándolos en medio de sus diferencias.