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iglesia católica

Vie 2 Sep 2022

4 de septiembre | Lectura del santo Evangelio según san Lc 14, 25-33

EN aquel tiempo, 25 Mucha gente acompañaba a Jesús; él se volvió y les dijo: 26 «Si alguno viene a mí y no pospone a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, e incluso a sí mismo, no puede ser discípulo mío. 27 Quien no carga con su cruz y viene en pos de mí, no puede ser discípulo mío. 28 Así, ¿quién de ustedes, si quiere construir una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, a ver si tiene para terminarla? 29 No sea que, si echa los cimientos y no puede acabarla, se pongan a burlarse de él los que miran, 30 diciendo: “Este hombre empezó a construir y no pudo acabar”. 31 ¿O qué rey, si va a dar la batalla a otro rey, no se sienta primero a deliberar si con diez mil hombres podrá salir al paso del que le ataca con veinte mil? 32 Y si no, cuando el otro está todavía lejos, envía legados para pedir condiciones de paz. 33 Así pues, todo aquel de entre ustedes que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío. Palabra del Señor.

Vie 2 Sep 2022

3 de septiembre | Lectura del santo Evangelio según san Lc 6, 1-5

UN sábado, iba Jesús caminando por medio de un sembrado y sus discípulos arrancaban y comían espigas, frotándolas con las manos. 2 Unos fariseos dijeron: «¿Por qué hacen en sábado lo que no está permitido?». 3 Respondiendo Jesús, les dijo: «¿No han leído lo que hizo David, cuando él y sus compañeros sintieron hambre? 4 Entró en la casa de Dios, y tomando los panes de la proposición, que solo está permitido comer a los sacerdotes, comió él y dio a los que estaban con él». 5 Y les decía: «El Hijo del hombre es señor del sábado». Palabra del Señor.

Jue 1 Sep 2022

2 de septiembre | Lectura del santo Evangelio según san Lc 5, 33-39

EN aquel tiempo, los fariseos y los escribas dijeron a Jesús: «Los discípulos de Juan ayunan a menudo y oran, y los de los fariseos también; en cambio, los tuyos, a comer y a beber». 34 Jesús les dijo: «¿Acaso pueden hacer ayunar a los invitados a la boda mientras el esposo está con ellos? 35 Llegarán días en que les arrabatarán al esposo; entonces ayunarán en aquellos días». 36 Les dijo también una parábola: «Nadie recorta una pieza de un manto nuevo para ponérsela a un manto viejo; porque, si lo hace, el nuevo se rompe y al viejo no le cuadra la pieza del nuevo. 37 Nadie echa vino nuevo en odres viejos: porque, si lo hace, el vino nuevo reventará los odres y se derramará, y los odres se romperán.3 8 A vino nuevo, odres nuevos. 39 Nadie que vino añejo quiere del nuevo, pues dirá: “El añejo es mejor”». Palabra del Señor.

Lun 29 Ago 2022

¿Pagar Impuestos?

Por: Mons. Carlos Arturo Quintero Gómez - Por estos días resuena en nuestros oídos y el corazón la propuesta de un grupo de congresistas en relación con el pago de impuestos por parte de las iglesias. Sin embargo, aunque la propuesta ha sido bien recibida por muchos sectores y, desde la Iglesia católica ha habido la buena voluntad de corresponder a la economía nacional, realizando un trabajo transparente en materia tributaria, es importante que nuestros lectores conozcan qué compromiso tiene nuestra Iglesia en este sentido. Es verdad que la Iglesia católica cuenta con un concordato vigente desde 1973 que ha recibido algunas modificaciones a lo largo del tiempo, sin embargo, hemos dado el buen ejemplo en el pago de los impuestos que nos corresponde, aunque es importante aclarar que hoy no es tan fácil el sostenimiento de una parroquia, que implica el pago de empleados, sostenimiento del culto, mantenimiento de los templos, emolumentos eclesiásticos, bienes administrados en nombre de la comunidad, sostenimiento de las obras sociales y las consiguientes exigencias tributarias. Hoy nuestras diócesis sobreviven en medio de dificultades económicas pues no se alcanza a suplir todas las necesidades materiales. Para que nuestros lectores se informen, nuestra diócesis ha ido asumiendo las exigencias contables vigentes como las Normas Internacionales de Información Financiera –NIIF-, está implementando el Sistema de Seguridad en el Trabajo, se ha comprometido con la protección de base de datos, la conservación, cuidado y mantenimiento de los cementerios y la protección del medio ambiente. La diócesis de Armenia como porción del pueblo de Dios está organizada en 56 parroquias; en ella coexisten 24 casas de comunidades religiosas masculinas y femeninas además del Seminario Mayor San Juan Pablo II y el Parque Fundación Jardines de Armenia. Tan sólo la curia diocesana, Jardines de Armenia y las parroquias cuentan con aproximadamente unos 305 empleados –trabajos directos y por prestación de servicios- que hemos cuidado, incluso durante el tiempo de pandemia para lo cual se elaboraron unos planes de contingencia que permitieron hacer una proyección social y económica. Cada parroquia cuenta con un consejo de asuntos económicos que asesora a los párrocos, por lo que se tiene una contabilidad organizada y transparente. Por lo mismo, se cuenta con un colectivo de contadores y un grupo de secretarias auxiliares contables. Nos regimos por las exigencias tributarias y un Estatuto Diocesano de Administración, que marca la ruta de gobierno para nuestra diócesis y las parroquias, en las que los párrocos deben actuar con responsabilidad, sin tomar decisiones arbitrarias, consultando y solicitando permisos y autorizaciones en materia de adecuaciones, construcciones, inversiones, venta o compra de bienes. Desde las parroquias, las comunidades religiosas, el parque cementerio, el centro de servicios de la diócesis, se paga el IVA por los arrendamientos de bienes inmuebles, se contribuye con el cuatro por mil, se paga el impuesto al consumo en las compras, se practica las retenciones de ley, se presenta la información exógena a la DIAN cada año, se cumple con las obligaciones laborales como cualquier entidad legalmente constituida –prestaciones sociales, primas, cesantías, intereses a las cesantías, vacaciones, etc.- se factura electrónicamente, se paga impuestos por vehículos y se certifican las donaciones recibidas enviando los respectivos reportes a la DIAN. Además, se ha ido actualizando el pago de predial en las diferentes comunidades, advirtiendo que las casas curales, los templos y cementerios se hallan exentos de estos impuestos. El sostenimiento de las obras sociales y la administración parroquial se da gracias a algunos proyectos internacionales, a la realización de banquetes, festivales, la venta de empanadas, donaciones, jornadas de amor y el diezmo que nos permite asimismo promover acciones de evangelización, así como las ofrendas y los estipendios de las misas. Lo que ingresa a una parroquia no le pertenece al párroco; lo que ingresa a la diócesis no es para el obispo; se tienen unos emolumentos que no corresponden a un salario ya que los sacerdotes renuncian a acumular bienes, respetando a quienes han ido ahorrando para su vejez. No se tiene una mentalidad mercantilista ni la intención de la Iglesia es capitalizar acumulando bienes, sino la de proveer para los gastos necesarios y coadyuvar en los procesos sociales, cimentando la vida eclesial en la dimensión espiritual. Muchas de las acciones sociales, que, de suyo, le corresponden al gobierno nacional, regional y local, son lideradas e implementadas por nuestras parroquias y desde una pastoral social, orgánica y organizada sin contribuciones de los gobiernos, con la convicción de responder a la llamada de Jesús: ‘denles ustedes de comer’ (Lc 9, 13). De esta manera, con esta breve presentación queremos mostrar el rostro de una Iglesia católica comprometida con la economía nacional. Desde nuestra propia realidad buscamos impulsar una ‘economía de comunión’ que nos permita alcanzar la prosperidad desde el evangelio superando la pobreza y las pobrezas, hacia la dignificación de los seres humanos y la consolidación de una sociedad más justa y más humana. + Carlos Arturo Quintero Gómez Obispo de Armenia

Lun 29 Ago 2022

1 septiembre | Lectura del santo Evangelio según san Lc 5, 1-11

EN aquel tiempo, la gente se agolpaba en torno a él para oír la palabra de Dios, estando él de pie junto al lago de Genesaret, 2 vio dos barcas que estaban en la orilla; los pescadores, que habían desembarcado, estaban lavando las redes. 3 Subiendo a una de las barcas, que era la de Simón, le pidió que la apartara un poco de tierra. Desde la barca, sentado, enseñaba a la gente. 4 Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: «Rema mar adentro, y echen sus redes para la pesca». 5 Respondió Simón y dijo: «Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos recogido nada; pero, por tu palabra, echaré las redes». 6 Y, puestos a la obra, hicieron una redada tan grande de peces que las redes comenzaban a reventarse. 7 Entonces hicieron señas a los compañeros, que estaban en la otra barca, para que vinieran a echarles una mano. Vinieron y llenaron las dos barcas, hasta el punto de que casi se hundían. 8 Al ver esto, Simón Pedro se echó a los pies de Jesús diciendo: «Señor, apártate de mí, que soy un hombre pecador». 9 Y es que el estupor se había apoderado de él y de los que estaban con él, por la redada de peces que habían recogido; 10 y lo mismo les pasaba a Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Y Jesús dijo a Simón: «No temas; desde ahora serás pescador de hombres». 11 Entonces sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron. Palabra del Señor.

Lun 29 Ago 2022

31 de agosto | Lectura del santo Evangelio según san Lc 4, 38-44

EN aquel tiempo, 38 al salir Jesús de la sinagoga, entró en la casa de Simón. La suegra de Simón estaba con fiebre muy alta y le rogaron por ella. 39 Él, inclinándose sobre ella, increpó a la fiebre, y se le pasó; ella, levantándose enseguida, se puso a servirles. 40 Al ponerse el sol, todos cuantos tenían enfermos con diversas dolencias se los llevaban, y él, imponiendo las manos sobre cada uno, los iba curando. 41 De muchos de ellos salían también demonios, que gritaban y decían: «Tú eres el Hijo de Dios». Los increpaba y no les dejaba hablar, porque sabían que él era el Mesías. 42 Al hacerse de día, salió y se fue a un lugar desierto. La gente lo andaba buscando y, llegando donde estaba, intentaban retenerlo para que no se separara de ellos. 43 Pero él les dijo: «Es necesario que proclame el reino de Dios también a las otras ciudades, pues para esto he sido enviado». 44 Y predicaba en las sinagogas de Judea. Palabra del Señor.

Lun 29 Ago 2022

30 de agosto | Lectura del santo Evangelio según san Lc 4, 31-37

EN aquel tiempo, Jesús bajó a Cafarnaún, ciudad de Galilea, y los sábados les enseñaba. 32 Se quedaban asombrados de su enseñanza, porque su palabra estaba llena de autoridad. 33 Había en la sinagoga un hombre poseído por un espíritu de demonio inmundo y se puso a gritar con fuerte voz: 34 «¡Basta! ¿Qué tenemos que ver nosotros contigo, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: El Santo de Dios». 35 Pero Jesús le increpó diciendo: «¡Cállate y sal de él!» Entonces el demonio, tirando al hombre por tierra en medio de la gente, salió sin hacerle daño. 36 Quedaron todos asombrados y comentaban entre sí: «¿Qué clase de palabra es esta? Pues da órdenes con autoridad y poder a los espíritus inmundos, y salen». 37 Y su fama se difundía por todos los lugares de la comarca. Palabra del Señor.

Vie 26 Ago 2022

29 de agosto | Lectura del santo evangelio según san Lc 4, 16-30

EN aquel tiempo, 16 Jesús, fue a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura. 17 Le entregaron el libro del profeta Isaías y, desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito: 18 «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado a evangelizar a los pobres, a proclamar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista; a poner en libertad a los oprimidos; 19 a proclamar el año de gracia del Señor». 20 Y, enrollando el libro y devolviéndolo al que le ayudaba, se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos clavados en él. 21 Y él comenzó a decirles: «Hoy se ha cumplido esta Escritura que acaban de oír». 22 Y todos le expresaban su aprobación y se admiraban de las palabras de gracia que salían de su boca. Y decían: «¿No es este el hijo de José?». 23 Pero Jesús les dijo: «Sin duda me dirán aquel refrán: “Médico, cúrate a ti mismo”: haz también aquí, en tu pueblo, lo que hemos oído que has hecho en Cafarnaún». 24 Y añadió: «En verdad les digo que ningún profeta es aceptado en su pueblo. 25 Puedo asegurarles que en Israel había muchas viudas en los días de Elías, cuando estuvo cerrado el cielo tres años y seis meses y hubo una gran hambre en todo el país; 26 sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías sino a una viuda de Sarepta, en el territorio de Sidón. 27 Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, sin embargo, ninguno de ellos fue curado sino Naamán, el sirio». 28 Al oír esto, todos en la sinagoga se pusieron furiosos 29 y, levantándose, lo echaron del pueblo y lo llevaron hasta un precipicio del monte sobre el que estaba edificado su pueblo, con intención de despeñarlo. 30 Pero Jesús se abrió paso entre ellos y seguía su camino. Palabra del Señor.