Pasar al contenido principal

iglesia católica

Vie 12 Ago 2022

13 de agosto | Lectura del santo Evangelio según san Mt 19, 13-15

EN aquel tiempo, le presentaron unos niños a Jesús para que les impusiera las manos y orase, pero los discípulos les regañaban. 14 Jesús dijo: «Déjenlos, no impidan a los niños acercarse a mí; de los que son como ellos es el reino de los cielos». 15 Les impuso las manos y se marchó de allí. Palabra del Señor.

Jue 11 Ago 2022

No he venido a traer paz, sino división

VIGÉSIMO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO Agosto 14 de 2022 Primera Lectura: Jr. 38, 4-6.8-10 Salmo: Sal 40(39),2-3ab. 3cd-4ab.4cd-5ab.18 (R. 62[61],2) Segunda Lectura: Hb 12,1-4 Evangelio: Lc 12,49-53 I. Orientaciones para la Predicación Introducción • El domingo pasado la liturgia de la Palabra nos invitaba a la vigilancia, este domingo insiste en la radicalidad como debemos asumir los criterios del Evangelio, que sin duda trae división de manera especial en los corazones que no quieren pactar con esta Buena Noticia. • El profeta Jeremías es despreciado por anunciar el querer de Dios, sus oyentes se incomodan y quieren quitarlo del camino. Así, ayer como hoy, el anuncio del querer de Dios incomoda, no es comprendido, produce rechazo y la vía más fácil es anular y quitar del camino a quien lo hace. • La lectura de los Hebreos nos invita a seguir el camino del Señor, como una carrera en la que debemos colocar los ojos fijos en el Señor Jesús que va adelante de nosotros; testigos insignes (la asamblea de los santos) nos animan en este caminar juntos hacia la vida eterna. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? En la primera lectura tomada del libro de Jeremías 38,4-6.8-10 el profeta se constituye en una figura incómoda para los líderes de aquel tiempo, su predicación provoca el fastidio de sus oyentes cuando transmite la voluntad de Dios. Jeremías ejerce su ministerio profético antes del destierro a Babilonia, durante los reinados de Joaquín y Sedecías (609-587 a C). Jeremías fue llamado por el Señor para ser su mensajero cuando aún no tenía 20 años, tuvo que confrontar a los príncipes y al pueblo ante la corrupción y la pérdida de la fe en el único y verdadero Dios, además tuvo que aconsejar a los gobernantes de turno para que no hicieran alianzas con los egipcios, puesto que estos no les iban a ayudar. El rey Sedecías era de carácter débil y permitió que Jeremías fuera echado en un aljibe lleno de lodo, pero Ebedmelek habló al rey y lo convenció de lo contrario, permitiéndole al cusita tomar tres hombres y sacar al profeta antes de que muriera. El profeta no habla en esta escena, sufre en silencio las consecuencias inevitables de su fidelidad a la misión. La fe del profeta y su esperanza personal son testimonio y ejemplo de lo que el pueblo ahora debe hacer ante la deportación a Babilonia. El salmo de hoy resuena como la oración del profeta allá en el pozo, colocando toda su confianza en el Señor “Señor date prisa en socorrerme” El autor de este precioso himno confía en el Señor y reconoce su presencia “me levantó de la fosa fatal, de la charca fangosa… yo soy pobre y desgraciado, pero el Señor se cuida de mi”, el profeta experimenta la presencia de Dios y sabe que está con él para librarlo. La segunda lectura del domingo pasado nos proponía a Abrahán y Sara como modelos de fe; hoy la carta a los Hebreos 12, 1-4 nos presenta “una nube ingente de testigos” que nos observan en nuestra carrera para alcanzar la gloria futura. El autor de la carta quiere que los que creemos en Cristo corramos animados por todos esos testigos que nos alientan a perseverar hacia la meta, pero con la claridad y certeza de que quien va adelante en la carrera es Cristo Jesús. El Señor superó todas las pruebas, incluso la de la muerte y ahora se encuentra victorioso, triunfante a la derecha del Padre. San Lucas en el capítulo 12, 49-53 describe uno de los discursos más sorprendentes de Jesús “he venido a prender fuego en el mundo… ¿piensan que he venido a traer paz? No, sino división…” El reinado de Cristo en el mundo, más que una paz tranquilizadora, es un compromiso serio y constante de trabajo en la construcción de una paz estable y duradera. El amor que nos trae Jesús y entra en el mundo, trae consigo oposición, pues el mundo es enemigo de Dios; así descubrimos que el seguimiento de Jesús tiene su precio a la hora de exigir el verdadero testimonio de la fe, la división en la familia y la falta de paz son obvias, cuando la fe no se vive con radicalidad y entrega, es ahí cuando surge la división. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? Hoy como en los tiempos de Jeremías, la gente quiere escuchar mensajes y discursos que les dé la razón y no mensajes que los confronte ante sus infidelidades. La misión del profeta de anunciar al pueblo el querer de Dios, que si no se convertían de sus maldades tendrán un futuro sombrío y desafortunado; así mismo, el tener que aconsejar a las autoridades de turno sobre decisiones que no les agradaban, hicieron que se despertara una aversión hacia el profeta y buscaran quitarlo del camino y así silenciarlo. Jeremías es hombre de Dios, no deja de cumplir su misión, aún, hundido en el fango de aquel pozo sigue proclamando el querer de Dios. La carta a los Hebreos nos presenta las exigencias de la vida cristiana como una carrera en un estadio repleto de gente, son nuestros antepasados en la fe que nos dan ejemplo de fidelidad y entrega. Ser atletas en el estadio de la vida exige sacrificio, aprender a renunciar a aquellas realidades que nos separa del querer de Dios, por eso hay que poner los ojos fijos en la meta que no es otra que el mismo Cristo Jesús, Él va adelante, nos da ejemplo de fidelidad y confianza en Dios, para que nosotros sigamos con decisión en la carrera de la vida sin miedo “corramos en la carrera que nos toca sin retirarnos… no os canséis, no perdáis el ánimo”. El Evangelio nos sorprende hoy con un mensaje muy expresivo de Jesús, Él no ha venido a traer la paz, sino la guerra; luego nos dirá “mi paz les dejo, mi paz les doy” y “bienaventurados los que trabajan por la paz”, lo que nos hace pensar en una paz distinta a como nosotros la concebimos; no es la paz que da el mundo, es la paz que solo puede entender el hombre cundo deja que el Evangelio se vuelva norma de vida, es la paz del que entiende que debe perdonar a sus enemigos, es la paz del que no tiene miedo de hacer la voluntad de Dios. El Señor quiere que ese fuego, el de su amor, arda en el mundo y en cada corazón, es el fuego de un amor decido por ÉL con el que quiere hacer un mundo nuevo, limpio, purificado y nos advierte que esto va a traer divisiones, unos van seguir su Buena Noticia, otros lo van a rechazar y eso empezara a pasar en la familia. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? En muchos lugares del mundo decir soy cristiano trae conflictos, cuantos hogares se ven hoy en problemas por la falta de diálogo, de comprensión, de perdón y misericordia que son los valores que brotan de la Buena Noticia, que como fuego encienden el corazón en amor. Es evidente que algunos de los hombres de este mundo olvidaron que tenemos que vivir bajo los principios y valores de la fe, del servicio, de la honestidad, del bien común, del respeto de un mínimo de normas que procuran que no nos hagamos daño, pero cundo se confronta estas realidades y se dice cómo debemos actuar, cuál es el ideal del modo de ser en lo público, en lo privado, en lo profesional, en lo vocacional, nos disgustamos, renegamos del que dice la verdad, queremos hacerlo a un lado, lo devaluamos, no se le tiene en cuenta, se le trata con indiferencia o con desprecio. El mundo de hoy razona con otros principios, que terminan aprobando lo más inverosímil como el aborto, la eutanasia, ideología que rechaza de tajo el Evangelio y piden a “gritos” sacar a la Iglesia del camino, con hostilidad y desprecio, para que no haya nada que se oponga a esos nuevos modos de pensar. El Señor hoy nos invita a ser testigos de Él, de su Evangelio, así como Jeremías, fieles hasta dar la vida, haciendo de la vida cristina una carrera con toda decisión y energía hasta alcanzar la meta final que es Cristo Jesús. El Evangelio es un programa de vida para personas generosas, decididas, valientes, testigos que desde lo más profundo de su alma hacen que el mundo arda de amor, de alegría, de vida, de bondad y de paz. El sínodo sobre la sinodalidad ha puesto nuestros corazones a soñar, a arder, este caminar juntos en la Iglesia nos está brindando una oportunidad para darnos cuenta de la novedad del Evangelio, que ha de ser acogida con alegría, pero que, con realismo sabemos causa malestar en muchos sectores de la sociedad. Esperamos que este ir comprendiendo lo que significa “caminar juntos” siga encendiendo el fuego del que nos habla Cristo, siga encendiendo en el corazón de los hombres el entusiasmo y la creatividad en la lucha contra el mal y así se note en todos los miembros de la Iglesia ese fervor y alegría que Cristo nos trajo. Cuando en la Santa Misa se nos dice “pueden ir en paz”, hay que entenderlo como un envío al mundo a ser testigos, llenos de la paz de Cristo e inflamados nuestros corazones por el amor de Cristo a vivir el Evangelio como fermento de buen trato, de aprecio por la vida y testimonio de fidelidad. Con la ayuda e intercesión de tantos testigos, como lo dice hoy la carta a los Hebreos, debemos salir de esta celebración con el corazón abrazado en el fuego que nos trae Cristo Jesús, para hacer de este mundo, un mundo mejor. _______________________ Recomendaciones prácticas: • Orar por la paz y la reconciliación de los colombianos. II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Queridos hermanos, reunidos hoy en la escucha de la Palabra e invitados al banquete de la Eucaristía, el Señor quiere que su mensaje de amor arda en el corazón de toda la humanidad, empezando en cada una de nuestras familias. Dejémonos llenar de entusiasmo en esta Santa Misa, para correr con perseverancia al encuentro de Jesús autor y consumador de nuestra fe. Participemos todos con alegría. Monición a la Liturgia de la Palabra El seguimiento de Jesús exige una constante lucha con las ofertas de este mundo que está dividido por el rechazo de algunos y la fidelidad radical de otros al Evangelio, esto causa conflictos de manera especial en los que se acercan al fuego de la Buena Noticia de Jesús. De ahí la invitación a mantener los ojos fijos en Cristo en la carrera hacia la vida eterna. Ahora, mantengamos nuestros oídos atentos y escuchemos con atención este mensaje. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Presentemos nuestras suplicas al Señor y pidámosle que atienda las necesidades de cada uno. A cada intención nos unimos diciendo: R. Te rogamos óyenos. 1. Tu que has venido a traer fuego al mundo y quieres que arda sin descansar, haz que los ministros de tu Iglesia anuncien tu Evangelio con pasión en toda ocasión y en todo lugar. Oremos. 2. Tu que has dado autoridad a los gobernantes de las naciones, haz que sus obras y modo de proceder sean testimonio de honestidad, rectitud y servicio al bien común. Oremos. 3. Tu que nos quieres más decididos en la carrera hacia la vida eterna, haz que animados por el testimonio de tantos elegidos que ya están en tu presencia, corramos sin cansarnos de hacer el bien y servir a los demás. Oremos. 4. Tu que nos enseñas a vivir en la radicalidad de la misión encomendada, ayúdanos a ser tus testigos con obras de misericordia, especialmente con los más alejados y pobres de nuestra comunidad. Oremos. 5. Tu que no cesas de llamarnos a participar de tu reino de amor, haz que los que estamos participando este día de la Eucaristía, hagamos vida tu mensaje en el ambiente de nuestros hogares y donde quiera que estemos. Oremos Oración conclusiva Señor Dios nuestro, que en la cruz te revelas como signo de contradicción, escucha nuestras plegarias y no permitas que por apatía o cobardía rechacemos el proyecto de salvación que sólo unidos a ti podemos alcanzar. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. R. Amén.

Jue 11 Ago 2022

12 de agosto | Lectura del santo Evangelio según san Mt 19, 3-12

EN aquel tiempo, 3 se acercaron a Jesús unos fariseos y le preguntaron, para ponerlo a prueba: «¿Es lícito a un hombre repudiar a su mujer por cualquier motivo?». 4 Él les respondió: «¿No han leído que el Creador, en el principio, los creó hombre y mujer, 5 y dijo: "Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne"? 6 De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Pues lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre». 7 Ellos insistieron: «¿Y por qué mandó Moisés darle acta de divorcio y repudiarla?». 8 Él les contestó: «Por la dureza de su corazón les permitió Moisés repudiar a sus mujeres; pero, al principio, no era así. 9 Pero yo les digo que, si uno repudia a su mujer - no hablo de unión ilegítima- y se casa con otra, comete adulterio». 10 Los discípulos le replicaron: «Si esa es la situación del hombre con la mujer, no trae cuenta casarse». 11 Pero él les dijo: «No todos entienden esto, solo los que han recibido ese don. 12 Hay eunucos que salieron así del vientre de su madre, a otros los hicieron los hombres, y hay quienes se hacen eunucos ellos mismos por el reino de los cielos. El que pueda entender, entienda». Palabra del Señor.

Mié 10 Ago 2022

11 de agosto | Lectura del santo Evangelio según san Mt 18, 21-19,1

EN aquel tiempo, 21 acercándose Pedro a Jesús le preguntó: «Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces tengo que perdonarlo? ¿Hasta siete veces?». 22 Jesús le contesta: «No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. 23 Por esto, se parece el reino de los cielos a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus criados. 24 Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos. 25 Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así. 26 El criado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo: ´´Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo´´. 27 Se compadeció el señor de aquel criado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda. 28 Pero al salir, el criado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, agarrándolo, lo estrangulaba diciendo: ´´Págame lo que me debes´´. 29 El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba diciendo: ´´Ten paciencia conmigo y te lo pagaré´´. 30 Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía. 31 Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido. 32 Entonces el señor lo llamó y le dijo: ´´¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo rogaste. 33 ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?´´. 34 Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda. 35 Lo mismo hará con ustedes mi Padre celestial, si cada cual no perdona de corazón a su hermano». [19] 1 Cuando acabó Jesús estos discursos, partió de Galilea y vino a la región de Judea, al otro lado del Jordán. Palabra del Señor.

Mar 9 Ago 2022

10 de agosto | Lectura del santo evangelio según san Juan 12, 24-26

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «24 En verdad, en verdad les digo: si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto. 25 El que se ama a sí mismo, se pierde, y el que se aborrece a sí mismo en este mundo, se guardará para la vida eterna. 26 El que quiera servirme, que me siga, y donde esté yo, allí también estará mi servidor; a quien me sirva, el Padre le honrará.» Palabra del Señor.

Lun 8 Ago 2022

Obispo de Tumaco rechaza actos de feminicidio ocurridos en el Pacífico Nariñense

Tras los tres casos de feminicidio ocurridos en las últimas semanas en la localidad ubicada en el Pacífico nariñense, el obispo de la Diócesis de Tumaco, Orlando Olave Villanoba, expresó su rechazo ante estos hechos de violencia y pidió a todos los hombres y mujeres de estos territorios optar por la vida y la paz. "Como Iglesia Católica siempre hemos puesto el valor de la vida por encima de toda realidad política, ideológica, económica o cultural y, por tal motivo, rechazamos los hechos de violencia reiterados que se han venido dando en nuestro territorio contra las mujeres". "Nos resistimos a aceptar de manera pasiva los actos de violencia fratricida sufrida por nuestras hermanas: Jeseria Castillo (+ 25 de junio de 2022), María Piedad Aguirre (+ 16 de julio de 2022), María Verónica Pai Cabeza (* 31 de julio de 2022), Evis Yuliana Estacio (+ 31 de julio de 2022)". El prelado hizo un llamado a las autoridades competentes para que con celeridad se den los procesos judiciales pertinentes, "a fin de que sean prontamente esclarecidas estas agresiones injustificadas contra nuestras mujeres". Al tiempo que les pidió de manera respetuosa buscar mecanismos que permitan la protección de todos los ciudadanos de esta zona del país. Finalmente, exhortó a los actores armados ilegales para que cesen todo acto violento que atenta contra la vida de las personas. Según la Defensoría del Pueblo ya son 30 las muertes violentas de mujeres que, en lo corrido del año, han sido denunciadas en el departamento de Nariño. DESCARGAR COMUNICADO

Lun 8 Ago 2022

9 de agosto | Lectura del santo Evangelio según san Mt 18,1-5. 10.12-14.

18 1 EN aquel momento, se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron: «¿Quién es el mayor en el reino de los cielos?». 2 Él llamó a un niño, lo puso en medio 3 y dijo: «En verdad les digo que, si no se convierten y se hacen como niños, no entrarán en el reino de los cielos. 4 Por tanto, el que se haga pequeño como este niño, ese es el más grande en el reino de los cielos. 5 El que acoge a un niño como este en mi nombre me acoge a mí. 10 Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños, porque les digo que sus ángeles están viendo siempre en los cielos el rostro de mi Padre celestial. 12 ¿Qué les parece? Supongan que un hombre tiene cien ovejas: si una se le pierde, ¿no deja las noventa y nueve en los montes y va en busca de la perdida? 13 Y si la encuentra, en verdad les digo que se alegra más por ella que por las noventa y nueve que no se habían extraviado. 14 Igualmente, no es voluntad de su Padre que está en el cielo que se pierda ni uno de estos pequeños. Palabra del Señor.

Lun 8 Ago 2022

Presidente del episcopado pidió orar por Colombia y sus nuevos gobernantes

Este domingo 7 de agosto, fecha histórica para Colombia, al conmemorarse la histórica Batalla de Boyacá, el arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal, Luis José Rueda Aparicio, durante la eucaristía dominical pidió orar por Colombia, por Gustavo Francisco Petro Urrego y Francia Elena Márquez Mina, quienes asumieron formalmente como presidente y vicepresidenta de este país. “Hoy estamos orando por el presidente Gustavo Petro, por su vicepresidenta Francia Márquez, por toda Colombia y por el bien común de nuestro país, para que el Señor nos vaya mostrando los caminos de reconciliación, de paz, de progreso integral que nosotros necesitamos”, expresó el prelado. Desde la Capilla del Sagrario Rueda Aparicio hizo una reflexión a la luz de la palabra de Dios y propuso tres actitudes claves que ayudarán a guiar los acontecimientos de la historia del pueblo colombiano: Seguir a Jesús en la esperanza. Propuso seguir la invitación de Jesús, a no tener miedo, ya que Él acompaña la vida y los acontecimientos de cada persona. Insistió que la fe es la que fortalece, «No tengan miedo, mi pequeño rebaño, porque el Padre de ustedes, en su bondad, quiere darles el reino». Observó, además, que existen temores que paralizan a las personas y con ello a la sociedad, por lo que llamó la atención para que Colombia no se convierta en un país de miedo, pues este, dijo, es un mal consejero y hace ver una nación en donde se autodestruyen los unos a los otros. “Es necesario que nosotros seamos capaces de tomar esa palabra de Jesús y llevarla al corazón y no tener miedo, no tener miedo unos de otros y no tener miedo olvidándonos de que Dios acompaña nuestra vida y que el reino está presente en los acontecimientos de nuestras vidas”. El Señor nos invita a la vigilancia Tomando la parábola de la lámpara, donde Jesús dice: «estén listos, con la túnica puesta y las lámparas encendidas», es decir, estar preparados para la acción inmediata, nos recordó como el Señor nos invita a la vigilancia y a estar dispuestos a trabajar al servicio de los demás. “Si estamos vigilantes y eso lo logra una conciencia orante, entonces somos capaces de descubrir cada momento como un momento de salvación, como un Kairós y este, es un momento de salvación para su familia, para Colombia, para la humanidad. En medio de tantas dificultades el Señor nos insiste, estén listos, una vigilancia puesta al servicio de los demás, por eso le añade: con la cintura ceñida, vigilante, para que cuando el Señor nos llame y nos invite a su trabajo por el reino, estemos totalmente dispuestos”, afirmó. El Señor nos invita a la responsabilidad Por último, rescató la actitud de la responsabilidad, recordando que al que mucho se le da, mucho se le exigirá. Dijo además, que “la responsabilidad, es asumir las consecuencias de nuestras decisiones y de nuestros propios actos”. “Si una persona ha madurado en la responsabilidad y ha sido educada en la responsabilidad, entonces es consciente de que cada cosa que realiza, cada decisión que toma tiene consecuencias”, agregó. Interpeló sobre si estamos todos dispuestos a asumir el momento histórico que vive Colombia, trabajando por el bien común y aportando para caminar todos juntos hacia la misma ruta de la construcción de un país reconciliado y en paz. “Que seamos capaces de dialogar, que seamos capaces de encontrar la solución a los problemas que nos aquejan desde hace tanto tiempo. Si somos responsables, sabemos que tenemos una misión y una tarea con el reino de Dios”. Su homilía la concluyó observando que el país no es responsabilidad solo de una persona o un equipo de personas, advirtió que es tarea de todos los colombianos buscar caminos de reconciliación, a lo que pidió orar por toda la nación. Estuvieron presentes en la eucaristía, entre otros, Mons. Omar Alberto Sánchez Cubillos, arzobispo de Popayán y vicepresidente de la CEC; Mons. Luis Manuel Alí Herrera, obispo auxiliar de Bogotá y secretario general de la CEC; Mons. Héctor Fabio Henao Gaviria, delegado por la Conferencia Episcopal de Colombia para las relaciones Iglesia-Estado; y el padre Jorge Gonzalo Marín García, párroco de la Catedral Primada.