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violencia

Jue 5 Sep 2019

“No más derramamiento de sangre”: Mons. Elkin Álvarez

Tras rechazar los hechos de violencia que se vienen presentando en el país, el secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), Mons. Elkin Álvarez Botero, llamó la atención sobre la “grave situación” que se vive, donde líderes sociales y candidatos a los próximos comicios se enfrentan a amenazas contra su vida. “Como Iglesia recibimos con profundo dolor el asesinato de la candidata Karina García, de su madre y algunos líderes sociales en el departamento del Cauca (…) Nosotros hemos enviado un mensaje en días pasados con una invitación a evitar toda forma de violencia en las campañas políticas, pero este asesinato es una muestra de que estamos volviendo a esas formas de violencia que no nos dejan avanzar (…) Se tiene que acabar la violencia, no más derramamiento de sangre”, advirtió el prelado en una entrevista concedida a Aciprensa. De otra parte, insistió en que “tenemos que volver al valor de la vida como don de Dios. No solamente la de los líderes sociales, que es un dolor que mueran porque acaban con las esperanzas del país, sino todas las vidas humanas”. Finalmente, al referirse a las elecciones regionales en el país, el también obispo auxiliar de Medellín alentó a los candidatos a hacer “campañas políticas que se mantengan en una línea democrática que realmente ayude y no divida”. “El mensaje que queremos enviar a candidatos y electores es que no polaricemos más el país, que busquemos la unidad y hagamos una campaña democrática con altura”, señaló.

Sáb 31 Ago 2019

“La paz es posible, una tarea ardua”: Monseñor Álvarez

Presentamos la entrevista concedida por Monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, Obispo Auxiliar de Medellín y Secretario General de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), al portal católico Vatican News, tras el anuncio de algunos de los excombatientes de la guerrilla de las FARC de retomar la vía de las armas. “El Gobierno ha asegurado que no hay que temer el re-armamiento de esta guerrilla, … esperamos que no haya esa fuerza de guerra como en los últimos 50 años, pero esto demuestra que hay un obstáculo en la búsqueda de la paz completa que tanto queremos”, lo afirma Monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, Obispo Auxiliar de Medellín y Secretario General de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), tras el anuncio de algunos disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), de retomar las armas e iniciar “una nueva etapa de lucha armada” en este país Latinoamericano. La preocupación que se reavive la violencia El Obispo Auxiliar de Medellín dialogando con nuestra colega del programa italiano de Vatican News, Giada Aquilino, manifestó su preocupación por el reavivarse de la violencia armada entre los colombianos. “La preocupación es un reavivarse del ideal armado que no lo encontramos justo en este tiempo, cuando no hay razones para continuar una lucha armada en el país. El camino de la violencia – precisó Monseñor Álvarez Botero – lo tenemos de sobra probado, no nos lleva a ninguna parte, solo a la violencia, a la muerte, a la guerra en nuestro país. La preocupación grande es justamente que se reavive la violencia armada entre nosotros”. Un obstáculo en la búsqueda de la paz Asimismo, el Secretario General de la CEC dijo que, existe también el peligro de que se regrese a la misma situación de los últimos 50 años de lucha armada. “Nosotros pensamos que se han dado pasos importantes en la búsqueda de la paz, es solo una facción de las antiguas guerrillas de las FARC que han retomado las armas. El Gobierno – afirmó Monseñor Álvarez Botero – esta mañana ha asegurado que no hay que temer en este sentido el re-armamiento de esta guerrilla, que es lo que han venido haciendo todo el tiempo, así que esperamos que no haya esa fuerza de guerra como en los últimos 50 años, pero esto demuestra que hay un obstáculo en la búsqueda de la paz completa que tanto queremos”. Los acuerdos están vigentes El Secretario General de la CEC también dijo que, este hecho no afecta al acuerdo de paz firmado entre ambas partes y al posterior desarme de los guerrilleros en junio de 2017, que sucesivamente dio origen al partido político que lleva la misma sigla. “Pienso que estos acuerdos se han trabajado – señaló el Obispo Auxiliar de Medellín – somos conscientes de que es necesario avanzar y perseverar, no hay una solución mágica a todas las cosas, los frutos están y pensamos que la paz es posible como lo hemos dicho en el mensaje”. La paz es posible, una tarea ardua Finalmente, Monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero haciendo referencia al Mensaje que los Obispos de Colombia emitieron el día de ayer, dijo que se han inspirado en una frase del Papa Pablo VI, en el que dice que la paz es posible. “Hemos tomado una frase muy acertada del Papa Pablo VI: ‘la paz es posible’, y si la paz es posible esto requiere el compromiso de todos. El mensaje – subrayó el Secretario General de la CEC – es no perder la esperanza, seguir trabajando por la paz. Y enviamos también un mensaje a todo el pueblo colombiano y especialmente a las autoridades, para seguir trabajando unidos por la paz”. Asimismo, el Obispo Auxiliar de Medellín recordando la Visita del Papa Francisco a Colombia en septiembre de 2017 dijo que, “nos parece que el Papa en el Viaje de hace dos años atrás, tiene esa visión de que no nos podemos cansar en la búsqueda de la paz aunque aparezca como una tarea ardua y difícil”. Fuente: Portal web Vatican News

Mar 20 Ago 2019

Respetar las reglas de juego

Escrito por: Mons. Froilán Casas Ortiz -Convivir implica respetar unas mínimas reglas de convivencia; la cultura anárquica es incompatible con la vida en sociedad. La ley del salvaje Oeste, es la ley de la pistola, la ley del más fuerte, es la cultura que pisotea todos los valores. Nuestro país ha vivido la cultura de los privilegios, de las dádivas, de los que gobiernan, de las excepciones; esto ha generado una conducta social caótica. Se llega incluso a hacer alarde del desorden: atravesados como los campoalegrunos, por ejemplo. ¿Cómo es posible que nos jactemos de vivir un antivalor? ¡Ah, así son las cosas! Debemos ir cambiando el disco duro, no podemos vanagloriarnos de nuestras falencias. ¿Cómo es posible que tras de ladrón, bufón? ¿Por qué hay violencia? Porque no se respetan las reglas de juego pactadas. Muchos emplean la ley del embudo: lo ancho para mí y lo angosto para usted. La violencia es producto del irrespeto al otro. Cuando usted es tramposo, a cada santo le debe una vela, usted resulta una persona antisocial, no puede vivir en sociedad. ¿Por qué usted exige respeto si no respeta al otro? No sea incongruente, su cultura es el reflejo de su personalidad. Si usted es sucio en los negocios, en toda parte va a envenenar el ambiente. El avariento, el ambicioso, en todas partes va a generar conflictos. Huya de este tipo de especímenes, no maltrate la hermosura de la paz que debe reinar en su espíritu. Hay que huir de las personas ruidosas y amargadas, ellas son un fastidio para el espíritu y la paz de su alma. No haga negocios con el avariento, mañana le pone la zancadilla. ¿Por qué fracasan las sociedades comerciales, los grupos de estudio, los grupos musicales, etc.? Por la ambición de alguno o algunos. Por favor, tenga cuidado con ese tipo de “personajes”. Usted debe seguir esta máxima: GANA, GANA. Si usted va a “tumbar” al otro, usted es un asqueroso. A usted lo debería aislar la sociedad, a usted hay que tenerlo de lejos. Si usted se “aprovecha” de la ignorancia del otro, nada queda oculto; más temprano que tarde se descubrirá el descaro de la trampa y la mentira. Los colombianos, infortunadamente, tenemos fama de tramposos, -algo es verdad-. Los japoneses, los coreanos del Sur, no se roban “un peso”; ellos han sido formados desde el seno de la misma familia a respetar lo ajeno. Japón y Corea del Sur, son los países de más bajo índice de corrupción: para ellos, lo que no es mío debe ser de otro. ¡Qué tristeza! En nuestro país se aplaude la viveza criolla. Al que roba se le llama vivo y al que es honrado se le califica de tonto, no aprovechó el cuarto de hora. Mientras no tengamos una cultura que censure el robo, seguiremos siendo cleptómanos. Por favor, no aplaudamos el mal. Al pillo se debe meter a la cárcel, -bueno, -ante tanto pillo, no alcanzan las cárceles en Colombia-. Por favor: que el bandido no salga con las suyas. Necesitamos que el imperio de la ley se imponga sobre la falacia y la mentira. + Froilán Casas Ortiz Obispo de Neiva

Vie 14 Jun 2019

"Habla Quibdó": estrategia cívica para abordar el tema de seguridad

El próximo miércoles 19 de junio, de 7:00 a.m. a 10:00 a.m., los medios de comunicación social de Quibdó y la comunidad serán los grandes protagonistas en el desarrollo de la campaña "Habla Quibdó”, cuyo que tiene como propósito abrir espacios para que la gente se comunique y exprese lo que vive a diario en esta zona del país tan azotada por la violencia. El obispo de la Diócesis de Quibdó, monseñor Juan Carlos Barreto, explicó que con la iniciativa se busca permitir que los diferentes sectores de la ciudad participen y expresen lo que están sintiendo y luego un Comité Ciudadano aborde estas problemáticas con la institucionalidad. “Escuchar la voz de las comunidades de Quibdó, de los barrios y de diferentes sectores para que expresen lo que están viviendo y que podamos con algunas instituciones, que hacen análisis, mostrar las cifras de lo que ha venido pasando en esta ciudad. Contaremos con el apoyo de expertos que nos ayudarán a entender las causas y posibles soluciones a estas problemáticas”, expresó el prelado. Monseñor Barreto afirmó que, si bien, la institucionalidad está en la obligación de responder a todas las problemáticas que aquejan a esta ciudad, también se debe poner atención al tema de la cultura ciudadana. Inseguridad, homicidios, extorsiones, hurtos, fronteras invisibles, afectaciones de abusos sexuales a menores de edad, serán algunos de los temas que se abordarán, gracias a la alianza hecha con todos los medios de comunicación de esta ciudad, que pondrán a disposición de la ciudadanía sus canales para que quibdoseños expresen sus inquietudes.

Mar 28 Mayo 2019

Iglesia: Vida, paz, verdad, perdón, inclusión

Por: Mons. Darío de Jesús Monsalve Mejía -Lo que vivimos los colombianos en estos tiempos es decisivo para todos, para salir de conflictos y violencias, apostando juntos por la reconciliación y por un progreso que integre a los más pobres, a las nuevas generaciones, a todas las etnias y regiones, incluso a los inmigrantes. En los últimos años, con el Acuerdo de La Habana entre la guerrilla de las FARC y el Estado, con la Agenda de diálogo acordada con el ELN y con la Ley para el sometimiento colectivo a la justicia de las llamadas BACRIM (bandas criminales), se avanzó mucho y se llegó a soñar y hasta a saborear los inicios de una paz imperfecta pero posible. Se hizo un enorme sacrificio de todas las partes para ponerle cimientos jurídicos a la terminación del conflicto armado, a la ampliación de la democracia, al regreso de subversivos y excombatientes a la legalidad y al trabajo honesto, a la lucha por vías políticas. Se inició la restitución de tierras despojadas con violencia, la reparación de las víctimas, la búsqueda de desaparecidos, la reconstrucción de la verdad y de la memoria y, sobre todo, al funcionamiento de un sistema de justicia especial para la transición a la paz JEP, aportando la verdad, hacia la reparación y la reconciliación, con garantías de no repetición. Se animó a las comunidades marginadas que se dedican al cultivo de la coca, la amapola y marihuana, a hacer parte del cambio, erradicando manualmente y sustituyendo esos cultivos por producción limpia, en alianza con el Estado y el mercado mundial. Los proyectos productivos PDET ( Plan de desarrollo y emprendimiento en territorios)y PNIS (Plan nacional integral de sustitución de cultivos), se plantearon como punto de partida para construir la ciudadania y el Estado en los territorios del conflicto armado, de la droga, la minería ilegal y las economías criminales. Comunidad internacional, subversión, organizaciones ilegales, Gobierno, fuerza pública, sectores sociales, políticos y económicos le apostamos a esta buena hora de la paz de Colombia. Fueron años muy esperanzadores. La Iglesia, con el Santo Padre, el Papa Francisco, nos dio un gran apoyo, rubricado con su inolvidable visita al País. Una visita que, entre otras cosas, hizo pensar en una paz y reconciliación que unieran la nación entera, en sus generaciones, regiones, territorios y ciudades, perdiendo el miedo a soñar en grande, a volar alto, a salir de lo rastrero. Los Obispos y nuestras Iglesias Particulares, comprometidos con una salida por la vía del diálogo y los acuerdos, acompañamos a las víctimas, las mesas exploratorias y públicas de diálogo, los ceses del fuego y hostilidades, las acciones humanitarias, la animación de todos hacia el bien, precario pero esencial, de la paz nacional y completa. Un significativo grupo de Otras Iglesias, con espíritu evangélico de no violencia y de sentido del perdón y de la justicia social, se unieron también a los procesos. Otros, en cambio, como también algunos sectores radicales católicos, se montaron y aliaron contra los acuerdos y procesos, en mala hora y con una visión recortada de la relación entre vida y paz, entre transición y estado pleno de derecho, entre cárcel y justicia, entre fe y política electoral, entre ideologías de género e inclusión social. Hoy, lamentablemente, son más un rebaño electoral que una congregación de creyentes. Esta “mala hora” para una paz sufrida y esquiva, la vive hoy el país con fuertes rupturas y polarizaciones políticas, nacionales e internacionales, y ante el estupor de excombatientes en proceso de reincorporación, de poblaciones y víctimas, y de la misma comunidad internacional que la viene acompañando. Es una hora con pretensiones oscuras, con apego al pasado y miedo a la verdad, con silencios y ofensas de mezquindad entre líderes nacionales que no se hablan, se descalifican y excluyen entre sí, se ven como enemigos irreconciliables; con una enorme incertidumbre que, a su vez, reanima viejas mañas y artimañas, sometiendo la frágil paz al apetito de los corruptos, de los montajes y “falsas noticias”, y a los “dividendos” de la guerra. Lo más grave de esta “mala hora para la paz” son los asesinatos selectivos y sistemáticos de excombatientes y de personas que defienden los derechos y trabajan por la convivencia pacífica entre las etnias y poblaciones. Estos asesinatos y múltiples atentados en contra de policías, soldados, jueces y dirigentes sociales, unidos a las confrontaciones armadas con riesgo de “falsos positivos”, y a las acciones guerrilleras como secuestros, voladuras de oleoductos, amenazas y numerosos hechos delictivos, crean un clima de tensión y degradación de la seguridad en todo el pais y ante el mundo. Como Iglesia Católica tenemos una grave responsabilidad todos (fieles laicos, religiosos y pastores), de cara a la vida humana, que se garantiza con el diálogo y los acuerdos de paz, con la cultura de derechos y deberes sociales, ambientales y políticos. Tenemos el deber pastoral de propiciar el encuentro, de acompañar a las víctimas, de exigir que los acuerdos no se politicen sino que se respeten y cumplan, de orientar hacia la confesión de la verdad y el camino del perdón, de ablandar mentes y corazones intransigentes, que siguen anclados en las pesadillas del odio y la venganza. Como experta en humanidad y en cultura samaritana y solidaria, la Iglesia tiene autoridad moral para ayudar a incluir a todos en el territorio, en el bienestar, en el trabajo, en el “cuidado de la casa común”, en la cultura afectiva de esposos y familias, en la organización social y participación ciudadana. Nuestra evangelización ha de ser misionera, comunitaria, formadora, social y profética, sinodal y esponsalicia, cómo está recogida en el Plan Pastoral. Ella es parte fundamental de LA AGENDA ECLESIAL DE PAZ para Colombia, con una proyección concreta a esta hora decisiva, buena y mala hora, que vive el proceso de paz. A ello debemos ayudar, con firmeza y respeto radical por la diversidad de ideas y opciones políticas, cuidando de no dejarnos hipotecar ni atrapar por quienes reducen la fe a lo íntimo y privado, a postulados ideológicos y teologías políticas en riña con el Evangelio. + DARÍO DE JESÚS MONSALVE MEJÍA Arzobispo de Cali

Lun 13 Mayo 2019

Tumaco emprende diálogo social por la vida y la justicia

Entre enero de 2017 y febrero de 2018 la situación de orden público en Tumaco se agravó. Homicidios selectivos, extorsiones, panfletos amenazantes, accidentes e incidentes por minas antipersona y desplazamiento forzado eran pan de cada día. El terror mandaba en esta tierra. Por ello, diferentes sectores se reunieron para sostener un diálogo social por la vida y la justicia y de esta forma transformar su realidad. Liderados por la Iglesia Católica, el "Comité Tumaco, Unidos por la vida y la justicia" busca promover, dinamizar y articular acciones entre diversos actores que impulsen programas y proyectos para la región. Para conseguir este objetivo se conformaron seis mesas de trabajo en los ámbitos más urgente como la educación, salud, jóvenes, desarrollo productivo, infraestructura y seguridad. Hasta la fecha se han logrado importantes avances, sin embargo, el camino es largo para alcanzar un desarrollo real y efectivo para Tumaco y la costa del pacífico colombiano. En "Especiales Pastoral Social" presentamos el tercer reportaje denominado: "Tumaco: Diálogo social por la vida y la justicia" que hace una revisión sobre la situación de violencia y abandono que vive esta región y los esfuerzos que se realizan por superar este estado y convertirse en un polo de desarrollo. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Vea los especilaes de Pastoral Social[/icon]

Sáb 11 Mayo 2019

“Los colombianos estamos distantes de la reconciliación”: P. Echeverri

Padre Dario Echeverri, Secretario General de la Comisión de Conciliación Nacional, ente adscrito al Episcopado, ha repudiado la persecución y asesinato a líderes sociales en el país. Ser líder social es un pecado en una Colombia cada día más polarizada. El flagelo de la violencia va en franco aumento como lo señala la oficina de derechos humanos de las Naciones Unidas, que en su último informe ha denunciado el asesinato de 29 líderes sociales en lo que va de 2019, y lo que es peor aún, el organismo asegura que en el país no se han implementado medidas eficaces para proteger la vida de estos voceros de las comunidades tal como lo reseña RCN Radio. La Iglesia está al tanto de esto y en reiteradas oportunidades ha exhortado a las autoridades a tomar cartas en el asunto. Por ello nadie mejor que Darío Echeverri, secretario general de la Comisión de Conciliación Nacional (CCN), quien conversó con Vida Nueva para reflexionar en torno al camino de la paz, el perdón y la reconciliación en una nación que da un paso adelante y dos atrás en esta materia. Tarea de todos los colombianos Sobre la lamentable situación vivida por los líderes sociales ha dicho –en su calidad de sacerdote– que “para la Iglesia, y para mí, me duele cualquier vida humana, cualquier vida humana debe pesar en la conciencia de todos los colombianos”. Asimismo ha mostrado enorme preocupación la manera tan pasiva como la sociedad ha asumido el tema del asesinato de líderes sociales, porque a su juicio el país está “recorriendo los pasos que se vivieron en otros momentos de la historia como el de la Unión Patriótica, entre otros”. Aun cuando en la actual coyuntura –en medio de un acuerdo de paz firmado– en medio de las diferencias y polarizaciones ha señalado que la construcción de la paz y protección de los líderes sociales no es tarea única del gobierno, por tanto, considera que “todos somos los responsables, a todos nos toca responder por la vida de todos los colombianos”. Estatus de la reconciliación en Colombia Otra de las tareas pendientes es la reconciliación, de hecho, el pasado 3 de mayo mientras la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) conmemoraba por segundo año consecutivo Día Nacional para la Reconciliación con una solemne eucaristía, oficiada por el mismo Oscar Urbina, arzobispo de Villavicencio y presidente de esta instancia, un silencio informativo cubrió todos los espacios. En referencia a esto el presbítero ha destacado que “es cierto que los medios, que a veces tienen el antojo de la noticia, pero no de la noticia-noticia, sino de la noticia-show de la que padecen, le dieron poca cobertura esta celebración y a este día”. En este sentido, ha sido muy transparente: “Creo que los colombianos estamos muy distantes de la reconciliación, a los colombianos nos quedan muchos pasos en línea de la reconciliación”. Al tiempo ha recordado que desde la Comisión nacional de reconciliación y reparación se ha avanzado muy poco en este tema. “Casi nada, porque reconciliación implicaría tender la mano al otro, abrirle posibilidad al otro y tratar de superar la polarización, que hay en el país, estamos en deuda con la reconciliación”, ha expresado. Miedo a la verdad Si bien el tema de la paz, el perdón y la reconciliación es una tarea de todos, al consultársele sobre el papel que deberían tener los líderes políticos en este proceso, ha mencionado la reflexión que junto a los obispos hicieron en la comisión permanente en la que precisamente salió a colación el tema de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y las objeciones que a la misma el gobierno de Iván Duque hace. Al respecto el sacerdote ha opinado que detrás de todo el asunto de la JEP lo que está de fondo es el miedo a la verdad, porque “la verdad es una condición sine qua non para la reconciliación. Estamos lejos de la verdad, estamos muy lejos de la reconciliación”. Pero hay esperanza Pese a las vicisitudes y las nubes negras que se ciernen sobre el horizonte, desde la CCN y la Conferencia Episcopal siguen en su empeño por una Colombia reconciliada y en paz, por tanto el presbítero ha asegurado que “somos conscientes de las dificultades que son muy grandes, y que sí, hacen que uno pueda mirar el panorama como sombrío”. Sin embargo también es rotundo: “por muy oscuro que sea el panorama, nosotros tenemos que entender que se necesita el compromiso y el empeño de todos en la iglesia católica, de la comisión de conciliación, pero también de todos en el país”. Fuente: Portal digital Vida Nueva

Lun 29 Abr 2019

Atrato: un río con derecho a vivir, es la historia que abre especiales SNPS

‘Atrato, un río con derecho a vivir’ es el nombre del primer reportaje que se publica en la nueva plataforma de contenidos multimedia del Secretariado Nacional de Pastoral Social - SNPS www.especiales.caritascolombiana.org En el año 2016 la Corte Constitucional determinó que el Atrato sea sujeto de especial protección debido a los graves daños que la minería ilegal, la violencia y el abandono estatal ha causado en sus aguas y afluentes. Por ello, en este reportaje se muestra una visión técnica y legal de la situación del río, el estado de las comunidades, las afectaciones que ha sufrido el Atrato y sus afluentes, los esfuerzos académicos que se están realizando para salvarlo y el permanente acompañamiento de la Iglesia Católica. Para tener esta radiografía se cuenta con las voces de la comunidad, las organizaciones que acompañan el proceso y la Iglesia de Quibdó que peregrina por estos territorios. En esta producción multimedia se presenta materiales audiovisuales, infografías, galerías de imágenes, mapas, actividades interactivas, documentos para consulta, frases iluminadoras del Papa Francisco, datos curiosos y crónicas. Nueva plataforma: Especiales Pastoral Social La nueva plataforma ‘Especiales Pastoral Social’ busca mostrar historias de casos emblemáticos de comunidades afectadas por diferentes problemáticas y que son acompañadas por la Pastoral Social y el Grupo de Trabajo por Colombia (GTC). En www.especiales.caritascolombiana.org se podrá encontrar dos tipos de publicaciones: casos emblemáticos y Pastoral Social en Acción. Espera los siguientes reportajes de Especiales Pastoral Social: * Tumaco: Diálogo social por la vida y la justicia. (6 de mayo de 2019) * Mitú: resguardando la casa común (13 de mayo de 2019) Fuente: Of. de comunicaciones Secretariano Nacional de Pastoral Social [icon class='fa fa-download fa-2x'] IR A LISTA DE REPRODUCCIÓN DE VIDEOS[/icon]