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El Gran Salón BAT de Arte Popular premia a los mejores artistas empíricos
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El 06 de octubre se llevó a cabo en el Museo Nacional de Colombia y el Museo Colonial, la ceremonia de premiación y la apertura a la exposición del Gran Salón BAT de Arte Popular, Colombia y el Medio Ambiente, donde se estarán exhibiendo 153 obras de arte popular colombiano, evento que cuenta con el apoyo de la Conferencia Episcopal de Colombia.
Durante la ceremonia de premiación se entregaron 8 premios y 30 menciones de honor a los artistas que se destacaron entre las 1904 propuestas presentadas en la convocatoria nacional de la séptima versión del Salón BAT de Arte Popular.
El Gran Premio fue para el artesano Santiago Rodríguez Ruiz, con la obra 'Mujer con ruana', un trabajo modelado en arcilla. El ganador del Premio Arte Urbano Responsable fue para Alejandro Álzate García, quien presentó la obra 'Territorios', un mural que se pintará luego en el parque Bosque de San Carlos, en Bogotá.
En la obra, el artista elaboró una pieza en la que le rinde homenaje a la ruana de origen campesino y, de una manera simple y solemne, hace un llamado a la protección de la fauna y la tierra. Se destaca que el artista, a partir de un oficio artesanal, crea una pieza única, con un claro mensaje ambientalista.
Los segundos premios fueron para Ángel Marino Jacanamejoy, de la comunidad kamëntsá del valle de Sibundoy (Putumayo), con 'Madre tierra', y 'Diseño motocicleta', de Gabriel Francisco Martínez, artista privado de la libertad. También fue premiada la obra 'La vida no se detiene', de César Augusto Rueda y quien también se encuentra privado de la libertad; estos dos últimos premios fueron entregados por el ministro de Justicia, Néstor Osuna.
Así también, el ganador del Premio Arte Urbano Responsable fue para Alejandro Álzate García, quien presentó la obra 'Territorios', un mural que se pintará luego en el parque Bosque de San Carlos, en Bogotá, entre el 7 y el 14 de octubre. La obra ganadora por votación del público fue TRINOS DE RESILENCIA del artista Freddy Oswaldo Bernal Moreno, proveniente de Icononzo (Tolima).
Miembros del jurado
Quienes estuvieron encargados de evaluar las obras y seleccionar a los ganadores fueron: Elvira Cuervo de Jaramillo, exministra de Cultura; Juliana Restrepo Tirado, directora del Museo Nacional de Colombia; Annabella Otero Berrocal, asesora de Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET); Margarita Díaz Casas, directora general de la Fundación Gilberto Alzate Avendaño (FUGA); Elena Salazar Jaramillo, coordinadora de Artes Plásticas de la Fundación Gilberto Alzate Avendaño (FUGA); Daniela Santos Rodríguez, contratista de apoyo para las actividades de impacto artístico, cultural y patrimonial para la promoción y circulación del arte en espacio público de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte de Bogotá; Eduardo Serrano Rueda, curador y crítico de arte; Guillermo Londoño Durana, artista plástico; y Felipe Uribe Mejía, contratista de apoyo para el reconocimiento y valoración del patrimonio material e inmaterial de Bogotá de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte.
El jurado no solo resaltó la participación de artistas empíricos de todo el país en las exposiciones de preselección del VII Salón BAT, sino también la de los 115 participantes de los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET), gracias a la Agencia de Renovación de Territorio; la participación de 14 artistas de los pueblos patrimonio, gracias al apoyo del Fondo Nacional del Turismo (FONTUR), y la participación de las personas privadas de la libertad, gracias al apoyo del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC), que llevó a 131 centros carcelarios la convocatoria y permitió que dos de estas personas estuvieran entre los ganadores. El jurado agradece también la alta participación nacional y el merecido homenaje al artista de Magangué (Bolívar) Eduardo Butrón Hodwalker, por su labor ambientalista con la comunidad por medio del arte.
Diálogo con el artista Santiago Rodríguez
El Departamento de Comunicaciones de la Conferencia Episcopal de Colombia, dialogó con el artesano, Santiago Rodríguez Ruiz, ganador del primer puesto, quien se presentó con la obra 'Mujer con ruana'.
P:/ Qué se siente ser el ganador de este Salón BAT
R:/ Es una fortuna poder compartir con artistas de todo el país, que al igual que mi persona vienen de la parte rural, muchas veces sitios excluidos. Estamos aquí en el Museo Nacional tomándonos estos espacios de dignidad, como una redención de lo común y lo popular.
Todavía estoy procesando que soy el ganador de este primer premio, pero considero que es un espaldarazo para el trabajo que tenemos en Ráquira y en todo Boyacá, un apoyo para los artistas que desarrollamos nuestra obra al margen de todo. Esto significa que vamos por buen camino y que no hay que desfallecer, estoy seguro que seguirán viniendo cosas mejores para el arte.
P:/ Cuál es el significado de su obra
R:/ Mi obra retrata a la mujer rural, fue modelado en arcilla. En este caso, por la temática del Salón que es el cuidado con el medio ambiente, lo que intento es homenajear no solo a la mujer, sino a la comunidad campesina, que muchas veces realiza prácticas sostenibles, como es el cuidado de los páramos, fauna, en fin, el cuidado en general del medio ambiente. Es un mensaje para que protejamos la naturaleza, el ecosistema, por ello lo represento a través de la mujer como una madre tierra. Esta obra sale también de la tierra, porque la arcilla se extrae directamente de la tierra.
P:/ Qué decirles a los artistas empíricos sobre el Salón BAT
R:/ El Salón BAT es un proceso transparente, donde hay una dignificación de las labores artísticas y tradicionales. Es un espacio donde nos permiten expresar y desarrollar la creatividad de nuestras obras, para abrirnos luego a nuevos mercados y esto es una parte importante en la vida de un artista.
Considero que es una deuda que el Estado tiene con los artistas y más con aquellos que están al margen de los territorios, estos que se encuentran en veredas alejadas, donde muchas veces no llega el Estado, todo esto son manifiestos para ello.
Invito a todos los artistas empíricos a que participen de estos espacios representativos de arte, donde podemos expresar a través de nuestras obras sentimientos, denuncias y expresiones de un pueblo que busca siempre caminos de paz y reconciliación.
“Les traigo la paz” (Juan 20, 19.21.26)
Vie 5 Abr 2024
Lun 22 Abr 2024
Cardenal Luis José Rueda valora expresión democrática y pacífica de las marchas e invita al Gobierno a escuchar a los diversos sectores
En representación de la Iglesia Católica colombiana, el cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente del episcopado, se pronunció sobre las marchas desarrolladas en el país este domingo 21 de abril. El purpurado destacó el sentido pacífico de las movilizaciones y las describió como "una experiencia democrática, popular, social", en la que un importante número de ciudadanos que demostró su amor por el país, salió a manifestar en diversas regiones "que hay cosas que debemos mejorar, que hay preocupaciones, pero que también hay esperanzas". Dijo también que el Gobierno Nacional tiene en estos llamados una importante oportunidad para escuchar y reconocer la diversidad de expresiones que se tienen.A propósito de las nuevas marchas que está convocando el Presidente de la República Gustavo Petro para el próximo miércoles 1 de mayo, fecha en la que se conmemora el Día Internacional del Trabajo, el primado de Colombia, destacó su valor desde un enfoque de construcción y de unidad:"Que sean bienvenidas las marchas, la movilización, la del 1 de mayo y todas las que vengan, siempre y cuando manifiesten sobre todo la búsqueda de encontrarnos, no de separarnos. No que se dan marchas que van a ratificar la separación entre nosotros, sino marchas que nos lleven a unirnos, pero además que se realicen en un ambiente de tranquilidad, de respeto y de paz a las personas y a los bienes".Vea a continuación el mensaje del cardenal Luis José Rueda Aparicio:
Vie 19 Abr 2024
Obispos eméritos de Colombia se reunieron para generar aportes al trabajo de la Iglesia colombiana y universal con énfasis sinodal
Este 15 y 16 de abril, en la sede de la Conferencia Episcopal de Colombia, se reunieron veinte obispos eméritos del país para desarrollar su encuentro anual. En esta oportunidad, bajo el propósito central de abordar aspectos relacionados con la realidad eclesial y sociopolítica del país, así como para estudiar el documento síntesis de la primera etapa de la asamblea general del sínodo de los obispos, desarrollada en octubre de 2023.Los prelados fueron convocados y acompañados permanentemente por el cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente del episcopado, quien los escuchó y tomó en cuenta sus recomendaciones para el trabajo de la Iglesia colombiana y para hacer eco de ellas en la siguiente fase de la asamblea sinodal. Esto, reconociendo su amplia experiencia y la importancia de los aportes que aún pueden realizar, pese a estar retirados del gobierno pastoral por su edad.El cardenal Jorge Enrique Jiménez Carvajal, arzobispo emérito de Cartagena, quien lideró el espacio, destacó esta oportunidad: “Es bonito sentir las manos extendidas, pero además de la fraternidad, sentir que algo podemos aportar nosotros al caminar de Iglesia colombiana y eso se le debe al señor cardenal Rueda, quien es el presidente de la Conferencia Episcopal y que valora este encuentro y lo manifiesta especialmente, nos anima y está con nosotros todo el tiempo”.A propósito del discernimiento que realizaron sobre la situación actual del país, el cardenal Jiménez remarcó que pese a tantos desafíos y preocupaciones que se viven, la Iglesia está llamada a sembrar esperanza: “la esperanza de que lo que se acerca no es un precipicio, sino que podemos construir verdaderamente una Colombia digna de todos los colombianos, de todos los jóvenes y especialmente de los que están más necesitados”.A continuación, conozca los detalles, narrados por el cardenal Jorge Enrique Jiménez:
Mié 17 Abr 2024
“La historia contará el legado de sus obras”: Cardenal Rueda sobre el Cardenal Pedro Rubiano Sáenz durante su Misa Exequial
Cientos de personas, entre familiares, amigos, obispos, sacerdotes, consagrados, autoridades civiles y militares, así como fieles laicos, participaron en las honras fúnebres del cardenal Pedro Rubiano Sáenz, arzobispo emérito de Bogotá, quien durante tres periodos fungió como presidente del episcopado colombiano. El papa Francisco también se unió a esta despedida a través de una carta que envió al cardenal Luis José Rueda Aparicio, en la que encomendó al purpurado, que ya vive su Pascua, a la Virgen de Rosario de Chiquinquirá y lo reconoció como un pastor que "con su dedicación y trabajo ofreció su vida por el bien de la Iglesia".El primer momento de oración por su Eterno Descanso, se produjo este martes 16 de abril en la capilla del Seminario Conciliar de Bogotá donde los restos mortales del cardenal permanecieron en cámara ardiente. Posteriormente, en la mañana del miércoles, su cuerpo fue trasladado a la Catedral Primada de Colombia. Allí se llevó a cabo la Santa Misa Exequial, que fue presidida por el cardenal Rueda Aparicio y contó con una masiva asistencia.Durante su homilía, el primado de Colombia destacó varios de los roles que ejerció el cardenal Rubiano. Además, se refirió a las ordenaciones de los nueve obispos que celebró durante su episcopado: Alfonso Cabezas Aristizábal, Fernando Sabogal Viana, Octavio Ruiz Arenas, Oscar Urbina Ortega, Daniel Caro Borda, José Roberto Ospina Leongomez, Héctor Epalza Quintero, Francisco Antonio Nieto Súa y José Daniel Falla Robles.“La historia contará, de manera completa, el legado de sus obras. Su misión apostólica será motivo de gratitud del Pueblo fiel de Dios, y su esperanza lo llevará a la casa de Dios nuestro Padre, donde se colmarán todos los anhelos de su vida, que fueron muchas veces expresados en su salmodia: “Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida, espera en el Señor, querido hermano Pedro Rubiano Sáenz, sé valiente, ten ánimo, espera en el Señor. (Salmo 26)”, así concluyó su reflexión el cardenal Luis José Rueda Aparicio.A continuación, vea la homilía completa, compartida por la Oficina de Comunicaciones de la Arquidiócesis de Bogotá:
Lun 15 Abr 2024
La oración: protagonista en la celebración de la Semana Vocacional 2024 en la Iglesia colombiana
El próximo 21 de abril, durante el cuarto domingo de Pascua, la Iglesia Católica Universal celebrará la LXI Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones bajo el lema “Llamados a sembrar la esperanza y a construir la paz”. Esto, en el contexto de la fiesta litúrgica de ‘Jesús, el Buen Pastor’, que trae a la memoria la vida y ministerio de cada uno de los obispos y presbíteros, quienes, mediante la consagración sacramental, se han configurado con Jesucristo, en cuanto cabeza y pastor de la Iglesia, y reciben como don una potestad espiritual, que es participación de la autoridad con la cual Jesucristo, guía la Iglesia.Bajo el propósito de profundizar en la importancia de esta celebración, la Conferencia Episcopal de Colombia anima la celebración de la Semana Vocacional 2024 entre el 14 y el 21 de abril. Para ello, la Comisión Episcopal de Ministerios Ordenados y el Equipo de Apoyo de la Pastoral Vocacional, han desarrollado un documento guía que propone una metodología especial y momentos espirituales concretos a vivir. En esta ocasión, en línea con lo referido por el papa Francisco en su mensaje y con miras al Año Jubilar 2025, dicho insumo tiene como tema transversal la oración."Esta Jornada está dedicada a la oración para invocar del Padre, en particular, el don de vocaciones santas para la edificación de su Reino: «Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha» (Lc 10,2). Y la oración —lo sabemos— se hace más con la escucha que con palabras dirigidas a Dios. El Señor habla a nuestro corazón y quiere encontrarlo disponible, sincero y generoso. Su Palabra se ha hecho carne en Jesucristo, que nos revela y nos comunica plenamente la voluntad del Padre", afirma el pontífice en dicho mensaje.Por su parte, el padre Manuel Hernando Vega León, director de los Departamentos de Ministerios Ordenados y Vida Consagrada del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano, refiere en el documento que la oración es una acción inherente a la tarea y discernimiento vocacional. “No es que la oración tenga ese fin, ni mucho menos que en ella recibamos respuestas inmediatas a nuestros interrogantes; al contrario, toda experiencia de oración si es vivida en silencio interior y exterior, en la profundidad de un encuentro personal con el Señor, conlleva un ejercicio de discernimiento, porque pone la realidad de la propia vida en contacto con el querer de Dios”, explica.De acuerdo con el padre Vega, la oración que acompaña este discernimiento vocacional tiene algunos rasgos particulares que enriquecen la respuesta vocacional. Entre ellos destaca:⎯ “La oración siempre ha de estar centrada en la Palabra de Dios, puesto que la oración nos exige la escucha de la Palabra del Señor, en ella descubrimos la voluntad de Dios y los grandes valores y criterios del Evangelio que nutren la vida cristiana y sin duda la vocación de especial consagración.⎯ La oración se realiza desde la propia realidad, en ella ponemos la verdad de nuestra vida, sin apariencias, ni ocultamientos, con el deseo de dejarnos trasformar por la verdad del Evangelio, en la aceptación de nuestras propias limitaciones y el trabajo decidido para hacer que, en el silencio de la oración surjan los signos de madurez que se requieren en el servicio a Dios y a su Iglesia.⎯ La oración no es egoísta, ni aislada, tiene un profundo sentido comunitario, eclesial, en la oración nos ponemos en el mundo y al servicio de él, en la oración nos hacemos puentes entre Dios y las realidades de los hombres, es en este rasgo que surgen las motivaciones de servicio y entrega a los demás.⎯ La oración ayuda a definir las capacidades y la generosidad, exigidas para optar por el seguimiento de Cristo, casto, pobre y obediente y configurar el corazón con Él, en el ministerio ordenado o la vida consagrada en los diversos carismas que el Espíritu da a la Iglesia”.