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violencia

Sáb 23 Mar 2019

Comunicado sobre situación social en Chocó y suroccidente colombiano

En un comunicado emitido en la mañana de hoy, la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) expresa su preocupación por las situaciones que se vienen presentando en el Chocó y otros territorios del suroccidente del país. La CEC expresa su cercanía a los obispos que atienden estas regiones, así como "a todas las personas que están sufriendo por la violencia, el desabastecimiento, el desempleo y la falta de oportunidades para alcanzar una vida digna." De manera especial se presentan condolencias a los familiares de quienes han perdido la vida en medio de estas situaciones. En el mismo mensaje se hace un llamado al Gobierno Nacional, a las comunidades y a las organizaciones sociales, para que se decidan por el diálogo como mecanismo inicial para alcanzar las soluciones a estos conflictos. Se adjunta el comunicado escrito (sin firmas) y el audio de la lectura del mismo por parte de monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, Secretario General del Episcopado Colombiano. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]

Mar 22 Ene 2019

Iglesia lidera jornadas de oración por la policía y pide que cese la violencia

Estos actos están orientados a manifestar la cercanía y el acompañamiento pastoral por la pérdida que viven familiares de los cadetes fallecidos y heridos, durante el atentado perpetrado en la Escuela General Santander, el pasado jueves 17 de enero. Así también, en sintonía con el último mensaje del Episcopado colombiano, la Iglesia pide que cese cualquier expresión de violencia en el país, en todos los ámbitos. Por ejemplo, la Arquidiócesis de Cali y las diócesis del Valle del Cauca en un comunicado expresaron su cercanía a los familiares y a la Policía Nacional por los hechos ocurridos recientemente, e invitaron para el próximo 26 de enero a las 10:00 am a una Eucaristía, que será presidida por monseñor Darío de Jesús Monsalve Mejía, en la Catedral Metropolitana de esta ciudad. Ver esta publicación en Instagram Es imperante demostrar #solidaridad con nuestros hermanos cadetes y policías, quienes arriesgan sus #vidas por las nuestras, siendo los más afectados por la violencia y el conflicto armado. Unámonos por ellos. Una publicación compartida de Arquidiócesis de Cali (@arquicali) el 22 Ene, 2019 a las 5:47 PST Entre tanto, la diócesis de Yopal, presidida por su obispo monseñor Édgar Aristizábal Quintero, invita para que este jueves 24 de enero se realice en todas las parroquias de esta ciudad, una jornada de Oración por la Paz, se trata de una Hora Santa y una Eucaristía para pedir por todas las víctimas de la violencia en Colombia. Por su parte, en la ciudad de Cúcuta el obispo de esta ciudad, monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, en un oficio religioso celebrado este domingo 20 de enero, acompañado de la policía nacional de esta ciudad y del Norte de Santander, hizo un llamado a la reconciliación para que cese la violencia en el país. El Episcopado invita a los colombianos a no permitir que el terrorismo o cualquier forma de violencia acaben con la vida de una persona, ni genere miedo e incertidumbre. Así mismo, recuerda que la ciudadanía debe oponerse con decisión y valentía a “todo acto de violencia, que sólo engendran más muerte y destrucción”.

Sáb 22 Dic 2018

“Lo que pedimos para el Chocó, lo anhelamos para toda Colombia”

Con esta frase finaliza el comunicado firmado por los obispos del Departamento de Chocó y parte de Antioquia, a propósito de este tiempo de la Navidad. A la vez que hacen un llamado al Gobierno nacional y al ELN para que asuman una actitud de escucha ante el clamor de esta población tan golpeada por la violencia. En el mensaje firmado por los obispos: Mario De Jesús Álvarez Gómez, obispo de Istmina-Tadó, Hugo Alberto Torres Marín, obispo de Apartadó y Juan Carlos Barreto, obispo de Quibdó, los prelados resumen en tres puntos los sueños que la población tiene para que esta Navidad sea el inicio de la “anhelada paz total e integral” en estos territorios. En un primer momento hacen un llamado al Gobierno nacional para que flexibilice las exigencias en la reanudación de los diálogos con el ELN, y no se cierre la posibilidad a continuar con ellos. “Ciertamente, el Gobierno está en su derecho de exigir condiciones para la reactivación y continuidad de los diálogos en la Habana, sin embrago, no se debe cerrar la puerta de la negociación.” Los Jerarcas, exigen de parte del ELN pruebas de un verdadero compromiso de paz con el Chocó. Así como también consideran oportuno que, con la tregua anunciada para esta época de Navidad, igualmente se dé la liberación de los secuestrados retenidos por este grupo guerrillero. Igualmente, invitan a la sociedad chocoana para que, a pesar del rigor del conflicto, se mantengan en oración y no desfallezcan sino más bien, asuman el compromiso de seguir trabajando por la paz de este Departamento. Finalmente, los obispos recuerdan que ante la grave crisis humanitaria que se está viviendo en estos territorios chocoanos y en su condición de pastores, ofrecen su disposición para colaborar en las labores de facilitación del diálogo. [icon class='fa fa-download fa-2x']Descargar comunicado[/icon]

Lun 19 Nov 2018

Agradecimiento y aflicción hay en la Diócesis de Santa Rosa de Osos

Así lo afirma Monseñor Jorge Alberto Ossa Soto, en una carta dirigida a los sacerdotes y fieles en donde resalta la generosidad de la comunidad durante la Jornada Mundial de los Pobres, pero también expresa su rechazo por la ola de violencia que se presenta en los municipios de Ituango y Yarumal. "Dios les pague a todos los que de una u otra forma fueron parte en esta jornada, porque hasta un vasito de agua dado por amor, el Señor nos lo retribuye amorosamente", afirma. Así también, destaca que la jornada del pobre ha regalado "la oportunidad de visibilizar y compartir con el hermano necesitado." Por otra parte, expresa el "dolor y repudio por la violencia y zozobra" que se vive en las regiones del Bajo Cauca y el Norte. "Oramos por los hermanos que sufren, estamos enterrando a sus muertos en silencio". Monseñor Ossa Soto lamenta que los niveles de violencia en esta parte del país evidencian que "otras cosas parecen importar más que la vida y la dignidad humana". Carta de monseñor Jorge Alberto Obispo diocesano a los Sacerdotes y fieles @episcopadocol pic.twitter.com/0CNbYiwi0c — Diócesis de Sta.Rosa (@diocesisstarosa) 19 de noviembre de 2018

Mié 31 Oct 2018

Crece la drogadicción

Por: Ricardo Tobón Restrepo - El consumo de drogas va adquiriendo proporciones sorprendentes y constituye ya un problema grave en nuestra sociedad. Es un fenómeno propiciado por los intereses económicos de diversos grupos, en crecimiento por la dependencia creada en tantas personas, manejado a través de un mercado bien organizado que trasciende los confines nacionales, vinculado a grupos dedicados a actividades criminales. Agrava la situación la estrategia de los traficantes de incentivar el consumo en niños y jóvenes de los centros educativos para volverlos adictos y hacerlos luego parte de sus redes. Las consecuencias de la drogadicción se van viendo cada vez más preocupantes: degenera las personas, favorece la inseguridad y la violencia, crea problemas de salud mental, aumenta el número de habitantes de la calle, obstaculiza un desarrollo integral de la sociedad. En una palabra, afecta el equilibrio síquico, la vida familiar y la realidad social de los consumidores y de muchas otras personas. Quienes usan drogas piensan que encontrarán un estimulante para vivir y en realidad llegan a situaciones lamentables, que limitan las relaciones y reducen notablemente la libertad a veces hasta anularla. Este hecho humano y social requiere un profundo análisis y acciones decididas. Sin embargo, con frecuencia hay indiferencia y hasta complicidad. Cuando se dan eventos excepcionales se aplican soluciones de emergencia, más bien que trabajar sistemáticamente en una cultura capaz de formular objetivos concretos, medios y recursos para garantizar coherencia y estabilidad en el propósito de afrontar a fondo el problema. El avance creciente de la drogadicción indica los vacíos de la planeación en las políticas y en las estrategias de lucha contra este fenómeno. La batalla contra este flagelo hay que empezarla antes que las personas sean adictas. Hay que comenzar por ser conscientes y sentirnos todos responsables para lograr dar respuestas adecuadas. Es necesario ver que la adición no puede ser concebida solamente como un problema personal, sino como una realidad que entraña una dimensión social, cultural y colectiva. Hay que entender el uso de drogas como una respuesta al malestar que generan carencias esenciales, como un modo de escapar de lo que hace sufrir. La falta de amor, de formación, de trabajo, de solvencia económica para las necesidades primarias provoca o agrava las situaciones de adición. La problemática de la drogadicción es una prolongación de la problemática social; es la consecuencia de un conjunto de situaciones negativas; la desesperación lleva a escoger caminos equivocados. La verdadera solución no es atacar la última manifestación sino ir a las causas. A la raíz del consumo de drogas está la familia, la educación, la falta de espiritualidad. Es en estos ámbitos donde hay que poner las mejores prácticas sobre prevención, lucha, tratamiento, rehabilitación y reinserción que lleven a los drogadictos a descubrir y vivir su auténtica dignidad. Dentro de un programa preventivo, hay que trabajar por la organización y estabilidad familiar, por fortalecer la salud mental de los niños y los jóvenes, por la construcción de una sociedad acogedora y equitativa. Hay que promover iniciativas en los colegios y en las parroquias para ayudar a los niños y adolescentes a encontrar el sentido de la vida, para acompañar su crecimiento, para animarlos a que superen los problemas; las respuestas que ofrezcamos después son limitadas y tardías. La atención debe ser integral tomando la persona en su totalidad y convocando toda la comunidad frente a esta urgente tarea. + Ricardo Tobón Restrepo Arzobispo de Medellín

Jue 26 Abr 2018

Iglesia en Tumaco convoca a marcha por la paz y la justicia

Ante la compleja y difícil realidad que atraviesa todo el territorio del pacífico, la Diócesis de Tumaco, la Cámara de Comercio, la sociedad civil y otras organizaciones de esta región, se han unido para realizar el próximo viernes 27 de mayo la marcha por la vida y la justicia, así lo dio a conocer el obispo de esta ciudad, monseñor Orlando Olave Villanova. “Esta marcha hace parte de una propuesta global, no queremos que se quede como un hecho aislado, esta es una primera voz dentro de toda la estrategia que hemos venido pensando para decirle al Gobierno Nacional actual y a los venideros que den su mirada a estos territorios del pacífico. “Queremos que se escuche a las comunidades de esta región y en este caso a nosotros como organizaciones de la sociedad. Deseamos ser esa voz dentro de muchas voces que existen en el territorio, anhelamos ayudar a construir esa agenda de desarrollo integral para Tumaco”. El prelado dijo comprometerse con su vida para ayudar en la transformación de la realidad de esta perla del pacífico; considera además, que ese municipio del suroeste de Colombia y fronterizo con Ecuador, está asfixiado entre el olvido estatal y el recrudecimiento de la violencia de grupos armados ilegales. Asimismo, monseñor Olave Villanova informó que en los dos últimos años se ha recrudecido en este territorio los hechos de violencia, por ello la manifestación de la marcha tendrá dos grandes componentes: La vida y la justicia. “No queremos más víctimas, ni más violencia, por ello nos hemos reunido un grupo de instituciones para realizar esta marcha. Primero por la vida, porque nos duele nuestra gente que muere, los jóvenes, soldados y aquellos hombres o mujeres que están en los grupos armados irregulares, porque también son vidas humanas; pero también por la justicia, porque aquí hay unas estructuras de injusticia que se han registrado en el territorio que han hecho que muchas personas tomen caminos equivocados”, aseguró. El prelado recordó que en el pacífico el 30 % de la población es menor de 30 años, son 350 mil habitantes, cerca de 100 mil son jóvenes y cuentan con pocas oportunidades, hecho que hace que los jóvenes sean las primeras víctimas y los victimarios de la violencia en estos territorios del pacífico. “Uno ve a los jóvenes caminando por las calles sin ilusiones. Por ello la marcha quiere hacerle un llamado al Gobierno para que se interese en la construcción de alternativas en la educación de los jóvenes que es precaria; el tema del desempleo para los jóvenes desborda el 60 %, esto hace que ellos sean las primerasvíctimas y los victimarios de esta violencia que estamos viviendo en nuestro pacífico”. La marcha se realizará el próximo viernes 27 de abril a las 8:00 de la mañana, saliendo de 4 puntos estratégicos de la ciudad de Tumaco, para llegar hasta el emblemático parque San Judas, lugar donde hace más de 20 años el Papa Juan Pablo II visitó. Se podrá dar seguimiento a través de redes sociales se moverán con el #TumacoNoAguantaMás. El Comité Tumaco, Unidos por la vida y la Justicia, envió una carta al presidente Juan Manuel Santos para pedirle de manera "urgente" realice un Consejo de Ministros en Tumaco con el fin de tomar medidas para resolver la crisis de orden social y económico [icon class='fa fa-download fa-2x']Descargar carta del Comité Tumaco al presidente Juan Manuel Santos[/icon] [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicadi diócesis Tumaco[/icon] [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar declaratoria día cívico en Tumaco[/icon] Foto: Revista Semana

Mié 28 Mar 2018

El Catatumbo no es para la guerra: obispo de Tibú

Ante el constante miedo y zozobra que viven las comunidades de la región de Catatumbo por causa de la confrontación armada entre el Epl y el Eln, el obispo de la diócesis de Tibú, Omar Alberto Sánchez Cubillos, animó y acompañó lo que se denominó la “Caravana de la esperanza”. Más de 20.300 personas afectadas en 35 veredas y representantes de movimientos ciudadanos participaron de esta marcha, que según monseñor Sánchez no tenía otra razón diferente a la de hacer un llamado para que el Catatumbo pueda vivir en paz. ‘’Creamos este ciclo que nos llena de satisfacción por la respuesta positiva de nuestras comunidades, que finalmente expresaron un deseo inequívoco, el derecho a la paz’’, aseguró monseñor Sánchez. Cabe recordar que el pasado 16 de marzo monseñor Gabriel Villa Vahos, obispo de Ocaña y monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, obispo de Tibú, habrían presentado a la opinión pública un comunicado donde clamaban por el respeto y protección de la población catatumbera. Monseñor Sánchez Cubillos, quien promovió y acompañó la “Caravana de la esperanza”, hace un llamado para que el Catatumbo pueda vivir en paz. Le habla tanto a los civiles como a los armados, cree que el diálogo es la salida a un momento tan difícil como el que se vive en la región y resalta la importancia de la movilización social en medio de la guerra. Presentamos a continuación la entrevista realizada por el Diario El Espectador, a través del Colectivo Colombia 2020, a Monseñor Omar Sánchez Cubillos, obispo de Tibú. ENTREVISTA MONSEÑOR OMAR SÁNCHEZ" Fotos: Tomadas de internet

Lun 12 Mar 2018

La mujer: Dignidad vs violencia

Por: Mons. Ismael Rueda Sierra - Tradicionalmente en el mes de marzo (8), se celebra el día internacional de la mujer. Siempre, es una oportunidad para reflexionar y hacer un serio discernimiento sobre la dignidad de la mujer, su relevancia en la construcción de la sociedad y bajo esta luz, el alto y preocupante fenómeno de la violencia y abuso contra ellas. De modo permanente a través de los medios, se informa y denuncian tantos casos de homicidio, maltrato y otras formas de agresión y discriminación que ellas padecen. En el departamento de Santander - registra un periódico local - en los días corridos del año, (56), 563 mujeres fueron violentadas. El año pasado en este departamento, 1.910 mujeres sufrieron algún tipo de violencia por parte de sus parejas y otras 1.073 fueron víctimas de presuntos delitos sexuales. Es necesario pensar que esta estadística, corresponde a los casos denunciados ante las autoridades correspondientes, y bien sabemos que la mayor parte de los casos, por amenazas o miedo no se conocen. Este panorama da a entender, entre otras razones, el alto grado de desequilibrio y descomposición de la sociedad que, frente a una construcción equitativa que supone el reconocimiento integral y en condiciones de igualdad en la diferencia, de la dignidad tanto de la mujer como del hombre, se empeña en desconocer, sobre todo, a la hora de tomar decisiones concretas de participación y valoración de capacidades, incluida la remuneración justa, sus legítimos derechos. No cabe duda de la influencia que tiene las tendencias culturales vigentes, en las que el machismo, de una parte y la inequidad social por otra, hace más difíciles los decididos y loables empeños que hoy se están haciendo para corregir esta situación. En este contexto, conviene reflexionar porque a menudo, por inadecuadas interpretaciones o aplicaciones tergiversadas de la visión antropológica cristiana de la mujer, se crítica o descalifica esta visión sobre la alta consideración del genuino significado de la vida y misión de la mujer en la sociedad y en la Iglesia. En efecto, bastaría mirar a Jesús, su comportamiento y actitud frente a las mujeres de su tiempo con quien se encontró, honró y defendió, en un ambiente cultural que de suyo las discriminaba. Bastantes testimonios tenemos en el magisterio de la Iglesia que profundiza sobre el tema. El nuevo Santo anunciado, Paulo VI, que reconoce la promoción de la mujer como uno de los “signos de los tiempos”, estableció una comisión especial que estudiaría los problemas contemporáneos en relación con la “efectiva promoción de la dignidad y de la responsabilidad de las mujeres” y afirmó que “en el cristianismo, más que en cualquier otra religión, la mujer tiene desde los orígenes un estatuto especial de dignidad.” (AAS 65, 1973). San Juan Pablo II dedicó toda una carta apostólica al tema (Mulieris Dignitatis). El Papa Francisco el pasado 8 de marzo escribía en Twitter: “¡muchas gracias a todas las mujeres que cada día tratan de construir una sociedad más humana y acogedora!”. Y en una de sus homilías en la casa Santa Marta, afirmó que “el hombre no trae la armonía, la trae ella. Es ella la que trae la armonía, que nos enseña a valorar, a amar con ternura, y que hace que el mundo sea una cosa hermosa”. ¡Gratitud y bendición para todas ellas! Fraternalmente. + Ismael Rueda Sierra Arzobispo de Bucaramanga